Andrés Rodríguez es un periodista y editor muy singular y muy valioso. Trabajamos juntos en El Sol, hace ya casi dos décadas, y somos buenos amigos desde entonces. Él fue después biógrafo de Camarón y directivo en distintos destinos en el Grupo Prisa: dirigió, entre otras publicaciones, la edición española de la revista Rolling Stone.
Hace dos años, Andrés tuvo el coraje de independizarse, comprar a los estadounidenses la licencia para España de la revista Esquire y lanzarla aquí, con éxito. En el número 18, que hoy sale a la venta, dedica el primer tema de portada a una entrevista a Juan Luis Cebrián, consejero delegado de Prisa. La entrevista la ha hecho el propio Andrés, que le ha arrancado a Cebrián confesiones como éstas:
“La vocación son las circunstancias. Yo, en el colegio, quería ser cura”.
«No hay como ser redactor, el rey de esta profesión. Ser un buen redactor de periódico -un redactor senior, como ahora se dice- es lo mejor que le puede pasar a uno en la vida».
«Tanto Ignacio Polanco [presidente de Prisa] como yo debemos cambiar la cultura de esta empresa, manteniendo como referencia a la familia, pero incrementando la idea de multinacional cotizada, que es lo que verdaderamente somos».
«Los diarios se sustentan en un sistema del siglo pasado: la economía de oferta; y la era digital trae una economía de demanda. Estamos en un momento en el que la intermediación, que es lo que caracteriza a la democracia representativa, está desapareciendo. Y los periodistas, que somos intermediarios entre lo que pasa y los que demandan información, estamos viendo cómo son los demás, los no periodistas, los que cuentan lo que les pasa sin ningún tipo de intermediario. Y como no sabemos qué hacer, le echamos la culpa al soporte, a ese viejo papel de periódico que servía para envolver plátanos en la frutería».
«Ni los profesionales ni los empresarios sabemos qué va a pasar. Los optimistas dicen que habrá periódicos. No lo tengo yo tan claro. Lo que sí habrá es periodistas, gente que nos interprete la realidad».
«Un site informativo de éxito en Internet tiene márgenes de explotación del 4%. Un periódico o una radio tienen un margen del 25% o del 30%. Es imposible competir, pagar bien la mano de obra intelectual, enviar corresponsales… todos los modelos están montados respecto a un sistema del pasado. Vivimos un cambio de modelo, no una crisis».
“En Google News, es una máquina y no un periodista, quien ordena las noticias por número de visitas, no por su importancia. A partir de ahí, todo está boca abajo”.
«Nunca he dejado de pensar en las noticias, ni en su interpretación. Lo que pasa es que ya tienen poca relación con los periódicos. Por desgracia, lo noticioso tiene ahora mucho más que ver con teléfonos móviles y descargas que con los diarios».
«El Mundo no responde a una concepción de la convivencia ni de la vida. Responde a toda clase de oportunismos constantes y ése es uno de los problemas que tiene. El País responde a una concepción de la profesión muy definida. Tiene unos principios editoriales e internacionales que te pueden gustar o no, pero que son muy estrictos. Eso es lo que nos ha dado coherencia todo este tiempo».
“Pedro J llegó a decir que sí a Prisa, para trabajar en El Globo,pero luego se echó atrás. Aquí hubieramos sabido potenciar sus virtudes y limado sus defectos”.
«[Pedro J. Ramírez, director de El Mundo] ha sido y es un periodista excelente; víctima de sus propias virtudes, eso sí».
«He tenido, a veces, tentaciones de retirarme para dedicarme exclusivamente a escribir, pero las obligaciones familiares y las responsabilidades me lo han impedido. Aunque no sé si estás responsabilidades eran más bien excusas que me daba para no hacerlo».