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¿De dónde surge decir ‘Quedarse sopa’ al acto de dormirse?

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan de dónde surge decir ‘Quedarse sopa’ al acto de dormirse.

¿De dónde surge decir ‘Quedarse sopa’ al acto de dormirse?

 

Es común decir que alguien ‘se ha quedado sopa’ para indicar que se ha dormido, pero el término ‘sopa’ al que alude la expresión nada tiene que ver con el plato de caldo caliente que se sirve como comida, ni el hecho de que tras ingerirlo pueda darnos algún tipo de adormecimiento.

A pesar de escribirse igual, es otro de los muchos casos de palabras homógrafas, con una misma grafía, diferentes significados y orígenes etimológicos totalmente distintos (como ocurre con el término manzana para referirse a la pieza de fruta y a los espacios urbanos delimitados por cuatro calles y os expliqué en otro post).

Por un lado el término sopa para referirse al plato de caldo proviene del germano ‘sŭppa’ (de exacto significado) y el vocablo que alude al sueño es una derivación de la palabra ‘sopor’ (del latín ‘sopōris’) que significa literalmente ‘adormecimiento’ y ‘somnolencia’ y que encontramos también en la forma ‘soporífero’ cuando queremos indicar que algo nos provoca sueño (e incluso aburre hasta el punto de adormecer).

Por tanto, la expresión ‘Quedarse sopa’ proviene directamente del acto de que a alguien le ha entrado el sopor (somnolencia) pero sin tener que ver (etimológicamente) con el hecho de haber ingerido un plato de caldo.

 

 

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Stupeo, el verbo latino del que surgieron términos tan diversos como: estúpido, estupor, estupefaciente, estupefacto o estupendo

Stupeo, el verbo latino del que surgieron términos tan diversos como: estúpido, estupor, estupefaciente, estupefacto o estupendo

Numerosísimos son los términos provenientes del latín que se han incorporado a nuestro idioma y de los que han surgido muchísimas palabras de las que hoy  en día utilizamos de modo coloquial, pero lo curioso son aquellos vocablos que de un solo tronco han ramificado proporcionando varios términos que, aparentemente, no tienen relación alguna entre ellos pero que realmente tienen mucho que ver.

Este es el caso de ‘stupeo’, un verbo que los antiguos romanos utilizaban para referirse al estado de quedarse parado o aturdido.

De stupeo podemos encontrar que surgieron los términos:

Estúpido: Necio, falto de inteligencia (debido a que se  señalaba como estúpido a un individuo bobo que se quedaba ‘parado’ al contemplar/escuchar algo que no comprendía)

Estupor: Asombro (estado de inmovilidad que se quedaba alguien al asombrarse)

Estupefaciente: Droga que produce alucinaciones o tranquiliza (por el poder paralizante de ese tipo de sustancias)

Estupefacto: Atónito, pasmado o incapaz de reaccionar (quedarse paralizado a causa de algo que nos ha dejado maravillado o desconcertado)

Estupendo: Algo admirable o asombroso (lo cual dejaba pasmado/parado ante una sorpresa)

 

 

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