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The Pirate Bay, la innovación que debería haber creado la industria del copyright

Una confesión para empezar este post: recordar la primera vez que intercambié un archivo musical con un programa P2P me pone la piel de gallina. El programa se llamaba Napster, corría el año 2.000 y yo escribía entre otras cosas, sobre tecnología. Intercambio archivos desde entonces. Abrí mis carpetas y mi corazón a todos ellos que compartían sus archivos conmigo, aprendiendo esa nueva «ética» generosa de la red. Descubrí músicas – y cultura en general – a las que antes no tenía acceso. Escribí sobre mis descubrimientos en medios de todo el mundo, en mi blog personal. Hable de mis hallazgos en filas de panaderías, foros periodísticos o manifestaciones. Y seguí comprando música. Hoy en día, compro menos en formato físico (Cd). Pero compro. Compro libros y música. Me encanta el papel. ¡Ójala siempre existan libros de papel! Amo las portadas y libretos bien hechos de los Cds. Pero escucho mucha música en streaming. Veo muchas películas online. Y leo más libros en formato digital que en papel. Me niego a pagar el mismo precio – un precio abusivo – por un producto digital que por su versión analógica.

Trece años después de Napster, la industria del copyright parece no haber entendido nada. Sigue identificando intercambio de archivos con «mafia de la piratería». Por eso, Hollywood, la denominada industria de la cultura y los políticos en general deberían ver el recién estrenado documental The Pirate Bay – Away From Keyboard. El mundo debería ver este documental por muchas razones. La primera, porque consiguió la financiación del documental en la plataforma de crowdfunding KickStarter. La segunda, porque poco después de ser exhibido en el Festival de Berlín el documental ya está online con licencia libre. Pero sobre todo, The Pirate Bay – Away From Keyboard explica el gran choque de dos mundos: el viejo mundo basado en productos físicos y la propiedad cerrada; y el nuevo mundo basado, en el intercambio en red y la apertura.

A través del día a día de Peter Sunde, Fredrik Neij y Gottfired Svartholm, los suecos que fundaron The Pirate Bay, el documental nos descubre las contradicciones y limitaciones de la industria del copyright. Es entrañable, queridos amigos, ver cómo un joven le explica a un juez que «no decimos IRL (in real life, en la vida real) sino AFK (away from keywords, lejos de los teclados) porque «creemos que internet también es real». Es divertido (y muy surrealista) que tres jóvenes tengan que decir a las fuerzas de seguridad estadounidenses y suecas que The Pirate Bay no tiene oficinas ni empleados contratados, pues apenas son «amigos que hablan en un chat». Roza el absurdo que estos jóvenes tengan que explicar que el site The Pirate Bay no contiene archivos físicos, que no controlan su contenido y que apenas están mediando entre usuarios que comparten archivos vía el protocolo BitTorrent.

Ahora toca justificar el titular: Pirate Bay, la innovación que debería haber creado la industria. Sí, queridos inspectores de la SGAE, especuladores del plástico/celulosa y ministros de Cultura de la Edad de Piedra, la industria cultural debería haber creado una plataforma parecida a The Pirate Bay. Una plataforma de diálogo alrededor de la cultura, una plataforma abierta de encuentro, de intercambio, una plataforma masiva que generase ingresos publicitarios para distribuir entre los autores. Más todavía: la industria debería haber inventado una plataforma de envío de archivos pesados como la demonizada MegaUpLoad  y haber repartido los dividendos de las cuentas premium (envíos más pesados) entre los autores.

En lugar de poner puertas al campo y de aplicar el modelo de distribución del ya remoto siglo pasado, la industria debería haber inventado tecnologías para disfrutar de la cultura en streaming sin por ello renunciar del todo a los formatos físicos. La industria debería haber inventado hace muchos años servicios como SpotifyDeezerDhingana o Saavn. El Imperio del Plástico y del Celuloide Comercial- cuya decadente capital sigue siendo la #PostMetrópolis de Los Ángeles- debería haber creado una plataforma como Flattr, micro mecenazgo para compensar a autores con lógica de red. Pero, oh wait, el innovador Flattr es una iniciativa de Peter  Sunde, ese temible líder de la piratería mundial que fundó The Pirate Bay.

Por todo ello, The Pirate Bay – Away From Keyboard es un documental necesario. Velo con tus padres. Explícaselo a tu abuela. La música en streaming todavía no ha solucionado el agujero de la remuneración de los autores (pero el copyright mucho menos). El crowdfunding en sí mismo no va a solucionar el dilema. Pero quedarse parado en medio de la revolución digital, intentando hacer las cosas como se empezó a hacer tras la crisis mundial de 1929, es un gravísimo error. Además, como suele argumentar Richard Stallman, equiparar «piratería» a «intercambio de archivos», el «asalto de un barco corsario» con «ayudar a tu vecino», es una de las mayores hipocresías de las historia.

Motivos para ver y compartir el documental «15M: Excelente. Revulsivo.Importante»

«Excelente. Revulsivo. Importante». El escritor José Luis Sampedro usó  en una entrevista esta frase para definir al movimiento 15M. Mientras una buena parte de los medios ignoraba el estallido que estaba llenando de ‘indignados’ las plazas de España y medio mundo, José Luis Sampedro concedía el mayor grado de importancia al todavía incipiente movimiento. Por ello, por homenaje, retribución  o agradecimiento, el cineasta y activista Stéphane Grueso ha decidido usar la frase en el título del documental en el que lleva enredado desde el 16 de mayo de 2011. Cuando arrancó la elaboración del mismo, dentro del proyecto paraguas 15M.cc, el título provisional era Dormíamos, despertábamos. Tras unos meses de rodaje, el título definitivo es: 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante». El propio Stéphane nos cuenta en primera persona el estreno del documental en el blog Interferencias, en El Diario.

Aunque el documental todavía no está colgado en Internet y ninguna cadena de televisión lo ha pasado, he tenido la suerte de ver 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante». El documental, que se estrenó oficialmente el pasado lunes en el Museo Reina Sofía de Madrid, dará mucho de qué hablar. Y por eso he decidido escribir con calma y cariño una entrada en este blog con los motivos por los que hay que ver (y compartir) este documental. He asistido con entusiasmo al nacimiento y crecimiento del proyecto 15M.cc. Recuerdo como si fuese ayer el día en el que Stéphane Grueso y Patricia Horrillo me explicaron el proyecto 15M.cc, en un bar muy cercano a la Puerta del Sol. Pablo Soto, el otro fundador del proyecto, no pudo venir. Entré en el grupo de trabajo del libro, donde más podía aportar, sin pensármelo dos veces. También tuve el privilegio de conocer el estudio de Stéphane y la profesionalidad de todo el equipo, al ser uno de los entrevistados de las Conversaciones 15M.cc.

Por todo ello, os doy unos cuantos motivos para prestar mucha atención a este trabajo documental. ¿Por qué hay que ver (y compartir) 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante»?

Porque es una visión personal.  El documental es una entrañable narración en primera persona del 15M. Es totalmente subjetivo. Y esa frescura y familiaridad, en un mundo lleno de documentales enlatados con neutras voces en off, se agradece. No existe la objetividad. Y no tiene sentido renunciar a nuestra propia mirada de los acontecimientos. Menos cuando hemos estado tan dentro de la historia que queremos contar. La narración, cuando el formato lo permite, gana. Stéphane nos lo cuenta así:  «Como veis, no se trata de una visión periodística o academicista del 15M en Madrid. No. Es mi versión personal. E insisto mucho en esto, tanto en el off como en rótulos en la película. Es mi visión, lo que yo experimenté, mis sensaciones».

Porque es un documental copyleft. 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante» usa la licencia Creative Commons BY 3.0  (tipo copyleft). Traducido a los más analógicos o ajenos al mundo de la cultura libre: cualquier usuario puede «compartir, copiar, distribuir, ejecutar y comunicar públicamente la obra». Puede hacer obras derivadas e incluso uso comercial de esas obras. Otro puntito: el proyecto no tiene fin comercial ni ánimo de lucro. Cuando alguien invierte tantos y tantos meses en hacer algo cuyo objetivo no es el dinero, tenemos que quitarnos el sombrero (y hacer la ciberola, aquí y ahora, Ctrl+c, Ctrl+v). Stéphane ya consiguió que su documental Copiad malditos fuese el primero emitido en una televisión pública con licencia Copyleft. Confío plenamente en que éste último seguirá la senda.

Porque el proyecto ha sido un proceso abierto. El documental, como todo el proyecto 15M.cc, ha sido un proceso compartido, abierto y participativo. Todas las entrevistas, las Conversaciones 15M.cc, están colgadas en el site del proyecto y en You Tube. Los usuarios han podido colaborar destacando frases de las entrevistas. La cuenta de Twitter @15M_cc ha ido divulgando todo e incentivando el diálogo. El proceso, el saber que es más importante cómo hacemos las cosas que los objetivos de las mismas, cómo decidimos colectivamente cómo las hacemos, fue uno de los grandes descubrimientos del 15M. Y no falla: en esta era de los procesos, son muchos los que habrán disfrutado del proceso, de todas o de alguna de las entrevistas del documental, y que nunca llegarán a ver el resultado final. Pero el proceso habrá valido la pena.

Porque existirán muchas remezclas. Stéphane lo tiene claro: «Todo el material estará disponible en la web para su remezcla y el libre uso de la comunidad en sus propios proyectos». Tanto, que invita a la fuerza enemiga, Intereconomía y la mismísima señora Esperanza Aguirre: «están más que invitadas a remezclar su propia narración de su 15M. En 15M.cc les proporcionamos las herramientas para ello. Y, a mí, personalmente me encantaría verlo».

Porque @fanetin es de fiar. @fanetin, el perfil de de Twitter de Stéphane Grueso, es uno de los más respetados del 15M. En el ya mítico mapa de las 499 cuentas del 15M que elaboró el colectivo Manuela Lucas, @Fanetin es más grande e influyente que @el_pais. Sí, amigos, como tuitearía el propio Stéphane, un ‘perroflauta’ es más grande que ese diario de directivos millonarios que despide a a algunos de sus mejores periodistas con la excusa de la crisis/estafa.

Porque el proyecto inicial está lleno de ‘forks’. La influencia del software libre ha sido tan grande en todo el proceso 15M, que algunas palabrejas, como ‘fork’, que quiere decir algo así como ‘desviación consensuada’, son habituales en la comunidad 15M. Stéphane la usa bastante. El proyecto 15M.cc está lleno de forks. Por ejemplo, la sensacional y saludable 15Mpedia, rellenada por la siempre dispuesta inteligencia colectiva del 15M. Aquí podéis leer algo sobre la evolución del proyecto. En este vídeo también lo cuentan sus protagonistas.

Porque es un proyecto que empodera. El documental no es el final del trayecto, ni mucho menos. El propio autor dice que  «acabar este documental no es el final de nada, sino el principio». Y por eso ha decidido cedérselo metafóricamente a quien quiera adoptarlo. En febrero, en el MediaLab Prado, escribe Stéphane, «organizaremos una Fiesta de Liberación, un especie de aquelarre donde todo el proyecto, contenido y continente pasará a manos de una lista de correo, de la comunidad que la gestionará y decidirá su futuro y evolución, disolviéndonos los tres iniciadores en esa masa y continuando nuestra tarea en Madrid.15M.ccPapers.15M.cc y en otros proyectos que nos apetezca».

Porque aspira a llegar a mucha gente. Mejor que hable el propio autor: «La vocación del proyecto ha sido desde un principio lograr la máxima difusión del 15M por lo que estará pronto disponible en internet para todos. Sí queremos intentar una cosa: para llegar al mayor número de gente posible queremos intentar que una televisión emita el documental y para ello queremos reservarle la novedad de una primera emisión». El documental estará en breve en Internet, pero también quiere llegar a todos aquellos que no son demasiado digitales. El equipo de trabajo aspira a que algún diario reparta «el libro con el DVD de la peli para intentar repartir unas decenas de miles de copias físicas de la obra». Internet sí, formato ‘epub’ del libro para Ipad, sí. Pero también todo a la vieja usanza. Nuestros abuelos tienen que entender todo esto, ¿no os parece? ¿A qué esperáis, diarios y/o televisiones?

Porque el 15M es muy importante. El 15M – ya sea diagnóstico, proceso, movimiento, colectivo o revolución – es uno de los acontecimientos más importantes ocurridos en España desde el estallido de la guerra civil, allá por 1936. No sólo eso: es el proceso que desencadenó verdaderamente la global revolution. Su conjunto de métodos, herramientas digitales, protocolos de actuación, imaginarios y contenido están influyendo al mundo muchísimo más de lo que la mayoría de personas sospechan. Personalmente, defiendo que el 15M pasará a la historia como algo más importante que el Mayo del 68. Escribiré sobre ello en cuanto pueda, y le dedicaré el texto al perroflauta más cineasta (o viceversa) del 15mayismo.

Porque el documental divulgará en todo el mundo algo importante. Infelizmente, los grandes medios no están prestando mucha atención al 15M. El 15M, a su vez, quizá tampoco se esté sabiendo ‘vender’ muy bien en otros idiomas y países. Este documental – riguroso y panorámico – ayudará mucho a divulgar las ideas, logros y procesos del 15M. El documental llegará a rincones insospechados del planeta. Y quién sabe qué efecto mariposa va a desencadenar.

Porque este tío es buena gente. Importante. Sí: Stéphane no es ningún trepa. No busca ni fama ni poder ni millones, como el «empresario ejemplar» Díaz Ferrán, los jugadores de La Roja o los amigotes de Rodrigo Rato. Stéphane es tan buen tipo que es uno de los participantes/enredas del 15Mparato que usó crowd funding para procesar a un banquero. Gracias al corazón grandote del pequeño Stéphane&Friends, veremos a Rodrigo Rato, ex presidente del FMI-Mordor, en el banquillo el próximo día 20 de diciembre. Stéphane pone una cuerda en cualquier plaza, echa un cable en cualquier plataforma, graba con su móvil cualquier mani, charla con bomberos, Yayoflautas o mineros. Abraza al 99%, empuja proyectos, anima a todas, baila la conga escuchando a la Solfónica, cuida a sus amigos. Incluso le envía entrañables cartas a su amor platónico, Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno de Madrid. Y éste es un motivo importante, amigos.

Por todo ello, vale la pena ver, compartir y remezclar 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante».

 

Euroestafa.com, un documental necesario

Teaser Euro from Guillermo Cruz on Vimeo.

¿Un documental con formato de road movie para desvelar la actual crisis de la zona euro? ¿Un proceso de crowd funding para elaborar un trabajo audiovisual que denuncie los detalles especulativos en los que se basó la fundación de la moneda única de Europa? Lo que hace unos años podría parecer una locura-ficción, cuatro años después del estallido de la crisis, en plena revolución tecnológica, es una realidad. Marchando una de documental colaborativo, work in progress, del 99%

El cineasta Guillermo Cruz, que realizó junto al arquitecto Santiago Cirugeda el documental Spanish Dream sobre la burbuja inmobiliaria, se ha puesto manos a la obra. Y ha colocado su proyecto Euro, descubriendo una estafa, en el site de financiación colectiva Goteo. Para realizarlo necesita un mínimo de 8.950 euros. De momento, a falta de 11 días, ha conseguido 5.730. Necesita nuestra ayuda. Y se la merece.

Guillermo Cruz va a basar su documental en el trabajo de investigación del arquitecto y economista Ricardo Vergés. Vale la pena echarle un ojo a su site. La investigación de Ricardo – con quien mantuve muchas charlas telefónicas durante el año 2009 – fue vital para la elaboración de mi reportaje Madrid DF, publicado en el Magazine de La Vanguardia. Invertí muchos meses en ese reportaje. Y sin duda, Ricardo Vergés fue uno de los grandes descubrimientos de aquel proceso: brillante, sólido, ácido. Tras pasar décadas como profesor en la Universidad de Montreal, Ricardo asistía espantado por entonces a la pandereta política de la España posburbuja.

Los artículos de Ricardo Vergés, cuando todavía nadie había destapado a fondo la burbuja y esa crisis a la que el tiempo ha rebautizado como estafa, apuntaban ya a la catástrofe. Farra de préstamos del Banco Central Europeo a los bancos (la famosa tasa interbancaria apenas aplicada a bancos y no a Estados), construcción de millones de viviendas innecesarias, corrupción, manipulación de datos, especulación de los acreedores del norte de Europa, connivencia de los políticos del sur… El mundo del 1% – bancos forrándose gracias al dinero público – está presentísimo en el trabajo de Ricardo. Por eso, este documental Euroestafa.com, es totalmente necesario.

¿Y cuál será su contenido? Nadie mejor que los propios autores para explicarlo: «Demostraremos con detalle, cómo una serie de maniobras macroeconómicas al más alto nivel político nos han arrastrado hasta la situación actual (…) A partir de este planteamiento y de la investigación a través de datos reales del Banco de España, FMI y Banco Central Europeo  podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Tenemos que pagar este dinero y en las condiciones que nos dicen».

El formato  y proceso también son innovadores. Corto &Pego de su site: «El hilo conductor del documental serán las imágenes que el realizador filmará mediante un iPad durante todo el viaje, y que mostrarán el itinerario real de todo el equipo y su trabajo. Dichas imágenes irán apoyadas en el montaje con la voz en off de un narrador. El documental tendrá formato de reportaje pero con una narrativa más cinematográfica y propia del documental de creación, en el sentido que será una historia explicada en primera persona y su propio ritmo se alejará puntualmente del reportaje».

Ya que los políticos esconden los verdaderos motivos de la crisis, descubrámoslos gracias a trabajos como Euroestafa.com. Por si todavía no lo ves claro, un vídeo corto de Guillermo Cruz para indecisos. A ti también te han estafado:

La educación prohibida, un alegato por una educación libre

Cualquier gestor cultural o ministro de Cultura debería estudiar con atención la estrategia del documental La Educación Prohibida. En menos de una semana, sin inversión en publicidad, sus números son espectaculares: 158.455 descargas, 1.488.220 reproducciones en web, 436 proyecciones en todo el mundo, 46.726 fans en Facebook 4.257 seguidores en Twitter. Un detalle: el documental no usa licencia copyright, sino licencia Creative Commons. Cualquier persona tiene derecho a copiar la obra, a modificarla y a difundirla cómo quiera. Además, el documental ha sido elaborado de una forma colaborativa: fue financiado colectivamente gracias a 706 co-productores. Los subtítulos también han sido hechos de forma colaborativa. Cualquier persona puede traducir el documental a cualquier idioma aquí.

Lo más curioso es que La educación prohibida toca un tema poco comercial: cuestiona los cimientos de la educación occidental, sus métodos, su sistema competitivo basado en calificaciones. El documental ha hecho «más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres; un recorrido por 8 países de Iberoamérica (Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, México, Guatemala y España) pasando por 45 experiencias educativas no convencionales». Y realmente, no deja indiferente a nadie. El documental critica con dureza una educación que «no considera la naturaleza del aprendizaje, la libertad de elección o la importancia que tienen el amor y los vínculos humanos en el desarrollo individual y colectivo». Y muestra prototipos educativos que ya están funcionando, nuevos imaginarios replicables para esta nueva era en red.

Surgen muchas preguntas, sin duda, tras ver La educación prohibida. ¿Por qué Occidente (y medio mundo imitándole) todavía base sus sistema educativo en un modelo nacido en la Prusia militar del siglo XIX? ¿Por qué la educación se basa en un sistema competitivo que no incentiva el trabajo en equipo y la creatividad? ¿Por qué la educación se concentra en centros definidos sin contacto con la ciudad y/o la naturaleza? ¿Por qué no basar la educación en un proceso social, participativo, que convierta nuestras urbas en La ciudad del aprendizaje?

Sin más, recomiendo ver La educación prohibida y compartirla de cualquier forma posible.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa