¡Mi hijo no quiere beber agua!

Fuente: Pexels

Con la llegada del calor muchos padres y madres acuden a la consulta del pediatra preocupados porque sus hijos beben poca agua y piensan que pueden deshidratarse. Sin embargo, nuestro cuerpo, incluso el de los más pequeños de la casa, está diseñado para compensar las pérdidas de líquidos que tenemos a lo largo del día, gracias a un maravilloso mecanismo: la sed.

En este post os contamos si es necesario ofrecer o forzar a los niños a beber agua, especialmente a los que todavía no saben hablar, o podemos dejarles que sean ellos los que decidan si beben más o menos.

El cuerpo humano necesita agua

Se calcula que cerca del 65% del peso corporal de una persona está compuesto por agua, lo que pone de manifiesto lo importante que es este fluido, el cual forma parte de infinidad de procesos que necesitan moléculas de agua para llevarse acabo.

Muchos de ellos los tendréis en mente, como por ejemplo, eliminar por la orina los productos de desecho del metabolismo o ser una parte fundamental de la sangre, ya que el agua ocupa el 80% del fluido que recorre nuestras venas y arterias. Pero, además, a nivel químico, resulta imprescindible para la producción de energía o llevar a cabo la respiración.

Todos esos procesos consumen agua, lo que genera una pérdida de fluidos a lo largo de todo el día que, si no reponemos, darían como resultado un balance negativo y a la postre una deshidratación.

Por ello, los médicos sabemos que el cuerpo humano tiene unas necesidades basales de líquidos por el mero hecho de vivir y tener una actividad física basal, es decir, sin que estemos enfermos o tengamos unas pérdidas de líquidos aumentadas, como en el caso de una diarrea, que debemos consumir a lo largo del día para que el balance hídrico de nuestro cuerpo sea estable.

Estas necesidades de líquidos a lo largo del día varían en función de la edad y del peso de cada persona. Por ejemplo, en pediatría las calculamos con la regla de Holliday para saber cuánto suero tenemos que poner a un niño que se queda en dieta absoluta en un hospital. En estos casos tiramos de calculadora  y aplicamos una formula matemática para dar a cada niño lo que necesita.

Pero claro, estamos hablando de niños ingresados a los que les ponemos un suero y que hasta cierto punto necesitamos intervenir de forma artificial para no alterar el correcto funcionamiento de su metabolismo.

Pero… ¿quién calcula lo que debe beber un niño que está en su casa? ¿Será lo mismo un bebé de 4 meses que hace pocas cosas que un escolar que no para de correr en todo el día?

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La sed: un mecanismo infalible

El que diseñó el cuerpo humano debía ser una persona muy inteligente. En el tema que nos ocupa se dio cuenta de que si a lo largo del día había una pérdida de líquidos debía dotarnos de un mecanismo que nos hiciera beber para compensar las pérdidas. Seguro que ya lo estáis pensando. Efectivamente, la sed.

La sed es uno de los mecanismo de autorregulación de los que dispone nuestro cuerpo que hace que tengamos el deseo de beber, ya sea con mucha o poca avidez, para compensar las pérdidas de líquidos que tenemos a lo largo del día. Si nuestra actividad física es escasa, tendremos poca sed y en consecuencia nuestro deseo de beber no será mucho. Por el contrario, si hemos hecho ejercicio, hace mucho calor o estamos enfermos, lo habitual es que queramos beber con más frecuencia y en mayor cantidad.

Una de las cosas que nos gusta decir a los padres es que los niños no se pueden deshidratar a posta. Por el contrario, si un adulto quisiera deshidratarse, aunque no encuentro el motivo, bastaría con que no bebiera nada durante unos días, a pesar de la sed que iría en aumento con el paso de los días.

Por fortuna, los niños no hacen eso y si tienen sed y les ofrecemos agua, beberán.

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Y ahora en verano, ¿forzamos a los niños a beber?

En general, las necesidades de hídricas de un niño están cubiertas por su alimentación, formada tanto por lo alimentos sólidos como por el agua y los líquidos que toman.

El problema se nos podría plantear en un niño pequeño, un lactante, que todavía no sabe hablar y que no nos llamaría para captar nuestra atención al grito de «agua, agua…» para que le diéramos de beber en el caso de que tuviera sed. Sin embargo, como no se pueden deshidratar a posta, si les ofrecemos líquidos y tienen sed, beberán, y en el caso de que no la tuvieran, pues cerrarían la boca.

Dejadnos que puntualicemos un par de cosas de los más pequeños de la casa. En menores de 6 meses, en los que su alimentación es exclusivamente con leche, las tomas que hacen al día cubren sus necesidades de líquidos, por lo que no hace falta ofrecerles agua. Eso sí, sobre todo ahora que ha llegado el calor, es muy probable que reclamen una toma antes de lo que hacían habitualmente para aumentar la ingesta hídrica.

A partir de los 6 meses les podríamos ofrecer agua en las comidas, aunque con la cantidad de leche que siguen tomando con esta edad, suele ser suficiente, por lo que no os preocupéis en exceso si a vuestro hijo le ofrecéis agua y no quiere. De nuevo, si tienen sed, beberán.

Por último, a partir de que la leche ya no tienen tanto papel en la alimentación infantil, más o menos hacia los 12 meses de vida, la mayor parte de ingesta de líquidos que hace un niño a lo largo del día proviene del agua que les ofrecemos. Sin embargo, si os parece que toman poca agua o no quieren beber cuando se la ofrecéis es porque no tienen sed y les basta con lo que toman con las comidas o a lo largo del día.

A partir de los 2 o 3 años, lo normal es que nuestro hijo si tiene sed nos pida de beber. Así que tened cerca una botella o una cantimplora para poder darles agua si os la pide.


Como habéis podido leer, la sed hará su trabajo si nuestros hijos necesitan beber. Ahora con el calor es adecuado ofrecerles agua de vez en cuando, pero no os agobies si la rechazan. Aunqeu no os lo creáis, su cuerpo es esa máquina que sabe perfectamente que necesita en cada momento.

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1 comentario · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser David

    ¡Súper importante beber agua en verano!

    26 junio 2023 | 11:57 am

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