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La higiene dental es un de los aspectos de promoción de la salud más importes durante la infancia, ya que una boca sana es sinónimo de una vida sana. Por desgracia, a día de hoy, todavía muchos padres y madres tienen dudas sobre cuándo empezar con el cepillado y cuántas veces al día deben hacerlo, qué pasta dentífrica utilizar y en qué cantidad o cuánto tiempo debe durar el cepillado.
Todas estas dudas surgen porque hasta no hace tanto tiempo no se prestaba mucho atención a la higiene dental, sobre todo en niños pequeños con dientes de leche que antes o después se acaban cayendo. Sin embargo, actualmente sabemos que la higiene dental debe comenzar tan pronto desde que aparece el primer diente, por lo que no está de más volver a repasar cómo debe ser la higiene dental durante la infancia.
La higiene dental previene la formación de la caries, una enfermedad de los dientes que de no prevenirse (o no tratarse a tiempo) puede desembocar en la destrucción del diente con todo lo que esto implica. Así que si estás leyendo este post, ya no tienes excusa para no hacer las cosas bien y que tus hijos luzcan una sonrisa blanca y reluciente.
Desde cuándo
La higiene dental debe comenzar desde la salida del primer diente, en la mayoría de los niños hacia los 6 meses de edad que es por estadística cuando aparece el primer diente de leche.
Muchos padres y madres piensan que al ser dientes de leche y que en un futuro se caerán no hace falta cepillarlos, sin embargo, esto es un error, ya que la caries puede aparecer desde el primer diente, motivo por el cual la higiene dental debe iniciarse tan pronto.
La caries es una enfermedad de la boca provocada por un crecimiento excesivo de bacterias que todos tenemos en la boca y que producen ácidos que destruyen la parte dura del diente (tanto el esmalte como la dentina). Por fortuna, podemos prevenirla realizando una adecuada higiene dental que mantendría a esas bacterias a raya, junto con una dieta baja en azúcares (que son lo que utilizan las bacterias para producir esos ácidos).
Como os podéis imaginar, no es lo mismo cepillar los dietes a un niño de ocho meses que solo tiene dos incisivos inferiores, que en un adolescente ya con la dentición definitiva, por lo que dependiendo de la edad habrá que adaptar el cepillado a cada edad.
Qué pasta utilizo
El simple cepillado dental arrastra el biofilm de bacterias que hay en la superficie dental, como si fuera una escoba que barre el suelo de una casa. Sin embargo, esto no es suficiente para prevenir la caries, ya que necesitamos de un jabón que termine de hacer esa limpieza.
En este caso, el jabón para la boca la es pasta dental siempre y cuando ésta contenga flúor, ya que gracias a él conseguimos aumentar la resistencia del diente y que este se remineralice, además de poseer un efecto antibacteriano contra las bacterias que producen la caries.
La cantidad de flúor que debe contener una pasta dental depende de la edad, pero sabemos que la cantidad mínima para cualquier edad para prevenir la caries dental es de 1.000 parte por millón (o p.p.m., que es como suele venir indicado en los botes). De forma orientativa:
- Desde la salida del primer diente usaremos pasta con flúor con 1.000 p.p.m.
- Hacia los 5 años y en adelante usaremos pasta con flúor con 1.450 p.p.m. (que es la cantidad de flúor que también debemos utilizar los adultos).
Dos cosas importantes sobre las pastas dentales: 1) no os fijéis en la edad que pone en los botes de dentífrico, ya que no es raro que las pastas de dientes para niños pequeños (por ejemplo, «de 2 a 5 años») contengan muy poca cantidad. En este sentido, dad la vuelta al bote y buscad las p.p.m. independientemente de la edad que ponga en le bote; 2) las pastas de dientes infantiles suelen tener sabores agradables para los niños, mientras que las pastas que usamos los adultos les suelen picar. Sin embargo, no pasa nada si un niño de 7-8 años usa la pasta de sus padres, ya que lo importante al fin y al cabo es la cantidad de flúor y no el sabor que esta tenga.
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Cuánta pasta utilizo
Una de las consecuencias que puede tener la ingestión excesiva de flúor es la fluorisis, una enfermedad que entre sus consecuencias produce una mala formación del esmalte dental.
Por fortuna, para que esta enfermedad se produzca un niño debería tragarse la cantidad de pasta equivalente a 13 cepillados cada día durante mucho tiempo. Como os podéis imaginar, esto está muy alejado de la cantidad de pasta que utilizamos cada día, por lo que no os preocupéis si vuestros hijos se tragan la pasta y no la escupen, sobre todo los que tenéis lactantes que todavía no van a entender eso de que cuando acaba el cepillado hay que escupir.
Con todo, la cantidad de pasta que debemos utilizar depende de la edad del niño, ya que para un boca grande usaremos más pasta y para una boca pequeña usaremos menos:
- En menores de 3 años usaremos la cantidad equivalente a un grano de arroz.
- En mayores de 3 años y adultos, con una bolita de pasta, como un guisante, es suficiente.
Tras el cepillado, basta con escupir los restos que tengamos en la boca, ya que no hace falta que nos enjuaguemos. Si el cepillado dental se realiza justo depuesto de la comida, puede ser interesante un primer cepillado sin pasta con aguaje posterior para eliminar el exceso de comida y después un cepillado normal con la cantidad de pasta que corresponda.
Cómo lo hago
A medida que un niño crece será más fácil el cepillado, ya que nos abrirá la boca y nos dejará que le cepillemos los dientes.
Hasta que llegue esa edad no queda otra que sujetar bien al niño, normalmente por detrás, e introducir un dedo entre sus encías (normalmente el dedo corazón) para abrirle la boca. Con el dedo indice elevaremos el labio superior y con el anular bajaremos el labio inferior. De esta forma conseguiremos exponer los dientes y proceder al cepillado. Con un poco de suerte y con el paso de el tiempo, nuestro hijo se acostumbrará y nos abrirá la boca para poder acceder a todas las piezas dentales sin que sea una pelea de lucha libre.
El cepillo que debemos utilizar debe adaptarse en tamaño a la boca del niño. Cepillos pequeños para niños pequeños, cepillos más grandes para niños mayores. Por otro lado, el cepillo hay que cambiarlo cada cierto tiempo, tan pronto como las cerdas se empiecen a abrir, lo que suele ocurrir cada 2-3 meses.
Una vez que el niño tenga suficiente autonomía para agarrar el cepillo podemos dejarle que empiece a practicar, aunque hasta que no sea capaz de hacerlo bien por sí solo debemos supervisar el cepillado y realizar un buen repaso cuando él termine. En general, los odontopediatras suelen decir que hasta que un niño no es capaz de atarse los cordones de los zapatos no tiene la destreza manual suficiente para lavarse bien los dientes, cosa que ocurre hacia los 7-8 años edad.
Por último, aunque los niños mayores puedan lavarse los dientes solos, no está de más que superviséis que lo hacen bien, tanto en tiempo, como en técnica como en cantidad de pasta.
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Cuánto tiempo debe durar el cepillado
En niños pequeños importa más hacerlo bien durante unos pocos segundos, que mal durante unos minutos.
De igual forma que en el apartado anterior, a medida que el niño crece nos dejará hacerlo con mayor facilidad, el cepillado debe durar unos dos minutos, tiempo que se ha calculado necesario para eliminar todos los restos de comida y la placa bacteriana. Pero de nuevo, es preferible un minuto bien hecho con un cepillado a conciencia, que dos acariciando el diente.
En niños que se laven los dientes solos es aconsejable controlarles el tiempo, ya que si fuera por ellos lo harían deprisa y corriendo. Para ello podéis emplear desde relojes de arena que marquen el tiempo hasta ponerles su canción favorita (que normalmente dura más de dos minutos) o, por ejemplo, emplear pastas de dientes que cambian de color si el cepillado es adecuado.
Por otro lado, debemos realizar un cepillado dental al menos dos veces al día, idealmente después de desayunar y antes de acostarnos, ya que es el mínimo que se ha comprobado que previene la caries. Si queremos añadir un cepillado extra tras la comida del medio día, pues bienvenido sea.
Un consejo final
Aunque la prevención de la caries es una responsabilidad de los padres, las revisiones frecuentes en el odontopediatra son fundamentales para corroborar que la higiene dental se está realizando de manera adecuada y para detectar a tiempo posibles caries incipientes.
En este sentido, la mayoría de asociaciones que cuidan de los dientes de los más pequeños de las casa recomiendan que estas revisiones empiecen pronto, incluso desde la salida del primer diente. Nosotros creemos que un buen momento para iniciarlas es en torno al año de edad.
Como habéis podido leer, la higiene dental infantil es muy importante y cada edad tiene unas recomendaciones especificas que podemos resumir en esta lista:
- Niños menores de 3 años: pasta de dientes con 1.000 p.p.m de flúor en cantidad de grano de arroz.
- Niños entre 3 y 5 años: pasta de dientes con 1.000 p.p.m de flúor en cantidad de grano de guisante.
- Niños mayores de 5 años: pasta de dientes con 1.450 p.p.m de flúor en cantidad de guisante.
Y recordad que debemos lavarnos los dientes al menos dos veces al día.
En septiembre de 2021 echó a rodar «Sin Cita Previa», un podcast del que somos presentadores y que seguro que también te pude gustar. Puedes escucharlo en: