A veces pienso que estoy obsesionado, o que no entiendo del todo lo que significa la frase «se asocia muy bien». Quizás solo sea que veo el fútbol como algo distinto al teatro o la ópera, que no me siento para disfrutarlo, sino para ganar, cuando mi equipo está en el campo.
Veo a Benzema en el campo y me desespero, no puedo evitarlo. Estoy deseando que me calle la boca, que marque un golazo tras otro que me obligue a rectificar. Antes del partido ante el Barça, hasta lo vendí en el Comunio, lo que suele ser infalible. Ni siquiera eso funciona con Karim.
Y me voy a las estadísticas. Nada complicado. Solo ver cuántos goles ha marcado el ‘9’ titularísimo en los partidos grandes de la temporada. Qué hace que un futbolista que no defiende y que evita que jueguen Asensio, Isco o Morata para empezar un partido detrás de otro por delante de otros compañeros. Y cómo no sé medir el número de asociaciones por partido, me he ido a los goles en esos choques clave de la temporada, las grandes plazas.
El resultado es desolador, aterrador. Que sigan defendiéndole.
Octavos de Champions ante el Nápoles: un gol, 158 minutos.
Cuartos de Champions ante el Bayern: cero goles , 147 minutos.
Dos partidos de Liga ante el Barça: cero goles, 159 minutos.
Dos partidos de Liga ante el Atlético: cero goles 101 minutos.
Un partido de Liga ante el Sevilla: cero goles, 90 minutos
TOTAL: UN GOL, 655 MINUTOS
Pd: el único partido que no jugó de titular fue el 0-3 en el Calderón