Retrato de Bobadilla y Ulloa-Ossorio, gobernadora de La Gomera y el Hierro. (WIKIPEDIA)
Dice la entrada dedicada a Beatriz de Bobadilla (1457-1504) del Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, firmada por Dolores Carmen Morales Muñiz, que «la reputación de la segunda Bobadilla —de deslumbrante belleza— en la historia de España no pudo ser peor«. Seguramente esa terrible fama atrajo al historiador y novelista madrileño Mario Escobar hacia esa protagonista olvidada por la Historia para convertirla en protagonista de su última novela La gobernadora (Esfera de los Libros, 2022). ¿Gobernadora cruel en las Canarias? ¿Amante de Colón? ¿Próxima a los Reyes Católicos? La convulsa biografía de esta noble castellana, sea tan oscura como se dicen o no, sirve a Escobar para adentrarse en recovecos poco conocidos de la Historia como la conquista y colonización de las islas Canarias y para acercarse de una manera diferente a personajes tan conocidos como Colón, los reyes Isabel o Fernando, entre otros muchos.
¿Por qué había que rescatar a Beatriz de Bobadilla?
Beatriz de Bobadilla representa el alma de España. Todo lo bueno y malo que tenemos como nación. Por un lado su ambición, fuerza, poder, inconformismo y rebeldía contra las normas impuestas, pero por otro nos muestra su capacidad para destruir, su sed de venganza, su poca empatía con los que considera fuera de su círculo y su individualismo exacerbado. La historia no quiso destacar su papel, era un personaje incómodo, amante de los personajes más importantes del siglo XV y XVI. En España siempre tendemos a la Leyenda Rosa o Negra, nos cuesta el punto medio que suele ser donde está la virtud. Unos prefieren enterrar la historia y cualquier orgullo nacional, los otros usar la historia para que no pensemos en las miserias actuales. Beatriz es un personaje que rompió todos los esquemas de su tiempo, ya fueran sexuales, como morales o religiosos. Era libre a su manera, pero cuando saltó la última barrera escribió su sentencia de muerte. No podemos enfrentarnos con el poder y salir ilesos.
Bobadilla, antes noveló la vida de Isabel de Barreto… ¿Ha cogido el gusto a las mujeres de aquella época?
Estos personajes malditos son mis preferidos. La historia de los perdedores, de los que no salen en los manuales de historia. Ya fuera por su carácter de hereje, antipatriota, traidor, marginado, mujer o cualquiera que se niega a aceptar la cosas como la presenta el poder establecido. Estas dos mujeres fueron de armas tomar, como muchas otras en nuestra historia, pero que, por alguna razón no revindican ni las feministas ni los españolistas, no son suficientemente puras para ellos. Entonces volvemos a lo mismo. Al estado y la cultura en general les pone muy nerviosos aquellos que cuestionan su poder, critican su forma de hacer las cosas o simplemente no se amoldan a los tiempo que les ha tocado vivir.
El escritor Mario Escobar en la última Feria del Libro de Madrid (CEDIDA)
Rescatar a las mujeres del pasado a través de la novela, ¿resulta obligado?
Soy un alma libre, cuando nos impongan hablar de las minorías por decreto me negaré a hacerlo. La libertad del creador ha de ser total. De otra forma, estamos volviendo a la censura del franquismo o a la autocensura, que es peor. No me gustan los libros con moralina, las series que pretenden adoctrinar a los más jóvenes o cualquier tipo de manipulación. No ha muerto tanta gente en tantas revoluciones para que vengan los nuevos censores de la «moral» ya sean del palo de Trump o del de Maduro, que en el fondos son dos caras de la misma moneda.
En la novela, traza un retrato lleno de claroscuros de aquella gobernadora…
Me gusta contar la historia sin filtros, llena de sudor, sangre y mierda. Eso es a lo que huele una batalla y lo que queda del ser humano cuando le arrancamos su dignidad. Ahora que nos han animalizado a todos y humanizado a los animales, revindico a los seres humanos como seres mitad carne y mitad espíritu. Trascendentes, creativos, destructivos, geniales, locos y racionales, somos todo eso y mucho más. Beatriz fue una mujer astuta, fuerte, inteligente y muy capaz, pero también despiadada y con el alma corrompida por su deseo de venganza. La misericordia es lo único que nos salva y el perdón, todo lo demás nos lleva a la autodestrucción como personas y sociedad.
¿Tan poco católica era la corte de los Reyes Católicos como muestra en la novela?
Creo que cuando la religión se convierte en un arma política se convierte en el opio del pueblo. Los Reyes Católicos utilizaron la religión para su propio beneficio. Deseaban un instrumento que vertebrase sus reinos y produjera la suficiente consistencia para construir su soñado imperio. La religión católica fue secuestrada por la monarquía, recibió sus beneficios, pero como ha sucedido con el anglicanismo, cuando trono y cruz se juntan, siempre sale perdiendo la cruz. Jesucristo se enfrentó a los poderes de su tiempo, tanto al romano como al judío, su reino no era de este mundo.
La novela aborda un asunto clave para la historia de España, la conquista de Canarias. que ha quedado bastante eclipsado…
Es una de las grandes asignaturas pendientes de nuestra historia. La epopeya de América opacó tanto a Canarias que desconocemos su historia y por tanto, a nosotros mismos. Canarias es un tesoro nacional al que tratamos casi como un simple destino turístico, pero su riqueza natural, histórica y cultural es increíble. La conquista de Canarias estuvo repleta de momentos emocionantes y heroicos, pero también vergonzosos y tristes. España es la suma de sus errores y aciertos, fracasos y virtudes, cuando ocultamos unos u otros nos hacemos un flaco favor a nosotros mismos. Desde la llegada de los genoveses a las islas, después de siglos de aislamiento, pasando por los intentos portugueses, el peso de la familia Peraza en la conquista de la isla y como al final los Reyes Católicos apostaron por terminar la conquista a sangre y fuego, la historia de Canarias es emocionante. Me gustaría conseguir que este verano, cuando cientos de miles de españoles vayan a las islas la vean como algo más que sol y playa. Toda España debería llevar un ejemplar de La Gobernadora bajo el brazo este mes de agosto.
Actualmente ha vuelto a resurgir el debate sobre la relación entre ficción y rigor histórico con la serie Sin Límites, ¿qué opina usted, como novelista e historiador? ¿Dónde están los límites de la ficción histórica?
El otro día ponían un comentario sobre mi novela que me puso los pelos de punta. Una señora decía que había que prohibir la novela histórica. Frente a los que quieren prohibir todo, en uno u otro sentido, la novela histórica contribuye a la libertad de los individuos y las sociedades. Nos ayuda a entendernos a nosotros mismos y nos da una perspectiva de las cosas. Muchas veces también denuncia problemas sociales o nuestras propias contradicciones personales. El rigor histórico es muy importante, porque de otra forma estamos falseando el pasado, pero creo que rigor e imaginación no está reñidos. La novela debe servirnos para amar la historia y buscar más, el que se crea una novela histórica a pies juntillas es bobo o le falta un hervor, como aquellos que se creían todo lo que decía El Código Da Vinci.
¿La ficción histórica española está demasiado atada por lo político, por lo correcto?
Creo que hay de todo, pero hay una tendencia que pretende contrarrestar el ataque constante a nuestra historia, aunque yo creo que ella se defiende bien sola. La izquierda no escribe novelas históricas, está demasiado preocupada en el «futuro», por eso construye quimeras que no se ajustan a la realidad, la derecha por el contrario tiene exceso de «pasado» y le faltan ideas para construir la sociedad del futuro. En el fondo el problema es cultural, menos excepciones, los políticos representan a una sociedad desmemoriada, frustrada por las constantes crisis y profundamente confundida. Nos faltan paradigmas, modelos y orientación, pero sobra confusión, cantos de sirenas y valores de quita y pon. La novela histórica tiene que reflejarnos tal y como somos. La grandeza de nuestra historia se encuentra en que siendo débiles e imperfectos nuestros protagonistas, hicieron hazañas inenarrables.
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Se dice que la primera mujer gobernadora de la historia es Isabel Barreto pero Beatriz de Bobadilla es anterior. Otros dicen que si la primera gobernadora fue Aldonza Villalobos en Isla Margarita, en qué quedamos? Cuál fue la primera gobernadora de la historia?
Y aunque no se aclare la pregunta lo que sí está claro es que las mujeres mandaron mucho en España durante el Siglo de Oro
21 junio 2022 | 11:30