– Me lleva a… ¡un momento!. Esa canción…
– Bohemian Rhapsody, de Queen.
– Es… buenísima, tío. ¿Podrías subirla un poco?
El tipo cerró la puerta con entusiasmo. La canción no había hecho más que empezar, con esos acordes lentos, suaves y empalagosos de cualquier balada al uso.
– Por cierto, no te he dicho dónde vamos: calle San Bernardo, a la altura de Noviciado.
– Bien… – dije iniciando la marcha.
– Eh… perdona… ¿podrías subir el volúmen un poco más?.
Tras atender con gusto su petición, nos dispusimos a escuchar en silencio, acompañando la música con tímidos movimientos de cabeza mientras cada uno interpretaba a Freddy Mercury para sus adentros. Un par de estrofas después, in crescendo, comenzamos a mover los labios susurrando su letra.
Segun cambió el ritmo de la canción, el usuario (algo más confiado) comenzó a seguir el compás golpeando la mano contra su pierna. Luego le siguió una nueva parte vocal, y aquellos susurros se convirtieron en voces cantadas a pleno pulmón…
Reconozco que su entusiasmo me llevó a cantar con él con tal compenetración que acabamos interpretando el siguiente duetto:
Usuario: ¡Galileo!
Taxista (osea, yo): ¡Galileo!
Usuario: ¡Galileo!
Taxista: ¡Galileo!
Usuario: ¡Galileo figaro…!
Ambos: Magnifico-o-o-o-o… (esta parte nos salió un poco mal).
Usuario: I’m just a poor boy and nobody loves me
Taxista: He’s just a poor boy from a poor family
Ambos: Spare him his life from this monstrosity.
Vamos, cual Mundo de Wayne…
Esta anécdota me ha llevado a otra de tantas reflexiones simpulso:
No necesito ganar las próximas Elecciones Generales, ni dirigir una gran ONG para cambiar el mundo. Soy taxista, y eso me basta para arrancarle una sonrisa a una media de veinte usuarios diarios. Si al bajar de mi taxi mantienen esa sonrisa hasta llegar a su oficina, o a su casa, entonces habré cumplido mi objetivo: el virus se extenderá según el llamado Efecto Mariposa.
Pero mi revolución altruista aun puede llegar mucho más lejos: cuando un usuario se baja de mi taxi en el Aeropuerto con esa sonrisa en la boca, su mueca viajará (en business o en clase turista, no importa) al otro lado del planeta, extendiendo así el virus a cualquier punto del planeta, sin siquiera ser detectado por ningún arco de seguridad.
Los Políticos más influyentes podrían, si quisieran, extender este virus en directo a millones de personas a través de cualquier medio de comunicación. Yo, sin embargo, lo extiendo más despacio; tampoco tengo prisa….
La idea no es mía. Ya lo dijo Arquímedes allá por el año 250 antes de Cristo: “Dame un taxi de apoyo, y moveré el mundo”.
Hay encuestas que dicen que es la mejor canción de la Historia…No sé si para tanto, pero a mí me encanta.
14 junio 2007 | 20:34
tio te admiro, yo trabajo cara al publico, y empiezo sonriendo, por la mañana deslubran mis dientes… pero conforme va pasando el dia… pues como que no me salen las sonrisas. hasta que llegaste tu, te suelo leer a media tarde, y ala… ya tengo remesa para ir tirando, y asi hasta la noche, lo tuyo no se si sera efecto mariposa, pero contagioso… contagioso hasta la medula.estupendo tu postpd. por cierto en el puzle 1, la chica era una pringadita como yo, que estaba currando con el uniforme de la empresa, porque por gusto no se pone nadie eso, pero por obligacion un dia a lo mejor me animo y te mando una foto de mis uniformes… y luego me cuentas, y habia salido a hacerle un recado al jefe, y llevaba la bolsa muy apretada porque era valioso y si pierdes algo, lo pagas.un beso
14 junio 2007 | 20:49
Buenísisima la anecdota de hoy, simpulso. Más rock y menos prozac!!!! Y sobretodo, sonrisas, tu empiezas, sonries, y al rato tienes un montón de razones para hacerlo.Escuchas rock and Gol?
14 junio 2007 | 21:18
Recuerdo que era el año 80ytantos y Queen tocaba en el campo del Rayo (en Madrid),saque la entrada y los vi, o mejor dicho, le vi, Freddie Mercury,en dos palabras:IN PRESIONATE, pero para mi decepcion, cuando empezaron los acordes de RHAPSODY…desaparecieron del escenario y nos dejaron con un Playback acompañado de un juego de luces(entendi que ese tema con esos coros, era complicado hacerlo en directo)aun asi,fue uno de los mejores conciertos de mi vida.PD.En el taxi no solo se escucha la cope(como dicen muchos,observese la cope con minusculas).
14 junio 2007 | 21:31
Alguien me dijo un dia:Una sonrisa significa mucho.Enriquece a quien la recibe,sin empobrecera quien la ofrece.Dura unos segundos pero su recuerdoa veces nunca se borra.Me encanto el tema de hoy!besitos a todos y a sonreir…
14 junio 2007 | 22:25
En madrid los taxistas sois mas parlanchines, una de las ultimas veces que fui a madrid y cogí un taxi el hombre me conto su vida, lo que estudiaban sus hijos, en que trabajaba el otro… y luego estan los que preguntan… y tambien los hay con mala leche que cojones, quejándose de todo… aquí donde vivo, casi ninguno dice ni mu.. hay pocos claro y tienes que llamarlos a la parada o al numero privado que te dan algunos… eso si te recogen donde tu quieras y cobrán a piñon fijo… tres o cuatro euros dentro el pueblo… y si ya hay que ir al pueblo de al lado (unos 8 km creo) 7 euros… por suerte atascos no hay, bueno sí, en verano a ciertas horas…. Es como lo de los bares, en madrid los camareros son mas «comunicativos». Bueno ya. Saludos.
14 junio 2007 | 22:30
Oye, taxista, si a altas horas de la madrugada te parara (una chica normal en este caso.. o cualquiera) y de dijera que la llevaras pongamos a entrevias o al pozo.. la llevas? o le dices que pare a otro a que tu ahí no te metes?
14 junio 2007 | 22:36
“Dame un taxi de apoyo, y moveré el mundo”.Grande Sin Pulso, eres muy grande.
14 junio 2007 | 23:13
Por desgracia me temo que los políticos, lejos de ayudarte a extender ese virus, buscarán una vacuna para acabar con él cueste lo que cueste.
15 junio 2007 | 02:47
A mi me has contagiado tambien…me voy a la cama con tu virus , que bueno.Me gusta lo que escribes , te has ganado un lector.Un saludo
15 junio 2007 | 05:16
Chus: Muy bueno el video. Al verlo se puede masticar la felicidad, y sabe dulce…Mapasao: No te preocupes, yo te llevo (aunque reconozco que, al dejarte, echaría el seguro y apagaría la luz nilibreniocupada hasta cruzar la M-30)
15 junio 2007 | 09:52
Muy bueno el post, me has arrancado la primera sonrisa del día, gracias.A mi personalmente, siempre me han encantado esos momentos en los que ocurre algo (en la calle, en el metro… donde sea) que me hace sonreir y en ese instante mi mirada se cruza con la de otra persona que está riendo por la misma razón y ambos nos miramos y sonreimos durante unos segundos y siento que aunque sea un@ perfecto@ desconocid@ me une a él/ella algo muy fuerte y entonces sonrio aun más por haber podido compartir mi felicidad con (tal y como tu los has definido) esos amigos intimos que no sabes como se llaman.
15 junio 2007 | 10:37
Dia 14, una veintena de estudiantes en la biblioteca, yo, (en vez de estudiar) con mi periódico y un café de máquina, leo tu columna, sonrío en silencio pero fuerte..Me miran y sonrien, ahora les es más fácil estudiar. Llevo años con el virus en la boca, nunca lo habría descrito mejor. SENCILLAMENTE GENIAL. Ps: A quien lea esto: Sonríe.
15 junio 2007 | 14:03
Muy bueno, la realidad me lleva a recordar que muchos de tus colegas llevan sintonizada cierta emisora donde un taliban-del olmo dixit-dice cosas a años luz de Queen, a la hora de elegir, mequedo con tigo
15 junio 2007 | 14:48
Este post me recuerda inevitablemente a «Cadena de favores»;-)Saludos
15 junio 2007 | 15:23
Me agrada bastante la filosofía del virus, es algo que todos deberíamos practicar.
16 junio 2007 | 20:16
Me viene gustando mucho tu estilo de observador sensible y crítico, pero con este post ya me has obligado a salir de mi anonimato lector: vivan los que aprecian a Freddie Mercury.Con ello me confirmas lo grande que eres.Te sigo.
16 junio 2007 | 22:54
Me apunto a propagar sonrisas y conozco a otros muchos dispuestos.
17 junio 2007 | 21:17
viva la modestia
19 junio 2007 | 20:35
¡Genial! Ojalá cuando vaya a Madrid te encontrara…Bessos!
20 junio 2007 | 01:26
No hace falta ser taxista para expandir este virus… bastaría con que todos sonriéramos un poco más a las personas que nos cruzamos… mejoraría el buen ambiente general.
23 junio 2007 | 22:41
Voy a intentar propagar el virus. Espero que sea muy contagioso…He colgado tu artículo en mi blog (¿no te importará, verdad?). ¡¡¡Gracias por tus escritos!!!
25 junio 2007 | 22:03
Como me he enganchado tarde a tu blog, de hecho no sé ni cómo lo encontré, fue una casualidad absoluta de la cual me alegro enormemente, ahora estoy leyendo tus antiguos post (antes indagué en tu antiguo taxi)…Tengo que decirte de este que si te sirve de algo a mí diariamente me arrancas la sonrisa que mantengo todo el día, e intento contagiar tu virus a mi alrededor. Gracias.
15 octubre 2008 | 13:20