
Fuente: Dos Pediatras en Casa
Hoy nos ha pasado una de esas cosas por las que si no fuéramos pediatras hubiéramos acabado en Urgencias…
Resulta que el otro día compramos una botella de metal para nuestro hijo pequeño. Por si venía sucia, la lavamos por dentro con un poco de agua. El caso es que no se nos ocurrió mirar si tenía algo en su interior… A los dos o tres días, en una de las veces que rellenamos la botella vimos que había algo al fondo: un sobrecito de papel de SILICA GEL. Seguro que sabéis lo que es porque viene en muchos envases de productos como zapatos, cajas o juguetes. El objetivo de esta sustancia es atrapar la humedad y preservar el buen estado del objeto en cuestión. Seguro que también habéis reparado que en esos sobrecitos suele venir escrito en grande ‘NO INGERIR’.
¿Qué hubierais hecho vosotros si le hubierais estado dando a vuestro hijo pequeño una infusión de silica gel durante dos o tres días? ¿Y si le hubierais pillado con uno de estos sobrecito abierto y con varias bolitas en la boca? Seguramente muchos habríais salido corriendo como alma que lleva el diablo hacia Urgencias ante la duda de si vuestro hijo se pudiera haber intoxicado.
Sin embargo, el SILICA GEL NO ES TÓXICO salvo que se ingiera una gran cantidad de este producto (muchos sobrecitos, para que nos entendamos), cosa que en general es muy poco probable. Por todo ello, si alguna vez veis que vuestros hijos han entrado en contacto con estas bolitas y tenéis dudas de si se las han podido tomar, no es necesario que os pongáis en contacto con vuestro pediatra o acudáis a Urgencias.
Los niños son niños, y en su afán por conocer y explorar su entorno es muy frecuente que en alguna ocasión ingieran algún tipo de producto que a priori podría parecer tóxico, pero que realmente no lo es, como es el caso de la plastilina, la tiza, el jabón de baño, la vaselina, las cremas hidratantes o el maquillaje.
Eso sí, que no sea tóxico no quiere decir que les podáis dejar jugar alegremente con los sobrecitos, ya que las perlas de silica gel son pequeñas y podrían dar lugar a un episodio de aspiración a vía aérea, pero vamos, como podría suceder con cualquier objeto de pequeño tamaño.
En cualquier caso, está en manos de los adultos propiciar a nuestros pequeños un ambiente seguro, por lo que es altamente recomendable que en casa guardéis los productos de limpieza y las medicinas bajo llave o en algún lugar fuera de su alcance. Por último, en caso de que entren en contacto con algún producto del que dudáis que pueda ser tóxico, lo mejor que podéis hacer es poneros en contacto con el Instituto Nacional de Toxicología a través de su teléfono de atención al ciudadano o con vuestro pediatra para salir de dudas.