De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

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Este libro se autodestruirá

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Imagen perteneciente al libro ‘Argentina Copyleft. La crisis del modelo de derecho de autor y las prácticas para democratizar la cultura’. Licencia copyleft

Este libro se autodestruirá. Así se titula mi nuevo proyecto literario. Un libro – tal vez será otra cosa – que comienza en este mismo instante, cuando estoy recién llegado al lab rural Nuvem, en la sierra de Río de Janeiro, Brasil, en calidad de residente. Todavía no he escrito una línea. Y hay más: tal vez el inicio del proyecto corra a cargo de algún lector. La explicación es muy sencilla: voy a escribir en un documento abierto y online llamado PAD. Cualquier persona podrá ver en tiempo real qué estoy escribiendo. Cualquier persona podrá intervenir en la trama. Podrá co-escribir partes del texto. Cualquier persona que se entre en este link, la URL oficial de Este libro se autodestruirá, decidirá si quiere ser espectador o co-autor.

He escogido la plataforma TitanPad para dicho proyecto. Concretamente, he abierto un PAD público, por un motivo concreto. Si el documento no tiene un número de visitas mínimo, desaparecerá. El sistema lo auto destruirá. Si el libro no es social, compartido, morirá. Si el libro no se remezcla, no se reescribe, puede fallecer. Concretamente, según la política de TitanPad, el libro será borrado en dos semanas si no tiene veinte revisiones. Si no tiene cincuenta revisiones, será borrado dos meses después de la última. De cualquier forma, aunque sea un documento muy visitado, tiene fecha de fallecimiento: 12 meses después de ser creado. Este libro se auto destruirá. Un último detalle técnico. Un PAD, en muchos sentidos, es un agujero negro. Al estar en la nube, el proyecto no está adscrito a una jurisdicción nacional concreta. Tampoco está gobernado por el copyright. Ni por el copyleft. Ni por la licencia Dominio Público. He querido que así sea.

¿Por qué he comienzo este proyecto? Por muchos motivos. Uno importante: para seguir experimentando sobre los nuevos paradigmas creativos de la era red. Escribir una novela en tiempo real, visible, accesible por cualquier lector, me parece un reto. Aquel cuarto propio por el que luchaba Virginia Woolf en la era digital se transforma en el cuarto propio conectado del que habla Remedios Zafra, un cruce de privacidad y esfera pública, de individualismo y subjetividad colectiva. Escribir un texto del que no controlo totalmente la trama, algo que nace como un procomún colectivo que cualquiera puede modificar, es un misterio entusiasmante. ¿Existe la literatura colaborativa? ¿La literatura a cuatro, veinte o mil manos? ¿La creación entre un individuo (yo) y un colectivo que puede ser anónimo? Este libro se autodestruirá pretende investigar sobre estas cuestiones. Será un laboratorio compartido.

Pero el principal motivo para arrancar con este proyecto es otro: tocar las narices al sistema editorial y al copyright en concreto. Siendo más amable, podríamos decir que quiero incentivar el debate sobre la creación literaria, los derechos de autor y los nuevos formatos digitales. El Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), por ejemplo, no reconocerá Este libro se auto destruirá como libro. Al publicar mi anterior obra, #24H, reparé conque CEDRO apenas considera el formato eBook. Por otro lado, la ambigüedad legal del PAD convierte el mecanismo copyright en algo inservible. Cada uno hará lo que quiera con el texto. Ni si quiera hace falta que ponga aquel aviso que lucía en la revista Internacional Situacionista, publicada entre 1950 y los años 70: «Todos los textos publicados pueden ser libremente reproducidos, traducidos y adaptados, incluso sin indicar su origen».

¿Y la trama del libro? Quiero que tenga un formato parecido a una novela. Será meta literatura. Pura y dura: un tipo intenta escribir una novela en un PAD; arranca con el proyecto en un lab rural; el telón de fondo es un mundo confuso en descomposición, despedazado por la especulación financiera, la corrupción y el consumo desaforado; un planeta, eso sí, que está siendo reformulado por activistas, pensadores, hackers, desempleados y visionarios. Los nuevos paradigmas, la tecnología que conecta a personas, harán que todo se derrumbe. Sistemas políticos, modelos empresariales, industrias culturales. Mientras, el protagonista del libro intenta escribir la novela del siglo, sus lectores le retuercen las orejas o le animan en tiempo real, en un PAD que reverbera en la pantalla allá por donde pasa. Al final del todo no hay nada. El libro se autodestruye. La nieve cubre de nuevo los pasos. No quedan huellas. De nada.

Este libro se autodestruirá será una ficción. Ficción con licencia poética y libertad creativa absoluta. Escribiré por placer. Por necesidad. Y si alguna editorial me llama, pues tendremos que negociar dentro del agujero negro. En este nuevo proyecto intentaré combinar mis diferentes facetas. Remezclaré mi estilo periodístico histórico, el ritmo de cronista de mi primer libro Calle Amazonas o de mis textos de viajes, la cibersoltura del libro #24H, los dardos ácidos que te provocan las tablas de ser bloguero. Usaré pocos links.

 

Quien quiera participar, puede hacerlo aquí. Yo me voy a dormir. Tal vez cuando me disponga a escribir la primera línea, el libro ya disponga de un comienzo.

El paréntesis de Gutenberg

La piratería no va a acabar con la industria editorial. Una profecía apocalíptica: los teléfonos móviles, las redes sociales y los videojuegos sí pueden hacerlo. Devorarán, sin duda, la industria editorial que apenas apuesta por el formato papel. Ahora una confesión: estas líneas forman parte de una estrategia narrativa para que sigas leyendo una historia personal. Prometo no mentir, eso sí. Y un final especialmente incómodo para los traficantes de celulosa (ese lobby del papel) y los señores del copyright.

La historia personal es muy sencilla. Y es de interés común. Mi última creación de ficción, #24H, acaba de conseguir su registro en el ISBN (International Standard Book Number). Ya tiene un número, 978-84-616-0745-7. Hasta hace muy poco, #24H no era nada para las máximas autoridades del libro de España. No existía. Sin ISBN, además, no podía ser encontrado en librerías. Ni siquiera podía subirse a Google Books (ahora ya está).#24H no ha tenido ISBN hasta hace unas semanas no por falta de voluntad sino porque no ha sido fácil conseguirlo. Ha sido, básicamente, una odisea.

El formato de #24H, que usa licencia Creative Commons, es híbrido: papel en Lulu y Bubok, ePub para tablets, MOB para Kindle, pdf. Además, habilitamos una sala de remezclas para que cualquier lector pudiese modificar el contenido, remezclarlo, rescribirlo. Y aquí llega el primer gran problema. ¿#24H Es un libro? ¿Un eBook? ¿Un site? Ethel Baraona, editora de Dpr-Barcelona y de #24H, me lo explicaba de una forma sintética en un mail: «Algunos de los diversos formatos en los que está publicado, como la impresión por demanda o la sala de remezclas, no están contemplados en el formulario de solicitud del ISBN y por lo tanto, dificulta su tramitación». O sea, #24H no era para el ISBN un libro de papel al uso. ¡Pero tampoco era un eBook! Otro pedacito del mail de Ethel: «Se piden datos, por ejemplo, del número de ejemplares, que al ser impresión por demanda es imposible conocer a priori . El «formato digital» solo contempla edición eBook para kindle o PDF, pero aún no incluye formatos interactivos y mucho menos un formato dinámico como la sala de remezcla».

La tecnología abre una espectacular puerta para la literatura. Para su distribución. Para su difusión. Para una nueva interacción entre creador y público. Abre la puerta incluso a la literatura colectiva, a la escritura en red, a la identidad creativa colectiva, a la remezcla. No es obligatorio hacerlo entrar en este mundo. Pero es una nueva puerta. Está abierta. Yo he participado, por ejemplo, en el proyecto colectivo Asalto, de la Fundación Robo. Sin embargo, el mundo editorial, en general, sigue considerando Internet como un enemigo.  Un libro publicado en la plataforma Booki.cc no existe para CEDRO. La Ley de la Propiedad Intelectual es tan obsoleta que publicar un texto en un PAD abierto – documento que permite la escritura colectiva online – es igual a nada.  Y ese desfase entre tecnología, formatos y leyes asusta. Aunque creo que es una buena idea aprovechar ese agujero negro – publicar novelas en PADs. por ejemplo – para dejar en evidencia el absurdo del actual marco legal de propiedad intelectual. Lo peor de todo esto: tenemos que seguir aguantando a esa extirpe creadora alienada en un elitismo totalmente arrogante. Javier Marías, en su texto Tanto compartir, arremetió con virulencia contra el crowdfunding, contra lo compartido, contra las redes sociales. Y  peor que eso:  arremetió contra cualquier tipo de interacción.

Pues tienen que saber, sí, que esa «ridícula interacción» que le causa vómitos a Javier Marías es precisamente lo que va a derrumbar su mundo. El prestigioso científico brasileño Silvio Meira publicó un texto recientemente titulado El principal enemigo del libro… En él, Silvio defendía que los videojuegos, las redes sociales y la mobilidad son los principales enemigos del libro. Silvio, citando a Thomas Petit, la teoría del paréntesis de Gutenberg. Llevamos cinco siglos presos en el formato libro, en un sistema editorial de objetos físicos, en una red de saber encerrado en bibliotecas que nos apartó de la oralidad y la performance ancestral de la cultura. La imprenta de Gutenberg nos apartó de la oralidad. Ahora, entre átomos y bits, estamos en el punto de mutación. La cultura digital supone una vuelta a la oralidad, a la interacción, a lo colectivo. La era de Gutenberg, por mucho que le pese a algunos, ha sido apenas un paréntesis en la historia de la humanidad. Aquí un texto para excépticos.

¿Y qué viene después del paréntesis de Gutenberg, de la dictadura del copyright, del lobby de la celulosa? Aquí, un pedacito del texto de Silvio Meira que no tiene desperdicio: «Después del paréntesis de Gutenberg, los nuevos modos de tratar, recibir, percibir y promover la información desajusta el espacio canónigo de composición y nos lleva a procesos de copia+mezcla+pega (o rip+mix+burn) ofreciendo nuevas y gigantescas posibilidades y, al mesmo tiempo, poniendo en riesgo un modelo (cultural, de negocio y poder) otrora [o todavía] centrado en el autor y su obra». En los últimos coletazos del paréntesis de Gutenberg, Javier Marías sigue en su torre de marfil (que se desmorona) y la viuda de Borges retira del mercado una versión-homenaje de El Hacedor escrita con pasión/admiración Agustín Fernández Mallo.

Mi historia personal tiene un final feliz. Mi libro (o lo que sea) #24H, que fue bastante comentado en redes y algunos medios, pasó desapercibido para muchos críticos literarios. Sin embargo, hubo un texto excelente que entendió todo, titulado #24H: Sinergias entre la novela contemporánea y las redes sociales. No apareció en un pomposo suplemento literario, no. Fue publicado en Playground, una publicación que suele hablar de música, vídeos, DJs, hasta de videojuegos. Bye bye, Gutenberg, como afirma el visionario Silvio Meira. Adiós, literatura-objeto.

CopyLove, Redvolución y Remezcla

 

Hoy hablaré de mi libro #24H en Buenos Aires. Como siempre, será una gran excusa para hablar de otras cosas: copyleft, 15M, redvolución, procomún, resiliencia, remix… Un evento sin guión, ‘powered by’ Actitud Peluche y Dj Tudo Bem (world beat transfronterizo y bastardo) acá el texto que andamos enviando a medios y amigos, con algún link. 

Redes y territorios. Remezcla y revolución. Artivismo y PosPolítica. Arte apartidario pero profundamente político. Ludismo y transformación. El PosPeriodista y (r) Escritor Bernardo Gutiérrez divagará en la Casona Iluminada de Buenos Aires el próximo día 24 de octubre sobre los nuevos paradigmas de la cultura de red y sobre el movimiento 15M – Indignados de España a partir de la publicación de su libro #24H (Dpr-Barcelona)

La obra – que tiene licencia copyleft, un formato inclasificable y una sala de remezclas para que los lectores lo despedacen- será el punto de partida de una charla spam + situacionismo multimedia que no tiene guión fijo. Bernardo intentará forzar una conversación sobre las revueltas 2.0 y la remezcla narrativa que protagoniza el nuevo mundo. El autor comenzará la deriva en #24H – cuyo paisaje es el surgimiento del movimiento 15M – pero proyectará vídeos, mostrará diseños, caso de ARTivismo lúdico, nuevos prototipos sociales, proyectos de cultura cocinados desde lo colectivo…  #24H será apenas una excusa para hablar de conocimiento abierto, copyleft, tecnopolítica y la remezcla de contenidos en nuestros días. El eco coral de la charla será lo más importante.

Las fórmulas viejas no sirven para explicar la sociedad red. Los conceptos están viviendo intensas mutaciones. La contracultura pasa a ser permacultura. La resistencia ahora es resiliencia. La masa de desmiembra en un enjambre conectado y distribuido. La revolución se viste de redvolución. La autoría individual se diluye en un relato coral. Ya no hay conceptos en alfa: todo es un ‘beta’ imperfecto, incompleto, bastardo, mejorado en tiempo real de forma colectiva. Y el copyleft se transforma en un abrazable copyLove. La copia no es sinónimo de piratería. Es una prueba de admiración. La copia es un afecto remix y colectivo. La copia es una declaración de amor.

#24H es una ficción poética, fragmentada y no lineal de las redvoluciones que sorprendieron al mundo durante 2011. La revolución del enjambre – una remezcla estreameada en tiempo real – tiene el copyleft en su esencia. Copia, remezcla, revoluciona. La redvolución DIY (Do it YourSelf) desemboca en la redvolución DIWO (Do It With Others). Y la macroutopía se fragmenta en una nube de microutopías distribuidas. Usopías para usar adhoc (aquí y ahora). Usopías copylove para compartir.

CopyLove, RedVolución y Remezcla. Cuándo: Miércoles 24 de octubre Dónde: la Casona Iluminada, Corrientes 1979, Buenos Aires. 

 

Diez libros para el ministro de (in)cultura

Muchos ministros españoles bien podrían ser conocidos como desministros. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas suspende a todos y cada uno de ellos de manera contundente. Pero José Ignacio Wert, ministro de Cultura, Educación y Deporte, se supera cada día con su (des) gestión. Podría ser el ministro de Casi Cultura. O el ministro de Propaganda Neoliberal. O el Ministro Familia. O el (sub) ministro de la Decadencia de Hoollywood. O simplemente Ministro de Incultura. No es de extrañar que la ciudadanía valore con 2,49 puntos sobre diez su gestión. Has leído bien: 2,49 puntos sobre diez.

Su medieval Ley Sinde-Wert demuestra que no ha entendido absolutamente nada de la era digital. Hasta los empresarios de Internet denunciaron su radical ceguera. Su giro fundamentalista en la asignatura de Educación por la Ciudadanía deja bien clara la huella de su partido (Partido Popular, para despistados): la asignatura dejará de hablar de parejas homosexuales y de sus derechos para hablar de propiedad privada, familia y nacionalismos excluyentes.

Pero la esperanza es lo último que se pierde. Aunque Mr.Wert ha protagonizado hashtags de Twitter tan calamitosos para la marca España como #Wergüenza o #Wertnodoyuna, pienso que unas cuantas lecturas podrían abrir la mollera del susudicho (des)ministro o SubMinistro de la Casi Nada (nada dentro, nada fuera). He preparado una básica listita de libros que el señor (des) ministro de incultura podría leer en lo que queda de verano, si no es mucho pedir. En la mayoría de los casos, tendrá que bajarse cada libro de Internet de forma gratuita. Y totalmente legal, señor Wert. Aunque lo mismo, a su gestión como  Tal Vez Ministro le queda muy poquito y el señor Ministro de sus Amiguetes acabe pronto como consejero de alguna empresa nacional que no tribute en España, como es lógico. Pues eso: diez libros para el ministro de (in) cultura. Basta entrar en cada enlace (justo en esos links que su ley pretende criminalizar) para bajarse el libro.

1) The Wealth of Networks (Yochai Benkler). Un bello repaso a la era de las redes, la cultura colaborarativa (peering), la economía Peer-to-peer (P2P). La riqueza de las naciones de Adam Smith ya no sirve ni para encender una hoguera, señor Wert.

2) Por una cultura libre, (Lawrence Lessig). Algo así como la Biblia para entender los nuevos paradigmas de la creación y de la circulación de la cultura.

3) El código 2.0 (Lawrence Lessig). Fundamental para entender la era de la colaboración y aquella ya vieja idea de lo 2.0 que usted,  Super Ministro del Deporte que Compite, desprecia.

4) T.A.Z, Zona Autónoma Temporal (Hakim Bey). Una obra maestra que anticipó muchas de las cosas que están ocurriendo en este nuevo milenio.

5) Micromegas (Voltaire). Un clasicón de aquella Ilustración que desenbocó en aquella guillotina que le faltó a España (uy, si lo de la guillotina no lo dijo un perroflauta y sí un miembro de la Real Academia de la Lengua).

6) Q (Luther Blisset- Wu Ming). Espectacular western teológico que explica por qué una nueva tecnología (la imprenta) hizo perder muchos privilegios a la iglesia. La historia recreada tiene casi cinco siglos, pero Señor No Doy Una, sin duda que se sentirá identificado (con el lado del mal, lógico)

7) La ética hacker y el espíritu de la información (Peka Himanen, con epílogo de Manuel Castells). Un bonito texto sobre la ética de lo compartido, de lo abierto y lo colaborativo.

8) Ulises (James Joyce). Como sabemos que eres clasicote, aquí una pequeña concesión. Te recomendamos este tocho llamado Ulises que este año dejó de tener copyright y pasó a dominio público.

9) Inteligencia colectiva. Por una antropología del ciberespacio. (Pierre Levy). Leyendo este ya clásico libro entenderás (ójala) por que la Enciclopedia Británica perdió la carrera contra la Wikipedia. O por qué tu visión elitista de la educación está condenada a fracasar en la era del aprendizaje distribuido y abierto.

10) La rebelión de las masas (José y Ortega y Gasset). Oh, sorpresa, Ministro del Medalloro Olímpico: Ortega y Gasset no era tan conservador como el nacional-catolicismo creía. Esa apropiación ideológica conservadora de la obra de Ortega hace aguas. Aquí una joyita: «La polis no es, primordialmente, un conjunto de casas habitables, sino un lugar de ayuntamiento civil, un espacio acotado para funciones públicas. La urbe no está hecha, como la cabaña o el domus, para cobijarse de la intemperie y engendrar, que son menesteres privados y familiares, sino para discutir sobre la cosa pública. Nótese que esto significa nada menos que la invención de una nueva clase de espacio». Coño, otro perroflauta con apego a las plazas.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

Mi libro copyleft vale un tweet

 

La primera parte de mi libro #24H, editado por Dpr-Barcelona, estuvo durante el día de ayer disponible a golpe de tweet. Todas las personas que utilizaron el servicio Pay with a tweet tuvieron acceso a la mitad de #24H. El libro recrea 24 horas en Internet, entre el 16 y el 17 de mayo de 2011, con la eclosión del movimiento 15M a la vuelta de la esquina. Por eso, ayer estuvo «El día» de #24H a golpe de tweet. Y hoy ya hemos colgado «la noche» del libro. El día de #24H – rizomático, cóncavo, engañoso- estará así completo. Un día que tiene, como ya avisamos ayer, 50.400 horas de Youtube. 2.100 días caben en un día. 70 meses, en 24 horas. Porque #24H es una trampa

Apostamos por el Pay with a Tweet –  un sistema elogiadísimo en publicaciones especializadas – porque creemos que la circulación de una obra es más importante que su valor monetario. Porque pensamos que el dinero fue la divisa del siglo XX, pero el flujo o la reputación social componen la nueva moneda social del siglo XXI. El marketing clásico está (casi) muerto. El commons marketing – economía de lo compartido – llama a la puerta. Y quien abra esta puerta del ya clásico buzz desaparecerá, arrollado por la era de lo compartido.

Este inicio de campaña en Twitter es apenas el primera paso. César Reyes, uno de los editores, ha bautizado la estrategia como «ocupar plataformas». Durante este fin de semana, #24H estará disponible en papel gracias a las plataformas Bubok y Lulu. Cualquier persona lo recibirá directamente en casa. Aunque las librerías también pueden hacer sus pedidos (con buenas condiciones). Y el lunes ya estará a la venta en formato ePub (ideal para leer en tablets) a un precio redondo: 1,99 euros. La licencia es copyleft. La copia está liberada. Paulatinamente, #24H se incorporará a plataformas como Amazon. Y se irá fragmentando en las remezclas que los lectores irán haciendo en nuestra sala de remezclas. #24H ha dejado de ser mío. Ahora es vuestro. Un libro para el procomún.

Mi web: bernardogutierrez.es Dirijo la consultora futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

Decálogo de prácticas culturales de código abierto

Comunidad Autoorganizada y autoregulada. Imagen del primer capítulo de #10penkult10penkult.cc

Recomiendo con entusiasmo el libro Decálogo de Prácticas Culturales de código abierto v 1.0. Podéis descargarlo gratuitamente en 10Opencult.cc. El libro fue escrito colectivamente hace unas semanas bajo la modalidad de un booksprint (una actividad en la que se reúnen un grupo de personas durante 3-5 días para producir un libro de manera colaborativa a través de un proceso facilitado y dinamizado) en un rincón de el País Vasco con la herramienta colaborativa booki.cc

El libro fue escrito por algunas de las personas más activas en España de la denominada cultura libre. Acá el listado completo con sus cuentas de Twitter:  Maria Ptqk (@ptqk), Marga Padilla (@cien_margaritas), Txelu Balboa (@volantebb)Sofía Coca (@preescolar)Jose Luis de Vicente (@jldevicente),  Jaron Rowan (@sirjaron), Marta G. Franco (@teclista)Jara Rocha (@jararocha), Kamen Nedev (@kamen)Pedro Soler (@pedrosoler)Susana Serrano (@_russiandolls),  Maite Fernández (@cacharritox)Josean Llorente (@josianito), Eva Calavia y David Orriols.

He recopilado pequeños fragmentos de este libro. Cada pedazo pertenece a uno de los capítulos del mismo. Espero que os gusten. El decálogo puede continuar siendo rescrito por todo el mundo.

Comunidad. No basta con quererla hay que comprenderla. 

¿Qué es la comunidad 2.0? Una red de cooperación mediada por una *interfaz. La interfaz pone las reglas del juego, “escucha” el rumor de la red y atiende sus demandas. La interfaz es permeable a la participación. No pisotea la red de cooperación, la respeta y la valora, porque el valor está en la red. La comunidad de código abierto, y lo que esta produce, es sentida por todos sus miembros como propio. Aunque lo que se produce puede tener una autoría personal clara y reconocida, la resultante de la cooperación multiplica la potencia productiva y esa potencia no es exactamente de nadie en particular.

Participación: del botón de «me gusta» a fotmas de autogobierno. 

«No concebimos la participación como el acceso a instituciones o plataformas cerradas sino que al contrario la pensamos como la habilitación a procesos de toma de decisión colectivas marcadas por la temporalidad, la mutabilidad y la reflexividad. La participación se sostiene sobre procesos constantes de feedback entre los recursos, plataformas o instituciones y las comunidades que las explotan y construyen. La participación necesita de autonomía y conduce hacia formas de autogobierno».

Mediaciones. Dispositivos culturales para el encuentro.

«Es clave entender las mediaciones como los órganos de aprendizaje de un proyecto o institución cultural. No se puede aprender de un ecosistema mirándolo siempre desde un dentro: es fundamental construir y mantener dispositivos de escucha activa que se encarguen de aprender de otros espacios, de otras comunidades, de otros modelos culturales, para volver con ideas nuevas que testear en su propia estructura. Para que no se cierre la comunidad, para evitar (si se quiere) situaciones de endogamia, para proveer de conflictos a un proyecto (y no ser un mecanismo de autocomplacencia), las mediaciones son también dispositivos de encuentro con su afuera».

Transparencia hoy: un valor central en la cultura democrática contemporánea

«Dotar al proceso de transparencia significa habilitar el acceso a cada una de estas etapas, y si podemos acceder a ellas, es posible hacerlas más útiles y provechosas. (…) De todas las fases que componen el desarrollo de un proyecto creativo, tradicionalmente hemos tenido acceso sólo al resultado final. Si todas o algunas de las fases anteriores que antes eran opacas se vuelven transparentes, la relación de las usuarias con el proyecto y su autoría (sea individual o colectiva) cambia, pero además, es posible que se incorporen nuevas usuarias».

Sostenibilidad. De lo ético a lo estratégico

«Antes de diseñar los parques públicos, las urbanistas soviéticas esperan a que caiga la nieve. ¿Por qué? Porque así son las personas que transitan diariamente por ese espacio quienes trazan de manera natural los recorridos que les resultan más convenientes. Sobre el rastro de esos pasos espontáneos, se diseña la estructura de los parques. Los llaman caminos del deseo. En el lenguaje común, los caminos del deseo son los atajos, los recorridos alternativos construidos a partir del uso que suelen aparecer en las zonas verdes de las ciudades. Son una forma de diseño bottom-up, de abajo hacia arriba. En un texto escrito para una serie de fotografías de Ismael Teira, Marisa Gómez los considera como “indicios de un espacio vivo, constantemente creado y destruido por quienes lo habitan” y como “el rastro visible de un acto político”. Citando a Gorgie R. Felix Perez-Hita nos dice: “La clave del caminito de deseo no es sólo que sea un sendero que haya hecho una persona o un grupo, sino que esté hecho contra la voluntad de alguna autoridad que querría que fuéramos por otro camino menos conveniente”.

P2P

«Las prácticas p2p se han extendido más allá de compartir archivos, fomentadas por soportes tecnológicos y por un marco institucional y normativo emergente (licencias libres como las *Creative Commons, entidades que promueven la cultura libre, etc), y permiten aflorar nuevas formas de pensamiento y de conciencia compartida. En palabras de George Siemens (2010), “la gente no piensa junta para llegar a determinadas conclusiones, sino que más bien cada uno de nosotros piensa por su cuenta y obtiene valor colaborativo de la conexión y la combinación de ideas”.

Afectos Ética de los cuidados. Poner la vida en el centro

«La relación de estas prácticas con la autogestión y los centros sociales es, en ocasiones, muy estrecha. Es el caso de los Ladyfest, festivales que se organizan bajo una ética que ha pasado del DIY (hazlo tú misma) al DIWO (hazlo con otras). El caso de Ladyfest, representa, además, un ejemplo de organización descentralizada y autónoma, generando nodos replicables que no dependen de ninguna estructura central. Este movimiento surge como respuesta a los circuitos de música hardcore estadounidenses de finales de los 80, espacios hipermasculinizados y machistas, que propiciará la aparición de las Riot grrrl, movimiento musical feminista cercano al punk y a todo su arco de influencia. Entre sus manifestaciones más populares están los Ladyfests que se han desarrollado en ciudades tan dispares como Olympia, Madrid, Sevilla, Berlín, Londres y un largo etcétera. El festival no tiene porque ser grande, ni pequeño, ni estrictamente musical: Ladyfest se construye a partir del colectivo que lo sustenta y le da forma, a nivel local e independiente de otros Ladyfests»

The work of art in the age of Re

«Re-, en primer lugar, apunta a otro concepto del tiempo, el circular, al que alude Nietzche en su concepto del eterno retorno en contra de la linealidad del cristianismo. La idea de tiempo circular es, además, contraria a la linealidad del ideal de progreso que plantea el capitalismo en su sinfín de nuevos productos, de desarrollo y avance, de *obsolescencia programada. (…) Ahora el pasado es siempre presente, la cultura del link ya teje una red de conocimiento que desborda la linealidad y crea un eterno presente. Un fondo que permite un sinfín de recombinaciones y reutilizaciones».

Ensayo y error. Equivócate mejor. estética de la caída

«Como decía Francis Alÿs,»…. realmente el espacio que me interesa está en el proceso, o en el intento, en este avance sin fin que yo veo como el espacio real de producción» (…) Este enfoque – el de usar cierto software no para lo que se ha diseñado, sino de manera inapropiada – entronca con una rica tradición que se remonta a los inicios de la cultura en red. Estamos hablando de la *cultura hacker, cuyo principal rasgo distintivo es precisamente, esa actitud lúdica de trastear e intentar llevar más allá de su uso normativo las herramientas. El espíritu, o actitud hacker, nutrida en los entornos académicos de finales de los 50 del siglo pasado, ha resultado una de las principales fuerzas motrices de desarrollo e innovación tecnológica».

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