De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

Aplicaciones móviles para perderse (sin consumir)

Ciudadano: el mercado tiene la aplicación perfecta para tu teléfono móvil. Imaginemos que se llama The Clever Sense. Y que desde que te la descargas sabes siempre, gracias a un gran sistema de geolocalización, dónde comprar un perfume o dónde cenar. Consumes, luego existes para tu App. Amigo, la sociedad-en-red tiene la aplicación perfecta para ti. Imaginemos que se llama Dérive (deriva). Y que cuando te la descargas en el móvil va sugiriéndote rutas imprevisibles, fortuitas. Dérive ayuda a que te pierdas en la ciudad, a que descubras nuevos rincones/vecinos. La app Dérive, construida con código abierto, tiene apenas un punto de partida,»explorar el espacio urbano de otras formas«. Tras sucesivas pérdidas, cada uno encuentra objetivos y/o metas diferentes. Nuevos paisajes de la psicogeografías.

El mercado tiene un chaparrón de Apps para consumir geolocalizadamente. Pero la sociedad-en-red y la tecnología están haciendo posible que el situacionismo, un movimiento intelectual casi olvidado, resurja del letargo con un buen puñado de Apps. Dicho movimiento, liderado por Guy Debord, incentivaba la creación de nuevas situaciones, «el valor del juego, la vida libremente construida». Su manifiesto era bastante cañero. El principal arma situacionista contra el sistema era el irreverente concepto de deriva. La deriva como mecanismo lúdico-constructivo que despedaza las definiciones clásicas de viaje o paseo. La  deriva como enemigo de la rutina, del orden social.

El norteamericano Mark Shepard, uno de los gurús de la sentient city, es el autor de Serendipitor, otra gran app de deriva que te ayuda a «descubrir algo mientras buscas otra cosa«. Cuando sigues sus instrucciones, te perderás por la ciudad-sorpresa. Harás fotos de un árbol o regalarás una flor a un desconocido. WalkSpace – otra recomendable App- es una opción para los amantes de imprevisibles rutas culturetas. Incentiva, además, que las rutas se compartan on line. Y las relaciones entre personas desconocidas.

El mercado lo tiene claro: la distancia más corta entre dos puntos es una recta (repleta de tiendas y shopping centers). Horacio y La Maga, protagonistas de Rayuela, obra maestra de Julio Cortázar, no se habrían encontrado al azar sobre los puentes del Sena si tuvieran la red social Foursquare (geolocalizada) en sus móviles. Con The Clever Sense sería peor: la Maga compraría compulsivamente en las Galerías Lafayette. Y Rayuela sería un tostón. Con nuestros App para perderse, La Maga derivaría, se liaría con el quiosquero. Horacio descubriría un club de taxidermistas y  se pasaría el resto del libro disecando arañas. Rayuela sería otra cosa. Pero seguiría siendo ese flujo imprevisible,  laberíntico, rabiosamente vivo.

Por eso, la sociedad-en-red huye de rectas predeterminadas : busca la curva, las divagaciones sin consumo, nuevos hilos de relaciones, la urbe instantánea. La ciudad desnuda que Debord regaló a los psicogeógrafos. Y eso no tiene precio.


												
					

9 comentarios

  1. El destino del «mercado» es que el software libre se coma con patatas al otro. A la larga es lo que sucederá. Cuanto más avanza la tecnología, menos se necesita para crear.

    Todos los secretos para seducir mujeres clickando sobre mi nombre. Hoy un especial sobre el desamor.

    13 diciembre 2011 | 13:16

  2. Dice ser antonio larrosa

    Hay tantas cosas para hacer, tantos libros para leer , tantos lugares para conocer, tantos inventos para asombrarse , tantas experiencias por vivir que apenas me queda tiempo para escribir … Clica sobre mi nombre

    13 diciembre 2011 | 13:36

  3. Dice ser samsung sucks

    Controlas tú a las Apps o dejas que éllas te controlen ?

    13 diciembre 2011 | 14:06

  4. Dice ser chuscopan

    Soy partidario de que encontrar situaciones alternativas y combatir la rutina se consigue siguiendo el instinto sin estar pendiente de un móvil, ¿de verdad no creeis que puede llegar a ser contraproducente?, sin ánimo de menospreciar el trabajo de nadie.

    13 diciembre 2011 | 14:55

  5. Dice ser iololere

    Tambien es contraproducente ir a misa porque en vez de darte una omilia intentan meterte rollos politicos de por medio, con lo cual en vez de salir feliz y contento, sales cabreadisimo nooooo ?

    13 diciembre 2011 | 15:06

  6. Dice ser sicologo del castin de foolyou

    cuantas mierdas mete la gente en el telefono que es para hablar.

    13 diciembre 2011 | 15:42

  7. codigo-abierto

    Precisamente sicólogo, el teléfono no es sólo para hablar. Se puede comprar, votar, participar en redes. Los nuevos usos de los móviles son la mayor revolución de la última década.

    13 diciembre 2011 | 16:14

  8. Dice ser import3000

    Esto de tener que ir por la calle mirando el móvil, sinceramente, nunca lo he entendido.

    13 diciembre 2011 | 16:33

  9. Dice ser ADA57

    no comprendo como ensalzais el concepto de «perderse» «liberarse» sin tener en cuenta que lo haceis dirigidos por un instrumento electronico. Si de verdad quereis tener la sensación de ir libres y perderse en una ciudad lo primero que hay que hacer es darle una patada al movil y caminar al libre albedrio

    13 diciembre 2011 | 17:30

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