Monotonía, rutina, aburrimiento… eso es lo que me provoca pensar en otra ceremonia de entrega del Balón de Oro en el que el ganador sea Cristiano Ronaldo o Leo Messi. Parece que no haya más jugadores en el mundo que merezcan tal distinción. Puede que sea cuestión de moda o puede que sea verdad que no hay nadie mejor que ellos, pero ya cansa la lucha constante entre ambos por superarse.
Cristiano quiere recortar distancias a Leo y hacerse con la cuarta esfera dorada; y Leo quiere distanciarse aún más del portugués para dejar claro —si todavía no lo está—que es el mejor jugador del mundo y nadie puede echarle mano a nivel futbolístico. Una competición a nivel individual que, de seguir así, nunca tendrá fin.
Hoy salió la lista con los 30 nominados, de los cuales podríamos descartar así, en frío y sin contemplaciones, a más de la mitad —que ya no sé ni para qué los nominan— y nos quedaríamos con los mismos de siempre entre los que, aparte de el astro argentino y el portugués, estarían: Griezmann, Bale, Neymar, y Suárez de la LaLiga Santander; Pogba y Payet de la Premier League; y Lewandowski, Müller y Neuer de la Bundesliga. Punto. Lo que decía: rutina. Sin apenas variaciones respecto a los que ocuparon los 10 primeros puestos de las últimas votaciones.
Personalmente, si tuviera que descartar a Messi y a Ronaldo y si pesara más con el corazón que con la cabeza yo se lo daría a Iniesta por su elegancia y solvencia (bueno, ya se lo hubiera dado cuando la selección española estaba en su más alto nivel, en aquella nominación de 2010, justo cuando España había sido campeona del Mundo, pero se lo dieron a Messi…). Dejando sentimentalismos atrás, creo que el que más opciones tiene y el que probablemente se lleve otra vez este año el balón de bronce es Neymar.
Sí, otro delantero. Imprescindible en el Barça e imprescindible con su selección. En 2016 ha ganado su primer oro olímpico con Brasil sub23 en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y consiguió un doblete como azulgrana: Copa y Liga. Buen palmarés para enfrentarse a esta nominación pero seguramente no el suficiente para llevarse el ansiado trofeo.
¡Ya basta! Alguien tiene que parar esto. El problema llega cuando nos paramos a pensar en quién. ¿Quién está a la altura del argentino y el portugués? ¿Quién podría considerarse ‘el tercero en discordia’ en la lista de los mejores del mundo? Difícil elección.
Hace justo una década que no lo gana un futbolista que no juegue en posición de ataque, desde que lo logró Fabio Cannavaro en 2006. Quizás es hora de cambiar esa tónica y dar la sorpresa. Hagan sus apuestas y dejen las obviedades a un lado, por favor.