De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

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Razones para leer ‘El kit de la lucha en Internet’

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Existen libros escritos para especialistas que nunca llegan al gran público. Existen libros divulgativos orientados a todos los públicos que nunca son tomados en serio por la academia o los eruditos. Y existe un tipo de libro, una pieza rara en el mundo editorial actual, que deja boquiabiertos a todos los públicos. Este es el caso de El kit de la lucha en Internet, de Marga Padilla, recientemente publicado por Traficantes de Sueños con licencia Creative Commons, una verdadera obra maestra que aborda la mutación y convulsión que está viviendo la sociedad tras la llegada de Internet.

Ameno y profundo, leve e incisivo, simple pero complejo, redondo pero lleno de recovecos, práctico pero sugerente. El kit de la lucha en Internet es un libro camaleónico, resbaladizo y altamente impactante. Y explica como pocos por qué Internet, el software libre, la conexión entre personas y las herramientas digitales están haciendo tambalearse el mundo. Las viejas estructuras políticas, mediáticas y culturales se hunden por no haber entendido algunos de los conceptos que toca Marga Padilla en El kit de la lucha en Internet. De transparencia a recursividad, de copyleft a paradigmas de red, de auto organización a identidad colectiva, de clickactivismo al movimiento 15M, el texto de Marga Padilla es una especie de abecedario elemental de una nueva era. Sin embargo, la simplicidad del relato esconde una doble lectura, una capa de profundidad y análisis deslumbrante.

Marga explica, por ejemplo, cómo un discurso genérico simple, la lucha por las libertades digitales, unió a Wikileaks (organización basada en la transparencia y en el liderato de Julian Assange) y a Anonymous (colectivo basado en la ambigüedad, la distribución y el anonimato). Especialmente brillante es el trecho en el que Marga explica por qué Wikileaks ha pillado a contrapié a medios de contra información como Nodo50, Kaos en la Red, Rebelión o Insurgente. Wikileaks ofrece toda la información en bruto. Transparencia total. El periodismo de análisis, el opinólogo, ya sea informador o contrainformador, se queda fuera de juego: «El periodista ya no es necesario y por lo tanto ha de ser eliminado, en aras de la transparencia, no hay lugar para la opinión» (una frase recogida en el libro que no es de Marga).

Marga Padilla insiste en un concepto que deambula por todo el libro, el de ‘dispositivo inacabado’. Wikileaks como un dispositivo inacabado, como una herramienta que cada uno termina como quiere. Xmailer, un dispositivo lanzado por el colectivo Hacktivistas que permitía enviar un mensaje a una lista de destinatarios múltiples, como un dispositivo inacabado. Y es que Marga, con paciencia y puntería, va desmantelando todos los clichés del mercado y los Gobiernos contra la cultura libre, contra la red de redes, contra la revolución tecnológica. Marga nos pone cara a cara a un nuevo mundo. Nos presenta una nueva realidad de bienes inmateriales compartidos hasta el infinito. Una nueva esfera público-privada de cuartos conectados (a Internet). Una nuevo mundo autogobernado, rizomático, fascinante, moldeado por un nuevo crisol de identidades colectivas. Marga nos ofrece un jugoso aperitivo de un cocktail llamado La libertad en la era red. Libertad cercada, machacada, perseguida, sí. Pero libertad invencible. Cuestión de tiempo.

Por todo lo anterior, y por mucho más, El kit de la lucha en Internet debería ser de obligada lectura en colegios, hemiciclos políticos, plazas, parques, comisarías, parqués de bolsas de valores, agencias de rating…. Para concluir, nada mejor que una metacita, un fragmento de Un cuarto propio conectado, de Remedios Zafra, que aprece en el libro:

«Los cambios de los que estoy hablando tratan sobre nuestros días conectados a Internet. No se caen torres, no hay rugido de la banca, no hay guerras de petróleo ni muertes físicas. No hay una imagen épica que simbolice el cambio al que aludo. Es como una gota sobre una piedra. Es como la acción de los universos simbólicos sobre los cuerpos. Lenta, pero crucial».

El Kit de la lucha en Internet. Precio papel: 6 euros. Descarga libre en formato PDF. Twitter de Marga Padilla:  @cien_margaritas 

Oiga.me, un entorno activista al servicio del 99%

Nueva cara de la plataforma activista Oiga.me

Nueva cara de la plataforma activista Oiga.me

«Tecnología libre para la acción ciudadana. Del 99% para el 99%». Así se define así misma Oiga.me, una «plataforma activista de movilización distribuida, transparente, con software libre y sin ánimo de lucro». Oiga.me, que lleva funcionando desde el octubre de 2011, está presentando su nueva cara y funcionalidades en el Reina Sofía de Madrid mientras yo escribo estas líneas. El hashgtag de Twitter para seguir lo de presentación es #NuevoOigame.

 

Oiga.me es mucho más que una plataforma. Una definición más acorde con la realidad sería la de un «entorno activista». Para empezar, tiene serias diferencias con otras plataformas del denominado clic-activismo en las que una persona propone una petición, los usuarios la firman y miles de mails llegan a una dirección concreta. Oiga.me no tiene ánimo de lucro. Impulsada por diferentes colectivos, Oiga.me tiene un consejo social del que forman parte entidades de la sociedad civil. Además, está diseñada con software libre, su código está abierto (aquí está documentado todo el proceso) y la licencia es libre. «Usamos software libre porque así la capacidad de pensar y decidir sobre lo que haces es de todos y fluye libremente por la red. Esto beneficia a toda la comunidad y hace que Oiga.me sea mejor», aseguran sus impulsores en una respuesta colectiva a una entrevista que les he mandado por  mail. El software libre de Oiga.me garantiza la privacidad e impide que el dueño de la plataforma vendra los mails de los firmantes de peticiones, como ocurre en el mundo anglosajón.

Quizá la diferencia mayor con otras plataformas de clic-activismo sea su forma de funcionamiento. La mayoría son verticales y monolíticas. Alguien crea una petición, el resto la firma digitalmente. Oiga.me cree en los procesos en red. Y por eso ofrece todo un abanico de posibilidades. Con las nuevas funcionalidades de Oiga.es se pueden organizar campañas de forma orgánica. La presión podrá llegar por e-mail, pero también por teléfono, fax o listas de firmas. Además, existirá un ‘kit de ayuda’, para que quien inicie una campaña reciba consejos sobre las mejores tácticas a seguir. La inclusión del fax ha llamado mucha atención durante la presentación.

¿Por qué incluir una herramienta del pasado para ejercer presión? Desde Oiga.me, por mail, me responden así: «Las formas analógicas de comunicación tipo fax son un mecanismo deliberado de filtro para inhibir las reclamaciones. Es normal que las operadoras telefónicas, o las compañías de agua, luz, gas, o las propias instituciones públicas abusen de este tipo de medios para reducir las reclamaciones». El uso de fax en Oiga.me incluirá un módulo que permitirá que los usuarios firmantes de una petición puedan darse de baja de los servicios de, por ejemplo, una compañía operadora que no ofrece calidad.

Oiga.me irá lanzando nuevas funcionalidades en los próximos meses. Siempre – aseguran – con las perspectiva de realizar «acciones que se trasladen de la red digital al mundo físico». En un futuro próximo incluirán telefonía (SMS) y , más adelante, sistemas de geoacciones «que faciliten movilizaciones de enjambre de manera distribuida». Aprovechando el lanzamiento del #NuevoOigame la Plataforma de Afectados por la Hipoteca acaba de crear una campaña para que el Instituto de Vivienda de Madrid «no ejecute ningún desahucio más sin alternativas de habitabilidad».

Oiga.me es una iniciativa promovida por colectivos y organizaciones sociales como la asociación aLabs, el Patio Maravillas, las cooperativas de software libre Dabne y xsto.info, Greenpeace, Attac, Facua, Ecologistas en Acción, el sindicato CGT, la Plataforma Política de Apoyo al Pueblo Saharaui, la Asociación Libre de Abogados y abogadas (ALA), o la Alternativa Antimilitarista (Movimiento de Objeción de Conciencia).

Hipótesis sobre el Partido X

El Partido X es infantil. El Partido X es naïf. El Partido X es la Patrulla X. El Partido X es el demonio antidemocrático. La irrupción en el panorama político del Partido X, el #partidodelfuturo, ha estado marcada por la polémica. Y por muchas críticas. Incluso del fuego amigo. Algunas voces que yo respeto muchísimo, como Ignacio Escolar, Iñigo Sáenz de Ugarte, Merche Negro o Amalio Rey han criticado al Partido X. En este post, Amalio Rey señala críticas muy concretas (vale la pena leerlo). La principal crítica lanzada contra este partido ecléctico, fresco y enigmático que nació el pasado 8 de enero con una rueda de prensa virtual y descentralizada es una: el anonimato de sus miembros.

La crítica es buena. Necesaria. Puede ayudar mucho al Partido X (y a cualquiera). Sin embargo, considero que se está intentando explicar la existencia del Partido X desde lógicas del pasado. Desde la lógica del sistema de partidos. Desde la lógica del personalismo. Desde la lógica del liderato. Desde la lógica del mundo analógico. O desde las lógicas del viejo marketing digital. El Partido X, sospecho, es otra cosa. No podemos exigirle lo mismo que a los partidos que han transformado la democracia española (y por extensión, mundial) en una cleptocracia monogámica, en un monólogo vertical al servicio del capital financiero. Mejor pensar que el Partido X es otra cosa. El mismísimo Manuel Castells, en su brillante texto El partido del futuro, hace una excelente e intuitiva radiografía del mismo. Como creo que tengo bastante claro lo que el Partido X no es, me limitaré a escribir un conjunto de hipótesis sobre el #PartidodelFuturo de la forma más simple posible. Confundo realidad con deseo, lo sé. Pero creo que es parte del juego. Tal vez algunos, tras estas líneas, reparen que las imperfecciones y supuestos errores del Partido X son parte de la estrategia.

El Partido X es una campaña de denuncia. Todos los pasos dados por el Partido X forman parte de una estrategia de denuncia de la actual democracia. Si alguien critica que su logo es cutre, reconoce de alguna manera que el ‘marketing’ e imagen son fundamentales en la política, que los partidos, de alguna forma son marcas/construcciones de mercado. Que en el primer vídeo del Partido X aparezcan actores presentando el mismo, es una ácida denuncia. Un buen actor, entendí tras ver el vídeo, puede ser un buen político. Un buen político puede ser un buen actor: sabe interpretar, mentir, actuar. O sea: la actual política es un teatro.

El Partido X es una estrategia de marketing. Crear misterio es una de las principales estrategias de las agencias de maketing. Tom Himpe, en su libro, La publicidad de vanguardia, afirma que el ‘Sé intrigante’ es uno de los ejes a seguir en la nueva era de la publicidad. Cita, entre otros, la exitosa campaña de Google Glat (Google Labs Aptitude) o Yayasan Rebana Indonesia (desarrollada por JWT). El Partido X, no revelando su identidad, creando un enigma, están usando una estrategia del marketing de nuestros días. Si los partidos políticos utilizan las estrategias de marketing de, por ejemplo, las marcas de perfumes, ¿por qué el Partido X no puede hacer lo mismo? De hecho, el Partido X está usando habilidosamente todas las estrategias que recomienda el gurú Tom Himpe. El vídeo de El Hundimiento de Hitler subtitulado que abre este post encaja con el ‘Sé lúdico’ y ‘Sé contagioso’ del libro. La estrategia del Partido X también usa las técnicas del ‘Sé espectacular’, ‘Sé experimental’, ‘Sé sociable’, ‘Sé poseíble’ (la X eres tú, somos todos), por ejemplo.El Partido X está usando bien las técnicas de construcción de virales y memes en la red. Sacarían mejor nota en un curso de Master of Business Administration de Harvard, por ejemplo, que la mayoría de partidos existentes. Su estrategia viral en redes está funcionando. 200.00 personas vieron su primer vídeo. Su número de seguidores en Twitter, en apenas unos días, ya alcanza 17.810.

El Partido X es un consenso de mínimos. El Partido X asegura que apenas tiene un punto en su programa: Democracia y punto. En realidad, se puede desglosar en cuatro propuestas: Referéndum obligatorio y vinculante, Wikigobierno, Derecho a voto real y permanente y transparencia en la gestión pública. La estrategia podría calificarse como un ‘consenso de mínimos’ para reiniciar la democracia. Un consenso de mínimos que el que el movimiento 15M buscó en sus inicios, cuando las plazas de España estaban todavía llenas de indignados. El Partido X es un consenso de mínimos como el ‘plan de rescate ciudadano’ de Democracia Real, que apenas tiene cinco puntos para rescatar personas y no bancos. En la era red, como explica Marga Padilla en su reciente El kit de la lucha en Internet, los consensos de mínimos son una nueva columna vertebral agregadora. Anonymous decidió apoyar a Wikileaks, a pesar de sus diferencias, porque la libertad de la red les unió. Tenemos más cosas que nos unen que las que nos separan (uno de los lemas de los nuevos movimientos sociales). Por eso, tener apenas cuatro puntos para reiniciar la maltrecha democracia española puede ser más efectivo que tener cien. El partido Equo, en las pasadas elecciones, cometió un error: intentar tener una respuesta para cada pregunta/problema. A pesar de su elogiable actitud abierta – las propuestas se redactaron una wiki abierta -, se equivocaron de estrategia. Se perdieron en un farragoso proceso de metadebate.

El Partido X es una identidad colectiva. El anonimato de los miembros del Partido X – no comunican quiénes son, qué candidatos tienen – ha sido criticado duramente durante. El anonimato, como afirma el prestigioso sociólogo Marc Augé, es una de las principales características de lo que el llama sobremodernidad. El anonimato, en la era digital, da pie a una nueva conciencia colectiva más flexible que la individual, más ágil que la masa, más imprevisible que el grupo. Vivimos en la era de los enjambres (el concepto fue desarrollado por Kevin Kelly) no jerárquicos y de los fenómenos emergentes (muy trabajados por Steven Johnson) en el que el todo es algo más que la suma de sus partes. Por eso, el anonimato del Partido X es más que una estrategia de marketing. Jugar con el anonimato es un movimiento del Partido X que coquetea con el concepto de inteligencia colectiva y con la horizontalidad sin líderes que defiende el 15M. «Si no hay rostros, lo que queda son ideas, son prácticas, son iniciativas», como afirma Manuel Castells. Veremos si la estrategia funciona. Y qué pasa si el Partido X llega a presentarse a las elecciones. Intuyo, que si lo hace, lo hará con listas abiertas.

El Partido X es un virus troyano. El Partido X, viendo que el poder enquistado en su búnker de la (cutre) Transición no escucha las demandas de sus ciudadanos, ha decidido intentar cambiar el sistema desde dentro. Una crítica repetida hasta la saciedad contra el 15M es que intenta cambiar el sistema desde fuera. Ahora que nace un partido para cambiarlo desde dentro, tampoco vale. ¿En qué quedamos? El Partido X, pues, podría ser un virus troyano, una estrategia de infección. Quiere saltar los muros de la corrupta Troya para diseminar un consenso de mínimos que dé paso a una nueva democracia en red. De nuevo, Manuel Castells nos regala vislumbres del asalto troyano: «Tal vez llegue un momento en que las listas electorales requieran nombres, pero incluso entonces no necesariamente serían líderes, porque se pueden sortear los nombres entre miles de personas que estén de acuerdo con una plataforma de ideas».

El Partido X es un dispositivo inacabado. El Partido X es un dispositivo inacabado. Los dispositivos inacabados forman parte del ADN de la era red. Un dispositivo inacabado tiene el código abierto. Su código, proceso, contenido y herramientas están a disposición de todos. Cualquier persona puede mejorarlos, utilizarlos. El Partido X pretende construir un dispositivo a disposición de todos. Son los otros los que tienen que acabar/completar el dispositivo. El Partido X renunciará al control del dispositivo. El control, al contrario que en el resto de partidos, no es lo más importante. Otro detalle importante: el Partido X es un dispositivo inacabado que pretende generar recursividad. El biólogo chileno Humberto Maturana usa una bella metáfora para explicar la recursividad. Si las ruedas de un carro giran sobre el barro, el carro no se mueve y el observador ve una repetición. Si las ruedas giran y producen movimiento, el movimiento es recursivo. El Partido X pretende que su dispositivo sea usado por otros y provoque un movimiento político-social en nuestra democracia. Su primer jaque (aquí detalles) va en esa dirección: pretende que sus propuestas se debatan en el Consejo de Ministros de abril. Si otro partido (hola IU, hola EQUO-Compromís) decide propiciar el debate y apropiarse del dispositivo-propuestas, el Partido X habrá conseguido activar la recursividad.

El Partido X es un truco. Quizá la hipótesis más importante. El Partido X no deja de ser un truco construído por hacktivistas, diseñadores, programadores, activistas, creativos, abogados y variopintos ciudadanos. El Partido X no se presentará nunca a las elecciones. Se limitará a denunciar, a criticar, a co-crear, a co-construir, a agitar un debate necesario. El Partido X, creando un dispositivo recursivo, está construyendo un proceso.Un proceso colectivo, distribuido, incontrolable. Sueña con corroer los cimientos de una democracia estancada, imperfecta y blindada ante la ciudadanía. Las imperfecciones y errores que le achacan al Partido X (ese truco redondo) pueden ser sus principales armas.

 

 

 

Ráfagas sobre Anonymous

«Somos Anonymous. Somos legión. No perdonamos. No olvidamos. Esperadnos». Sin lugar a dudas, esta concatenación de frases ya ha pasado a la historia. Y la irrupción de Anonymous en el activismo global marca un antes y un después en la lucha social. La fundación alemana Konrad Adenauer Stiftung, que va a publicar un libro sobre hacktivismo global, me ha pedido un capítulo sobre Anonymous. No es el primer texto que hago sobre Anonymous y es un asunto que me interesa bastante. Me parece uno de los fenómenos más fascinantes del nuevo milenio. Por eso, he decido compartir con los lectores de este blog algunos pedacitos del texto que ya he entregado a la fundación. Lo he titulado, por cierto, Anonymous, la conexión del enjambre. El vídeo que abre esta entrada es el documental We Are Legion, The Story Of The Hacktivists. Espero que los que no conozcan el fenómeno Anonymous, tras ver el documental y leer estas ráfagas, dejen de considerarlo un grupo «terrorista» o «criminal». Anonymous es otra cosa.

¡Marchando las ráfagas!

«Primer error: limitarse a describir Anonymous como un grupúsculo descentralizado de enmascarados que luchan por objetivos concretos. Antes de hablar de ´grupo´ hay que aclarar la etimología “anonymous”. En torno al año 2004, el término “anonymous” se popularizó en imageboards (tablones de imágenes) como 4chan.org. Los usuarios que dejaban un comentario sin identificarse aparecían como anon (forced anon según la policía). Muchas personas bromeaban, como si Anon fuese una persona».

«Anonymous, antes que grupo o colectivo, fue una conciencia colectiva. La primera gran conciencia colectiva de la era de Internet. Un heterogéneo supra cerebro formado por miles de neuronas desconocidas entre sí con escasa o nula relación».

«La narrativa de los mensajes de Anonymous de los últimos tiempos – solemne, apocalíptica, redonda, cinematográfica -puede llevar a engaño.El fenómeno Anonymous se fraguó con irreverencia, humor e informalidad en la Encyclopædia Dramatica, un wiki lanzado a finales del año 2004. Aquí se esconde un gran secreto sobre Anonymous. La Encyclopædia Dramatica es un wiki, una herramienta-site elaborado colectivamente que permite la creación de entradas con procesos no jerárquicos y bottom up (de abajo arriba)»

«La inteligencia colectiva en la era digital es en tiempo real. Cientos, miles, millones de personas conectadas simultáneamente generando superestructuras, flujos, acciones y conciencias nunca vistas. Anonymous es, tal vez, la primera forma de una identidad colectiva en tiempo real, en beta (inacabada), mutante e imprevisible de una nueva era.»

«Anonymous – supraconciencia, identidad colectiva o grupo – participó intensamente en la elaboración de las irreverentes The rules of the Internet, unas wiki-normas irónicas redactadas colectivamente. Vale la pena leer con calma estas leyes de Internet para identificar algunas de las señas identidad de lo que, unos años después, el mundo conocería como grupo o colectivo Anonymous: Somos Anonymous (regla 3), Anonymous es legión (4) o el contenido original es original apenas unos segundos antes de hacerse viejo (21). También están presentes el descontento con el mundo (416. I CAN GET NO… SATISFACTION!), la desconfianza de las explicaciones oficiales (42.5. Nada es sagrado. 2012. La ciencia no existe. Dios no existe. Sólo Chuck Norris existe) o el pesimismo (413. El mundo acabará con una tormenta de meteoritos)».

«Las “unofficial official rules of the Internet” son el fruto de lo que Steven Johnson denomina un sistema complejo, término que popularizó en su libro Emergencia. Lo que tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software (2001). La entrada de Wikipedia de ‘sistema complejo’ definiría bastante bien la comunidad que fraguó las ‘unofficinal rules’ y por extensión Anonymous:

Un sistema complejo está compuesto por varias partes interconectadas o entrelazadas cuyos vínculos crean información adicional no visible antes por el observador. Como resultado de las interacciones entre elementos, surgen propiedades nuevas que no pueden explicarse a partir de las propiedades de los elementos aislados. Dichas propiedades se denominan propiedades emergentes».

«Pero para comprender del todo el nuevo paradigma de este sistema autogobernado que entendemos como Anonymous tenemos que leer a su vez la definición de Wikipedia de ‘sistema emergente’, también popularizada por Steven Johnson:

“Sistemas emergentes son sistemas complejos de adaptación que despliegan comportamientos emergentes. Se caracterizan por resolver problemas, al menos en apariencia, espontáneamente; es decir, sin recurrir a una inteligencia de tipo centralizado o jerarquizado (descendente), sino de forma ascendente, desde la base, a partir de masas de elementos relativamente no inteligentes».

Imagen extraída del álbum de Raincoster de Flickr. Licencia Creative Commons

«Los miembros de Anonymous insisten en una definición que el periodista estadounidense Chris Landers hizo en abril de 2008: “Anonymous es un grupo, en el sentido de que una bandada de aves es un grupo. ¿Por qué sabes que son un grupo? Porque viajan en la misma dirección. En un momento dado, más aves podrían unirse, irse o cambiar completamente de rumbo”

«Y aquí llegamos a un concepto clave para entender Anonymous, el hacktivismo y la nueva era de multitudes conectadas: el enjambre. (…) Por primera vez, la palabra enjambre se aplicaba a algo diferente. Kevin Kelly enredó el término/concepto de enjambre con las redes, los sistemas complejos o los viviosistemas. Y llegó a algunas conclusiones interesantes para definir un nuevo tipo de sociedad conectada:

Organizacionalmente, está formado por muchos (miles) de miembros autónomos. Estos miembros autónomos están altamente conectados entre ellos pero no a un hub central. Como no hay centro de control, la gestión y corazón del sistema están descentralizadamente distribuidos, tal como funcionan las colmenas”.

«Anonymous es un enjambre. Un enjambre distribuido. Un enjambre altamente interconectado. Un enjambre sin abeja reina. Un enjambre que se comporta con una inteligencia colectiva en tiempo real, regida por conexiones tenues y por valores éticos sólidos. Un enjambre imprevisible. 2+2=5, solía decir Kevin Kelly. More is always different. 2 nodos de Anonymous+2 nodos de Anonymous pueden ser cualquier cosa».

«Las normas del foro Whyweprotest.net incentivan a cumplir la legalidad. Incluso hay normas claras en caso de manifestaciones en la calle: “No a la violencia, las armas, el graffiti o el vandalismo”. La irrupción de Anonymous en el escenario activista marcó un antes y un después en las luchas sociales. Tras Anonymous, la resistencia pacífica volvió a ser una tendencia en muchos países del mundo».

«Ser anónimo es “una forma de comunicar y promover el cambio social” (…). El mercado y los gobiernos que pretenden controlar Internet no han entendido que el anonimato es una de las principales características de la era red. El anonimato abre la puerta a la existencia del enjambre, a la identidad colectiva».

«Paradoja: la identidad individual puede estar compuesta de retazos de diferentes identidades colectivas. Y justamente porque la identidad colectiva no es totalitaria ni absoluta. El vínculo con una identidad colectiva es mucho más flexible que la militancia en un partido político o en un sindicato, que la pertenencia a una religión o a la hinchada de un equipo de fútbol. La flexibilidad es la fuerza del enjambre. El poder salir del enjambre o bando de pájaros cuando se quiera garantiza su unidad. Y otra paradoja: el anonimato genera una identidad colectiva icónica que puede llegar a ser pop. Una identidad colectiva resumida en un icono que deviene en casi-individuo».

«Para entender las dinámicas de poder y autoridad en Anonymous debemos afrontar lo que es una de las más interesantes y socialmente vibrantes normas de Anonymous: su ética anti líder y anti-celebridad. Esta ética modula la concentración de poder. Anonymous aporta lo que Mike Wesch ha descrito como “una crítica mordaz del culto posmoderno de la celebridad, individualismo e identidad»

Imagen extraída de la galería de Flickr de The G. Licencia Creative Commons

«Anonymous es una idea. Aquellos que se identifican a sí mismos con Anonymous comparten una idea  común de libertad y de un mundo libre de opresión».

«Anonymous utiliza el denominado ataque Ddos (Distributed Denial of Service), en el que muchas personas al mismo tiempo acceden desde diferentes puntos a un servidor y lo bloquean. El aplicativo más utilizado en la historia de Anonymous se llama Low Orbit Ion Canon«.

«Richard Stallman, uno de los padres de Internet y fundador de la Free Software Fundation, afirmó en un artículo que Low Orbit Ion Cannon (LOIC)  es absolutamente legal: “Son lo equivalente en Internet a una manifestación en la calle”. “No son hackers (uso de astucia informática) ni crackers (invasión de sistemas de seguridad). Los cibermanifestantes de Anonymous entran por la puerta delantera de un site, que simplemente no aguanta tantas visitas”, afirma Ricchard Stallman».

«Si en el principio era la diversión, en el final llegó la política. Si en el principio primaba lo lúdico, al final los Anonymous participaron muy activamente en la explosión del 15M en España, en la Global Revolution y en Occupy Wall Street.
Casi todos los Anonymous abrazan las banderas de la transparencia, la libertad de expresión y la libertad de Internet«.

«¿Qué mueve a Anonymous? ¿Qué rige su comportamiento? Diálogo plano, sin jerarquías, espontáneo, descentralizado, autónomo, colectivo. Transparencia. Libertad. Ideas compartidas que se expanden a un ritmo de vértigo».

«El nacimiento de LocalLeaks, un site para incitar la transparencia inspirado en Wikileaks, fundado por People´s Liberation Front y apoyado por Anonymous, insinúa nuevas e imprevisibles mutaciones de aquellos jóvenes que creían más en Chuck Norris que en Dios».

«¿Pero por qué el poder fáctico asocia automáticamente a Anonymous con hackers, crackers o incluso los define como ciberterroristas? ¿Por qué cuando la policía española detuvo en 2011 a tres miembros de Anomymous en Barcelona, Alicante y Almería aseguraron haber desactivado a la cúpula del movimiento? Por un lado, por desconocimiento de Las reglas de Internet, de aquel “vasto universo paralelo”, de sus ideales y de sus conceptos. Pero quizá sea el miedo al último giro político de Anonymous lo que desconcierte y amedrente al mismo tiempo al poder».

«Quizá Anonymous, para subsistir fiel a su espíritu, apenas tenga que tener cuidado de sus propias “unofficioal official” rules of The Internet: “Todo lo que puede ser etiquetado puede ser odiado (18)”. Aunque si se llega a ese punto, si Anonymous empieza a funcionar como una marca o colectivo clásico, quizá apenas haga falta aplicar la ley 11 (Es el final del mundo). Y entonces baste con volver a empezar todo de nuevo. Tras el ‘Somos Anonymous, somos legión’, apenas tenemos una certeza: en la era red 2+2 nunca es igual a cuatro».

Una microficción para el #GlobalNoise

El sistema económico global colapsó en octubre de 2012 cuando nadie lo esperaba. Muchos años después, las investigaciones de la CIA apuntaron a un vídeo de You Tube como origen del bloqueo. El vídeo, titulado Cómo hackear pantallas en Times Square, mostraba a un ciudadano que conseguía hackear las pantallas de Times Square de Nueva York con un simple teléfono móvil. Gracias a un plug in y a un transmisor, bastaba grabar un vídeo y apuntar con el teléfono móvil para que los anuncios publicitarios de las pantallas fuesen sustituídos por un vídeo concreto. La investigación desveló cómo dicha acción fue vinculada en redes sociales, sobre todo en Twitter, al día de acción global #GlobalNoise. El vídeo se convirtió en un meme global, en una red de acciones distribuidas jamás vista.

El 13 de octubre (#13O), millones de personas salieron a la calle en todos los continentes para protestar contra la deuda ilegítima que sufrían varios Estados y, por extensión, millones de ciudadanos. El plan inicial era simple: hacer ruido, caceroladas. Los grandes medios, como era previsible, no se hicieron eco. El ruido no sonaba. Pero el vídeo de You Tube inspiró una nueva oleada de microacciones conectadas. Millones de pantallas con anuncios publicitarios de todo el mundo fueron hackeadas. La cacerolada, repetida-multiplicada hasta la saciedad, fue invadiendo pantallas. Las imágenes, un imprevisible cañonazo cognitivo, sembraron pavor entre las élites. E inspiraron al enjambre del 99%. Las imágenes no cesaron. Todo lo contrario: aumentaron en número. Parecía que habían substituído al mundo. El lunes 15 de octubre, las principales bolsas abrieron en estado de shock. El colectivo hacktivista RYBN lanzó un bot anti-especulador, el ADM9, que atacó directamente a quienes se beneficiaban de los intereses de las deudas de los Estados.

El cuerpo técnico de las bolsas que gobernaban el planeta no tardó en huir. Las pantallas de los círculos económicos no dejaban de emitir las imágenes del continuum cacerolada. Los ciudadanos ocuparon las bolsas y los congresos. No tardaron en caer gobiernos. Primero, el de España. Luego, la Unión Europa. Cuando cayó el Suiza – junto con sus cavernas de dinero lavado y sucio – el resto del mundo se desplomó. En medio del caos, la inteligencia colectiva encontró un camino: un transición hacia un planeta compuesto por micronaciones en red. La activista y política islandesa Birgitta Jónsdóttir fue nombrada la ‘unofficinal official speaker’ temporal para conducir el planeta hacia la nueva wiki-era. La primera medida, tomada por consenso entre millones de asambleas, fue la confiscación de todos los fondos de los paraísos fiscales para crear un nuevo fondo de economía colaborativa global.

(continuará…)

De las redes a las calle (edición Brasil)

Quiero compartir un detalle de las recientes elecciones municipales de Brasil (pasado domingo) que ha sido ignorado, como era previsible, por las principales marcas informativas. Un hecho casi marginado por los grupos mediáticos de Brasil y por los corresponsales internacionales. Intentaré explicar y contextualizar brevemente de una manera muy simple lo que ha ocurrido alrededor de un hashtag de Twitter: #AmorSimRussomanoNão. Y cómo un grupo de personas de São Paulo ha articulado un movimiento en las redes, ha ocupado el espacio público y ha influido notablemente en la caída del que era el favorito en todas las encuestas: el radical y populista evangelista Celso Russomano.

La situación era verdaderamente alarmante para la izquierda y los movimientos sociales. En agosto, el candidato del derechista Partido Republicano Brasileiro (PRB) llegó a tener más de un 40% de las intenciones de votos en el primer turno. Además, el candidato conservador José Serra, mal llamado socialdemócrata por los corresponsales extranjeros, estaba en segundo lugar en las encuestas. El candidato de la izquierda, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), aparecía en último lugar. El formato broadcast del pasado – debates televisivos, mítines políticos, publicidad en medios – funcionaba a todo tren. Y beneficiaba a la derecha. Pero poco a poco, la red empezó a hacer un peculiar contrapeso.

Primero, el periodista Lino Bocchini, comenzó a realizar debates paralelos a los oficiales de los candidatos en la Pos.Tv, un canal que emite programas en streaming con una intensa vida paralela en redes sociales. El hackeo de los mensajes políticos oficiales estaba en marcha. Poco a poco, un grupo de periodistas, agentes culturales, colectivos y activistas fue dando forma a un frente popular contra el candidato favorito, Celso Russomano. Nació el hashgtag de Twitter, #AmorSimRussomanoNão (amor sí, Russomano no). Y se convocó un evento desde Facebook para ocupar pacíficamente la plaza Roosevelt, en el centro de São Paulo, durante la noche del viernes 5 de octubre. Se lanzó un mensaje contra Russoano: «Demagogo, sin propuestas, construido con sensacionalismo de la TV, proyectado por la Igresia Universal del Reino de Dios, visiblemente incapaz de gobernar. La ascensión de este sujeto es el síntoma terminal de la decadencia política de la cidade». Y se dio una consigna: «ven de rosa», en alusión a la declarada homofobia de Russomano. La apuesta era grande. Los riesgos muchos. ¿Y si la campaña beneficia a José Serra y el candidato de izquierda se quedaba fuera del segundo turno?

Y para suerte de todos,  Facebook prohibió el evento. Y automáticamente nacieron cien eventos, replicados, remezclados, distribuidamente. La creatividad alrededor del cartel original se desató (ver inicio de esta entrada). La prohibición generó otro grito: crea tu bloco (formato callejero de los carnavales). Y todas las causas – feministas, ciclistas, ecologistas, culturetas varios, libre pensadores, hacktivistas, artistas… – se subieron al bloco libre del #AmorSimRussomanoNão. El asunto se convirtió en Trending Topic en Twitter. Todo el mundo estaba hablando de la manifestación de la plaza Roosevelt. Y Facebook tuvo que dar marcha atrás. Da igual que no lo hubiera hecho: la ocupación de la plaza iba a pasar aunque los políticos y Facebook se opusieran.

Durante la celebración del pasado viernes llovió. La luz fue cortada deliberadamente. Se prohibió hasta la venta de comida. La clase política se blindó e intentó boicotear el evento. Despreció, una vez más, a las redes. Pero la multitud conectada, de las redes a la calle, ocupó la plaza. Triunfó. Convirtió la plaza en una plataforma. En una ágora glocal. La plaza fue el epicentro de un grito de un nuevo lobby ciudadano expandido por toda la ciudad de São Paulo. Triunfó el ludismo, el ARTivismo, la imaginación, la rebeldía, la inteligencia colectiva. Aquí una buena crítica de la periodista inglesa Clair Rigby (Time Out São Paulo), sobre la fiesta. Aquí un vídeo del evento, de la multitud de microeventos.

Facebook hundió a Russomano. Y José Serra y Fernando Haddad disputarán el segundo turno de las elecciones. Cierto: hubo muchos factores para que Russomano se quedase fuera. Pero el movimiento ciudadano de la plaza Roosevelt y las redes influyó. Se pueden hacer algunas críticas (constructivas, claro) al fenómeno #AmorSimRussomanoNão. Apenas se utilizaron redes propietarias, principalmente Facebook; fue meramente antagonista contra un candidato; no cuestionó el actual sistema democrático brasileño, corrupto, deformado y poco participativo; no creo ningún prototipo político al margen de los existentes; fue un fenómeno esencialmente partidista (desde la contra). Algunos grupos, también presentes en Río de Janeiro, no tuvieron coraje de hacer lo mismo contra el derechista Eduardo Paes que está sembrando Río de Janeiro de desahucios y especulación y ganó sobradamente en el primer turno.

Pero hay que reconocer su éxito. Su frescura. Su nuevo camino de conexiones. Es inevitable encontrar similitudes con algunas estrategias y prácticas de la global revolution o de movimientos como el 15M, Occupy o YoSoy132. El flujo de las redes a la calle no tiene vuelta atrás, por mucho que algunos políticos pretendan criminalizarlo. La expansión de memes e imágenes de alto impacto simbólico (toda la cartelería generada por los movimientos) influye cada vez más sobre los resultados electorales. Las redes equilibran las estrategias verticales y manipuladoras de los partidos políticos. Y una buena acción en red puede desbaratar una inversión millonaria del poder y desenmascarar las construcciones del marketing político, cada vez más patéticas. #AmorSimRussomanoNão, además, ha conseguido un objetivo concreto: parar los pies a un candidato simplemente impresentable. Y puede ser muy inspirador para elecciones locales, regionales o nacionales de los próximos meses en varios países.

La batalla, en São Paulo y en el mundo, continúa. El evento contra el derechista José Serra ya está convocado para el próximo día 26 de octubre, en la misma plaza. El hashtag-grito es #FaçaAmorNãoFaçaSerra (un juego de palabras con el «haz el amor y no la guerra»). Se sugiere ir de negro. Todos de luto para luchar contra un candidato gris.

 

La revolución cabe en una #15Mpedia

Cuando supe que nacía 15M.cc, un proyecto transmedia y colaborativo para documentar lo que el movimiento 15M supone para España y el mundo, no lo dude un minuto: escribí a sus promotores para sumarme al proyecto. Tomé un café con Stéphane Grueso y Patricia Horrillo muy cerquita de la Puerta del Sol, en octubre de 2011. Todo lo que me explicaron entonces me entusiasmó: un proyecto colaborativo y distribuido de documental y libro, donde todo el material iba a tener licencia #copyleft y donde las aportaciones de cada persona se iban a remezclar después. Inteligencia colectiva remix, vaya. Creo que ni ellos sospechaban entonces que el proyecto 15M.cc iba a evolucionar tanto y a tener tantos forks (bifurcaciones en jerga de programadores de software libre).

El 15M.cc se ha convertido en un paraguas. Por un lado, se ha dividido en  proyectos hiperlocales, Madrid15M.cc, Málaga15M.cc y Sevilla15M.cc . Por otro, ha nacido Audio15M.cc, como un proyecto que recopilará podcast de las entrevistas del documental y otros paisajes sonoros. La estrategia elegida tiene mucho de diseño bottom up: ir completando partes que encajen en un sistema mayor. Y eso puzzle completo que incluye todas las partes no es otro que la 15Mpedia y el Wikilibro. La 15Mpedia, que ha sido desarrollado por Emilio J. Rodríguez-Posada (@emijrp) y Miguel Ángel Ramírez (@maggiko),  es un fantástico wiki en el que cualquier persona puede aportar su memoria, conocimiento e ideas sobre todo el entorno 15M. De momento, el enjambre ciudadano ya ha editado 629 artículos. De las plataformas que propiciaron la manifestación del 15 de mayo de 2011 a las acampadas, pasando por teoría política, hacktivismo, conceptos o medios de comunicación, todo cabe en la 15MPedia.

El Wikilibro es una mutación natural del libro colaborativo inicial que iba a ser escrito en red y remezclado por Patricia Horrillo. Pretende distanciarse un poco de la realidad de Madrid (epicentro de la revuelta-movimiento) para aportar un contexto y paisaje mayores. Arranca en el apartado Pasado con Historia y contexto de las revoluciones y movimientos sociales y llega hasta el Futuro con Desarrollo político. Yo estoy dentro del grupo de correo del Wikilibro y haré mis aportaciones en cuanto pueda. Cualquiera puede editar las plantillas y participar aquí.

El documental 15M.cc coordinado por Stéphane Grueso quizá sea el brazo del proyecto que más fiel se ha mantenido a su idea inicial.  Las entrevistas audiovisuales realizadas las van subiendo al apartado Conversaciones y a You Tube. Cualquier persona puede usarlas cómo y para lo que quiera, si se ajusta a la licencia Creative Commons del proyecto. Me parece interesante el concepto de proceso: habrá gente que esté viendo las conversaciones pero que nunca vea el resultado final. También me gusta el hecho de que Stéphane esté dialogando en la red para editar el documental. Y también que 15M.cc haya buscado a la clase política para entrevistar a algunas personas. Entre otras cosas porque las condiciones son claras: tú te sientas, nosotros preguntamos. Nada de preguntas pactadas, nada de control. El político que no acepte la invitación queda, además, perfectamente retratado como alguien que no se relaciona con los ciudadanos.

Por todo ello, 15M.cc merece nuestro aplauso y nuestra participación en esta recta final.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

 

#Acampadacongreso en diez tweets

#Acampadacongreso y #Graciasfuncionarios han sido dos de los asuntos más comentados del día en Twitter en España. Los funcionarios públicos – incluídos policías o guardías civiles – se han echado a la calle para protestar contra los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. Al final no se ha producido la acampada anunciada. Así ha contado 20 Minutos este fork (bifurcación) no previsto de la Spanish Revolution. ¿Y si los funcionarios deciden parar el país y tumbar el Gobierno cruzándose de brazos? A estas alturas, todo es posible. Y ya hay un plan para ocupar el congreso el próximo día 25 de septiembre. Me limito a recopilar diez tweets de la jornada. Los ciudadanos que han estado en la puerta del Congreso han informado mejor que medios como La Razón, que no incluyó ningún texto o imagen en su edición digital.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

#24H, mi nuevo libro remix


#24H, mi última creación, ya está para todos aquellos que quieran usar el  sistema Pay with a tweet. Basta tuitear desde este link para conseguir la primera parte de #24H en formato PDF interactivo. Mañana, pondremos todo el libro entero a golpe de tweet.  Paulatinamente iremos ocupando formatos, plataformas digitales, papel. Hemos llamado a la estrategia ‘occupy plataformas’.

Presento #24H el día 16 de mayo en Madrid (Matadero,Paseo de la Chopera, 14, en la Offficina, 19.30 horas) con una conversación entre Virginia Pérez Alonso (directora de 20 Minutos.es), Pepe Cervera (periodista), Stéphane Grueso (cineasta, activista), el colectivo Zuloark y yo. En Barcelona, lo presento el día 23 de mayo (ZZZINC, Sant Vicenç 33, 19.00 horas) en una conversación entre José Luis de Vicente (investigador cultural, net-thinker) y yo. A todo esto, creo que #24H no es un libro. Como no sé exactamente lo que es, insinúo algunas posibilidades (así es la nota de prensa que he enviado a los medios).

#24H es un blog off line. El (casi) autor comenzó a garabatear lo que hoy llamamos #24H en el año 2007 en un documento de texto.  El formato emulaba un blog: una entrada, comentarios ordenados linealmente. El (casi) autor, entonces, estaba interesado en la realidad virtual, en Second Life, en las narraciones distribuidas de la red, en la ciberpolítica. Durante la Primavera Árabe retomó la escritura frenéticamente. Algunos de los garabatos de 2007 estaban sucediendo. Tras la explosión del 15M español, el (casi) autor continuó escribiendo el blog off line hasta completar 24 horas de linealidad. El blog-libro-relato recrea 24 horas, entre el 16 y 17 de mayo de 2011, en un planeta llamado Internet, justo antes de que la Puerta del Sol de Madrid se llenase de “Indignados”.

#24H es una trampa. Recrear linealmente un día en el siglo XXI es una osadía (una trampa). El tiempo es una sustancia fragmentada, deterrioralizada, cóncava, convexa. Un día en You tube tiene 50.400 horas de vídeo. 2.100 días caben en un día. 70 meses, en 24 horas. #24H tiene links, ecos del pasado, tweets que circulan, salidas, túneles, lectores que se refugian en chats paralelos. El flujo del blog es una trampa.

#24H es un edificio deconstruible. Cualquier lector puede deconstruir #24H. Puede leerlo de principio a fin. Pero también de forma oblicua. Puede eliminar una parte. Puede imprimir partes del libro gracias a un sistema de etiquetas. Existen tantos libros como lectores.

#24H es un relato coral. Las musas no han escrito #24H. La inspiración no es exclusivamente el alimento creativo de su (tal vez) autor. La escritura se basa en otros relatos, en otras inspiraciones. #24H forma parte del torrente de la historia.  Aunque buena parte es un libro de ficción, en sus líneas hay referencias, citas, realidades, tweets reales, pedazos de blogs. #24H es más un collage que un cuadro. Además, el autor colgó pedazos de #24H en su blog Alfacentauro.info e incorporó comentarios de sus usuarios en el río / relato.

#24H es un palco. Cualquier puede subirse a #24H, gritar, llorar o reir. También, cualquiera puede subir y limitarse a escuchar al público sin pronunciar una palabra.

#24H es remezclable. Cualquier lector puede descuartizar #24H, podarlo, rescribirlo. La licencia Creative Commons lo permite. El autor y la editorial creen en la creación colectiva. El remix es deseable. #24H es un código fuente. Cualquier puede mejorarlo igual que hacen los programadores de software libre o los Djs. Por eso existirá (en breve) una sala de remezclas para los DJ de palabras.

#24H es una caja de herramientas. Cada palabra puede ser un tornillo o una tuerca que encaje en otros lugares. Cada párrafo puede ser un alicate que transforme otra pieza en algo diferente. Cada página  puede ser un clavo que sostenga una estructura mayor.

#24H es un laboratorio de mercado. #24H es una cobaya voluntaria del mundo editorial. Pretende iluminar un camino. Vendiendo #24H a 1,99 euros en formato digital, el autor y editorial desean probar que hay otras fórmulas editoriales al margen de las fábricas de best seller. También quieren probar que liberar la copia sin fines lucrativos incide positivamente en el autor, editorial y obra.  Y que Internet es el mejor aliado (no enemigo) de la cultura.

#24H es un cajón de sastre. Los lectores de #24H (el blog) meditan sobre la crisis, las hipotecas, el capitalismo que “proyecta logos sobre la luna”, las ciudades patrocinadas, la corrupción, Internet y una clase política desprestigiada. En #24H conviven el movimiento hacktivista Anonymous con el subcomandante Marcos; Italo Calvino con la Bruja Avería; pensadores como Félix Guattari, Manuel Castells o Hakim Bey con Mortadelo y Filemón; Democracia Real Ya con Pancho Villa; Naomi Klein con Leo Bassi; el Manifiesto Cyborg de Donna Haraway con Karl Marx; Einstein y los sonidos bastardos de las favelas de Río de Janeiro. Desamor, frustración, copyleft, utopías, cibermovimientos, contrapublicidad, Djs mash up, sueños, especulación, cartografías subjetivas, Twitter, neo-realismo mágico, wikiplazas, ciberpunk, volcanes en erupción. Y una Europa que se desmorona.

#24H es el inicio de una era. Más que un día en la tierra, con Madrid y la incipiente Spanishrevolution al otro lado de la ventana/frame, #24H es un espejo tuerto, empañado y crítico en el que se refleja el mundo, toda una época. #24H es apenas la primera línea de una nueva era que se precipita hacia un futuro misterioso, vibrante e imprevisible.