Ay de mi, queridos, hoy perdí el control, los papeles y casi hasta la cabellera, que aún humea de pura rabia. Y sé que como no me apacigüe y deje de corretear por ahí con el pelucón en llamas algún iluminado que haga el seguimiento por satélite de la antorcha olímpica me va a tomar por ella y la vamos a liar, queridos.
La cosa es que en unos segundos y por culpa de terceros dejé de ser la apacible y equilibrada Regina ExLibris para convertirme en Reginator, una criatura infernal envuelta en llamas y hecha a retazos de monstruos de celuloide, bestias literarias y engendros oníricos que relega a la mismísima Gozilla a la irrisoria y aberrante categoría de figurita de salpicadero de coche tuneado, con sus ojillos lumínicos y todo.
Estaba yo divinamente en reginaexlibrislandia cuando otro librero, una inocente víctima del destino y la casualidad, recordó que tenía un recado que darme:
Librero Inocente: Ah, Regina, por cierto, ¿Tenemos el libro XXXX de YYYY?Regina: Pues sí, hay uno en balda y cuatro para reposición bajo esa mesa… ¿por qué?
(Nota para posible dramatización: ese «por qué» fue tan cortante que con él podría descabezarse a la mismísima María Antonieta de una sola vez: ¡ZAS!)
L.I.: Porque hace un rato llamaron de la Editorial ZZZZ preguntando por él.R.: ¿Y eso?
L.I.: Pues dijeron que YYYYY estuvo el otro día por aquí, y que les llamó para quejarse porque no vio su libro XXX en esta libr…
Antes de que el pobre infeliz tuviera tiempo de terminar su frase y cerrar la boca mi atroz metamorfosis era un hecho consumado. Medía diez veces más (a lo ancho y a lo alto), mi pelucón era todo llamaradas y mi voz doblaba el acero y taladraba los tímpanos:
R.: ¿Y DE QUÉ DEMONIOS HABLAN ESOS? ESTO ES UNA LIBRERÍA, NO UN ALTAR EN HONOR A SU MAJESTAD-DE-LETRA-CAÍDA …. QUE DEN GRACIAS QUE AÚN TENGO ESOS CINCO EJEMPLARES, PORQUE NO HEMOS VENDIDO NI UNO, NI UNO SOLO DE ESA PUÑETERA OBRA MAESTRA EN CASI TRES MESES.L.I.: Pe-pe-pero cálmate, Regina, déjal…
R.: ¡NO!, TRAE, DAME EL NÚMERO QUE LES VOY A LLAMAR YO PARA QUE ME PASEN CON YYYY, QUE ME DIGA DÓNDE QUIERE SU ALTEZA QUE COLOQUE SU LIBRO…. ¿EN EL ESCAPARATE? ¿TODA UNA BALDA CON EJEMPLARES FRONTEADOS, QUIZÁS? O, MEJOR AÚN, ¿QUÉ TAL SI CONSAGRO TOOOOOOODA REGINAEXLIBRISLANDIA A ESE TÍTULO? ¿LE BASTARÁ ESO? A VER SI SE ATREVE A DECIRME A LA CARA CÓMO LLEVAR MI LIBRERÍA Y DE PASO LE DIGO POR QUÉ PARTE DE SU ANATOMÍA POR LA QUE NUNCA SALE EL SOL SE PUEDE METER LAS DOS COSAS, SU NOVELITA Y SUS SUGERENCIAS…
Estaba total y absolutamente fuera de mi, y para cuando terminé de pegar voces y de despotricar me había quedado sola en la librería.
El caso es que, aunque quizás pelín desproporcionada, mi reacción es, cuando menos, comprensible.
Vereis, como librera hay días en que me siento como el único pato de una caseta de tiro al blanco: cosida a perdigonazos por comerciales de todas las editoriales catálogo en mano.
Su tarea es vendérmelos -cuantos más, mejor-, y la mía escucharles, investigar, leer y decidir con qué títulos me quedo y cuáles descarto, siempre pensando en lo que esperan encontrar en mis confines quienes yo llamo cariñosamente ‘carne de reginaexlibrislandia’: mis clientes.
En un mundo ideal YYYY hubiera venido a nosotros para preguntarnos qué nos pareció su novela, en lugar de ir a vociferar al pobre esbirro de la megaeditorial de turno sobre la insuficiente visibilidad de sus ejemplares en las librerías.
Pero, por desgracia, esta es la dura realidad y así son las cosas… de reginaexlibrislandia para fuera, claro, porque aquí dentro ¡NO! Al menos mientras yo ande por aquí, palabra de Regina.
Y vosotros, ¿cómo lo veis? ¿Quién hace las librerías, los grandes grupos editoriales o los libreros?
Hay librerías que son catálogos ambulantes de las grandes editoriales. Y soy una mujer cargada de prejuicios: es ver un libro escrito por XX, XY e YY (pensaba ahora mismo en tres inexplicables autores superventas) y me dan ganas de releer las obras completas de Juan Valera, que ya es decir.Digo que estoy cargada de prejuicios, porque sólo he leído una obra de cada uno de estos XX, XY e YY, y no me he tomado la molestia de profundizar en su obra. Que debe ser estratosférica, a juzgar por la publicidad, pero que he decidido perderme para siempre; y cuantos más esfuerzos hace su editorial -la misma, en los tres casos-, más ganas me dan de seguir perdiéndomelos. Eso que me pierdo. Qué lástima de prejuicios…Tu reacción, Regina, es natural y comprensible. A mí me dan náuseas los panegíricos publicitarios cada vez que XX, XY e YY excretan una de sus novelicas. Mucho peor tienes que llevarlo tú, sometida a la presión de los comerciales. Ánimo, y gracias por compartir con nosotros ese genial momento Godzilla.
30 noviembre -0001 | 0:00
Creo que es un problema de concepto: El libro como obra o como producto.Acepto y respeto ambas acepciones, las dos son válidas, pero sólo comparto la primera. YYYY entiende su libro como un producto, y por ende exige que sea tratado como tal. Mientras que en reginaexlibrislandia es la obra la que prima, y es por ello que tiene mi atención y visita.Sería extraspolable a la concepción de su regios dominios como librería o como mero comercio. En este sentido las librerías las hacen los libreros, los comercios los hacen las grandes editoriales. Que cada uno vea en qué lugares avitualla su mente y si son susceptibles de englobarse en una de esas dos categoria.P.D.- Los compañeros libreros no tienen culpa alguna ;).
30 noviembre -0001 | 0:00
Dí que sí, Regina. Tienes más razón que una santa … Entiendo que hayas montado en justa cólera ante semejante acción.Escritores de XXX ¿qué os creéis?Editoriales de YYY ¿qué pensais que somos los lectores, tontos o qué?
30 noviembre -0001 | 0:00
Regina: me gustaría que abrieras un post sobre esos libros que todo el mundo te recomienda: léelo, léelo, verás que libro tan bueno, y cuando lo lees, te quedas a cuadros. Por ejemplo, «El niño del pijama de rayas» o «Firmin». Son libros que, bueno, no están mal. Es una buena idea, vale, lo reconozco. Pero me dejan prácticamente indiferente (y no conteis el final, por favor, se estropearía el GRAN misterio)
30 noviembre -0001 | 0:00
Regina casi todas las librerias ponen el típico título de libro ,perdón libro típico best seller como cuando salió la segunda parte de los pilares de la tierra en dichas librerías estaba por todas partes,increíble.Yo si quiero conseguir algun libro tengo que ir a una librería independiente, así esta el panorama.Y Regina,te entiendo pero la próxima vez suspira tres veces antes de enfadarte.Abrazos:S.R. :)PD:que descanses,buenas noches .
10 abril 2008 | 22:22
bueno, no parece que sea para tanto lo del librito jeje.por cierto, godzilla es un él, aunque en realidad es asexual.un saludo.
10 abril 2008 | 22:45
Interesante relato, echadle un vistazo si queréis.www.caminoalaextincion.blogspot.com
10 abril 2008 | 22:46
Creo que las librerías pequeñas/medianas e independientes como la tuya no deberían entrar al trapo de las megaeditoriales, que lo que quieren son supermercados de libros, y si los vendieran al peso mejor para ellos. Has hecho muy bien en protestar, pero cálmate no te dé un arrechucho. El plumífero memo que cree que porque su libro esté a la vista la gente lo va a comprar me parece patético; además, menudo tipo, ¿va de librería en librería a ver dónde está su obra magna? ¿No tiene otra cosa que hacer, tal vez leer a gente que escriba bien a ver si se le pega algo?Como pasatiempo, podrías darnos algunas pistas a ver si adivinamos quién es, reconozco que la curiosidad me devora…Eso me da una idea, ¿no podrías organizar en un próximo post una especie de juego-adivinanza para que acertáramos un libro o un autor tus astutos y fieles seguidores? Ahí queda por si un día no se te ocurre qué poner…aunque no lo creo.
10 abril 2008 | 23:04
Yo creo que las librerías las hacen los «carne de reginaexlibrislandia» también llamados, clientes y, por supuesto, el gran conocimiento que de ellos se tenga, que en tu caso, Regina ExLibris, es sobrado. Así que, estás en todo tu derecho de enfadarte lo que te plazca. Si yo hubiera estado en ese momento-apocalíptico no me hubiera ido, te hubiera aplaudido ¡plas, plas, plas!
10 abril 2008 | 23:15
Sí, señorita librera, por favor, ponga mi libro justito allí en el centro de la vitrina, pero a la altura exacta de la mirada del consumidor (perdón, del lector).Ah, y colóquelo también en el mesón de las «novedades», ¿si? y cerquita de la caja registradora (como en los hipermercados), como tentación de última hora para que el comprador (perdón nuevamente, el lector) lo adquiera impulsivamente, compulsivamente, ¿vale?BLOG DE LA NIÑA QUE SOYMonteávila EditoresISBN 978-980-01-1583-1http://edithmarquezmora.blogspot.com
11 abril 2008 | 6:59
tienes razón, una mayoria de escritores pequeños nos vemos sepultados por las grandes editoriasles mercantilistas ofreciendo sus productos. Pero no olvidemos que los vendedores de libros son como los embutidos y zapatos, o los sacas, los devuelves o se pudren
11 abril 2008 | 8:22
Vaya un memo el escritor ese, ¿no? salvo que a tu librería le hayan pagado una pasta por promocionar ese libro, vaya un egocéntrico que se va por ahí a comprobar que todos sus libros están a la vista… si hubieran pagado a tu librería por la publicidad, no lo justifico ni lo comparto, pero sería más lógico.Saludetes y feliz viernes a todos.
11 abril 2008 | 10:02
Je,je eso me suena. Una vez trabajé en una tienda donde vendíamos entre otras cosas libros. Cerca vivía la escritora de uno de los libros. Qué casualidad que cuando nos venía a visitar nos cambiaba el orden de los libros, poniendo, como no, sus libros más a la vista y trastocándonos la forma en la que debían estar los libros. Curioso
11 abril 2008 | 10:06
El negocio es el negocio, mucho antes que la literatura. Lastimoso pero cierto.
11 abril 2008 | 11:23
regina exlibris…! la clave en estos casos reside en llenarse de calma y actuar sin contemplaciones. te aseguro desde la experiencia que lo más efectivo es proceder sigilosamente, no permitir que estos ruidos perturben el día a día de reginaexlibrislandia y saber que el criterio que vale es el tuyo. vas a ver cómo la próxima vez no se molestarán ni en molestarte.regina exlibris…! también hay que tener claro que para poder disponer en la librería de esos títulos menores comercialmente pero verdaderamente interesantes, hay que apoyarse en las ventas de los best sellers de las grandes grupos, porque como quiere decir luis las librerías son negocios y si los libros no se venden los primeros en bajar la persiana van a ser las librerías y las editoriales independientes (que diría sonrisa radiante).
11 abril 2008 | 13:28
Bueno, tiene que ser una mujer con temperamento y muy, muy guapa cuando se enfada, con esos ojitos azules que nos muestra. Entiendo su enfado.Y la pregunta final que plantea, pues uno cree que es de los grupos editoriales y del librero. También del lector. También es cierto que los libreros eligen el estilo o el escaparate que quieren.
11 abril 2008 | 19:26
Querida Regina:¿No podrías darnos una pistilla y por lo menos decirnos para qué Editorial trabajaba el susodicho?Un admirador desconcertado.
12 abril 2008 | 23:49
DESDE ZAMORA NOS UNIMOS A LA IDEA DE HACER UN CONCURSO TU DAS PISTAS Y NOSOTROS INTENTAREMOS ADIVINAR QUIEN ES EL «INDIVIDUO» Y SU GRAN NOVELASALUDIÑOS
13 abril 2008 | 20:14
No sé lo que dirá Regina, pero, personalmente, los dos libros que citas, Salomé, me han decepcionado tras tanta recomendación. Firmin, especialmente, me ha parecido una castaña pilonga. Por cierto, ¿cuál es el gran misterio de este último?Así que el rollo bestseller y las recomendaciones de los modelnos me tienen bastante escaldadilla. Tengo la teoría de que cuanto más recomiendan un libro, sobre todo gente que habitualmente no lee, peor es.En cuanto acabe el que tengo entre manos voy a empezar » La elegancia del erizo», otra recomendación-best seller. Pondremos a prueba mi teoría…pero es que no aprendo.
14 abril 2008 | 17:41
Miranda: el misterio al que me refería es el del primero, el pijama a rayas … quizás no me he expresado bien.La observación que haces, acerca de la recomendación de los que menos lees, me parece acertada. Y otra cosa: el impacto de los títulos. Por ejemplo, ése que citas: «La elegancia del erizo», no lo he leído, pero sólo con ese título es fácil picar. Quizás sea bueno, uno no puede juzgar lo que no ha probado, pero yo tampoco me fío de las recomendaciones ajenas. Quizás sí de quienes son grandes lectores y compruebo gustos afines, pero si no … peligro, arenas movedizas.Un abrazo. Salomé.
16 abril 2008 | 10:24