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De cómo vivir sin dinero o con muy poco

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La economía colaborativa será la primera opción de los consumidores en 2018

En 2018, los consumidores apostarán más por la economía colaborativa, por hacer sus propios productos y por identificarse con aquellas marcas que coincidan con sus principios y un estilo de vida libre y saludable. Son las conclusiones del informe de previsiones de consumo Top 10 Global Consumer Trends for 2018, realizado por la consuktora de mercados  Euromonitor.

Este año, está previsto que el consumo alcance máximos desde 2011, según recoge el estudio. En línea con el auge de la economía colaborativa, los consumidores cambiarán sus comportamientos y ya no quieren poseer sino compartir, se trate de ropa, servicios de televisión, vivienda o incluso de automóviles. Muestran preferencias por consumir experiencias frente al apego por los bienes materiales y el afán por poseer y apuestan por compartir, el intercambio, el alquiler o el streaming.

Otra tendencia al alza es la personalización, derivada de un deseo incipiente de autenticidad; la sostenibilidad y la irrupción de la tecnología, que desde la realidad aumentada a los test de ADN se articulan como transformadores del mercado.

El estudio destaca el caso práctico que llevó a cabo el centro comercial londinense Westfield, que lanzó un servicio pay-as-you-wear (paga por lo que llevas), un servicio de alquiler de ropa llamado Style Trial. La tienda permitía a los consumidores alquilar ropa de diseñadores y accesorios durante una semana y concluía que el 46% de los consumidores de treinta años están interesados en alquilar bienes más que en comprarlos.

Durante 2018, ganará protagonismo también la personalización de los productos. El informe señala que los nuevos consumidores quieren productos únicos y diferenciales y hace especial hincapié en cómo afecta a la industria de la cosmética y la salud. De ahí que las empresas, según el  estudio, ofrezcan productos personalizados y basados en el ADN del consumidor.

Euromonitor pronostica que las ventas por Internet aumentarán en un 13% en 2018. El aliciente es la comodidad de poder comprar en cualquier lugar. Sin embargo, en 2017 el 88% de las ventas globales todavía se realizaron en la tienda física.

El estudio señala además que en 2018, la sociedad opta por un estilo de vida sano. Son consumidores con fuertes convicciones e ideales, menos tolerantes, dicen no al alcohol, a hábitos de vida que no son sanos, a los productos producidos con animales y a un gasto desmedido.

Diez años después de la crisis económica, y pese al crecimiento de la economía, la brecha entre ricos y pobres sigue patente y la austeridad se ha instaurado. Se mantendrá, según Euromonitor, esta tendencia que ha respondido con un mayor consumo en las tiendas de segunda mano y descuentos y establecimientos que venden a precios muy bajos comprando a granel los excedentes de las fábricas.

El informe destaca que compartir vivienda volverá a ser tendencia en 2018, desde los treintañeros  a los mayores de 65 años, derivada del alza de los precios de la vivienda en los entornos urbanos.

Euromonitor International es una consultoría de investigación de mercado que analiza  miles de productos y servicios alrededor del mundo de manera cuantitativa y cualitativa.

Barcelona, una de las seis ciudades más colaborativas del mundo

Relendo, la plataforma que permite el alquiler de productos entre personas que se encuentran en una misma zona, ha elaborado una infografía con las seis ciudades más colaborativas del mundo, que son Seúl, Bristol, San Francisco, Amsterdam, París y Barcelona.

Una serie de factores como son el  impacto de la tecnología, el desarrollo de dispositivos portátiles y una cultura y una ideología que han inculcado en la sociedad valores que fomentan ser más eficientes, han hecho, según Relendo, que los ciudadanos se unan para aprovechar mejor los recursos disponibles.

«Se les llama ciudades colaborativas porque establecen iniciativas públicas y privadas que favorecen la economía colaborativa, que otorgan más poder a las personas, que intentan terminar con las desigualdades sociales y que permiten mejorar la calidad de vida en ámbitos como la movilidad o el turismo, entre otros. Espacios de coworking,  grupos de consumo, coches compartidos y monedas complementarias son ejemplos de que compartir se está convirtiendo en la salida a los problemas urbanos».

Barcelona

Es la ciudad española con más proyectos relacionados con la economía colaborativa y está tomando la iniciativa como un agente de cambio ejemplar en el escenario europeo.

En Barcelona se desarrolla el sistema FabLab, formado por centros de formación e investigación que pretenden convertir ciudades como ésta en ciudades inteligentes.

La capital catalana se ha caracterizado por acoger numerosas iniciativas colaborativas. El año pasado fue la sede de Procomuns, centrado en la producción entre iguales y en propuestas de políticas públicas. El resultado fueron 122 proyectos municipales de economía colaborativa. Además, acogió la cuarta edición del OuiShare Fest.

Proyectos que también están creciendo  son los conocidos Pop-ups, tiendas y espacios temporales para negocios concretos. La gente alquila de manera puntual espacios para trabajo o reuniones.

Seúl

Sus más de diez millones de habitantes llevan varios años de ventaja en el arte de compartir recursos. En 2012, el Ayuntamiento de la capital puso en marcha el proyecto Seúl, la ciudad que comparte, para combatir el hiperconsumismo y fomentar la aparición de empresas colaborativas. Desde entonces, han nacido medio centenar de empresas que trabajan en diferentes sectores como el del alojamiento, el transporte o el reciclado. Además, otorga ayudas especiales a estas empresas y cuentan con una Escuela de arranque.

El Ayuntamiento incita a los ciudadanos a establecer «estanterías de acciones»:  préstamos de libros, bibliotecas de herramientas o probarse trajes en Open Closet, donde la gente dona la ropa que ya no utiliza y los demás pueden alquilar. ShareHub es la manera de conocer todo lo que se puede compartir en Seúl.

Bristol

Es la capital verde europea. Destacan el programa Food Cities Network, que crea mapas de producción ecológica en el perímetro urbano, el barrio-granja de St. Werbughs, la utopía práctica de la agricultura urbana, o Bristol Solar City, cuyo objetivo es instalar un gigavatio de potencia solar en los tejados y en la periferia de la ciudad de aquí al año 2020.  Por ahora el Ayuntamiento ya está colocando placas fotovoltaicas en los edificios públicos.

Otras iniciativas son  Make Sundays Special, un programa que los domingos convierte cada barrio en una fiesta levantando barreras al tráfico;  Sustrans, que persigue llevar la movilidad a los barrios más desfavorecidos y conseguir que en 2020 cuatro de cada cinco desplazamientos sean a pie, en bici o transporte público; o el Happy City Project, que pretende medir y mejorar la felicidad de los ciudadanos en las comunidades, escuelas, lugares de trabajo, hospitales y hasta en las prisiones. Hacen especial hincapié en educación y sostenibilidad.

Su mayor orgullo local es la libra de Bristol, una moneda social admitida en 750 negocios locales y respaldada por la Cámara de Comercio. Puede ser cambiada por libras esterlinas en varios puntos de la ciudad.

San Fracisco

San Francisco es la cuarta ciudad más poblada del estado de California, con una población de más de 800.000 habitantes.  Es el mayor centro de intercambio de la economía en los Estados Unidos. Esto se debe en gran medida a su proximidad a Sillicon Valley y a un gobierno activo ante la innovación.

Entre sus muchos proyectos, destaca el City Car Share, la mayor plataforma para compartir coche en América del Norte. También se han potenciado y ampliado programas para alquilar plazas de aparcamiento infrautilizadas en zonas muy pobladas con descuentos de hasta el 50%.

Su programa verde es el Urban Forest Map, que tiene el objetivo es crear un espacio colaborativo en el que monitorizar las zonas verdes de la ciudad y ver así su crecimiento e impacto ambiental. Hay otras iniciativas para aprovechar  la tierra y fomentar la agricultura en huertos urbanos.

En San Francisco surgieron, entre otras muchas plataformas colaborativas, Airbnb y Uber, referentes en economía colaborativa mundial.

Amsterdam

La economía del compartir llegó a Amsterdam, irrumpiendo en sectores como la salud, el transporte o los seguros. Gracias a la iniciativa ShareNL, Amsterdam ha sido elegida la primera Ciudad Sharing de Europa. ShareNL fue lanzado en 2013 para impulsar el consumo colaborativo y conseguir que los ciudadanos conocieran la economía del compartir.

Intercambio Ciudad es otra iniciativa que busca aprovechar las oportunidades  en las áreas de la sostenibilidad, cohesión social y economía. Uno de los proyectos más recientes surgidos en esta ciudad es la plataforma Comoodle, para alquilar salas en edificios municipales.

En Holanda hay 15.000 km de carril bici que cubren todo el país.

París

La ciudad que acogió el primer Ouishare Fest en 2012, se ha convertido en el epicentro del crowdfunding, del coworking, de la producción en código abierto, de los bancos de tiempo, de los coches compartidos, del foodsharing, del intercambio de casa entre particulares y de todo aquello que huela a economía colaborativa.  OuiShare está repartido actualmente entre más de 50 países, con cita obligada cada año.

Mucho antes de que se escuchara el término sharing economy, París fue la cuna de los jardines compartidos, precursores de la agricultura urbana.

Con proyectos como Reinventar París, la ciudad se ha colocado en el corazón de la innovación urbana del mundo y pretende ser la capital de las smart cities colaborativas.

Importantes  plataformas nacidas  en París son Bla Bla Car, el referente mundial del coche compartido, que nació en 2009, y La Colmena que dice sí, un fenómeno que pone en contacto directo a consumidores y productores y que existe ya en muchas ciudades españolas.

Más información en Relendo.com

 

 

 

Convive, un programa que promueve la convivencia entre mayores y universitarios

Desde hace unos años, existen en muchas partes del mundo los llamados programas de solidaridad intergeneracional, en los que un joven y una persona mayor, sin parentesco ni relación de amistad previa, deciden vivir juntos, el primero en casa de la segunda. Es el homesharing.

Programas más o menos parecidos funcionan en España, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Alemania, Reino Unido, Japón o Australia.

En Madrid, Solidarios para el Desarrollo y Homeshare International han organizado el 5ª Congreso Mundial Home Share, una cita sobre este movimiento, que se celebrará los días 25 y 26 de mayo y en el que se reunirán organizaciones, expertos, medios de comunicación, administraciones y participantes para conocer Homeshare como respuesta intergeneracional a nuestros desafíos demográficos, así como otras experiencias solidarias e innovadoras de convivencia en el mundo.

En España funciona el programa Convive, promovido por Solidarios para el Desarrollo, una entidad que trabaja con banca ética (Triodos Bank), y en el que participan varias universidades de toda España.

Desde 1995, Convive permite la convivencia entre personas mayores de 65 años y estudiantes universitarios. Con más de 75 convivencias entre mayores y estudiantes universitarios, Solidarios para el Desarrollo cuenta con un convenio firmado con el Ayuntamiento de Madrid, ya que a través de sus servicios sociales acceden los mayores al programa; y también con la colaboración de siete universidades madrileñas, donde estudian los integrantes universitarios de Convive.

En España viven más de 8 millones de personas mayores de 65 años, de las cuales un 20% viven solas. Muchas de ellas manifiestan que se sienten solas, lo que puede tener efectos perjudiciales para su salud. A pesar de esta soledad y aislamiento, la mayoría prefiere permanecer en sus hogares antes que trasladarse a una residencia, según los responsables del programa Convive.

Esta posibilidad permite que un estudiante universitario viva en casa de una persona mayor durante el curso académico. Las personas mayores del programa se valen por sí mismas para la vida cotidiana, aunque prefieran contar con apoyo y compañía en su casa. Los jóvenes universitarios comparten las tareas y los gastos en el domicilio de la persona mayor.

Convive consigue crear un espacio de encuentro intergeneracional donde compartir experiencias de vida. Ambos aprenden el uno del otro, se apoyan y se enriquecen. Además de generar un vínculo entre generaciones, enriquecerse de la diversidad cultural, ya que el programa reúne a personas de distintas procedencias y países.

También consigue construir una relación de confianza, de aprendizajes compartidos y apoyo mutuo y solucionar problemas de soledad en los más mayores y de alojamiento en los más jóvenes, «al tiempo que se construye una sociedad más pendiente de las necesidades y más integradora».

Fuente: Triodos Bank.

Una plataforma para compartir canguro entre varias familias

QuieroCanguro es una plataforma que sirve de punto de encuentro no sólo a familias y niñeras sino también a padres con otros padres. 

Pone en contacto a padres, canguros y niñeras de una misma zona, para que puedan organizar juntos el cuidado de los niños, dividiendo el gasto del cuidado de sus hijos. Los padres también pueden contactar entre ellos para que sus hijos jueguen juntos o para organizar de forma conjunta el cuidado de los niños.

Si las familias tienen hijos de edades similares o necesitan organizarlos durante las mismas horas, puede suponer un ahorro de hasta un 50% a la hora de pagar a una niñera o canguro como alternativa a las guarderías para el cuidado de bebés durante todo el día o bien para que la canguro recoja a los niños más mayores en el colegio, de dos familias diferentes, hasta que los padres lleguen del trabajo.

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El registro en la web es gratuito tanto para las familias como para los canguros y una vez realizado, se puede crear un perfil en el que se expliquen las necesidades  y el tipo de cuidado que se busca  para los hijos, en el caso de los progenitores, y los cuidados que se ofrecen, en el caso de las niñeras.

La plataforma, accesible también desde teléfonos móviles, forma parte del grupo 2Care4Kids, que cuenta con más de 650.000 usuarios en sus páginas web en países como Italia, Noruega, Finlandia, Dinamarca y Holanda.

Una encuesta realizada por Quierocanguro, en la que participaron 450 familias europeas, señala que en España tres de cada diez familias estarían dispuestas a pagar un poco más a la niñera, dejando espacio a la posibilidad de considerar otras opciones, tales como compartir sus servicios con otras familias.

A la cabeza de esta tendencia se sitúa Noruega donde para un 41% de los padres es natural compartir con otras familias la niñera, pagando una cantidad mayor por hora. En Finlandia y Dinamarca, el porcentaje es del 37,50%); en tercer lugar está Italia, con un 34%; y en último lugar se sitúan los Países Bajos con el porcentaje más bajo, un 29%.

Los hostels ya no son lo que eran

Aún no hay finalizado el año y los españoles ya han realizado más reservas en hostels hasta julio de este año que en todo el 2014. Comparando los primeros 6 meses del año con el mismo período en 2015, se registra un 24 por ciento más de reservas en 2016, de acuerdo con los datos extraídos por la plataforma de reserva de hostels, Hostelworld.

Se conoce como hostel a una forma particular de alojamiento distinta de los hoteles, moteles o los bed & breakfast. Su característica más importante es que todo está pensado para que la gente se encuentre en sus espacios comunes, como las salas de estar y de esparcimiento.

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España es el segundo país del mundo, después de Inglaterra, más visitado por los viajeros que eligen alojamiento económico y Barcelona es la ciudad española en la que los viajeros buscan más aventuras y nuevas experiencias. La capital catalana es el tercer destino más buscado por mochileros de todo el mundo.

La demanda tiene efectos en el crecimiento del número de hostels en España en los últimos años. En agosto del 2011, Hostelworld tenía en su web 161 hostels registrados. Desde el 2011 hasta la actualidad, el número ha crecido notablemente y hoy asciende a 472 hostels españoles los activos registrados en Hostelworld.

Este tipo de alojamiento (también conocido como albergue en España) vive toda una transformación con el fin de hacerse con una buena parte del mercado del alojamiento. Habitaciones privadas, hostels temáticos y hostels boutique son ahora una realidad (9 de 10 albergues disponen de baño privado), en sustitución de la antigua imagen del hostel que sólo ofrecía habitaciones compartidas. Los bares y restaurantes de lujo son otros de los servicios clave que ofrecen hoy en día los hostels.

Actualmente, los hostels ofrecen servicios  e instalaciones que cubren las necesidades de una clientela más exigente, tales como Wi-Fi, comida y bebidas en el hostel, servicio de limpieza diario, eventos sociales, alquiler de bicicletas y bibliotecas.

Se prevé que la industria de los hostels crecerá entre un siete y un ocho por ciento al año. Hoy, factura cinco mil millones de dólares en los ingresos de alojamiento, según los datos del primer estudio sobre la tendencia de los albergues (Hostel Trend Report, en inglés), un trabajo independiente realizado por una compañía de investigación del sector de viajes, PhoCusWright.

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Europa Occidental cuenta con un 19 por ciento del total de todos los albergues en el mundo y representa un 36 por ciento de los ingresos globales de hostels.

Según el mismo estudio, la industria de los albergues ha registrado un fuerte crecimiento estimulado por los viajeros llamados «milenio» o «generación Y» -la generación nacida en los años 80 y 90- que tienden a gastar más dinero en viajes largos y explorar el mundo al máximo.

Este cambio ha revolucionado la industria del alojamiento, ya que esta generación da prioridad cada vez más a las interacciones sociales y a las aventuras compartidas con nuevos amigos en comparación con el perfil del viajero medio.

Una plataforma colaborativa para potenciar el coche eléctrico compartido

Con SOM Mobilitat la movilidad sostenible se suma al movimiento catalán de cooperativas sin ánimo de lucro, puesto en marcha por SOM Energia y SOM Connexió.

La plataforma nace con la voluntad de de impulsar nuevas formas de movernos más sostenibles y además lo hace buscando la participación ciudadana mediante un proyecto colectivo y democrático, que acaba de celebrar su asamblea constituyente.

Som Mobilitat nace como un instrumento para el cambio del modelo de movilidad pero también como una plataforma para impulsar proyectos colaborativos y potenciar los que ya funcionan, publica Consumo colaborativo.

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El primer proyecto de SOM Mobilitat es impulsar una red de movilidad eléctrica compartida de proximidad. Se trata de fomentar el coche compartido, pero con vehículos eléctricos, y no sólo con coches sino también con bicis y motos y compartirlos con los socios que viven en el mismo barrio o municipio.

Por eso, el proyecto es ir abriendo aparcamientos en diferentes barrios y zonas al alcance de cada comunidad de socios y con enchufes conectados a SOM Energía, por lo que el consumo será 100% de energía verde.

Como la cooperativa no tiene ánimo de lucro, se pagará por cada uso que se haga del vehículo a precio de coste y con todos los gastos incluidos: aparcamiento, combustible, seguro, mantenimiento y limpieza. Se puede escoger entre la modalidad horaria (4€/h) o de todo el día (30€/día).

La cooperativa se lleva un 10% de comisión sobre las transacciones para cubrir gastos; el dinero restante se reinvierte de manera transparente y con la participación de sus miembros.

La inversión inicial del proyecto es baja, ya que utiliza un software libre.

Hacerse socio de la cooperativa tiene un coste de 10 €. Es una aportación obligatoria que se paga una sola vez y que es devuelta en el caso de dejar la cooperativa.

El viaje colaborativo de dos estudiantes por siete países

Sharing Roots es el nombre que dos estudiantes estudiantes francesas de Empresariales en su último año de master le dieron a su proyecto de viajar durante siete meses de 2015 por siete países, sólo mediante el uso de iniciativas de  Economía colaborativa. , desde Islandia hasta Rusia, pasando por Cuba, Bolivia, Chile, Japón y Mongolia.

Clémence Brière y Clémence Trébaol-Pelleau explicaron a RideLink los objetivos que querían conseguir cuando comenzaron el viaje.

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«Demostrar que es posible viajar con un bajo presupuesto y, por encima de todo, que es posible adentrarse en la cultura local a través de los propios locales gracias a la Economía colaborativa».

«El poder adquisitivo de la gente está disminuyendo desde la crisis subprime de 2008 y la gente se siente cada vez menos conectada a la comunidad, sin mencionar el impacto de nuestro consumo en el planeta. Pensamos que la Economía colaborativa es un modelo que puede cambiar nuestros hábitos de consumo y hacer frente a esta triple crisis, apoyándose en el intercambio, el alquiler y la donación», señalan al explicar los motivos que les condujeron a esta aventura.

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Y los objetivos que se plantearon: llevar a cabo el trabajo de fin de máster sobre Economía colaborativa entrevistando a emprendedores para comprender el impacto de su ideología política en la redistribución de valor en sus modelos de negocio. Promover la Economía colaborativa como un modelo socio-económico sostenible y alternativo. Demostrar que para cualquier persona es posible viajar sólo usando la Economía colaborativa. Por ejemplo, el sitio web Workaway conecta a viajeros que desean trabajar en el extranjero a cambio de alojamiento. En Islandia nos acogió una familia maravillosa que trabaja en su granja y descubrimos la cultura islandesa viviendo en un lugar islandés auténtico. Y tomarnos un tiempo para pensar en nuestro futuro profesional.

De armario a armario, trueque de ropa

El próximo sábado, 24 de octubre, tendrá lugar en Valencia el 14º intercambio de ropa De armario a armario.

El lugar elegido es el punto de referencia del emprendimiento y el coworking Wayco y el slogan de esta edición es Colabora, convive, comparte, que hace un guiño al espacio donde se desarrollará la actividad y al consumo colaborativo, ya que Wayco alberga la sede de la organización Ouishare en Valencia.

La colmena que dice sí, otra de las plataformas presentes en wayco, que conecta con los vecinos para comprar productos de calidad directamente a los productores locales, ofrecerá una cata de sus productos a los que asistan al intercambio de ropa. Y la Muda creativa, un estudio multidisciplinar, ha realizado el cartel del evento e intervendrán en el espacio con sus creaciones.

colabora, convive, comparte

Se contará una edición más con Ycoso y Spinmeets que recogerán historias de las prendas que se dejen para intercambiar. Y también sorprenderán con la customización de una prenda que elijan los cinco primeros participantes que lleguen el sábado para promocionar un nuevo proyecto llamado espai DISAT, un espacio de dinamización e innovación social a través del arte textil.

La organización ha elaborado una serie de instrucciones para el intercambio:
. El número de prendas para intercambiar es cinco.
. La ropa debe estar en buen estado y limpia.
. La ropa se entrega antes para poder valorarla y etiquetarla.
. La ropa debe ser de otoño-invierno. No se recogen prendas de primavera-verano.
. También se pueden intercambiar complementos: collares, pulseras, gorros, bolsos, cinturones, gafas, zapatos…
. Las prendas que hayan estado en tres intercambios y no se haya intercambiado, se donará.
. De armario a armario es para todas las edades y sexos.
. El precio para poder participar es de 5 euros.

Una app para compartir coche o taxi

Diacamma es una aplicación que permite poner en contacto a todos sus usuarios para compartir vehículo particular o taxi y así ahorrar gran parte de los gastos que generan los viajes o los desplazamientos del día a día.

Su objetivo, es proporcionar la mejor herramienta para reducir el impacto nocivo que produce la cantidad de vehículos que circulan en la actualidad y ahorrar costes a los usuarios.

En esta app, una persona que se registra puede unirse a una colonia de hormigas (usuarios), para compartir plazas libres como conductor o buscar a quién le puede llevar como pasajero, de forma gratuita y sin ningún tipo de cargo adicional.

Sus creadores han querido hacer una herramienta divertida y asemejan su funcionamiento a un hormiguero.

De esta forma, un usuario que  se registra puede crear un hormiguero, etiquetar la ruta que quiere hacer y asignarle un conducto de hormiguero a la hora de crearla. Puede añadir hormigueros a los favoritos para estar al tanto de las rutas creadas en su zona en cualquier conducto.

Diacamma

El nuevo usuario envía mensajes privados a otras hormigas para que conozcan sus necesidades y para que lo conozcan todos los que utilizan la misma ruta, tanto en la aplicación como en las redes sociales.

Diacamma establece el precio de la ruta, basándose en el tipo de recorrido y los consumos medios generados por vehículo, incluyendo el coste de peajes (si se ha escogido ese trazado).

La app de Diacamma necesita conexión a Internet para poder funcionar y versión android 4.4. Si no dispones de android 4.4, puedes acceder a www.diacamma.com desde un navegador no nativo para disfrutar de la app web.

Conoce a tus vecinos compartiendo la comida

Compartoplato (Shareyourmeal) es una plataforma online de cocina que reúne a la gente a la que le gusta la buena comida. Si eres cocinillas, puedes compartir tus platos con la gente de tu barrio. O, si la cocina no es lo tuyo pero comer sí lo es, puedes ver qué se ofrece cerca de donde estás.

Esta plataforma, de origen holándes y que funciona muy bien en España, hace posible compartir lo que uno cocina con gente del propio vecindario. Tanto si creas delicias culinarias como si lo tuyo son los macarrones con tomate… aquí se puede compartir la comida con los vecinos, reducir así el desperdicio de comida y conocer gente nueva.

Compartoplato

Al registrarte en el sitio web, como comensal recibes automáticamente correos con todas las comidas de tu vecindario. También se puede buscar en la página web las comidas se ofrecen cerca de tu casa.

Si ves algo que te gusta haz clic en «pedir» para encargar la comida y tu pedido será enviado por correo electrónico al cocinero. Los requisitos adicionales (por ejemplo: sin sal) pueden añadirse al pedir.

Cuando el cocinero acepta el pedido, recibirás un correo con la confirmación y la información de contacto adicional. El precio y la hora de recogida ya las habrás visto en el sitio web, pero se mencionan en el correo electrónico también.

Se aconseja a quien hace el pedido traer su propio recipiente para guardar la comida.

El precio se pagará en efectivo en el momento de recoger la comida. Debido a que el cocinero y el comensal llegan a este acuerdo juntos, la plataforma no añade ningún coste o recargos adicionales.

Como cocinero, una vez que se ofrece una comida en la web, el autor aparece como «cociner@» en el sitio. Al ofrecer el plato que se ha cocinado hay que especificar el nombre del plato, los ingredientes utilizados, las raciones que se ofrecen, hasta qué hora se puede encargar la comida, el horario de recogida del plato y el precio.

Los creadores de Compartoplato son una pareja holandesa, de Utrecht que se definen como emprendedores y comprometidos y a quienes les encanta la buena comida y cocinar y creen en la idea de compartir.

«Desde nuestro jardín, solíamos oler lo que nuestra vecina estaba cocinando -señalan-. Estábamos intrigados por el olor que venía de su cocina, teníamos curiosidad por lo que cocinaba y por saber quién era. Así que nos atrevimos a pedirle si podíamos probar su comida un día y a ella le encantó la idea. Ese mismo fin de semana pasamos a su casa con algunos euros y volvimos con tres deliciosos platos de sopa de calabaza. Así nos dimos cuenta de que compartir comida era una muy buena forma de conocer a tus vecinos».