Ni libre ni ocupado Ni libre ni ocupado

Elegido Mejor Blog 2006.Ya lo dijo Descartes: ¡Taxi!, luego existo...

Mala saña

FOTO: Wikipedia

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Esa gente que camina con aires de suficiencia, decididos, mirada al frente, silbando, manos en los bolsillos (o al aire y rígidos pero ondulantes), pasos rápidos y acompasados, como extrayendo el ritmo de las aceras, ¿a dónde coño van? Quiero decir, ¿son realmente conscientes de su destino final más allá de aquel destino inmediato? ¿acaso alguien les estará esperando en algún lugar? Y en tal caso, ¿qué buscará ese alguien de ellos?

Pensando en esto me decidí a seguir a un tipo al azar con mi taxi, a prudencial distancia, circulando despacio por una calle estrecha y adoquinada de Malasaña, y al doblar la esquina le vi meterse en una lavandería autoservicio, y también le vi asomarse al tambor de una lavadora y abrir la puerta y sacar la ropa limpia. Tuve que dar otra vuelta a la manzana porque había un coche detrás, pitando nervioso, y al volver a frenar en ese mismo punto, justo me lo encontré abandonando la lavandería con un saco de ropa bajo el hombro, y volví a seguirle esta vez hasta una floristería a media manzana de allí, y al rato salió con una rosa envuelta en celofán en una mano y el saco de ropa en la otra, y dos manzanas después metió la llave en un portal y desapareció, lo cual me frustró bastante. ¿Por qué la gente te invita sin querer a hacer público su modo de vida y sus costumbres cuando camina por la calle, y sin embargo el misterio se trunca cuando accede a su morada?

Metí el taxi en el parking de Barceló y volví andando a ese portal con la intención de llamar a todos los telefonillos en busca de aquel tipo. Llamé al primer botón y dije: «Disculpa, ¿eres el que acaba de entrar con una rosa y una bolsa de ropa?». Me dijo que no, y llamé al segundo. No contestó nadie. Llamé al tercero y una mujer volvió a decirme que no. Llamé al cuarto, al quinto, y al sexto intento la voz de hombre me dijo: «Un momento». Y esperé.

—¿Quién es? —me preguntó otra voz de hombre.

—Disculpa, ¿eres el que acaba de entrar con una rosa y una bolsa de ropa limpia de la lavandería?

—El mismo, ¿por?

—¿Qué haces?

—¿Perdón?

—¿Qué estás haciendo ahora?

—Ver la tele y fumarme un porro, ¿por?

—No, por nada. Curiosidad. ¿Para quién era la rosa?

—Para mi novio. ¿Quién eres, tío?

—Muy buena pregunta.

—No, en serio. ¿Quién coño eres?

Y entonces, rompí a llorar.

8 comentarios

  1. No, en serio. ¿Quién soy?
    ¿Quién eres?

    11 septiembre 2014 | 21:55

  2. Dice ser Como todos...

    … los que no han caído en el desánimo o están lo suficientemente acomodados como para pensar en esas cosas… soy una desesperada más buscándome la vida a la que no le da tiempo a pensar quien es, y punto.

    A mi nadie me echará de menos…

    11 septiembre 2014 | 22:29

  3. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    Nunca pensé que los andares
    definían al caminante,
    no había caído antes
    aunque, los andares mejores
    siempre creí que eran los de:
    Una mujer con tacones
    y los de un guarro por el monte.
    Me he puesto a caminar
    desde la terraza al baño
    y le he dicho a mi señora
    -Si… me podía grabar
    mientras por la casa ando?
    Después de algún titubeo
    accedió el hacer de cámara.
    Acabo de ver el corto
    y me he quedado… cortado.
    Camino arrastrando los pies
    muevo los dos brazos a la vez,
    y los dos en paralelo,
    con un ligero balanceo
    y que me ha traído a la mente
    el movimiento pausado
    de mi reloj de pared
    antes de, haberse jubilado.
    Llevo ya un rato pensando
    después de ver mis andares
    y preguntarle a mi señora:
    -Si yo siempre anduve así?
    Ella, me ha dicho, – Que sí.
    Y no es que me haya acomplejado,
    pero con estos andares
    ahora… ¿Quién soy? ¡No lo sé!
    Si soy mi reloj de pared,
    o un viejo ya, muy cansado.

    11 septiembre 2014 | 22:47

  4. Dice ser Stewart Cops

    Pero que más da lo que quiera ser uno? Si al final todos tenemos que ser lo que quieren «unos pocos»…

    11 septiembre 2014 | 23:04

  5. Dice ser tururú

    Eres grande. Así, sin más.

    12 septiembre 2014 | 00:26

  6. Dice ser Yachine

    No le veo la gracia por ningun lado al articulo este.

    12 septiembre 2014 | 02:19

  7. Dice ser Scandal

    Tas blandito ehhh, cambiaras a los REM por Pablo Alboran y mearas mermelada.

    Feliz fin d semana para todos, incluidos llorones.

    12 septiembre 2014 | 08:57

  8. Dice ser manuel

    Somos muy poca cosa. Para huir de ese estatus, escribimos. No tenemos dinero, o muy poco, y el poco que tenemos apenas da para comer, para alimentarnos; así que tampoco tenemos buenas heramientas y ha de ser con nuestras propias manos desnudas, escarbando la tierra de las ideas, ese indiviso que tanta gente divide, del que nos sentimos copropietarios, el que encontremos, o tratemos de encontrar, las piedras preciosas, la hermosa mena entre la oscura ganga, los poemas, las fantasías, las mil historias de amor de distinta textura, estructura, color. Nuestros diamantes no se componen de duros átomos de carbono enlazados fuertemente entre sí, sino de frágiles palabras, sólo palabras, distintas unas de otras, a las que creemos poder unir para siempre con el frágil e improvisado pegamento de nuestra pobreza humana, y darle sentido a lo absurdo, eternidad a lo efímero.

    (N.B: Y así podría tirarme tres días…. dime tu si no es para estar preocupado…)

    12 septiembre 2014 | 12:03

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