Sin efectos especiales Sin efectos especiales

-No deberías llevar esa ropa. -¿Por qué? Sólo es una blusa y una falda. -Entonces no deberías llevar ese cuerpo. 'Fuego en el cuerpo', de Lawrence Kasdan

Un centenario que merece la pena ser recordado, el de Joseph Losey

Los viernes son días de saturación de información cinéfila: llegan los estrenos a los cines y los medios de comunicación se vuelcan en publicar entrevistas, reportajes, etc., relacionadas con las novedades de la semana. No sé, sin embargo, si hoy los medios recordarán a uno de los directores más personales de la historia del cine: Joseph Losey, que nació tal día como hoy hace cien años.

Como yo no quería dejar pasar la fecha, hoy me gustaría recordar con vosotros a Losey, un director que descubrí, me imagino que como muchos de vosotros, gracias a ‘El sirviente’ (1963), ese peliculón con guión del premio Nobel de Literatura recientemente fallecido Harold Pinter. Con Pinter, Losey colaboró en tres de sus grandes películas, además de ésa, en ‘Accidente’ (1967) y ‘El mensajero’ (1971), que ganó la Palma de Oro en Cannes. Gracias a Losey y ‘El sirviente’, además de redescubrir a Dick Bogarde como un mayordomo/sirviente inquietante y ambiguo, el cine ganó uno de sus más perfectos ‘gentleman’, que aquí obtuvo su primer papel protagonista: James Fox. Ya solo por eso, Losey merecía ser recordado.

Pero como os decía fue, además, un director valiente, muy comprometido con sus ideas políticas, que fue injustamente perseguido por el Comité de Actividades Antiamericanas y su panda de fanáticos, por lo que tuvo que exiliarse en el Reino Unido y empezar a trabajar bajo seudónimo, especializándose en obras del género negro donde muestra las contradicciones del ser humano, sus debilidades y sus miserias. De esta época son ‘El criminal’ y ‘La clave del enigma’.

Como curiosidad, y a modo de homenaje, hace unos años Martin Scorsese interpretó en ‘Caza de brujas’ el papel de un director de cine perseguido por el Comité, un tal Joe Lesser, inspirado claramente en Losey.

En estos días se echa de menos los antiguos ciclos que algunas cadenas ofrecían hace años sobre directores o actores destacados. ¡Qué mejor manera para descubrir las obras de estos creadores que, poco a poco, están pasando al olvido!

Os dejo el enlace de una web donde podréis escuchar fragmentos de las bandas sonoras de algunas de las películas de Losey. ¡Que disfrutéis!

Los Globos de Oro, la gran fiesta del cine británico

Finamente diríamos que los británicos están que no caben en sí de gozo por lo bien que les han tratado los Globos de Oro, aunque algún conocido mío describiría su estado de ánimo con una frase mucho más visual y acertada que incluye la introducción de piñones en cierta parte de la anatomía. Como no quiero herir sensibilidades dejo a vuestra competencia lingüística el resumen del estado de ánimo que se ha apoderado de los hijos de la Gran Bretaña después de ver que una de sus niñas bonitas, Kate Winslet, se ha alzado con dos de los premios principales de interpretación por dos películas dirigidas por dos británicos: ‘The Reader’, de Stephen Daldry, y ‘Revolutionary Road’, de Sam Mendes.

Otro británico, Danny Boyle, logró el premio al mejor director por ‘Slumdog Millionaire’, que también consiguió el globo de oro al mejor filme dramático y el premio al mejor guionista para el inglés Simon Beaufoy. Mientras, la londinense Sally Hawkins y el irlandés Colin Farrell se llevaban a casa sendos premios como actores de comedia. Y para acabar, aunque puede que me haya dejado algún isleño por el camino, Tom Wilkinson (de Leeds) y el dublinés Gabriel Byrne triunfaron en el apartado televisivo.

Da envidia, ¿verdad? Que conste que estoy convencida que el idioma les da varios puntos de ventaja respecto al resto; pero no puedo dejar de pensar en la gran capacidad que tienen los británicos en exportar sus profesionales y conseguir que los premien y los reconozcan fuera de sus fronteras.

En cuanto a Penélope y Bardem, en fin, otro año será, aunque me gustaría saber ¿por qué demonios se escaqueó Javier de ir a la fiesta?

P.D. Un recuerdo para el director y productor Claude Berri, gracias al cual hemos podido disfrutar de gran parte del cine de Polaski, Costa-Gavras, Eric Rohmer, Jean-Jacques Annaud, André Téchiné

¿Hay que ayudar económicamente a la industria del cine porno?

Hace unos días los dos grandes mandamases de la industria del porno americano, Larry Flint (editor de ‘Hustler’) y Joe Francis (director de ‘Girls Gone Wild’), sorprendieron a sus compatriotas con una petición inusual al Congreso: necesitaban que el Estado invirtiera 5.000 millones de dólares en la industria del porno para sortear la crisis. Comparaban su situación con la que vive la industria automovilística y, al fin y al cabo, decían «la gente puede pasar sin coches, pero no sin sexo».

Visto así, podrían tener razón ¿no? Lo que me llamó la atención de la noticia es que afirmaban compungidos que, en épocas de crisis económicas, la gente se olvidaba del sexo porque tenía la cabeza en otras cosas: buscar un nuevo trabajo, pagar la hipoteca…. Esta afirmación no es, sin embargo, del todo cierta, porque si bien es verdad que pueden haber caído la venta de revistas o de alquiler de vídeos porno, el consumo gratuito de pornografía en la red sigue subiendo como la espuma. Es decir: la gente puede que ya no piense «solo en eso»; porque tiene que afrontar más problemas, pero lo que no están dispuestos es a pagar por ello.

Hace algo más de un año os contaba cómo los vídeos porno caseros, rodados por aficionados, con coste prácticamente cero, y que se intercambiaban gratuitamente en la red se habían convertido en un éxito y le robaban millones de usuarios a las webs profesionales de pago.

Hoy el problema sigue siendo el mismo. ¿Por qué pagar si lo puedo ver gratis? De ahí que como contaba hace un par de días Soitu.es portales como Putalocura.com reciba 160.000 de visitantes únicos al día y haya batido su récord de visitas precisamente en diciembre, con la crisis arrojando al paro a miles de personas y las compras navideñas de por medio.

Entonces, con semejante panorama: caída de ingresos, competencia por parte de los amateurs, consumo gratuito en la red, ¿habría realmente que ayudar a los productores de cine y vídeo porno? ¿Qué pasaría si en España alguien pidiera una ayuda de este tipo para el sector?

El Ejército confía en Transformers 2 para lograr más reclutamientos

Supongo que a muchos de vosotros os gustó ‘Transformers’, esa fantasía robótica de Steven Spielberg y Michael Bay que arrasó en taquilla y convirtió a Shia LaBeaouf en el chico de moda. Ahora la revista Empire publica las primeras imágenes de la secuela: Transformers: Revenge of the Fallen, que actualmente se está rodando, entre otros sitios, en Egipto y en los territorios que el Ejército americano tiene en Nuevo México.

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Como veis la nueva entrega también promete espectacularidad y efectos especiales de última generación; pero, sobre todo, dejará con la boca abierta a los aficionados a curiosear entre el armamento militar. La película es, según USA Today, una auténtica demostración de poderío armamentístico gracias a la generosa aportación del Ejército americano que no solo ha permitido el rodaje dentro de sus campos de entrenamiento, si no que también ha permitido grabar algunas de sus operaciones con el indisimulado objetivo de lograr que la película despierte el espíritu militar de miles de espectadores y, quizá, sus ganas de enrolarse en el Ejército.

Tal está siendo la complicidad entre los productores y los militares que muchos soldados de permiso están trabajando como extras para el filme, a las órdenes de Michael Bay.

Transformers 2, con Shia LaBeaouf, Megan Fox y John Turturro, llegará a las pantallas españolas al principio de verano, preparada para subir los grados de la taquilla a fuerza de zambombazos.

‘Rocknrolla’, la redención de Guy Ritchie y de Gerard Butler

Perdonadme que haya tenido varios días desatendido el blog, quería dedicarle el primer post del año a Guy Ritchie y a su ‘Rocknrolla’, pero como la gripe me ha tenido KO varios días no pude ir a ver el filme hasta ayer. Me cae bien Ritchie, y más ahora que se ha separado de la megadiva del pop y que está rodando un filme sobre Sherlock Holmes (¡Ya era hora!). Hace películas con cierta mala leche, mucho humor negro, un buen ritmo narrativo y unos diálogos que se esfuerzan en salirse de la media. Siempre escoge buenos actores, que saben adaptarse a sus giros cómicos y busca tramas de intriga en clave de humor.

‘Rocknrolla’ es, en este sentido, un ejemplo claro del cine de Ritchie, del mejor cine de Ritchie, claro, ese que le dio fama en ‘Lock & Stock’ o en ‘Snatch, cerdos y diamantes’; no el que lo desdibujó en ‘Barridos por la marea’. Los negocios entre delincuentes medio mafiosos sirven de excusa para contar una historia que te mantiene enganchando durante las casi dos horas que dura el metraje. Le ayudan su gran plantel de actores, encabezados por un genial (como siempre) Tom Wilkinson, Mark Strong (del que ya me declaré fan hace unos cuantos meses), Idris Elba, Tom Hardy , Thandie Newton y un sorprendente Gerard Burtler.

La redención de Butler

Entre las gratas sorpresas de ‘Rocknrolla’ está la de reencontrarnos con la mejor cara de Gerard Butler, ese escocés brutote pero con mirada de niño, que enamoró a medio planeta en ‘300′, pero que se convirtió en el mayor cursi del barrio gracias a la infumable y topicona ‘Postdata: Te quiero’. ¿A quién se le ocurre sacar a estos especímenes salvajes y bellos de su hábitat natural (las islas británicas, con sus paisajes inabarcables, verdes, su dura climatología, sus peleas taberneras y sus bebidas hiper alcohólicas ) y trasladarlos a la soleada, siliconada y aséptica California o a la cosmopolita y metrosexual Nueva York (que era donde se desarrollaba el bodrio del que os hablaba)?

Habrá quien le achaque a Ritchie ser algo fantasma o incluso poco creíble; pero hay que agradecerle el esfuerzo por contar las historias de una forma original y con sentido del humor.

En 2008 me aburrí, me divertí, sentí vergüenza ajena, algo de envidia…

Esto se acaba. 2008 no da para más. Cinematográficamente hablando ha sido un año algo mediocre. Cerramos la temporada con la sensación de no haber visto ni un solo peliculón, en todo caso alguna que otra buena película. Además del resumen del año que ya ofreció 20minutos hace unos días, yo me quedo con estos otros hechos destacados.

Para mí 2008 será, sobre todo, el año en que despedí a algunos de mis ídolos cinematográficos: Paul Newman, Rafael Azcona, Sidney Pollack y Robert Mulligan.

También fue el año en el que confirmé mi sospecha de que los españoles, a veces, somos más de pueblo que las margaritas (y vaya por delante mi respeto hacia la gente que tiene la suerte de vivir en un pueblo). ¿Que por qué digo esto? Porque perdimos la cabeza con el rodaje de Woody Allen en Barcelona y Oviedo (iniciado en julio de 2007) y ya se nos fue totalmente el sentido de la mesura con el estreno de ‘Vicky Cristina Barcelona’, en septiembre de este año. Durante semanas no había ninguna otra noticia de cine que mereciera aparecer en portada. Todo era Woody, su ‘spanish comedy’, la relación entre Bardem y Pe, etc, etc. Y eso que se trata de una de las comedias menos inspiradas de su autor, en la que Oviedo aparece mucho mejor retratada que Barcelona (a pesar de lo que se decía por ahí), y en la que Allen tira de tópicos para reflejar la sociedad española. Eso sí, gracias a ella Bardem y Pe aspiran a ‘muchisísimos’ premios internacionales.

También dimos muestras de desequilibrios nerviosos al hablar del Oscar a Bardem (que hubiera seguido siendo un actor excepcional sin el dichoso galardón).

2008 además fue el año en el que volvimos a reencontrarnos con Indiana Jones, nos estremecimos con el Joker de ‘El caballero oscuro’ y nos rendimos ante el ingenio de Sidney Lumet en ‘Antes que el diablo sepa que has muerto’; aunque quien realmente nos robó el corazón fue Wall-E, un robot de limpieza que amenaza con convertirse en el mejor personaje del año.

Álex de la Iglesia y Miguel Bardem fueron los directores de las películas españolas más taquilleras del año gracias a’ Los crímenes de Oxford’ y ‘Mortadelo y Filemón. Misión salvar la Tierra’, respectivamente, aunque también habrían podido figurar en dicha categoría Steven Soderbergh, Woody Allen o Fréderic Forestier y Thomas Langmann por ‘Vicky Cristina Barcelona’, ‘Che. El argentino’ y ‘Astérix en los Juegos Olímpicos’. Películas todas ellas consideradas españolas por su producción. (Si no me creéis podéis echar un vistazo a lo que dice el Ministerio de Cultura).

Y para terminar y para que no os aburráis y dejéis de leer, 2008 fue el año en el que nos morimos de envidia (yo al menos) al ver que una comedia francesa: ‘Bienvenido al norte’, de Dany Boon, conseguía vender más de 20 millones de entradas en Francia. Es decir que uno de cada tres franceses (¡Uno de cada tres!¡Uno de cada tres!) ) la ha visto. A eso se le llama ser profeta en su tierra, algo que cada vez parece más lejos de conseguir ninguna película española. (‘Bienvenido al norte’-foto superior-se estrena en España el 16 de enero).

Un abrazo a todos y Feliz 2009. Que veáis mucho y buen cine.

Los verdaderos nombres de las estrellas. Las respuestas

Ahí van los nombres de nacimiento de las estrellas que os mostré ayer. Algunos eran fáciles, porque, como decís algunos de vosotros, solo han acortado sus larguísimos nombres u omitido algún apellido; pero en otros casos las transformaciones son sorprendentes.

El verdadero nombre de Brad Pitt es William Bradley Pitt y el de Meryl Streep es Mary Louise Streep.

Cary Grant (Archibald Alexander Leach) y Bette Davis (Ruth Elizabeth Davis).

Clive Owen (Cleeve Van Olwen)y Natalie Portman (Natalie Hershlag).

Lauren Bacall (Betty Joan Perske) y Lana Turner (Julia Jean Mildred Francias Turner).

Alan Alda (Alphonso Joseph D’Abruzzo)y Glenn Ford (Gwyllyn Samuel Newton Ford).

Eric Bana (Eric Banadinovich)y Hugh Grant (Hugh John Mungo Grant).

¿Sabes cuál es el verdadero nombre de todas estas estrella de cine?

Las estrellas no son lo que aparentan. Detrás de ellos se esconden, a veces, historias truculentas, pasados escabrosos, hijos secretos, etc, etc; pero hoy no quiero encender vuestra imaginación con esas historias para no dormir. Lo que os propongo, como juego ahora que muchos estáis de vacaciones, es mucho más sencillo, me gustaría que me dijérais cuál es el verdadero nombre que dejaron atrás, en su partida de nacimiento, estos actores que se convirtieron en megaestrellas. Las hay contemporáneas y del cine clásico. Estas últimas son las que más modificaron los nombres que les pusieron sus padres. Por ejemplo, Susan Hayward se llamaba realmente Edythe Marrander y Jennifer Jones era Phylis Isley, aunque también hay casos curiosos como el de Jonathan Rhys Meyers, al que su agente o él mismo eligieron un nombre artístico casi tan enrevesado y difícil de recordar como el verdadero: Jonathan Michael Francis O’Keefe.

El verdadero nombre de Brad Pitt es… y el de Meryl Streep

Cary Grant y Bette Davis

Clive Owen y Natalie Portman

Lauren Bacall y Lana Turner

Alan Alda y Glenn Ford

Eric Bana y Hugh Grant

Las respuestas, mañana.

Ha muerto el director de ‘Matar un ruiseñor’, Robert Mulligan

Siento debilidad por ‘Matar un ruiseñor’. Probablemente sea, junto con ‘El padrino’ 1 y 2 y ¡Eva al desnudo’, la película que más veces he visto. En mi casa se ríen de mí cuando, al menos una vez al año, me la pongo en DVD para volver a saborearla. «¿Otra vez ‘Matar a un ruiseñor’?‘, me preguntan con una mezcla de estupefacción y admiración. Son de esas películas que ves de pequeño y te impactan tanto y tan profundamente que se quedan para siempre contigo.

Hoy ha muerto su director, Robert Mulligan (83 años), un hombre que provenía de la televisión y que nunca fue considerado uno de los grandes, nunca recibió grandes premios, a pesar de haber filmado esta joyita, y de ser responsable de otras grandes películas, como ‘Verano del 42’, ‘El próximo año a la misma hora’ y ‘El otro’. Quien haya visto algunos de estos filmes (tan distintos, tan bien acabados) valorará la sobresaliente capacidad que tenía Mulligan para retratar las contradicciones humanas y, sobre todo, para sacar lo mejor de sus actores. Que se lo digan a Gregory Peck, que gracias a él logró su único Oscar con ‘Matar a un ruiseñor’.

Los críticos, o algunos de ellos, los más obtusos, hablaban de él como «un buen artesano«, dando a entender que hacía su trabajo de forma correcta, pero que le faltaba genialidad, quizá originalidad. Qué equivocados estaban, qué difícil es encontrar a un buen narrador de historias, a un director sensible capaz de hacer sentir empatía por sus personajes.

Hasta siempre Mulligan.

Tres tristes noticias

Durante la semana que ahora acaba (afortunadamente, porque hay semanas que te gustaría borrar definitivamente del calendario) he conocido tres noticias cinematográficas tristes que me gustaría repasar con vosotros.

La noticia de que el entrañable Colombo, esto es, el gran actor que le da vida en la pantalla, Peter Falk, de 81 años, padece alzéheimer. Aunque Falk es un actor que siempre ha compaginado sus trabajos en el cine con los de la televisión, para mí es, sobre todo, el desaliñado, entrometido y brillante teniente Colombo de la serie televisiva del mismo nombre. Entre mis mejores recuerdos de infancia están las horas que permanecí enganchada a esta serie, viendo cómo el inspector Colombo, ataviado con su mugrienta y perenne gabardina, resolvía, como por casualidad, los crímenes más enrevesados y difíciles. Con Peter Falk me pasa como con Angela Lansbury (Jessica Fletcher) , a pesar de ser dos grandes actores cinematográficos, la televisión los ha convertido en héroes populares ligados irremediablemente a sus papeles en ‘Colombo’ y ‘Se ha escrito un crimen’, respectivamente.

Cuatro películas españolas acumulan 39 candidaturas a los Goya: ‘Los girasoles ciegos’, de José Luis Cuerda (15), ‘Sólo quiero caminar’, de Agustín Díaz Yanes (11), ‘Camino’ de Javier Fesser (7) y ‘Los crímenes de Oxford’, de Álex de la Iglesia (6). Teniendo en cuenta que, como ha reconocido un candidato y académico, al final los premios estarán repartidos porque ahora ha votado poca gente, que prácticamente se ha votado a sí misma, me parece un desatino el que cuatro películas, no especialmente brillantes ni espectaculares, concentren todas las posibilidades de premios. Es decir, el próximo 1 de febrero habrá más de un gran perdedor, si tenemos en cuenta lo que dice este anónimo académico.

En cualquier caso el anuncio de estas candidaturas a los Goya me parece una noticia triste porque es una muestra de que el sistema de votación para elegir a los premiados debería ser revisado y, segundo, si es indicativo del nivel general del cine español, es como para que alguien del Ministerio de Cultura se vaya planteando un plan de acción para buscar y promocionar nuevos talentos. Y hablando de todo un poco, ¿qué pensáis de que ‘El caballero oscuro’ y ‘El niño con el pijama de rayas’ figuren entre las finalistas a la mejor película europea? Suena a chiste, ¿no?

Y la tercera y última noticia con la que cierro esta semana aciaga es la muerte de un gran secundario de cine que, como Peter Falk, se hizo inmensamente popular gracias a la televisión, me refiero a Robert Prosky (‘Pena de muerte’, ‘Al filo de la noticia’) , el entrañable sargento Stan de ‘Canción Triste de Hill Street’. Prosky, de 78 años, murió prácticamente con las botas puestas, pues apenas una semana antes de morir en el hospital de Washington, debido a un problema cardiaco, llenaba las funciones de la obra teatral en la que trabajaba.