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Nueva cosecha de empresas de triple balance: social, económico y medioambiental

El domingo 27 de octubre, la asociación empresarial Sannas y el  Another Way Film Festival celebrarán la XV edición de la Cosecha Sannas, una reunión de encuentro y conocimiento de las personas y empresas con ánimo de cambio hacia una economía de triple balance.

Las cosechas Sannas nacieron con el objetivo de dar a conocer a las empresas que optan por una forma alternativa de desarrollo, enfocado en el Triple Balance (social, económico y medioambiental) y bajo los pilares de la cooperación y sostenibilidad. En su temporada de otoño, se realiza en colaboración con Another Way Film Festival (AWFF), el festival de cine documental y progreso sostenible de Madrid.

Son empresas sociales con espíritu de cambio y transformación hacia un modelo de negocio sostenible y altavoces de un consumo diferente.

En la cosecha de este año se presenta una variedad de ejemplos de Triple Balance muy enriquecedora. Las empresas que van a exponer cómo logran un equilibrio económico, ecológico y social y combaten el escepticismo en su sector empresarial son SERYES, de seguros éticos; Calor Renovable, de energía sostenible; MiPoppins, de moda responsable; Debuencafé, de producción consciente; Despierta, buscador de negocios responsables; Pepita&Grano, alimentación ecológica; ConectaMovel, movilidad sostenible;   BIKO, consultoría para el bien común; y Teamlabs, campus de innovación y emprendimiento social.

Sannas es una asociación empresarial que tiene como objetivo extender una nueva forma de entender la actividad económica: aquella que considera que hay un balance económico, otro ecológico y otro social. En su manifiesto,  señalan que su objetivo es unir a todas las empresas que comparten la visión del Triple Balance (económico, ecológico y social) y transformar el modelo empresarial tradicional para construir una sociedad más sostenible, más justa y equitativa.

La XV Cosecha Sannas se celebrará el domingo 27 de octubre a las 17:30h en la Cineteca de Matadero de Madrid.

Recomendaciones que ayudan a lograr la soberanía alimentaria

  • Participa en un grupo de consumo. Enlace donde podrás encontrar varios grupos de consumo.
  • Encuentra los mercados agroecológicos más cercanos. Si haces una búsqueda, encontrarás unos cuantos.
  • Si te resultan complicadas estas opciones, puedes comprar en puestos del mercado o en las tiendas locales de toda la vida, optando por alimentos locales, frescos y de temporada, si pueden ser ecológicos, mejor.
  • Cultiva tu propia comida: participa en una huerta comunitaria o planta tus hortalizas en tu balcón o directamente en el interior de tu casa.
  • Propón en los centros públicos (coles, hospitales, residencias…), que consuman alimentos locales y de temporada.
  • Reduce tu consumo de carne, y opta por carne de calidad procedente de la ganadería extensiva, sana para ti y para el planeta.

Estas son las recomendaciones que hace a los ciudadanos la organización ecologista Amigos de la Tierra para fomentar la agroecología y la soberanía alimentaria y para denunciar la ganadería industrial y los impactos del sistema agroalimentario, según publica en su página web.

Imagen: Amigos de la Tierra.

Además de mostrar estas alternativas y sensibilizar sobre las mismas, la organización considera que la presión política es una piedra angular y que necesitamos políticas públicas que favorezcan este modelo que reaviva los ecosistemas y el mundo rural.

Amigos de la Tierra afirma que la agroecología es un modelo agroalimentario justo y saludable y que una alimentación saludable implica necesariamente unos métodos de producción respetuosos con el medio ambiente y las personas. Tienen claro que el sistema agroalimentario que alimenta las baldas de los supermercados y, por ende, a buena parte de la población no es sostenible.

«La agroecología, entendida como un sistema donde tienen cabida diversas iniciativas agrarias y ganaderas con un eje vertebrador común como es el respeto por el medio ambiente, la diversidad y las personas, abre paso a un modelo alimentario saludable para La Tierra, para nuestras familias y para la población mundial. Hablamos de soberanía alimentaria, la capacidad y el derecho de las personas a decidir qué cultivar y consumir de forma equitativa, justa y ética social y ambientalmente».

Reclaman un cambio de modelo a una alimentación ecológica, justa y saludable que pasa porque estos alimentos sean accesibles a gran parte de la población. «El aumento de las iniciativas agroecológicas y los establecimientos locales y de cercanía donde poder elegir esta alimentación es inherente a este cambio», y añaden que los productos ecológicos no pueden quedarse en una alternativa apta para unos pocos bolsillos. «Contamos con los grupos de consumo y con los mercados agroecológicos de venta directa, los cuales son alternativas, pero necesitamos que este tipo de alimentación sea una elección más fácil y a disposición de la ciudadanía».

No sólo la falta de apoyo político es una barrera para conseguir el cambio, Amigos de la Tierra cree que también lo es y muy importante que nos hemos acostumbrado a darle muy poca importancia a nuestra comida, y a pagar muy poco por la misma. «Si queremos una alimentación local y sana, que a su vez procure una vida digna a las personas que la producen, siempre tendremos que pagar un poco más, pero solo un poco más, y en muchos casos casi ni notaremos la diferencia».

Alerta ante la vorágine consumista de las navidades

La Coordinadora Estatal de Comercio Justo lanzará en estas fiestas navideñas la campaña Un regalo, una historia (#UnRegaloUnaHistoria), una iniciativa con la que quiere dar a conocer a las organizaciones campesinas y artesanas de comercio justo.

El Comercio Justo reivindica  unas condiciones de trabajo dignas y seguras, el pago de un salario adecuado, el mismo para ellos y para ellas ante las mismas tareas, la no explotación laboral infantil y la producción a través de procedimientos respetuosos con el entorno natural.

Por eso, esta plataforma, que agrupa a 27 organizaciones, recomienda optar por alternativas que garanticen los derechos humanos y la protección del medio ambiente. Una de ellas es el comercio justo, que garantiza que los artículos que compramos han sido producidos en condiciones de igualdad o sin dañar nuestro entorno natural.

«Con estas pequeñas acciones al alcance de todos –señalan sus responsables-, dignificamos el trabajo y las vidas en las comunidades del Sur y contribuimos a grandes objetivos como erradicar la pobreza y contribuir a un mundo más justo. Evitamos, por ejemplo, las condiciones de explotación laboral, especialmente en la infancia».

El consumo responsable es además uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que incide en la necesidad del consumo y la producción sostenibles y en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Además, la ONU advierte que, con nuestro nivel de vida actual, en 2050 necesitaríamos los recursos naturales tres planetas para abastecernos.

El anuncio de la Comisión Europea de poner fin a la emisión de gases de efecto invernadero a mediados de siglo abunda en lo evidente de esta urgencia que también justifican los datos: El sector de la alimentación, por ejemplo, representa alrededor del 30% del consumo total de energía en el mundo y genera el 22% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por otro lado, la alta demanda de consumo incide aún más en la explotación laboral que sufren millones de personas, unas condiciones que en determinados sectores son cercanas a la esclavitud. La Organización Internacional del Trabajo calcula que cerca de 25 millones de personas padecen condiciones de trabajo forzoso y una gran parte de ellas en la agricultura.  En este sector es donde además se concentra el 70% de la explotación laboral infantil que afecta a 152 millones de menores. A esto hay que añadir la precarización del trabajo en todo el mundo. Actualmente, casi un tercio de la clase trabajadora (780 millones de personas) vive en la pobreza.

En España existen 150 tiendas y puntos de venta y 11 tiendas on-line especializadas y gestionadas por las organizaciones de la Coordinadora.

España, a la cola de los países europeos en consumo de comercio justo

El consumo de Comercio Justo en España creció un 8% en el último año y alcanzó una facturación de 43 millones de euros, según constata el último informe del sector elaborado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.

La Coordinadora también ha presentado la Nueva Carta Internacional de Comercio Justo, un documento refrendado por más de 300 organizaciones de todo el mundo que reivindica su pertinencia ante la creciente desigualdad global y la degradación del medio ambiente. La presentación se ha realizado coincidiendo con el tercer aniversario de la firma de los Objetivos de Desarrollo Sostenible por parte de Naciones Unidas.

Este documento establece la necesidad de que los valores de la justicia, la equidad y el desarrollo sostenible estén en el centro de las estructuras y prácticas comerciales.

«Las necesidades de las personas y el medio ambiente deben ser la prioridad frente a la maximización de los beneficios económicos» afirma Juan José Martínez, presidente de la Organización Mundial del Comercio Justo, quien ha instado a los representantes políticos, empresas, organizaciones sociales y a la ciudanía a adoptar la visión de la Carta de Comercio Justo  y así favorecer un sistema comercial que no deja a nadie atrás.

El informe El Comercio Justo en España 2017 señala que el año pasado las ventas de estos productos superaron los 43 millones de euros, un 8% más que el año anterior”, explica Mercedes García de Vinuesa, presidenta de la Coordinadora Estatal. Y la alimentación representa el 94% de las ventas. Dentro de este apartado, el grupo de productos más vendidos han sido el azúcar y derivados, que generan el 41% de la facturación. El café, con un 37% de las ventas, que tradicionalmente ha sido el producto estrella, se sitúa este año en segundo lugar.

Por otro lado, la artesanía se mantiene respecto al año anterior, con un 4’8% de las ventas. En este subsector, los productos textiles han registrado un aumento. Por último, los artículos de cosmética e higiene descienden su peso relativo en el global, al 1’3%.

Supermercados y grandes superficies se posicionan como el principal espacio de consumo del Comercio Justo y ganan peso en el mercado, generando el 40% de las ventas. Le sigue el denominado canal Horeca (hostelería, catering y restauración), con el 36%. En tercer lugar se encuentran los establecimientos minoristas, que generan un 21% de las ventas, dos puntos menos que el año anterior, caída que se concentra en las tiendas especializadas en Comercio Justo.

Pese al aumento de las ventas, nuestro país continúa a la cola en relación con nuestros vecinos europeos, donde la media de consumo de Comercio Justo por persona en 2017 fue de 14’1 euros mientras que en España fue de 0’93 euros. Los países europeos donde el Comercio Justo está más presente son Suiza (63 euros por persona/año). A nivel mundial, el mercado español solo representa el 0’5% del mercado global de Comercio Justo.

En cuanto al origen de los productos, las organizaciones importadoras de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo mantienen una relación comercial directa más de 200 organizaciones de 39 países.

Ecuador y Paraguay son los países que más azúcar surten a nuestro mercado. De África el producto de Comercio Justo que más importamos es café de Uganda, Etiopía y Tanzania (por este orden de importancia) y componentes como moringa, aceite de argán y karité para elaborar productos de higiene y cosméticos. De Asia lo más vendido es el té de Sri Lanka y el arroz de Tailandia. El producto que cuenta con una procedencia más amplia es el café, solo en nuestro país podemos encontrar café de Comercio justo cultivado en 18 países.

El informe El Comercio Justo en España 2017 ha contado con financiación de la Agencia Española de Cooperación. Tanto el informe como la Carta Internacional de Comercio Justo están disponibles en www.comerciojusto.org

 

 

 

 

 

 

El intercambiador de ropa, para consumir menos y crear más

Greenpeace, Fashion Revolution y Shareable han propuesto que la próxima semana, entre el 2 y el 10 de diciembre,  declaremos la guerra al consumo, como ya he contado aquí, con una iniciativa denominada “Haz algo”.

Siguiendo el consejo, Altrapo Lab, el laboratorio de reciclaje textil que propone  consumir menos y crear más, se ha sumado a las jornadas que se celebran en el Palacio de Santa Bárbara, en Madrid, el sábado y el domingo 2 y 3 de diciembre.

Es un acto gratuito organizado por Greenpeace con talleres creativos pensados para toda la familia, intervenciones sobre otras formas de consumo, actuaciones musicales, documentales, juegos y muchas sorpresas y diversión.

Entre todas estas actividades previstas, Altrapo Lab ha organizado un intercambiador de ropa al que acudir con las prendas y complementos que ya no te pongas y cambiarlas por otras que te gusten más. “Esto es una nueva forma de concebir el consumo de una manera más sostenible y todos te lo agradeceríamos desde el fondo de nuestros armarios”, dicen sus organizadores.

¿Cómo funciona? Cada participante podrá llevar  un máximo de cinco prendas de las que se quiera desprender. Para el intercambio posterior,  las prendas se cambiarán por puntos. Dependiendo del tipo de prenda se recibirá  un número de puntos.

Serán dos las formas de intercambio:
Recepción previa: Los participantes traen sus prendas dos horas antes del intercambio (de 11 a 13 h) y se llevan un número de puntos dependiendo del tipo de prendas que aporten. De esta manera, se valoran y se etiquetan, para después exponerlas cuando se inaugure el evento. Trayendo la ropa con antelación, se llevarán una bonificación en puntos.

Recepción en directo: Los participantes traen tus prendas el mismo día del intercambio, de manera que tendrán que pasar por el punto de recogida y esperar unos minutos a que hagan la valoración de sus prendas y les den sus puntos correspondientes para canjear por otras.

En el momento en el que las personas dejan su ropa para que entre dentro del circuito del intercambio, no se asegura poder recuperarla, incluso si no se llevan ninguna otra prenda. Sin embargo, podrán conservar los puntos que no hayan canjeado y tener la oportunidad de volver a usarlos en un posible futuro intercambio de ropa.

Toda la ropa que no sea intercambiada será donadaRecumadrid, cooperativa social, integrante de Aeress Recuperadores, cuya actividad principal es la recogida, recuperación y reciclaje de textil, muebles y electrodomésticos.

Al intercambiador se puede llevar todo tipo de prendas a excepción de: ropa interior, calzado, pijamas, ropa de hogar (toallas, sábanas), camisones, ropa infantil, complementos o accesorios como collares por ejemplo. Y todas las prendas tienen que estar en buen estado, sin manchas, ni agujeros, ni excesivamente desgastadas, lavadas y bien presentadas.

Durante todo el fin de semana,  también habrá talleres para hacer muebles, otro de instrumentos reciclados, de juguetes o de costura de guerrilla, entre otras muchas actividades.

Todo el programa, pincha aquí.

‘Haz algo’, una iniciativa mundial para cambiar la forma de consumir

Haz algo es la iniciativa global que Greenpeace, Fashion Revolution y Shareable proponen para declarar la guerra al consumo entre el 2 y el 10 de diciembre próximos.

La práctica común de consumir sin sentido, por ejemplo, en las fiestas navideñas, es ya definitivamente insostenible para el planeta, explica Greepeace, que denuncia que en la actualidad se extraen y se emplean alrededor de un 50% más de recursos naturales que hace tan sólo 30 años. Y la cifra sigue aumentando.

Por eso, esta organización quiere lanzar el mensaje “HAZ” en lugar de “COMPRA” y ha organizado, simultáneamente en más de 75 puntos del planeta como Tokio, Berlín, Moscú, Madrid o Nairobi, las primeras jornadas de reacción en busca de vías urgentes de consumo alternativo.

En Madrid, las jornadas HAZ (Make Something Week es su nombre en todo el mundo) se desarrollarán el 2 y 3 de diciembre, entre el Viernes negro (Black Friday) y las Navidades, por ser uno de los periodos de máximo consumo en todo el mundo. 

En estas jornadas, habrá espacios de trueque, menús navideños ecológicos, estilistas para rehacer tu armario con las prendas que ya tienes, juegos en lugar de juguetes, personas expertas en creatividad, talleres, conciertos, proyecciones… y todo un programa de acciones para que nos replanteemos, de una forma novedosa, con la familia o los amigos, el enorme impacto de nuestro consumo, que se refleja en datos como estos:

  • Cada persona compra un 60% más de ropa que hace 15 años y la conserva la mitad de tiempo.
  • Para producir 1kg de carne de vacuno son necesarios hasta 15.000 litros de agua y la ganadería es responsable del 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • El 73% de las poblaciones de peces en el mundo se encuentran totalmente explotadas, sobreexplotadas o agotadas, y en el Mediterráneo hasta el 90%.
  • La producción global de plásticos aumentó un 50% entre 2002 y 2013; sobre todo, plásticos de un solo uso que utilizamos minutos.
  • La movilidad urbana y metropolitana genera en España más de 30.000 muertes prematuras anuales.

Una de las imágenes de la campaña.

«Que el PIB, es decirel dinero, sea el indicador con el que medimos el bienestar de una sociedad desplaza a las personas y a la naturaleza del foco. Y eso está teniendo ya consecuencias sin precedentes como el cambio climático o la pérdida de biodiversidad. Ya no podemos hablar de una huella planetaria, sino de una patada al planeta en toda regla y las personas pueden cambiar verdaderamente esa realidad mediante pequeñas decisiones diarias», explica Celia Ojeda, responsable de la campaña de consumo en Greenpeace España.

Las jornadas, que se desarrollarán en el Palacio de Santa Bárbara (c/ Hortaleza 87, Madrid) los días 2 y 3 de diciembre, contarán con la presencia de expertos en durabilidad y consumo alternativo. Además, más de 20 ciudades de España desarrollarán sus propios programas de actividades paralelos.

Hasta la celebración del encuentro, Greenpeace calentará motores difundiendo este mes, bajo el paraguas de las Jornadas HAZ, información sobre consumo (ropa, alimentación, transporte…etc) con el fin de que la sociedad pueda conocer mejor el impacto de sus hábitos y sobre todo, alternativas concretas para pararnos a reflexionar antes de comprar. “Es el primer paso necesario», dice Celia Ojeda.

Moda sostenible para un consumo responsable

The Slowear Project es un punto de encuentro con la moda sostenible que ayuda a descubrir y practicar el consumo responsable. Es la primera comunidad que reúne a profesionales y consumidores de moda ética.

A su promotora, Àngels Biosca, le apasiona la moda como herramienta de transformación. Lejos de la imagen que nos llega de ella, cree que la moda es algo muy cercano, fácil de comprender, de vivir, de sentir y que permite poner en práctica los cambios necesarios.

La plataforma arroja luz para no perderse en el camino y asesora y aporta conocimiento, información,  comunicación y educación con valor sobre la moda y la sostenibilidad a los proyectos que se mueven en la misma línea, a las pequeñas empresas de moda sostenible.

Además, la plataforma trabaja en el diseño de recursos y espacios donde compartir reflexiones sobre la ética de la moda y promover el pensamiento crítico dentro de la educación en consumo, porque su objetivo es sensibilizar sobre medio ambiente, residuos y reciclaje textil, trabajando en colaboración con empresas, organizaciones, instituciones y asociaciones con los mismos objetivos.

The Slowear Project ha diseñado la primera Guía Slowear, una herramienta muy útil para tener acceso directo a marcas e iniciativas que llevan tiempo trabajando en la ropa y el diseño con conciencia y donde se pueden encontrar prendas elaboradas de manera ética y respetuosa con el medio ambiente.

La guía es una cuidada selección de marcas de moda sostenible que aportan valor más allá de satisfacer necesidades físicas o estéticas, pues responden a criterios de responsabilidad humana, medioambiental y social. Representan una alternativa real al sistema industrial de la moda rápida y están comprometidos con las personas que vestirán sus prendas.

El 32% de los europeos ya participa en intercambios de bienes y servicios entre particulares

El Observatorio Cetelem de Consumo en Europa 2017, que acaba de publicarse, señala que cada vez más personas se unen a la llamada economía colaborativa que está revolucionando negocios tradicionales y refleja el aumento de la confianza en los intercambios de bienes y servicios entre particulares.

En este sentido, el 32% de los europeos ya participa en intercambios de bienes y servicios entre particulares. La cifra es especialmente alta en Austria (44% participa), Dinamarca (41%), Hungría (40%) y Polonia (39%). En España es el 32%.

En cuanto a los sectores con mayor influencia entre los consumidores, figuran la compraventa entre particulares, utilizada por el 44% de los europeos y con picos del 50% en Alemania y del 49% en Austria, Italia y Francia. En España, el 45% lo utiliza; en este país han nacido algunas compañías durante los últimos años (Wallapop, Chicfy o Vibbo) especializadas en economía colaborativa de compraventa entre particulares.

Sin embargo, a la hora de participar en intercambios o uso compartido de vehículos y casas, la tendencia todavía es baja, según el Observatorio. De este modo, el 16% participa en iniciativas de alquiler entre particulares (como podría ser Airbnb) y el 14% en coche compartido (BlaBlaCar).

En el caso de las viviendas, en Dinamarca utilizan el intercambio o el alojamiento en casas de particulares un 44% de usuarios; en Polonia (41%), Francia (40%) e Italia (39%). España se queda en el 24%. Si se trata de vehículos, el líder es Polonia (21%), seguido del empate entre Francia e Italia (19%) y Dinamarca (17%, explicable por la alta tasa de uso de transporte público y de bicicletas). En España es el 19%.

Confianza en las plataformas

El observatorio también habla de la confianza en las plataformas colaborativas y señala que los europeos se fían de ellas. De hecho, el 59% confía en las que permiten la compraventa de productos y servicios entre particulares, con el 67% en Reino Unido y Francia, el 66% en Dinamarca y el 63% en Rumanía o España.

Si se habla de intercambio de bienes, el 55% de los europeos confía en el sistema, y son los búlgaros, los daneses y los polacos (63, 62 y 60%, respectivamente) los más confiados. España se queda en un 59%.

En el caso de vehículos, el 34% confía en sistemas de coche compartido. Aquí son los franceses quienes destacan (45%), tal vez por ser pionero en esta fórmula gracias a BlaBlaCar. Le siguen Bélgica (45%), Dinamarca (43%), Polonia (42%) e Italia (41%). España está por detrás con el 38%.

En el caso de las viviendas, el 35% de los europeos confía en intercambiarlas con otras personas en forma de alquiler, el 44% en Dinamarca o Francia. En este apartado, sin embargo, destaca el porcentaje que arroja España: 46%, más de diez puntos por encima de la media.

Este estudio se ha elaborado a partir de las encuestas a 12.200 consumidores de 15 países europeos (800 encuestas a españoles) sobre el modo en que entienden la situación actual y futura de sus respectivos países, su intención de ahorrar o consumir o la forma en que se relacionan con las marcas que compran.

Cetelem realiza desde 1997 El Observatorio Cetelem, estudio cuyo objetivo es analizar los comportamientos y hábitos de compra de los españoles y europeos.

 

Otras formas de consumo y de cooperativismo en el I Congreso madrileño de Economía Social

Las diferentes entidades de la Economía Social y Solidaria: empresas, cooperativas, asociaciones, fundaciones, trabajadores y consumidores de la Comunidad de Madrid participarán en el I Congreso madrileño de Economía Social y Solidaria, que se celebrará los días 24 y 25 de marzo, viernes y sábado, en el centro cultural Eduardo Úrculo, en Tetuán.

Organizado por la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS), el congreso propone una serie de objetivos para consolidar proyectos socioeconómicos en los que se plantean otras relaciones de producción y consumo basadas en valores como la cooperación, la reciprocidad y la equidad, al servicio del bienestar de las personas y de la reproducción de la vida en el planeta. Es una alternativa real a la economía capitalista.

Entre los temas que se tratarán en estas jornadas de debate, figura el tipo de cooperativismo que quieren fomentar las entidades de la economía social, ya que es la forma de empresa más común en este sector.

«En un momento en el que está en discusión la adaptación de la ley de cooperativas, nos parece fundamental discutir sobre sinergias posibles entre la Universidad y la creación de tejido cooperativista, de tal forma que se puedan introducir procesos de investigación y desarrollo aplicado en la Economía social y solidaria», señalan.

Otro de los puntos que se van a tratar, en colaboración con las redes de economía feminista, es la revalorización y visibilización del trabajo doméstico y de cuidados y su importante papel para la reproducción y sostenibilidad de la vida. Además, las diferentes fórmulas que se están poniendo en marcha en las organizaciones incluidas en lo que llaman el cooperativismo de los cuidados.

Por último, en el congreso habrá un espacio para debatir sobre el tipo de consumo que promueve REAS, en el que  las personas consumidoras son una de las figuras principales de la economía social, de las nuevas formas de consumo y de las líneas de trabajo y alternativas que existen para un consumo sostenible y ético.

También se analizará el impacto causado por las nuevas formas de consumo colaborativo y sus efectos en la generación de confianza en esta fórmula. En este sentido, los participantes en el congreso analizarán cómo mejorar la confianza de las personas consumidoras hacia las opciones de consumo de la economía social y solidaria, tales como la moda sostenible, cosmética natural, finanzas éticas, seguros solidarios, educación y formación, energías renovables, construcción y ecoeficiencia,  transporte sostenible o alimentos agroecológicos sanos y de proximidad, entre otros.

I Congreso Madrileño de Economía Social y Solidaria
24 y 25 de marzo 2017
Viernes 19:30 – 21h.  Sábado 10 – 21h.
Lugar: Centro Cultural Eduardo Úrculo
Plaza de Donoso, 5 – Tetuán

Relendo mejora su app de alquiler de cosas entre vecinos

Relendo, la plataforma dedicada al alquiler de todo tipo de productos entre personas que se encuentran en una misma zona, ha mejorado su aplicación.

Lanzaron la primera versión de la app en Android el año pasado, y desde entonces la acogida ha sido muy buena, según afirman sus creadores. Pero después de meses de mejoras y de atender las recomendaciones de los usuarios, la aplicación ofrece una mejor experiencia de uso.

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Con la app de Relendo se puede ahorrar dinero alquilando lo que se necesita sin tener que comprarlo, o ganar dinero poniendo en alquiler nuestras cosas cuando no las usamos: una cámara de fotos, un cortacésped, una bicicleta, herrramientas…

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Se puede publicar un anuncio del producto desde la app en el momento. Se hace una foto del producto, se elige una categoría, un título y el precio. Un chat interno hace que la comunicación entre los miembros de la comunidad sea muy fácil y directa para preguntar todo lo que hay saber sobre cualquier producto y sus condiciones de alquiler.

Relendo promueve el consumo de cercanía y la app permite filtrar los productos por proximidad (utilizando el GPS).

En cuanto al sistema de valoraciones, como la reputación lo es todo en la economía colaborativa, la app tiene un sistema de valoraciones entre usuarios para generar la confianza necesaria. Además todos los productos que se ofrecen en Relendo están protegidos con un seguro de hasta 3.000€, cobertura que ampliarán en los próximos meses.

El funcionamiento de la aplicación es muy sencillo e intuitivo. Si se quiere alquilar un producto, se busca entre las ofertas que hay, se hace una reserva y se alquila; y si se ofrece un producto, se publica un anuncio, se cierra la reserva con quien la firma y una vez completado el alquiler, Relendo ingresa el dinero en la cuenta del propietario.