De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

Archivo de febrero, 2013

LoopHole4All, paraísos fiscales al alcance del 99%

El artista italiano Paolo Cirio vuelve a la carga. Tras haber trasladado miles de perfiles de Facebook a una plataforma de software libre (Face to Facebook) o denunciar la política de Google Street View con una exposición analógica y digital (Street Ghost), el artista-hacker regresa con un proyecto que pone en tela de juicio una de las causas de la actual crisis económica: los paraísos fiscales. Paolo Cirio, con el proyecto LoopHole4All, ha secuestrado miles de perfiles de empresas de las islas Caimán. Y ha puesto los registros de las mismas a disposición de todo el mundo. A partir de 99 centavos de dólar, cualquier ciudadano puede comprar en el papel una empresa offshore (registrada en otro país diferente al de residencia).

Cirio, tras conseguir el listado de empresas de las Islas Caimán, secuestró sus perfiles. Y colocó su propia dirección en los mismos. Después, comenzó a vender en Internet los certificados de las empresas. Loophole4All.com, según el site oficial de Paolo Cirio, es un «servicio para democratizar los negocios offshore». Un proyecto que «empodera», pues así cualquier persona «podrá evadir impuestos, esconder dinero y deudas». Lo que antes era un privilegio de las élites, ahora está al alcance de todos. A pesar de que los certificados puedan no ser reconocidos por las autoridades monetarias, el proyecto está teniendo un fuerte imapcto simbólico. Paolo ya tiene una exposición virtual con los certificados fake emitidos en las Islas Caimán y en Londres

En los últimos tiempos, el hacktivismo está comenzando a apuntar a objetivos financieros más concretos. El colectivo catalán Derivart, responsables de proyectos como El Burbujómetro o CasasTristes.org, es uno de los más activos al respecto. Por otro lado, el colectivo RYBN lanzó recientemente su algoritmo ADM8 en los mercados de valores para realizar transacciones especulativas en milisegundos. En la plataforma DynDy.net hacen un buen repaso a algunos proyectos alrededor de hacktivismo financiero.  Sin lugar a dudas, un trabajo artístico de algún colectivo hacker sobre las cuentas en Suiza de Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, puede llegar a tener más impacto que una investigación judicial.

Almodóvar MixTape, una remezcla de cine

Eclectic Method – Almodóvar Mixtape from Eclectic Method on Vimeo.

Almodóvar remixed. Amodóvar reloaded. Almodóvar remezclado, mutilado, crecido. Almodóvar Mixtape es un trabajo del colectivo Eclectic Method, uno de los más conocidos en esta vieja-nueva disciplina del remix. Es una remezcla que despedaza el universo de Almodóvar con buen gusto, puntería y un buen pellizco de admiración. Eclectic Method aborda Almodóvar con una mirada propia: con un estilo personal que fusiona el lenguaje televisivo, la estética del video-clip y el cine. Eclectic Method, en sus propias palabras es «música, comunicación y cultura pop, convertido todo en una fiesta gigante».

La remezcla está en el borde de la ilegalidad. La industria cultural y el lobby del copyright no sólo rechaza, sino que desprecia cualquier tipo de remix. De hecho, hace diez años, cuando nació Eclectic Method la industria de los derechos de autor persiguió al colectivo hasta la saciedad. Algunas de las persecuciones contra los remixers aparecen en el documental Copyright Criminals (el trailer y las remezclas de imágenes son de Eclectic Method). Carambolas de la historia, artistas como U2 o  Fatboy Slim acabaron solicitando los servicios de Eclectic Method. Y el mundo mediático entronó al colectivo. Dj Magazine les llamó los «reyes del remix» y Wired les calificó, simple y llanamente, el  «futuro».

Recomiendo la lectura del libro Código fuente: la remezcla, editado con licencia libre por el colectivo sevillano Zemos98. Os dejo con un extracto de un texto de Felipe G. Gil, de Zemos98. Y con otra joyita audiovisual de Eclectic Method, la Tarantino Mixtape, al final de la entrada.

«El código fuente es un conjunto de líneas de texto que son las instrucciones que debe seguir una computadora para ejecutar un programa. Compartir el código fuente es la base del software libre. Y la cultura implica dos cuestiones básicas con respecto a esto: por un lado, asumir que «toda obra intelectual es derivada» (Lawrence Liang); es decir, que nuestra noción de creatividad está sujeta a una serie de convenciones que habría cuestionar, que hay que reconstituir nuestra noción sobre el origen de las ideas y que debemos exigir una reformulación de las actuales leyes del copyright así como de los modelos de negocio de las grandes industrias culturales; y por otro lado, defender la idea de la cultura como un palimpsesto infinito, del arte como un juego entre todos los seres de todas las épocas y de la remezcla como un sistema operativo transversal que afecta a los procesos educativos y comunicativos»

The Tarantino Mixtape from Eclectic Method on Vimeo.

Diez tuits sobre el Día Mundial de los Datos Abiertos

Datos abiertos como condición de la transparencia. Datos abiertos como garantía de acceso al conocimiento. Datos abiertos como una puerta abierta a la innovación. Datos abierto como un primer paso hacia el gobierno abierto. Datos abiertos como un activador de la inteligencia colectiva en entornos urbanos. Seis redondas, poética e inspiradores. Pero la realidad es algo más prosaica. Y que existan datos abiertos, especialmente en la política, no significa que vaya a existir una sociedad abierta. Mucho menos un Gobierno abierto, que implica co-creación de políticas, la colaboración y la participación. Vale la pena leer el texto La promesa del open data y la ambigüedad actual del concepto de Gobierno abierto, de Mauricio Delfin.

Aunque el concepto de open data – datos abiertos en español – no garantiza ninguna de las realidades incluídas en las «seis frases redondas», son un paso necesario e inevitable en la nueva sociedad red. Por eso todavía sigue siendo necesario el Día Mundial de los Datos Abiertos, celebrado cada 23 de febrero (hoy). La muerte del activista Aaron Swartz y el espontáneo movimiento #PDFTribute (que liberó publicaciones académicas de todo el mundo con formatos y licencias libres) mostró que los datos abiertos son más actitud que tecnología. Mientras el Gobierno del Partido Popular intenta aprobar una descafeinada ley de transparencia en España que deja al margen a la Monarquía y a los partidos políticos, entre otras cosas, el mundo se mueve. El futuro tendrá #DatosAbiertos o no será.

Recomiendo leer en Twitter lo que está pasando en las etiquetas #OpenDataDay, #DatosAbiertos y #OpenData. Para los que no tengan demasiado tiempo, no usen Twitter y/o confíen en este blog, he escogido este Diez tuits sobre  el Día Mundial de los Datos Abiertos (con algunos que he encontrado sin hashgtag o con fechas anteriores).

 

 

 

 

 

 

 

The Pirate Bay, la innovación que debería haber creado la industria del copyright

Una confesión para empezar este post: recordar la primera vez que intercambié un archivo musical con un programa P2P me pone la piel de gallina. El programa se llamaba Napster, corría el año 2.000 y yo escribía entre otras cosas, sobre tecnología. Intercambio archivos desde entonces. Abrí mis carpetas y mi corazón a todos ellos que compartían sus archivos conmigo, aprendiendo esa nueva «ética» generosa de la red. Descubrí músicas – y cultura en general – a las que antes no tenía acceso. Escribí sobre mis descubrimientos en medios de todo el mundo, en mi blog personal. Hable de mis hallazgos en filas de panaderías, foros periodísticos o manifestaciones. Y seguí comprando música. Hoy en día, compro menos en formato físico (Cd). Pero compro. Compro libros y música. Me encanta el papel. ¡Ójala siempre existan libros de papel! Amo las portadas y libretos bien hechos de los Cds. Pero escucho mucha música en streaming. Veo muchas películas online. Y leo más libros en formato digital que en papel. Me niego a pagar el mismo precio – un precio abusivo – por un producto digital que por su versión analógica.

Trece años después de Napster, la industria del copyright parece no haber entendido nada. Sigue identificando intercambio de archivos con «mafia de la piratería». Por eso, Hollywood, la denominada industria de la cultura y los políticos en general deberían ver el recién estrenado documental The Pirate Bay – Away From Keyboard. El mundo debería ver este documental por muchas razones. La primera, porque consiguió la financiación del documental en la plataforma de crowdfunding KickStarter. La segunda, porque poco después de ser exhibido en el Festival de Berlín el documental ya está online con licencia libre. Pero sobre todo, The Pirate Bay – Away From Keyboard explica el gran choque de dos mundos: el viejo mundo basado en productos físicos y la propiedad cerrada; y el nuevo mundo basado, en el intercambio en red y la apertura.

A través del día a día de Peter Sunde, Fredrik Neij y Gottfired Svartholm, los suecos que fundaron The Pirate Bay, el documental nos descubre las contradicciones y limitaciones de la industria del copyright. Es entrañable, queridos amigos, ver cómo un joven le explica a un juez que «no decimos IRL (in real life, en la vida real) sino AFK (away from keywords, lejos de los teclados) porque «creemos que internet también es real». Es divertido (y muy surrealista) que tres jóvenes tengan que decir a las fuerzas de seguridad estadounidenses y suecas que The Pirate Bay no tiene oficinas ni empleados contratados, pues apenas son «amigos que hablan en un chat». Roza el absurdo que estos jóvenes tengan que explicar que el site The Pirate Bay no contiene archivos físicos, que no controlan su contenido y que apenas están mediando entre usuarios que comparten archivos vía el protocolo BitTorrent.

Ahora toca justificar el titular: Pirate Bay, la innovación que debería haber creado la industria. Sí, queridos inspectores de la SGAE, especuladores del plástico/celulosa y ministros de Cultura de la Edad de Piedra, la industria cultural debería haber creado una plataforma parecida a The Pirate Bay. Una plataforma de diálogo alrededor de la cultura, una plataforma abierta de encuentro, de intercambio, una plataforma masiva que generase ingresos publicitarios para distribuir entre los autores. Más todavía: la industria debería haber inventado una plataforma de envío de archivos pesados como la demonizada MegaUpLoad  y haber repartido los dividendos de las cuentas premium (envíos más pesados) entre los autores.

En lugar de poner puertas al campo y de aplicar el modelo de distribución del ya remoto siglo pasado, la industria debería haber inventado tecnologías para disfrutar de la cultura en streaming sin por ello renunciar del todo a los formatos físicos. La industria debería haber inventado hace muchos años servicios como SpotifyDeezerDhingana o Saavn. El Imperio del Plástico y del Celuloide Comercial- cuya decadente capital sigue siendo la #PostMetrópolis de Los Ángeles- debería haber creado una plataforma como Flattr, micro mecenazgo para compensar a autores con lógica de red. Pero, oh wait, el innovador Flattr es una iniciativa de Peter  Sunde, ese temible líder de la piratería mundial que fundó The Pirate Bay.

Por todo ello, The Pirate Bay – Away From Keyboard es un documental necesario. Velo con tus padres. Explícaselo a tu abuela. La música en streaming todavía no ha solucionado el agujero de la remuneración de los autores (pero el copyright mucho menos). El crowdfunding en sí mismo no va a solucionar el dilema. Pero quedarse parado en medio de la revolución digital, intentando hacer las cosas como se empezó a hacer tras la crisis mundial de 1929, es un gravísimo error. Además, como suele argumentar Richard Stallman, equiparar «piratería» a «intercambio de archivos», el «asalto de un barco corsario» con «ayudar a tu vecino», es una de las mayores hipocresías de las historia.

Remix the commons (Remezclando el procomún)

Define the Commons from Remix the Commons on Vimeo.

Documenta el procomún. Remezcla el procomún. Comunícalo. Compártelo. Así de sencilla es la filosofía de Remix the Commons, que podríamos traducir como ‘Remezcla el procomún’. Remix the commons, una heterogénea iniciativa canadiense en la que coinciden instituciones, colectivos, pensadores y activistas, tiene un objetivo principal: explicar de una forma multimedia y fresca al conjunto de la sociedad qué es el procomún (commons en inglés, le bien commun en francés). Y para ello han creado una interesante estrategia multiplataforma donde personas de todo el mundo participan en red de una forma no jerárquica en la creación de contenidos.

El epicentro de Remix the Commons es su wiki. En ellas podemos leer, por ejemplo, la definición del proyecto: «Remix The Commons es un espacio narrativo común de colaboración multimedia. Remix the commons tiene como objetivo aumentar el poder de los ciudadanos para actuar en la propiedad creativa y colaborativa del concepto y prácticas del procomún desde una perspectiva intercultural». La documentación multimedia y el remix – según su wiki – «implican un proceso de (re) apropiación de bienes comunes del conocimiento. Nuestro objetivo es ayudar a definir el bien común, facilitando el intercambio de documentos e ideas, ilustraciones y prácticas, en torno a este tema». En la misma wiki, en su apartado de vídeos, está documentado todo el proceso de elaboración y las entrevistas sueltas que conforman el vídeo que abre esta entrada.

Otros espacios de diálogo de Remix the Commons son una lista abierta de correos y un blog donde se comparte todo el contenido creado. Además, Remix the Commons está incentivando la denominada Escuela de los Comunes, conectada ya con otras experiencias similares, como la Escuela de los Comunes de Barcelona. En un momento en el neoliberalismo parece agotado y los bienes comunes cotizan al alza en los movimientos en red, explicar de una forma divulgativa qué es el ‘procomún’ es algo primordial. Los medios masivos no suelen darle demasiada importancia al creciente movimiento procomunero. Ni siquiera en España, donde existen espacios/proyectos tan consolidados como el Laboratorio del Procomún del MediaLab Prado o incipientes como la Fundación de los Comunes. La traducción para una buena parte de la sociedad del concepto ‘procomún’ como algo que va más allá de lo público, algo que es todos y de nadie al mismo tiempo, sigue siendo necesaria.

Por todo ello, concluyo esta entrada con una definición del site de Remix the Commons y con un vídeo del sociólogo Antonio LaFuente, ¿Qué es el procomún?. 

«Hablamos de los «bienes comunes» cada vez que una comunidad de personas que se unen por el mismo deseo de cuidar de un recurso colectivo o crear uno y se auto-organiza de manera participativa y democrática para ponerse al servicio del interés general. El agua, el aire, los bosques, los océanos y otros recursos naturales, un idioma, un paisaje, un obra o un edificio pasan así a ser de dominio público«.

 

Razones para leer ‘El kit de la lucha en Internet’

Captura de pantalla 2013-02-14 a la(s) 18.05.23

 

Existen libros escritos para especialistas que nunca llegan al gran público. Existen libros divulgativos orientados a todos los públicos que nunca son tomados en serio por la academia o los eruditos. Y existe un tipo de libro, una pieza rara en el mundo editorial actual, que deja boquiabiertos a todos los públicos. Este es el caso de El kit de la lucha en Internet, de Marga Padilla, recientemente publicado por Traficantes de Sueños con licencia Creative Commons, una verdadera obra maestra que aborda la mutación y convulsión que está viviendo la sociedad tras la llegada de Internet.

Ameno y profundo, leve e incisivo, simple pero complejo, redondo pero lleno de recovecos, práctico pero sugerente. El kit de la lucha en Internet es un libro camaleónico, resbaladizo y altamente impactante. Y explica como pocos por qué Internet, el software libre, la conexión entre personas y las herramientas digitales están haciendo tambalearse el mundo. Las viejas estructuras políticas, mediáticas y culturales se hunden por no haber entendido algunos de los conceptos que toca Marga Padilla en El kit de la lucha en Internet. De transparencia a recursividad, de copyleft a paradigmas de red, de auto organización a identidad colectiva, de clickactivismo al movimiento 15M, el texto de Marga Padilla es una especie de abecedario elemental de una nueva era. Sin embargo, la simplicidad del relato esconde una doble lectura, una capa de profundidad y análisis deslumbrante.

Marga explica, por ejemplo, cómo un discurso genérico simple, la lucha por las libertades digitales, unió a Wikileaks (organización basada en la transparencia y en el liderato de Julian Assange) y a Anonymous (colectivo basado en la ambigüedad, la distribución y el anonimato). Especialmente brillante es el trecho en el que Marga explica por qué Wikileaks ha pillado a contrapié a medios de contra información como Nodo50, Kaos en la Red, Rebelión o Insurgente. Wikileaks ofrece toda la información en bruto. Transparencia total. El periodismo de análisis, el opinólogo, ya sea informador o contrainformador, se queda fuera de juego: «El periodista ya no es necesario y por lo tanto ha de ser eliminado, en aras de la transparencia, no hay lugar para la opinión» (una frase recogida en el libro que no es de Marga).

Marga Padilla insiste en un concepto que deambula por todo el libro, el de ‘dispositivo inacabado’. Wikileaks como un dispositivo inacabado, como una herramienta que cada uno termina como quiere. Xmailer, un dispositivo lanzado por el colectivo Hacktivistas que permitía enviar un mensaje a una lista de destinatarios múltiples, como un dispositivo inacabado. Y es que Marga, con paciencia y puntería, va desmantelando todos los clichés del mercado y los Gobiernos contra la cultura libre, contra la red de redes, contra la revolución tecnológica. Marga nos pone cara a cara a un nuevo mundo. Nos presenta una nueva realidad de bienes inmateriales compartidos hasta el infinito. Una nueva esfera público-privada de cuartos conectados (a Internet). Una nuevo mundo autogobernado, rizomático, fascinante, moldeado por un nuevo crisol de identidades colectivas. Marga nos ofrece un jugoso aperitivo de un cocktail llamado La libertad en la era red. Libertad cercada, machacada, perseguida, sí. Pero libertad invencible. Cuestión de tiempo.

Por todo lo anterior, y por mucho más, El kit de la lucha en Internet debería ser de obligada lectura en colegios, hemiciclos políticos, plazas, parques, comisarías, parqués de bolsas de valores, agencias de rating…. Para concluir, nada mejor que una metacita, un fragmento de Un cuarto propio conectado, de Remedios Zafra, que aprece en el libro:

«Los cambios de los que estoy hablando tratan sobre nuestros días conectados a Internet. No se caen torres, no hay rugido de la banca, no hay guerras de petróleo ni muertes físicas. No hay una imagen épica que simbolice el cambio al que aludo. Es como una gota sobre una piedra. Es como la acción de los universos simbólicos sobre los cuerpos. Lenta, pero crucial».

El Kit de la lucha en Internet. Precio papel: 6 euros. Descarga libre en formato PDF. Twitter de Marga Padilla:  @cien_margaritas 

El rap de la permacultura

PANG feat. MonkeyMixLes potes à Jé”. Así se titula este sugerente videoclip  que Pangy Pang y  Monkey Mix han realizado en conjunto con el colectivo de Bruselas Potagers Urbains. La canción pretende divulgar la permacultura – un concepto que aúna cuidado de la tierra, de personas, sostenibilidad, ética y formación de redes – con una estrategia viral. De hecho, Potagers Urbains, algo así como ‘hortelanos urbanos’, es una plataforma que mapea experiencias alrededor de la permacultura, conecta personas e iniciativas y comparte metodologías».

La letra de Les potes à Jé es un auténtico manifiestoDada su imperfección, apenas incluyo unas frases del traductor  automático del navegador Google Chrome. Quizá sería interesante que alguien subtitule el videoclip en español. Tal vez, incluso alguien se anime a replicar-remezclar la experiencia en España o América Latina.

«El único límite a su producción, amigo / no, no es el sitio / es tu propia imaginación / Entonces, construye enlaces, interconexiones  y verás todo lo que viene, y profusamente / No hay pesticidas o fertilizantes químicos, no jay tractor / Nadie aquí tiene asnos»

Presión vía fax para que el mundo no reconozca al Gobierno de España

Captura de pantalla 2013-02-11 a la(s) 10.12.02

De la desobediencia civil a la guerra diplomática. De la lucha interna contra los recortes del Gobierno de Rajoy a una campaña internacional. El colectivo eXlandia, ante la acelerada deslegitimación del Gobierno español, ha dado una vuelta de tuerca al denominado ciberactivismo. Y han lanzado una campaña en oiga.me, «plataforma libre de movilización ciudadana», para inundar de faxes las embajadas y organismos internacionales con presencia en España. La campaña, titulada, Solicita a los representantes de países extranjeros y organismos internacionales que dejen de reconocer al Gobierno de España, utiliza el nuevo módulo habilitado por el equipo de Oiga.me que permite que el mensaje llegue a un número elevado de faxes.

En la campaña de eXlandia han sido elegidos todos los números de fax de las embajadas y el de organismos internacionales con representación en España, de la Comisión Europea a la UNESCO, de la FAO a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre un largo etcétera. Cada envío de fax tiene un coste de 0,04 euros. Cada envío completo a todos los números, aproximadamente 5 euros. ¿Y por qué lanzar una campaña diplomática internacional? ¿Por qué una campaña de impacto simbólico y no cuantitativa (envío de miles de mails)? Los miembros de eXlandia, vía correo electrónico, lo justifican así: «Si el gobierno es irrelevante y no nos representa, lo lógico es decírselo a los demás para que dejen de considerarlo un interlocutor válido, no son nadie, su palabra no vale nada, y quien hable con ellos está dialogando con fantoches». El contenido del fax enviado a todos los representantes políticos internacionales con presencia en España denuncia con contundencia «un régimen gobernado por la impunidad judicial, los privilegios de la casta político-financiera y una ley electoral simplemente inaceptable».

eXlandia, en este comunicado que ha sido redactado de forma colaborativa, pone especial hincapié en la corrupción que en los últimos tiempos sacude al Partido Popular (PP), en el poder: «El Gobierno de España está formado por un grupo de políticos corruptos que saquean la riqueza común del país, obedeciendo a poderes financieros e intereses propios». Sin embargo, el comunicado también hace referencia al anterior gobierno. Y centra su crítica en la «devastación a la que nos somete el grupo de personas que se han hecho con el control del régimen». Para eXlandia, el Gobierno de España es «la Marca España, el saqueo, el expolio, el capital especulativo internacional y la corrupción».

Sin embargo, eXpaña, como se comunica en el fax, es otra cosa: «eXpaña no es España. eXpaña es lo que pasa en las calles. eXpaña es una sociedad en red, una nueva ola interclasista de solidaridad. eXpaña es otro mundo en marcha, un nuevo mundo más sostenible, más solidario, más libre, más humano». Por eso, los ciudadanos de eXpaña informan a los representantes políticos del mundo que el Gobierno español es irrelevante y que «para cualquier asunto, pueden ponerse en contacto directamente con los ciudadanos de eXpaña». Encontrarán a los interlocutores legítimos de este país, afirman en el comunicado, «en cada pueblo y en cada ciudad, en las plazas y los parques, en las redes y en las calles».

Además, haciendo mención al movimiento StopDesahucios y a las más de 400 monedas sociales paralelas al euro existentes en el país, el colectivo se pone a disposición del mundo. «Si dejan de reconocer al ilegítimo Gobierno del régimen de España, encontrarán los valores de un nuevo mundo que ya está en marcha. Podemos ayudarles a construirlo juntos. Pondremos las toneladas de innovación social de eXpaña a su entera disposición», matizan en su comunicado. El colectivo eXlandia, según el mail que me han enviado, surgió mientras un grupo de personas pensaba «cuál es el siguiente paso de la spanish revolution». Este grupo de personas reparó que el nuevo mundo deseado ya estaba aconteciendo. «Vimos que ya existe la alternativa, que ya existe esa gente que quiere otra cosa y lo está haciendo», afirman por email. Y por eso empezaron a emitir pasaportes de eXpaña a las personas u organizaciones que con sus acciones están de facto desmarcándose del Gobierno de España. Aquí la lista con todos los pasaportes.

Copyfarleft, más allá del copyleft

copyfarleft

¿Son las licencias libres una alternativa viable al tan criticado copyright? ¿El denominado copyleft – permitir la copia y las obras derivadas de un trabajo- es beneficioso por los autores? Tras la publicación de mi texto Diez años de Creative Commons, en el que defendía la utilidad de dichas licencias, surgieron algunas voces críticas. Desde el Twitter oficial de la plataforma Cultura Libre atacaron de lleno a las licencias Creative Commons basándose en un caso concreto: una fotografía del quincenal Diagonal que el El País utilizó (aquí detalles). David García Aristegui, miembro de la plataforma Cultura Libre argumentaba en un texto en La Marea que la licencia usada por Diagonal (CC by-SA: Creative Commons atribución-compartir igual) «está suponiendo en la práctica el facilitar la apropiación del trabajo ajeno sin remunerar, y sin distinguir entre El País, un partido neonazi o un blogger fan de tu trabajo».

Copyleft, ¿liberación o explotación? Vayamos por partes. La licencia usada por Diagonal, la más abierta de Creative Commons, permite «copiar, distribuir y comunicar nuestros contenidos públicamente; citarlos parcialmente y remezclarlo; Hacer un uso comercial». El País, ciertamente, es libre de pagar a un fotógrafo que ya ha sido remunerado por Diagonal. Pero tiene la obligación de publicar la foto con la misma licencia. Forzar que un diario masivo con copyright use un licencia abierta me sigue pareciendo una buena idea. En casos concretos, además, un colectivo o un free lance pueden llegar a imponer agenda. Así ocurrió en Brasil, cuando el colectivo Fora do Eixo, distribuyendo fotografías con Creative Commons de un evento invisible para la prensa, el festival Baixo Centro de São Paulo, consiguió portadas en todos los grandes medios del país en una edición de domingo.

Sin embargo, si los medios masivos usasen los trabajos licenciados con copyleft para ahorrar presupuesto y así no enviar a sus fotógrafos / periodistas / free lances habituales, estaríamos ante un caso de saqueo del ‘procomún’ en beneficio propio. Si el mundo estuviera compuesto por lo que Zygmunt Bauman denomina ‘comunidades éticas’, regidas por compromisos a largo plazo, no existiría este problema. Si la peer-to-peer production de pequeños productores en red que preconiza Michel Bauwens ya gobernase el planeta, tampoco veríamos estos casos. Mientras llega el momento, una posible solución a esta situación sería usar el CopyFarLeft. Dicha licencia fue propuesta hace unos años por el programador de software libre Dmytri Kleiner en su libro The Telekommunist Manifesto. Dmytri, preocupado sobre cómo el mercado obtiene beneficios del procomún, del movimiento open source y al copyleft, dio forma a una licencia abierta con algunas restricciones de mercado. The Telekommunist Manifesto, donde Dmytri adapta el Manifiesto Comunista de Karl Marx a la era de las redes, incluye algunas de las siguientes ideas:

«Para que el copyleft tenga algún potencial revolucionario debe ser Copyfarleft. Debe insistir en que los trabajadores sean dueños de los medios de producción.

Una licencia copyfarleft debe hacer posible que los productores compartan libremente y que conserven el valor del producto de su trabajo. En otras palabras, los trabajadores deben poder hacer dinero al aplicar su propio trabajo a la propiedad mutual, pero debe ser imposible que los dueños de propiedad privada hagan dinero al utilizar trabajo asalariado.

Así, bajo una licencia copyfarleft, una imprenta cooperativa propiedad de los trabajadores debe poder reproducir, distribuir y modificar el stock común como quiera, pero una compañía editorial privada no podría tener libre acceso».

Las licencias basadas en el Copyfarleft, como la Peer Production License, harían imposible que un diario de El País obtuviese lucro de una fotografía de Diagonal por una sencilla razón: los trabajadores no poseen los medios de producción. El País no está orientado al procomún y está basado en la propiedad privada. Sin embargo, el copyfarleft sí permitiría que la fotografía de Diagonal fuese republicada por La Marea (Madrid) o La Diaria (Montevideo). Creo que el copyleft, en muchas ocasiones, puede ser más útil, incidente y relevante que el copyfarleft. Puede hackear medios masivos e imponer agenda. Sin embargo, el copyfarleft puede ser muy eficiente para parar la explotación del procomún por parte de multinacionales y empresas netamente capitalistas. También es una opción interesante para el hardware abierto: tal vez algunas pequeñas firmas tecnológicas se animen a abrir su código sabiendo que las grandes multinacionales no se aprovecharán de su conocimiento.

Cuatros años de Wallpeople

Wallpeople- Homenaje al ECCE-HOMO

Wall People Barcelona

Captura de pantalla 2013-02-05 a la(s) 12.26.19

Captura de pantalla 2013-02-05 a la(s) 12.25.41

Imágenes (de arriba a abajo). Homenaje al Ecce Homo, Wall People Barcelona, Wall People Berlín, Wall People Buenos Aires. 

De las redes a la calle. Del Do it your self (DIY) al Do it with others (DIWO). Del espacio público como lugar de paso al espacio vivo construido por redes de personas. Del arte como producto de mercado o pieza de museo a la creación compartida al aire libre. Wall People, proyecto que hoy cumple exactamente cuatro años, intuyó como pocas iniciativas las contradicciones y desafíos de la nueva era. No es casualidad que su filosofía se haya expandido como la espuma por todo el mundo: «Wallpeople «defiende la creatividad libre y se sirve de Internet y de sus herramientas digitales para proponer experiencias en la vida real». Y se limita a lanzar una convocatoria. Un día D. Un eje temático. Cualquier persona puede apropiarse de la convocatoria. Hacerla suya. En la última, Express Yourself, participaron treinta ciudades de todo el mundo.

¿Cuál es su secreto? ¿Por qué ha funcionado esta idea tan sencilla? En la definición que Wallpeople hace de sí mismo están algunas claves: «Sus acciones tienen como objetivo la creación de obras callejeras irrepetibles gracias a las aportaciones de todos los participantes. Una de las razones de ser de Wallpeople es devolver el arte a las calles y reivindicar el espacio público como medio de expresión y de interacción ciudadana».

En mi opinión, Wallpeople ha funcionado por motivos muy sencillos. 1) Por la sencillez de su ejecución. 2) Por gritar lúdicamente ese ‘toma la calle’. 3) Por incentivar la creatividad al margen de los paradigmas del mercado. 4) Por que es fácilmente replicable, reapropiable. 5) Porque incentiva la convivencia humana, las redes de afectos. 6) Porque crea un puente intuitivo entre las redes digitales y los territorios.

Podría enumerar muchos más. No creo que haga falta. Que cada uno encuentre los suyos. Acá os dejo con una galería completa de Wallpeople del año 2012. ¡Felicidades Wall People!