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¿Sabías que la ‘Plaza Roja de Moscú’ no se llamaba originalmente así por el color rojo?

¿Sabías que la ‘Plaza Roja de Moscú’ no se llamaba originalmente así por el color rojo?

Sin lugar a dudas, uno de los lugares más emblemáticos que existen en Rusia es la conocida como ‘Plaza Roja’ (Krásnaya plóshchad) que se encuentra en el kilómetro cero de su capital Moscú.

Una impresionante plaza que fue testigo, a lo largo de gran parte del siglo XX, de numerosos desfiles militares organizados por la extinta Unión Soviética y que, debido a su pasado comunista muchas son las personas que están convencidas de que el nombre ‘Plaza Roja’ la recibe debido a que este color es el que simbolizaba al socialismo soviético.

Pero ese no es el motivo por el que se le conozca por ese nombre y tampoco lo es por el color encarnado de los ladrillos de algunas de las edificaciones que en ella se encuentran.

Originalmente (en el siglo XV) aquel lugar fue llamado ‘Mercado Grande’ (Torg Veliky) debido a que durante largo tiempo fue el centro neurálgico en el que se realizaban las transacciones comerciales más importantes. Tras producirse un incendio quedar asolada dicha plaza, empezó a ser conocida como ‘Pozhar’ (cuyo significado es ‘Quemado’) y no fue hasta varias décadas después de la construcción de la famosa Catedral de San Basilio (que fue terminada a mediados del siglo XVI) cuando se cambió el nombre por el de  ‘Krásnaya plóshchad’, que literalmente significaba ‘Plaza bonita’ y que todavía conserva.

Y es que en aquel tiempo el término Krásnaya se utilizaba para referirse a algo que era bonito (en este caso la mencionada catedral) y no al rojo, pero el continuo uso y asociación de la plaza con el color que predominaba en ella provocó que con el tiempo el idioma ruso adoptara un nuevo uso para el vocablo Krásnaya y acabe utilizándose también para referirse al rojo.

Así fue como la Krásnaya plóshchad pasó de llamarse Plaza bonita a Plaza Roja sin haber cambiado el nombre en su grafía rusa (aunque sí en la del resto de idiomas).

 

 

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Fuentes de consulta: moscow.info / 21wonders / elrincondesele
Fuente de la imagen: Wikimedia commons

¿Dónde está el ‘Kilómetro Cero’ en otras capitales del mundo?

¿Dónde está el ‘Kilómetro Cero’ en otras capitales del mundo?

Una de las cosas más típicas que cualquier turista realiza en su viaje a Madrid es visitar la Puerta del Sol y allí tomarse dos fotografías imprescindibles: bajo el monumento de ‘el Oso y el Madroño’ y junto a la placa situada en el suelo (frente al edificio de la Presidencia de la Comunidad Autónoma, donde está colocado el famoso reloj desde donde se despide cada 31 de diciembre el año) que marca el ‘Kilómetro Cero’ o lugar en el que parte toda la red de carreteras radiales de España.

Pero este ‘Km. 0’ no es el único que hay en nuestro planeta y a lo largo y ancho del mismo hay infinidad de países que tienen su propia capital con la correspondiente placa, monolito o monumento que lo representa. Cabe destacar que, curiosamente, muchos de esos kilómetros cero no están ubicados en el punto exacto donde tendrían que estar pero, si lo estuvieron algún día, en cierto momento fue cambiado de lugar (ya sea por unas obras, trasladarlo a un punto más turístico de la ciudad…) y que no todos esos lugares representan el punto de salida de la red de carreteras sino que también puede ser de la red ferroviaria del país e incluso de la red de oficinas postales.

Estos son unos cuantos ejemplos de otras capitales del mundo donde también tienen su correspondiente Kilómetro Cero.

¿Dónde está el ‘Kilómetro Cero’ en otras capitales del mundo?En Francia podemos encontrarnos hasta cinco poblaciones en los que hay una placa señalando el ‘Point zéro’: en la capital, París, se encuentra frente a la entrada de la famosa catedral de Notre Dame; en la plaza Gambetta de Burdeos; en la plaza Bellecour de Lyon; en la confluencia de las avenidas Canebière y Belsunce de Marsella; y en el puente Marius Gontard de Grenoble.

En Roma (Italia) podremos encontrar el ‘Chilometro zero’ en la cima del ‘Campidoglio’, más conocida como Colina Capitolina.

En Suiza el Km. 0 no está en su capital (Berna) sino en la estación de tren de Olten, en el norte del país, el punto desde donde partía la red ferroviaria.

En Londres el Kilómetro Cero del país se encuentra frente a la estación de tren de Charing Cross, una de las más importantes del Reino Unido. Concretamente la placa está colocada en la estatua ecuestre del rey Carlos I de Inglaterra. Pero esta no ha sido la ubicación inicial, ya que a lo largo de la Historia otros puntos de la ciudad también han sido considerados como Km. 0 (el Puente de Londres –en su extremo sur-, iglesia de San Leonardo en Shoreditch, extremo sur del Puente de WestminsterHyde Park Corner o  la iglesia de St Mary Matfelon entre otros lugares).

En Moscú lo podremos encontrar en uno de los puntos más turísticos de la capital de Rusia: frente a la capilla Ibérica, a escasos metros de la plaza Roja.

¿Dónde está el ‘Kilómetro Cero’ en otras capitales del mundo?Si damos un salto al continente americano, podemos encontrarnos con el Kilómetro Cero en la Plaza del Congreso de Buenos Aires (Argentina); en la Plaza de Armas de Santiago de Chile; bajo la cúpula del Capitolio Nacional de La Habana (Cuba); en el puente Martín Sosa de la ciudad de Panamá (capital del país homónimo); en un extremo de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México; en Lima (Perú) lo encontrarás en el cruce de las avenidas Javier Prado con Circunvalación; en la Plaza de Cagancha de Montevideo (Uruguay); curiosamente en Canadá podemos encontrar el Km. 0 o ‘Milla 0’ como allí se llama, en la pequeña ciudad de Dawson Creek, al Oeste del país (en la provincia de la Columbia Británica), concretamente en el punto de donde parte la carretera de Alaska.

En Estados Unidos podemos encontrar un Kilómetro Cero (oficial) en la ciudad de Nueva York, concretamente en la esquina suroeste del Central Park con la avenida de Broadway (en Columbus Circle). Al sur de la Casa Blanca en Washington DC podemos encontrar un pequeño monolito conocido como ‘Zero Milestone’.

¿Dónde está el ‘Kilómetro Cero’ en otras capitales del mundo?Cambiando de continente y trasladándonos a Asia, también podemos encontrar algunos Km. 0. En Tokio (Japón) ese lugar está situado en el famoso barrio de negocios de Nihonbashi punto desde donde partían antiguamente las cinco rutas comerciales más importantes del país; en China se puede encontrar el Kilómetro Cero en la famosísima plaza de Tiananmen de Pekín; en Jerusalén (Israel) está situado en la Puerta de Jaffa (este punto se escogió durante la década de 1920, en el periodo en el que los británicos controlaron la zona. Hasta entonces -y desde tiempos del Imperio Romano- el Km. 0 de Israel se encontraba en un plaza interior de lo que hoy se conoce como Puerta de Damasco); en Bangkok (Tailandia) está en un monumento de la histórica avenida de Ratchadamnoen.

En el continente africano: en El Cairo (capital de Egipto) el Kilómetro Cero está en la oficina de Correos de la plaza Al-Ataba; frente a la catedral ortodoxa de San Jorge en la plaza Menelik de Adís Abeba se encuentra el Km. 0 de Etiopia; en Madagascar lo podremos encontrar frente a la estación de tren de Soarano en Antananarivo.

Y para terminar este post con unos cuantos lugares del planeta en los que se encuentra el Kilómetro Cero vamos a viajar hasta Oceanía, concretamente a Sídney (la ciudad más importante y poblada de Australia) donde en un obelisco en la Macquarie Place nos indica que aquel punto es el Km. 0 del país.

 

 

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¿Es verdad que la ensaladilla rusa se llamaba originalmente ‘ensalada Olivier’?

Importante: Este post fue escrito y publicado en agosto de 2015 y actualizado en julio de 2016 tras la publicación de un hilo de tuits por parte de Ana Vega (@biscayenne) en el que daba un origen totalmente diferente al que se tenía en conocimiento hasta ese momento de la ensaladilla rusa. La primera parte de esta entrada está exactamente igual a como se publicó originalmente y en los últimos tres párrafos le he añadido al actualización y nuevos datos.

¿Sabías que originalmente la ensaladilla rusa se llamaba ‘ensalada Olivier’?

Lucien Olivier fue un jovencísimo chef que en 1860, a los 22 años de edad, decidió viajar hasta la esplendorosa Rusia de los zares y abrir en Moscú un lujoso restaurante al que llamó Hermitage.

En poco tiempo consiguió que la aristocracia moscovita acudiese a su restaurante a probar la deliciosa ‘ensalada Olivier’, sin lugar a dudas el plato estrella de la casa.

Dicha ensalada llevaba una base de patatas cocidas y a la que le añadía una serie de carísimos productos de primera calidad (entre ellos lengua de ternera, langosta, caviar o urogallo) y la aliñaba con una especie de salsa mahonesa a la que le incorporaba un ingrediente que mantuvo en secreto.

Muchos fueron los que quisieron robar o copiar la famosa receta de tan exquisita ensalada, pero ningún otro restaurante le supo dar ese toque que tan solo Lucien Olivier conseguía.

En 1883, con tan solo 45 años de edad, el chef fallecía en la capital rusa, llevándose consigo el secreto de su receta (no fue hasta muchos años después que se dio con una copia de la receta que posiblemente había sido robada por Iván Mijailovich, uno de los cocineros a sus servicio).

A partir de ahí se hicieron infinidad de variaciones y pruebas, poniéndose de moda en todos los restaurantes de Rusia esas ensaladas frías que iban variando de productos dependiendo el lugar.

Pero lo que fue definitivo para trasformar la ‘ensalada Olivier’ en la ensaladilla que hoy en día conocemos fue la Revolución Bolchevique, ya que a partir de entonces se le incorporó ingredientes muchos más baratos, menos exclusivos y que estaban al alcance de cualquier bolsillo.

Esta nueva ensalada Olivier (todavía se le llama así en un buen puñado de lugares de todo el planeta) se dio a conocer a nivel internacional y, como venía de Rusia, aquí empezamos a llamarla de ese modo: ‘ensaladilla rusa’.

Como dato anecdótico, cabe destacar que durante los años de la dictadura franquista en algunos lugares de España se rebautizó a este plato como ‘Ensaladilla Nacional‘, debido a la estigmatización que había a todo lo relacionado o proveniente de Rusia.

Pues bien, esta es la historia de la ensaladilla rusa (o ensalada Olivier) que conocíamos hasta ahora y que se ha estado explicando en los principales libros de cocina de todos los tiempos, pero en realidad este no es su origen ya que no hace demasiado tiempo se descubrió un recetario inglés que data de 1846 (por tanto, 14 años de la fecha en la que se databa la creación del joven Lucien Olivier) escrito por Charles Elmé Francatelli  y que llevaba por título «The modern cook» (A practical guide to the culinary art in all its branches) en el que se hace mención de la ‘Russian salad‘, aunque no indica ni se sabe a ciencia cierta si anteriormente a esa fecha se cocinaba dicha receta o fue un invento del chef Francatelli  .

Pero para rizar más el rizo, en 1856 (cuatro años antes de la mencionada fecha de Olivier) se publicó otro libro, esta vez francés, titulado ‘Cuisine classique‘ y escrito por el prestigioso chef Urbain Dubois en el que se hace mención a una receta de ensala rusa que llevaba patatas cocidas y mayonesa. Lo curioso es comprobar cómo, a pesar de aparecer en libros tan importantes de la historia de la cocina internacional, Lucien Olivier fuese quien se llevara todo el mérito de la receta.

Cabe destacar que, de este sorprendente  hallazgo sobre ese verdadero origen (o al menos el destapar que la ensaladilla rusa no fue un invento de Lucien Olivier, aunque sí quien la popularizó), me enteré gracias a Ana Vega (@biscayenne) experta en cocina al publicarlo en un interesantísimo y sorprendente hilo de tuits (que podéis leer bajo estas líneas).

 

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¿Es más fácil batir récords de atletismo en Madrid que en Moscú?

Como la gravedad aumenta con la latitud, y Moscú se encuentra en una latitud mayor que Madrid, en Moscú la gravedad será mayor que en Madrid, y, por tanto, el atleta pesará más, no pudiendo marcar récords tan grandes como en Madrid.

Además, hay otra razón, ya que la gravedad disminuye con la altura sobre el nivel del mar, y como Moscú se encuentra a 150 m sobre el nivel del mar y Madrid a 646 m, pues la gravedad en Moscú también será mayor que en Madrid.

 

 

Extraído del libro: Fisiquotidianía de Cayetano Gutiérrez Pérez (Licenciado en Ciencias Químicas y Catedrático de Física y Química) con expresa autorización del autor.