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Cuando en los jardines se plantaba albahaca para despertar el deseo sexual de la persona amada

Científicamente está por demostrar el poder afrodisíaco de numerosos alimentos, especias y compuestos que se presentan como potenciadores de la libido y en los que, alrededor de éstos, hay más leyenda y mitos que demostraciones empíricas, soliendo influir a menudo en ello el efecto placebo o el efecto ‘a mí me funciona’ .

Cuando se plantaba albahaca en los jardines para despertar el deseo sexual

Una de las plantas a la que se le otorga un gran poder afrodisíaco es la albahaca y esa creencia nos viene de siglos atrás, cuando en la cultura musulmana se tenía el convencimiento de que era una planta que atraía el amor (o deseo sexual) gracias a su potente olor.

Por tal motivo muchas eran las casas en las que en su jardín se plantaban, o colocaban macetas en el alfeizar de la ventana, con el fin de atraer y retener a los amantes.

Pero otra de las razones eran las medicinales, debido a que con la albahaca se realizaban infinidad de medicinas y ungüentos, pues se tenía el convencimiento de que su olor penetraba en el cerebro y curaba la dolencia.

De hecho, el término albahaca proviene del árabe hispánico ‘al-ḥabáqa’ (ḥabáqa era el nombre genérico que le daban a todas las plantas medicinales).

La creencia de que eran plantas afrodisíacas fue tal que, incluso, durante muchísimos siglos estuvo prohibida su utilización en la cocina de los conventos religiosos e incluso plantar en sus jardines.

 

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Fuente de la imagen: pixabay

¿Cuál es el origen de la homeopatía?

¿Cuál es el origen de la homeopatía?La homeopatía (considerada por unos como un modo de medicina alternativa, por otros como una pseudociencia inofensiva que lo único que produce en aquel que lo toma es el ‘efecto placebo’ y por una gran parte de personas como una soberana tomadura de pelo) fue creada por el médico alemán Samuel Hahnemann a mediados de la última década del siglo XVIII, en la que investigó y buscó métodos alternativos a la medicina convencional de la época, la cual todavía era muy precaria y con la que no estaba conforme. Cabe destacar que ese tipo de medicina con la que Hahnemann tenía discordancias era en aquel tiempo la que se basaba en realizar e intentar curar a través de los famosos desangrados/sangrías (pues se tenía el convencimiento que el exceso de sangre en las personas los hacía enfermar) y las purgaciones (o vaciado intestinal mediante laxantes) y en el que el resultado final para el paciente solía ser mucho peor que la propia enfermedad por la que había sido tratado. Sin contar que, por aquel entonces, se producían más fallecimientos que curaciones.

En sus años de juventud Hahnemann destacó por haber sido un gran estudiante, aprendiendo diversos idiomas que lo llevaron a leer innumerables obras de autores clásicos y de otras culturas, impactando en él la máxima ‘Similia similibus curantur’ (Lo similar se cura con lo similar) la cual decidió que fuese el principio básico de un nuevo tipo de medicina en la que se puso a trabajar e investigar: la homeopatía, dándola a conocer a través de un artículo titulado ‘Ensayo sobre un nuevo principio’ publicado en 1796.

Samuel Hahnemann, inventor de la homeopatíaEl término ‘homeopatía’ proviene de las palabras griegas homoios (similar) y pathos (sufrimiento), por lo que con esta palabra quedaba bien definido el concepto que aplicaba en su nueva doctrina: aquello que enferma a una persona sana debe ser lo mismo que la cure.

Probó en sí mismo los efectos que producía la ingesta de cinchona (planta de donde se extrae la quinina y que se usaba para tratar entre otras cosas el paludismo) comprobando que ésta le causaban unas fiebres altas similares a las que tenían aquellos que padecían malaria, por lo que esa similitud lo volvió a llevar a su concepto de ‘similia’ por el que regía sus conocimientos terapéuticos.

Pero Samuel Hahnemann quiso darle una vuelta de tuerca a ese aforismo, por lo que se planteo que si aquello que enfermaba a alguien estaba en estado puro lo que debía curarlo debería estar diluido.

Partiendo del erróneo concepto, que ya se tenía por aquel entonces, de que el agua tiene memoria comenzó a elaborar sus preparados, aplicándoles diluciones sucesivas, para que, después de un largo proceso, quedase en una proporción aproximada de 1:100. Son tantas las diluciones que se realizan que la mayor parte de los, mal llamados, medicamentos homeopáticos son simple y únicamente agua y, en la mayoría de casos, con un poquito de azúcar para darle sabor.

En los dos siglos que han pasado desde entonces, la medicina convencional ha evolucionado vertiginosamente, mientras que los conceptos de la homeopatía siguen siendo exactamente los mismos.

¿Cuál es el origen de la homeopatía?La mayor parte de la profesión médica y científica del planeta niega que la homeopatía pueda considerarse medicina, apuntando que el principio de la supuesta curación de los preparados homeopáticos se basa en el ‘efecto placebo’ y en el ‘a mí me funciona’ como argumento entre los defensores de esta medicina alternativa.

Cabe destacar los numerosos casos de ‘suicidios homeopáticos’ en los que personas voluntarias ingieren grandes cantidades de preparados homeopáticos no sucediéndoles absolutamente nada a sus organismos, siendo tan inocuo para ellos como el haber tomado simplemente agua.

Tal y como explica la web ¿Qué es la homeopatía?, la forma más habitual de preparación de una dilución homeopática es la siguiente:

Se coge 1 ml de la sustancia original (“tintura madre”) y se mezcla con 99 ml de agua. Se agita este preparado(*) y se obtiene una dilución de 1 CH (Centesimal de Hahnemann). A continuación, se coge 1 ml de este producto y se repite la operación; así se consigue una dilución de 2 CH. Cada vez que se realiza una de estas mezclas, la sustancia original queda diluida 100 veces más en el preparado final. Se supone que estos productos son más efectivos cuanto más diluidos están. Un simple cálculo permite saber que una dilución de 12 CH no contiene ya ninguna molécula del principio activo.

(*)Según las instrucciones de Samuel Hahnemann para realizarlo y ser más efectivo, cuando se agitaba el preparado debía ir golpeándose sobre una Biblia encuadernada en cuero.

 

 

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Fuentes de consulta: queeslahomeopatia.com / naukas 1 / naukas 2 / listadelaverguenza / ncahf / lacienciaesbella / charlatanes / magonia
Fuentes de las imágenes: Wikimedia commons / freedigitalphotos

¿Qué es el efecto nocebo?

¿Qué es el efecto nocebo?Sobradamente conocido es el efecto placebo y sus causas, que provocan que un paciente note una mejoría creyendo que una determinada medicina le está funcionando bien, cuando en realidad lo que está tomando es un compuesto inocuo (normalmente agua con colorante o cápsulas de azúcar o bicarbonato).

Sin embargo, en los últimos tiempos está apareciendo también generado por la sugestión de los pacientes pero con un efecto contrario al del placebo: el efecto nocebo. Su característica principal es la capacidad de rechazo y convencimiento que tienen algunos pacientes de que el tratamiento médico no tiene ningún efecto positivo para su enfermedad.

Los afectados por el nocebo manifiestan un empeoramiento en los síntomas causado (según éstos) por un mal diagnostico y una incorrecta medicación.

Tras múltiples pruebas y estudios, los investigadores han podido determinar que el efecto nocebo viene provocado por las propias expectativas pesimistas del paciente, que acude ya predispuesto al fracaso en el diagnóstico y evolución de la enfermedad, incluso antes de entrar en la consulta.

 

 

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Fuente de la imagen: Love.Sasha.Lynn (Flickr)

¿Realmente combate la caída del cabello el ‘champú para caballos’?

Las redes sociales, foros y el boca a boca han conseguido poner de moda otro de esos artículos que está catalogado, por la mayoría de especialistas, como “producto milagro”.

Desde numerosísimas fuentes (ninguna de rigor científico) nos han estado bombardeando en los últimos tiempos del magnífico resultado que está dando el ‘champú para caballos’, el cual es perfecto para evitar la caída del cabello, dar mayor volumen y brillo e incluso, en algunos foros, se atreven a indicar que es un eficaz “crece pelo”…  y todo ello gracias a su principal componente: la biotina.

La biotina es una vitamina que un gran número de dermatólogos utiliza para combatir ciertos casos, muy concretos, de alopecia. Pero, para que esta vitamina sea efectiva en ese tratamiento, debe ser ingerida y así poder penetrar y actuar directamente en la raíz del pelo. El desconocimiento generalizado y popular, respecto a la vitamina BH (biotina), ha sido la coartada perfecta para los laboratorios cosméticos que comercializan este champú para presentarlo como prueba científica.

Pero, la mayoría de especialistas y voces autorizadas no están de acuerdo con la imagen de producto milagro que se le ha dado al champú, advirtiendo de que no deja de ser como cualquier otro producto para el lavado del cabello, el cual contiene su correspondiente detergente, dosis de acondicionador,  aromas y perfumes y algún agente activo que ayuda a dar volumen o brillo.

También advierten que cualquier champú, incluido el de caballo, no traspasa el cuero cabelludo, lo que hace imposible que esos supuestos beneficios anticaída que el boca a boca se ha ocupado de otorgar al producto, sean realmente efectivos.

El champú para caballos es simplemente un producto cosmético más, cuyo componente más eficaz es el efecto placebo que produce en algunos de sus consumidores arrastrados por la desproporcionada propaganda viral que se ha hecho del mismo.

No nos debemos olvidar de las famosas pulseras de hologramas, que tan famosas se hicieron unos años atrás y que tantas celebritis llevaban/anunciaban.

Se acabó demostrando que no tenían beneficio alguno para la salud y finalmente llevó a la ruina a la principal empresa que lo comercializaba, a causa de las multimillonarias indemnizaciones que tuvo que pagar debido a la publicidad engañosa de su producto milagro.

 

 

Post realizado en respuesta a una consulta enviada vía email por Marga Barceló

Fuentes de consulta y más info: OCU / RNE / Magonia