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Diseñando espacios híbridos abiertos

La realidad física no existe. El mundo virtual tampoco. Ahora una frase-explicación: apenas existen los espacios híbridos, la mezcla de lo off y on, de lo digital y lo analógico. En esta nueva realidad híbrida las dinámicas del mundo digital contagian las inercias de los territorios físicos. Y el mundo físico es una pieza vital para la construcción de entornos digitales. La fusión de ambos construye un nuevo espacio, una cuarta dimensión que habían intuído Michel Foucault con su heterotopía o Edward W Soja con su tercer espacio. Las redes digitales – que algunos llaman redes sociales – se enredan con las comunidades del mundo físico. Y ambas se retroalimentan. Las interacciones digitales, los contenidos compartidos y/o geolocalizados, los streamings, transforman el espacio físico en un nuevo territorio emergente.

La imagen que abre esta entrada pertenece al proyecto Dream Hammar, del estudio Ecosistema Urbano. Fue llevado a cabo en la ciudad de Hamar, en Noruega. Y es, en mi opinión, un caso ejemplar de estrategia de creación de espacios híbrido. Como refleja el gráfico, la construcción de la plaza se basó en el diálogo y la co-creación en plataformas digitales y en el territorio. El laboratorio digital dialoga con el laboratorio físico; las acciones urbanas van de la mano de un contenido académico digital creado para la ocasión. Dream Hamar es una realidad híbrida. Construyó comunidad. Trabajó en red.

¿Existen algunas reglas para construir espacios híbridos? No creo que existan principios definitivos ni reglas absolutas. Sí algunas claves que hay que entender. He decidido remezclar tres textos que considero brillantes al respecto. Sirven tanto para diseñar una web como para construir una plaza. Algunos puntos son aportaciones mías. El primer texto es Principios de Diseño del Gobierno británico. El segundo, el Urban Versioning System 1.0.1 (UVS) del escritor Matthew Fuller y el urbanista / diseñador Usman Haque. El tercero, 12 principios para una arquitectura de la participación, de Rahul Srivastava y Matías Echenove, del estudio Airoots.

Aviso para censores: este texto es una creación mía. Es una remezcla, no «una copia». Por si alguien no lo ha entendido, dos matices. El texto de Airoots es, de hecho, una remezcla de La catedral y el bazar, de Eric S. Raymong. Y el Urban Versioning System 1.0.1 (UVS) es también una remezcla de las libertades del software libre de Richard Stallman. Remezclar o morir, como ya dice el refrán. La mayoría de los puntos están relacionados entre sí.

1. Empieza con necesidades (necesidades de los usuarios no del Gobierno). El proceso de diseño debe empezar identificando y pensando las necesidades de los usuarios. Es fundamental encontrar mecanismos inclusivos. Por otro lado, encontrar una forma eficiente para conseguir un objetivo común es más importante que el proprio objetivo.

2. Haz las cosas abiertas. Debemos compartir lo que tenemos tan pronto como sea posible. Con colegas, con usuarios, con el mundo. Comparte el código, comparte diseños, comparte ideas, comparte intenciones, comparte los fallos. Cuantos más ojos estén puestos en algo, mejor será. La apertura del código es necesaria para una verdadera participación activa de la comunidad.

3. Comunica. Comunica siempre, comunica en tiempo real. Cualquiera tiene que tener acceso a las últimas informaciones. Escucha lo que la comunidad dice e incorpóralo de forma que pueda ser modificado/ajustado a lo largo del camino.

4. Crea procesos. Olvídate de los productos e incluso de los servicios. Esfuérzate apenas en construir las condiciones favorables para que surja un proceso compartido, abierto y creativo. Transformar un objeto – web o plaza – en un proceso requiere un cambio absoluto de actitud. El contenido del plan correrá a cargo de la red y/o comunidad. Céntrate en asegurar una infraestructura/arquitectura que incite la participación y en transmitir una actitud que garantice el proceso abierto.

5. Construye más que diseña. Deja de mitificar el  diseño y el planeamiento. Apuesta por la construcción inmediata y colectiva. Vivimos en la época del prototipado, del manos a la obra, del trabajo colectivo, de las versiones en beta (no definitivas). Estamos entrando la era de los makers: necesitamos hacedores y no tantos pensadores. Apenas avanzaremos remezclando el learning by doing (aprende haciendo) desde lo colectivo.

6. Comparte. No te sientas propietario del plan. O mejor; deja que otros se sientan también propietarios del plan. El objetivo es tener las mejores soluciones para todos, no soluciones individuales.

7. Remezcla. No necesitas inventar la rueda otra vez. Averigua qué está funcionando en otro lugar y adáptalo a las necesidades locales y al presente. Que el copyleft guíe tus pasos. Si alguien está haciendo lo mismo, no repitas trabajos, incorpóralo a tu red. Copia, remezcla, para  incentivar la comunidad.

8. Construye vínculos. Entiende el vínculo no sólo como algo físico que mantiene varias cosas conectadas. El vínculo es más conceptual que material: es el lugar donde las fuerzas median y se enfrentas. El vínculo es donde las partes se unen, se esparcen y donde se transforman las tensiones. Las interfaces, los protocolos, las pantallas digitales son vínculos. Los vínculos son puntos de entrada para apoyar, contrastar o incluso para oponer sistemas.

9. Hazlo simple. Entiende de lleno la frase mítica del publicista Leo Burnett: ‘make it simple’. Hacer que algo parezca simple es fácil: hacer que algo sea simple de usar es más difícil, especialmente cuando los sistemas de base son complejos. La simplicidad hace algo accesible. Por eso, debes construir cosas/espacios lo más inclusivas y legibles posibles.

10. Crea un protocolo abierto. La llegada de la era 2.0 jubiló los portales de información centralizada y vertical. Entonces, crear plataformas, más horizontales y participativas pasó a ser el objetivo a conseguir. Construir plataformas, sigue siendo una buena idea. Pero en la era del procomún y de las nuevas conexiones P2P entre personas, colectivos, empresas, gobiernos, el objetivo es crear un protocolo replicable, abierto y libre. En informática,  un protocolo es una convención que posibilita una conexión, comunicación, transferencia de datos entre dos sistemas. Un protocolo es la regla que gobierna la sintáxis, semántica y sincronización de la comunicación. Una web/plaza tendrá éxito en la medida en que su conjunto de herramientas, metodología, infraestructura y contenido sean fácilmente replicables. El How to occupy de la plataforma Take the square  se convirtió en un protocolo abierto, compartido, remezclado y multiplicado de gran éxito.

11. Sé flexible. No impongas una forma y un proceso. Mejor: adapta tu diseño a las diferentes realidades. Que el responsive Web Design, que usa estructuras e imágenes fluidas para adaptar el sitio web al entorno del usuario y diferentes plataformas, te inspire. Y no sólo en entornos digitales. Entrégate al combinado adaptatativo de espacios abiertos, arquitecturas flexibles y materiales maleables.

 

Un manifiesto hacker (remix)

No he podido evitarlo: he creado un manifiesto remix basado en algunos conocidos textos del mundo hacker. Cortar, pegar. (r) escribir. He usado frases sueltas, ideas, de algunos textos que considero vitales para entender esta nueva era. El primero es el The Hacker Manifesto (o The Concience of a hacker), piedra angular del mundo hacker, escrito en 1986 bajo el pseudónimo The Mentor. El texto original fue remezclado en muchas ocasiones (hasta en vídedos como el que abre este post). En 2004, llegó una de las mutaciones más conocidas, A hacker manifesto, del australiano McKenzie Wark.

No he podido evitarlo: mi remezcla tiene frases de otros dos textos que no son del mundo hacker pero que tienen algo  que ver con los anteriores: The Cult of donde manifiesto (de Bre Prettis y Kio Starky) y The Mesh manifesto de Lisa Gansky. Todos tienen en común una nueva concepción de la creatividad, la propiedad, la transparencia y las relaciones. Todos conforman una nueva visión del mundo. Que cada uno interprete (y remezcle) este Manifiesto hacker (remix) como quiera.

-Sea cual sea el código que hackeamos – lenguaje de programación, poesía, matemáticas o música, curvas o colores – creamos la posibilidad de cosas nuevas.

-La clase hacker tiene la capacidad de crear no sólo nuevas clases de objetos y sujetos en el mundo, no sólo nuevas formas de propiedad, sino también nuevas relaciones entre las formas de propiedad.

-Reconoce que todo es un borrador. Te ayudará a darle forma.

-Exploramos y nos llamáis criminales. Buscamos conocimiento y nos llamáis criminales. Existimos sin nacionalidad, sin religión.. y nos llamáis criminales. Construis bombas atómicas, declaráis la guerra, asesináis, engañáis, nos mentís, nos intentáis hacer creer que es por nuestro bien, que somos nosotros los criminales. Sí, soy un criminal. Mi crimen es la curiosidad.

-La educación es esclavitud, encadena la mente y la convierte en un recurso para la clase dominante.

-La información quiere ser libre pero está amordazada en todas partes.

-Hackear es rechazar la representación.

-Las empresas basadas en compartir generalmente ofrecen un mayor sentimiento de conexión y comunidad.

-Hackear es producir la diferencia, aunque sea por un minuto, en la producción de información.

-El progreso es posible. El plagio encamina el progreso.

-El hacker lucha para producir subjetividad cualitativa y singular.


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