Una grada del Metropolitano, vacía antes del inicio del Atlético-Getafe.

El Atlético de Madrid-Getafe de este fin de semana tenía, a priori, un montón de atractivos. Es un derbi madrileño. Era el regreso de Costa con el Atlético de Madrid en Liga y ante su afición. En un día festivo. Todo parecía perfecto. ¿Cómo estropearlo? En efecto, con el horario.

El Día de Reyes es uno de los más especiales de todo el año, sobre todo para los niños. Me atrevería a decir que es el más especial, cumpleaños aparte. Es la mañana de estar en casa, en pijama, abrumado por los regalos, rodeado de papel de envolver, jugando con juguetes, balones o la camiseta de tu equipo. Qué buen momento para estrenarla que un partido por la tarde-noche. Pero no a las 13.00 horas.

Conozco muchos socios atléticos, padres de niños, que hoy no han ido al Metropolitano a ver al equipo. Las gradas se han visto claramente despobladas en un nuevo estadio colchonero que ha encadenado buenas entradas desde que que fue inaugurado. El aspecto era bastante triste.

Me pregunto si lo de poner un partido el día de Reyes a las 13.00 horas es simple ineptitud. Si hay algún aficionado al que hay que cuidar es precisamente al más joven. Resulta incomprensible que nadie en el organismo que dirige Javier Tebas no se haya dado cuenta de lo lamentable de la decisión. Es tan mala que hasta lo que de verdad le importa a Tebas, es decir, el producto televisivo, se ve perjudicado por el aspecto de las gradas. Este intento ridículo de querer copiar la filosofía del ‘Boxing Day’ de la Premier ha quedado en eso. En ridículo.