En respuesta a: Cinco razones por las que no creo que el Barça pueda remontar a la Juventus como hizo ante el PSG
- Cierto es que la Juventus no es el PSG y su manera de ver el fútbol tampoco es la misma. Dudo que los de Allegri se metan atrás y dejen el balón a los azulgrana tal y como hicieron los de Emery, que se acojonaron (hablando en plata). Sin embargo, la motivación de los culés es mayor que nunca después del hito conseguido y sabemos de sobra que ocasiones para remontar no faltarán. Como dijo Luis Enrique: «no tenemos nada que perder» y eso ya es una cosa en común con lo que ya sucedió el 8 de marzo.
- El centro del campo azulgrana será clave. Luis Enrique deberá dejar las apuestas arriesgadas para otra ocasión. Sergio Busquets ya está disponible tras cumplir su sanción en Turín. Su presencia, sumada a la de Iniesta, Rakitic o Jordi Alba, será imprescindible. Además, Sergi Roberto también ha hecho muy buenos partidos y podría ser otra opción, incluso en el eje de la defensa, que tendrá que parar a Dybala. No habría que echar mano de jugadores como André Gomes o Denis Suárez, que no están en su mejor momento.
- El árbitro tendrá que hacer su trabajo lo mejor que pueda, es decir, sin favorecer ni perjudicar a nadie. Porque sí, contra el PSG las decisiones arbitrales fueron claves pero el equipo no debe acogerse a que vuelva a suceder. Lo único que pido es que tampoco perjudique.
- Basta de irregularidad. El equipo culé ha hecho una temporada muy irregular y eso se tiene que terminar ya si quieren optar al triplete hasta el final. El partido contra la Juve es una final y hay que afrontarla como tal. Y ya sabemos el dicho: las finales no se juegan, se ganan.
- La MSN estará a tope. Con un tridente como Messi, Luis Suárez y Neymar el Barça puede hacer milagros, ya lo demostró. Lo único que les hace falta es seguir con su racha goleadora y con la compenetración que han demostrado en las grandes ocasiones de esta la temporada. Juntos deberán salir a por todas para marcar el primer gol en los primeros instantes del partido. Para ello, tener al mejor del mundo debería ser una diferencia notable respecto al equipo italiano.