¡Vivan las fiestas patronales de la novela histórica! Una crónica del XI Certamen Internacional de Úbeda

Recreación del XI Certamen de Novela Histórica (JESÚS DELGADO)

Todo el que «tiene pueblo», ya sea propio, de padres o abuelos, conoce esa sensación. La de volver por vacaciones o fiestas patronales para reencontrarte con familia y amigos, con recuerdos del pasado. Y esa sensación, en esta pequeña patria libresca que es la novela histórica puede ser perfectamente lo que supone el Certamen Internacional de Novela Histórica de Úbeda, que este pasado fin de semana celebró su décimo primera edición. La sensación cultural y festiva de una fiesta patronal en torno a la literatura de género. De reencuentro, de conocer, de alternar y disfrutar. Y claro, también aprender y compartir amor por las letras.

Cada vez hay más jornadas y eventos relacionadas con la novela histórica repartidos por toda la geografía nacional y todos van teniendo su impronta, sus virtudes y su estilo. Sin embargo, en el de esta localidad jienense es donde más he percibido ese espíritu festivo y esa formación de grupo, que por lo que dicen, debe ser comparable a lo que pasa con la novela negra en Gijón o el fantástico en Avilés. Autores, lectores, blogueros, editores periodistas, juntos y mezclados, compartiendo experiencias alrededor de un género. Un lugar donde se cuecen noticias y, lo que es más importancia, redes y relaciones. La mayoría -porque las experiencias son personales, y no siempre son iguales- sale encantado y quiere volver.

Presentación de Víctor Fernández Correas (J.D.)

Pero no sólo de sensaciones y de emociones vive una cita literaria. El Certamen ubetense tenía un reto en esta ocasión tras su larga y llena de novedades décima edición. El equipo comandado por Pablo Lozano debía, ya no superarse, sino tratar de igualar y mantener lo logrado. Pueden sentirse satisfechos, en esta cita, que ellos califican como «la más dura» a nivel organizativo, han sabido jugar con sus vocaciones locales e internacionales, entre lo literario y lo recreador, entre lo técnico y lo festivo, y ha vuelto a salir reforzado. Lo demuestran lectores y autores que acudieron desde sitios como Madrid y Valencia para asistir como público al evento. Para vivir lo que habían escuchado a otros.

Presentación de María Reig (J.D.)

Con menos seguimiento mediático -regional y nacional- que otras citas literarias, el evento, adelantado por primera vez a octubre, presentó una fortaleza visible en público, ventas y palmarés. Una poderosa conjunción de autores -noveles, exitosos, innovadores, clásicos, nacionales e internacionales-, el que los autores tuvieran obras recientes bajo el brazo -un buen puñado de ellas salían al mercado esa misma semana.- resultó finalmente un éxito. Los libreros presentes (las ubetenses El agente secreto y Libros Prohibidos) lo constataron a XX Siglos: ambos casi agotaron ejemplares de Posteguillo y Sánchez Garnica y reportaron buenas ventas de La hija del loto, de Paloma Orozco, La buena esposa, de Olalla García, y Forjada en la Tormenta, de David B. Gil.

Presentación de Dativo Donate (J.D.)

No solo para las ventas resulta un buen termómetro para el género este encuentro. En apenas cuatro jornadas se pudieron percibir distintas visiones sobre el género y sobre cómo se presenta. Y como señal de nuevos tiempos, se sigue hablando mucho de Historia (como es obvio), pero cada vez se diserta más sobre literatura, sobre cómo se representa el pasado, lo cual es más propio. Se mezclaron grandes firmas, de éxito y de talante más clásico, con otras pujantes y más jóvenes (o no) que traen vientos renovadores al género. No solo en lo temático (que es obvio que la pujanza asiática ha llegado al género para quedarse) como en lo de sensibilidades, miradas y técnicas. Y la mezcla resultó fascinante.

Escuchar a los Posteguillo, Freire, Corral, Ferrandiz y Sánchez Garnica junto a los David B. Gil, Olalla García, Mario Escobar o María Reig -y mucho más, que lo bueno de este Certamen es la amplía variedad- resulta un maratoniano máster del género histórico en España. Y junto a ellos, jóvenes voces que vienen pisando fuerte con Alan Pitronello o Santiago Mazarro, autoras llegadas del extranjero como la portuguesa Isabel Stilwell o la argentina Viviana Rivero, los personalísimos y fascinantes Dativo Donate y sus plumas, Nieves Muñoz y sus ‘pelochos’ o Victor Fernández Correas y su morrión para presentar Mülhberg, los aqueos de Mario Villén… Así hasta 21 escritores en la programación oficial.

Mesa de editores (J.D.)

Además, este año, como novedad, se celebró una mesa de editores de género (del que cayó por razones personales, Claudia Casanova, de Ático) compuesta por Penélope Acero, de Edhasa, y Carlos Alonso, de Pàmies. Ofrecieron los editores un panorama diferente a lo habitual, de recelos al género, de precios de papel y de lucha por buscar las novelas adecuadas interesante. Y regalaron anécdotas como que por las manos de Edhasa pasó (y fue rechazado) el manuscrito de La catedral del Mar o la historia de un gran prohombre de las letras españoles que no quiso reseñar una novela de Pàmies, una tan excelsa como El hijo de César, por no relacionarse con «una editorial de género».

También se entregaron tres galardones, el Ciudad de Úbeda a Yeyo Balbás, por Cova D`Onnica; el Cerros a Juan Francisco Ferrándiz por El juicio del Agua; y el Ivanhoe a Paloma Sánchez Garnica, que presentó un panorama bastante certero de las tendencias más exitosas del presente del género en España.

Mucho se hablo de la novela histórica, de lo que necesita el género en España, de lo que adolece y con lo que brilla… Y las conversaciones, los rumores y las noticias a fuego lento saltaron, como ya es costumbre, de las presentaciones a los corrillos en comidas y cenas y al ya clásico punto de encuentro nocturno del certamen en el pub La Belatraneja.

Recreación del levantamiento de Riego y los Cien Mil Hijos de San Luis (JESÚS DELGADO)

En materia de recreación, Úbeda también tiñó sus espectacular casco histórico y monumental de Historia con recreaciones de western, romanos o el levantamiento de Riego, que a punto de cumplir 200 años está. Fueron, como acostumbran en la ciudad de los cerros, recreaciones colaborativas que invitan al público y participantes al Certamen a aprender y a sentirse partícipes de las representaciones. Lo de Riego fue, simplemente, impresionante.

Presentación de Mario Escobar (J.D.)

Agotados los organizadores -que salieron cansados, pero indemnes, todo ese estupendo equipo que hasta sacar coches del depósito de la grúa tuvieron- y asistentes. Con la sensación, la mayoría, de querer volver en años siguientes. De seguir en contacto y de mantener y hacer crecer a esta familia del certamen. En estas fiestas patronales de la novela histórica -¿será el santo patrón Sir Walter Scott?-, solo queda gritar ¡Viva la novela histórica! Y por muchos años.

Aquí tenéis la crónica del Certamen que hicimos en el podcast. Lo podéis escuchar en Ivoox y Spotify.

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