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Archivo de julio, 2013

Hasta la coronilla de la Corona

Por María Faes Risco

Infanta CristinaLa princesa real, empleada durante tantos lustros –si no lustre— de La Caixa, pero que no entendía, dicen, nada de cuentas, aunque era socia al cincuenta por ciento de una sociedad no lucrativa que le permitió ganar una fortuna y comprar, pensando en un futuro aún más afortunado, un palacio, va ahora a refugiarse en Suiza. Mientras, esperará a ver lo que le pasa al principal y ahora de nuevo único imputado de su familia, su esposo Urdangarin.

No pudieron refugiarse en una dictadura petrolera ¡y escoge precisamente Suiza, con la que está cayendo! ¡Si al menos se hubiera refugiado toda su familia, como el abuelo, en Italia! Después se extrañarán que en las encuestas los ciudadanos digan cada vez más, y con más fuerza, que están de la Corona hasta la coronilla, o que esté ya convocada una manifestación para el próximo mes de septiembre con el elocuente título de Jaque al rey’.

Hoy no me conformo con quejarme sólo en casa

Por Patricia Zamora

Hoy es uno de esos días en los que no ves la luz, en los que te sientes ahogado y sobre todo cansado, así que he decidido escribir. Llevo un tiempo renegando de la situación “que nos ha tocado vivir” y creo que esta es una forma de hacer algo. Soy una de tantas que vino a Londres a “buscarse la vida”. Vine supuestamente para unos nueve meses y ya llevo aquí casi dos años. Cuando llegué me topé con la realidad de que no todo es tan fácil como parece. Te das cuenta de que no tienes ni idea de inglés cuando te cuesta pillar el “how are you”, que el dinero es vital para cualquier plan y que Londres no es el sitio más indicado para ahorrar: pero sobre todo, te das cuenta de que no le vas a dar pena a nadie porque todos están igual o peor que tú.

Estoy cansada, agotada. No me quedan fuerzas para luchar por algo que no sabemos si llegará, algo que era nuestro y nos lo han quitado, un futuro decente. Soy periodista y lo más cerca que puedo estar de ejercer mi profesión es trabajando como voluntaria en una radio por Internet en la que hago un programa en español para los españoles de Londres todas las semanas. No sé si llegará a ser algo real, pero al menos no se me olvida que soy periodista Para poder permitirme esto, con 25 años me veo poniendo Big Macs durante ocho horas al día y todo mi patrimonio es un pometrortátil, una bicicleta de segunda mano y unos zapatos “caros” que me compré una vez como capricho. Desde aquí le quiero dar las gracias a todos los que nos han hecho llegar a esta situación a miles de jóvenes y me gustaría saber como tienen el valor de levantarse todos los días sabiendo la situación que estamos viviendo, los jóvenes que están perdiendo, porque lo peor de todo es que la gente viene con ilusión, con ganas de seguir adelante porque no quieren resignarse con “cualquier cosa”. Esta gente no sabe lo que es el amor por el trabajo, solo saben lo que es el señor don dinero, me encantaría que se pararan a pensar lo que le puede llenar a una persona hacer lo que gusta para que sea capaz de hacer el trabajo gratis durante meses. Con esto no digo que quiera su dinero, sus mansiones o todo lo que tengan, se lo pueden meter por donde quieran, digo que quiero una oportunidad, la oportunidad por la que llevo luchando los siete años que hace que empecé la carrera. La oportunidad de hacer que me guste, que me llene y que me permita crecer tanto personal como profesionalmente. Esto es lo que queremos todos y en lugar de poder optar a ello estamos aquí desperdiciado nuestra juventud porque “aquí al menos aprendemos inglés”.

No me considero alguien conformista, por lo que me parece frustrante que muchos se acojan al “y que le vamos a hacer” o al “es lo que nos ha tocado”. No, no podemos aceptar esta lotería. Y muchos te preguntan ¿y por qué no vuelves a España? Porque me da miedo, me horroriza la idea de volver y no tener NADA, de tener que volver a vivir con mi madre y depender de ella como si tuviera 18 otra vez, de dar pasos atrás en mi vida, porque desafortunadamente soy una más, no tengo padrinos ni madrinas en ningún sitio, así que si descartamos los enchufes, poco se puede hacer ahora en España.

Pese a todo, tengo que decir que durante este camino he aprendido muchas cosas y conocido a gente increíble, y que aunque a veces lo veamos todo negro sigo creyendo, o quiero creer, que todo esto merecerá la pena. Si algo me ha dado Londres es seguridad en mi misma y la muestra de que las oportunidades hay que buscarlas, nadie te regala nada. Al menos, de momento, sé que tengo experiencias y un mapa lleno de cruces en el que aún me quedan muchas más que poner, porque al final es lo que cuenta, tener una vida llena de experiencias que te hagan sentir que el sacrificio merece la pena.

Complices del fanatismo

Por José María Heras Muñoz

¿Qué diríamos si en Marruecos, tras un terrible accidente con centenares de víctimas, las autoridades sólo saludaran a heridos y familiares de los muertos que consintieran asistir al rito fúnebre islámico en una mezquita, contra las convicciones religiosas o morales de algunos de ellos? ¿No criticaríamos el fanatismo que discrimina ferozmente hasta en esos extremos carroñeros? ¿No dudaríamos con  razón del respeto a los derefunerchos humanos, para no hablar de la democracia, en ese país? Pues eso es exactamente lo que acaba de ocurrir en Santiago, a pesar de las protestas de algunas organizaciones, -BNG, AGE- que propusieron hacer un funeral oficial para todos en la Plaza del Obradoio, y no en la catedral. En vano. Y confirmaron con su presencia ese intolerante e intolerable espectáculo anticonstitucional de autopromoción personal –no sólo de los ulemas del nacionalcatolicismo— el príncipe, Rajoy y palmeros, incluido Rubalcaba; sí, el mismo que ganó la jefatura del PSOE en Sevilla prometiendo defender la laicidad del Estado. A ese nivel de irrespeto estamos.

Triste balada del PP

Por Francisco Pineda Zamorano

Mariano Rajoy comparecerá el próximo jueves día 1 de agosto ante el Congreso, pero en el Senado por obras del primero. Lo hará no solo ante los parlamentarios sino, sobre todo, ante la opinión pública que espera del presidente una explicación suficientemente convincente de los escándalos que salpican la financiación del Partido Popular.

La ‘agosticidad’ se ha puesto de moda en el funcionamiento político español y, aunque la mitad de los españoles estén saliendo de vacaciones y la otra mitad regresando, no había otro día en el calendario para que Rajoy nos contara la verdad, toda la verdad.

La mayoría de los españoles tienen dudas muy serias sobre las derivas del caso Bárcenas y lo que implica de supuesta financiación ilegal, sobresueldos, sobres y otras zarandajas. En un momento de austeridad y de cinturón apretado, la relevancia de los hechos crea mayor indignación en el común de los mortales que apenas llega a fin de mes.

Rajoy no va desvelar nada que no sepamos ya. Lo va a resumir en que un delincuente (Bárcenas), ha robado al partido 48 millones de euros que se sepan y que nunca y bajo ningún concepto él ha recibido sobresueldos ni sobres ‘en B’.65484

Echará en cara a la oposición que hayan intentado aprovechar las declaraciones del delincuente para acosar y derribar un Gobierno con mayoría absoluta y luego contará el cuento de la lechera de que España no va bien pero va mejor y que a finales de año comenzaremos a salir de la recesión económica.

La apuesta del PP es pasar por encima de la comparecencia con la táctica del aburrimiento de las masas y del resto de los grupos parlamentarios. Su intervención será larga y quizás algo más lenta y pesada que de costumbre para que los que sigan el discurso por radio o televisión desistan de quedarse hasta el fin porque la playa espera.

El presidente tiene en su palabra recuperar la estima de la población por la política, recuperar el reconocimiento incluso de su propia presidencia. Pero mucho me temo que continúa sin aprender la lección y se aferrará a las verdades a medias y las mentiras a media jornada.

Los españoles no nos merecemos esto. Ya nos han engañado hasta la extenuación con su programa electoral y las acciones de reformas y recortes que han emprendido desde diciembre de 2011. Ahora volverán a hacerlo tomándonos el pelo de la más que evidente irregularidad en la financiación y contabilidad del partido. Saben que más mayoría absoluta no tendrán y se esforzarán por no perder demasiados votos más. Una vergüenza.

El hombre es un lobo para el hombre

Por Agustín Arroyo Carro

Tota flebitis vita est. Traduzco lo que decía el clásico: “La vida entera es digna de llanto”. La prolija y extensa casuística, tanto en España como en el resto del mundo, de hechos luctuosos, crueles, de flagrantes injusticias, de sufrimiento y muerte o innumerables padecimientos de inocentes, nos hace pensar que, en  un porcentaje muy alto, la evolutiva inteligencia humana se inclina o escora hacia el mal, con breves relámpagos de bondad y generoso altruismo. Se utiliza la violencia como un demoníaco instrumento de acción y dominación opresiva. violencia

El viejo aforismo  hobessiano: “homo homini lupus”, es decir, el hombre es un lobo para el hombre, cada vez cobra más carta de naturaleza en nuestra historia como especie. Las matanzas represivas y cainitas en Egipto, los permanentes atentados terroristas en Irak, Afganistán y Pakistán, los numerosos asesinatos de mujeres sin resolver en México, las interminables guerras tribales en el corazón de África, las matanzas selectivas de las mafias colombianas, las violaciones y ataques con ácido a mujeres en la India, los asesinatos de mujeres en España, la explotación de niños/as menores en varios países de Latinoamérica y Asia, la violencia sistemática al arrojar al paro y a la miseria a millones de trabajadores, la explotación sexual y la trata de blancas en varios puntos del planeta, nos confirman la triste y llorosa condición humana. Hay en el mundo, sin embargo, recursos, riqueza e inteligencia suficiente para acabar con este sombrío y penoso estado de cosas. ¿A qué esperamos para ponerlos en marcha?

 

Multas a los peatones: ¿educar o prohibir?

Por Alejandro Prieto Orviz

El autobús llega a la parada, varias personas se bajan y cuando éste reinicia la marcha, dos de los usuarios cruzan la calzada de la avenida tras observar con detenimiento que no se aproxima ningún vehículo por la derecha ni por la izquierda. Entretanto, un agente ve la acción realizada por los viandantes, se dirige a estos, les informa que han cometido una infracción de tráfico al no haber utilizado el paso de cebra más cercano y, una vez solicitada y comprobadas sus documentaciones, les invita a efectuar la prueba de alcoholemia y drogas. Uno ha bebido dos cervezas después del trabajo y da positivo, mientras que en el aire exhalado por el otro no queda rastro alguno de la copa de vino tomada hace horas.124479

Multar a unos peatones que pasan la carretera sin crear situaciones de riesgo ni alterar el discurrir del tráfico, ¿es una medida pedagógica y preventiva? Establecer sanciones diferentes para el mismo grado de incumplimiento de la norma, ¿es equitativo? Hay experiencias europeas que han apostado por los pueblos y ciudades sin señales ni semáforos, acudiendo a la baja velocidad (30 km/h) y confiando en la responsabilidad y concienciación de los ciudadanos, llegando a disminuir los accidentes de circulación en un 50 %. ¿Qué material base es más efectivo para los cimientos sociales, la educación o la prohibición?

Centralizar la sanidad

Por Rafael Ayala Marín

Últimamente, se está dando en Córdoba algo que, si bien, por un lado puede ser una medida de ahorro positiva para la sanidad y organismos públicos, por otro lado, puede ocasionar un cierto trastorno a los ciudadanos en general.

Me refiero a la apertura reciente del Centro Sanitario Castillo del Pino, en la barriada del Arroyo del Moro, conllevando el cierre de centros como el de Colón o el de la Avenida de América.119363

Ignoro la opinión de los demás ciudadanos, pero pienso que centralizar la sanidad en un solo edificio o zona, llevaría consigo una incomodidad mayor al tener que desplazarnos a una distancia mayor. Evidentemente, no es lo mismo tener el médico en cada distrito o zona a un paso, que llevarlo todo a una parte concreta de la ciudad, aunque ello suponga supresión de gastos.

Evidentemente, es difícil compatibilizar ambas cosas. No todo en este mundo se puede conseguir. Sin embargo, invito a la reflexión acerca de este tema y a ver si buscamos entre todos una solución que satisfaga a la población en general, aunque reconozco que es compleja.

Relexiones sobre el terrible accidente

Por Julián Juan Lacasa

En dos décadas que funciona aquí el tren de alta velocidad, nunca había habido ningún accidente, de ningún tipo, sólo que se haya parado el tren en plena vía si se iba la electricidad. Pero un accidente como el del otro día ha sido terrible. Curiosamente yo pensaba alguna vez si me podría pasar a mí, viendo la gran velocidad del tren, que es fácil que pase como el otro día, algo que no pasa si se va a menos velocidad, como en los trenes de Cercanías, más lentos. tren2

Pero hay cosas que se han visto alrededor del accidente que dan vergüenza ajena. Podría empezar con el maquinista vanidoso que presumía en su página de Facebook de conducir a más velocidad de la permitida y no ser nunca sorprendido por sus jefes. Pero hay algo que no cuadra, como que fallaran los sistemas de seguridad justo en ese momento, y nadie se ha parado a pensar en ello, directamente a lanzarse a la yugular del maquinista, que a veces parece el “chivo expiatorio” para calmar a las gentes desesperadas por haber perdido a familiares. Lo peor fue la actitud de los medios de comunicación aquella terrible noche, más preocupados por emitir sus programas que les dan mucha audiencia, y otros que parecía que querían retrasar la cobertura de la noticia porque les podía perjudicar políticamente. En esto último, parece que les ha salido bien la jugada, pues podían ir al lugar del accidente o a los hospitales a visitar heridos, hacerse las fotos con ellos y quedar como unos santos.

En momentos terribles como éste, si vamos con los nervios a flor de piel, no miramos todo con la frialdad que hace falta, a mí también me pasaría, y más si por culpa del accidente perdiera a alguien querido, como una novia. Y también me podría preguntar si los recortes presupuestarios que ha habido han podido perjudicar el buen estado de los trenes, los de alta velocidad necesitan un mantenimiento minucioso. No se ha hablado de ello, ahora parece que lo único indispensable es criminalizar al maquinista y poco más. Que las familias de los muertos y heridos puedan superar esto, no quiero hacer el típico deseo que se hace en estas tragedias, que luego sólo sirve para los primeros días y luego, si te he visto, no me acuerdo. Ánimo necesitarán, pero de verdad.

El timo de las ayudas a los emprendedores

Por Sonsoles Fernández de Córdoba

Esto es un hecho ocurrido esta semana en Madrid. Tres jóvenes han montado su propia empresa. Una sociedad con el poco capital que han podido reunir. La idea es buena, tienes ganas y están preparados. El momento también es bueno: hay ayudas para ello recientemente aprobadas.  Uno de ellos es designado Administrador Único porque es el que se ocupará directamente del negocio. Aún no tienen personal, pero ya lo tendrán. Están empezando: un local pequeño, los programas informáticos, la web… La Seguridad Social le reconoce el Alta como Autónomo con la bonificación aprobada por el famoso Decreto de Marzo para emprendedores autónomos: el 30% de las contingencias comunes. autonomo

Unos 80 Euros mensuales durante un año. No es mucho, pero para su economía sí lo es.  Llega el recibo que la Seguridad Social gira en Abril: 190 Euros; el de Mayo: 190 Euros. Perfecto. El de Junio 270 Euros. El joven cree que se han confundido y acude con los recibos a la oficina de la Seguridad Social más cercana para mostrar el error. El funcionario de turno le dice que no, que no hay error. ¿Cómo es posible? –pregunta.- Es que esa bonificación no vale para los Administradores de sociedades –responde- ¿Cómo no va a valer si la tengo reconocida por escrito por ustedes y me han pasado ya dos recibos bonificados? Respuesta: Ya, es que lo han cambiado. ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿En qué norma? –insiste el joven-  No, es que nos han mandado una circular interna diciéndolo, y lo tenemos que hacer así- contesta el funcionario-.

El joven se queda atónito: o sea – piensa- que la ley dice una cosa, que a mí se me reconoce un derecho, y que ahora por una circular interna,  que ni si quiera muestra el funcionario, va a ser que no. ¿Pero esto qué es?  Esto es un timo. Mañana nos contarán que el empleo ha mejorado, que hay más cotizantes, que yo qué sé….  Mentiras, mentiras, mentiras. Y el joven piensa que, definitivamente, al Sr. Montoro se le ha ido la “olla”.  Ellos, que se habían creído que de verdad pensaban apoyar a los emprendedores, concluyen: este país no tiene arreglo. Son todo mentiras.

Jaume Matas, la gallina y los jueces

Por Ángel Villegas

De los cobosPara ser juez y más si se llega a tribunales superiores, Supremos o Constitucionales, hay que estudiar muchísimo y haber demostrado grandes méritos, así que no voy a ser yo, modesto ciudadano del montón, el que me ponga a discutir la sabiduría de sus señorías.

Permitan, no obstante, que muestre mi asombro al haber conocido que hay un ciudadano que puede ir a la cárcel por haber robado una gallina, al parecer con el agravante de haber saltado la cerca del corral en que estaba el animalito.

Así que, al enterarme de la reducción de pena del señor Matas, que había sido condenado a seis años de prisión, y que se ha quedado en nueve meses, no alcanzo a comprender la falta de proporcionalidad entre la gallina y los muchísimos euros «distraídos» por los que ha sido condenado don Jaume.

Por otro lado, un juez que llega a presidente del Constitucional, ocultó su militancia en un partido político cuando fue examinado para el cargo, con lo que se pone en entredicho la apariencia de necesaria imparcialidad. Y sus compañeros del citado Tribunal no dicen ni pío. Además, el susodicho juez ignora aquello de «la mujer del César no solo debe ser honesta, sino también parecerlo» y no presenta su dimisión «ipso facto».

Será así, ¡qué duda cabe!, sus señorías sabrán muy bien lo que hacen, pero sepan también, que muchos ciudadanos como yo, que pagamos nuestros impuestos con los cuales se atiende a la Justicia y a todas las necesidades del Estado, no entendemos estas cosas tan extrañas; y, a pesar de todo, seguimos confiando en los jueces.