La historia del ‘Cantera vs cartera’ y la doble moral en torno a Barça y Real Madrid

Portada de Mundo Deportivo de diciembre de 2016. Neymar costó 19,3 millones.

Fueron años divertidos los del inicio de esta década. Con el Barça ganándolo todo, Florentino Pérez llegó como un Mesías para el madridismo, y lo hizo chequera en mano. Con un mercado más o menos estabilizado, el golpe encima de la mesa fue demoledor, y de una tacada fichó a Cristiano Ronaldo (94 millones), Kaká (65), Benzema (35), Xabi Alonso (30) y Raúl Albiol (15). Jamás un equipo había gastado más de 200 millones de euros en un solo verano.

Florentino no hizo más que repetir lo que ya hizo en su primera etapa, pero de golpe. Si entonces los Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham u Owen llegaban en años distintos, esta vez la obligación de hacer frente al mejor Barcelona de la historia lo precipitó todo. El presidente del Real Madrid tenía, además, la teoría de que los jugadores no solo eran una clara mejora deportiva, sino también una inversión. Ese dinero se recuperaría, vía ingresos publicitarios, venta de camisetas y mejora de resultados deportivos.

En los años siguientes, no hubo grandísimos desembolsos. Llegaron jugadores no muy caros, más teniendo en cuenta su calidad, como Özil, Di María, Khedira o Modric. Y en 2013, llegó Gareth Bale, convertido en el fichaje más caro de la historia (sin entrar en el precio de Neymar) merced a una cifra cercana a los 100 millones de euros.

Pues bien, los dos grandes fichajes del Real Madrid, el de CR en 2009 y el de Bale en 2013, desataron una ola de demagogia como no recuerdo. ¿Cómo era posible que un equipo de fútbol gastara esas cantidades indecentes con el hambre que había en el mundo? De inmediato, surgieron las comparaciones. Con ese dinero, se podría financiar a no sé cuántos centenares de investigadores contra el cáncer. O pagar la educación a miles de niños desfavorecidos. O construir centenares de viviendas sociales. El medidor de demagogia estaba en sus máximos.

El arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, se apuntó a la fiesta, y criticó los «dispendios descomunales» del Real Madrid.

Desde el eterno rival, el Barça, las críticas también llegaron. Ellos jamás harían algo así, y por eso fueron muchos los que opinaron del gasto del club blanco. «El precio de Bale es una falta de respeto al mundo», soltó en 2014 el Tata Martino, cuando todos pensaban que lo de Neymar no había sido para tanto.

Las palabras que peor han envejecido son las de Sandro Rosell, entonces presidente culé. «Yo no hubiera pagado los 100 millones, no nos lo podemos permitir. Si pagamos 100 millones, nos montan un pollo». ¿Alguien sabe algo de ese pollo que dijo el pobre Rosell que se produciría?

El que, por supuesto, tenía algo que decir (como de absolutamente todo) era Piqué. Con su habitual tono reflexivo y tono de voz de quien demuestra un gran conocimiento de lo que habla, el central explicó como mientras en el club blanco había cantidades infinitas para fichar, en su humilde club hacían lo que podían para plantar batalla con su limitado presupuesto. «El Madrid puede permitirse gastarse 100 millones en Bale, 30 en Isco, 30 en Illarramendi… Nosotros luchamos con lo que tenemos», dijo entonces Gerard. Qué cosas.

Se instauró entonces en el imaginario colectivo una idea que se encargó de repetir hasta la saciedad la prensa catalana: el cantera contra cartera. El Barça sumaba sus éxitos basado en chavales salidos de la base, en los Xavi, Iniesta y Puyol, unidos a Messi. Se contaba como canteranos también a Pedro, llegado con 17 años, o a jugadores por los que se habían pagado millonadas como Cesc, Piqué o Jordi Alba, que se fueron de chavales y, tras triunfar, volvieron. Mientras, el Real Madrid solo vivía de fichajes, de extranjeros, algo al parecer indigno.

Las comparaciones con este tema fueron constantes, imposible reflejar en un artículo los ríos de tinta para lo que dio el tema.

Los años fueron pasando, la histórica generación de canteranos culés se fue apagando, y el relevo no llegó. No era solo que no había ‘Xavis’ o ‘Iniestas’, es que por no haber, no hay ni ‘Pedritos’. «Me gustaría que hubiera un canterano que metiera 15 goles, pero es que no es así», soltó Valverde el otro día preguntado por la falta de oportunidades de los canteranos. Ningún chaval joven ha tirado la puerta abajo, y el Barça, mientras, ha gastado auténticas millonadas en fichajes. Fijénse, por ejemplo, en el dato que puse el otro día en Twitter acerca de los grandes fichajes de culés y madridistas en los últimos años.

Efectivamente, el Real Madrid ha dejado de ser la referencia en el mercado de fichajes. Florentino no ha querido, de momento al menos, entrar en una guerra que deja precios de locura y opta por fichar a jóvenes que pueden ser cracks del futuro… o no (Vinícius, Rodrygo…). Si ha entrado en esa lucha el Barça, que tras gastarse unos 130 en Dembélé, pagó 160 por Coutinho y este miércoles más de 80 por un chaval que viene del Ajax y que tiene todo por demostrar aún.

Portada del Sport

Portada del Sport de 2010.

Pero lo más gracioso del asunto (que no sorprendente, porque no me sorprende nada esa doble moral) es que ya se acabaron las comparaciones. Debe ser que esas millonadas ya no hacen falta para investigar enfermedades, que ya no hay hambre en el mundo, o que ya sí es moral hacer con el dinero privado de uno lo que le viene en gana. Del cantera vs cantera, ni rastro ya, por supuesto.

Y, para acabar, me gustaría comparar dos casos, el de Bale y el de Coutinho. El gales, del que solo se recuerda las numerosas veces que se ha lesionado, tiene varias noches mágicas en finales de la Copa de Europa, ha marcado un gol antológico en una final copera ante el Barça y ha dejado un rendimiento más que aceptable. ¿Que se esperaba de él ser un nuevo Cristiano y no lo ha sido? Vale, pero la persecución que se le hace es espectacular y siempre dejando la sensación de que con lo que costó, ha sido una decepción. Del brasileño, se habla de su mala adaptación al equipo casi de soslayo, es suplente y aquí no pasa nada. Uno costó 96 millones, el otro 160. La diferencia entre el trato que se le da a uno y el que se le da al otro solo tiene una explicación: la camiseta que visten.

 

5 comentarios

  1. Dice ser manolin

    tendríais que hacer los artículos en común: tu, Iñaki cano y roncero.

    Así, con leer una sola diatriba tendríamos suficiente.

    28 enero 2019 | 06:52

  2. I will not do in originality but your blog is so good that we can not say anything else than THANK YOU!

    28 enero 2019 | 09:05

  3. Dice ser Azulmarinocasinegro

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    CENSURAN TODO AQUELLO QUE NO ESTÉ DE ACUERDO CON SUS IDEAS.

    STOP CENSURA, PRENSA MEDIATICA INACEPTABLE

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    29 enero 2019 | 18:37

  4. Dice ser josep333

    Gran Barça aquel de hace 10 añitos y que se basaba mayormente en la cantera, mientras que porquería lo que veo hoy basado casi exclusivamente en la CARTERA.

    Y aún me preguntan porque sigo al Lleida Esportiu y al Girona…

    30 enero 2019 | 11:08

  5. Dice ser seo en francia

    Neymar había gastado más de 200 millones de euros y sigo doliendo con PSG…

    30 enero 2019 | 14:32

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