Fuente: Pixabay
Un motivo de consulta frecuente en pediatría es la caída del pelo. Padres y madres que acuden porque han detectado que desde hace un tiempo sus hijos tienen menos volumen de pelo de lo que habitualmente tenían o porque han visto alguna lesión en el cuero cabelludo que hace que aparezca una zona concreta con menos pelo.
El término medico para la caída del cabello es alopecia, palabra que deriva del griego alopex, que significa zorro, y hace referencia a este animal ya que muda su pelaje varias veces al año.
En pediatría, el motivo por el que un niño puede perder pelo son muy diversos, desde cuadros clínicos sin una causa concreta y que al cabo de un tiempo se recuperan solos, hasta infecciones por hongos del cuero cabelludo que requieren tratamiento.
En este post os contamos las causas más frecuentes de alopecia en la infancia y cómo los pediatras hacemos un enfoque diagnóstico.
¿Qué es el pelo?
Empecemos por el principio, ya que merece la pena entender como evoluciona el pelo para comprender más tarde tarde algún tipo de alopecia.
El pelo es una estructura formada por raíz y tallo. La raíz se ubica en los folículos pilosos y dentro de ellos la papila, la cual se encarga de ir formando el cabello.
Si nos centramos en los pelos de la cabeza (cuero cabelludo), estos no duran toda la vida, sino que pasan por diferentes fases en los que nacen, crecen y finalmente se desprenden. Estas fases llevan por nombre anágena (en la que nace y crece), catágena (o fase de reposo) y telógena (en la que el cabello se desprende). Tras esta última fase el pelo se cae y nace uno nuevo.
La mayoría de los pelos de la cabeza están en fase anágena, que puede durar hasta 6 años, mientras que una pequeña minoría esta en fase de reposo (2%) o de caída (13% aproximadamente). Por tanto, al haber siempre pelos en fase telógena, es normal que observéis que vuestros hijos pierden pelo siempre, aunque no debería ser algo muy llamativo ya que la mayoría de los pelos de la cabeza está en fase de crecimiento.
Por último, tenemos que tener en cuenta que todas les personas tenemos a lo largo de nuestra vida caídas de pelo más llamativas, como si fuera el cambio de pelaje de un animal que muda el pelo. Estas suelen ocurrir hacia los 3 meses de vida, momento en el que se pierde el pelo con el que nacimos y que puede durar hasta el año de vida, para luego que nos salga nuestro «verdadero» cabello; también en la adolescencia, época en la que la caída de cabello se acentúa, seguramente por efecto de las hormonas; y por último hacia los 40 años cuando empezamos con las canas.
Conocer las fases del pelo y estas mudas fisiológicas es fundamental para comprender si estamos ante un niño (o un adulto) al que se le cae el pelo debido a una enfermedad o es algo natural y evolutivo.
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¿Por qué se produce la caída del pelo?
Mas allá de la caída normal del pelo que todos tenemos, existen diferentes motivos médicos por lo que puede aparecer una alopecia.
Cuando un niño llega a nuestra consulta con este motivo de consulta, lo que hacemos los pediatras es realizar uno historia clínica completa y una exploración física para observar si la caída del cabello es algo generalizada, es decir, que afecta por igual a todo el cuero cabelludo, o está afectada una zona concreta. En la mayoría de las ocasiones somos capaces de llegar a un diagnóstico sin mucho más, aunque hay veces que necesitamos del examen del pelo al microscopio o hacer un cultivo o una analítica para filiar el cuadro clínico.
A continuación os contamos las alopecias más frecuentes en la infancia y cuál es su tratamiento.
Tiña de la cabeza (capitis)
En este caso se produce una alopecia parcheada y no afecta a toda la cabeza. Su causa es un hongo y en el cuero cabelludo se puede observar zonas con pelo sano y otras en las que la caída del pelo es muy llamativa. Además, la piel de las zonas de la cabeza en las que hay pérdida de pelo suelen presentar cierto grado de eritema o descamación; al observar los pelos de esa zona, estos suelen estar rotos. Es frecuente en niños en edad escolar (3 a 7 años).
El tratamiento de la tiña de la cabeza se realiza con un antifúngico por vía oral al que se suele asociar un champú. La evolución es buena recuperando el cabello con el tiempo tras finalizar el tratamiento.
En las imágenes de abajo podemos ver las lesiones típicas de una tiña capitis.
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- Fuente: DermNet
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- Fuente: DermNet
Tricotilomanía
En este caso la pérdida de cabello se produce porque el niño se arranca el pelo. Suele estar asociado a alteraciones del comportamiento, desde niños con un trastorno grave del desarrollo o un trastorno de espectro autista, pero también en casos de estrés emocional.
La perdida de cabello suele estar circunscrita a una zona irregular en la que se puede observar pelos de diferentes longitudes. El tratamiento en estos casos suele ir encaminado a resolver el problema de base por el que el niño se arranca el pelo.
En la tricotilomania la pérdida de pelo suele circunscribirse a zonas concretas del cuero cabelludo y podemos observar pelos de diferente longitud (Fuente: DermNet)
Efluvio telógeno
Seguramente este es el tipo de alopecia por el que más consultan los padres. En este caso la caída del cabello es generalizada y se puede observar claramente al peinar al niño o la niña; por lo demás el cuero cabelludo y los pelos son normales.
Lo que ocurre en el efluvio telógeno es que muchos de los folículos del cuero cabelludo entran en fase telógena (la de caída que antes os hemos contado) provocando la caída posterior del pelo debido a un factor estresante para ellos. Debido a que el pelo no se cae justo cuando se produce ese momento estresante, la caída de cabello se produce de forma progresiva durante los tres siguientes meses y, por tanto, en muchos casos no podemos identificar qué es lo que produjo ese cambio de fase anágena a telógena.
Entre los factores que pueden desencadenar un efluvio telógeno destacan procesos febriles (lo más frecuente), déficits carenciales (como la falta de hierro), enfermedades hormonales, algunos medicamentos y el estrés emocional.
En la mayoría de los casos el pelo se recupera con el paso del tiempo, ya que esos factores fueron puntuales y ya están resueltos en el momento de la consulta. Si persisten o la historia clínica lo sugiere estaría indicado realizar una analítica para descartar que el efluvio telógeno no es debido a alguna alteración.
En el efluvio telógeno la pérdida de pelo es difusa y no hay alteraciones en el cuero cabelludo (Fuente: DermNet)
Alopecia traumática
Este tipo de alopecia se puede observar en niños o niñas que llevan peinados muy apretados, como moños, coletas o trenzas o por el uso de horquillas muy duras que, de forma continuada, traccionan del folículo pilosos impidiendo que el pelo crezca sano. También se puede observar tras un golpe fuerte en la cabeza que daña los foliculos de forma temporal.
Suele ser una alopecia por zonas, incluso con la caída total del cabello en esa zona. Se solucionan normalmente al corregirse la causa.
Alopecia traumática en una niña con moño. La perdida de pelo se produce por la tracción constante de los folículos pilosos (Fuente: DermNet)
Alopecia areata
Aunque rara, este caso de alopecia es debido a la destrucción del folículo pilosos por un mecanismo inmunológico sin una casa concreta clara, aunque a veces se ve asociada a trastornos autoinmunes, como algún tipo de alteraciones tiroideas (por lo que en este caso de alopecia siempre se solicita estudio analítico).. En la cabeza se ven áreas de forma ovalada en las que no hay pelo, como si fueran calvas.
En un alto porcentaje de casos la remisión es espontánea y el pelo vuelve a salir, aunque puede haber recurrencias. Mientras se espera la resolución del cuadro clínico se suelen emplear diferentes tipos de tratamientos tópicos, como los corticoides.
Placa de alopecia areata en la que se puede observar como la perdida del cabello en esa zona es total (Fuente: DermNet)
¿Y sirve de algo dar vitaminas para mejorar la caída del cabello?
Si nos centramos en el efluvio telógeno, si que es verdad que esa caída de pelo puede ser debida a un déficit nutricional, como la falta de hierro, pero en la mayoría de los casos de los niños, lo más probable es que se deba a otra causa.
Por ello, no está indicado en niños sanos que realizan una alimentación sana y variada tomar un extra de vitaminas «para que el pelo no se caiga». Al menos, desde el punto de vista médico, lo que hacemos es, en caso de sospechar algún tipo de déficit, realizar los estudios oportunos para llegar a un diagnostico y tratar lo que realmente tiene el niño y no dar vitaminas sin saber qué posible déficit estamos tratando.
¿Cuándo hay que ir al dermatólogo por una alopecia?
Aunque existen otros tipos de alopecia, los que os hemos contando aquí son los más frecuentes en pediatría y, en general, no hace falta acudir al dermatólogo.
Reservamos esta opción para los casos en los que tras iniciar un tratamiento la alopecia no mejora o cuando no está clara la causa de la alopecia. también, en el caso de las alopecias areatas con placas muy grandes o que no responden al tratamiento inicial.
En resumen, las causas por la que a un niño se le puede caer el pelo son múltiples y diversas, la mayoría de ellas con buen pronóstico y tratable desde la consulta atención primaria del pediatra. En cualquier caso, si os quedan dudas, no dudéis en pedir cita con vuestro médico.
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