Distintos alcaldes con los que he hablado en los últimos días albergan serias dudas sobre si el Fondo Estatal de Inversión Local (el famoso Plan ZP) será capaz de generar realmente empleo. Son alcaldes de ciudades medianas y grandes que presentaron muchos proyectos para acogerse al Fondo, proyectos que en algunos casos ya se están realizando. Cuentan estos alcaldes que han detectado entre algunos contratistas esta picaresca: como el Fondo pone como condición que los proyectos han de hacerse con trabajadores sacados de las listas oficiales de desempleo, algunos empresarios habrían pactado con algunos empleados suyos enviarlos primero al paro y rescatarlos después para realizar el proyecto de turno. Si así fuera, el Plan ZP habría tenido un efecto perverso: engordar primero las listas del paro, adelgazarlas más tarde, y que el saldo final fuera cero o casi cero.
Quienes lo cuentan son alcaldes del PP, ediles que están encantados con tener dinero para invertir en pequeñas obras en sus barrios, pero a los que no les hace mucha gracia que el beneficio político se lo lleve el socialista Zapatero.