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¿Sabías que el 20 de agosto se celebra el ‘Día Mundial del Mosquito’?

El calendario está lleno de jornadas especiales en las que se conmemora algún acto (normalmente histórico), se le dedica a un personaje, lugar, objeto e incluso animal, encontrándonos que el 20 de agosto se celebra el ‘Día Mundial del Mosquito’.

¿Sabías que el 20 de agosto se celebra el ‘Día Mundial del Mosquito’?

Y no, no es que haya algún interés particular en preservar a estos molestos (y en numerosos casos mortíferos) insectos dípteros, sino que esta fecha es la elegida para conmemorar la efeméride de un gran descubrimiento científico que fue fundamental para la humanidad: el día en el que el célebre investigador británico Ronald Ross descubrió la relación entre la picadura de una mosquito hembra y la transmisión de la enfermedad de la malaria.

Ocurrió el 20 de agosto de 1897. Esa fecha fue en la que escribió las primeras anotaciones de la investigación que estaba realizando y en las que confirmó la presencia del parásito de la malaria en el interior del intestino del mosquito que acababa de diseccionar. Evidentemente, su estudio e investigación se alargó durante unos cuantos días más (las conclusiones se publicaron una semana después en la revista especializada ‘Indian Medical Gazette’).

Como conmemoración a aquel descubrimiento (gracias al cual fue el primer paso para conocer qué era lo que provocaba la transmisión de la malaria) se escogió el 20 de agosto para celebrar el ‘Día Mundial del Mosquito’.

 

 

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El curioso origen del término ‘malaria’

Se conoce como ‘malaria’ a la enfermedad producida a raíz de la picadura de un mosquito hembra (del género anofeles), quien transmite a la sangre un parásito (esporozoíto) que causa fiebre, dolor de cabeza y muscular, vómitos y escalofríos, siendo los lugares de mayor riesgo África, Centroamérica y Sudamérica, recomendándose a los turistas que se vacunen si deben viajar a esos lugares.

El curioso origen del término ‘malaria’

El término malaria llegó al castellano desde el italiano ‘mal’aria’ cuyo significado literal era ‘mal aire’, debido a la antigua creencia que esta (y otras muchas enfermedades) se transmitían a través del aire (te recomiendo leer el post ‘¿De dónde surge la expresión ‘Cambiar de aires’?’).

La malaria también es denominada como ‘paludismo’, que nos llegó desde el francés ‘paludisme’ y a éste del latín ‘paludis’, de ‘palus’, modo en el que se denominaba a las ciénagas o pantanos, debido a que alrededor de estos lugares era común encontrar un gran número de mosquitos transmisores de la enfermedad, siendo acuñado este término en 1869 por el médico y cirujano francés Aristide Auguste Stanislas Verneuil y la primera vez que se utilizó en español fue en el ‘Manual de Patología y clínica médicas’ de Ezequiel Martín de Pedro, publicado en 1876.

 

 

Lee y descubre el curioso origen, historia y etimología de infinidad de palabras y palabros

 

 

 

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¿Por qué un mosquito con su picadura puede transmitirnos infinidad de enfermedades pero no el SIDA?

¿Por qué un mosquito con su picadura puede transmitirnos infinidad de enfermedades pero no el SIDA?

La malaria, fiebre amarilla, virus del Zika, Dengue, virus del Nilo Occidental o el Chikungunya son quizás las más populares de las incalculables enfermedades que podemos contraer tras haber sido picados por algún mosquito (dependiendo de la zona geográfica del planeta que nos encontremos y del tipo de díptero que se trate, evidentemente).

Cabe destacar que quienes se encargan de picar son las hembras de los mosquitos y el motivo por el que lo hacen es para alimentarse de sangre de mamíferos y así iniciar el desarrollo de los huevos (proceso conocido como ciclo gonotrófico). La larga trompa que poseen, junto a un aguijón con el que perfora la piel, les facilita la succión de sangre necesaria.

Es durante ese proceso cuando dejan ir un una pequeña cantidad de saliva que contiene un veneno que bloquea momentáneamente el proceso de coagulación de nuestra sangre y facilita el fácil flujo de sangre por sus trompas.

Es precisamente en ese momento cuando, este vector epidemiológico, podría inocularnos una de las enfermedades contagiosas mencionadas al inicio del post.

Ello es debido a que cuando un mosquito pica a una persona infectada por una de esas enfermedades la sangre que va a parar a su aparato digestivo encuentra la célula necesaria para reproducirse y replicarse, migrando el virus hacia sus glándulas salivares y transfiriéndolo al siguiente individuo al que pica a través de la saliva.

Este es el motivo por el que muchas son las personas que creen que si un mosquito puede transmitir multitud de enfermedades contagiosas también podría hacerlo con el SIDA ante el supuesto de que uno de estos dípteros pique a un enfermo de VIH-positivo y acto seguido inyecte su aguijón a otro individuo sano.

Pero la respuesta a este supuesto es un contundente no (o al menos, hasta la fecha, no se conoce ni un solo caso documentado que demuestre lo contrario) y el motivo por el que debe descartarse la posibilidad de un contagio de SIDA a través de la picadura de un mosquito es muy sencillo: el virus no encuentra en el insecto células T humanas con las que multiplicarse (linfocitos necesarios para reproducirse) y por tanto el VIH muere dentro de sus vísceras, sin haber migrado hasta las glándulas salivares (como es el caso de otro tipo de virus). Por tal motivo al picar a otro individuo -que no suele hacerlo inmediatamente después- es imposible que pueda transmitirle el virus del sida porque lo que le está inyectando es saliva y esta no está infectada.

Ello es extensible a cualquier otro tipo de insecto chupador de sangre como son las pulgas, chinches…

 

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Fuentes de consulta: Can we get AIDS from mosquito bites? (pubmed) / ¿Pueden los mosquitos transmitir el virus de la inmunodeficiencia humana? (researchgate) / sabersiocupalugar
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¿Cuál es el origen del gin tonic?

¿Cuál es el origen del gin tonic?

Muchos son los que celebran el ‘International Gin & Tonic Day’ (Día internacional del gin tonic) el 19 de octubre, aunque otros lo hacen el 9 de abril, una jornada dedicada al combinado más popular y consumido en los últimos años.

Los expertos dicen que existen centenares de formas de realizar un buen gin tonic, tantas como combinaciones de diferentes ginebras y tónicas hay. Pero para remontarnos al origen de esta refrescante bebida debemos viajar hasta la India y situarnos en el último cuarto del siglo XIX.

Por aquel entonces, la empresa de bebidas carbonatadas Schweppes había añadido a su bebida un componente conocido como quinina y cuya ingesta ayudaba a combatir el paludismo (malaria) que padecía un gran número de habitantes de la entonces colonia británica.

El amargor que producía el tomar el agua tónica, hizo que los miembros del ejército que allí estaban desplazados rápidamente pensasen en alguna forma de ingerirlo suavizando su sabor, a lo que se le añadió un chorrito de ginebra y unas gotitas de lima (algunas fuentes indican que el gin había sido llevado hasta allí por los británicos y otros señalan que era ginebra que se destilaba en la propia India).

De vuelta a su patria, las tropas británicas se llevaron consigo la receta de este refrescante combinado.

Desde entonces muchas han sido las maneras en realizar esta bebida, pero también diversas las diferentes combinaciones de nombres por el que ha sido conocido o se le ha llamado: gin tonic, gintónic, gin-tonic, gin & tonic o una de las últimas ha sido la adaptación gráfica al español propuesta por la RAE: yintónic (yintónics en plural).

 

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Fuentes de consulta: activehistory / slate / sipsmith / nytimes
Fuente de la imagen:  Hector García (Flickr)

¿Cuál es el origen de la homeopatía?

¿Cuál es el origen de la homeopatía?La homeopatía (considerada por unos como un modo de medicina alternativa, por otros como una pseudociencia inofensiva que lo único que produce en aquel que lo toma es el ‘efecto placebo’ y por una gran parte de personas como una soberana tomadura de pelo) fue creada por el médico alemán Samuel Hahnemann a mediados de la última década del siglo XVIII, en la que investigó y buscó métodos alternativos a la medicina convencional de la época, la cual todavía era muy precaria y con la que no estaba conforme. Cabe destacar que ese tipo de medicina con la que Hahnemann tenía discordancias era en aquel tiempo la que se basaba en realizar e intentar curar a través de los famosos desangrados/sangrías (pues se tenía el convencimiento que el exceso de sangre en las personas los hacía enfermar) y las purgaciones (o vaciado intestinal mediante laxantes) y en el que el resultado final para el paciente solía ser mucho peor que la propia enfermedad por la que había sido tratado. Sin contar que, por aquel entonces, se producían más fallecimientos que curaciones.

En sus años de juventud Hahnemann destacó por haber sido un gran estudiante, aprendiendo diversos idiomas que lo llevaron a leer innumerables obras de autores clásicos y de otras culturas, impactando en él la máxima ‘Similia similibus curantur’ (Lo similar se cura con lo similar) la cual decidió que fuese el principio básico de un nuevo tipo de medicina en la que se puso a trabajar e investigar: la homeopatía, dándola a conocer a través de un artículo titulado ‘Ensayo sobre un nuevo principio’ publicado en 1796.

Samuel Hahnemann, inventor de la homeopatíaEl término ‘homeopatía’ proviene de las palabras griegas homoios (similar) y pathos (sufrimiento), por lo que con esta palabra quedaba bien definido el concepto que aplicaba en su nueva doctrina: aquello que enferma a una persona sana debe ser lo mismo que la cure.

Probó en sí mismo los efectos que producía la ingesta de cinchona (planta de donde se extrae la quinina y que se usaba para tratar entre otras cosas el paludismo) comprobando que ésta le causaban unas fiebres altas similares a las que tenían aquellos que padecían malaria, por lo que esa similitud lo volvió a llevar a su concepto de ‘similia’ por el que regía sus conocimientos terapéuticos.

Pero Samuel Hahnemann quiso darle una vuelta de tuerca a ese aforismo, por lo que se planteo que si aquello que enfermaba a alguien estaba en estado puro lo que debía curarlo debería estar diluido.

Partiendo del erróneo concepto, que ya se tenía por aquel entonces, de que el agua tiene memoria comenzó a elaborar sus preparados, aplicándoles diluciones sucesivas, para que, después de un largo proceso, quedase en una proporción aproximada de 1:100. Son tantas las diluciones que se realizan que la mayor parte de los, mal llamados, medicamentos homeopáticos son simple y únicamente agua y, en la mayoría de casos, con un poquito de azúcar para darle sabor.

En los dos siglos que han pasado desde entonces, la medicina convencional ha evolucionado vertiginosamente, mientras que los conceptos de la homeopatía siguen siendo exactamente los mismos.

¿Cuál es el origen de la homeopatía?La mayor parte de la profesión médica y científica del planeta niega que la homeopatía pueda considerarse medicina, apuntando que el principio de la supuesta curación de los preparados homeopáticos se basa en el ‘efecto placebo’ y en el ‘a mí me funciona’ como argumento entre los defensores de esta medicina alternativa.

Cabe destacar los numerosos casos de ‘suicidios homeopáticos’ en los que personas voluntarias ingieren grandes cantidades de preparados homeopáticos no sucediéndoles absolutamente nada a sus organismos, siendo tan inocuo para ellos como el haber tomado simplemente agua.

Tal y como explica la web ¿Qué es la homeopatía?, la forma más habitual de preparación de una dilución homeopática es la siguiente:

Se coge 1 ml de la sustancia original (“tintura madre”) y se mezcla con 99 ml de agua. Se agita este preparado(*) y se obtiene una dilución de 1 CH (Centesimal de Hahnemann). A continuación, se coge 1 ml de este producto y se repite la operación; así se consigue una dilución de 2 CH. Cada vez que se realiza una de estas mezclas, la sustancia original queda diluida 100 veces más en el preparado final. Se supone que estos productos son más efectivos cuanto más diluidos están. Un simple cálculo permite saber que una dilución de 12 CH no contiene ya ninguna molécula del principio activo.

(*)Según las instrucciones de Samuel Hahnemann para realizarlo y ser más efectivo, cuando se agitaba el preparado debía ir golpeándose sobre una Biblia encuadernada en cuero.

 

 

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Fuentes de consulta: queeslahomeopatia.com / naukas 1 / naukas 2 / listadelaverguenza / ncahf / lacienciaesbella / charlatanes / magonia
Fuentes de las imágenes: Wikimedia commons / freedigitalphotos