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El primitivo videojuego de Twin Peaks que nunca existió

El supuesto cartucho para Atari 2600 del videojuego 'Black Lodge'

El supuesto cartucho para Atari 2600 del videojuego ‘Black Lodge’

«¡Un día en el FBI nunca había sido así antes! Eres el Agente Especial Dale Cooper y te has encontrado atrapado en la Logia Negra, un lugar surreal y peligroso entre mundos. Intentes lo que intentes, no pareces poder encontrar nada salvo la misma habitación y el mismo pasillo, no importa a dónde gires».

Así comienza la sinopsis que encabeza el libro de instrucciones del misterioso juego de consola. Black Lodge (Logia Negra) es el videojuego de Twin Peaks para Atari que nunca existió y está diseñado a partir de las características técnicas y estéticas de los juegos de la Atari 2600.

Comercializada por primera vez en 1977 y consolidada a lo largo de los años ochenta, fue la primera en tener cartuchos intercambiables y arrasó en el mercado europeo y estadounidense permaneciendo en venta durante 14 años, creando una legión de fans que aún hoy suspiran por las estética primitiva de aquellas aventuras sencillas pero efectivas.

El juego de 2011 es obra de Jak Locke, fan de los videojuegos arcade, e imita las características técnicas de los juegos de Atari. El escenario es uno de los más sugerentes de la historia de la televisión: la Logia Negra y la Habitación Roja forman parte del universo de Twin Peaks, la serie creada por David Lynch, emitida entre 1990 y 1991, que comienza con el descubrimiento del cadáver de Laura Palmer.

Locke reproduce, con la limitación tecnológica de la consola, el submundo que el Agente Especial Dale Cooper visita en sueños en varias ocasiones y en el que pasa casi 20 minutos durante el último capítulo de la serie. El autor ofrece la descarga gratuita del juego para PC y Mac y adjunta en formato pdf un libro de instrucciones de obligada lectura para poder manejar al protagonista en su misión.

Cooper debe escapar de su doble maligno, que comienza a perseguirlo sin descanso por el monótono laberinto de estancias delimitadas siempre por el telón rojo. Debe ganar puntos evadiendo a varios enemigos y en el recorrido encuentra entre otros al enano bailarín, a Laura Palmer (que puede paralizar con sus chillidos a Cooper), a Leland Palmer, a varios buhos, a un caballo blanco e incluso al temible Bob.

Helena Celdrán

'Black Lodge'

'Black Lodge'

Black Lodge

Viñetas y animaciones de hombrecillos ‘atrapados’ en la tecnología

Hechos con pocos trazos y con un infinito blanco como fondo, los dibujos de Vincent Broquaire (1986) son preguntas abiertas al espectador.

El artista y diseñador de Estrasburgo (Francia) se permite simplificar el mundo, reducirlo a algo cercano a la nada y zambullir a los hombrecillos de sus viñetas en situaciones de ligera confusión.

Muchas de sus pequeñas creaciones tienen que ver con la mecánica y muchas otras con el lenguaje estéril de la informática: la dinámica de los buscadores de Internet, los comandos y los mensajes a los que nos enfrentamos a diario y forman ya parte de nuestra silenciosa rutina.

'Search something'-  Vincent Broquaire

‘Search something’- Vincent Broquaire

Los personajes de Broquaire viven con un pie en la realidad virtual: tienen que esperar a que la carretera se cargue para seguir conduciendo, rebuscan en el recuadro blanco de un navegador como si se tratara de un baúl desordenado, son capaces de regular la intensidad de su vida en un menú de navegación como si se tratara de la luminosidad de un monitor de ordenador.

En las animaciones (de no más de un par de minutos de duración) experimenta con el movimiento para descubrir esa rutina, con sonidos de ambiente y movimientos pausados de los hombrecillos, que se limitan a realizar tareas entre absurdas y cotidianas. El conductor de una pequeña grúa arrastra la barra de progreso de un vídeo. Un operario vacía un estanque con un botón, se mete en la tierra seca y recoge tres peces; cuando termina con su tarea automática vuelve a llenar el estanque accionando otro mecanismo.

«Trato de encontrar soluciones para problemas que no existen, como si fuera un inventor», dice Vincent Broquaire en una entrevista en la publicación francesa ARTE Creative. «A veces, los inventos resultan ser absurdos o inútiles, pero revelan algo sobre el comportamiento y el funcionamiento de una sociedad».

Helena Celdrán

'Mirror' - Vincent Broquaire

‘Mirror’ – Vincent Broquaire

'Stats' - Vincent Broquaire

‘Stats’ – Vincent Broquaire

'Drawing exit' - Vincent Broquaire

‘Drawing exit’ – Vincent Broquaire

La hermana de Zuckerberg alerta de la adicción a Internet con un libro para niños

«La tecnología ha cambiado virtualmente cada parte de nuestras vidas: cómo nos relacionamos con los amigos y la familia; cómo criamos a nuestros hijos, cómo anunciamos las noticias más importantes (…). Para nuestra sociedad, esto es como el Salvaje Oeste. Las reglas sociales y la etiqueta están cambiando constantemente mientras nos acostumbramos a vivir con smartphones«, declara Randi Zuckerberg, hermana del creador de Facebook Mark Zuckerberg, que siente cómo ha recuperado el control de su vida tras desengancharse de la red social.

La hermana del creador de Facebook se fue de la empresa —en la que dirigía el departamento de mercadotecnia— tras una baja por maternidad en 2011 y fundó después el grupo Zuckerberg Media, al que pertenece Dot complicated (Punto complicado, en referencia al punto que separa el nombre de la página de la extensión): una web realizada por mujeres, con novedades y artículos relacionados con el modo en que enfrentamos la tecnología, cómo modifica nuestra vida y cómo podemos utilizarla de modo inteligente.

Portada de 'Dot', el libro infantil de Randi Zuckerberg

Portada de ‘Dot’, el libro infantil de Randi Zuckerberg

Concienciada de la excesiva influencia de Internet sobre los niños desde muy pequeños (su hija tiene dos años y ya ha empezado a entrar en contacto con la Red) la empresaria se inicia ahora como escritora de cuentos infantiles con Dot, un libro pensado para niños de 4 a 8 años —con cándidos dibujos del ilustrador inglés Joe Berger y que publicará en los EE UU la editorial HarperCollins el 5 de noviembre— que narra la historia de una niña «obsesionada con sus dispositivos electrónicos«.

Dot apenas separa la mirada de la pantalla y juega siempre con su tableta o con el portátil. «Pero hay vida más allá de la pantalla. Todos necesitamos tiempo para reiniciar, recargarnos y reanudar», dice la voz en off de la animación que presenta el libro.

Para escribir el cuento, habló «con padres de todo el mundo» y descubrió que, aunque la tecnología es una herramienta «que nos facilita la vida y nos ayuda a mantenernos conectados» hay muchos padres con dudas sobre «cómo criar a sus hijos en esta nueva era digital».

Randi Zuckerberg

Randi Zuckerberg

Desde que dejó la empresa de su hermano, Zuckerberg alerta del peligroso enganche que podemos sufrir utilizando las redes sociales en exceso.

En la carta de presentación de su página web se define como una exadicta a Facebook: en la red social anunció su compromiso, publicó las fotos de su boda, anunció su embarazo, fue «esa madre que no para de colgar fotos del bebé»… «Incluso hice que una foto familiar se convirtiera en viral durante las vacaciones. ¡Uy!», dice en referencia a las «confusas» normas de privacidad que provocaron que compartiera una imagen privada con 40.000 personas.

Confiesa que en esa excesiva confianza en Internet hubiera estado bien «tener a alguien» que la alertara de su comportamiento. «Un amigo que me dijera ‘Randi, sentarte junto a tu marido en el sofá cuando los dos estais con el portátil no cuenta como tiempo dedicado a tu pareja’ o ‘¿No crees que pedir amistad en Facebook a alguien a los cinco minutos de conocerlo parece un POCO desesperado?’ o ‘¿REALMENTE querías poner eso en Twitter?».

Sin caer en la dura crítica, pero sí abriendo una puerta a la reflexión, Zuckerberg intenta ahora hacer llegar el mensaje a los niños para que no se pierdan la infancia mientras navegan por Internet.

Helena Celdrán

¿Dejarías que un desconocido manipulara tu foto de perfil de Facebook?

Cuatro fotos de perfil 'versionadas' en 'Selfless Portraits'

«Únete a extraños de todo el mundo dibujándose unos a otros las fotos de perfil de Facebook». Selfless Portraits (Retratos desinteresados) es un proyecto en el que cualquiera que tenga cuenta en la red social puede participar.

La foto enviada será recibida por otro usuario para que la versione como desee: con una pintura, una versión libre, un retoque fotográfico, la imagen de un dibujo animado que se parezca al modelo original… Para completar el proceso, el emisor de la foto recibirá otra imagen y deberá hacer lo mismo.

Sus creadores —los artistas y publicistas estadounidenses Ivan Cash y Jeff Greenspan— definen la iniciativa como «un proyecto de colaboración artística» para «crear un puente de unión que cubra el hueco entre la tecnología y la humanidad«. Todos los usuarios se ven las caras con detenimiento, estudian a la persona, la asocian a un nombre y dedican tiempo a interpretarla en un pequeño testimonio gráfico. El proceso, según Cash y Greenspan «fomenta gestos pequeños y creativos entre extraños de todo el planeta».

Amarildo de Sao Paulo (Brasil) convertido en el tatuaje de Joey de California (EEUU)

Amarildo de Sao Paulo (Brasil) convertido en el tatuaje de Joey de California (EEUU)

La galería de la página da la posibilidad de ver las aportaciones filtradas para primar las más recientes y las más populares. Además, el buscador permite clasificar las parejas de imágenes según la procedencia del modelo y del artista. El vistazo se convierte rápidamente en adictivo al contemplar versiones espontáneas e inesperadas: hay caricaturas rápidas, obras abstractas, imágenes saturadas de luz o con filtros de Photoshop, garabatos inseguros pero bien intencionados.

Entre las versiones más sorprendentes hay una que destaca por su excentricidad. Se trata del retrato de Amarildo de Sao Paulo (Brasil), con gafas de sol y un cigarrillo en la boca mirando a la cámara de brazos cruzados. Ni en sus sueños más locos imaginó que su rostro terminaría tatuado en la nalga izquierda del californiano Joey Jordan.

Sucedió el 28 de agosto. Jordan decidió que la foto que recibiera sería la que se tatuaría. Confesó su intención a Ivan Cash, que documentó en este vídeo el proceso en San Francisco (California- EE UU). «Me llamo Joey Jordan, tengo 24 años. Hoy me tatuaré en el culo a un desconocido seleccionado al azar», declaró el protagonista. «Creo que Amarildo realmente se asombrará. Pienso que él no tenía ni idea de que esto fuera tan siquiera una opción».

Helena Celdrán

Fabian (Baden-Württenbeg, Alemania) retratado por 'Chapusón' (Galicia)

Fabian (Baden-Württenbeg, Alemania) retratado por ‘Chapusón’ (Galicia)

Giselle de Pernambuco (Brasil) retratada por Tamara de California (EE UU)

Giselle de Pernambuco (Brasil) retratada por Tamara de California (EE UU)

Luna (Viena, Austria) retratada por Viv (Victoria, Austalia)

Luna (Viena, Austria) retratada por Viv (Victoria, Austalia)

Ian de Escocia y el dibujo animado que escogió para él Minas, de Gerais (Brasil)

Ian de Escocia y el dibujo animado que escogió para él Minas, de Gerais (Brasil)

Aayusha (Maharashtra, India) y una amiga retratadas por Armada (Lisboa, Portugal)

Aayusha (Maharashtra, India) y una amiga retratadas por Armada (Lisboa, Portugal)

Ikerne del País Vasco retratada por Mickelle de Míchigan (EE UU)

Ikerne del País Vasco retratada por Mickelle de Míchigan (EE UU)

Kim de Singapur retratada por Shaun de California (EEUU)

Kim de Singapur retratada por Shaun de California (EEUU)

Danilo (Sao Paulo, Brasil) retratado por Paula (Nueva Jersey, EE UU)

Danilo (Sao Paulo, Brasil) retratado por Paula (Nueva Jersey, EE UU)

Fanzines que proclamaban hace 50 años el ‘software radical’ y la ‘inteligencia global’

Power to the People: The Graphic Design of the Radical Press and the Rise of the Counter-Culture, 1964–1974

Power to the People

Algunos de los dramáticos números de Internet —60 millones de blogs en WordPress, 88 millones en Tumblr, 200 millones de usuarios mensuales de Twitter…— pueden cegar la razón. Con la vanagloria habitual que ronda en los círculos de intolerantes e-apasionados —que casi siempre hurtan el dato clave: Internet sigue siendo un producto de élites privilegiadas, sólo al alcance del 34% de la población del mundo—, he leído y escuchado con frecuencia, por ejemplo, que la edición ha sido reinventada gracias a las herramientas digitales y la publicación online.

Los augures de la pax electrónica parecen haberlo parido todo y trazan una frontera histórica entre el presente online y el pasado desenchufado. Nada analógico, o casi nada, merece la pena porque ha sido superado y es casposo. Si no usas un hashtag, al parecer, suprema fórmula revolucionaria, eres un carcamal.

El libro Power to the People: The Graphic Design of the Radical Press and the Rise of the Counter-Culture, 1964–1974 (El poder para el pueblo: el diseño gráfico de la prensa radical y el nacimiento de la contracultura, 1964-1974) es una buena cura contra la altivez. Recién editado por The University of Chicago Press, el volumen [268 páginas y un PVP de 45 dólares o 29 libras esterlinas, por ahora no hay edición en la eurozona] está producido por el profesor de diseño Geoff Kaplan y tiene más de 700 reproducciones de una selección de los fanzines autoeditados hace medio siglo en la pasmosa oleada de creatividad, disidencia y conciencia que llegó de la mano de la contracultura.

Empujados por una revolución tecnológica —el adjetivo tampoco es privativo de Internet pese a que hayan casado ambos términos sin derecho a divorcio—, la de los baratos y sencillos sistemas de impresión basados en el ófset y sus derivaciones caseras, individuos y colectivos de París, San Francisco, Praga, México, Chicago y otras ciudades occidentales pusieron en la calle medios de comunicación libres, sin publicidad, de líneas editoriales valientes y basados en la lucha contra los derechos de autor —tampoco esta añeja batalla la iniciaron los hijos del 2.0, como gustan de afirmar sus más redichos portavoces—.

Eran efímeros porque no pretendían la quimera de la permanencia; locos porque no cultivaban la arrogancia de la especialización; periodísticos porque revelaban lo que estaba pasando y los medios cercanos al estatus no contaban; gratuitos (o casi) porque el dinero no entraba en la ecuación; idealistas porque sólo alimentándose de sueño se puede sobrevivir… La década que presenta el libro debe ser entendida como la edad de oro de la autoedición: nunca hubo tanto y tan suculento sobre el enlosado de las calles.

Oz número 1, febrero, 1967

Oz número 1, febrero, 1967

Algunos de los periódicos underground de los que se ocupa el libro son sobradamente conocidos. Por ejemplo, la modernísima revista australiana Oz, editada a partir de 1967 [hay un archivo en línea con algunas cubiertas digitalizadas], el San Francisco Oracle de los hippies o el furioso (con motivos sobrados) Black Panther Party Paper de los activistas negros más radicales.

Pero otras publicaciones llaman la atención por lo que suponen de lección de historia que contradice la prepotencia internetera.

Whole Earth Catalog, editado entre 1968 y 1972 reseñaba productos alternativos y herramientas, desde ropa hasta instrumental técnico o práctico, para facilitar la independencia individual: la línea editorial estaba basada en «el poder individual para definir la educación, encontrar la inspiración, constuir nuestro propio ambiente y compartir nuestras aventuras».

Radical Software apareció tres veces al año entre 1970 y 1974 (alguno de los ejemplares tenía ¡120 páginas!), se dividía en secciones como Feedback, Random Access, Hardware y Software y promovía la creación, mediante los computadores y la vídeo guerrilla, de una red de «inteligencia global».

Como ven, todo lo que está aquí hoy ya estaba aquí ayer. Quizá con una significativa diferencia: los fanzineros de los sesenta y setenta no pagaban cuota mensual a una megacorporación telefónica ni llevaban en el bolsillo un artilugio fabricado por Apple.

Ánxel Grove

«Amigo no encontrado»: cuando las máquinas son crueles

"Nada que hacer"- "No se pudo encontrar ejemplo de redención" - "la libertad no existe"

«Nada que hacer»- «No se pudo encontrar ejemplo de redención» – «Problemas abriendo editor. Razón: la libertad no existe»

A veces el perfil de una red social, el sistema operativo de tu ordenador o el rótulo electrónico de una autopista de peaje se vuelven existenciales o siniestros sin pretenderlo y comunican mensajes que unen con maestría la condición automática de la máquina con una posible segunda lectura maquiavélica que parece atacarte personalmente.

«Nada que hacer», dice el mensaje de error de descompresión de archivos. «Ninguno de tus amigos puede escucharte», repite la interfaz de un juego en línea. «Teclea un nombre», exige Facebook sobre la foto de uno de los cadáveres ensangrentados de la ilustración de un manuscrito medieval.

Screenshots of Despair (algo así como Capturas de pantalla de desesperación) es un microblog de Tumblr que recopila mensajes de sistemas operativos de ordenadores y otras máquinas que —tal vez sin quererlo, quién sabe— son capaces de causar reacciones perturbadoras en el ser humano.

«Es un blog sobre el espacio que hay entre la gente y las máquinas. También sobre el aislamiento, un poco. También de humor», dice Josh Kimball, creador del blog y (no por casualidad) director ejecutivo de una empresa dedicada a estudios de mercado que sondea el grado de satisfacción del usuario.

Entre los anuncios recopilados, hay muchos referidos a la falta de amigos que, depende de en qué momento se lean, pueden resultar cómicos o extrañamente trascendentales: «Ahora mismo no tienes fans». «Amigo no encontrado». «Cero amigos te dieron cero dólares». «Lo sentimos. Somos incapaces de encontrar el tipo de persona adecuada para ti». Otros, más tétricos, se pueden interpretar como un comentario sobre el cercanoa final de la existencia o su palpable inutilidad: «No hay nada que guardar». «Sustituir toner negro pronto. Vida casi acabada». «Tu tiempo para decidir ha terminado. Pulsa enter para continuar». «¿Quieres eliminar este mundo?».

Helena Celdrán

"Teclea un nombre"

«Teclea un nombre»

'¿Estás seguro de que la gente te reconocerá en esta foto? No parece haber una cara'

‘¿Estás seguro de que la gente te reconocerá en esta foto? No parece haber una cara’

'No puedes cambiar de habilidad porque sólo tienes una'

‘No puedes cambiar de habilidad porque sólo tienes una’

'Ninguno de tus amigos puede escucharte'

‘Ninguno de tus amigos puede escucharte’

'Encontrar amigos. Ningún amigo'

‘Encontrar amigos. Ningún amigo’

Las ilustraciones más extravagantes de los manuscritos medievales y renacentistas

Ilustración de 'Livre de la Vigne nostre Seigneur'. Manuscrito francés fechado entre 1450 y 1470

Ilustración de ‘Livre de la Vigne nostre Seigneur’, manuscrito francés fechado entre 1450 y 1470.

Exhiben su minuciosa belleza en códices y pliegos de pergamino y papel. Permanecer encerrados en monasterios y palacios ha permitido a buena parte de los manuscritos iluminados de la Edad Media y del Renacimiento conservar en un asombroso estado los colores y las escenas al completo. Comenzaron siendo obra exclusiva de los monjes, pero con el tiempo la creciente demanda de las ilustraciones convirtió los manuscritos en negocio y grupos enteros de artesanos se encargaron de las cuidadas ediciones no sólo de textos religiosos, sino de crónicas y obras literarias seculares.

Tendemos a pensar en el arte de los manuscritos como obras limitadas a representar escenas bíblicas o de caballeros andantes, con personajes algo inexpresivos y de un lenguaje corporal artificial, pero la larga tradición artística y la diversa procedencia de las ilustraciones (todos los países de Europa las utilizaron como medio de comunicación visual al igual que las esculturas y los relieves de las catedrales) convierten el género en una manifestación visual rica y con inesperadas ramificaciones.

Discarded image|discarding images (Imagen desechada|desechando imágenes) es una sorpresa que barre las ideas preconcebidas sobre el manuscrito medieval y renacentista como aburrido, hierático y pobre en comparación con el arte posterior. El microblog de la plataforma Tumblr reúne desde febrero de 2012 inusuales detalles extraidos de ilustraciones que acompañan a textos de los siglos IX al XVI como el excelso Roman d’Alexandre (1338-1344) belga o el Gorleston Psalter inglés, célebre por los motivos de animales realizados en los márgenes.

A veces no son más que mínimas aportaciones a la compleja ornamentación de una página. El autor (anónimo) explota el carácter cómico, terorrífico y extraordinario de los motivos. Además de las comunes representaciones de la muerte o de las criaturas demoniacas que acechan al fiel, hay parejas desnudas en la cama, descuartizamientos, ollas infernales llenas de cléricos y nobles, una rata llevando un pájaro atado con un cordel y cabalgando sobre un gato, castillos construidos sobre elefantes, un ser humano ataviado con una capa roja e incubando un montón de huevos, un grupo de cuatro monos bebiendo vino…

Helena Celdrán

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Ilustración del manuscrito suizo 'De interioribus hominis Aurora consurgens', St. Gallen. Siglo XV.

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Un videoclip que busca la colaboración del ratón de tu ordenador

«Después de 50 años apuntando y clicando, celebramos la cercana desaparición del cursor del ordenador con un vídeo musical en constante cambio en el que todos nuestros cursores pueden contemplarse al mismo tiempo por última vez», dicen los componentes del grupo musical holandés Light Light. Convencidos de que pronto no habrá más que pantallas táctiles, han querido rendir homenaje al ratón, la herramienta que consiguió establecer un contacto directo entre el ser humano y la máquina. el extraño vínculo entre la pantalla y nuestro brazo derecho.

El vídeo Do Not Touch —dirigido por el estudio de diseño Moniker— corresponde a la canción Kilo y presenta a la recién fundada banda de Amsterdam, formada con músicos de zZz y Saelors, dos pequeños grupos que han decidido aunar sus estilos para iniciar una nueva carrera. Light Light ha dado en el clavo con un sencillísimo pero imaginativo clip que se ha convertido en fenómeno de Internet.

La grabación comienza automáticamente al abrir el dominio donottouch.org. Sin avisos ni normas, el usuario está invitado a pasear el cursor por la parte de la pantalla que crea más conveniente y a la vez puede ver los cursores de quienes se han sometido al mismo experimento antes.

El mar de flechas blancas y negras compone un enjambre que pronto reacciona ante las figuras que aparecen en el videoclip: un mapa del mundo pregunta a dónde te gustaría viajar, las formas geométricas invitan al dueño del ratón a seguirlas… La marea de punteros actúa con picaresca cuando aparece una figura humana, pero también con ingenio cuando se trata de completar una escena. Mientras tanto, la canción ya se ha metido en tu cerebro.

Helena Celdrán

Buscan financiación para un videojuego ‘retro’ sobre disturbios callejeros

Dos de las imágenes del videojuego 'Riot'

Dos de las imágenes de ‘Riot’

«Mientras la crisis económica avanza, el descontento de la población al completo no puede mas que terminar en disturbios, donde el sonido de muchas voces se oyen a la vez».

Un pequeño equipo de informáticos italianos intenta estos días encontrar financiación para Riot (Disturbio), un videojuego basado en las revueltas callejeras de Italia, Grecia, Egipto «y posiblemente muchos otros lugares del mundo».

El simulador para PC, Mac, iOS, Android y OUYA con función multijugador ofrecería a cada participante la posibilidad de ser manifestante y también policía, vivir y ejercer la opresión. Los desarrolladores buscan financiación en Indiegogo —un portal de recaudación de dinero— y a 19 días de que finalice el plazo ya han conseguido 10.700 dólares (unos 8.180 euros) de los 15.000 (11.465 euros) que piden.

Con una estética basada en los videojuegos de 8 bits de los años ochenta y un logotipo que reproduce una de las obras de arte callejero de Banksy, el potencial proyecto se creará (según sus autores) con documentación, experiencias y testimonios de enfrentamientos reales «intentando representar a las dos partes del enfrentamiento de manera imparcial, con objetividad y hechos», «mostrando los aspectos morales de ambas partes». Leonard Menchiari, director de Riot, declara que el proyecto nació de su necesidad de contar lo que sucede en los disturbios tras «experimentar esta forma de protesta en persona» en varias ocasiones.

Manifestante de 'Riot'

Manifestante de ‘Riot’

En las imágenes promocionales que ofrece la página web del juego, los gráficos desfasados contrastan con la actualidad de los acontecimientos. Los píxeles ilustran caras ocultas tras un pañuelo, fuego y coches destrozados. Tan solo una captura descubre una manifestación pacífica, lo que le da al proyecto un toque efectista que pone en duda la supuesta objetividad que pretenden transmitir y comparar de manera peligrosa al manifestante y al alborotador. Habrá que esperar al juego para ver con detalle la reacción de los antidisturbios.

Helena Celdrán

Un fallo de Flickr dejó al aire fotos privadas durante 20 días

Correo de Brett Wayn

Correo de Brett Wayn

Acabo de recibir un correo de uno de los vicepresidentes de Flickr. El señor Brett Wayn, a quien no tengo el gusto y, estoy seguro, le importo un carajo, me comunica mediante el mail interno de la veterana comunidad fotográfica del grupo Yahoo que mis fotos marcadas como privadas estuvieron a la vista de cualquier internauta entre el 18 de enero y el 7 de febrero.

Como siempre que los amos del 2.0 cometen un desliz la culpa es achacada al culpable más fácil —por inasible—: un «software bug» (fallo de programa informático).

El asunto tiene tela. Flickr, un servicio con 51 millones de usuarios registrados, 80 millones de visitantes únicos y más de 6.000 millones de fotos alojadas (una cifra importante pese a estar muy lejos de los 100.000 millones de imágenes, de otra calaña, es verdad, que almacena Facebook), me cobra una cuota anual (barata, menos de 25 dólares, pero con plena validez jurídica como contrato de servicios y obligaciones) a cambio de la cual me permite guardar fotos sin límite de espacio virtual. Ese es el uso prioritario que me interesa: un cajón donde depositar las imágenes con determinadas claves que le vienen bien a mi mala memoria —fecha, geotag, motivo…—.

El 'organizr' de mi cuenta

El ‘organizr’ de mi cuenta

En estos momentos tengo en mi cuenta, que abrí en diciembre de 2004, antes de que Flickr fuese comprada por Yahoo en uno de los grandes pelotazos de la era de Internet, 5.038 fotografías, pero solamente 28 son públicas. No me interesa que las demás estén al aire. El fallo de la compañía ha puesto mis 5.010 fotos marcadas como privadas en circulación, durante veinte días, en el cotilla y curioso hasta la grosería mundo de la red. Desde luego, las imágenes también han entrado en los rastreos de los motores de búsqueda, como el señor Wayn me comunica en su tan educado como inútil correo.

El clamoroso descuido de la empresa hacia sus clientes —Flickr no ha informado públicamente del problema, ni tampoco ha cuantificado el número de cuentas afectadas aunque los foros internos del servicio revientan con las protestas individuales— sólo me ha dañado como cualquier incumplimiento de contrato podría hacerlo (y tengo derecho a un resarcimiento económico por un fallo en la prestación de un servicio), pero la anomalía seguramente ha tenido efectos mucho más perniciosos para aquellos usuarios que tuviesen marcadas como privadas fotos íntimas, personales, delicadas o, sencillamente, dañinas o dolorosas para terceros.

Captura del blog de Flickr

Captura del blog de Flickr

Con los nervios de punta, a los responsables de la comunidad fotográfica —ya expliqué en el blog mi impresión: Flickr se ha verbenizado y convertido en un inmenso gimnasio para ejercer la egolatría y no la fotografía— no se les ocurrió otra cosa en plena crisis que marcar como privadas todas las fotos de las cuentas afectadas. Con el movimiento espasmódico convirtieron el garajal en garajal y medio: los enlaces en blogs o webs a fotos que antes eran públicas se rompieron para convertirse en caminos hacia el oops, foto no disponible.

«Estamos profundamente apenados porque esto haya ocurrido. Como ávido usuario de Flickr, estoy personalmente comprometido en asegurar que sus recuerdos están seguros. Nuestro equipo ha trabajado duro para ganar su confianza y nos lo tomamos muy en serio. Hemos puesto en marcha una serie de medidas adicionales para evitar que esto vuelva a suceder», me dice Wyan.

Señor Wyan, no le creo. Me parece que le sigo importando un carajo.

Ánxel Grove