De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

Entradas etiquetadas como ‘remezcla’

Nosotras, la guerrilla F5

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Este texto es una remezcla de El manifiesto antropófago (Oswald de Andrade, 1928), Guerrilla (T.E Lawrence, 1929), Tratado de Nomadología (Gilles Deleuze-Félix Guattari, 1980), El manifiesto ciborg (Donna Haraway, 1985) y Junto a los ríos de  Babilonia (Wu Ming 4, 2004) * (Ver aclaración al final del texto). 

Los ejércitos son como plantas, inmóviles como un todo, enraizados, nutridos por largas ramas que llegan hasta la cabeza. Nosotras somos como un vapor llevado por el viento. Los afectos atraviesan nuestros cuerpos como flechas. Nuestros cuerpos son mapas de poder e identidad. Y los afectos son armas contra todos los importadores de consciencia enlatada.

El combate no es físico sino moral y, por lo tanto, las batallas son un error. Nosotras somos una influencia, algo invulnerable, intangible, sin frente ni retaguardia, que se mueve como el gas. Nunca supimos lo que era urbano, suburbano, fronterizo y continental. Por eso combatimos para convencer, no para vencer. Para la diversidad, no para la identidad. Para transformarnos antes que nada en el espacio renovado por el viento. El enemigo es tan sólo una contingencia de la lucha, no nuestro objetivo.

La victoria no consiste necesariamente en conquistar ese punto en el que el enemigo se siente inatacable, sino más bien en modificar el mapa entero para convertirlo en un punto de importancia secundaria. Desplazar la acción a otra parte y dejar al enemigo que defienda atrincherado un lugar que se ha vuelto inservible. El que defiende una plaza ya ha perdido. El máximo desorden es nuestro equilibrio. La movilidad cuenta más que la fuerza. La bestialidad ha alcanzado un nuevo rango en este ciclo de cambios de pareja.

Nuestra arma es justo como el viento: a la vez el aire que se respira y el gas venenoso que hacemos respirar al enemigo. Nuestra arma es la capacidad de transformar a cada individuo en un simpatizante y amigo. Porque nuestros reinos están vivos en la imaginación de cada una. Y el viento no se conserva, simplemente sigue soplando, erosionando y moviendo las formas sólidas al mismo tiempo que se desvía.

Somos quimeras, híbridas teorizadas y fabricadas de máquina y organismo. La máquina somos nosotras y nuestros procesos. Por eso nuestra estrategia es la construcción de nuevas pistas, nuevos mapas del espacio desierto que habitar. Donde el soldado regular ve sólo desierto, nosotras vemos una red articulada de pistas y líneas por las que desplazarnos: un espacio a poblar, que coincide con su mundo y al mismo tiempo lo supera.

*No he usado ninguna palabra que no aparezca en los textos anteriores. Me he limitado a remezclar, encajar y ajustar frases enteras. Apenas he añadido comas y puntos y el estilo mayúscula para la ‘y’ en el inicio de alguna frase. He adaptado las formas verbales a la primera persona del plural. Uso el género femenino, tal como lo hace el movimiento 15M.  F5 es la tecla que activa la actualización de la pantalla en muchos sistemas y programas informáticos. Nosotras, la guerrilla F5  – un palimsesto digital, un código fuente – puede ser reescrito, remezclado y despedazado por cualquiera. Cambiando la imagen que abre el texto, el significado será diferente. El resultado será imprevisible.

Tiranos Temblad, el vídeo remix semanal que está agitando Uruguay

Capítulo 17 de Tiranos Temblad

Tiranos temblad. Resumen semanal de acontecimientos uruguayos. Bajo este extraño nombre se esconde una verdadera joyita de la era de la remezcla colectiva. Una prueba más de que la dirección de los mensajes – antes verticales y centralizados – adopta nuevos rumbos. Tiranos temblad es una pieza de vídeo que apenas dura unos minutos donde Agustín Ferrando, un profesional del medio audiovisual de 32 años, empezó a mezclar los vídeos se suben a You Tube en los que de una manera u otra Uruguay. El canal Tiranos Temblad, que nació a finales del año 2012, se ha convertido en una auténtica sensación.8.236 subscritos, 351.308 visitas y una etiqueta de Twitter (#TiranosTemblad), una nueva y dinámica plaza digital de diálogo. Cada semana, Agustín prepara un vídeo nuevo. Y ya van 18 entregas.

En Tiranos temblad cabe todo. Un perro que baila cumbia. Un encuentro de moteros.  Un popurri de músicos bizarros. Un vídeo político del pasado. Un programa extranjero que habla de Uruguay. Una boda. Músicos que tocan en un parque. Una manifestación. Todo sirve. La voz en off de Agustín Ferrando, siempre irónica, redondea una entrega audiovisual irónica, entrañable y ácida. Tiranos Temblad deja en evidencia el llamado formato broadcast, el modelo televisión donde un emisor llegar a múltiples receptores a través de un canal centralizado. Aunque You Tube es una plataforma bastante centralizada y no es mi modelo preferido, un detalle nos revela el cambio de paradigma. No es la descarga (download), el hecho de que cualquier usuario pueda descargar o ver en streaming un vídeo. La clave está en el upload, en que cualquier persona pueda subir contenido. La remezcla de la inteligencia colectiva, incentivada por You Tube desde que incluyó las licencias Creative Commons a mediados del año pasado y practicada por los usuarios desde la noche de los tiempos, hace el resto.

Cada minuto se suben a You Tube 60 horas. 3.600 horas cada hora. El día, en el planeta en red, tiene 86.400 horas. Las horas de todas las emisoras de televisión del planeta son un porcentaje mínimo del total. En nuestros días, las historias mínimas son historias máximas. El altavoz atronador del sistema es un murmullo, todavía audible, en un bosque de ecos. Los mensajes del poder, de las marcas, de los emisores clásicos, se diluyen en un océano. We, the media (Dan Gillmor) o la ‘autocomunicación de masas’ (Manuel Castells) ya no son nombres de libros o conceptos sociológicos. Son la columna vertebral del nuevo mundo. Cualquier puede gritar. Cualquiera puede amplificar o remezclar otros gritos. Tiranos Temblad es mucho más que el título de un programa de un remixer recontrauruguayo. Tiranos temblad es un grito global, bastardo y sexy. La banda sonora de la tragicomedia de nuestros tiempos.

No habría sabido de la existencia de ‘Tiranos Temblad’ sin haber leído el post Hay un sábado de común denominadores de SurSiendo.  Espectacular trabajo de SurSiendo, sin duda. Su blog, cocinado desde Chiapas (México),  ya es una referencia.

Almodóvar MixTape, una remezcla de cine

Eclectic Method – Almodóvar Mixtape from Eclectic Method on Vimeo.

Almodóvar remixed. Amodóvar reloaded. Almodóvar remezclado, mutilado, crecido. Almodóvar Mixtape es un trabajo del colectivo Eclectic Method, uno de los más conocidos en esta vieja-nueva disciplina del remix. Es una remezcla que despedaza el universo de Almodóvar con buen gusto, puntería y un buen pellizco de admiración. Eclectic Method aborda Almodóvar con una mirada propia: con un estilo personal que fusiona el lenguaje televisivo, la estética del video-clip y el cine. Eclectic Method, en sus propias palabras es «música, comunicación y cultura pop, convertido todo en una fiesta gigante».

La remezcla está en el borde de la ilegalidad. La industria cultural y el lobby del copyright no sólo rechaza, sino que desprecia cualquier tipo de remix. De hecho, hace diez años, cuando nació Eclectic Method la industria de los derechos de autor persiguió al colectivo hasta la saciedad. Algunas de las persecuciones contra los remixers aparecen en el documental Copyright Criminals (el trailer y las remezclas de imágenes son de Eclectic Method). Carambolas de la historia, artistas como U2 o  Fatboy Slim acabaron solicitando los servicios de Eclectic Method. Y el mundo mediático entronó al colectivo. Dj Magazine les llamó los «reyes del remix» y Wired les calificó, simple y llanamente, el  «futuro».

Recomiendo la lectura del libro Código fuente: la remezcla, editado con licencia libre por el colectivo sevillano Zemos98. Os dejo con un extracto de un texto de Felipe G. Gil, de Zemos98. Y con otra joyita audiovisual de Eclectic Method, la Tarantino Mixtape, al final de la entrada.

«El código fuente es un conjunto de líneas de texto que son las instrucciones que debe seguir una computadora para ejecutar un programa. Compartir el código fuente es la base del software libre. Y la cultura implica dos cuestiones básicas con respecto a esto: por un lado, asumir que «toda obra intelectual es derivada» (Lawrence Liang); es decir, que nuestra noción de creatividad está sujeta a una serie de convenciones que habría cuestionar, que hay que reconstituir nuestra noción sobre el origen de las ideas y que debemos exigir una reformulación de las actuales leyes del copyright así como de los modelos de negocio de las grandes industrias culturales; y por otro lado, defender la idea de la cultura como un palimpsesto infinito, del arte como un juego entre todos los seres de todas las épocas y de la remezcla como un sistema operativo transversal que afecta a los procesos educativos y comunicativos»

The Tarantino Mixtape from Eclectic Method on Vimeo.

Remix the commons (Remezclando el procomún)

Define the Commons from Remix the Commons on Vimeo.

Documenta el procomún. Remezcla el procomún. Comunícalo. Compártelo. Así de sencilla es la filosofía de Remix the Commons, que podríamos traducir como ‘Remezcla el procomún’. Remix the commons, una heterogénea iniciativa canadiense en la que coinciden instituciones, colectivos, pensadores y activistas, tiene un objetivo principal: explicar de una forma multimedia y fresca al conjunto de la sociedad qué es el procomún (commons en inglés, le bien commun en francés). Y para ello han creado una interesante estrategia multiplataforma donde personas de todo el mundo participan en red de una forma no jerárquica en la creación de contenidos.

El epicentro de Remix the Commons es su wiki. En ellas podemos leer, por ejemplo, la definición del proyecto: «Remix The Commons es un espacio narrativo común de colaboración multimedia. Remix the commons tiene como objetivo aumentar el poder de los ciudadanos para actuar en la propiedad creativa y colaborativa del concepto y prácticas del procomún desde una perspectiva intercultural». La documentación multimedia y el remix – según su wiki – «implican un proceso de (re) apropiación de bienes comunes del conocimiento. Nuestro objetivo es ayudar a definir el bien común, facilitando el intercambio de documentos e ideas, ilustraciones y prácticas, en torno a este tema». En la misma wiki, en su apartado de vídeos, está documentado todo el proceso de elaboración y las entrevistas sueltas que conforman el vídeo que abre esta entrada.

Otros espacios de diálogo de Remix the Commons son una lista abierta de correos y un blog donde se comparte todo el contenido creado. Además, Remix the Commons está incentivando la denominada Escuela de los Comunes, conectada ya con otras experiencias similares, como la Escuela de los Comunes de Barcelona. En un momento en el neoliberalismo parece agotado y los bienes comunes cotizan al alza en los movimientos en red, explicar de una forma divulgativa qué es el ‘procomún’ es algo primordial. Los medios masivos no suelen darle demasiada importancia al creciente movimiento procomunero. Ni siquiera en España, donde existen espacios/proyectos tan consolidados como el Laboratorio del Procomún del MediaLab Prado o incipientes como la Fundación de los Comunes. La traducción para una buena parte de la sociedad del concepto ‘procomún’ como algo que va más allá de lo público, algo que es todos y de nadie al mismo tiempo, sigue siendo necesaria.

Por todo ello, concluyo esta entrada con una definición del site de Remix the Commons y con un vídeo del sociólogo Antonio LaFuente, ¿Qué es el procomún?. 

«Hablamos de los «bienes comunes» cada vez que una comunidad de personas que se unen por el mismo deseo de cuidar de un recurso colectivo o crear uno y se auto-organiza de manera participativa y democrática para ponerse al servicio del interés general. El agua, el aire, los bosques, los océanos y otros recursos naturales, un idioma, un paisaje, un obra o un edificio pasan así a ser de dominio público«.

 

Diez años de Creative Commons

La cultura libre está de enhorabuena. Las licencias Creative Commons acaban de cumplir diez años. Desde el pasado día 7 hasta mañana (día elegido para el aniversario), el mundo está conmemorando con múltiples actos, campañas, eventos y encuentros esta primera década de Creative Commons, las licencias que crearon una alternativa más visible al estricto ‘todos los derechos reservados’ del copyright.  La información oficial del cumpleaños está recopilada en la web 10.creativecommons.org. En Europa se ha lanzado una mixtape con música libre remezclada. En México, Wikimedia ha lanzado un editatón (un maratón de edición) para mejorar artículos de la Wikipedia relacionados con Creative Commons. Y el etcétera de conmemoraciones es larguísimo.

El mundo que lucha contra el copyright está de fiesta. Y están corriendo ríos de tinta. Curiosamente, algunas personas del mundo libre han escrito artículos tan críticos como este Diez años de Creative Commons: ¿algo que celebrar? (David García Aristegui) en LaMarea.com. El texto crítica cómo el mercado saca tajada de estas licencias a costa de de los creadores y de instaurar una nueva era del «todo gratis». Sin embargo, medios más conservadores como El Confidencial empiezan a elogiar unos tipos de licencias que hasta hace muy poco eran invisibles, porque son una alternativa de mercado. ¿Qué está pasando? ¿Creative Commons salvará a los creadores del copyright talibán o será su perdición? ¿En qué quedamos?

Los lectores habituales de este blog saben perfectamente qué es Creative Commons. Pero probablemente haya alguno que no haya escuchado hablar de este tipo de licencias. Por eso, voy a intentar argumentar de una manera sencilla por qué creo que las licencias Creative Commons han beneficiado a la humanidad. Intentaré que lo entienda el más analógico de los lectores. Claro que hay críticas a Creative Commons. El mercado puede aprovecharse de ellas para bajar el coste de producción o el valor de ciertas obras. Están basadas en el copyright, como el copyleft (pero es una forma de hackearlo). El copyleft es una licencia (y movimiento) más amplio: apenas 3 de las 6 licencias Creative Commons (España) son copyleft. Prevalece el reconocimiento de la autoría individual frente al carácter colectivo de la obra del dominio público. Otro tipo de licencias, como el copy far left (así sería la más abierta de Creative Commons, que permite la explotación comercial de la obra ajena), reivindican la posesión de los medios de producción por parte del creador.

Sin embargo, me parece que el beneficio de la existencia de Creative Commons ha sido muy grande. Las licencias Creative Commons son buenas para la humanidad. Han cambiado muchas cosas. Han abierto una puerta.  Son buenas para la humanidad porque…

Porque crearon una alternativa de mercado. Cuando Lawrence Lessig, Hal Abelson y Eric Eldred, entre otros, lanzaron las licencias Creative Commons existían pocas opciones al «todos los derechos reservados» del copyright. Apenas, el dominio público, que libera todos los derechos de una obra. Existía el copyleft, basado en las cuatro libertades del software libre de Richard Stallman. Aplicar las libertades del software libre a una obra cultural permite a cualquier usuario usarla, modificarla, distribuirla y mejorarla haciendo públicos los cambios. Sin embargo, no había un camino intermedio que permitiese al creador escoger el grado de libertad de su obra. Con Creative Commons, el autor puede elegir el «algunos derechos reservados» y regalar la obra a particulares y cobrar si existe un uso comercial por un tercero. Puede liberar totalmente la obra hasta el «ningún derecho reservado». O puede cerrarla hasta el «todos los derechos reservados».

Porque incentivan la transparencia. La mayoría de licencias Creative Commons permiten la libre copia del contenido. El hecho de que el contenido pueda ser copiado y divulgado fuerza la transparencia. Interesante: algunos Gobiernos o instituciones están usando licencias abiertas. La Casa Blanca, el Parlamento de Italia, el Parlamento de Australia, el portal de Datos Abiertos de Brasil o el Institut D’Estadística Catalunya usan licencias Creative Commons. La lista es gigante y crece cada día.

Porque crean una nueva ética de la atribución. La ética hacker de la que hablaba Pekka Himanen en su ya mítico libro (descárgatelo aquí) es diferente. Está basada, entre otras cosas, en lo colectivo, en la atribución, en lo compartido, en la colaboración. Usar licencias abiertas, abrir el código de una obra, querer que circule al margen del valor de mercado, abre una puerta inédita en el mundo del copyright. Llevo muchos años publicando textos con licencias abiertas. Y nunca me he encontrado a nadie ‘robándome el trabajo’. Citan la fuente, respetan mi trabajo. Las licencias Creative Commons obligan la atribución (reconocimiento de la fuente).

Porque  incentivan la divulgación del conocimiento. La cultura es más que mercado. El conocimiento, el acceso al mismo, debería estar por encima del valor de mercado. Las licencias Creative Commons están incentivando la circulación del conocimiento. La lista de universidades y centros de educación que están disponibilizando recursos con Creative Commons no para de crecer. El Harvard Open Access Project  de la universidad de Harvard es un buen ejemplo. Mientras el Gobierno de España intenta convertir la Universidad pública en un rincón para ricos subiendo tasas, la universidad de las élites del mundo es gratis. Y en parte gracias a las licencias abiertas.

Porque son buenas para el periodismo.  El texto Diez años de Creative Commons: ¿algo que celebrar?  de David García Aristegui afirma que las licencias Creative Commons son malas para el periodismo. No puedo estar más en desacuerdo. Son buenas. Muy buenas. El caso de 20 Minutos, pionero en el uso de Creative Commons, es un buen ejemplo de reputación ganada, de atribución cruzada y de transparencia. Todas las publicaciones del grupo Nature usan Creative Commons. También lo hacen Al Jazeera, ProPública o el site de crowd funding periodístico Spot.us. En fotografía existen muchos casos de éxito, como el del fotógrafo Jonathan Worth, que gracias a Creative Commons consiguió llegar al mercado. El hecho de que Flickr permita ya subir una foto y usar licencia Creative Commons está causando una pequeña revolución en el mundo del fotoperiodismo. Y yo creo que es muy buena. El caso del Fotomovimiento.org (del movimiento 15M español) o de Fora do Eixo en Brasil (que ya han conseguido portadas en Folha de São Paulo), es un buen ejemplo.

Porque legitiman la remezcla. Algunos tipos de licencias Creative Common son copyleft y permiten las obras derivadas. Modificar la obra no sólo es legítimo, sino que puede enriquecer la misma. En la música, han nacido comunidades de obras libres como Jamendo, donde cualquier pueda remezclar. En la literatura han surgido proyectos como Remix my lit, que incentivan la remezcla de textos. Algunos escritores, como el popular Cory Doctorow, usan licencias Creative Commons. Yo habilité una sala de remezclas para mi obra #24H que con copyright habría sido imposible. Del Ramayana a Picasso, del mester de juglaría a proyecto 15M.cc, la remezcla es un bien inconmensurable para la humanidad.

Porque construyen sociedad, valores compartidos, solidaridad. El caso de España es bastante peculiar. La sociedad española es una de las que más está empujando el carro de la cultura libre, el copyleft, la remezcla, lo abierto, lo compartido. De hecho, hasta el año 2011 España figuraba en lo más alto de todos los rankings en cuanto a obras licenciadas con Creative Commons. En CC Monitor (que no está actualizado), España aparece en segundo lugar, casi igualado con Estados Unidos en número de obras. Aunque no existe un registro exhaustivo al respecto y el número puede ser muy superior, España tiene según CC Monitor 9.224.224 obras licenciadas con Creative Commons. Casi 4 veces más que Alemania. Siete veces más que el Reino Unido. En España no sólo existe cultura con Creative Commons. Existe arquitectura. Semillas copyleft. Muchos abogados, como Javier de la Cueva o David Bravo, cuelgan todo su trabajo con licencias abiertas. Y un número creciente de medios (será el siguiente post de este blog). Sin embargo, el Gobierno español es uno de los más retrasados en aplicación de licencias abiertas en sus sites y uno de los más retrógrados en la aplicación de leyes digitales, como la Ley Sinde-Wert. La aprobación del Canon Digital, que había sido declarado ilegal por la Unión Europea, justo cuando arrancaron las conmemoraciones de los diez años de Creative Commons, es muy sintomática. El divorcio poder-sociedad sigue creciendo. Y Creative Commons ayuda, en definitiva, a la creación de la República del 99%.

Un año de código abierto

Copyleft y procomún, redes y territorio, espacio público y tecnología móvil, Creative Commons y movimientos sociales, datos abiertos y hacktivismo, cultura libre y urbanismo, inteligencia colectiva y 15M. Hace un año que nació este blog. La entrada Código Abierto para una nueva era, del 2 de diciembre de 2011, inauguraba Código Abierto y congelaba bastante mi blog personal Desde Alfa Centauro. Y desde entonces he visto un interés creciente por todos estos asuntos que los medios masivos suelen ignorar. España – su sociedad, no sus políticos – es un país líder en la cultura digital, cultura libre, copyleft y mundo hacker. Ha estado en lo más alto de todos los rankings de obras licenciadas con Creative Commons, por delante de  Estados Unidos. Sigue en la segunda posición según el índice de CC Monitor. Pero su gobierno no sólo lo ignora, sino que persigue y desprecia estas prácticas. Y muchas de sus instituciones (cada vez menos) y sus grandes empresas dejan de lado la espectacular innovación social que está surgiendo en España desde los paradigmas abiertos.

Por eso me sigue pareciendo importantísimo dar visibilidad al mundo abierto, al copyleft, al mundo del código abierto que está fraguando un nuevo mundo, una nueva era. Las etiquetas del blog Código Abierto más frecuentes – viendo la nube de etiquetas de este blog – han sido 15M,  Ciudad, Copyleft, cultura libreInternetP2P y redes. ¿Y sobre los post más visitados? Han sido 169 entradas. Una media de una entrada cada 2,15 días. Todavía estoy investigando sobre qué es lo que más interesa a los lectores del blog. A bote pronto, desconfío de lo cuantitativo.Un post muy visitado, para mí, no es sinónimo ni de calidad ni de ser referencia. A veces, ocurre, eso sí. Además, cada vez es más difícil basarse en estadísticas. Hay post con muchísimos ReTuits y pocos comentarios. Algunos con muchos comentarios y poquísimos Retweets o ‘Me gusta de Facebook’. Si no hay ni comentarios ni ReTuits, sin duda, muy mala señal. Aunque a veces ocurre y el número de visitas del post es elevado.

El copyleft – la licencia de 20 Minutos – abre sorprendentes nuevos caminos: sites y medios que citan o republican el contenido original. Todo ello se traduce en un nuevo ecosistema de influencia, reputación y meritocracia de muy difícil medición. Por ejemplo, el diario Boliviano La Razón publico mi texto Cómo acabar de una vez con la cultura (remix) citando tanto a 20 Minutos como al blog, tal como exige la licencia Creative Commons. Fue la primera publicación con Creative Commons de un medio tradicional en Bolivia y muy probablemente de América Latina (que alguien me corrija). Un año después de empezar este blog puedo decir que mi reputación ha subido – no sólo por este blog, lógico – y que la mayoría de personas, colectivos u eventos relevantes de la cultura libre y código abierto de España y América Latina conoce este blog. La reputación de 20 Minutos, por consecuencia, también se ve reforzada.

He hecho una selección de las entradas que me parecen que representan mejor la esencia de Código Abierto. Evidentemente, hay una parte emocional, claramente subjetiva. Tal vez no estés de acuerdo. Me encantará saber tu opinión. Prestaré mucha atención a los comentarios y al diálogo que surja en Twitter en el hashgtag #CódigoAbiertoBlog. He decidido, también, abrir un TitanPad con todos los post que surjan a partir de ahora, para que los lectores puedan reescribirlos si lo consideran oportunos. En breve, más información al respecto.

1. Comienza la guerra creativa. Un texto en el que incitava a la comunidad a escribir textos legitimando las nuevas prácticas de la cultura libre y en red. Ante la neolengua del poder, guerra narrativa distribuida. Una sorpresa: esta entrada fue publicada en formato minilibro en la biblioteca colaborativa Bookcamping.cc. Se incluyó, por ejemlo, en la lista de libros llamada #12M15M por si te lo estás pensando…

2. España, líder en creatividad colectiva. Un texto para explicar  la popularidad de las licencias Creative Commons en España. Si unimos la fuerza del concepto y uso del copyleft, de la remezcla, del dominio público (muy usado por jóvenes creadores) y de la creación colectiva, se confirma el vital papel que los ciudadanos residentes en España cumplen en la cultura digital y la cultura libre.

3. Cómo acabar de una vez por todas con la cultura (remix). Escribir este repaso a los nuevos paradigmas de la cultura en la era digital no sólo me produjo bienestar emocional, sino que tuvo bastante repercusión en redes sociales. Muchas personas relevantes – incluso gestores culturales clásicos – me escribieron agradeciendo el esfuerzo por explicar esta nueva realidad.

4. (Re) Habitando en el vacío, enREDando el espacio. Uno de mis textos favoritos de este blog. Inspirado en una presentación de Francesco Cingolami (recomendable su blog Immaginoteca), escribí sobre espacios híbridos, sobre cómo se conectan las dinámicas digitales con los territorios, uno de mis máximos intereses.

5. Planeta corta pega. Una entrada en la que desmitifico la imagen del creador como ser casi divino. La remezcla, la inspiración en obras de otros creadores, fue siempre la tónica desde la época de Homero. Este texto legitima el copyleft y la remezcla como esencia de la nueva era.

6. Tuits claves para entender el #25S. La etiqueta 15M es una de las más frecuentes en este blog. Me he esforzado bastante en traducir algunas de las cuestiones y acciones del 15M a un público más amplio. También en informar sobre algunas cosas que pasan desapercibidas para los grandes medios. Creo que el entorno 15M lee con respeto lo que se publica en Código Abierto y por eso me seguiré esforzando en publicar cosas de interés que surjan en el entorno del movimiento. Esta cobertura de tuits del #25 (RodeaelCongreso) tuvo bastante repercusión. Por un lado, en visitas. Los periodistas somos necesarios, somos un filtro. Dar relevancia a un tuit y no a otro es una labor periodística. Por otro lado, mucha gente me comenta que casi nadie en los medios innova en forma. Insertar tuits y hacer cobertura de flujos es una forma sencilla de hacerlo.

7. Un manifiesto posperiodístico. Sin lugar a dudas, una de las entradas más populares. No sólo por número de visitas, Retuits o ‘Me gusta’ en Facebook. Este ‘manifiesto posperiodístico’, una provocación para la vieja guardia, circuló como la pólvora. Tanto, que fue traducido a varias lenguas, reproducido en decenas de sites, medios. Muy mencionado por periodistas, consultores de medios, universidades de comunicación, asociaciones de prensa. Una prueba que la reputación no se basa apenas en datos cuantitativos.

8. Aplicaciones móviles para perderse (sin consumir). Cansado de las aplicaciones móviles basadas en el mercado, en el consumo, en cercos cerrados que te dejan preso en un marco, decidí compartir algunas aplicaciones que buscan la serendipia y la libre circulación por el mundo. El situacionismo, el espíritu de Guy Debord, la psicogeografía, está contagiando a las aplicaciones móviles. Me parece fundamental reivincidar la libertad, la serendipia y la deriva como mecanismo de descubrimiento del mundo.

9. El macarrismo ilustrado de Mr. Wert. Otro de los post más leídos. Todo lo que tenga que ver con cultura libre y especialmente contra la Ley Sinde Wert tiene una espectacular repercusión en este blog.

10. Ciudadanos P2P contra la crisis. Esta entrada presenta algunas de las experiencias, proyectos y plataformas del entorno 15M para luchar contra la crisis. Mientras los medios y los políticos del mundo apenas hablan de la crisis, los ciudadanos resuelven sus problemas entre ellos, peer-to-peer, cara a cara.

11. América invertida, américa libre. Participé – vía streaming- en el festival #CómeteLaCultura, organizado por la Asamblea Austrias del 15M de Madrid. Presenté algunos proyectos iniciativas de América Latina donde la cultura libre o la colaboración tienen protagonismo. El texto se convirtió en un vínculo entre 15M y colectivos y personas del otro lado del charco.

12. Se buscan ciudadanos inteligentes (en el espacio público). Un texto muy mencionado por colectivos de arquitectura, urbanismo, diseño y tecnología.  El texto es un grito contra el concepto de smart city de datos verticales y cerrados. Creo muchísimo más en los datos distribuidos y abiertos recopilados en red por la ciudadanía gracias a hardware abierto como Arduino, por ejemplo.

13. Cultura de red. En este texto intenté – no sé si con éxito – ampliar los conceptos de cultura digital y cultura libre. Creo que las redes, esta nueva era de conexiones, están facilitando una nueva cultura: la cultura de red. La cultura de red va más allá de las herramientas digitales, de la cultura digital. La cultura de red, una definición totalmente en beta, incluye lo analógico y digital. Fue un post bastante mencionado y replicado.

14. «Los hackers son los nuevos científicos de una nueva ilustración». Esta entrevista que hice a Antonio LaFuente, investigador del Centro de Ciencias Humanas y Sociales(CSIC), tuvo un impacto brutal. Realmente, conozco pocas personas tan brillantes como Antonio LaFuente.

15. Queremos #ChalecoParaTuiteros. La represión policial imperante en España y en Madrid concretamente después de la marcha laica de agosto de 2011 me preocupa muchísimo, como a una gran mayoría de personas que creen en los derechos humanos. Pero la maniobra del Gobierno para distribuir chalecos entre los periodistas, como si España fuese un territorio en guerra, me pareció patética. Aquí un corta&pega, dedicado a Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, responsable por la violación constante de derechos humanos en la región: «Incentivar el uso de chalecos para periodistas es una estrategia tosca. Cifuentes quiere convertir Madrid en Bagdag. Quiere transformar las plazas públicas en un territorio en guerra. Distribuir #chalecosparaperiodistas no es un guiño a la prensa. Es un clave para que la policía reprima su porra fácil frente a los achalecados. Es un guiño para que la policía apenas atice a ciudadanos No Periodistas». Pedía #ChalecoParaTuiteros para cuestionar la maniobra.

Por favor, recomienda otros post de Código Abierto en el hashgtag de Twitter #CódigoAbiertoBlog

What Disney!, la remezcla de los comunes

Disney, crudo Disney. Dumbo, crudo Dumbo. Mickey, crudo Mickey. La venganza, decían, es un plato que se sirve frío. Remezclemos: la venganza es un plato colectivo, colaborativo, calentito e incontrolable. Walt Disney se dedicó durante décadas a usurpar cuentos populares. Disney modificó a su antojo los crudos cuentos de los hermanos Grimm hasta convertirlos en descafeinadas fábulas sin conflictos ni denuncias profundas. Pero la venganza remix es un tórrido huracán. Y tiene nombre: What Disney!.

El colectivo Left Hand Rotation, basado entre Lisboa y Madrid, deconstruye el universo Disney con el denominado common’s cut, el corte de los comunes. El método What Disney!: adelantar el final de cada película al clímax dramático, reducir drásticamente el metraje, modificar irreparablemente su estructura argumental. Su objetivo: «con el fin de sincronizar la esfera de los cuentos con el presente, les devolvemos su crudeza original, subvirtiendo las pantallas tras las que la sociedad escondió sus defectos». A Left Hand Rotation, un grupo distribuido que siempre actúa con identidad colectiva, le sobran los motivos. Y justifican así este ácido/crudo videoclub What (the fuck) Disney!:

«Las edulcoradas versiones de los cuentos de la compañía Walt Disney pierden toda confrontación con el drama de lo real. De esa manera, generaciones de niños se convierten en individuos con nula capacidad de superación del conflicto, una vez vetada la posibilidad de desarrollo que esconde cada experiencia dramática. La amable realidad fabricada por D i s n e y contribuye a la construcción de sociedades sumisas y emocionalmente frágiles, que preferirán ignorar o esconder el conflicto, privados de las herramientas para afrontarlo».

Nada mejor que ver el teaser del proyecto (crudas, tristes escenas que quedan arrinconadas en el corte original).

El proyecto está colgado entero, a parte de en la web del colectivo, en Vímeo. Cada semana, Left Hand Rotation sube una nueva película despedaza al videoclub (lo van divulgando en su más que recomendable blog). La remezcla de Disney de los comunes clasifica en cuatro  grandes áreas las películas analizadas según las causas que precipitan el clímax dramático.

Desobediencia y rebeldía infantil y juvenil (Alicia en el país de las maravillas y Pinocho), Enfrentamiento con la muerte de un familiar o amigo (Bambi, El Libro de la selva, El Rey León)Rechazo por parte de la sociedad dominante (Aladdin, La Cenicienta, Los Aristogatos) y ruptura del vínculo familiar (101 dálmatas, Blancanieves, Dumbo, La bella y la bestia, La dama y el vagabundo, La Sirenita).

Para concluir este devaneo What (the fuck) Disney!, esta denuncia co-creativa a los mayores piratas de la historia del cine (protegen con estricto copyright historias creadas por otros), os dejo con una definición de Left Hand Rotation que ellos mismos me han enviado por correo electrónico:

«LEFT (el concepto abstracto) HAND (el objeto, lo material) ROTATION (la acción) es un giro en la dirección contraria que puede producirse en cualquier momento, un tornillo que hay que apretar justo al contrario de lo esperado. El colectivo está principalmente integrado por un núcleo alrededor del cual orbitan múltiples colaboradores, de manera que el grupo crece y se adapta, trabajando de manera anónima. Left Hand Rotation pretende provocar un aluvión incesante de contradicciones irresolubles, cuya finalidad es la búsqueda de su integración paradójica. Como colectivo trabaja con aquellos medios y formatos en la frontera entre el arte y todos los demás canales, adoptando la forma de lo que hemos venido a llamar como “arte cuestionable” (que no cuestionador)».

Y un BIS: las Acciones Urbanas Absurdas del colectivo bien merece un click.

Mickey, crudo y patético, Mickey, ¿estás preparado para la remezcla copyleft de los comunes?

Cultura de red

 

Imagen: Urbansocialdesign.org

Olvídate de la tecnología. Imagina que Internet no existe. Ahora intenta pensar qué es una red. Una parrafito del libro El origen de las especies de  Charles Darwin puede ayudarte: «Pájaros cantando en los arbustos, con varios insectos alrededor, con gusanos arrastrándose a través de la húmeda tierra, formando un banco enredado que  depende de cada elemento de tantas maneras complejas». Ya tenemos la imagen que necesitamos: varios elementos relacionados, una red.

Podríamos buscar muchas otras. Unos predicadores cristianos distribuidos por el Imperio Romano, creando una religión. Abejas conformando un enjambre. Un ayllu de Bolivia – una comunidad familiar – que vive con propiedad colectiva. En ninguno de los casos las herramientas tecnológicas son una condición necesaria para la existencia de la red. La red es un conjunto de conexiones. La red es un arquetipo que excede a la suma de sus partes.

Siempre hubo redes. Lo interesante es que la era digital, el acceso a Internet y algunas nuevas herramientas están fomentando a un ritmo acelerado las redes distribuidas, capilares y horizontales. Las redes centralizadas (Estado vertical) o descentralizadas (Iglesia católica) están perdiendo su hegemonía. Las redes dinámicas – tan habituales en la naturaleza – empiezan a sostener las construcciones humanas (físicas, sociales, culturales, políticas). Por eso, es más necesario que nunca hablar de la cultura, de los procesos y comportamientos que están surgiendo de esta nueva era: de la cultura de red.

¿Qué es la cultura de red? De momento, una definición abierta, inconclusa. Un concepto en estado beta. Una cultura que emana de  procesos de red. Una cultura que desborda la definición de cultura. Y que también va más allá de la denominada cultura libre (basada en el copyleft y el código abierto) y la cultura digital surgida en el ciberespacio. Una cultura que es un proceso compartido que modifica la relación entre personas, instituciones, marcas y colectivos. Curiosamente, estos procesos colectivos de red ya existían en sociedades precapitalistas. La cultura hacker y la cultura indígena de los Andes, por ejemplo, comparten un ADN colaborativo similar.

Precisamente estoy en Cochabamba, en Bolivia, en  Entretejer Bolivia-Cultura de Red, un encuentro que busca la similitud de las redes analógicas de las culturas indígenas y las redes de la era digital. Un encuentro que es un proceso mayor, que desemboca en la nueva la plataforma Cultura de Red. Un espacio de diálogo, interacción y co-creación de colectivos y personas muy diferentes. Buscaremos nexos entre los procesos colectivos y colaborativos ancestrales como el Ayni y la ética hacker. Remezclaremos las dinámicas de la cultura libre con el procomún indígena. Cocinaremos una definición inacabada de cultura de red que le puede servir a todo el mundo.

Para llegar a la cultura de red, comparto unas  pildoritas alrededor de las redes, totalmente remezclables.

 

Imagen: colectivo Manuela Lucas

#Proceso

«Una red distribuida, descentralizada es más un proceso que una cosa». Kevin Kelly, en su mítico Fuera de control (1995), estudiando los enjambres de abejas o los hongos probó que el mundo está regido por sistemas complejos. La deducción no sirve para explicar las redes compuestas de muchos elementos. La ciencia clásica no conseguía entender el trabajo en red de las hormigas, por ejemplo. La inducción, sin embargo, estudiar los procesos bottom up (de abajo arriba) de los elementos de una red, sí consigue entender los sistemas. Por lo menos una parte. Bajo la complejidad existen algunas reglas simples de funcionamiento: colaboración, mímesis, apoyo mutuo, inteligencia colectiva. Por otro lado, las herramientas que facilitan la comunicación en tiempo real (streamings, pads, wikis….) y permiten compartir información han acelerado la era de los procesos. Las redes son procesos compartidos. Hasta los objetos físicos (cualquier manifestación cultural) difuminan su contorno: son un proceso previo de información, código y diálogo compartido; son una conversación posterior.

#Glocalismo

La conexión de nodos rebasa las fronteras físicas. Las redes son la espina dorsal de un nuevo espacio de flujos donde convive lo local, lo regional y lo global. El glocalismo (global+local) es el nuevo territorio emergente de acción, creación y convivencia. Un detalle interesante: cada vez es más presente la influencia global desde lo local. Un fenómeno que ocurre en un rincón del planeta puede desencadenar reacciones en lugares muy distante en breves espacios de tiempo.

#Wikipedismo

Estamos ante un choque de trenes de la historia: el de  la visión enciclopedista heredera de la Ilustración (todo se puede explicar, todo se puede categorizar) y la visión wikipedista de una cultura de la cooperación, la colaboración y la no jerarquía.  El viejo mundo delegaba en una élite intelectual, científica y creativa la explicación del mundo. El nuevo – más interconectado y horizontal – se apoya en la sabiduría del enjambre, en los amateurs. El conocimiento adquirido informalmente tiene el mismo valor-utilidad que los títulos académicos. Todos podemos aprender, todos podemos enseñar algo. La cultura de red aprovecha lo mejor de cada persona, de cada nodo: favorece el intercambio. La escuela expandida dinamita los muros del conocimiento.

#2+2=Manzanas #InteligenciaColectiva

Las redes complejas no son estáticas. No tienen límite, contorno, final. En los sistemas complejos, en el mundo de las redes, 2+2 no siempre es igual a cinco. El ‘más’ es siempre otra cosa. 2+2 puede ser igual a manzanas, según Kelly. Sumando nodos, conseguimos influencias transversales, laterales. Y el enjambre – la suma de esos nodos dinámicos y distribuidos – se comporta como un nuevo organismo. Este enjambre, esta red, demuestra una nueva inteligencia colectiva inexplicable desde las lógicas de la ciencia clásica. Trabajar en red, conectarse con otros nodos de la red, refuerza la inteligencia colectiva, la eficiencia del conjunto. Reforzar la autonomía de los nodos, revierte en el buen funcionamiento de la red. Una red peer-to-peer (P2P) de nodos interconectados es casi indestructible. Como diría Kelly, «las abejas distribuyen poder, haz lo mismo».

#CódigoAbierto #Transparencia

El código abierto no es más que el compartir la información de un proceso. Y compartirlo desde el inicio e incluso en tiempo real. Las comunidades de programadores de software libre trabajan así. Y llevan contagiando durante las últimas décadas a toda la sociedad. Para construir redes sostenibles y distribuidas el código tiene que ser abierto, libre, transparente. El código abierto incentiva la colaboración, el diálogo, el trabajo en equipo, el buen funcionamiento de la red, los prototipos colectivos. La cultura de red – para no ser vertical ni jerárquica – tiene que apostar por procesos de código abierto.

Quien no comparta el código dentro del sector cultural verá su acción reducida a la compra-venta de objetos. El código cerrado es la base de la industria de distribución de espectáculos (exposiciones, museos, conciertos…) o de venta de productos. La industria no ha demostrado interés en el valor colectivo, en los reusos de las obras. El código abierto, según Josianito Llorente, favorece la ética hacker, la creación de prototipos. Integra lo hard (lo físico) con lo soft (los procesos).

#Remezcla #CopyLove

La cultura de red propicia la creación colectiva. La autoría individual como predominio creativo de las obras fue un paréntesis en la historia de la humanidad. En la antigüedad, las historias se transmitían por vía oral, en las ágoras, en los zócalos, en las plazas. Algunos de los grandes libros de la humanidad (Popol Vuh, Ramayana…) son narraciones colectivas. Las nuevas herramientas facilitan la creación colectiva y, además, no eliminan la creación individual. El código abierto incentiva el reuso y remezcla de las obras. Copiar no es sinónimo de piratería, como pretende la industria. La copia es una muestra de admiración, de interés, de afecto. El copyleft pasa a ser copylove. Los nodos de la cultura de red son personas. Los vínculos están hechos de afecto.

#Diversidad #Procomún

La red es la forma-formato que mejor garantiza la diversidad. Ni la pirámide ni la cadena ni el círculo incentivan la diversidad como la red. Cuanto mayor diversidad de nodos existan mayor probabilidad de supervivencia existe para una red. Cuantas más conexiones entre nodos diferentes más robusta será la red. Por eso el concepto de la cultura de red es más agregador que el de cultura (artistas) o cultura digital (relacionada con medios digitales). Los transversal, lo diagonal, prima en la cultura de red. Y la diversidad de los nodos propicia que el procomún, y no los intereses individuales, alimente a la red.

 #Redes oblicuas 

Las redes casi nunca son verticales o distribuidas de una forma categórica. El investigador Albert Barabási, autor del muy recomendable libro Linked y uno de los mayores expertos en redes del planeta, ha descubierto interesantísimas asimetrías. Todas las redes, además de nodos y enlaces, tienen agrupamientos de nodos (cluster, racimos) y un pequeño número de nodos con un enorme número de enlaces a otros nodos (los hubs, cubos). La cultura de red tienen que lidiar con lo oblicuo. La asimetría, lejos de ser un problema, es una oportunidad.

#Digitalógicos

Lo analógico deja de tener sentido como algo separado de lo virtual. La realidad es híbrida. El cibridismo (off+on) impregna la realidad. La proliferación de medios locativos (móviles, tablets…) y tecnologías como el GPS o el WI-FI genera territorios híbridos. Las dinámicas virtuales se instalan en lo físico. Los procesos analógicos inspiran a las redes virtuales. Como afirma el activista Jeferson Assumpção, no somos ni analógicos ni digitales, ¡somos digitalógicos!

 

#AvaloZemos98

Zemos98 ha lanzado una campaña que merece con creces una entrada en Código Abierto: #AvaloZemos98. El colectivo sevillano, uno de los precursores de la cultura libre, las licencias abiertas, la remezcla y las prácticas del procomún, necesita nuestra ayuda. El motivo: necesitan avales para conseguir un préstamo de 98.000 euros en la Coo57, una cooperativa de créditos solidarios. La pura & dura realidad es que las instituciones cada vez tardan más en pagar las facturas y Zemos98 no tiene cómo continuar con su actividad si no consigue saldar sus deudas.

El colectivo da detalles sobre el porqué de la campaña en su explicación expandida. Algunos entrecomillados que destaco:

«queremos iniciar un proceso de independencia con respecto a la banca tradicional, desprecarizar los proyectos en los que estamos inmersos, afianzar los lazos de confianza con nuestra comunidad y aprovechar para hacer una campaña de promoción de la economía social y solidaria»

«Lo que necesitamos es tiempo. Nos deben mucho dinero. Nuestra media de cobro de una factura supera con creces lo que establece la Ley y eso viene siendo así desde 2008. Ya no podemos hacer esperar más a ciertas personas y agentes con las que trabajamos. Hemos llegado a un momento en el que necesitamos poder pagar deudas e intentar empezar de cero»

«No tienes que ingresar nada. El aval es un documento en el que una persona o entidad se compromete a responder por el solicitante de un préstamo en su nombre en caso de que éste cometa un impago en las devoluciones de dicho préstamo»

«Avalar implica comprometerse con una cantidad económica. Pero avalar también significa considerar que ZEMOS98 es un proyecto de carácter social y cultural cuyos retornos ya se han dado y se seguirán dando si podemos seguir adelante con nuestro trabajo»

De momento, en la campaña #AvaloZemos98 han participado 170 avalistas y se han conseguido 72350,00 € avalados el 73%83%. Pero quedan pocos días. #AvaloZemos98 necesita nuestra ayuda.

Para quien no conozca al colectivo ZEMOS98, vale la pena un paseo con calma por su web. Estoy escribiendo este post porque admiro el trabajo del colectivo y porque considero que su papel ha sido, es y será fundamental en los procesos culturales de código abierto. Sin Zemos98 no habríamos disfrutado de los siguiente:

De un festival anual temático, transversal e inspirador. El último fue el CopyLove: procomún, amor y remezcla.

-De ZEMOS TV, donde recopilan vídeos, programas y producciones audiovisuales de la comunidad expandida del colectivo.

-De un espectacular programa como WeTV, realizado por ZEMOS98 para RTVE.

-De un documental como La educación expandida, una mirada crítica sobre el sistema educativo.

-De publicaciones de código abierto tan interesantes como Código fuente: la remezcla, Creación e Inteligencia Colectiva o La Televisión no lo Filma.

-De blogs como Abrelatas, Petroglifo, Entorno de posibilidades o Prescolar (entre muchos otros).

Por todo ello, y por mucho más, #AvaloZemos98.

 

Hematocrítico, el hacker de cuadros

” Dios regalando vajilla gigante en boda nudista “ (Il regalo divinni desproporcionatto) Giovanni di Paolo

” Abraham Lincoln, maltratador “ (The White House wife beater) A.L. Egg

Parece que todo empezó cuando Hematrocrítico, el bloguero más tróspido, buscaba cuadros en Internet en galerías online. Sentía deseos de retitular algunos cuadros. Y empezó a colocar un cuadro al día en un blog en la plataforma Tumblr. Un cuadro clásico, un nuevo título, un nuevo significado. Sin herramientas digitales, sin manipular el original, Hematocrítico construye un verdadero hackeo semántico de estas obras clásicas.

Vale una pena darse un paseo con calma por su Tumblr, El Hematocrítico de arte. Un blog visual que acaba de aterrizar en el papel, por cierto, gracias a Caramba ComicsEl hematocrítico del Arte (La recopilazioni della stupideci de Interneti). Un demonio de piel roja de Mateo di Giovanni se transforma en un «Santo Alemán regresando de Mallorca (Il primmo germani escaldatti)». El Abraham Lincoln de A.L. Egg, se convierte en un «maltratador (The White House wife beater). La mano gamberra de Hematocrítico es otra prueba más del potencial de la convergencia cultural de la que hablaba Henry Jenkins allá por 2006. Hacer que un artefacto funcione de una forma diferente a la original es una de las características más comunes de la cultura hacker. Contenidos-significados remezclados, reinventados, renacidos.

¿Y quién es el misterioso y tróspido Hematocrítico de Arte? En Internet hay muy poco sobre él, sobre su identidad. Otro fenómeno de la cultura de red. Anonimato, identidad transversal. Aprovecho el perfil de la editorial Caramba: «No puede vivir sin su iPhone, tuitea como respira y se cuenta, esto ya en serio, que detrás de su máscara internetera, se esconde un señor profesor coruñés». Muchos pensaban que era un auténtico especialista en pintura que un día dio rienda suelta a su vena más ácida. Pues no. Corto&Pego: “Mi relación con el Arte es a nivel de usuario. No estudié Historia del Arte desde COU y mi relación con ese mundo no pasa de hacer visitas a museos de vez en cuando como cualquier turista pocho y algún libro de Taschen que me han regalado. Ese nivelón».

Más pistas. Desde el site de Cinemanía juega a ser El Hematocrítico del cine. Su blog es un interesante batiburrillo remix. Su Twitter: @HematoCritico