Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Rajoy:»Soy más…»; Pizarro:»Yo gané…»
Pedro Jeta nos borra del mapa Nielsen

Hoy es un día raro porque los dos sujetos que mandan en los principales diarios de pago son del PP. Se ve que la campaña electoral produce un efecto desertificador sobre las demás noticias, que desaparecen de las portadas.

Sin embargo, por otra parte, hoy es un domingo muy común ya que, a falta de acontecimientos novedosos con los que sobresaltar al lector, los portadistas han recurrido, como de costumbre, al periodismo declarativo tan socorrido y pobretón.

Tanto El Mundo como El País abren sus portadas con una frase, entre comillas, declarada por un líder político. Por cierto, aunque los directores hayan querido complacer a sus entrevistados de lujo, el efecto boomerang puede ser contraproducente. Por lo menos así lo dice un refrán:

«Dime de qué presumes y te diré de qué careces».

Incluso el nuevo diario Público, que suele tener fogonazos de frescura, cae hoy también en el recurso facilón del periodismo declarativo y titula con una frase entrecomillada, aunque humilde, de Zapatero:

«Mañana me conformo con empatar»

(Ya se ve que Zapatero e Ignacio Escolar disparan hoy en Público con más finura electoral que Rajoy y Javier Moreno en El País o que Pizarro y Pedro Jo en El Mundo.

¿Acaso no recordamos, desde primaria, que «quien se humilla será ensalzado y quien se ensalza será humillado«)

Este tercer titular, obviamente malintencionado, de El Mundo me ha confundido e inquietado. Primero pensé que había leído mal y que se refería a Chavez, con «Z«, el de Venezuela . El dudoso tratamento que Pedro Jota Ramírez , el propio José María Aznar y el PP suelen dar al presidente Hugo Chavez casaba bien con este extraño titular. Eso me despistó.

Con esas palabras, Pedro Jo no podía referirse al actual presidente del Gobierno andaluz y candidato a presidir de nuevo la Junta de Andalucía.

Sólo al leer la letra pequeña, confirmé que se trataba de Manuel Chaves, con «S», mi presidente autonómico, al que en el texto no se le adjudicaba ninguna intención de conservar el poder por un golpe de Estado, en contra de la voluntad mayoritaria del pueblo andaluz.

¿Qué habrá querido decir Pedro Jo con este torticero malabarismo de palabras y conceptos?

¿Sabrá el portadista de El Mundo en qué consiste la Democracia? Si «la mayoría rechaza sus abusos«, está claro queu Chaves no «conservará el poder».

Por cierto, en la letra pequeña no se dice ni una palabra que haga alusión a este titular tan frívolo y mendaz. Supongo que los feligreses de Pedro Jo se lo tragarán sin más… porque encaje bien en su puzzle ideológico. No se.

En los incidentes de la inauguración, cuando menos fea e inoportuna en plena campaña electoral, del Hospital de Parla, un diario ve gigantes y otro ve molinos.

El Mundo, a 3 columnas en primera:

El PP identifica a concejales del PSOE en los incidentes de Parla

¿Quiere eso decir que los concejales socialistas presentes en la puerta del Hospital partciparon en los incidentes violentos contra los dos consejereos del PP?

¿Golpearon los socialistas con el palo de la bandera a algún militante o dirigente del PP como, al révés, suele ocurrir (caso Bono) en las manis de la derecha nostálgica?

Si algún despistado lector de El Mundo ha tenido la curiosidad (o la osadía) de leer la información sobre los «incidentes de Parla» que da el diario Público , creerá que hablan de otro país o de otra época.

Este es el titular de Público:

Los incidentes de Parla, al juzgado

Sumario:

El PSM denuncia a los consejeros del PP que acusaron a su líder de organizarlos

Los lectores no verán en el gráfico de Nielsen, que hoy publica El Mundo, la cifra de ususarios únicos de de 20minutos.es (que nos coloca en el nº 3 de España por delante de ABC) sencillamente porque El Mundo miente y nos borra del mapa de Nielsen.

¿Tan pronto nos teme Pedro Jo?

Eso mismo hacía Stalin con la imagen de Trotski junto a Lenin. Sencillamente pintaba encima de Trostki y lo hacía desaparecer del cuadro.

Si pueden leer atentamente la letra pequeña del texto de El Mundo verán que los datos verdaderos de ususarios únicos (u.u.) de Nielsen del mes de enero de 2008 son los siguientes:

elmundo.es: 5.280.000 u.u.

elpais.com: 3.425.000 u.u.

20minutos.es: 2.102.000 u.u.

ABC.es: 1.786.000 u.u

lavanguardia: 944.000 u.u

elperiodico.com: 734.000 u.u.

Sin embargo, en el gráfico, que es lo que se ve al dar el primer vistazo, 20minutos.es ha desaparecido de su legítimo puesto nº 3 en el podio de los diarios online de información general de España.

¿Por qué?

Ya nos borraron, desde el primer día, del ranking de diarios impresos más leídos de España aduciendo que no éramos de pago y que competíamos en otra liga. Sin embargo, la metodología del EGM siempre ha sido y es exactamente idéntica para los diarios de pago y para los gratuitos.

Pueden engañar a sus lectores, pero no a los anunciantes ni a los grandes profesionales de la agencias de medios, que saben muy bien lo que significa el Coste Por Impacto (CPI) de un anuncio y su eficacia en cada medio.

Los más innovadores también empiezan a manejar ya otro criterio, más sicológico que estadístico, sobre la naturaleza del impacto de un mensaje publicitario: el CPI (Cariño Por Impacto o LPC, Love Per Copy) . El lector de un gratuito agradece al anunciante que le regale el diario y se aproxima y aprecia el anuncio de manera distinta a como lo hace,por ejemplo, el que ha pagado un euro por su ejemplar y pueden pensar que el anuncio le priva de un espacio informativo que ha comprado con su dinero. Los de pago cobran dos veces: al lector y al anunciante. Nosotros sólo cobramos al anunciante.

Los profesionales de la publicidad miden muy bien donde ponen cada euro. No tiran el dinero. Y saben de sobra que el diario más leído de España (con 2,5 millones de lectores diarios según EGM) es indicutiblemente 20 minutos, seguido por el Marca y El País y, a mucha distancia, por El Mundo. Por eso, decimos muy en serio que le damos una vuelta al País y dos vueltas al Mundo sólo en 20 minutos.

¿Qué pueden aducir ahora cuando también nos borran del ranking de diairos on line de Nielsen que nos mide a todos por igual?

¿Acaso no son tan gratuitos elmundo.es , elpais.com o ABC.es como lo es 20minutos.es?

¿Qué excusa tiene ahora El Mundo para mentir como lo hace hoy tan descaradamente en su gráfico?

¿Quizás nos ha identificado ya Pedro Jo como peligrosos competidores, que pronto vamos a pisarle los talones en el ranking de Nielsen?

La marcas de elmundo, elpais y el ABC llevan 20, 30 y 106 años en el mercado, respectivamente. Sus ediciones digitales llevan más de una docena de años en el mercado.

En cambio, nuestra marca impresa lleva sólo 6 años en el mercado (desde que en 2002 sustituimos Madrid y m@s por 20minutos Madrid). Nuestra edición digital 20minutos.es (aún un bebé) cumplirá 3 años en esta primavera.

De modo que, en menos de 3 años, nos hemos subido al podio de los tres principales diarios online de información general de España. Y estamos muy orgullosos de ello y profundamente agradecidos a nuestros lectores de oro que lo han hecho posible.

Cuando fundamos el diario 20 minutos, hace ya 8 años (3-02-2000), lo hicimos apenas sin ruido. Nos convenía ser prudentes y no levantar la liebre ante los arrogantes viejos diarios de pago (modelo ideológico del siglo pasado; me refiero al XIX).

Afortunadamente, los grandes diarios instalados nos trataron con indiferencia y/o desprecio, según los casos. Y eso nos salvó de una muerte prematura. Entre risas, solían decir que Arsenio y JAMS van a inventar otra vez «La Farola«. Nuestros frecuentes fracasos, de fundación en fundación (como Santa Teresa), hacían temer lo peor.

Y la verdad es que, hace 8 años, nadie daba un duro por nosotros. Hoy, siguen sin darlo ya que nuestro diario es gratis.

Cuando los lectores empezaron a leernos y a presumir, sin complejos, de que leían 20 minutos, «el primer diario que no se vende» (en ningún sentido), empezamos a crecer en el ranking de lectores del EGM (Estudio General de Medios) y, por consiguiente, en los ingresos por publicidad, hasta hacer rentable nuestra empresa y consolidar nuestros actuales 350 empleos fijos en 15 ciudades.

Cuando los diarios de pago despertaron de su letargo y vieron su viejo modelo en crisis, falsamente amenazado por unos «locos», ya era tarde para matarnos. Lo intentaron, pero sin éxito. Los alcaldes acosados por ellos no les hicieron caso.

Cuando yo decía, hace 8 años, que 20 minutos sería algún día el diario más leído de España, las carcajadas de los de pago se oían por doquier. Somos el diario líder absoluto de la prensa española desde hace 2 años.

Cuando ahora digo que 20minutos.es será, dentro de pocos años, el diario de información general online más leído del mundo en castellano ya nadie se ríe. (O, por lo menos, yo no los oigo como antes).

¿Por qué nos habrá borrado Pedro Jo del mapa de Nielsen?

Lo veremos.

Desde luego, los lectores tienen la palabra.

Solbes/Pizarro: Caperucita y el lobo. O viceversa

Más de un lector atribuye mi silencio semanal en el blog a que escurro el bulto en plena precampaña electoral para no mojarme. Es mucho más sencillo que eso: los días que preceden a un Consejo de Administración de «20 minutos España S.A.» suelo concentrarme en mi trabajo.

Si repasan mis ausencias suelen coincidir con periodos de mucho trabajo o de crisis personales (como la tragedia familiar que sufrí antes de Navidad con la muerte en accidente de tráfico de mi hermana, de mi cuñado y de mi sobrina).

La semana pasada, además, regresé a Almería para recoger el árbol de Navidad, aún encendido, y los regalos sin abrir de mi familia, desaparecida tan de golpe..

Como se pueden imaginar, remover sentimientos tan profundamente dolorosos o buscar acciones para consolidar el liderazgo absoluto de 20 minutos en la prensa española (y nuestros 350 empleos fijos), en medio de las incertidumbres económicas actuales, ha sido para mi más prioritrario que atender diariamente este blog. Ya dije el primer dia que lo hacía para divertirme y entretenerme en mis ratos libres.

No obstante, lamento el silencio de estos días y me disculpo, sobretodo porque hemos desaprovechado para el archivo portadas verdaderamente ridículas, incluso pueriles, en casi todos los medios considerados como serios salvo cuando no están en campaña electoral.

Concluido con éxito el Consejo de Administración de 20 minutos (febrero nos va mejor que enero), anoche fui invitado a cenar en el Colegio Mayor Moncloa .

Allí mantuve una charla y debate sobre «Prensa y Elecciones» con los colegiales «monclovitas«.

Siempre aprendo de los jóvenes universitarios, sean del color que sean.

Al repasar los diarios de ayer, frente a los estudiantes, nos tropezamos con grandes fotos de Zapatero besando niños (en El País, claro) y de Rajoy haciendo katas de kárate (en El Mundo, ¡cómo no!). Los candidatos hacen el ridículo (generalmente muy celebrado por los suyos) y los periodistas (algunos más que otros) les seguimos el juego.

Una de las conclusiones que barajamos fue precisamente que, en periodos electorales, los candidatos de cualquier partido se comportan como niños pequeños, pierden el sentido del pudor y hacen y dicen tonterías y obviedades que, en circunstancias normales, les harían sonrojar de vergüenza.

Anoche seguí a medias el debate entre el «efermo» Solbes y el «doctor» Pizarro (así los calificó El Mundo hace unos días.

Conozco a ambos desde hace años y son personas serias y solventes. Sin embargo, por lo poco que pude ver, creo que el «doctor» Pizarro hizo de lobo feroz, metiendo miedo a la gente, llamando a una crisis que aún no ha llegado (aunque acabará llegando si el PP se empeña en ello) y eludiendo respuestas a preguntas comprometedoras de Solbes sobre la «demagogia» de PP cuando dice que el sistema financiero español está mal. Ahí se le vió el plumero a Pizarro, ex presidente de la CECA (la «patronal» de las Cajas).

Sinceramente creo que Solbes ganó el debate, en su papel, muy digno, de Caperucita (naturalmente roja).

Pizarro, que interpretó de maravilla el papel de Lobo Feroz (naturalmente azul) perdió los papeles y el debate.

Aún no he visto los diarios de mañana. Por eso, recurro esta noche a los sujetos y verbos de los titulares de las versiones on line del debate.

Para Público no hay duda:

Solbes ganó

Para El Mundo:

Pizarro ofrece… y Solbes cree…

Para El País:

Pizarro propone eliminar… y Solbes propone aumentar…

Y para 20minutos.es (que para mi fue el mejor, aunque, en este caso, la pasión me ciega):

Pizarro habla de crisis economica y Solbes le tacha de damagogo

Estoy totalmentente de acuerdo con 20 minutos.es

¿Por qué será?

Resurge la España negra (como sus sotanas)

Cada día estoy más de acuerdo con Alfonso Guerra en lo que se refiere a las relaciones Iglesia-Estado. El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso dijo ayer que «antes o después no va a haber otro camino» que la denuncia de los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede, ya que los obispos españoles «están apretando tanto» que «aunque no se quiera reconocer, no hay otra» opción.

Gaspar Llamazares fue un poco más lejos cuando, hace unos días, nos advirtió:

«Cría obispos y te sacarán los ojos»

¿No se darán cuenta estos obispos, salidos de una España tan negra como sus sotanas, que cuanto más aprietan en su campaña electoral, a favor del PP y en contra del PSOE, más están perjudicando al pobre Rajoy?

Hasta el perpicaz y desinteresado Pedro Jota se ha dado cuenta. Ayer lo adviritó en su editorial a los obispos. Estos reverendísimos sepulcros blanqueados de la ultra derecha no se enteran del daño que están haciendo al PP.

Muchos jóvenes e indecisos acudieron cabreados a las urnas, el 14 de marzo del 2004, para votar en contra las mentiras miserables del trío Pinocho (Aznar-Acebes-Zaplana) sobre ETA en el 11-M.

Desmontada por la Justicia la teoría conspiratoria de Aznar, Pedro Jota y la radio COPE de los obispos ultras, aquellos cientos de miles de votantes airados estaban un poco apáticos, dormidos o desmovilizados en esta campaña electoral. Ahora no había un elemento tan fuerte como aquellas mentiras despiadadas de Aznar para movilizarles hacia las urnas.

Sin embargo, la amenaza del resurgir de la España negra de los obispos ultras les está despertando…

Zapatero debe estar dando saltos de alegría y poniéndole velas y misas al cardenal ultra Rouco Varela para siga metiendo cizaña inquisitorial contra el PP en la campaña electoral. Cuanto más se acerque al PP, más daño le hace.

Así se las ponían a Fernando VII.

¡Qué potra tiene este Zapatero!

Y el pobre Rajoy ya no sabe donde esconderse de las sotanas que, en tan mala hora, le persiguen…

Zapatero:¿oculta o promete? El PSOE:¿asume o evita?

La campaña electoral hace innecesario cualquier análisis comparativo de titulares de prensa. Desaparecidos los matices y las máscaras (si alguna vez las hubo), basta con leer el sujeto y el verbo de cada titular para saber, con extraordinaria precisión, de qué pie cojea cada diario. Hoy tenemos, en titulares de portada, la prueba del algodón.

El Mundo y El País coinciden en el sujeto principal de portada: Zapatero. Sin embargo, difieren en el verbo como de la noche al día:

¿Oculta o promete?

Lo mismo ocurre en páginas interiores, en especial, en las dedicadas a la campaña electoral pues en ellas no se guardan las formas ni hay lugar para el disimulo. Ambos diarios de pago dedican su principal titular al PSOE, como sujeto. pero -¡ay!- llegando al verbo (que determina la acción del sujeto) las diferencias son máximas:

¿Evita o asume?

Ayer se me fue el santo al cielo y, por no leer la prensa, se me escapó copiar y pegar esta finísima fotografía de Alvaro García, publicada por El País a cuatro columnas abriendo la sección de Madrid. Como verán, se trata de una auténtica joya del lenguaje corporal («body language«, que dicen los ingleses). Obsérvese detenidamente la vertical del cuerpo de cada cual, el abandono, la resistencia, la expresión facial, la mirada, el cierre de mandíbula, la tensión de las manos y, en fin, la posición global de ambos políticos.

¿Quien trata de complacer, halagar o servir a quién?

¿Está el alcalde de Madrid diciendo alguna confidencia al oído de su teniente de alcalde?

Si no fuera por el paisaje arbóreo y la indumentaria invernal de los acompañantes, más de uno podría pensar que Gallardón y Ana Botella de Aznar se están marcando un tango.

Ana Botella, por cierto, no pierde ripio y está en todos los periódicos y emisoras preparando, quizás, los caminos de su señor marido para el regreso a la política (de la que nunca se fue) o los suyos propios para acceder a la alcadía de Madrid.

Si Gallardón decidiera abandonar el cargo despues del desplante que le ha hecho Rajoy, cerrándole la puerta del Congreso para que no aspire a sucederle tras una eventual derrota el 9-M, la esposa de Aznar podría ser alcaldesa y -como Hillary Clinton– aspirar a la suceción de Rajoy al frente del PP.

Quizás, por eso, sus intervenciones públicas, más frecuentes que antes, están siendo sometidas a un escrutinio mayor del habitual. No es de extrañar, por tanto, que los columnistas presten más atención a sus palabras.

La columna de aquí al lado, que publicó ayer Ignacio Escolar, director de Público, en su diario, es una muestra de lo que digo.

También es cierto que su marido, José María Aznar, está más parlachín y lenguaraz que nunca, incluso en estado sobrio, sin necesidad de celebrar, como hizo otras veces, las excelencias del vino para conducir un coche sin que nadie le diga si puede o no puede conducir bebido.

En la portada de El Mundo de ayer, bajo una foto del balcón del Ayuntamiento de Lizarza con las banderas vasca y española, apareció este titular:

Aznar «iza» la bandera en Lizarza

En la letra pequeña del texto y en la página 14 se rectifica el titular de portada:

Aznar (…) se asomó al balcón del Ayuntamiento, donde minutos antes, Otaola había izado la ikurriña, la bandera española y la enseña de Lizarza

Ya sabemos que el uso intencionado de las comillas (Aznar «izó») es, a veces, una patente de corso para mentir.

¿Quién lee la letra pequeña?

Al unir en el titular el verbo «izar» al sujeto Aznar, en un asunto tan polémico entre nacionalistas vascos y nacionalistas españolistas, El Mundo le está dando un plus de valentía y arrojo al españolísimo Aznar. Aunque ese mérito debía llevárselo, en justicia, la popular Regina Otalola, alcaldesa de Lizarza, valiente como ella sola.

No hay duda, pues, de que la familia Aznar está en campaña, seguramente a favor de Rajoy, en primera instancia.

Luego, ya veremos.

Fraga y el Papa echan una mano a (el cuello de) Rajoy

Entre Manuel Fraga, presidente de honor (¿vitalicio?) del PP, el Papa Benedicto XVI, ex jefe del renovado Santo Oficio de la Inquisición, van a volver loco a Mariano Rajoy, candidato del PP a la presidencia del Gobierno.

Seguramente, ambos hacen sus declaraciones con la mejor intención. O sea, tratan de ayudar a su discípulo Rajoy, aunque sin atender a su programa electoral ni al guirigay que hay entre los dirigentes conservadores, a causa de la bronca generada por algunos obispos ultras contra leyes aprobadas por el Parlamento español.

El PP se desmarcó cuanto pudo de las peticiones de los obispos (derogar las bodas entre homosexuales y el divorcio «express», entre otras) y los principales dirigentes del PP no acudieron a la mani episcopal del último domingo del 2007.

Sin embargo, el Papa, ayer mismo en Roma, y Manuel Fraga, hoy en la radio, se han lanzado a defender las posiciones más ultras de la Iglesia católica y han puesto a Rajoy en un compromiso.

¿Qué dirá ahora el programa electoral del PP sobre las bodas entre homosexuales o el divorcio «express»?

Fraga ha sido muy claro:

«Si el PP gana reconsiderará las bodas gays y el divorcio express».

Y el ex presidente Felipe González ha salido al rescate galante de un Zapatero timorato, acosado por algunos obispos:

«Estamos hartos de que nos salven»

Dicen que Zapatero no se arruga frente al clero

Regreso a Madrid procedente de Almería (donde pasé unos días que, por dolorosos, yo no llamaría de vacaciones) y me encuentro con unas portadas de prensa sobre Zapatero y el clero algo sorprendentes. Lo primero que pienso es que «éste no es mi Zapatero, me lo han cambiado».

Me marché con un post titulado «¿Quién pone el cascabel a los obispos? Zapatero se arruga» y dejé de leer la prensa hasta ahora mismo. Y no me refería solamente al Excrementísimo Señor Obispo de Tenerife

¿Qué le habrán puesto los Reyes Magos a Zapatero para que, como dicen los diarios, «saque pecho«, «plante cara«, «culpe» y «discrepe«, defendiendo la legalidad constitucional, frente a las insidias pecaminosas de algunos obispos y cardenales jurásicos? Fíjense si serán pecaminosas las palabras antidemocráticas de los purpurados inquisidores Rouco y García-Gascó que hasta el bueno de Forges -que es un santo, se lo digo yo- ha mandado hoy a todos los obispos a su propio infierno. Y no le falta razón.

Dicen mis colegas que, fuera de cámaras y de microfonos, Zapatero no se arruga al topar con la Iglesia. ¿Sueño o realidad? ¡Qué maravilla!

Y dice Peridis en El País de hoy que, como los obispos sigan dando leña inconstitucional (o sea, meando fuera del tiesto), Zapatero podría atreverse, incluso, a mirar el Concordato. ¡Mirar el Concordato! No me lo acabo de creer. Volveré a restregarme los ojos y a leer la prensa de nuevo.

Al clero se le ve el plumero

Una vez más, debo reconocer que tengo debilidad por El Roto (antes OPS), uno de los mayores filósofos de nuestro tiempo.

Con qué agudeza y limpieza le ha visto el plumero al clero.

La verdad es que últimamente los obispos hacen pocos esfuerzos por disimular sus raíces fascistoides y no pierden ocasión para levantar el brazo y el palio en busca de algún dictadorzuelo que se preste al negocio.

La Iglesia católica no se acaba de resignar a vivir sin las canongías que le daba el dictador Francisco Franco, en pago por el apoyo episcopal sin condiciones que dieron a la sangrienta «cruzada» que siguió al golpe de Estado del general contra la legalidad democrática de la II República.

Creo recordar que fue el entonces obispo de Cartagena quien dijo:

«Benditos sean los cañones si en las brechas que ellos abren florece el Evangelio»

Así me gustan a mi los obispos. Sin hipocresía ni disimulo. Con su verdad fascista por delante. Estos obispos asilvestrados y feroces, de las manadas de Rouco (facha de toda la vida) y de García-Gascó (que fue un ilustre taranconiano hasta qeu se cambio de sotana), son un auténtico chollo para Zapatero y los demás socialistas. Le están poniendo las bolas como se las ponían a Fernando VII (¿o era a Carlos III?). Así, cualquiera hace carambola.

Ya puede temblar el PP, y despedirse de La Moncloa, si no manda callar pronto a sus cardenales.

Con estos príncipes cavernarios de la Iglesia en contra, cualquiera podría ganar las elecciones generales.

Que hablen los obispos, sí, que hablen, y que no se arrugue Zapatero. Separación Iglesia-Estado ¡ya!. Quiero para mi país lo mismo que disfrutan en el resto del mundo democrático civilizado.

Si la Iglesia carca se empeña , Zapatero podría ganar en marzo hasta por goleada, mal que le pese.

Eso, eso, que se le va el plumero a todo el clero.

Si el bueno del cardenal Tarancón levantara la cabeza…

Yo tuve el honor de conocerle.

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¿Quién pone el cascabel a los obispos? Zapatero se arruga

El partido socialista ha reaccionado hoy, con la boca pequeña, a las incendiarias y antidemocráticas arengas espiscopales contra las leyes aprobadas por el pueblo español.

El título del comunicado del PSOE («Las cosas en su sitio») no puede ser mas suave, melifluo o melindroso. ¿Es así como Zapatero piensa poner el cascabel al episcopado para que respete la soberanía popular? Lo dudo. Tengo la impresión de que el presidente del Gobierno se arruga cada vez que los obispos le mojan la oreja. A mi me gusta que los obispos se expresen libremente, se metan en política y digan de verdad lo que piensan. Así sabemos a qué atenernos a la hora de ir a votar.

Aún pretenden imponer sus normas a quienes no creemos en su religión. Tienen un modelo de familia. Muy bien. Lo respeto. Pero no es posible que traten aún de imponerlo a quienes no lo comparten.

El Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición ya no está vigente en España y el franquismo y el nacionalcatolicismo de brazo en alto y dictador bajo palio se acabó hace tiempo. Alguien debería enseñar a estos obispos trabucaires que el poder reside en el pueblo y no procede, como antes, de «la gracia de Dios» o «por decreto de Alá«, como rezaba en las monedas de Franco o de Abderramán III.

Zapatero debería reaccionar seriamente dando un paso más hacia la separación constitucional de la Iglesia Católica del Estado laico.

Si nos guiamos por lo que publica El Mundo , podremos pensar que apenas ha habido reacciones de los líderes demócratas españoles a las barbaridades que dijeron los obispos el domingo pasado, en su enésima concentración contra el Gobierno de Zapatero.

Nadie les niega el derecho a hablar, a manifestarse y a predicar en la calle (quizás por la ineficacia del púlpito) todo lo que crean conveniente para sus seguidores. Tampoco podemos negar a los demás el derecho que tenemos a discrepar de sus eminencias respetuosamente, salvo -eso sí- cuando traspasan los límites de la Ley o del decoro, como fue el caso del Excrementísimo Señor Obispo de Tenerife.

El Mundo lleva hoy en su portada un breve sumario (bajo «Otras noticias«) en el que informa de la reacción del ministro de Justicia (encargado de las relaciones del Gobierno con las distintas religiones) al acto que califica de «nacionalcatolicismo«. En su interior, despacha la información correspondiente a dos columnas.

En cambio, El País dedica cuatro hermosas columnas de su portada , dos páginas interiores y un editorial a la concentración organizada por la jerarquía católica y a la que asistieron casi todos los los obispos españoles, salvo, naturalmente, el de Tenerife. Público también dedica dos páginas interiores a «El eco del mitin de los obispos» en su sección «En Portada»

Rajoy, 10; Zapatero, cero

Hoy hemos criticado en nuestra casa a Zapatero mucho más que a Rajoy. El motivo ha sido la enorme torpeza que el presidente del Gobierno ha demostrado al no asistir a la concentración unitaria contra ETA convocada, entre otros, por él mismo.

Casi siempre que un líder político mete la pata, solemos echarle la culpa a sus asesores o consejeros más próximos. En esta ocasión, Zapatero no tiene escapatoria. Si aún no ha destituido a quien le recomendó que se fuera al hospital de Bayona para no tener que asistir, junto a Rajoy, a la concentración contra ETA es porque le falta olfato político o porque, simplemente, asume él mismo la responsabilidad por este error, tremendo error.

El pobre Zapatero ha perdido una gran oportunidad, quizás irrepetible en esta legislatura, para hacerse una foto de Estado con Rajoy, la única de ambos líderes juntos contra ETA desde la tragedia del 11-M y desde las mentiras del trío Pinocho para meter a ETA en aquel atentado islamista.

Por esa ausencia cobarde, tan inoportuna, le pongo un cero a Zapatero. ¡Qué imagen tan balsámica nos hemos perdido todos los españoles! ¿Cuántos votos habrá perdido Zapatero por desaprovechar esta oportunidad de reducir la brecha de crispación que aún divide a las dos Españas?

Por la valentía demostrada al romper (al menos de boquilla) con los exaltados de la extrema derecha de la AVT y de la COPE, le pongo un diez a Rajoy. Creo que, esta vez, se lo ha ganado a pulso.

Tal día como hoy, siguiendo la costumbre de todos los años, desde hace 29, hemos brindado en familia por la Constitución Española de 1978 que, a mi juicio, ha sido la más eficaz de nuestra historia en términos de libertad y solidaridad.

Luego me ha tocado recoger la mesa. Todo, menos la bandera de España que le quité a Calviño de su despacho de TVE. Esa bandera, un poco más amarillenta que roja, va a presidir hoy la mesa del comedor.

Y ahora voy a pegar aquí unos cuantos chistes, tristes aunque certeros, sobre la frágil unidad y solidaridad de los españoles en asuntos de Estado.

Tras el brindis tradicional por la libertad y por la Constitución que la ampara, hemos recordado el día que celebramos el nacimiento de la Carta Magna. Entonces no teníamos bandera constitucional de España, pues aún no se había aprobado en Las Cortes la sustitución de «la gallina» del dictador por el escudo real.

Cerca de la Plaza mayor, habíamos comprado un metro de tela con los colores de la bandera y la habíamos colocado con unos clavos en la puerta de nuestra casa.

A la hora del aperitivo sonó el timbre de la puerta y salí a abrir. Era la primera vez que mis vecinos de atrás (el coronel Lisarrague y su esposa)llamaban a nuestra puerta. Muy sonriente, con gesto de triunfador, el coronel me saludó con estas palabras:

-«¿Qué haces, vecino, con mi bandera, en tu puerta?»

Le replique, con una sonrisa lo más parecida a la suya:

-«Usted se equivoca, mi coronel, porque desde hoy esta bandera en tan suya como mía. Se acabaron las dos Españas. Y para celebrarlo les invitamos a una copa.»

Así pues, el primer brindis constitucional que hicimos en mi casa fue entre el Ejército y la Prensa. Fue un buen presagio, ya que esta Constitución lleva camino de convertirse, a pesar de los pesares, en la más duradeda y eficaz de la historia democrática de España.

Al brindar en familia también hemos recordado aquel emocionante gran titular de El País, tras el golpe de Estado del 23-F de 1981 (yo era entonces redactor jefe de ese periódico):

El País, con la Constitución

Pues eso, ojalá toda España esté hoy brindando por lo mismo.

¡Viva la Constitución!

Una patada a Zapatero en el culo de Rajoy

Desde luego, a la luz de la imágenes de la tele y de la cobertura de la prensa de pago, ese Alcaraz ya no es lo que era.

Los tres diarios coinciden hoy en la foto de portada, aunque no en su tamaño ni enfoque: plano corto, plano medio y plano largo, en El País, El Mundo y Público, respectivamente.

Donde más asustan las banderas (y sus mástiles) es en la foto elegida, no por casualidad, en El País. (Pegada aqui al lado)

La extrema derecha separadora y una parte de la derecha civilizada siguen, erre que erra, con el viejo sueño nostálgico de «volverán banderas victoriosas«, de cuando la finca era exclusivamente de ellos.

Dan miedo, aunque cada vez un poco menos. Afortunadamente, ni Rajoy ni su jefe Aznar ni sus jaleadores episcopales asistieron a la manifestación contra Zapatero.

Al menos, en esta ocasión, no vi en la tele las banderas preconstitucionales con la «gallina» del dictador que sacaban antes brazo en alto. Se quedaron guardadas en la caverna jurásica. Mucho mejor.

La excusa de la mani, algo anacrónica después del fin de la tregua terrorista y de los éxitos policiales contra ETA, importaba poco: que Zapatero no quiere derrotar a ETA y de que se olvida de las víctimas. Naturalmente, están en su derecho de manifestarse pacíficamente. Faltaría más. Pero no se si han calculado bien los efectos de estas manis, cada días más residuales, contra la campaña electoral de Mariano Rajoy.

En mi opinión, cuantas más manis hagan como la de ayer, y más recuerden a ETA y al 11-M, más lejos quedará Rajoy de La Moncloa. Tengo la impresión de que ese Alcaraz está dándole una patada a Zapatero, sí, pero en el culo de Rajoy. Pobre Mariano.

Al menos, por esta vez, fue acompañado en la no asistencia a la mani por su jefe Aznar. En cambio, la esposa de Aznar, Ana Botella, sí acudió al rescate de la línea dura pepera. Que yo sepa, no se vió por allí a la esposa de Rajoy. Matices conyugales.

Si la tendencia es lo que importa, los millones de manifestantes que arrastraban antes Rajoy, Aznar y sus obispos se quedaron ayer en 76.000 (según el Gobierno). La lideresa del PP, Esperanza Aguirre, los rebajó sólo a medio millón. ¡Válgame dios!.

Aunque sólo sea por copiar, pegar y divulgar artículos como éste de Manolo Vicent, intentaré mantener vivo el blog, si el trabajo y los viajes me lo permiten. No tiene desperdicio.

Sin perdón

MANUEL VICENT en El País

25/11/2007

El dictador Franco tenía desarrolladas todas las virtudes del zorro y ninguna del león. Si bien Maquiavelo recomendó al Príncipe un equilibrio entre las dos, Franco en este aspecto estaba muy descompensado. La astucia, la suspicacia, el conocimiento de las flaquezas humanas y el instinto para tender toda clase de trampas eran su fuerte, pero no la nobleza, la magnanimidad, el orgullo y la fortaleza, el sentido del estado, la piedad y el perdón.

Cuando cambiaba de gobierno, el dictador siempre se las arreglaba para que poco después hubiera un condenado a muerte. Era la forma de apoderarse de la conciencia de los nuevos ministros, puesto que estaban obligados a firmar solidariamente la sentencia capital en el consejo. Ningún ministro de Franco logró eludir semejante ignominia.

Esta misma trampa tendió el dictador a la Iglesia cuando, terminada la guerra civil, comenzó a funcionar en España una metódica y exhautiva maquinaria de picar carne con decenas de miles de republicanos fusilados contra las tapias de los cementerios. Bastaba con que un cura párroco diera la cara por cualquiera de los condenados a muerte para que este salvara el pellejo. Si una autoridad eclesiástica decía a este no, automáticamente el agraciado por esta piedad clerical era apartado del camino del paredón, con lo cual el dictador de forma muy ladina metió a la Iglesia hasta el cuello en aquella carnicería al hacerla partícipe en ella por omisión, silencio, conformismo o miedo.

Se dirá que durante la guerra hubo más de diez mil religiosos asesinados y que era una virtud heroica escapar del sentimiento de venganza. Muchos de aquellos mártires fueron arrastrados por una ciega espiral de violencia y habrían sido igualmente sacrificados aunque hubieran renegado de su fe, pero después algunos sacerdotes salvaron de la muerte a muchos republicanos simplemente testificando a su favor. Esos fueron los verdaderos héroes a los que había que beatificar.

Por lo demás el dictador, exhibiendo la virtud del zorro y no la del león, logró trincar esta vez la conciencia de los ministros del Señor para hacerlos moralmente copartícipes por omisión en la terrible escabechina. De haber caído con gusto en esa trampa tiene la Iglesia que pedir perdón.

FIN

Necesitamos otra derecha. ¡Por favor!

Los diarios, aunque tengan un comportamiento muy previsible, no dejan de sorprenderme. Eso les asegura una larga vida.

¿De qué España habla cada diario?

Público lo tiene muy claro. Sobre una foto de una joven cubierta con la bandera estremecedora de la Dictadura, titula a toda página:

España es otra cosa

Antetítulo:

El día del orgullo español que quería montar el PP se quedó en nada

El Mundo hace una composición retorcida o, mejor dicho, torticera:

Bajo una gran foto a cuatro columnas de contenedores ardiendo en San Sebastián (sin ningún cintillo de separación) va este gran titular:

Zapatero afirma que los ataques a España «ni siquiera son un resfriado»

Sumario:

Apenas dos horas después, cientos de jóvenes encapuchados iniciaban una larga batalla campal contra la Ertzaintza en San Sebastián empleando técnicas de guerrilla urbana

Al informar sobre esa foto de «arde España«, El Mundo no menciona nada sobre la protesta de estos radicales contra una marcha de Falange. Tanto la Falange como los radicales tienen derecho a expresarse pero no a destozar el mobiliario urbano de una ciudad tan bonita como San Sebastián.

Bajo una foto similar a la de portada de El Mundo, Público titula en su interior:

Batalla campal en Donosti

Jóvenes radicales destrozan el centro de la ciudad en protesta contra una marcha de Falange

El segundo titular de El Mundo es mucho más malicioso aunque, por ridículo y pueril, resulta inofensivo:

El presidente abucheado durante el desfile de la Fiesta Nacional pese a intentar escudarse en el Rey

El abucheo de «algunos ultras», según Público, no fue durante el desfile. Este es su sumario:

Zapatero fue abucheado durante el homenaje a los soldados fallecidos

El País trata este mismo asunto en su portada con un gran titular sobre la censura que hace el Ejército de los abucheos a Zapateroen «la ofrenda a los caídos«. Y lleva este sumario:

Rajoy elude reprochar que los silbidos empañaran el momento más emotivo

Mucha banderita y mucho patrioterismo pero muy poco respeto por los soldados que mueren defendiendo los ideales que representan tanto el Rey como la bandera.

¡Qué pena que la derecha española esté de nuevo presa en manos de la extrema derecha!

Como decía un comentarista en el hilo de ayer de este blog: necesitamos otra derecha.

Estoy de acuerdo. Tanto que voy a reproducir a continuación su comentario y mi respuesta.

Comentario de «necesitamos otra derecha» en el hilo de ayer de este blog:

«Siempre que leo la cosa esa de la fiesta nacional me pienso que estan hablando de toros. Absolutamente de acuerdo en todo, incluso en los 500 años de derechas, aunque haya quien no lo entienda. La tragedia española es que cuando estaba a punto de llegar la modernidad, salia la derecha al grito de «¡Vivan las cadenas!» y ganaba el Antiguo Regimen. Leyendo los comentarios esta claro que aun no han entendido ni lo que es una nación ni lo que es la democracia ni siquiera lo que es la derecha. Miro con envidia a Francia, Inglaterra, Alemania, donde podría votar a la derecha. Lo primero que hizo Sarkozy presidente fue ir a depositar un ramo de flores a la tumba de un comunista fusilado por Petain. Aqui aun estan defendiendo a Franco.Desde luego no voy a votar a un cizañero que acusa al presidente del gobierno de traicionar a los muertos por hacer lo mismo que el habia hecho unos meses antes».

«Lo de sentirse orgulloso de ser español me parece una enfermedad parecida a ser nacionalista vasco o de cualquier otro sitio. ¿Como puede alguien estar orgulloso de haber nacido aqui en vez de alli? Yo estoy orgulloso de cosas que he conseguido con esfuerzo, me siento comodo siendo español y me parece un buen pais este pero ¿orgullo? ¿No tiene otra cosa mejor que hacer Rajoy que agitar esos sentimientos tan absurdos? ¿No ha aprendido nada de su ilegal referendum contra Cataluña?¿Tiene que seguir siendo cmo Ibarretxe, cabezón y empecinado?»

lo dijo necesitamosotraderecha · 13 Octubre 2007 | 07:42 PM

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Mi respuesta a «necesitamos otra derecha«:

Hola «necesitamosotraderecha«:

Gracias por el comentario anterior, con el que estoy totalmente de acuerdo. También agradezco los comentarios críticos, porque siempre aprendo algo con ellos.

No obstante, me preocupa la forma que algunos tienen de entender mis palabras. Quizás escribo en este blog con demasiada rapidez y espontaneidad. Esto no es una tesis doctoral. Pero si Internet tiene algún valor es el de la inmediatez, la frescura y la capacidad de diálogo.

Es como hablar en la barra de un bar. Por eso, aunque no responda a menudo, me gustan los comentarios. Algunos de ellos me desaniman porque confirman, desgraciadamente, que el miedo que le tengo a la extrema derecha española (que sigo llamando la «españa negra» con minúscula) no es infundado. Pero no importa. Algún día alguno de ellos llegará a pensar por sí mismo, sin cumplir consignas fanáticas.

A veces, me tratan como si fuera un extraño en mi tierra o un antipatriota, antiespañol, traidor a mi gente, a mis ideales, enemigo de la bandera o enemigo del Rey y hasta de mi padre.

¡Qué sabrán de ideales estos fanáticos nacionalistas!

Los separatistas se juntan a veces con los separadores. Son tal para cual.

Ninguno de ellos tiene por qué saber que muchos años antes de que Su Majestad Mariano I de ¡Paña! hiciera su patética soflama patriotera en favor de la banderita de «todo a cien» y del dia del «orgullo español«, en el comedor de mi casa ya había colocada una bandera de mesa de la España constitucional (sin la gallina fascista, claro).

Debo reconocer que la tengo en casa desde 1986 y está ya un poco descolorida. Se la quité a mi entonces jefe, José María Calviño, de su mesa de director general de RTVE, cuando fundé el primer informativo de la mañana «Buenos Días» en la primera cadena de TVE. Tampoco está sola sino acompañada por una bandera de los Estados Unidos del mismo tamaño. Mi chica, la pobre, tiene la desgracia de ser de Boston, señor Rajoy. Así, tengo el corazón partío entre dos banderas.

(Detesto la política del presidente Bush, pero respeto la bandera de los Estados Unidos tanto como la de España).

Pero no voy diciendo por ahí que tengo una bandera en casa. Tampoco digo que, por agradecimiento y afecto personal, tengo colgada en el hall de la entrada una foto de los Reyes de España con el Aga Khan, conmmigo y con mi hija Andrea (tomada en el Patio de los Leones de la Alhambra)

Señores comentaristas de la extrema derecha: ¡No se lo van a creer!. Esa foto está dedicada a nosotros por el Rey y por la Reina. Para los incrédulos, la descolgaré algún día de la pared y la escanearé para ponerla en el blog. Ya ven: un «rojo de mierda«, como dicen que soy yo, con foto de los Reyes de la España de todos en la entrada de su casa.

He caído -perdón- en una debilidad que siempre critico. No hay que pavonearse de las cuestiones sentimentales o accidentales.

Soy español porque me parieron en Almería. Y punto. Si tuviera que elegir mi lugar de nacimiento elegiría, por supuesto, Almería. Faltaría más. Pero no es mérito mío sino fruto del azar.

Si hubiera nacido -al margen de mi voluntad, de mi libre albedrío- un poco más arriba o más abajo sería marroquí o francés. Presumo de mis logros personales, no del azar. Soy cervantino y creo -¡sí!- que «el hombre es hijo de sus obras».

Muchos de los que critican mi presunta falta de amor por España (o por Almería, que ya es el colmo) son los que más daño están haciendo a nuestra convivencia en paz y en libertad y a nuestras instituciones democráticas.

Pero pueden seguir criticándome libremente en este blog (sin palabras soeces, eso sí) porque nunca pierdo la esperanza de que la razón venza alguna vez a su fe y lleguen a amar la libertad tanto como yo.

Tuve un maestro que me decía que, en cualquier grupo de gente, siempre hay dos orejas que oyen y dos ojos que ven (leen) por los que vale la pensa seguir luchando.

Si estos debates sirven para abrir la mente de alguien en favor de la libertad me doy por satisfecho.

Así ayudaremos a construir otra derecha a la que pueda votar la gente moderada con alegría y sin miedo.

Amén.

Saludos

JAMS

lo dijo JAMS · 13 Octubre 2007 | 10:06 PM

Sin alternancia no hay democracia. Por eso, necesitamos otra derecha que limpiamente pueda volver a ganar las elecciones.

Por favor, que baje del monte en son de paz.