Gente que camina atenta al móvil. Gente que teclea y sonríe y camina. Gente que se choca por andar pendiente del móvil. Gente que tropieza, se hace sangre, y cuelga la brecha en Instagram. Gente que escribe y que lee más que nunca. Mensajes cortos vía Whatsapp, actualizaciones en el muro de Facebook, tuits del tipo «Buenos días». Gente que envía emoticonos cuando las palabras no bastan o no se ven capaces de encontrar la palabra apropiada. Berenjenas, un mono con los ojos tapados, un anillo, un puño. Gente que comparte vídeos. Gente que se mete en el cuarto de baño de la oficina para ver el vídeo que le envió Paco el de contabilidad. Atrocidades, accidentes, parodias, parafilias. Gente que se cruza con Paco y sonríe. Y Paco le devuelve la sonrisa. Sonrisa cómplice. O le pregunta: «¿De dónde sacaste ese vídeo?». Y Paco responde: «Mi cuñao. Tiene miles». Y ahí queda todo. O gente más soft compartiendo vídeos de gatitos y de bebés que cantan.
Gente seleccionada en grupos. Grupo «Hermanos», grupo «Curro», grupo «Amigos curro», grupo «Amigos urba», Grupo «Amigos pueblo». Grupos que comparten chistes, copiapegas. Risas enlatadas. Miles y miles de gigas de información dedicada al entretenimiento para pasar el rato. Para los tiempos muertos. Para los trayectos en autobús. O en mi taxi. O en el andén, o en los semáforos. O en los anuncios de la tele. O mientras se dora la pizza. O en el baño. O en un funeral. O cuando ella duerme. O en los pasillos del trabajo, o en la cama, o en el ascensor, o caminando. Caminando. Gente que consulta su venérea en Google. Gente que confía en cambiar el mundo desde un sofá STOCKHOLM. Gente que siente el poder en sus pulgares. Gente cool, gente in, gente móvil. Ingente gente inmóvil.
Se nos va de las manos…
17 febrero 2014 | 22:17
Cuanta incomunicación…
17 febrero 2014 | 22:25
¡Qué va! Si en realidad está en nuestra mano. Lo que pasa es que de este modo nos atrevemos a decir cosas que de otro modo no diríamos.
17 febrero 2014 | 22:29
Los mismos medios que se desarrollaron para ayudarnos a economizar tiempo son los que nos ayudan a malemplearlo.
http://maria-may.blogspot.com.es/2014/02/nuevos-caciques.html
17 febrero 2014 | 22:49
Y gente que le gusta hacerse fotos íntimas y publicarlas: http://xurl.es/16b6y
18 febrero 2014 | 00:04
Hasta gente que lee tu bazofia diaria, taxista escribidor.
18 febrero 2014 | 01:48
Gente que se empieza a deformar ya, por el puto móvil:
http://www.20minutos.es/noticia/1985022/0/smartphone/problemas-pulgar/dolores-cervicales/
18 febrero 2014 | 07:52
La dependencia es tal que deberiamos plantear la emision de programas cortos y contundentes en horas puntas dedicadas a concienciar a los usuarios ,pero claro topamos con gigantes economicos y mediaticos que son los que mantienen los medios de comunicacion , conclusion salvese el que pueda que ni nombrar la idea .
18 febrero 2014 | 08:10
Un bar cualquiera, una tarde cualquiera de invierno. Un café, con cafeina. Un par de amigos poniendose al dia tras dos semanas sin verse. Un silencio. Cómodo, pero silencio al fin y al cabo. Un sorbo de café levantando la cabeza. Te fijas en lo que hay alrededor. Todo el mundo en la mesa, tecleando pantallas de móvil y deslizando los dedos de izquierda a derecha con velocidad 3G. Algunos ya con 4G.
En la mesa de al lado la misma escena. Y en la otra. Y en la otra. Y en la otra. Sin salir de tu estupor le comentas a tu acompañante:» -Mira tú, todo el mundo ahí embobado.»
De repente se levanta el de la mesa de la esquina. Da una sonora carcajada que se oye como un estruendo ya que todo el mundo está callado. De la mesa de la esquina contraria se levanta otra persona. Se dirige al primero y le dice: «Jajajaja, a que es bueno el video??»
Telecomunicación no verbal
18 febrero 2014 | 08:53
Es una pena,pero es lo q hay.
18 febrero 2014 | 09:19
Muy bueno… si señor
18 febrero 2014 | 09:34
Mientras sirva para matar los tiempos muertos me parece aceptable, el problema empieza y termina cuando el tiempo que tenemos, se nos va en el móvil y lo realmente importante lo dejamos pasar.
Es triste ver a tanta gente ausente como zombies con su móvil y perdiendo mil cosas que la vida te da, por no ‘perderse’ nada que pueda ‘ver’ con sus pulgares.
18 febrero 2014 | 11:09
Gente que estará de acuerdo con esto, pero lo compartirá desde sus móviles. Me incluyo.
18 febrero 2014 | 11:31
Uno se pregunta, cómo podíamos vivir hace 20 años sin estos servicios de movilidad que hoy se antojan tan imprescindibles, y sin embargo se vivía y no mal …
Me da la impresión que las compañías de teleco han creado una necesidad y unos servicios y productos casi de la nada. Pero ellas ingresan millones y millones por llenar el ancho de banda de «cosas» que son absolutamente prescindibles, pero sin las que ahora muchos ya no pueden vivir.
Pero todo esto no me produce nada de angustia comparado con el sin vivir en el que habito desde hace unos días, cuando me he enterado que la cansina histórica comentarista no se pinta el ojo … Dios mío¡¡¡ tenemos al cybe- espacio en un ay¡¡ permanente desde entonces …
18 febrero 2014 | 12:11
XDDDDDDDDDDDDD…Truk me has sacado una sonrisa y eso k estoy apática hoy… 🙂 🙂 🙂 🙂 🙂
P.S.: Y la k en su día puso lo de las » ratas acostás » referente a mis cejas cuando vió mi foto con Manolo decirle k son la última moda #cejasbold y que hay mujeres k incluso se ponen injertos de pelos para poblarlas más…K cosas !!! Se nos va @Simpulso se nos va…pero no sólo cybernéticamente…a la penya se le va la olla con las modas…de cualquier tipo…
18 febrero 2014 | 12:25
Así que incluso hay testimonios fotográficos circulando por el cyber-espacio que han abierto el debate de las ” ratas acostás ” …
Lo dicho: un sin vivir … eso sí que son asuntos trascendentes y no las «movidas» del Sr. Mas ….
18 febrero 2014 | 12:58
… esto se nos va de las manos, que razón tienes¡¡¡
18 febrero 2014 | 12:59
La comunicación entre personas
es muy, pero que muy difícil
recuerden el ascensor,
el metro o cualquier cola,
es cuando el hombre o mujer
tiene más oportunidades,
y es cuando más enmudece
y rehúsa el comunicarse.
Y alguien, inventó un artefacto
(maldito sea mil veces)
Ese… celular llamado,
o móvil como se le conoce,
con el que el miedo o terror
a conversar cara a cara
por no tenerlo presente
dicen que desaparece.
Y, nos volvemos parlanchines
como lo es el papagayo
más, con el pico cerrado
y con el dedito grueso
las techas aporreando,
y letras a miles de giga
que conforman raras frases
pasan del pulgar al móvil
y de este a uno o varios destino
que a la misma velocidad
contestan con muchos signos
que a veces hay que descifrar
para poder entenderse.
Pero…se entienden, sí…se entienden
si luego se reencuentran
no hay comunicación,
otra vez los dos enmudecen
hasta que… se separan
e inmediatamente agarran
con desesperación el móvil
y… otra vez a chatear,
pulgares que locos se vuelven,
ceños que a veces se fruncen
o leves sonrisas en los labios
que ponto se desvanecen.
Comunicación, no verbal
ni por lenguaje de signos,
estas son cosas modernas
como mis nietos me dicen.
18 febrero 2014 | 14:59
Pues si la gente escribe y lee más que nunca, me parece muy bien que se nos vaya de las manos, Simp.
18 febrero 2014 | 21:04
«Gente que confía en cambiar el mundo desde un sofá»
Dedico este comentario imbécil de un, no podía ser menos, perfecto imbécil, a aquella gente a quien la poesía de Emily Dickinson hizo cambiar un poquito, para bien.
Ningún cepo puede torturar
mi alma en libertad,
pues detrás de este esqueleto mortal
se teje uno de más valor.
No puedes horadar con un serrucho
ni traspasar con una cimitarra
dos cuerpos, por lo tanto perdura,
amarra uno y el otro vuela libre.
El aguila no
se despoja
de su nido y, sin embargo,
gana en cielo
más fácilmente que tú.
Excepto tú mismo, tal vez nadie pueda ser
tu enemigo,
cautividad es conciencia
y también es libertad. .
18 febrero 2014 | 21:26
La mayoría de los que van en el transporte público con el móvil, yo creo que van jugando. Si que los hay que van hablando, pero muchos juegan.
Ahora los verdaderos sedentarios de la época, son los jugadores de juegos online. Tengo un conocido que juega al rededor de 12 horas al día, solo para para comer y algunos findes para tener sexo. Cada día está más gordito y eso que se pasa las horas saltando, corriendo, histérico y haciendo todo tipo de piruetas en juegos de guerra.
20 febrero 2014 | 13:03