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Entradas etiquetadas como ‘daños’

Mi caballo herido… así son de dañinos los vallados de alambre de espino

Por María Sánchez

Guindilla, el caballo herido por la valla de alambre de espino (María Sánchez).

Guindilla, el caballo herido por la valla de alambre de espino (María Sánchez).

Guindilla, el caballo herido por la valla de alambre de espino (María Sánchez).

Así quedó el hocico del caballo (M. S.)

Guindilla, el caballo herido por la valla de alambre de espino (María Sánchez).

Sus patas también resultaron dañadas (M. S.)

Hace millones de años el pueblo de Poyales (La Rioja) era un valle donde habitaban los dinosaurios.

En pleno siglo XXI aquella época no parece pertenecer al pasado en algunos aspectos, lo cual podría estar bien si no fuera porque el hecho de no evolucionar afecta seriamente a las personas y a los animales.

¿Cómo es posible que se esté utilizando vallado de alambre de espino para cercar pueblos y el monte? Desde el pueblo no podemos acceder al monte sin rasgarnos la ropa o la piel y los animales, tanto los salvajes como los domésticos, se quedan enganchados en los espinos al intentar pasar de un lado a otro. Esto es lo que le pasó el mes pasado a mi caballo Guindilla.

Si la solución era vallar el pueblo para que las vacas no bajaran, lo más civilizado sería poner un vallado de rejilla o malla de manera que nadie pueda dañarse; además de poner puertas señalizadas cada pocos metros para poder acceder al monte. Este sería un trabajo bien hecho.

Por favor que cambien este tipo de vallado para que las personas podamos acceder al monte y no cause más daños.

El peligroso uso del móvil en conductores, motoristas, ciclistas y hasta peatones

Por Jordi S. Berenguer

Dos chicas mirando sus respectivos móviles (Gtres).

Dos chicas mirando sus respectivos móviles (Gtres).

Tráfico ya alertó en su momento del evidente peligro que supone manejar el móvil mientras se está conduciendo. Se tiene constancia de la facilidad de provocar un accidente por una distracción atendiendo llamadas o, lo que es peor, intentando marcar cifras o letras sin atender a la conducción, lo que puede resultar letal.

Los datos son alarmantes, como demuestra el incremento de siniestros en los últimos tiempos. Yo he llegado a presenciar cómo un motorista en plena carrera se dedicaba a teclear su móvil sin levantar la vista durante los segundos que empleaba en marcar un número o escribir un mensaje. También en algunos ciclistas es frecuente ese abuso, manejando el móvil mientras usan el espacio peatonal sin detener la marcha.

Mención aparte merece la falta de atención al tránsito rodado de muchos peatones que, absortos con el invento, incluso cruzan el semáforo en rojo sin apartar la vista de la pantallita, o deambulando por las calles sin detener su trayectoria en detrimento de los demás viandantes a los que obliga a ir sorteando a tanto urbanita con escasa urbanidad… y en plan zombi.

 

Gorrillas: quiero aparcar sin miedo

Por Belén Moreno

El problema de los gorrillas es una realidad sevillana tan anclada como nuestra Giralda. Qué les voy a contar si ha sido, es y -por desgracia- será un tema en boca de todos los hispalenses. Promesas que no valen nada, nada, nada, nada, en bocas de alcaldes que no experimentan este acoso desde el asiento trasero de sus coches oficiales. Y mientras tanto, ciudadanos que vivimos coaccionados, atemorizados, amenazados.

Un gorrilla en la calle Torneo de Sevilla. PACO PUENTES (ARCHIVO)

Un gorrilla en la calle Torneo de Sevilla. PACO PUENTES (ARCHIVO)

Comencé a tomar conciencia de la verdadera necesidad de erradicar definitivamente esta práctica ilegal hace sólo unos meses. Mi rutina de trabajo me obliga a aparcar en los alrededores de la estación de Santa Justa y, desde el primer día, comencé a sufrir el acoso de un gorrilla que no sólo me ha molestado: me ha afectado. Me atrevo a afirmar que mi condición de mujer joven lo fortaleció. Así es de triste.

Ayer por fin me decidí a escribir esta carta, motivada por el hecho de que, además del maltrato verbal, ha dañado mi vehículo. Un rayado de llave, de esos que todo sevillano ha sufrido y que nadie puede demostrar. Pero su llave ha abierto la puerta de mi reflexión, e incluso la de mi esperanza: Si levantamos la voz, ¿podremos cambiar nuestra ciudad? Si dejamos de temer sus amenazas, ¿podremos acabar con este abuso? Sólo espero que este comunicado sea un granito entre muchos otros, en una montaña de reclamaciones que logre defender nuestro derecho. El derecho a aparcar sin miedo.

Un informe para saber si una cuchilla corta

Por José Antonio Pozo Maqueda

F. G. Guerrero y Diego Crespo (EFE)

F. G. Guerrero y D. Crespo (EFE)

En la entrevista concedida por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el programa “Las mañanas de RNE”, a la pregunta del entrevistador de si pensaba retirar las vallas con cuchillas –concertinas– de Melilla contestó que dejaba abierta la posibilidad de quitarlas, pero que no sabía “exactamente si pueden producir daños a las personas. Tendremos que verlo, he pedido un informe”. O sea, que el señor presidente tiene que pedir un informe técnico para comprobar si una cuchilla corta o es un objeto inocuo. ¿Nos está tomando el pelo el presidente? ¿Estaba vacilando al entrevistador o, simplemente, su respuesta transluce un cinismo que tira para atrás? O, a lo mejor, el señor presidente piensa que una concertina es un instrumento musical, que los es, acepción esta que es la única que recoge el diccionario de la RAE.

 

 

 

Cuando maltratar es amar

Por Julio Ortega Fraile

«El torero Canales Rivera, condenado como responsable de un delito de maltrato animal por provocar a su caballo heridas sangrantes y profundas en el hocico con un artilugio de castigo». Ay, José Antonio, ¿cómo se atreven a condenarte?, tú y yo sabemos que lo has hecho por amor a tu caballo, ¿verdad, maestro? Como por amor le destrozas al toro músculos, nervios y venas con la puya, además de producirle daños respiratorios y neurológicos. Como por amor las banderillas se hunden allí donde poco antes escarbó la pica, acrecentando heridas, hemorragias y el terrible dolor del toro.

Como por amor lo atraviesas con el estoque perforándole el tórax y un pulmón, y, a veces, el hígado y la panza. Como por amor llegas a apuntillarlo ocho veces porque las siete anteriores no acertaste y no dobló las patas. Y eso tú, un profesional curtido en mil ruedos. Francisco Rivera y Canales RiveraComo por amor el toro llega a veces inmóvil, pero vivo, al desolladero. Como por amor tú sales a hombros y él a rastras.

Sí, seguro que el haberle colocado a tu caballo serretas vivas en su hocico fue porque lo amas con locura.

Hay padres, profesores, periodistas, políticos… que juran que eres un héroe, modelo a imitar para la infancia y juventud. Y como tal te ensalzan y ofrecen espacio, tiempo y dinero público. ¿Lo harán porque aman a los niños y a jóvenes? ¿Porque los aman como tú amas al toro y al caballo? Decía Sartre que la violencia, sea cual sea su forma, es un fracaso. Cuando encima se glorifica ejercida sobre inocentes es el más canalla de los actos. Y no, no hay amor; solo estupidez, cobardía y crueldad. Y muchísimo cinismo.