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Entradas etiquetadas como ‘personas’

¿Pokémon Go o el éxito de lo superficial?

Por José Manuel López

Pokémon Go (VANDAL).

Pokémon Go (VANDAL).

Partiendo del respeto a las personas que juegan a Pokémon Go, me parece que, aunque ya sea un fenómeno social, dista mucho de ser un videojuego de gran utilidad, especialmente, para sus usuarios. En cambio, lo está siendo para el marketing y publicidad de determinadas marcas y multinacionales, que han encontrado un filón más a explotar. Atraen clientes y aumentan sus ventas y beneficios.

No en vano, en Japón, un restaurante de comida rápida va a convertir 3.000 establecimientos en bases y gimnasios Pokémon. Y en el resto de países es de suponer que también harán algo similar con el tiempo.

No me parece bien que el videojuego de aventura de realidad aumentada que es Pokémon Go obligue a salir de casa para capturar a exóticos monstruos. Se puede pensar que es una forma de impulsar a la fuerza a que los jugadores incrementen su consumo en las calles y plazas, lo que aumenta, sin duda, las posibilidades de negocio, y genera nuevas oportunidades de mercado y de publicidad. Debería ser algo opcional en el juego.

Este videojuego para móviles puede incrementar la superficialidad en las relaciones sociales. Existen muchas maneras de relacionarse, sin necesidad de jugar a este videojuego. Se puede estar aislado en la calle también compartiendo actividades superficiales, y perdiendo un tiempo que se podría dedicar a actividades más creativas y productivas. Jugar en casa, no es sinónimo de estar aislado, por numerosas razones.

Parece que, en muchos casos, Pokémon hace que la gente camine demasiados kilómetros al día intentando cazar o capturar nuevas criaturas virtuales. Y también existe un riesgo de banalización de las interacciones sociales, y de las relaciones interpersonales. Ha habido casos en Estados Unidos de accidentes, incluso mortales, por el uso de este juego en las calles norteamericanas. Y, probablemente, irán a más si sigue aumentando el número de jugadores, porque se van añadiendo elementos nuevos al videojuego.

Por supuesto que cada persona es muy libre de jugar o no a este videojuego, pero debe tener presentes sus riesgos, en relación con su seguridad y la de los demás.

Una comisaria de policía de Australia ya dice que es necesario levantar la mirada del móvil, y observar el mundo real directamente. Me parece que transformar las calles, en un espacio de juego virtual más es algo excesivo o, como mínimo, discutible. La tranquilidad y la seguridad de las personas en los espacios públicos deben ser protegidas y garantizadas. El riesgo de molestias a los viandantes es evidente. En la vía pública deben hacerse cumplir las leyes. En cualquier caso, si se logra un adecuado equilibrio entre el disfrute de este videojuego, y el respeto a las normas, las cosas irán bien.

Frenemos las muertes por ahogamiento este verano

Por N. R.

Playa de Bakio, Bizkaia (Europa Press).

Playa de Bakio, Bizkaia (Europa Press).

En los nueve primeros meses del año pasado murieron en España por ahogamiento 321 personas; 240 se produjeron entre los meses de junio y septiembre. Este año llevamos 160 ahogamientos en playas, ríos, piscinas y otros espacios acuáticos, y los informes oficiales reconocen que 2016 está siendo un año especialmente dramático para las incidencias mortales en playas y piscinas.

Pero lo terrible es que muchas de estas víctimas son niños, personitas que juegan en el agua, que se divierten mientras ignoran lo peligroso que puede ser. En un despiste de 2 segundos –lo que se tarda en mirar si tenemos un whatsapp–, el niño puede haberse sumergido sin que nos demos cuenta, y para cuando nos percatemos lo mismo ya es demasiado tarde.

No quiero dar lecciones a nadie, pero por favor, un poquito más de cuidado en playas y piscinas, que son muy traicioneras.

¿Los perros por delante de las personas?

Por Carolina López

Un perro beagle (Wikipedia).

Un perro beagle (Wikipedia).

Soy vecina del barrio barcelonés de Torre Llobeta. Desde hace un par de años, entre los vecinos estamos recogiendo firmas para que nos cierren una plaza entre edificios (sin salida a la calle) que se encuentra entre las calles Cubelles, Paseo Maragall y Avinguda Borbó. Dicha plaza, como ya se ha denunciado al Ayuntamiento de Barcelona en reiteradas ocasiones, es un nido de gamberrismo nocturno, perros sueltos y skaters sin horario.

En el pasado Consejo del Barrio que se celebró el pasado lunes, el Consejero Carlos Izquierdo Lázaro [Barcelona en Común] nos comentó a los vecinos que para nuestro proyecto de cerrar la plaza por la noche con unas verjas (como ha hecho otras comunidades) para evitar estos problemas y potenciar el descanso nocturno de los vecinos, no había proyecto ni estudio preparado, es decir, que todas las firmas que hemos recogido las deben haber tirado a un rincón. En cambio sí que dijo que se había presupuestado en 700.000 euros crear un pipi-can para los perritos del barrio y realizar acciones pedagógicas para sus dueños.

Pero ¿qué país es este en el que se les da más importancia a las cacas de unos perros que a los humanos? Es indecente que unos vecinos que solamente pedimos descansar por la noche, no tener que llamar a la urbana en verano cada día por chillidos, música, suciedad, olores, etc… tengamos que aguantar que nos pasen por la cara que nuestro dinero se emplea en los perros antes que en las personas.

Somos una ciudadanía que lucha por la Champions pero no por nuestros derechos

Por Miguel Fernández-Palacios

Los jugadores del Real Madrid a su llegada a Cibeles con la undécima (EFE).

Los jugadores del Real Madrid a su llegada a Cibeles con la undécima (EFE).

La vida no es fácil y, en consecuencia, no se debe desaprovechar la ocasión de divertirse en cuanto se presente. Por eso resulta maravilloso que para celebrar la undécima del Real Madrid, miles de personas llenaran calles, plazas y un inmenso estadio, festejándolo en apasionado jolgorio.

O cuando en 1995 los aficionados entendieron que el descenso administrativo a segunda de sus equipos era una decisión injusta, y dos ciudades como Sevilla y Vigo se llenaron de protestas hasta revertir el veredicto.

Sin embargo esa expresividad espontánea se torna en amargo desencanto cuando, en este mismo país, se recortan derechos laborales, libertades, gastos sanitarios, educativos, de dependencia, etc. Cuestiones nada baladíes conquistadas con mucho sufrimiento y que hacen la vida más justa, pero las avenidas y plazas no se abarrotan en igual medida. No cabe duda de que la individualista sociedad moderna es moldeada en gran medida por los políticos, que forjan ciudadanos indiferentes para que no les incomoden en sus turbios enredos.

Y he aquí la piedra de toque: la indiferencia ciudadana es el peor de los males posibles para una democracia, porque la deteriora hasta ponerla en grave riesgo. Esperemos que los nuevos partidos, en un esfuerzo titánico por el bien y la pervivencia de la libertad democrática, reviertan esta perversa tendencia y sepan ilusionar a la gente formando ciudadanos responsables y comprometidos con lo cívico.

Mi caballo herido… así son de dañinos los vallados de alambre de espino

Por María Sánchez

Guindilla, el caballo herido por la valla de alambre de espino (María Sánchez).

Guindilla, el caballo herido por la valla de alambre de espino (María Sánchez).

Guindilla, el caballo herido por la valla de alambre de espino (María Sánchez).

Así quedó el hocico del caballo (M. S.)

Guindilla, el caballo herido por la valla de alambre de espino (María Sánchez).

Sus patas también resultaron dañadas (M. S.)

Hace millones de años el pueblo de Poyales (La Rioja) era un valle donde habitaban los dinosaurios.

En pleno siglo XXI aquella época no parece pertenecer al pasado en algunos aspectos, lo cual podría estar bien si no fuera porque el hecho de no evolucionar afecta seriamente a las personas y a los animales.

¿Cómo es posible que se esté utilizando vallado de alambre de espino para cercar pueblos y el monte? Desde el pueblo no podemos acceder al monte sin rasgarnos la ropa o la piel y los animales, tanto los salvajes como los domésticos, se quedan enganchados en los espinos al intentar pasar de un lado a otro. Esto es lo que le pasó el mes pasado a mi caballo Guindilla.

Si la solución era vallar el pueblo para que las vacas no bajaran, lo más civilizado sería poner un vallado de rejilla o malla de manera que nadie pueda dañarse; además de poner puertas señalizadas cada pocos metros para poder acceder al monte. Este sería un trabajo bien hecho.

Por favor que cambien este tipo de vallado para que las personas podamos acceder al monte y no cause más daños.

La Unión Europea, muy malherida

Por Martín Sagrera Capdevila

Campamento de refugiados en Idomeni, Grecia (Orestis Panagioutou/EFE).

Campamento de refugiados en Idomeni, Grecia (Orestis Panagioutou/EFE).

Los atentados de Bruselas apuntan al corazón de la Unión Europea. Coinciden con los días en que muchos cuestionan como nunca el que la UE tenga corazón, dado el trato ilegal e inhumano que da a quienes, con cruel ironía, llama –cuando hace todo lo que puede para que no lo sean- “refugiados”.

Estas son personas de carne y hueso, hombres, mujeres y niños que huyen para salvar sus vidas de largas y muy sangrientas guerras, ocasionadas en gran parte por los intereses estratégicos y las armas vendidas a sus asesinos por distintos países de la Unión. Países que, bajo la batuta alemana, han arruinado el Estado social de muchos de sus propios territorios, y han coartado sus libertades democráticas.

¿Tendrán de nuevo los jefes de la UE el valor de invitar al pueblo, como en París, a manifestarse sin miedo contra el terrorismo, mientras que ellos cometen la increíble bajeza de hacerse la foto en un lugar seguro e intentar hacer creer después que estaban con sus conciudadanos? Muy, muy malherida está la UE, máxime cuando esos políticos -y los poderes fácticos que los manejan- montan mil grandes embustes para desprestigiar e incluso eliminar los movimientos sociales que intentan en distintos países salvar los valores humanos que parecían ya consolidados en Europa.

 

Nuestra indiferencia, pasividad y egoísmo ante los refugiados

Por Paula Radtke Ortiz

Refugiados (EFE).

Refugiados (EFE).

Quisiera creer que no. Quisiera creer que es una broma que estemos vendiendo la dignidad y la seguridad de miles de personas. Es como si Turquía fuese una especie de sicario que se ocupa del trabajo sucio mientras su jefe, la Unión Europea, se lava las manos y se sienta en su despacho, vuelve a casa y duerme tranquilo, con su familia a salvo.

Ni siquiera es la crueldad de los grandes dirigentes lo que más duele. Lo que hiela la sangre es la indiferencia, pasividad y egoísmo que ha surgido entre la gente del montón, la gente como tú y como yo. Esa gente de a pie que habla con odio y asegura que solo deben recibir ayuda los españoles, porque claro, hay españoles en paro y nosotros queriendo ayudar a los de fuera… ¿En serio pensamos que es equiparable estar en paro a huir de la guerra?

Con esto no quiero quitarle importancia a las personas que están pasando un momento difícil, solo quiero que reflexionen un momento y se imaginen en esa situación, viendo cómo matan a sus familias, siendo ultrajados como personas, dejando todo atrás y arriesgando su vida para meterse en un bote a la deriva en busca de algo de seguridad y cuando piensan que por fin ven la luz, que por fin están a salvo, se chocan de frente con el desprecio, nuestro desprecio, nuestro racismo, que les obliga a sufrir represiones en las fronteras. Ahora serán devueltos a Turquía a cambio de un puñado de millones y unos cuantos favores, como si de ganado de tratase, ante nuestros impasibles ojos.

Estamos viendo cómo niños duermen en el barro, cómo mujeres dan a luz sin ningún tipo de cuidados.
Y yo me pregunto, cuando nuestros nietos estudien nuestra historia… ¿se llevarán las manos a la cabeza por los horrores que estamos cometiendo y permitiendo como hicimos nosotros cuando se perpetró el Holocausto Judío?

Quizá en un futuro ellos sean mejores que nosotros. Quizá en un futuro la vida valga mucho más que los intereses económicos.

 

Ayuda a los refugiados sirios: a favor y en contra

Nosotros no estamos pasando las penurias de la guerra, pero tampoco lo estamos pasando precisamente bien

Por María Teresa Pérez

Emigrantes tratando de cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia (EFE).

Emigrantes tratando de cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia (EFE).

¿Generosidad?, ¿humanidad?… ¿Es posible en una Europa en crisis?

Hace varios años vivimos una época de vacas gordas, pero desde que nos empezó a azotar la crisis hemos visto cómo mucha gente se ha quedado sin trabajo, familias que malviven con lo que pueden y para colmo ha salido a la luz una corrupción desbocada. Todo ello hace que nuestras arcas públicas están más vacías que llenas.

Ahora, por la terrible guerra en Siria están huyendo miles y miles de familias camino de Europa y en muchos lugares se les cierran las fronteras.

Nosotros de mil amores podríamos acogerlos, el problema es que si ni siquiera tenemos para atender bien a nuestra gente, ¿cómo lo haríamos? La situación de Europa, y mucho más la de España, no es la boyante de años atrás.

La cosa sería muy distinta si al menos los corruptos devolvieran el dinero saqueado pero «una cosa piensa el burro y otra el que lo monta»: nadie devolverá un céntimo.

¡Qué más quisiéramos que ayudar y ayudar! Y ese significa dar comida, techo y trabajo. Pero hay situaciones en las que no se trata de no querer, sino de no poder.

Suponemos que son buenas personas y muchas de ellas bien preparadas. Y que deben repartirse entre los países de la Unión Europa, sobre todo entre los que estén en mejor situación. Nosotros podríamos acoger a algunos, pero que tengan en cuenta que lo haríamos con mucho sacrificio y que entre nosotros también hay mucha gente que no está pasando las penurias de una guerra, pero que tampoco lo está pasando precisamente bien.

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Es deleznable el cierre de fronteras a personas que huyen de la masacre

Por Karima Muhammad

«¿Unión Europea? Pues sí. Y parece ser que llevan muy en serio dicha unión ya que, por lo que podemos ver, todo lo que acontezca en Europa merece ser objeto de digno eco y nos transformamos en seres ultra humanitarios, véase Charlie Hebdo o los atentados de París.

Pero… ¿qué pasa cuando pasa fuera de nuestras fronteras? Pues que esa humanidad y empatía se nos va por los poros. Es del todo deleznable que se cierren las fronteras a personas que huyen de la masacre y la barbarie; a niños muriendo de frío y hambre; a madres dando a luz en barrizales y un largo etcétera.

¿Esta es la Unión Europea de la que tanto presumimos en los noticieros internacionales? Es intolerable que en pleno siglo XXI se utilicen varas de doble medir en tragedias humanas. Sí, porque la vida da muchas vueltas y puede que mañana seas tú el pobre exiliado en busca de una vida que ni si quiera podríamos decir mejor, pero sí muchísimo más tranquila.

 

Monumento del 11-M: Por favor, derriben tal monstruosidad y erijan uno que dé un toque de cariño al recuerdo de las víctimas

Por Emilio Sancho Lozano

11 de marzo de 2016. 12 años ya desde aquella tremebunda tragedia que nos sigue encogiendo a todos el corazón al recordarla, y donde nuestro pensamiento se eleva hacia aquellos que se quedaron en aquella fecha en el camino, así como enviamos nuestro cariño y ánimo a todos sus familiares y a aquellos que lograron sobrevivir a aquella masacre.

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Interior del monumento. (JORGE PARÍS)

Aprovechando la conmemoración de tan luctuoso hecho, sólo un pensamiento y un ruego a quien corresponda: ¿por qué, cuando se están intentando acometer reformas faraónicas en Madrid -y entiendo que nada urgentes e incluso innecesarias en muchos casos-, no se aprovecha la ocasión para, con carácter de urgencia, proceder a la reforma del monumento a las víctimas de tan execrable crimen erigido en su momento en la Plaza de Atocha de nuestra capital?

¡Ya está bien de mantener en pie una estructura que más que un homenaje a alguien resulta atentatoria al buen gusto y a la sensibilidad, y que ni tan siquiera valdría como peana para sostener un auténtico monumento, pues la estructura se está viniendo abajo casi desde su inauguración, y que a uno le da vergüenza ajena tener que andar explicando a la gente que viene a visitar nuestra ciudad que qué es eso!

Por favor, a quien corresponda, por respeto y cariño a las víctimas del 11-M y sus familiares: ¡derriben tal monstruosidad arquitectónico-artística (por supuesto dicho con todo respeto hacia sus creadores) y en el mismo lugar, sobre una zona de césped adecuada (eliminando el horroroso suelo negro actual), incluso surgiendo de una fuente “ad hoc”, erijan un verdadero monumento que dé el toque de cariño, respeto y belleza al recuerdo de tantas personas tan vilmente asesinadas.

 

Mercantilizar la salud dental

Por Pedro Serrano

Fachada de la sede de Vitaldent en Las Rozas, Madrid (EFE).

Fachada de la sede de Vitaldent en Las Rozas, Madrid (EFE).

Decía mi madre, acertadamente, que los dentistas son los únicos que comen con los dientes de los demás. Pero, recientemente, hemos sabido de algunos individuos que, metidos al negocio dental, no pretendían comer honradamente de su trabajo, sino enriquecerse, presuntamente, de forma delictiva mediante el fraude y a costa de la necesidad y salud de gente vulnerable.

Estas son las cosas que pasan cuando las autoridades políticas, y sanitarias en este caso, no controlan debidamente las actividades empresariales de especuladores amorales y sin escrúpulos. Esto es lo que pasa cuando se mercantiliza algo tan sagrado como la salud de las personas.

Nunca he entendido por qué los dientes no tienen la misma cobertura sanitaria que las otras partes del aparto digestivo, por poner un ejemplo. ¿Acaso nuestra dentadura no es una parte más de nuestro cuerpo como lo son las manos, el corazón o el hígado? ¿Acaso la salud bucodental no es fundamental para gozar de una buena salud y calidad de vida?

Pues bien, para ilustrar su importancia, recordaré aquí las palabras que don Quijote dirige a Sancho después de haber sido apedreado por unos pastores y perdido varios dientes y muelas en dicho lance: “—¡Sin ventura yo! —dijo don Quijote—. Porque te hago saber, Sancho, que boca sin muelas es como molino sin piedra, y en mucho más se ha de estimar un diente que un diamante”.