De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

Archivo de diciembre, 2012

Niños africanos hackean un tablet (mientras yo viajo)

 

 

Este blog estará parado durante las próximas dos semanas. Estoy viajando por Mozambique y Africa del Sur. Estoy conociendo practicas, proyectos y experiencias muy interesantes. No puedo garantizar que pueda publicar lo que estoy viendo en tiempo real: la conexion a Internet deja mucho que desear. Además, la desconexión es necesaria. En la segunda mitad de enero contare algunas cosas que he ido descubriendo relacionadas con redes mesh, conexión de personas a traves de móviles, cultura ancestral colaborativa o P2P. Os dejo con una lectura mas que recomendable: Niños etíopes hackean tablet en 5 meses sin instrucciones.  La iniciativa One Laptop Per Child dejó varios tablets en una aldea etíope donde el analfabetismo llegaba casi al 100%. Y el resultado fue brutal.

Los ninos etiopes no solo aprendieron a encender los tablets sin nunca haber visto un botón. En cinco dias, como cuenta Nicholas Negroponte, fundador de One Laptop Per Child, estaban usando 47 apps por niño  y dia: «En dos semanas, en dos semanas estaban cantando canciones de la ABC en inglés. En cinco meses, hackearon Android». Este hecho pone de patas arriba muchas cosas, empezando por el sistema educativo. Tambien, ilumina el camino del código abierto. Compartir el codigo de las creaciones, objetos, máquinas, abre una puerta espectacular en el planeta tierra. Cualquier cosa puede evolucionar, mutar, mejorar. Cualquier persona que disponga del código, puede descubrir caminos no sospechados.

#Feliz2013, nos vemos en breve

 

El paréntesis de Gutenberg

La piratería no va a acabar con la industria editorial. Una profecía apocalíptica: los teléfonos móviles, las redes sociales y los videojuegos sí pueden hacerlo. Devorarán, sin duda, la industria editorial que apenas apuesta por el formato papel. Ahora una confesión: estas líneas forman parte de una estrategia narrativa para que sigas leyendo una historia personal. Prometo no mentir, eso sí. Y un final especialmente incómodo para los traficantes de celulosa (ese lobby del papel) y los señores del copyright.

La historia personal es muy sencilla. Y es de interés común. Mi última creación de ficción, #24H, acaba de conseguir su registro en el ISBN (International Standard Book Number). Ya tiene un número, 978-84-616-0745-7. Hasta hace muy poco, #24H no era nada para las máximas autoridades del libro de España. No existía. Sin ISBN, además, no podía ser encontrado en librerías. Ni siquiera podía subirse a Google Books (ahora ya está).#24H no ha tenido ISBN hasta hace unas semanas no por falta de voluntad sino porque no ha sido fácil conseguirlo. Ha sido, básicamente, una odisea.

El formato de #24H, que usa licencia Creative Commons, es híbrido: papel en Lulu y Bubok, ePub para tablets, MOB para Kindle, pdf. Además, habilitamos una sala de remezclas para que cualquier lector pudiese modificar el contenido, remezclarlo, rescribirlo. Y aquí llega el primer gran problema. ¿#24H Es un libro? ¿Un eBook? ¿Un site? Ethel Baraona, editora de Dpr-Barcelona y de #24H, me lo explicaba de una forma sintética en un mail: «Algunos de los diversos formatos en los que está publicado, como la impresión por demanda o la sala de remezclas, no están contemplados en el formulario de solicitud del ISBN y por lo tanto, dificulta su tramitación». O sea, #24H no era para el ISBN un libro de papel al uso. ¡Pero tampoco era un eBook! Otro pedacito del mail de Ethel: «Se piden datos, por ejemplo, del número de ejemplares, que al ser impresión por demanda es imposible conocer a priori . El «formato digital» solo contempla edición eBook para kindle o PDF, pero aún no incluye formatos interactivos y mucho menos un formato dinámico como la sala de remezcla».

La tecnología abre una espectacular puerta para la literatura. Para su distribución. Para su difusión. Para una nueva interacción entre creador y público. Abre la puerta incluso a la literatura colectiva, a la escritura en red, a la identidad creativa colectiva, a la remezcla. No es obligatorio hacerlo entrar en este mundo. Pero es una nueva puerta. Está abierta. Yo he participado, por ejemplo, en el proyecto colectivo Asalto, de la Fundación Robo. Sin embargo, el mundo editorial, en general, sigue considerando Internet como un enemigo.  Un libro publicado en la plataforma Booki.cc no existe para CEDRO. La Ley de la Propiedad Intelectual es tan obsoleta que publicar un texto en un PAD abierto – documento que permite la escritura colectiva online – es igual a nada.  Y ese desfase entre tecnología, formatos y leyes asusta. Aunque creo que es una buena idea aprovechar ese agujero negro – publicar novelas en PADs. por ejemplo – para dejar en evidencia el absurdo del actual marco legal de propiedad intelectual. Lo peor de todo esto: tenemos que seguir aguantando a esa extirpe creadora alienada en un elitismo totalmente arrogante. Javier Marías, en su texto Tanto compartir, arremetió con virulencia contra el crowdfunding, contra lo compartido, contra las redes sociales. Y  peor que eso:  arremetió contra cualquier tipo de interacción.

Pues tienen que saber, sí, que esa «ridícula interacción» que le causa vómitos a Javier Marías es precisamente lo que va a derrumbar su mundo. El prestigioso científico brasileño Silvio Meira publicó un texto recientemente titulado El principal enemigo del libro… En él, Silvio defendía que los videojuegos, las redes sociales y la mobilidad son los principales enemigos del libro. Silvio, citando a Thomas Petit, la teoría del paréntesis de Gutenberg. Llevamos cinco siglos presos en el formato libro, en un sistema editorial de objetos físicos, en una red de saber encerrado en bibliotecas que nos apartó de la oralidad y la performance ancestral de la cultura. La imprenta de Gutenberg nos apartó de la oralidad. Ahora, entre átomos y bits, estamos en el punto de mutación. La cultura digital supone una vuelta a la oralidad, a la interacción, a lo colectivo. La era de Gutenberg, por mucho que le pese a algunos, ha sido apenas un paréntesis en la historia de la humanidad. Aquí un texto para excépticos.

¿Y qué viene después del paréntesis de Gutenberg, de la dictadura del copyright, del lobby de la celulosa? Aquí, un pedacito del texto de Silvio Meira que no tiene desperdicio: «Después del paréntesis de Gutenberg, los nuevos modos de tratar, recibir, percibir y promover la información desajusta el espacio canónigo de composición y nos lleva a procesos de copia+mezcla+pega (o rip+mix+burn) ofreciendo nuevas y gigantescas posibilidades y, al mesmo tiempo, poniendo en riesgo un modelo (cultural, de negocio y poder) otrora [o todavía] centrado en el autor y su obra». En los últimos coletazos del paréntesis de Gutenberg, Javier Marías sigue en su torre de marfil (que se desmorona) y la viuda de Borges retira del mercado una versión-homenaje de El Hacedor escrita con pasión/admiración Agustín Fernández Mallo.

Mi historia personal tiene un final feliz. Mi libro (o lo que sea) #24H, que fue bastante comentado en redes y algunos medios, pasó desapercibido para muchos críticos literarios. Sin embargo, hubo un texto excelente que entendió todo, titulado #24H: Sinergias entre la novela contemporánea y las redes sociales. No apareció en un pomposo suplemento literario, no. Fue publicado en Playground, una publicación que suele hablar de música, vídeos, DJs, hasta de videojuegos. Bye bye, Gutenberg, como afirma el visionario Silvio Meira. Adiós, literatura-objeto.

Aclarando los términos ‘comunidad’ y ‘red’

¿Qué es una red? ¿Y una comunidad? ¿Y una comunidad virtual? ¿Son términos excluyentes? ¿Complementarios, tal vez? Hace unos días dialogué en Twitter con @lasindias y @elsatch (César García) sobre redes y comunidades. El tuit que desencadenó el debate fue el siguiente:

 

 

Desde @LasIndias argumentaban la clara frontera existente entre ‘comunidad’ y ‘red’. Incluso mencionaron el número Dunbar (150 personas como número máximo de una comunidad real). Vale la pena leer la definición de ‘comunidad’ de la siempre recomendable Indianopedia«Puede ser llamada comunidad real cualquier cluster, una red social perfectamente distribuida donde todos los miembros se relacionan con todos los demás en un ámbito no jerárquico, que comparta una interacción voluntaria sostenida en el tiempo (deliberación) y donde los miembros se reconozcan unos a otros una identidad común».

Hace unos meses escribí el artículo De las redes a las comunidades. La intención era dejar de identificar ‘red social’ como sinónimo de herramientas como Facebook. Lo importante, defendía entonces, era construir comunidad. El Power to the people de Meg Pickards, máxima responsable de redes sociales del diario The Guardian, va justo en esa dirección: construye plataformas, herramientas, deja que la comunidad se autogobierne. Sin embargo, creo que existen varios tipos de comunidades. Que existe una nueva estructura de relaciones, que podríamos llamar red social. Que tal vez existan comunidades virtuales. Y que existen muchos puentes entre todos los conceptos, para nada excluyentes.

Imagen: Urbanohumano.org. Licencia Creative Commons. 

Urbanismo emergente, ciudadanía y esfera digital, del urbanista Doménico di Siena, es uno de los mejores textos que conozco para entender la diferencia entre red y comunidad. Doménico, citando la Wikipedia, afirma que una comunidad es un conjunto de individuos que comparten elementos en común, tales como un idioma, costumbres, valores, tareas, visión del mundo, edad, ubicación geográfica (un barrio por ejemplo), estatus social, roles. La comunidad está basada en sentimientos de pertenencia y suelen funcionar con cierta jerarquía. Cada miembro tiene que confirmar su “afiliación” con gestos presenciales o de compromiso.

Sin embargo, la existencia de Internet, por otro lado, abre la puerta a otro tipo de comunidades. ¿Qué es una comunidad virtual? ¿Qué es lo que entiende por comunidad un community manager? ¿Sus lazos son más tenues que los de una comunidad real? Antes de seguir avanzando, necesitamos definir el término ‘red’. Una red social, como afirma el Doménico di Siena, «es una estructura social compuesta de grupos de personas que están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, intereses comunes o que comparten conocimientos». Una red tiende a funcionar de forma horizontal, está basada en la información y la pertenencia a la misma es flexible. El resultado, en palabras de Doménico di Siena, “es una mayor libertad que se basa sobre un intercambio más intenso y más transparente de la información que se produce dentro y por la red”. ¿Las empresas y community managers confunden, el término comunidad con red? ¿O la comunidad virtual es diferente a la ‘red’ y también de la ‘comunidad’?

Imagen: Urbanohumano.org. Licencia Creative Commons

Precisamente, en nuestro debate tuitero, @lasindias insistían en diferenciar ambos conceptos.

Por mi parte, dejé clara mi postura escéptica:

 

Pienso que ambos conceptos, la ‘comunidad’ y la ‘red’ se retroalimentan. La frontera es difusa, estrecha, poco cuantificable. La comunidad es un paso adelante (o al costado) de una red, sí. Una comunidad real en el territorio refuerza y potencia el funcionamiento de una red. Pero una buena red de información compartida, transparente, revitaliza una comunidad. Y más leña a la frontera-difusa-que-se-retroalimenta: las intersecciones de varias comunidades pueden dar pie a una nueva red. Y una red puede dar pie a varias comunidades, puede desmembrarse en varias. En cualquier caso – en plena era de Internet – la red y la comunidad caminan de la mano en un nuevo modelo de organización colectiva, es decir la “estructura en red” que puede llegar a complementar o sustituir el modelo clásico de “la comunidad”. La asociación de identidades digitales a espacios físicos, personas conectadas digitalmente en los territorios, difumina todavía más el debate

Lo que tengo muy claro es que los ‘community managers’ del mercado o de las instituciones políticas no han entendido prácticamente nada. Meg Pickards, jefa de ‘social media’ es antropóloga y no publicitaria con título pomposo (ciao MBA!). Meg aprendió – lo digo porque he visto conferencias de ella – lo que es una comunidad estudiando los pueblos indígenas de Bolivia, viendo cómo bailaban alrededor del fuego.

Diseñando espacios híbridos abiertos

La realidad física no existe. El mundo virtual tampoco. Ahora una frase-explicación: apenas existen los espacios híbridos, la mezcla de lo off y on, de lo digital y lo analógico. En esta nueva realidad híbrida las dinámicas del mundo digital contagian las inercias de los territorios físicos. Y el mundo físico es una pieza vital para la construcción de entornos digitales. La fusión de ambos construye un nuevo espacio, una cuarta dimensión que habían intuído Michel Foucault con su heterotopía o Edward W Soja con su tercer espacio. Las redes digitales – que algunos llaman redes sociales – se enredan con las comunidades del mundo físico. Y ambas se retroalimentan. Las interacciones digitales, los contenidos compartidos y/o geolocalizados, los streamings, transforman el espacio físico en un nuevo territorio emergente.

La imagen que abre esta entrada pertenece al proyecto Dream Hammar, del estudio Ecosistema Urbano. Fue llevado a cabo en la ciudad de Hamar, en Noruega. Y es, en mi opinión, un caso ejemplar de estrategia de creación de espacios híbrido. Como refleja el gráfico, la construcción de la plaza se basó en el diálogo y la co-creación en plataformas digitales y en el territorio. El laboratorio digital dialoga con el laboratorio físico; las acciones urbanas van de la mano de un contenido académico digital creado para la ocasión. Dream Hamar es una realidad híbrida. Construyó comunidad. Trabajó en red.

¿Existen algunas reglas para construir espacios híbridos? No creo que existan principios definitivos ni reglas absolutas. Sí algunas claves que hay que entender. He decidido remezclar tres textos que considero brillantes al respecto. Sirven tanto para diseñar una web como para construir una plaza. Algunos puntos son aportaciones mías. El primer texto es Principios de Diseño del Gobierno británico. El segundo, el Urban Versioning System 1.0.1 (UVS) del escritor Matthew Fuller y el urbanista / diseñador Usman Haque. El tercero, 12 principios para una arquitectura de la participación, de Rahul Srivastava y Matías Echenove, del estudio Airoots.

Aviso para censores: este texto es una creación mía. Es una remezcla, no «una copia». Por si alguien no lo ha entendido, dos matices. El texto de Airoots es, de hecho, una remezcla de La catedral y el bazar, de Eric S. Raymong. Y el Urban Versioning System 1.0.1 (UVS) es también una remezcla de las libertades del software libre de Richard Stallman. Remezclar o morir, como ya dice el refrán. La mayoría de los puntos están relacionados entre sí.

1. Empieza con necesidades (necesidades de los usuarios no del Gobierno). El proceso de diseño debe empezar identificando y pensando las necesidades de los usuarios. Es fundamental encontrar mecanismos inclusivos. Por otro lado, encontrar una forma eficiente para conseguir un objetivo común es más importante que el proprio objetivo.

2. Haz las cosas abiertas. Debemos compartir lo que tenemos tan pronto como sea posible. Con colegas, con usuarios, con el mundo. Comparte el código, comparte diseños, comparte ideas, comparte intenciones, comparte los fallos. Cuantos más ojos estén puestos en algo, mejor será. La apertura del código es necesaria para una verdadera participación activa de la comunidad.

3. Comunica. Comunica siempre, comunica en tiempo real. Cualquiera tiene que tener acceso a las últimas informaciones. Escucha lo que la comunidad dice e incorpóralo de forma que pueda ser modificado/ajustado a lo largo del camino.

4. Crea procesos. Olvídate de los productos e incluso de los servicios. Esfuérzate apenas en construir las condiciones favorables para que surja un proceso compartido, abierto y creativo. Transformar un objeto – web o plaza – en un proceso requiere un cambio absoluto de actitud. El contenido del plan correrá a cargo de la red y/o comunidad. Céntrate en asegurar una infraestructura/arquitectura que incite la participación y en transmitir una actitud que garantice el proceso abierto.

5. Construye más que diseña. Deja de mitificar el  diseño y el planeamiento. Apuesta por la construcción inmediata y colectiva. Vivimos en la época del prototipado, del manos a la obra, del trabajo colectivo, de las versiones en beta (no definitivas). Estamos entrando la era de los makers: necesitamos hacedores y no tantos pensadores. Apenas avanzaremos remezclando el learning by doing (aprende haciendo) desde lo colectivo.

6. Comparte. No te sientas propietario del plan. O mejor; deja que otros se sientan también propietarios del plan. El objetivo es tener las mejores soluciones para todos, no soluciones individuales.

7. Remezcla. No necesitas inventar la rueda otra vez. Averigua qué está funcionando en otro lugar y adáptalo a las necesidades locales y al presente. Que el copyleft guíe tus pasos. Si alguien está haciendo lo mismo, no repitas trabajos, incorpóralo a tu red. Copia, remezcla, para  incentivar la comunidad.

8. Construye vínculos. Entiende el vínculo no sólo como algo físico que mantiene varias cosas conectadas. El vínculo es más conceptual que material: es el lugar donde las fuerzas median y se enfrentas. El vínculo es donde las partes se unen, se esparcen y donde se transforman las tensiones. Las interfaces, los protocolos, las pantallas digitales son vínculos. Los vínculos son puntos de entrada para apoyar, contrastar o incluso para oponer sistemas.

9. Hazlo simple. Entiende de lleno la frase mítica del publicista Leo Burnett: ‘make it simple’. Hacer que algo parezca simple es fácil: hacer que algo sea simple de usar es más difícil, especialmente cuando los sistemas de base son complejos. La simplicidad hace algo accesible. Por eso, debes construir cosas/espacios lo más inclusivas y legibles posibles.

10. Crea un protocolo abierto. La llegada de la era 2.0 jubiló los portales de información centralizada y vertical. Entonces, crear plataformas, más horizontales y participativas pasó a ser el objetivo a conseguir. Construir plataformas, sigue siendo una buena idea. Pero en la era del procomún y de las nuevas conexiones P2P entre personas, colectivos, empresas, gobiernos, el objetivo es crear un protocolo replicable, abierto y libre. En informática,  un protocolo es una convención que posibilita una conexión, comunicación, transferencia de datos entre dos sistemas. Un protocolo es la regla que gobierna la sintáxis, semántica y sincronización de la comunicación. Una web/plaza tendrá éxito en la medida en que su conjunto de herramientas, metodología, infraestructura y contenido sean fácilmente replicables. El How to occupy de la plataforma Take the square  se convirtió en un protocolo abierto, compartido, remezclado y multiplicado de gran éxito.

11. Sé flexible. No impongas una forma y un proceso. Mejor: adapta tu diseño a las diferentes realidades. Que el responsive Web Design, que usa estructuras e imágenes fluidas para adaptar el sitio web al entorno del usuario y diferentes plataformas, te inspire. Y no sólo en entornos digitales. Entrégate al combinado adaptatativo de espacios abiertos, arquitecturas flexibles y materiales maleables.

 

Innovación #copyleft y colectiva en los medios de España

Innovar en tiempos de crisis. Cambiar de piel. Reciclaje a ritmo forzado. Los medios de comunicación clásicos están en la mayor crisis de su historia. Sin embargo, siguen apostando, con muy pocas excepciones, por la misma fórmula. Intentan aplicar la lógica del papel al mundo digital, sin adaptar o buscar otro camino. Peor que eso: su única solución a la crisis es el despido masivo de trabajadores. El caso de El País, con sus 128 despidos, es el mayor ejemplo de lo que no se tiene que hacer para salvar a un medio que agoniza. La tecnología que salvará el periodismo se llama contenido, escribí hace unos meses en este blog. Cuando publiqué el Manifiesto PosPeriodístico, también en este blog, quería remover un poco los cimientos de la vieja guardia que asiste impávida al desmoronamiento de la prensa, especialmente del papel.

En el caso de los medios españoles la crisis es especialmente dolorosa. Doble crisis: de papel y económica. Sin embargo, en medio de la tormenta está sucediendo una espectacular revolución en el panorama informativo que no estoy viendo en otros lugares del planeta. El hundimiento de Público – que se quedó en un escuálido site con poca plantilla – dio pie a un buen puñado de proyectos. El #copyleft – licencia que permite la copia del contenido – se abre paso en bastantes cabeceras, algo casi inexistente en el resto del mundo. 20 Minutos, que usa Creative Commons y liberó la copia de su contenido hace ya una década, abrió el camino. Ahora, el periodismo español empieza a abandonar el copyright y abrirse a otras fórmulas.

Por otro lado, la situación española is different. En pocos lugares del planeta se cumple con mayor claridad aquello de la ‘autocomunicación de masas’ de la que habla el pensador Manuel Castells o el Nosotros, los medios, de Dan Gillmor. La sociedad está informando (y muy bien) desde las redes, blogs, plataformas, cooperativas, colectivos. La información unidirecional de los medios clásicos ha dado paso a una conversación: a la era de la comunicación. Por eso, he incluído en este inventario nuevas cabeceras pero también proyectos ciudadanos. El futuro del periodismo, de la comunicación, ya está aquí.

Eldiario.es. Sin lugar a dudas, el proyecto que más está innovando. Lanzado por Ignacio Escolar, primer director de Público, El Diario ya es una cabecera respetada. ¿Innovaciones? Muchas. La primera: utiliza la licencia Creative Commons más abierta de todas.Cualquier persona puede incluso vender su contenido y ganar dinero con ello. Han entendido que la monetización, en la era red, viene de otros rincones. Publicidad clásica, sí, pero también suscripciones, reputación, encuentros alrededor de la marca, acuerdos con ONGs… La redacción de El Diario es pequeña. Tampoco quieren redacciones en todas las regiones. Prefieren alianzas temáticas con otras entidades (en Ciencia y Tecnología con Esmateria, en cultura con el Hotel Kafka que realiza el Diario Kafka…) o regionales (en Galicia con praza.com, en Catalunya con diferentes colectivos, en Valencia con SOM…). Además, han entendido el concepto de commons marketing de Olmo Gálvez. Dividen riesgos y beneficios con sus diferentes aliados regionales y temáticos. Los subscriptores pueden dialogar con la redacción presencialmente y tienen ciertos privilegios (leer antes algunas noticias, por ejemplo). La zona de blogs es un bello paisaje donde encontrar algunas de las firmas más interesantes de España, además de fantásticos blogs colectivos, como Zona Crítica (donde yo escribo de vez en cuando), Interferencias, Colaboratorio, El cuaderno del MediaLab o Desalambre. También imprimirán una revista con contenido en profundidad y análisis.

EsMateria. Lanzado por Patricia Fernández de Lis, ex redactora jefe de Ciencias en Público, Esmateria es un medio especializado en ciencia y tecnología, con un saludable guiño a la cultura libre. Usa Creative Commons y su modelo también es innovador. Vale la pena leer su Quiénes somos.

MasPúblico / LaMarea.com. Una buena parte de los trabajadores que salieron del diario Público fundaron una cooperativa. MásPúblico ha informado desde un blog colectivo con rigor desde el primer día. El 21 de diciembre lanzan LaMarea.com, con espíritu cooperativo. Muy bonita la justificación que ellos mismos hacen del nombre del proyecto: «La palabra “marea” se usa a menudo como sinónimo de “marcha”, pero tiene otra esencia.Una marcha puede sonar algo marcial. Una marea es muy distinta, sugiere un movimiento progresivo y expansivo. Las mareas no tienen nada que ver con los tsunamis destructivos. Avisan de su llegada, pero nada las detiene. Crecen lenta, e incluso serenamente, pero con una fuerza imparable». Usará licencia Creative Commons.

Presentacion NUMEROS ROJOS from maite garrido on Vimeo.

Revista NúmerosRojos. Una revista financiada con crowd funding que ya ha lanzado 4 números. Excelente en contenido y diseño. Se definen como una revista de izquierdas. El proyecto que aporta reposo, análisis y contenido de calidad en un mundo gobernado por el exceso de información de última hora. Tuve el placer de colaborar en el primer número de la revista con el texto Un doble click para una nueva izquierda. La licencia es Creative Commons.

InfoLibre. El periodista Jesús Maraña, último director de Público antes de dejar de ser un medio impreso, acaba de anunciar el lanzamiento de InfoLibre para los primeros meses de 2013. Será un diario digital, InfoLibre, y una revista impresa mensual, TintaLibre. Su financiación será totalmente transparente y buscará una fórmula intermedia entre subscripciones y publicidad. Y prometen ser totalmente independientes. Vale la pena leer su presentación. Usará licencia Creative Commons.

Revista Mongolia. El nacimiento de esta revista satírica, que mezcla humor con periodismo de investigación, demuestra que el papel no está muerto. Todo lo contrario. Mezclando subscripciones con venta en quioscos han alcanzado la espectacular cifra de 40.000 ejemplares vendidos de cada número. Hasta The New York Times ha hablado de Mongolia.

Fix media. Con el lema ‘Arregla las noticias’, este site lanzado por Pau Llop, es una de las grandes novedades en el ámbito comunicacional de los últimos tiempos. Cualquier usuario puede mejorar noticias publicadas en medios. FixMedia abre la puerta a la inteligencia colectiva y al periodismo colaborativo. Disponen, incluso, de un plug in para colocar en cualquier web el icono de Fix Media. Fraguo su nacimiento gracias a la plataforma Goteo.orgcrowd funding for the commons.

Fotomovimiento. El Fotomovimiento fue puesto en marcha por un grupo de personas interesadas en la fotografía que se juntaron en la Plaza de Catalunya durante la acampada del 15M, en mayo de 2011. Su cobertura colaborativa y colectiva de la realidad es, simplemente, brillante. Y necesaria. Las fotografías que los medios nos se atreven a publicar las encontrarás en Fotomovimiento.org. Cuelgan su trabajo en galerías de Flickr con licencia Creative Commons. La imagen pertenece a la cobertura de la huelga general, donde la represión policial en Barcelona fue muy dura y apenas apareció en algunos medios.

Solidaritat i Comunicació. La cooperativa catalana de periodistas audiovisuales Solidaritat i comunicació, que nació para  “fomentar la cooperación y la solidaridad”está haciendo una gran cobertura de la crisis. Son los autores del vídeo que probó que los Mossos d’Esquadra son los responsables de que Ester Quintana perdiese un ojo a causa del impacto de una bola de goma y dejó en ridículo al conseller Felipe Puig. Vale la pena ver su canal propio de You Tube.

Yorokobu. Con el lema Take a walk on the slow side, Yorokobu nació como un blog de la mano de Brand&Roses. Creatividad, cultura, diseño, publicidad, mundo de código abierto. Contenido cocinado con cariño, frescura, apertura. Y rápidamente dio el salto al papel, un camino casi inédito en el mundo de la prensa. Sus contenidos, que tienen licencia Creative Commons, son una buena puerta de entrada al nuevo mundo de las redes, la innovación abierta y la cultura libre. También tengo el placer de colaborar con ellos.

People Witness. Este colectivo, del que ya he hablado en Código Abierto, se ha convertido en la mayor red de streamers del Estado español. Armados de teléfonos móviles con acceso a Internet, están poniendo en entredicho las versiones oficiales de políticos y policías. Sus coberturas audiovisuales en directo de manifiestaciones están siendo magistrales.

Agora Sol Radio. La radio que nació durante la Acampada Sol continúa viva. Y más que nunca. Emite online para todo el mundo. Su parrilla de programas no para de crecer.

TomaLatele.tv. Otra iniciativa del movimiento 15M digna de elogio. Coberturas de actualidad, programas, cortos. Más que recomendable. Un medio colectivo necesario.

Periódico15M. «Descarga este periódico, llévalo a la Asamblea de tu barrio, repártelo en tu trabajo o lugar de estudios, buzonea a tus vecinos… ¡¡IMPRIME-DISTRIBUYE-PARTICIPA!!». Con esta frase está resumido el espíritu de un periódico con que nació con vocación de papel, para explicar a la población más analógica lo que circula en las redes y no en los medios masivos.

 

Revista Orsai. + 10000 para el gigantesco Hernán Casciari, uno de los grandes defensores de Creative Commons. El escritor argentino, lanzando la revista Orsai, ha abierto un camino editorial simplemente genial. Periodismo de calidad, profundidad, textos narrativos. Y lo mejor de todo: un producto totalmente independiente que sobrevive gracias a los lectores. Su secreto: facilitar que cada lector sea distribuidor y pueda implicarse en el proyecto. Cualquier lector puede vender la revista y lucrarse (un poco) con ello.  El vídeo ‘Cómo acabar con el intermediario’ que antecede estas líneas se puede considerar un clásico del mundo en red. Un blog se convirtió en una revista. Una revista dará paso a una editorial en red. Un blog que ya se transformó en una pizzería – sí, abrieron una pizzería en Buenos Aires gracias a la colaboración de los lectores del blog- conectando personas alrededor de un sueño.

Líbero. Otro proyecto que nació de profesionales que salieron de la cabecera Público. Una peculiar publicación alrededor del fútbol, pero con un claro matiz literario. En sus páginas se puede encontrar cultura, relatos literarios, moda, estilo de vida. Un soplo de aire fresco en el abanico de revistas comerciales hechas por y para el mercado. También usa licencia Creative Commons.

Lainformacion.com. Esta cabecera nació en los primeros empujones de las crisis. Y a pesar de las críticas de que usa más robots que personas, me parece muy interesante. Ha conseguido métricas excelentes y muy buen desempeño en redes sociales. La mirada de La Informacion es propia, diferente y bastante rigurosa. Además, su sección de InfoGráficos es magnífica.

 

Reset from Reset on Vimeo.

The Reset Project. Un medio digital que tiene las cosas muy claras: «Existe una brecha entre la ciudadanía y el periodismo. Pero también un abismo, triste, entre el periodismo y los propios periodistas. Empecemos por ahí». Pretenden, de alguna manera, resetear el periodismo clásico y menear el inmobilismo provocado por la crisis. Su licencia también es copyleft. Y su energía camina, creo, en la dirección correcta. Otra bella frase de su site: «Estamos neutralizados ante una crisis de los medios, que no sólo es económica ni de modelo de negocio, SINO DE SENTIDO, VALENTÍA Y CREATIVIDAD».

Diagonal. Aunque Diagonal nació unos años antes de la crisis (en 2005), su modelo merece atención. Surgió de los colectivos sociales de Madrid. Apostó desde el inicio por licencias libres (Creative Commons). Sobrevive gracias a sus subscriptores. Trabajan en red. Y su modelo de profundidad, análisis, información rigurosa, se está abriendo un hueco en el panorama informativo. Haber tejido una comunidad es uno de sus secretos. Los productos Diagonal – camisetas, sudaderas, libros… – son una fuente complementaria al contenido. Desde el madrileño barrio de Lavapiés ya han lanzado ediciones locales en Andalucía, Aragón, Asturias y Galicia.

La Parada. La mutación de Vudeo.org. Se definen como una «comunidad que selecciona, analiza y reflexiona la actualidad con múltiples herramientas, para producir conjuntamente con un equipo de periodistas y productores un espacio televisivo de emisión online«. Con el grito de ‘enciende tu webcam’, La Parada está realizando periodismo de calidad, compartiendo proceso con la comunidad. Periodismo participativo en estado puro.

Via52. Un semanario digital que nació con un proceso de crowd funding en la plataforma Goteo.org. Está conformado por un grupo de profesionales del periodismo, el fotoperiodismo, la ilustración y la tecnología. Licencia copyleft. Licencia para copiar.

Alternativas económicas. Aunque usan copyright tienen espíritu cooperativo. Son una cooperativa, vaya. Se inspiran, según su site,  «en el modelo periodístico y societario que desde hace 32 años ha desarrollado la publicación francesa Alternatives Economiques« copyright.

Diez años de Creative Commons

La cultura libre está de enhorabuena. Las licencias Creative Commons acaban de cumplir diez años. Desde el pasado día 7 hasta mañana (día elegido para el aniversario), el mundo está conmemorando con múltiples actos, campañas, eventos y encuentros esta primera década de Creative Commons, las licencias que crearon una alternativa más visible al estricto ‘todos los derechos reservados’ del copyright.  La información oficial del cumpleaños está recopilada en la web 10.creativecommons.org. En Europa se ha lanzado una mixtape con música libre remezclada. En México, Wikimedia ha lanzado un editatón (un maratón de edición) para mejorar artículos de la Wikipedia relacionados con Creative Commons. Y el etcétera de conmemoraciones es larguísimo.

El mundo que lucha contra el copyright está de fiesta. Y están corriendo ríos de tinta. Curiosamente, algunas personas del mundo libre han escrito artículos tan críticos como este Diez años de Creative Commons: ¿algo que celebrar? (David García Aristegui) en LaMarea.com. El texto crítica cómo el mercado saca tajada de estas licencias a costa de de los creadores y de instaurar una nueva era del «todo gratis». Sin embargo, medios más conservadores como El Confidencial empiezan a elogiar unos tipos de licencias que hasta hace muy poco eran invisibles, porque son una alternativa de mercado. ¿Qué está pasando? ¿Creative Commons salvará a los creadores del copyright talibán o será su perdición? ¿En qué quedamos?

Los lectores habituales de este blog saben perfectamente qué es Creative Commons. Pero probablemente haya alguno que no haya escuchado hablar de este tipo de licencias. Por eso, voy a intentar argumentar de una manera sencilla por qué creo que las licencias Creative Commons han beneficiado a la humanidad. Intentaré que lo entienda el más analógico de los lectores. Claro que hay críticas a Creative Commons. El mercado puede aprovecharse de ellas para bajar el coste de producción o el valor de ciertas obras. Están basadas en el copyright, como el copyleft (pero es una forma de hackearlo). El copyleft es una licencia (y movimiento) más amplio: apenas 3 de las 6 licencias Creative Commons (España) son copyleft. Prevalece el reconocimiento de la autoría individual frente al carácter colectivo de la obra del dominio público. Otro tipo de licencias, como el copy far left (así sería la más abierta de Creative Commons, que permite la explotación comercial de la obra ajena), reivindican la posesión de los medios de producción por parte del creador.

Sin embargo, me parece que el beneficio de la existencia de Creative Commons ha sido muy grande. Las licencias Creative Commons son buenas para la humanidad. Han cambiado muchas cosas. Han abierto una puerta.  Son buenas para la humanidad porque…

Porque crearon una alternativa de mercado. Cuando Lawrence Lessig, Hal Abelson y Eric Eldred, entre otros, lanzaron las licencias Creative Commons existían pocas opciones al «todos los derechos reservados» del copyright. Apenas, el dominio público, que libera todos los derechos de una obra. Existía el copyleft, basado en las cuatro libertades del software libre de Richard Stallman. Aplicar las libertades del software libre a una obra cultural permite a cualquier usuario usarla, modificarla, distribuirla y mejorarla haciendo públicos los cambios. Sin embargo, no había un camino intermedio que permitiese al creador escoger el grado de libertad de su obra. Con Creative Commons, el autor puede elegir el «algunos derechos reservados» y regalar la obra a particulares y cobrar si existe un uso comercial por un tercero. Puede liberar totalmente la obra hasta el «ningún derecho reservado». O puede cerrarla hasta el «todos los derechos reservados».

Porque incentivan la transparencia. La mayoría de licencias Creative Commons permiten la libre copia del contenido. El hecho de que el contenido pueda ser copiado y divulgado fuerza la transparencia. Interesante: algunos Gobiernos o instituciones están usando licencias abiertas. La Casa Blanca, el Parlamento de Italia, el Parlamento de Australia, el portal de Datos Abiertos de Brasil o el Institut D’Estadística Catalunya usan licencias Creative Commons. La lista es gigante y crece cada día.

Porque crean una nueva ética de la atribución. La ética hacker de la que hablaba Pekka Himanen en su ya mítico libro (descárgatelo aquí) es diferente. Está basada, entre otras cosas, en lo colectivo, en la atribución, en lo compartido, en la colaboración. Usar licencias abiertas, abrir el código de una obra, querer que circule al margen del valor de mercado, abre una puerta inédita en el mundo del copyright. Llevo muchos años publicando textos con licencias abiertas. Y nunca me he encontrado a nadie ‘robándome el trabajo’. Citan la fuente, respetan mi trabajo. Las licencias Creative Commons obligan la atribución (reconocimiento de la fuente).

Porque  incentivan la divulgación del conocimiento. La cultura es más que mercado. El conocimiento, el acceso al mismo, debería estar por encima del valor de mercado. Las licencias Creative Commons están incentivando la circulación del conocimiento. La lista de universidades y centros de educación que están disponibilizando recursos con Creative Commons no para de crecer. El Harvard Open Access Project  de la universidad de Harvard es un buen ejemplo. Mientras el Gobierno de España intenta convertir la Universidad pública en un rincón para ricos subiendo tasas, la universidad de las élites del mundo es gratis. Y en parte gracias a las licencias abiertas.

Porque son buenas para el periodismo.  El texto Diez años de Creative Commons: ¿algo que celebrar?  de David García Aristegui afirma que las licencias Creative Commons son malas para el periodismo. No puedo estar más en desacuerdo. Son buenas. Muy buenas. El caso de 20 Minutos, pionero en el uso de Creative Commons, es un buen ejemplo de reputación ganada, de atribución cruzada y de transparencia. Todas las publicaciones del grupo Nature usan Creative Commons. También lo hacen Al Jazeera, ProPública o el site de crowd funding periodístico Spot.us. En fotografía existen muchos casos de éxito, como el del fotógrafo Jonathan Worth, que gracias a Creative Commons consiguió llegar al mercado. El hecho de que Flickr permita ya subir una foto y usar licencia Creative Commons está causando una pequeña revolución en el mundo del fotoperiodismo. Y yo creo que es muy buena. El caso del Fotomovimiento.org (del movimiento 15M español) o de Fora do Eixo en Brasil (que ya han conseguido portadas en Folha de São Paulo), es un buen ejemplo.

Porque legitiman la remezcla. Algunos tipos de licencias Creative Common son copyleft y permiten las obras derivadas. Modificar la obra no sólo es legítimo, sino que puede enriquecer la misma. En la música, han nacido comunidades de obras libres como Jamendo, donde cualquier pueda remezclar. En la literatura han surgido proyectos como Remix my lit, que incentivan la remezcla de textos. Algunos escritores, como el popular Cory Doctorow, usan licencias Creative Commons. Yo habilité una sala de remezclas para mi obra #24H que con copyright habría sido imposible. Del Ramayana a Picasso, del mester de juglaría a proyecto 15M.cc, la remezcla es un bien inconmensurable para la humanidad.

Porque construyen sociedad, valores compartidos, solidaridad. El caso de España es bastante peculiar. La sociedad española es una de las que más está empujando el carro de la cultura libre, el copyleft, la remezcla, lo abierto, lo compartido. De hecho, hasta el año 2011 España figuraba en lo más alto de todos los rankings en cuanto a obras licenciadas con Creative Commons. En CC Monitor (que no está actualizado), España aparece en segundo lugar, casi igualado con Estados Unidos en número de obras. Aunque no existe un registro exhaustivo al respecto y el número puede ser muy superior, España tiene según CC Monitor 9.224.224 obras licenciadas con Creative Commons. Casi 4 veces más que Alemania. Siete veces más que el Reino Unido. En España no sólo existe cultura con Creative Commons. Existe arquitectura. Semillas copyleft. Muchos abogados, como Javier de la Cueva o David Bravo, cuelgan todo su trabajo con licencias abiertas. Y un número creciente de medios (será el siguiente post de este blog). Sin embargo, el Gobierno español es uno de los más retrasados en aplicación de licencias abiertas en sus sites y uno de los más retrógrados en la aplicación de leyes digitales, como la Ley Sinde-Wert. La aprobación del Canon Digital, que había sido declarado ilegal por la Unión Europea, justo cuando arrancaron las conmemoraciones de los diez años de Creative Commons, es muy sintomática. El divorcio poder-sociedad sigue creciendo. Y Creative Commons ayuda, en definitiva, a la creación de la República del 99%.

Rumbo a la democracia digital en Andalucía

«¿Qué herramientas digitales pueden ser útiles para contribuir a una mayor participación de los ciudadanos en los asuntos comunes en el ámbito andaluz? ¿Qué buenas prácticas se están desarrollando en materia de políticas públicas relacionadas con el uso de internet para el fomento de la participación ciudadana?». La democracia representativa está en entredicho. La crisis institucional se acelera. Y tenemos más preguntas que respuestas. Por eso, el encuentro Democracia Digital y Nuevas Formas de Participación en la era de Internet, que arranca hoy en La Casa Invisible de Málaga, pretende lanzar preguntas al aire con un intenso programa de mesas redondas y ponencias. En el evento participarán, entre otros, Nagore de los Ríos (Proyecto Irekia), Javier Toret (DRY-Xnet), Javier de la Cueva (abogado), Victoria Anderica (Access Info), Francisco Jurado (Demo4Punto0, 15mparato) o Smari McArthy (participante en la Wikiconstitución islandesa).

El encuentro, en el que convergen instituciones (Junta de Andalucía) y la sociedad civil (Fundación de los Comunes, 15mparato), pretende buscar un camino conjunto para profundizar en los mecanismos digitales de participación política. Y servirá para trazar una hoja de ruta agregadora que siente las bases de convivencia de los representantes y los representados. De las jornadas saldrá un borrador con propuestas para la incorporación de la democracia digital a la ley andaluza de participación y la conformación del grupo de trabajo por la democracia digital en Andalucía. Para ello, algunas mesas redondas abordarán experiencias como la elaboración de una wikiconstitución en Islandia o la existencia del Gabinete Digital, en Rio Grande do Sul (Brasil), que cocina política con diálogo en red.

¿En qué consiste exactamente la democracia digital? ¿Qué grado de participación se puede conseguir con el uso de herramientas digitales? ¿Sería suficiente Gobierno abierto gobernado con transparencia? ¿O la democracia debería sufrir un mutación hacia la democracia en red? ¿Qué tipo de democracia puede surgir del nuevo ecosistema horizontal fraguado por las redes? Precisamente, la democracia en red me parece uno de los grandes imaginarios a perseguir. En un artículo mío en El Diario, citaba la influencia del movimiento de código abierto en los nuevos mundo democráticos. La democracia de código abierto de la que habla Douglas Rushkoff sería un nuevo prototipo en beta donde el código fuente (sus normas, datos, procesos) estuviese siempre a la vista. También, como ocurre en las comunidades de programadores de software libre, el código debería poder ser modificado por todos. También me gusta mucho el concepto de Michel Bauwens, de la P2P Foundation, de ‘partner State’, algo así como el Estado socio. Un Estado que garantiza los intercambios y participación de la ciudadanía en red y que equilibra las desigualdades del mercado.

Y en este sentido, de abjo arriba, del prototipo al modelo, de lo concreto a la teoría, del territorio a los marcos jurídicos, están surgiendo nuevos caminos de gobernanza y participación. Buenos ejemplos son Wiki-Brest (que dinamiza el territorio y la participación ciudadana a través de un wiki), Linz, en Austria (se ha declarado una región abierta y del procomún), el Ayuntamiento de Nápoles (que tiene un cargo ciudadano de ‘asistente del procomún’) o el mencionado Gabinete Digital de Rio Grande do Sul.

Pero España, desde la sociedad y el movimiento 15M, también es uno de los rincones donde más imaginarios y prototipos están surgiendo. El Propongo de TomalaPlaza del 15M, la propuesta Demo4Punt00 de votación híbrida (analógica-digital) o la misma Asamblea Virtual están abriendo caminos hacia una democracia en red. Por eso, porque no tiene sentido que el país que más desea (España) una democracia en red tenga los representantes más cerrados al respecto, un encuentro como el de Málaga es de vital importancia. La democracia en red, la democracia digital, empieza a cocinarse a fuego lento (y colectivo). Andalucía puede iluminar los nuevos rumbos de la democracia.

 

#HackingelPrado, primera acción del 15Matón

La rendición de Breda, de Diego de Velázquez, pasa a ser La rendición de Génova. El pincel remix de Diego de Velázquez y el 99% transforma el lienzo en la claudicación del Partido Popular frente a Europa y los mercados. Mariano Rajoy entrega la llave a Ángela Merkel. La caballería europea se mea, literalmente, en la constitución española. El caballero se parte el pecho (se ríe de ti), de El Greco y el 99%, transforma a Rajoy en un bufón oscuro e irrespetuoso. El PPelele, de Goya y el 99%, nos muestra a los dirigentes globales manteando al pelele Rajoy. Así son los cuadros de la campaña #HackingelPrado, la primera accion del recién nacido colectivo 15Matón.

Pero #HackingelPrado no se queda en una galería de Flickr con licencia libre (Creative Commons). Cada uno de los cuadros tiene un código QR (legibles con teléfonos móviles) que generará una capa de realidad aumentada allá donde se pegue. La galería se llama Guerrilla QR. Y cada uno de los cuadros tiene una postal gemela para ser enviada. Aquí todas las Postales 15Matón. Dos de ellas fueron distribuidas en el último número de la revista Mongolia. Postales críticas del 99% para enviar al 1%, a los diputados. El 15Matón ha habilitado incluso una galería en Flickr para recopilar las postales enviadas: las postales indignadas.

Además, cualquier persona puede enviar sus cuadros ‘tuneados’ al colectivo 15Matón: 15maton15@gmail.com. La manchita rosa de #HackingelPrado está disponible en una galería digital llamada Caja de herramientas. Cualquiera puede usarla. La lista in crescendo de postales #HackingelPrado está ahora en manos de la comunidad.

 

¿Pero qué es exactamente el 15Matón? Un fotomatón ácido, según su propio site, “para retratar visualmente (diseño, vídeos, animación, fotografía remix) información relacionada con la realidad que combate el movimiento 15M”. El 15Matón, que se define como una identidad colectiva sin líderes ni jerarquías, intentará ‘fotomatonear’ la realidad “de una forma ágil, rápida y post it. Sin embargo, el 15Matón no se limitará a describir el absurdo: prometen campañas concretas para mejorar y transformar la realidad: “frente al presente distópico, pildoritas emotivas y remezclables para llegar a otro futuro posible. Intentaremos, siempre, buscar un nuevo prototipo para la realidad. Un wikiprototipo para todas”.

El 15Matón sigue la senda de otras iniciativas del entorno 15M donde el humor y la ironía se convierten en un arma poderosa contra el poder. El 15Maton, esa especie de anti agencia de publicidad del 99%, bebe de la inspiración de Voces con Futura (recopilación gráfica), de Gila Grupo de Intervención (responsables de campañas como #OpLolaFlores o #TubasuraalBanco), Cajero Electoral, #CierraBankia o la eXlandia que está emitiendo pasaportes de eXpaña. Acciones colectivas llenas de ironía para luchar contra la crisis. Nada mejor que un párrafo del site 15Matón para concluir: “Soñaremos, sí, porque juntas, mordiendo como avispas, saldremos del túnel deformante y alienante de los mercados. Porque co-inspirando juntas encontraremos la salida. Porque la encontraremos sin ellos”.

Se emiten pasaportes de eXpaña

Un frase incendiaria: “Porque somos la eXpaña real, declaramos al Gobierno irrelevante. Nos declaramos en rebeldía”. Ahora un parrafito de contexto: “Si España es Rajoy, es Ana Botella, es Rubalcaba, es Julián Muñoz e Isabel Pantoja, que paren España que nos bajamos. Si España es el país que desprecia la educación, quita la sanidad a los inmigrantes, indulta banqueros y aporrea a ciudadanos, o nos tragamos el DNI o nos morimos de la vergüenza. Si España es la marca España, nosotros nos desmarcamos”. Así de contundente es la declaración de intenciones, el manifiesto-parto, el primer texto existente de eXpaña.

¿Y qué es eXpaña? Siendo prosaico, podría decir que una nueva iniciativa activista del entorno 15M que ha okupado el final del documental de Stéphane Grueso, 15M. Excelente. Revulsivo. Importante. Poniéndome poético y remixer, eXpaña es mucho más que todo esto. eXpaña es un no-país en el que sus habitantes están parando desahucios, atendiendo inmigrantes, autoinformándose en red, perdiendo el miedo, creando en su vida diaria la república del 99%. eXpaña es una posnacionalidad, una unión emotiva y transfronteriza, un golpe lúdico-cognitivo contra los Estados Timo del 1%. Los fundadores de eXpaña afirman que “hay ya una eXgrecia, una eXportugal, unos eXtados Unidos. Una eXgalicia, una eXandalucía, una eXcataluña. Una eXfuenlabrada y un eXgijón”.

Ahora nos ponemos prácticos. eXpaña existe desde el sitio web Exandia.net. Ya emite pasaportes (puedes pedir el tuyo aquí). Y tiene una sección para proponer a otras personas como ciudadanos de eXpaña. A los más votados (Menea eXpañoles funciona como Menéame) se les otorgará la eXnacionalidad automáticamente. Alberto Casillas, el camarero que protegió a sus clientes durante el #25S (#Rodeaelcongreso) en Madrid, ya tiene pasaporte de eXpaña. Este vídeo ilustrativo resume muy bien los nuevos rumbos de la eXpaña real.

Pero mejor dejemos hablar a los fundadores de eXpaña. Sus textos están llenos de perlas, nuevos imaginarios y motivos. Apenas he eliminado algunos puntos de este jugoso decaloguito. ¿Qué es eXpaña?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. (Gustavo Adolfo Bequer y el 99%)

eXpaña eres tú

eXpaña no es una propuesta ni un proyecto.

eXpaña no es una promesa.

eXpaña no es ninguna broma.

eXpaña es lo que ya hacemos.

eXpaña no es lo que está arriba, es lo que está a tu lado, es una forma de mirar.

eXpaña somos las gentes haciendo y cooperando, en rebeldía.

eXpaña es lo contrario a la crisis.

eXpaña es lo contrario a la Marca España.

eXpaña no es lo que hay que hacer, es todo lo que ya estamos haciendo.

eXpaña es declarar al Gobierno irrelevante.

eXpaña es dignidad, rebeldía y potencia.

eXpaña es desobediencia, convivencia y creatividad.

eXpaña es la tierra de los sin tierra.

eXpaña es la frontera del 1%.

A eXpaña se entra por detrás de la tele.

eXpaña es el lugar y la gente que tiene el poder.El poder de cambiar las cosas.

eXpaña somos las gentes que sabemos que el 1% sin nosotros no es nada.

eXpaña es quien se junta con la vecina para llegar a fin de mes con la comida y la compra.

eXpaña son los que no permiten que te desahucien, los sanitarios que van a atender a sin papeles, los médicos que desobedecen a la privatización y el saqueo, los jueces que se rebelan contra la ley de la selva de los bancos y un jubilado que no va a pagar un euro por receta.

eXpaña es el ayuntamiento que no va a permitir que el banco siga robando.

eXpaña es el cerrajero que no participará en más desahucios.

eXpaña es un millón de personas en la calle para defender la sanidad, la educación y los derechos laborales que son nuestros.

eXpaña es un mercado de economía solidaria.

eXpaña es una madre con un tapper, una marea blanca, verde y amarilla.

eXpaña es la guerra total contra la impotencia.

eXpaña son los que comparten un router y la plataforma que no va a permitir que los banqueros nos roben más.

eXpaña no es la salida de los expertos ni de los tertulianos a esta crisis.

eXpaña no es “lo de siempre”.

Está vez la salida no será una bandera, ni una guerra, ni un caudillo, ni un tecnócrata, ni la demagogia, ni un plan milagroso, ni las esencias de la nación, ni los expertos, ni el PPSOE, ni lo que te digan por la tele. Esta vez la salida somos nosotr@s. eXpaña ya es, está siendo.

Motivos para ver y compartir el documental «15M: Excelente. Revulsivo.Importante»

«Excelente. Revulsivo. Importante». El escritor José Luis Sampedro usó  en una entrevista esta frase para definir al movimiento 15M. Mientras una buena parte de los medios ignoraba el estallido que estaba llenando de ‘indignados’ las plazas de España y medio mundo, José Luis Sampedro concedía el mayor grado de importancia al todavía incipiente movimiento. Por ello, por homenaje, retribución  o agradecimiento, el cineasta y activista Stéphane Grueso ha decidido usar la frase en el título del documental en el que lleva enredado desde el 16 de mayo de 2011. Cuando arrancó la elaboración del mismo, dentro del proyecto paraguas 15M.cc, el título provisional era Dormíamos, despertábamos. Tras unos meses de rodaje, el título definitivo es: 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante». El propio Stéphane nos cuenta en primera persona el estreno del documental en el blog Interferencias, en El Diario.

Aunque el documental todavía no está colgado en Internet y ninguna cadena de televisión lo ha pasado, he tenido la suerte de ver 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante». El documental, que se estrenó oficialmente el pasado lunes en el Museo Reina Sofía de Madrid, dará mucho de qué hablar. Y por eso he decidido escribir con calma y cariño una entrada en este blog con los motivos por los que hay que ver (y compartir) este documental. He asistido con entusiasmo al nacimiento y crecimiento del proyecto 15M.cc. Recuerdo como si fuese ayer el día en el que Stéphane Grueso y Patricia Horrillo me explicaron el proyecto 15M.cc, en un bar muy cercano a la Puerta del Sol. Pablo Soto, el otro fundador del proyecto, no pudo venir. Entré en el grupo de trabajo del libro, donde más podía aportar, sin pensármelo dos veces. También tuve el privilegio de conocer el estudio de Stéphane y la profesionalidad de todo el equipo, al ser uno de los entrevistados de las Conversaciones 15M.cc.

Por todo ello, os doy unos cuantos motivos para prestar mucha atención a este trabajo documental. ¿Por qué hay que ver (y compartir) 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante»?

Porque es una visión personal.  El documental es una entrañable narración en primera persona del 15M. Es totalmente subjetivo. Y esa frescura y familiaridad, en un mundo lleno de documentales enlatados con neutras voces en off, se agradece. No existe la objetividad. Y no tiene sentido renunciar a nuestra propia mirada de los acontecimientos. Menos cuando hemos estado tan dentro de la historia que queremos contar. La narración, cuando el formato lo permite, gana. Stéphane nos lo cuenta así:  «Como veis, no se trata de una visión periodística o academicista del 15M en Madrid. No. Es mi versión personal. E insisto mucho en esto, tanto en el off como en rótulos en la película. Es mi visión, lo que yo experimenté, mis sensaciones».

Porque es un documental copyleft. 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante» usa la licencia Creative Commons BY 3.0  (tipo copyleft). Traducido a los más analógicos o ajenos al mundo de la cultura libre: cualquier usuario puede «compartir, copiar, distribuir, ejecutar y comunicar públicamente la obra». Puede hacer obras derivadas e incluso uso comercial de esas obras. Otro puntito: el proyecto no tiene fin comercial ni ánimo de lucro. Cuando alguien invierte tantos y tantos meses en hacer algo cuyo objetivo no es el dinero, tenemos que quitarnos el sombrero (y hacer la ciberola, aquí y ahora, Ctrl+c, Ctrl+v). Stéphane ya consiguió que su documental Copiad malditos fuese el primero emitido en una televisión pública con licencia Copyleft. Confío plenamente en que éste último seguirá la senda.

Porque el proyecto ha sido un proceso abierto. El documental, como todo el proyecto 15M.cc, ha sido un proceso compartido, abierto y participativo. Todas las entrevistas, las Conversaciones 15M.cc, están colgadas en el site del proyecto y en You Tube. Los usuarios han podido colaborar destacando frases de las entrevistas. La cuenta de Twitter @15M_cc ha ido divulgando todo e incentivando el diálogo. El proceso, el saber que es más importante cómo hacemos las cosas que los objetivos de las mismas, cómo decidimos colectivamente cómo las hacemos, fue uno de los grandes descubrimientos del 15M. Y no falla: en esta era de los procesos, son muchos los que habrán disfrutado del proceso, de todas o de alguna de las entrevistas del documental, y que nunca llegarán a ver el resultado final. Pero el proceso habrá valido la pena.

Porque existirán muchas remezclas. Stéphane lo tiene claro: «Todo el material estará disponible en la web para su remezcla y el libre uso de la comunidad en sus propios proyectos». Tanto, que invita a la fuerza enemiga, Intereconomía y la mismísima señora Esperanza Aguirre: «están más que invitadas a remezclar su propia narración de su 15M. En 15M.cc les proporcionamos las herramientas para ello. Y, a mí, personalmente me encantaría verlo».

Porque @fanetin es de fiar. @fanetin, el perfil de de Twitter de Stéphane Grueso, es uno de los más respetados del 15M. En el ya mítico mapa de las 499 cuentas del 15M que elaboró el colectivo Manuela Lucas, @Fanetin es más grande e influyente que @el_pais. Sí, amigos, como tuitearía el propio Stéphane, un ‘perroflauta’ es más grande que ese diario de directivos millonarios que despide a a algunos de sus mejores periodistas con la excusa de la crisis/estafa.

Porque el proyecto inicial está lleno de ‘forks’. La influencia del software libre ha sido tan grande en todo el proceso 15M, que algunas palabrejas, como ‘fork’, que quiere decir algo así como ‘desviación consensuada’, son habituales en la comunidad 15M. Stéphane la usa bastante. El proyecto 15M.cc está lleno de forks. Por ejemplo, la sensacional y saludable 15Mpedia, rellenada por la siempre dispuesta inteligencia colectiva del 15M. Aquí podéis leer algo sobre la evolución del proyecto. En este vídeo también lo cuentan sus protagonistas.

Porque es un proyecto que empodera. El documental no es el final del trayecto, ni mucho menos. El propio autor dice que  «acabar este documental no es el final de nada, sino el principio». Y por eso ha decidido cedérselo metafóricamente a quien quiera adoptarlo. En febrero, en el MediaLab Prado, escribe Stéphane, «organizaremos una Fiesta de Liberación, un especie de aquelarre donde todo el proyecto, contenido y continente pasará a manos de una lista de correo, de la comunidad que la gestionará y decidirá su futuro y evolución, disolviéndonos los tres iniciadores en esa masa y continuando nuestra tarea en Madrid.15M.ccPapers.15M.cc y en otros proyectos que nos apetezca».

Porque aspira a llegar a mucha gente. Mejor que hable el propio autor: «La vocación del proyecto ha sido desde un principio lograr la máxima difusión del 15M por lo que estará pronto disponible en internet para todos. Sí queremos intentar una cosa: para llegar al mayor número de gente posible queremos intentar que una televisión emita el documental y para ello queremos reservarle la novedad de una primera emisión». El documental estará en breve en Internet, pero también quiere llegar a todos aquellos que no son demasiado digitales. El equipo de trabajo aspira a que algún diario reparta «el libro con el DVD de la peli para intentar repartir unas decenas de miles de copias físicas de la obra». Internet sí, formato ‘epub’ del libro para Ipad, sí. Pero también todo a la vieja usanza. Nuestros abuelos tienen que entender todo esto, ¿no os parece? ¿A qué esperáis, diarios y/o televisiones?

Porque el 15M es muy importante. El 15M – ya sea diagnóstico, proceso, movimiento, colectivo o revolución – es uno de los acontecimientos más importantes ocurridos en España desde el estallido de la guerra civil, allá por 1936. No sólo eso: es el proceso que desencadenó verdaderamente la global revolution. Su conjunto de métodos, herramientas digitales, protocolos de actuación, imaginarios y contenido están influyendo al mundo muchísimo más de lo que la mayoría de personas sospechan. Personalmente, defiendo que el 15M pasará a la historia como algo más importante que el Mayo del 68. Escribiré sobre ello en cuanto pueda, y le dedicaré el texto al perroflauta más cineasta (o viceversa) del 15mayismo.

Porque el documental divulgará en todo el mundo algo importante. Infelizmente, los grandes medios no están prestando mucha atención al 15M. El 15M, a su vez, quizá tampoco se esté sabiendo ‘vender’ muy bien en otros idiomas y países. Este documental – riguroso y panorámico – ayudará mucho a divulgar las ideas, logros y procesos del 15M. El documental llegará a rincones insospechados del planeta. Y quién sabe qué efecto mariposa va a desencadenar.

Porque este tío es buena gente. Importante. Sí: Stéphane no es ningún trepa. No busca ni fama ni poder ni millones, como el «empresario ejemplar» Díaz Ferrán, los jugadores de La Roja o los amigotes de Rodrigo Rato. Stéphane es tan buen tipo que es uno de los participantes/enredas del 15Mparato que usó crowd funding para procesar a un banquero. Gracias al corazón grandote del pequeño Stéphane&Friends, veremos a Rodrigo Rato, ex presidente del FMI-Mordor, en el banquillo el próximo día 20 de diciembre. Stéphane pone una cuerda en cualquier plaza, echa un cable en cualquier plataforma, graba con su móvil cualquier mani, charla con bomberos, Yayoflautas o mineros. Abraza al 99%, empuja proyectos, anima a todas, baila la conga escuchando a la Solfónica, cuida a sus amigos. Incluso le envía entrañables cartas a su amor platónico, Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno de Madrid. Y éste es un motivo importante, amigos.

Por todo ello, vale la pena ver, compartir y remezclar 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante».