Qué hacer ahora con Gareth Bale, el héroe de las grandes noches arrasado por las lesiones

Pocas cosas duelen más que ver cómo tu jugador fetiche se lesiona constantemente. Me gusta tanto Gareth Bale que cuando se hizo un cambio en este blog, no dude en mencionarle en la definición que me tocó dar.

Muchos de los momentos deportivos con los que más he disfrutado recientemente, se los debo a él. Hace algo más de tres años, en Mestalla, le vi echar una carrera a Bartra, desaparecer de mi vista (literal, desde la tribuna de prensa se le dejó de ver), y reaparecer de nuevo para hacer una de las mayores demostraciones de potencia jamás vistas sobre un campo. Compartía mesa con varios periodistas deportivos conocidos por su poco aprecio al galés. Jamás olvidaré sus caras.

Gareth Bale

Gareth Bale (EFE).

Pocas semanas después, en Lisboa, marcó el gol que adelantó al Real Madrid en la prórroga de la final de la Champions ante el Atleti. Fue en un contragolpe voraz llevado por Di María y en el que Bale demostró de nuevo su tremendo físico, llegando el primero al área contraria tras más de 100 minutos de esfuerzo brutal.

No me olvido tampoco de Milán, de la garra que demostró ese día. Volvió a tener problemas físicos ese día, se le veía acalambrado, medio cojo. Y aun así, fue de los mejores del equipo, cada vez que cogía el balón, la defensa del Atleti se echaba atrás. Tampoco se excusó por no poder casi ni andar en la tanda de penaltis, y se encargó de uno de los lanzamientos con valentía. Pudo esconderse en su lesión, pero decidió dar un paso adelante.

Con Gales, en la Eurocopa de 2016, demostró que es un auténtico líder. Cogió a una selección menor, muy menor, y la llevó nada menos que a las semifinales.

Las críticas a la BBC siempre se han centrado en él. Daba igual todo lo contado anteriormente, o sus buenas cifras de goles y asistencias. Si las cosas iban mal, el galés era el señalado. Tras la final de San Siro, empezó la temporada 2016/17 como un tiro… y entonces empezó su calvario. Sus lesiones eran antes frecuentes, pero desde ese momento han pasado a no darle un respiro. Estuvo meses sin jugar, llegó justo para disputar la final de la Champions (fue suplente ante un Isco estelar) y en esta campaña apenas ha podido jugar.

En verano, pese a la salida de Morata y James, el Real Madrid decidió no reforzar su línea de ataque. Se confiaba en que con la BBC más Isco y Asensio, era suficiente. Quién sabe si por ello Florentino decidió retirarse de la puja por Mbappé, con tanta estrella no era fácil el reparto de minutos.

Pero… ¿y ahora qué? Es triste, y duele escribir esto, pero todo proyecto del Real Madrid a partir de ahora no puede contar con Bale como pieza clave como hasta ahora. No digo que haya que venderle (no se sacará mucho ya, viendo su historial de lesiones), digo que su historial de lesiones, con más de un año ya sin apenas disputar partidos, hace imposible tener confianza en que esté a disposición de Zidane cuando se le necesite. Toca ser agradecido con Gareth por todo lo que ha dado al Real Madrid (tres Champions desde que llegó, que nadie se olvide), y a la vez ser conscientes de que no es nada fiable por su historial de lesiones. Y si, por un casual, deja de lesionarse con frecuencia, bienvenido será, por supuesto.

2 comentarios

  1. Dice ser Rafaelillo

    Jubilarlo

    Si no vale para jugar al futbol, que se vaya a gran hermano gales

    200 millones tirados

    Ni el Leganés lo quiere regalao

    12 noviembre 2017 | 19:43

  2. Dice ser Protusion

    Nada más llegar al Real Madrid ya tuvo su primer accidente con las lesiones, en concreto una protusión… me parece que o lo venden rápido o Florentino no va a sacar ni para pipas…

    17 noviembre 2017 | 12:19

Los comentarios están cerrados.