Era un hombre normal, de unos cincuenta años. Siete y treinta de la tarde. Durante el trayecto nos mantuvimos en silencio.
Ninguna historia podría sacarse de esto, dirás.
Sin embargo aquí había algo inquietante, una historia oculta que no llegué a conocer ni conoceré jamás pero que me llevó a darle una y mil vueltas a ese juguete craneal que damos en llamar imaginación.
Dos datos:
1 – Me mandó parar a las puertas de un conocido burdel de la Avenida de Ramón y Cajal. Él salía del burdel: Le vi salir de allí y acercarse al borde de la acera antes de levantarme la mano.
2 – Al montarse me pidió que le llevara al Cementerio de la Almudena.
Como digo, era un hombre en apariencia normal con el que no mantuve ningún tipo de conversación, ni sucedió nada digno de mención durante el trayecto. La historia oculta, fascinante, estaba en su origen y su destino.
¿Qué trama escondía aquel trayecto?
¿Por qué viajó de un burdel a un cementerio?
LaCibelesPor que viajo a un cementerio CERRADO?El Cementerio de la Almudena, cierra a las 7.6 Abril 2010 | 11:04 PMMenos mal que alguien me ha dicho a la hora que cierra el cementerio, que conste que anoche ya me cuestionaba ese punto
07 abril 2010 | 01:16
…va al burdel y le informan de que ha muerto alguien, va a verlo a la almudena. No sabe que está cerrado.
07 abril 2010 | 08:41
Pagó por la Verdad y fue a encontrarse con la mentira de la vida.
08 abril 2010 | 20:21
se habia muerto su putilla
12 abril 2010 | 17:52
Yo creo que fue a desenterrar sus penas.
13 abril 2010 | 20:54