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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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La radio: siempre ahí

Este año las inversiones publicitarias no van muy bien para el conjunto de los medios; sólo crecen con fuerza los digitales puros. A continuación está la radio; con un crecimiento moderado, pero crecimiento al fin.

No es una situación excepcional. La radio es un medio muy estable: cuando el mercado crecía con fuerza la radio lo hacía moderadamente; cuando la inversión se derrumbó, cayó también moderadamente.

Eso ha hecho que a lo largo de los años la porción de la tarta que se lleva el medio sonoro se mantiene siempre muy cerca del 10%.

Es un medio cada vez más digital a pesar de un cierto conservadurismo. La transformación hacia la norma DAB se debía haber hecho a lo largo de unos pocos meses en el año 2000. Ni las empresas que tenían las licencias, ni mucho menos la Administración hicieron ningún esfuerzo para conseguirlo. Noruega cerró la FM a principios de este año. En España ni siquiera hemos llegado a prescindir de la onda media a pesar de que lo preveía un plan técnico de los años sesenta, hace más de medio siglo.

Iñaki Gabilondo: uno de los históricos de la radio española. FOTO: Blog de Gorka Zumeta

Todos llevamos ahora un receptor de radio en el bolsillo, aunque no todo el mundo lo use como tal. La transformación digital ha venido más por el camino de Internet que por el de la nueva norma DAB+, que las grandes empresas del sector tampoco están apoyando. Dicen que nadie emite en DAB+ porque no hay oyentes y que los oyentes no usan DAB+ porque nadie emite. Pero en algún momento se dará el salto. Mientras tanto Internet nos ha traído los podcast, la radio en píldoras (que pueden ser de gran tamaño: programas enteros), que se pueden escuchar en cualquier momento. El futuro, o parte de él, puede estar por ahí, con marcas apoyando contenidos próximos a su línea de comunicación o sus valores.

El EGM ya empezó a medir los podcast, ya tenemos algunos datos de modo muy general (*). Eso nos lleva al sistema de medición: la radio, como medio, siempre critica al EGM, el mismo EGM que utiliza como único sistema de medida, pero nunca ha hecho un esfuerzo para cambiar a otro método de medición. O sí: cuando lo hizo en 2003 utilizando el audímetro suizo, no se decidió a dar el necesario paso adelante a pesar de que la prueba fue muy satisfactoria.

La radio, y sus estrellas, sigue ahí. Como siempre.

 

(*) En la tercera ola del EGM de este año la audiencia diaria de podcast se cifra en 380.000.

(**) Este artículo es muy similar al publicado en el número de noviembre de la revista IPMark en papel.

(***) Si quieres saber más, mucho más, sobre radio, consulta el blog de Gorka Zumeta: http://www.gorkazumeta.com/ Entre otras cosas puedes ver los mejores análisis sobre los datos de audiencia de radio del EGM, con una perspectiva imparcial.

Eurovisión arrasa en Twitter

Antes de ver los datos de audiencia del Festival de Eurovisión estaba seguro de que habrían sido muy altos, los mayores del día y seguramente de la semana. Pasa todos los años.

Finalmente se quedó en tan sólo cuatro millones y medio de espectadores de media (un gran dato para un programa tan largo) y un 29,8% de cuota. Las cifras son algo menores que las de años anteriores.

Tampoco este año la representante española consiguió un buen puesto

Pero donde el Festival se sale es en audiencia social. En el post que ha publicado Twitter se pueden ver algunas referencias de lo que ocurrió anoche: se generaron más de siete millones de tuits; cuando se conoció que Ucrania era la ganadora se estaban produciendo 72.915 tuits por minuto, prácticamente un 50% más que los que se produjeron el año pasado, lo que constituía el anterior récord. La actuación de Justin Timberlake generó 32.000 tuits por minuto.

Se produjeron tuits de personajes famosos como J.K.Rowling comentando el voto de su marido. Cosiguió casi 14.000 retuits y más de 34.000 me gusta.

El nuevo sistema de votaciones en el que tras conocer una a una las decisiones de los jurados de los diferentes países, que otorgaban un máximo de 12 puntos (y que establecían una clasificación provisional en la que parecía que sólo podía ganar Australia) aparecían los votos populares adjudicando unas cantidades inmensas de puntos que nadie explicaba, también generó un buen número de tuits y memes.

El hastag #EurovisionTVE fue trending topic a lo largo de casi toda la noche.

He comentado en varias ocasiones que el Festival de Eurovisión podría ser la Superbowl wuropea. Creo que en términos de audiencia social ya lo es.

TVE: Lentamente hacia su desaparición (III)

Los lectores de este blog, que por diversas razones y contra mi voluntad tengo casi abandonado, ya saben cual es mi tesis sobre TVE. La expongo aquí en cuatro pasos:

1.- Se retira la publicidad para favorecer a los amigos de las cadenas privadas y se define un sistema de financiación complejo y, sobre todo, deficitario.

2.- Tras un inicial incremento de audiencia (al no haber publicidad no se producen las bajadas de audiencia típicas de los bloques) la audiencia cae porque la programación se deteriora al no contar con recursos para financiarla.

3.- Se declara que una audiencia tan baja no justifica el coste de la Corporación.

4.- Se pide el cierre de una institución caduca y deficitaria.

 

Ya hemos dado el segundo paso y tengo pocas dudas de que el tercero está muy próximo.

En junio la audiencia de La 1 cayó por debajo del 10% y se quedó en el 9,6%, su mínimo histórico. Podía ser un pinchazo circunstancial y el verano, cuando alguna de las privadas importantes suele levantar el pie del acelerador con la programación, era una oportunidad para salir del agujero.

Pero los datos de julio confirman el problema: a pesar de que la audiencia de Tele 5 cae, La 1 repite su mínimo del 9,6%.

Resulta curioso que la situación de TVE es peor a lo largo del día que en el prime time donde tradicionalmente se han jugado las grandes batallas y el prestigio de las cadenas. En el horario de máxima audiencia han aguantado bien en los últimos meses programas como Máster chef, Isabel o Cuéntame. Estos programas además han ganado varios premios.

Por si eso fuera poco los Telediarios, la joya de la corona, también perdieron su liderato que habían mantenido durante casi cinco años. Primero fue la segunda edición: la que presentaba Marta Jaumandreu pronto se vio superada por el Informativo de Tele 5 que presenta Pedro Piqueras, un peso pesado, ex de la casa. Durante algunos meses la distancia se fue incrementando hasta superar el medio millón de espectadores, lo que con las cifras actuales supone algo más del 20% de la audiencia. Hasta ahora la veterana Ana Blanco había conseguido mantener su baluarte de la Primera Edición, pero en los últimos tiempos incluso eso parece haberse venido abajo y muchos días se ve superada por Antena 3 Noticias 1 que, curiosamente, presenta otro ex TVE como Vicente Vallés.

Con un sistema de financiación deficitario, pese a que en principio TVE ya no puede incurrir en déficits, no es extraño que se busquen fórmulas que bordean la ilegalidad, incluyendo en el capítulo de patrocinios culturales algunos contenidos, cuando menos, dudosos. Tampoco es extraño que sus competidores, los más interesados en que se llegue al paso 4, lo denuncien.

Quienes creemos que la desaparición de TVE sería un error histórico de grandes proporciones debemos apoyar que se ponga en marcha un sistema de financiación sostenible, que incluya la vuelta de la publicidad de una manera controlada, como propone la AEA (Asociación Española de Anunciantes).

El lobby de las cadenas privadas es muy fuerte, así que no puede extrañar demasiado que el PP no esté dispuesto a rectificar un error que cometió otro partido cuando ellos eran oposición: nos dice que no está dispuesto en absoluto a la vuelta de la publicidad a TVE.

Pero rectificar es de sabios. Si el Gobierno se diera cuenta de que por contentar a dos grupos de comunicación está perjudicando a la mayor parte de las empresas que generan el empleo y la riqueza de este país, quizá cambiar de opinión.

TVE: lentamente hacia su desaparición (I)

Pronto hará cuatro años de la sorprendente decisión veraniega del Gobierno de Zapatero que, cediendo a las presiones de las cadenas privadas, eliminaba la publicidad de la televisión pública nacional. Desde entonces no han dejado de producirse noticias respecto al sistema de financiación decidido y sus resultados.

El sistema, que en teoría iba a terminar con el déficit crónico de RTVE, está muy lejos de conseguirlo. Ya hablamos de nuevo de 105 millones de euros y aún está pendiente la decisión de Bruselas sobre la tasa a las operadoras de telefonía, que podría hacer la situación aún más insostenible.

Como consecuencia de ello (y probablemente de otras decisiones) el deterioro de la audiencia es imparable. Si el primer año sin publicidad recuperó el liderazgo de audiencia gracias al mantenimiento de programaciones anteriores y a no experimentar las bajadas de audiencia de los bloques publicitarios, muy pronto se resintió, al no poder renovar los contratos más importantes.

La audiencia de los informativos, que habían sido líderes destacados durante más de tres años también atraviesa dificultades. La segunda edición de Telediario se queda casi todos los días a una distancia de más de medio millón de espectadores del informativo de Tele 5 con el que compite. Ni siquiera los días en que el Telediario precede a éxitos de audiencia como Cuéntame, Gran Reserva o Águlia Roja consigue acercarse a la audiencia del informativo de la cadena de Mediaset.

Las dificultades financieras de la Corporación ya pusieron en bandeja a Tele 5 el Campeonato Mundial de Moto GP; ahora parece que el siguiente plato que devorará la cadena de Berlusconi es el contrato de la Champions. En la situación actual la cadena pública no podrá hacer frente a la renovación del contrato.

Los anunciantes agrupados en la AEA han declarado que están dispuestos a poner sobre la mesa entre 150 y 250 millones de euros si se autoriza la vuelta de la publicidad a TVE en determinadas condiciones. El mercado publicitario se sintió muy perjudicado por la supresión al dejar fuera de su alcance a una parte considerable de la audiencia de televisión.

Mientras tanto la consultora Arthur D. Little ha publicado un informe (encargado por UTECA, la asociación de las cadenas privadas) que demuestra que si la publicidad volviera a TVE su situación económica se agravaría. Analizando los mismos datos en los que se basa la consultora yo habría llegado a la conclusión de que la eliminación de la publicidad de la cadena pública fue un error porque las cadenas privadas no supieron aprovechar la ventaja que se les regaló desde el Gobierno y siguieron bajando los precios, en un mercado con menos oferta. Pero para eso están las consultoras: ellas saben más.

FICOD: ¿Nuevas soluciones en medición de audiencias digitales?

Hoy he estado en FICOD, la Feria de Contenidos Digitales, que organiza España Sostenible, un organismo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. He participado en una mesa redonda sobre medición de audiencias digitales.

FICOD es un mundo, tiene un poder de convocatoria enorme y una cierta tendencia al caos en la organización. Para una mesa redonda convocada a las 15:15 y a la que se debe acudir con tres cuartos de hora de anticipación por razones de seguridad, nadie tiene previsto un sitio en el que los ponentes puedan comer algo (en España se suele comer a esas horas). Así que de los cinco componentes de la mesa creo que al menos cuatro estábamos hambrientos cuando ha terminado después de las cinco de la tarde.

Eduardo García Matilla, Presidente de Corporación Multimedia, moderaba la mesa en la que también han participado Eloy LLamas, Gerente de Investigación y Análisis de Marketing de Telefónica, Fernando Santiago, Director Técnico de AIMC y Manuel Sala, Director de OJD Interactiva.

En la mesa ha habido casi unanimidad: hemos sido un país con buenas mediciones de medios pero en los últimos años nos estamos quedando un poco atrás. No se hicieron los deberes cuando había dinero y ahora la crisis lo está frenando todo. Pero aún estamos a tiempo de no perder el tren si nos ponemos a trabajar en las mediciones que necesitan los anunciantes, mediciones basadas en las personas y no en los medios ni en los aparatos.

Pero en la sala y en los twiteos se podía advertir una clara división de opiniones. Yo veía moverse las cabezas negando  cuando pedía que fuéramos capaces de dar a los anunciantes que quieren crear marca las medidas (cobertura y frecuencia) que han pedido siempre a sus campañas en medios. Por supuesto, todas las medidas añadidas que seamos capaces de proporcionar serán bienvenidas, pero esas no pueden faltar. Y ahora es posible hacerlo (hace ya tiempo, pero ahora de verdad y algunos ya estamos en ello).

Pero el mundo de los autosatisfechos de internet sabe que internet es el medio mejor medido y nadie le va a hacer salir de ese mantra que llevamos quince años oyendo.

Hace ya tres años estuve en el mismo sitio en una mesa similar. Tengo la sensación de que no se ha avanzado demasiado. Tenemos el Libro Blanco para las Mediciones Digitales; tenemos una Mesa que va a convocar un concurso. Pero no parece que ni a la AIMC ni a la IAB les vaya la vida en ello.

Da la sensación de que aunque sabemos en qué dirección hay que avanzar y qué pasos hay que dar, no corre ninguna prisa.

Ana García Bernal, una veterana de la investigación y la consultoría, que estaba en la primera fila del público ha puesto el dedo en la llaga: los anunciantes y sus agentes han hecho dejación de sus funciones y han dejado que las decisiones sobre la medición las tomen los medios. eso puede ser bueno para los medios, pero no necesariamente para la calidad de la medición.

Deberíamos ser capaces de dotar al mercado de un sistema de medición consensuado que permitiera medir la audiencia de un contenido independientemente de la pantalla en que se vea, del sistema de distribución por el que haya llegado al individuo, del lugar en que lo esté consumiendo e incluso del momento. Técnicamente es posible. ¿Por qué el mercado no puede alcanzar lo que necesita?

El rescate de los mineros o cómo hacer de una desgracia un espectáculo en los medios

Durante más de dos meses ha sido una de las noticias más seguidas.

Ayer monopolizó los informativos de radio y de televisión, que en algunos casos se alargaron e incluso mantuvieron la conexión a lo largo de casi todo el día. Yo vi en directo la salida de cuatro mineros (y sólo vi la televisión a ratos perdidos).

Hoy ha sido noticia de apertura en todos los diarios.

Si ponemos ahora en Google «rescate mineros chilenos» encontramos casi medio millón de referencias. Seguro que hay un montón de expresiones para las que el número de referencias incluso crecerá.

Los mineros rescatados son ya candidatos a convertirse en carne de programa de televisión. No conozco muy bien cómo es la televisión chilena, pero estoy seguro de que algunas cadenas privadas españolas ya están pujando para conseguir traerse a alguno de los líderes del encierro.

Hoy he leído que la audiencia conseguida por la retransmisión supera a la que consiguió la final de la Copa del Mundo de Fútbol. Es un poco pronto para tener los datos de todos los países; la cifra con la que se compara me parece muy pequeña, pero el hecho indudable es que ayer todo el mundo estuvo pendiente de la salida de la mina de los 33 encerrados y sus rescatadores.

El Presidente Piñera ha capitalizado un hecho que ha sido noticia durante dos meses y que, no lo olvidemos, comienza con una desgracia que, afortunadamente no ha terminado en catástrofe.

Así un hecho negativo: una mina chilena no tenía buenos sistemas de seguridad, se transforma en un éxito internacional de Chile y de su Gobierno.

Toda una gran operación de relaciones públicas.

La quema del Corán y los medios

Un pastor extremista absolutamente desconcido dice que va a quemar ejemplares del Corán y mueren manifestantes en Cachemira.

Es otro caso más de efecto mariposa, un ejemplo más de lo que nos ha traído la globalización.

Lo de menos (o no) es que el personaje sea absolutamente chocante, con una imagen que parece sacada de una película del Oeste de serie B.

Tampoco importa que esas declaraciones las haga a un medio local de una localidad de tamaño mínimo; ni siquiera importa la puesta en escena, con una pistola ocupando el primer plano de las imágenes. Ni que su público natural, sus feligreses, sea mínimo, no más allá de cincuenta personas.

Lo importante es que cuando alguien dice una tontería, cuanto más tonta mejor, consigue hacerse con la atención de todos los medios del mundo, que llevan esa tontería a sus portadas.

Dicen que la culpa es de que ese tipo de acciones dan audiencia. Yo lo dudo. Pero si es así ¿qué mundo estamos haciendo?

Si sabemos que algo como eso, una fanfarronada absurda de un loco desconocido, puede acarrear una tragedia (seguro que los muertos de Cachemira no son los únicos) ¿por qué le damos esa cobertura?¿Por qué lo convertimos en una noticia de amplia repercusión?¿Por qué ponemos la bomba en las manos del terrorista exaltado?

Ya digo: No creo que este tipo de cosas den audiencia, pero si fuera verdad, si la dieran ¿todo vale para conseguir audiencia?

Tele 5, la gran beneficiada del periodo preelectoral

Este es un mundo de paradojas. Los debates a dos han sido los grandes éxitos de audiencia estas dos últimas semanas.

Había dos cadenas aparentemente muy interesadas en emitirlos, como en 1993, que había sido la última vez. Para el PP era casi una condición sine qua non. Pero cuando finalmente los organizó la Academia de Televisión y puso la señal a disposición de todos los canales, perdieron todo el interés.

Los días de emisión de los debates, a la hora de emisión de los debates, tanto Antena 3 como Tele 5 han tenido algo menos audiencia que una semana normal. Pero curiosamente, si miramos la audiencia de toda la semana, la gran beneficiada ha sido Tele 5. La semana del primer debate ganó 1,2 puntos y se colocó en un 19,8% de share, muy cerca del 20 que ya parece una cifra inalcanzable.

El partido de Copa del Rey entre el Barcelona y el Valencia que superó los seis millones de espectadores y el éxito creciente de Aída, con 6.318.000, tienen parte de la culpa.

Aún hay más: los informativos, que tradicionalmente han sido uno de sus puntos débiles, han ido ganando audiencia en estas últimas semanas hasta el punto de entrar en el ranking de los quince programas más vistos y superar en muchas ocasiones a los de Antena 3, que hasta hace poco les ganaban por goleada.