Archivo de abril, 2017

Goles de Benzema en los partidos gordos: uno en 655 minutos

A veces pienso que estoy obsesionado, o que no entiendo del todo lo que significa la frase «se asocia muy bien». Quizás solo sea que veo el fútbol como algo distinto al teatro o la ópera, que no me siento para disfrutarlo, sino para ganar, cuando mi equipo está en el campo.

Karim Benzema y Sergio Busquets

Karim Benzema y Sergio Busquets (EFE).

Veo a Benzema en el campo y me desespero, no puedo evitarlo. Estoy deseando que me calle la boca, que marque un golazo tras otro que me obligue a rectificar. Antes del partido ante el Barça, hasta lo vendí en el Comunio, lo que suele ser infalible. Ni siquiera eso funciona con Karim.

Y me voy a las estadísticas. Nada complicado. Solo ver cuántos goles ha marcado el ‘9’ titularísimo en los partidos grandes de la temporada. Qué hace que un futbolista que no defiende y que evita que jueguen Asensio, Isco o Morata para empezar un partido detrás de otro por delante de otros compañeros. Y cómo no sé medir el número de asociaciones por partido, me he ido a los goles en esos choques clave de la temporada, las grandes plazas.

El resultado es desolador, aterrador. Que sigan defendiéndole.

Octavos de Champions ante el Nápoles: un gol, 158 minutos.

Cuartos de Champions ante el Bayern: cero goles , 147 minutos.

Dos partidos de Liga ante el Barça: cero goles, 159 minutos.

Dos partidos de Liga ante el Atlético: cero goles 101 minutos.

Un partido de Liga ante el Sevilla: cero goles, 90 minutos

TOTAL: UN GOL, 655 MINUTOS

Pd: el único partido que no jugó de titular fue el 0-3 en el Calderón

La prensa italiana insiste: «Cholo, el Inter te observa»

Página de inicio de ‘La Gazzetta dello Sport’ de este viernes (gazzetta.it).

Son inoportunos a más no poder, pero es la época en la que la prensa deportiva empieza a airear los rumores para la próxima temporada, sobre todo en lo que se refiere a informaciones de clubes con poco o nada por jugarse. El principal diario deportivo de Italia, La Gazzetta dello Sport, vuelve a la carga este viernes con el interés del Inter de Milán por Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid.

«Cholo, el Inter te observa», titula la edición digital del diario milanés. Ya esta semana publicaron que el equipo neroazzurro, en el que Simeone jugó dos años (entre 1997 y 1999), pone un cheque en blanco al bonaerense para que ponga él la cifra de su fichaje.

Ni qué decir tiene que en este momento de la temporada, en el que el Atleti se juega en Liga el tercer puesto y pasar de nuevo a una final de Champions, todas estas informaciones no hacen ningún bien. Ojo, nada tengo en contra de los compañeros de La Gazzetta, que hacen su trabajo y me consta que muy bien (y sin necesidad de ‘memes’ y tetas, pero ése es otro tema). Lo que sí espero es que todos estos cantos de sirena, sumados a los que sufren constantemente los futbolistas (Griezmann y Theo Hernández, sobre todo), no distraigan ni un ápice a un equipo que se juega tantísimo. Echo de menos una mayor reacción del club ante la permanente ‘venta’ en los medios de los activos del equipo.

Este viernes, por cierto, el ‘Cholo’ cumple 47 años. Vaya desde aquí mi felicitación. Que cumpla muchos más, y si puede ser en el banquillo del Atleti, mejor.

André Gomes y Paco Alcácer: el despertar más tardío

Siempre son el objetivo de toda las críticas, pero ellos se lo han ganado a pulso. Probablemente uno de los deseos de todos los culés de cara a la próxima temporada es que ni André Gomes, ni Paco Alcácer continúen en el club (cito a estos dos por no citar a toda la segunda plantilla del Barça). Y hay rumores que retumban desde hace tiempo que dicen que se va cumplir.

No ha sido la mejor temporada de ninguno de ellos. Bueno, ni esta ni la anterior, ni la anterior de la anterior… ¿para qué engañarnos? Y ahora ven su futuro más fuera que dentro del Barcelona, pero a nadie le sorprende. Este miércoles, intentaron reivindicarse, callar bocas (entre ellas la mía) y alejar fantasmas, pero no consiguieron hacer que las dudas que sobrevuelan sobre sus cabezas se disipen.

André Gomes, ayer ante Osasuna. EFE

André Gomes, ayer ante Osasuna. EFE

Porque ahora no, ahora no es el momento. El momento era en la primera o la segunda oportunidad que Luis Enrique les dio, no tras decenas de partidos sin hacer nada. Un doblete contra Osasuna (ya en Segunda División) y cuando el partido tuvo complicación cero no vale lo mismo que uno en Champions y a punto de caer eliminado o uno a principios de año y en partidos decisivos. Lo siento, pero no.

Por tanto, el trato a Gomes o Alcácer tras lo de ayer no debería cambiar: marcaron dos goles para redondear una victoria hasta el 6-1.

Lo mismo podría decir de Mascherano, que lleva sin oler balón en el centro de la defensa desde sabe dios cuánto. No me acuerdo, así de pronto, de ningún ‘partidazo’ del argentino esta temporada. Incluso sus compañeros tuvieron que cederle ayer un penalti para no irse del Barça, con más de 300 partidos jugados, sin marcar ni un solo gol. Y lo marcó, sí, pero tarde.Tan tarde como el despertar de sus compañeros, que se irán del club con la cabeza gacha y por la puerta trasera.

Ser del Atleti o «¡Vamos a morir todos!»

Antoine Griezmann, este martes ante el Villarreal (GTRES).

Una de las películas que más recuerdo de mi infancia, y que si ‘pesco’ alguna vez en la tele me la vuelvo a tragar es Aterriza como puedas, la descacharrante comedia de los hermanos Zucker y Jim Abrahams. Uno de sus gags más divertidos es cuando una de las pasajeras, ante la situación de alerta del avión, pierde totalmente los nervios. Los pasajeros tratan de tranquilizarla a base de bofetones, lo que da pie a que se forme una cola de viajeros dispuestos a relajarla con medios más expeditivos. Pues bien, esta escena es la que me viene a la cabeza cada vez que el Atleti pierde un partido.

Ya sé que son muchos años de decepciones. Que no hace tanto que vivimos un descenso. Que Lisboa y Milán duelen todavía. Pero el derrotismo, el pesimismo y, a veces, el histerismo de la afición del Atlético de Madrid es exasperante.

Este martes, el Atleti dio un frenazo en Liga al caer derrotado por 0-1 en casa ante el Villarreal. Además, Yannick Carrasco se retiró lesionado en un hombro, justo en el momento clave de la temporada. Inmediatamente, una parte muy importante de la afición atlética, al menos la visible en redes sociales, reaccionó con histeria: adiós al tercer puesto, la lesión de Carrasco supone el final de la temporada para el extremo belga y por añadidura, el Real Madrid eliminará sin remisión al Atleti en Champions.

El primer bofetón al sector histérico de la afición colchonera vino en forma de buena noticia: la lesión de Carrasco no es para tanto (estará en la vuelta de Champions). Y sobre el resto de temores, sólo hace falta tener un poquito de perspectiva.

El equipo está tercero y seguirá en este puesto al final de esta jornada intersemanal. Hace no tanto estaba a nueve puntos del Sevilla y con los perseguidores respirando en el cogote. El equipo está en semifinales de Champions de nuevo, con todas sus opciones intactas, por mucho rival que haya enfrente. Muchos se lamentaban por la evidente falta de puntería del equipo. Es cierto, pero eso no ha impedido estar donde se está. En definitiva, el Atlético de Madrid (que por cierto, hoy cumple 114 años), está en una situación que muchos hubiéramos firmado al principio de la temporada. Y no digo hace unos años.

Así que, por favor, el que no crea, que se baje. Vamos a quitarnos esa psicosis ante la derrota tan de Madrid y Barcelona y vamos a disfrutar de lo que tenemos. Porque hace bien poco que no lo teníamos. Y quién sabe cuánto va a durar.

¿Por qué no juegan los que están mejor en el Real Madrid?

Me gustaría saber qué pasó por la cabeza de Isco en el clásico. No solo no fue titular, sino que Zidane ni siquiera encontró un solo minuto para él en el partido más importante del año en la Liga. Venía de salvar a su equipo en Gijón con una actuación para el recuerdo, y lo hizo bien en el partido ante el Bayern.

Messi y Bale

Messi celebra su gol ante Bale en el Real Madrid – Barça (EFE).

En su lugar, el francés optó por lo fácil, por la alineación de Play Station. La BBC al campo, con Modric y Kroos por detrás.

Soy más de Bale que algunos de sus familiares. Me ha dado varios de los mejores momentos de los últimos años, desde la carrera con Bartra hasta el gol en la prórroga de Lisboa en la final de la Champions. Disfruté sus semifinales en la Eurocopa como un galés más. Pero no está. Las lesiones le están matando, este año más que nunca, y desde que volvió de la última se le ve mal físicamente, y esa es su gran arma. Sus dos últimos partidos ni siquiera ha podido acabarlos, ante el Bayern y el Barça, nada menos, con la temporada en juego. Le cuesta coger la forma, y ni desborda, ni es decisivo.

De Benzema salen artículos uno detrás de otro después de cada buena actuación suya. Es decir, cada dos o tres meses. Es el ‘9’ del Madrid, se desentiende del juego defensivo y a cambio no ha aportado nada decisivo en los tres partidos grandes del año: los del Bayern y el Barça. Si Isco debe andar mosqueado, Morata debe andar mirando a dónde se va el año que viene.

Tampoco pasa por su mejor momento Modric, que ha pasado de ser el mejor centrocampista del mundo a desaparecer en demasiados momentos de los partidos. El físico le está pasando factura, pero es tan indiscutible que sigue agotando cada minuto de los partidos trascendentales del año.

En la Liga, habrá rotaciones, pero luego vienen dos partidos a vida o muerte ante el Atlético, que no va a perdonar ni un fallo. Jugar con Benzema casi todos los minutos y volver a apostar por Bale será dar ventaja. ¿Eso es lo que vas a decidir, Zizou?

La BBC al lado de Messi, puro postureo

Messi celebra el gol ante Bale.

Messi celebra el gol ante Bale.

Messi está un escalón por encima del resto. No hay nadie en el mundo que pueda aportar argumentos sensatos y verídicos para negar eso. No me canso de decirlo y de alabar al argentino y ya se me acaban los calificativos para un genio de tal calibre.

Da igual que le rompan la cara (literalmente hablando), Messi se recompone rápidamente para marcarse una de sus jugadas por excelencia y dejarnos a todos boquiabiertos. O para ayudar a su equipo robando balones, presionando y dando pases de gol. Lo tiene todo y es un lujo verlo cuando está en uno de sus mejores momentos, es decir, casi siempre.

Ya lleva 500 goles con el Barça, pero no es lo único que se le da bien. Dar de probar al rival de su propia medicina es otra de sus especialidades: ¿Que tú marcas un gol? él dos; ¿que tú eres el mejor lanzando faltas? él te supera. No hay quien le pare. Y así hasta llegar al clásico de ayer. Leo Messi fue el protagonista en el momento más oportuno. Marcó dos goles, pero metió el que más le duele al rival: el que se encaja en el último minuto, cuando ya no tienes capacidad de reacción, cuando tus esperanzas de ganar se esfuman y llega la rabia y la impotencia.

Una pena que Sergio Ramos tuviese que verlo desde el vestuario. ¿A que fastidia? Pero alguna vez le tendría que tocar al Real Madrid, equipo experto en decidir un partido en las ultimas jugadas gracias a la aportación del jugador de Camas, que saca a su equipo de más aprietos que su tridente galáctico.

Y es que la BBC, con Bale lesionado, Benzemá que no da pie con bola y Cristiano pasando una de sus peores rachas profesionales… es todo postureo.

Griezmann, harto de las preguntas sobre su futuro, deja plantado a un periodista

El tema surgió hace un par de semanas. Antoine Griezmann dejó algún atisbo de duda sobre su futuro en el Atlético de Madrid. El tema pasó, como pasan todos los rumores de jugadores que dejan el club rojiblanco en cuanto se acaba el derbi.

Este sábado, tras una sufrida pero valiosísima victoria del Atleti en casa del Espanyol, Griezmann, autor del gol, se prestó a hablar con beIN Sports a pie de campo. La tercera pregunta del periodista Mateo Sánchez, vuelve a reincidir en el tema de su futuro. ¿La reacción del galo? Véanla ustedes mismos (a partir del segundo 0:30):

Es normal que Griezmann esté harto de lo mismo. Una y otra vez se le pregunta si se va a ir. Estamos a finales de abril. Llega el momento clave de la temporada, y a veces, los medios nos obsesionamos con el titular fácil para el clic rápido: el mercado de fichajes da muchas visitas, llena muchas páginas, cubre muchos informativos.

A lo mejor deberíamos hacer algo de autocrítica.

Atlético de Madrid: 5 motivos para creer que, este año, sí eliminará al Real Madrid

Koke, Torres y Griezmann el gol del francés ante el Leicester en la ida de cuartos (GTRES).

Pues ya tenemos sorteo. Por cuarto año consecutivo, los dos grandes equipos madrileños se verán las caras en Champions League. Muchos atléticos lamentan de este hecho, habida cuenta de los antecedentes, pero creo que en esta temporada 2016/2017 hay motivos para ser optimistas o, el menos, no tan pesimistas.

  1. Insistencia. El Cholo, tras las terribles decepciones de Lisboa y, sobre todo, Milán, empezó a usar como un mantra una idea: INSISTIR. Lo ha dicho en varias ocasiones. Te caes, te levantes, te caes, te levantas… esa filosofía es la que le ha hecho al equipo volver otra vez a semis. Mentalmente, están fuertes.
  2. Momento de forma. Este Atleti no es, ni de lejos, el que en noviembre cayó con claridad en el derbi de Liga en el Calderón. Es cierto que no está haciendo un juego especialmente bonito y que le sigue costando marcar goles, pero están en su mejor momento de la temporada en cuanto a fiabilidad y firmeza.
  3. Arbitraje vigilado. Tras el escándalo de la vuelta de cuartos entre Real Madrid y Bayern, donde el húngaro Viktor Kassai se hizo acreedor de la insignia de oro y brillantes del club blanco, hay que confiar en que la UEFA vigilará muy de cerca los arbitrajes y elegirá a colegiados que no entren en la sempiterna dinámica de ayudar a los madridistas, como sin ir más lejos hizo Clattenburg en la final de Milán. Esperemos al menos un arbitraje justo.
  4. La vuelta en el Calderón. Simeone ha comentado en alguna ocasión que prefiere la vuelta fuera porque en casa, los goles del rival valen doble, algo que puede ser definitivo en caso de prórroga. Pero más allá de esta teoría, hay que pensar que el del 10 de mayo va a ser el último partido europeo de la historia del Vicente Calderón, que se va a decidir la eliminatoria allí (debería, al menos) y que será una olla a presión. Si te tienes que jugar la vida en una cita tan especial, mejor hacerlo ante 50.000 fanáticos, ¿no?
  5. El derbi, mejor ahora que en la final. En una hipotética final, el abismo de una tercera derrota sería un peso con el que los colchoneros tendrían que contar como hándicap. Las botas pesarían el doble. En una semifinal, a doble partido, ese peso se disipa (un poco).

La suerte está echada.

¿Fue un robo el arbitraje de la eliminatoria entre Real Madrid y Bayern?

Como el que ha eliminado al 12º de la Premier y de la Bundesliga no ha sido el Real Madrid, sino otro equipo, hoy no toca hablar de bolas calientes, el tema es los árbitros y ese presunto robo que hizo que los de Zidane, el entrenador de la flor, se clasificaran para las semifinales de la Champions por séptima vez consecutiva, lo que nadie había hecho hasta ahora.

Vidal tras ser expulsado en el Bernabéu

Vidal tras ser expulsado en el Bernabéu (EFE).

Vamos por partes. ¿Qué es un robo? Considero un robo una sucesión de decisiones que, una detrás de otra, favorecen al mismo equipo. O una decisión concreta tan escandalosa que clama al cielo. ¿Vimos algo así en la eliminatoria entre Bayern y Real Madrid?

Decisiones que, quizás, perjudicaron al Bayern (en rojo las claras, en naranja las dudosas):

  • Gol en fuera de juego de Cristiano en el 2-2. Ya en la prórroga, el segundo tanto del luso fue en clara posición antireglamentario. No hay duda de ello.
  • Otro gol en fuera de juego de CR. Este es mucho más difícil de ver, pero la repetición no deja duda, estaba ligeramente más adelantado que Marcelo y que el balón.
  • Expulsión de Vidal. Tocó balón antes de golpear a Asensio, por lo que la falta es más que dudosa, aunque bien es cierto que al final el chileno levanta el pie para trabar al madridista. No parece amarilla.
  • No expulsión de Casemiro. En la segunda mitad, debió ver la segunda amarilla en una dura entrada a Robben.

Decisiones que, quizás, perjudicaron al Real Madrid:

  • Gol en fuera de juego de Lewandowski en el 1-2. El tanto que llevó el partido a la prórroga fue en fuera de juego. Por muy poco, sí, pero el delantero estaba ligeramente adelantado.
  • No expulsión de Vidal antes. Al comienzo de la segunda mitad, una dura falta en la frontal del chileno a Casemiro debió castigarse con la segunda amarilla. Vidal debió ver la roja en ese momento, no después. Y en la primera tarjeta que vio, entró a Isco al tobillo y sin posibilidad de tocar el balón.
  • Penalti de Casemiro a Robben. La repetición deja claro que el brasileño toca ligeramente el balón, aunque también golpea al holandés. Jugada cuando menos dudosa.
  • Penalti sobre Casemiro. En la segunda mitad, el brasileño fue derribado dentro del área. También jugada muy dudosa, hay contacto aunque parece que el brasileño lo exagera.
  • Penalti de Carvajal. La pena máxima que se le señaló a Carvajal por mano en el partido de Múnich, la única jugada polémica de aquel choque, no lo fue. Como Vidal lo falló, finalmente no influyó en la eliminatoria.

Que cada uno decida si esto es un robo del Madrid, un arbitraje que le ayudó o, simplemente, un desastre del colegiado. Pero compararlo con lo de Aytekin en el Barça – PSG me parece una broma de mal gusto.

Lo que tememos todos los atléticos y no queremos ni pensar

Simeone, este lunes en rueda de prensa en Leicester (EFE).

Si todo discurre con normalidad, esta noche el Real Madrid y el Atlético de Madrid superarán sus eliminatorias de cuartos de final de la Champions ante Bayern de Múnich y Leicester City, respectivamente. Ambos llevan resultados favorables y, creo, son superiores a sus rivales. Si avanzan, entonces, empezará a tomar forma lo que tememos los atléticos: cruzarnos por cuarto año consecutivo con el Madrid.

Ya el miércoles pasado los colchoneros empezamos a olernos la tostada con el resultadazo del Madrid en el Allianz Arena. Cuando se produjo el sorteo de Champions, nos frotamos las manos: un rival asequible para los nuestros y huesos duros de roer para los otros dos. Con un poco de suerte, ambos quedaban eliminados (quitémonos caretas, si es que queda alguna: todos queremos que nuestros compatriotas queden apeados de la Champions) y el Atleti sería el único representante español en semifinales.

Pero tras de lo de Múnich, nuestro cuento de la lechera se ha ido al garete. Ya nos vemos otra vez frente a nuestro íntimo enemigo.

El peor escenario es que ambos llegaran a la final. Para darse ese supuesto, no se verían en semifinales. Un Atleti-Juve y un Real Madrid-Mónaco, vamos. Un derbi madrileño en semifinales no serían tan malo, pero de nuevo sería una visita al dentista. Y encima por partida doble.

Así que sólo nos queda apelar a lo paranormal, rezarle a Lewandowski y a Neuer. Y ojo, eliminar al Leicester. Que se lo pregunten si no al Sevilla.