Alan Pitronello: «Los primeros conquistadores no eran ni unos borrachos ni unos malhechores, aunque los hubiera»

El escritor Alan Pitronello.

Se llama Alan Pitronello y está llamado a ser una de las sensación del género histórico en castellano. Nacido en Viña del Mar, Chile, en 1986, y residente en España tras muchos estancias en distintos países ha irrumpido en el sector de la novela histórica con La segunda expedición (Ediciones Pàmies, 2019), una ficción sobre la expedición española a Yucatán en 1518, primera piedra de la posterior conquista de México pero se eleva sobre la propia historia ofreciendo una épica novela de aventuras. Una desbordante novela histórica que parece

La novela ha resultado ganadora del VII premio de novela histórica Ciudad de Úbeda , y los que hemos tenido la suerte de leerla ya percibimos que estamos ante una obra y un autor que va a dar que hablar en los próximos años.

¿Cómo es la sensación de debutar en la novela con un premio bajo la mano?

Una ilusión tremenda y, al mismo tiempo, un alivio por todos esos años invertidos en un proyecto que nunca sabes si finalmente dará sus frutos. Tardé cuatro años en acabar el primer borrador y me di cuenta de que poseía un lenguaje ineficaz para la aventura que quería contar. Hallar el tono y la reescritura posterior fue un trabajo duro. El proceso total duró ocho años. Recibir este premio significa una alegría inmensa para mí en lo personal.

Cuando recibió el premio Ciudad de Úbeda, llamó la atención la llamada a la unidad entre las dos orillas hispanas del Océano basándose en el castellano…Y lo hacía presentando una novela sobre la conquista de América…

Vivimos en un mundo que nos impone barreras ficticias como son las banderas, los himnos, las patrias, los pasaportes, etc. No nos damos cuenta de que por encima de esas cosas tenemos algo muy real que es nuestra lengua castellana, el mayor elemento unificador de nuestra cultura, y que esta se encuentra por encima de cualquier ideología. Los millones de hispanohablantes somos herederos de un mismo pasado. Considero firmemente que la Historia debe unirnos y ser un lazo de hermandad.

¿Es consciente de que ese mensaje viniendo de una persona nacida en Chile se entiende de manera diferente que si lo hiciera un nacido en Valencia? Ahora mismo, en distintos puntos del continente americano se tiende más a tirar las estatuas que recuerdan el pasado español…

Por ese motivo considero un deber moral de los autores latinoamericanos la defensa de nuestra historia y de nuestra lengua común. Existe una tendencia a simplificar el proceso de conquista, que duró varios siglos, y reducirlo a una única masacre. Cabe preguntarse por el destino del continente si hubiese sido otra civilización distinta a la Corona Hispánica. Basta con echar un vistazo a la historia de nuestros vecinos de Norteamérica. El mestizaje del continente americano es una realidad. Los pueblos de América debemos sentirnos orgullosos de ambas herencias, la española y la autóctona, pues somos hijos de aquel crisol de culturas. La cultura popular de masas (cine, internet, etc.), los discursos populistas y los fallos en la educación escolar han ayudado a la propagación de la leyenda negra. El llamado “odio hacia lo español” no es más que un rechazo hacia nuestra propia cultura que nos aleja de nuestras raíces. Otro tanto que se apunta el mundo anglosajón. Llevamos doscientos años bajo el yugo estadounidense, que ha interferido en la política y en la cultura de los estados, incluso se ha exportado el término “colonia” para referirse a los territorios de Centroamérica y Sudamérica. Las colonias eran las británicas. La Corona Hispánica poseía virreinatos y estos eran provincias de un imperio. Un mestizo o criollo nacido en la Capitanía General de Chile, a doce mil kilómetros de la corte, no era un colono, era un español.

¿Escribir sobre la conquista de América, a día de hoy, cuando el presidente de México acaba de decir que la culpa de la corrupción en su país es de Cortés y los españoles es meterse en un jardín?

La tergiversación de la historia se da al emitir una opinión reduccionista dentro de un discurso populista. Yo he escrito una novela de aventuras aupando la épica porque creo que nos merecemos disfrutar de ella. He intentado fusionar el encuentro de dos culturas milenarias sin entrar en ideologías, narrando los hechos como fueron. No hay polémica, solo un arduo trabajo de investigación e interpretación.

Dejando polémicas aparte, es verdad que a priori parece que hay hechos más conocidos y golosos para un novelista en la conquista. Cortés, Pizarro, etc. ¿por qué eligió la expedición a Yucatán de Alvarado para La segunda expedición?

La escogí porque significó el inicio de todo. La mayoría de los protagonistas se encontraban en la villa de Santiago de Cuba en ese momento y ninguno de ellos esperaba hallar un territorio y un imperio de tal calibre. Se ha hablado mucho de la figura de Hernán Cortés y de su conquista, pero hasta ahora no se había narrado nada acerca de las expediciones de exploración, aquellos hombres que vieron por primera vez las costas de Yucatán.

¿Cómo nació en su cabeza el personaje de Martín del Castillo, su protagonista?

Es el viaje del héroe. Martín es un joven hidalgo, orgulloso y pasional, que representa al ideal del descubridor, un muchacho que sueña con ser alguien en la vida en un mundo complejo y que de pronto se ve convertido en el protagonista de una historia que no se espera y debe enfrentarse a su destino. Es una aventura apasionante.

¿Y el personaje de Beatriz? Pienso que es una especie de homenaje a las primeras mujeres que partieron hacia las Américas…

Beatriz es la voz de todas esas mujeres que lucharon por hacerse un hueco en un mundo masculino y que hicieron tanto o más que los hombres. Es una joven sevillana, aprendiz de criada, que ansía su libertad y decidir qué hacer con su vida sin estar sometida a ningún hombre o señor. Espero que el viaje vital de Beatriz resulte inspirador a muchas lectoras.

¿Cómo trabajó a los personajes reales e históricos que pasean por su  ficción? A algunos, como Portocarrero lo hace muy protagonista…

Para todos los personajes se requiere un trabajo de inmersión profundo, indagar sobre sus anhelos, miedos y deseos, y descubrir su personalidad. Para los personajes históricos reales se necesita una investigación previa que facilite lo máximo posible la interpretación. Portocarrero es uno de los protagonistas, por el papel que juega como lugarteniente de Alvarado. Dicho sea de paso, no debe confundirse con Alonso Hernández Portocarrero, uno de los capitanes de Cortés. Pedro de Portocarrero fue su sobrino y mano derecha de Alvarado durante toda su vida.

Hablando de esos personajes, ¿ha visto la serie Hernán de Amazon? ¿Qué le ha parecido? ¿Da una visión de algunos personajes, Alvarado especialmente, muy diferente a la suya?

Desde el punto de vista técnico y de producción, es una gran serie y se agradece el esfuerzo de contar la historia al gran público. Me faltó ver a un protagonista distinto, un viaje más personal y humano, y no caer solo en la enumeración de los acontecimientos. La visión que da de los personajes no la comparto, pero cada uno puede hacer la interpretación que crea más oportuna. Pedro de Alvarado es tan distinto en mi novela que es imposible ver alguna similitud con respecto a la serie. Lo mismo pasa con el resto de los hombres. Tengo una visión diferente de lo que fueron las Indias.

Si hay algo que define a las mil maravillas La Segunda Expedición es el género de la aventura y la épica, llegó a decir en la presentación que buscaba «recuperar la épica hispana que había sido hurtada por la cultura de masas anglosajona»…

Exactamente. Cualquier persona que lea la obra de Bernal Díaz del Castillo, el soldado cronista, verá que se trata de una aventura apasionante, llena de matices y de hechos que han sido recordados por siglos. Creo que durante mucho tiempo hemos apartado la mirada a ambos lados del Atlántico sobre lo que fue este encuentro de culturas. La épica solo puede nacer del orgullo que sentimos por nuestra cultura. Es ahí cuando brota la magia y somos capaces de vislumbrar lo mejor de cada una de las partes. Repito, creo que tenemos derecho a disfrutar de nuestra épica, sin prejuicios.

En esas aventuras, en esa épica, me parece que en su novela hay dos elementos indispensables… El concepto del honor, tan de la época, y la esgrima…

Es un mundo donde el concepto de la honra y el honor definen la identidad. Los duelos y la defensa del nombre estaban a la orden del día. Los primeros conquistadores no eran ni unos borrachos ni unos malhechores, aunque los hubiera, pero no se puede generalizar. Existían unos principios de señorío y la vida se regía por el honor, las alianzas de familias, los bandos y la defensa de una casa, es decir, todas las personas que vivían bajo el mismo techo de un cabeza de familia fueran familiares o no.

Hay batallas, duelos, ¿cómo enfocó como escritor esos pasajes?

Con mucha paciencia y trabajo para que fueran lo más rápidos y dinámicos posibles. He estudiado las esgrimas y he querido situar al lector en el duelo, empuñando la espada, sintiendo la tensión. Una novela de aventuras requiere de acción.

[FIRMA INVITADA: La esgrima de los conquistadores: sobre duelos y roperas en Indias en el siglo XVI, por Alan Pitronello]

También convierte las leyendas y la mitología de los indígenas americanos en parte de la trama, Jesús Maeso dice de su novela que es «épica que une la fascinante historia de dos civilizaciones»…

Toda la mitología estaba basada en el libro sagrado de los mayas, el ‘Popol Vuh’, un compendio de relatos míticos y leyendas. Los españoles se encuentran ante una cultura cuyos dioses están vivos, se manifiestan, y que posee tanta magia que choca de frente con el cristianismo. La fusión de ambas creencias sigue aún vigente. Esto se ve en el viaje de Martín y la diosa Ix Chel. También aparece otra cultura maravillosa y olvidada, la taína, que eran los pueblos que habitaban Cuba, La Española, Jamaica y Puerto Rico, y cuya lengua nos ha legado decenas de palabras al castellano, como hamaca, barbacoa, canoa, entre otras.

¿Cómo se define Alan Pitronello como escritor?

Soy un autor en constante aprendizaje, lector antes que escritor. Influenciado por las novelas de fantasía, de aventuras, históricas y por la literatura latinoamericana.

¿Qué le ha influido en su vida para querer ser escritor?

Los viajes y la literatura. Cualquiera que se sienta a escribir una historia, y más si es histórica, lo hace porque no está conforme con su realidad o, dicho de otro modo, esta realidad no satisface su existencia. Como millones de lectores, yo también encontré mi bálsamo contra este mundo absurdo en la literatura y en la escritura.

Vivir en tantos países como lo ha hecho, ¿le ha dado una visión distinta para este oficio?

Vivir en otros países donde se habla una lengua distinta, como el francés o el italiano, hace que uno aprecie el valor de su propia lengua. Vivir en muchos países me ha hecho comprobar que aquellos que hablamos castellano formamos parte de la misma cultura, más allá de nacionalidades.

Y para terminar, ¿cómo ve la situación en su país natal?

Es una situación compleja. Es imposible dar una respuesta sin tener una visión global de lo que ocurre en el continente, en los países vecinos, y sin tener en cuenta los últimos cincuenta o sesenta años. La Historia debe aunar la unión de los pueblos, no promover la búsqueda de presuntos culpables de hace quinientos años.

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5 comentarios

  1. Dice ser Luna

    Muy interesante. La novela tiene muy buena pinta, será mi siguiente lectura.

    03 diciembre 2019 | 09:32

  2. Dice ser Désirée

    Eso digáselo a los Mapuches, Signore Pitronello.

    03 diciembre 2019 | 10:28

  3. Dice ser GOIK

    Désirée…..los Mapuches? entonces primero pregunta a los Incas que le sometían en tiempo de los conquistadores y luego a los chilenos y argentinos que les sometieron en el XIX. Un placer ilustrarte.

    Solo los necios juzgan el pasado desde un punto de vista actual.

    03 diciembre 2019 | 10:58

  4. Dice ser Nicolás

    Los chilenos culpan a valdivia por su sistema de pensiones, la subida del metro, etc, algo habrán tenido que ver los últimos 200 años de gobierno, digo yo. Hacen falta más voces de paz como este señor.

    03 diciembre 2019 | 11:07

  5. Dice ser Gonzalo Nurru

    Compré la novela por curiosidad y he de decir que desde el primer capítulo me enganchó. Uno puede sentir que está ahí mismo acompañando a los personajes y compartiendo sus aventuras. Estoy deseando leer más de este señor

    04 diciembre 2019 | 09:37

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