Entradas etiquetadas como ‘Top Secret’

Desclasifican y digitalizan filmaciones de pruebas atómicas de los EE UU

Con el tam-tam atómico sonando de nuevo y los monstruos del pasado reapareciendo en la psique colectiva, nos muestran una parte de lo que hasta ahora habían escondido: filmaciones de algunas de las 210 pruebas nucleares realizadas por los EE UU entre 1945 y 1962. Han sido desclasificadas por mediación del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL, en las siglas inglesas), una institución de propiedad mixta, pública y privada, cuya sede californiana vista desde el aire parece una pacífica ciudad suburbana, tiene casi seis mil empleados, un presupuesto anual de 1.500 millones de dólares y un objetivo basado en una paradoja absoluta: garantizar la seguridad de las armas nucleares.

En medio de la crisis entre los EE UU y Corea del Norte, la gente del laboratorio —con un accionariado que mete un poco de miedo (Bechtel, BWX Technologies, AECOM y otras consultoras de ingeniería con poder y sin escrúpulos) y en el que no sería difícil imaginar a hombres que fuman y se mueven en helicópteros pintados de negro y sin matrícula— nos regala la «desclasificación» de unas 500 filmaciones de detonaciones nucleares.

Lee el resto de la entrada »

¿Quieres que el MoMA te enseñe a pintar como Pollock, Rothko, De Kooning…?

Algunas de las obras que serán analizadas en el curso en línea del MoMA © MoMA

Algunas de las obras que serán analizadas en el curso en línea del MoMA © MoMA

Dediquen un momento a las seis obras de arte del mosaico que abre la entrada.

Desde arriba a la izquierda y en el sentido de las agujas del reloj, Númber 107, de Ad Reinhardt, una textura de fosforescencia blanco y aspecto de pared de ladrillo; White Light, uno de los últimos cuadros de Jackson Pollock, que habló del «peligroso glamour» de la pieza; No. 10, en el que Mark Rothko dio un paso más en la pretensión de «eliminar todos los obstáculos entre la idea y el cuadro»; Vir Heroicus Sublimis, de Barnett Newman, donde el pintor deseaba compomer un paisaje legendario para una época sin dioses ni creencias; Excavation, una de las marañas de Willem de Kooning, y Friendship, de Agnes Martin, que, como es habitual, traza una red articulada para alcanzar el zen de vacía tranquilidad del minimalismo.

¿Le apetece pintar así? ¿Siente la llamada de la abstraccción pura y libre? ¿Considera, como Kandinski, que el color es un medio para llegar al alma y ninguna otra pretensión debe tener el arte? ¿Opina, como añadió Pollock, cansado de dar explicaciones, que «la pintura abstracta es… abstracta»?

¿Es usted uno de esos que, ante una brutal mancha o una trama informe e infinita, opina, con bastante suficiencia y aún más tontería, que eso lo puede pintar su hijo de seis años?

El Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, templo primario de la abstracción, le puede ayudar.

Lee el resto de la entrada »

¿Es posible contactar con el operador de una cámara de videovigilancia?

La pantalla para transmitir mensajes al operador de la videocámara - 'Finding the operator', Diego Trujillo

La pantalla para transmitir mensajes al operador de la videocámara – ‘Finding the operator’, Diego Trujillo

En la sociedad de la paranoia constante, las cámaras de videovigilancia son un gran negocio. Según datos de 2014, en el mundo hay 245 millones de ingenios de observación instalados y manejados profesionalmente —no entran en el cómputo, por tanto, los sistemas privados—, el 65% de ellos en Asia, donde el crecimiento estrafalario de la economía basada en el modelo comunista-capitalista —lo mejor de ambos mundos— ha conseguido que el país esté barrido por los ojos electrónicos y que la vida diaria pueda ser un show de telerrealidad.

La situación es similar en los EE UU —donde las expectativas eran de dimensiones enormes en 2016: 62 millones de cámaras— y en el Reino Unido, con 1,85 millones, una cifra que tiene más impacto si consideramos que el reparto por cabeza es de una cámara por cada 14 ciudadanos. Nadie se queda fuera de la foto porque todos entran en el plano.

Algunas ciudades, el ejemplo extremo es Londres, donde se estima que hay unas 400.000 unidades de CCTV (por las siglas en inglés de cámaras de televisión en circuito cerrado), están plagadas de cámaras, que han sido objeto de bastantes pillerías, algunas tan divertidas como la del colectivo de hackers ¡Bitnik, que semanas antes de los Juegos Olímpicos de 2012, cuando la capital era terreno de patrullaje invasivo y grosero, se dedicó a demostrar lo fácil que resulta interferir y anular los modelos de e-patrullaje.

El Ajedrez de la Vigilancia, una acción de los activistas, logró hacerse con el control de los sistemas de varias estaciones de metro, convirtiendo las pantallas en tableros de ajedrez informático y retando al operador a una partida. Para que no cupiese duda del carácter reivindicativo del hackeo, el último pantallazo mostraba el número de móvil del pirata informático.

Pero no siempre resulta tan fácil dar con la persona tras el artefacto.

Lee el resto de la entrada »

Reconstruyen el robot Eric, una estrella de fama mundial en 1928

Eric the robot © The Board of Trustees of the Science Museum

Eric the robot © The Board of Trustees of the Science Museum

El robot de la foto se llama Eric y nació en 1928, menos de una década después de que la palabra robot fuese acuñada por los hermanos checoslovacos Karel y Josef Čapek —la inventó el segundo, pero la usó por primera vez Karel, genial escritor de ciencia ficción distópica, en la obra de teatro R.U.R., siglas en checho para Robots Universales Rossum—.

Los robots, pese a que la palabra tiene menos de un siglo de edad, son bastante más antiguos, ya que se trata de una prolongación moderna de los autómatas milenarios, los pájaros mecánicos chinos y los alquímicos gólem. En este artículo almacenado en el Internet Archive se presenta un buen resumen de la historia de la robótica moderna.

Fabricado por el capitán William Richards y Albert Herbert Reffell, dos veteranos de la I Guerra Mundial metidos a emprendedores, el robot Eric, el primero construido en el Reino Unido y uno de los primeros de los que se tiene noticia en el mundo, alcanzó gran notoriedad en su tiempo. Controlado a distancia por una conexión inalámbrica, era capaz de ponerse en pie, mover los brazos y girar la cabeza. Fue presentado a bombo y platillo en un congreso de ingeniería industrial en Londres y sus padres lo pasearon luego por el mundo.

El único prototipo del robot se había perdido —no se conocen las circunstancias, aunque se ha manejado la idea de un cruél desmantelamiento para venderlo por piezas al chaterrero— y sólo se conservaba material de archivo, recortes de prensa que guardaban los herederos de Richards y Reffell.

Ahora Eric ha renacido.

Lee el resto de la entrada »

El ‘Louvre de los EE UU’, frente a la Casa Blanca ocupada por Trump, recuerda la clase de JFK

Izquierda, JFK y Jackie, 1953 [Foto: Jacques Lowe]. Al lado, Donald y Melania Trump, 2017 [Foto: EFE]

Izquierda, JFK y Jackie, 1953 [Foto: Jacques Lowe]. Al lado, Donald y Melania Trump, 2017 [Foto: EFE]

No es benigno prejuzgar según el aspecto o el donaire. El primero acaso esté condicionado por el saldo bancario y el segundo llega según la lotería de la genética. Cosa distinta, fácil y legal, es predetermninar a buenas personas o necios de acuerdo con el talante, la educación, la urbanidad, la civilidad, la gentileza, la cortesía, la tolerancia, la categoría moral o la humanidad, valores que no conocen distingo entre clases socioeconómicas, razas, religiones o apetencias sexuales, dado que son fruto de un proceso de germinación y aprendizaje para el que sólo hacen falta voluntad y bonhomía.

El museo más importante de los EE UU en volumen de obras, sedes e instalaciones —el Smithsonian, con cuarteles generales en Washington—, que también ocupa el primer puesto entre los de todo el mundo gracias a un complejo de 19 pinacotecas y media docena de centros de investigación, quiere comparar a las dos parejas del par de fotos de arriba, separadas por 64 años en el tiempo y por una galaxia en el donaire de los cuatro retratados: por un lado, John Fitzgerald Kennedy y Jacqueline Lee Bouvier —todavía no se habían casado cuando la imagen fue tomada— y, a la derecha, Donald Trump y su esposa, Melania.

Aunque no menciona la confrontación de manera directa, el Smithsonian Art Museum (SAAM), dedicado a arte estadounidense, acaba de anunciar una exposición de calado que no deja lugar a dudas sobre el enfrentamiento. American Visionary: John F. Kennedy’s Life and Times (Un visionario americano: la vida y la época de John F. Kennedy) conmemorará los cien años del nacimiento del expresidente asesinado y los «valores» que defendió durante su carrera política. Lee el resto de la entrada »

¿Se llevan bien los artistas plásticos y las portadas de discos?

El primer disco con portada de la historia © Alex Steinweiss - Taschen

El primer disco con portada de la historia © Alex Steinweiss – Taschen

Las carpetas discográficas son uno de los grandes soportes para el arte del siglo XX. Más agradecidas, por aquello del tamaño, cuando se trata de vinilos y en trance de desaparición física dado el avance de la música comercializada en forma de archivo de ordenador, líquida y sin forma, siguen siendo una carnada visual dificil de evitar cuando se trata de diseños imaginativos, valientes, procaces, rebeldes o complementarios hasta la perfección con la música que envuelven.

Las cubiertas de discos han tenido, en realidad, un muy pequeño recorrido: el primer disco de la historia envuelto tal como lo conocemos es el de la imagen de arriba. Fue editado en 1940 y, como una parábola, ha tenido más duración el diseño, que fue el primer paso para la jubilación de las groseras bolsas de estraza, que la música: una omitible selección de éxitos, Smash Song Hits, de Richard Rodgers y Lorenz Hart, interpretados por la Imperial Orchestra.

El diseñador fue un pionero, un muchacho de 23 años enamorado del cartelismo europeo de vanguardia, el modernismo y el art decó: Alex Steinweiss, el inventor de las portadas de discos.

Lee el resto de la entrada »

Una comuna hípster en una antigua base militar de los EE UU en Alemania

© Carlo Ratti Associati

© Carlo Ratti Associati

Cuatro mil habitantes en una antigua base militar de los EE UU en Alemania que será reconvertida en comuna.

No hay relación alguna con los ideales libertarios, de eliminación de la propiedad y amor libre de las comunas hippies de los años sesenta. Se trata de algo mucho más actual y con un target menos belicoso: el censo occidental de hípsters y techies, esa especie (tanto monta, se mimetizan) alimentada por una altísima autoestima, una bien repleta cuenta corriente y un ansia crédula por todo lo que suene a moda, esnobismo e ingenuidad 2.0.

El Patrick Henry Village, una propuesta del arquitecto italiano Carlo Ratti, pretende reconvertir y ocupar la base militar de los EE UU en los alrededores de Heildeberg, en el estado federado de Baden-Wurtemberg. La ciudad, universitaria, cultural y muy turística, desea ser una especie de sucursal europea de Silicon Valley y confía ciegamente en las bondades de la tecnología basada en la informática, las redes y el escamoteo de impuestos.

La base militar, montada en 1947, en plena postguerra mundial, permaneció activa hasta 2013, cuando los 13.000 militares ocupantes tuvieron que largarse por el desmantelamiento de las estructuras ya inoperantes basadas en la Guerra Fría. Mientras estuvo habitada era era como un pueblecito yanqui en miniatura: capillas católica y protestante, bares, tiendas, dos escuelas, gimnasio, bolera, biblioteca, minigolf

Ahora quieren hacer de ella «un centro de convivencia, cotrabajo y correalización, impulsado por una visión de cooperación e inclusión», según los promotores de la comuna.

Lee el resto de la entrada »

Venden la mejor colección de arte ‘underground’ de la URSS, reunida por una superviviente de Auschwitz

'Circus', 1969 - Oleg Tselkov - Cortesía: Sotheby's

‘Circus’, 1969 – Oleg Tselkov – Cortesía: Sotheby’s

Del arte underground (subterráneo) sabemos mucho en Occidente. Los creadores que alguna vez secundaron la estancia en los márgenes ajenos al sistema capitalista del mercadeo cultural son hoy, sobre todo los estadounidenses, figurar estelares. En las décadas de los años sesenta y setenta se atrevieron a ejercer la negativa a la absorción, jugaron con plantemientos rebeldes —la autoedición, la distribución de fanzines y cómix, la cartelería, las portadas de los discos de rock psicodélico, el desprecio por las plusvalías…— y sobrevivieron con mayor o menor fortuna, aunque, en ningún caso, poniendo la vida en peligro.

Del otro lado del Telón de Cero el asunto era más complejo, aunque también allí fermentó lo underground, al que algunos críticos llaman arte no conformista soviético, cuya presencia puede encontrarse entre 1953, tras la muerte de Stalin, y 1986, con la llegada de la perestroika. Los creadores de la URSS, oxigenados por el tímido pero creciente liberalismo que medró con la apertura iniciada en 1956 tras un discurso secreto —había voluntad de apertura pero no era el momento de abrir del todo las ventanas— del nuevo hombre fuerte del sistema, Nikita Khrushchev, quien en el vigésimo congreso del Partido Comunista dió por eliminado el culto a la personalidad estalinista y aseguró que los artistas no sufrirían repercusiones ni serían reprimidos aunque se apartasen del realismo socialista impuesto como estilo único hasta entonces.

La mejor colección del inmerecidamente poco conociodo arte underground de la URSS durante las siguientes más de tres décadas sale a la venta hoy en una subasta en Londres. Fue reunida por una superviviente como agradecimiento y honra a los soldados de la URSS que liberaron a los prisioneros del campo nazi de exterminio de Auschwitz, donde fueron gaseadas 1.100.000 personas.

Lee el resto de la entrada »

Deja que tus ojos sean un restaurante de lágrimas para insectos

Foto: Center for Genomic Gastronomy

Foto: Center for Genomic Gastronomy

El ojo de los seres humanos puede ser un restaurante de alta cocina para muchos tipos de insectos. Eso opinan los integrantes del Center for Genomic Gastronomy (Centro de Gastronomía Genómica), un colectivo de artistas  y científicos que desea funcionar como un think tank sobre biotecnología, biodiversidad y genómica para investigar polémicas relacionadas con la alimentación y buscar «fórmulas culinarias alternativas». Desean ejercer el derecho a «imaginar un futuro sistema alimentario más justo y hermoso».

El último proyecto del grupo es To Flavour Our Tears (Dar sabor a nuestras lágrimas), un «restaurante experimental» para «investigar las propiedades culinarias de las lágrimas» y compararlas con las necesidades alimenticias de los insectos y otros pequeños animales que se pueden alimentar de las secreciones de los seres humanos. La foto que abre esta entrada es de abejas amazónicas bebiendo líquido lacrimal de un investigador.

La lacrifagia —el acto de beber lágrimas— ha sido comprobada en las mariposas que se nutren de los líquidos excretados por los ojos de los cocodrilos. No está claro el motivo, pero, al parecer, los insectos buscan nutrientes como el sodio y aprovechan la pasividad de los grandes lagartos cuando están semiadormecidos para chupar y darse un atracón sin ser molestados.

Teorías parecidas explicarían un comportamiento similar en polillas que beben de los ojos de aves dormidas e incluso de mamíferos tan voluminosos como búfalos de agua. Se ha comprobado que las de la especie Calyptra eustrigata tienen algo de vámpiras: se alimentan de sangre humana mientras las víctimas duermen.

Si a algunos insectos les gustan nuestros fluidos y los necesitan para vivir, ¿podemos ponérselo más fácil para que, sin hacernos daño, se alimenten a su gusto?, se preguntan en el Centro de Gastronomía Genómica.

Lee el resto de la entrada »

Un abecedario sexual creado por un masón en la URSS en 1931

Sello de la URSS de 1981 para celebrar el centenario del nacimiento de Serge Merkurov

Sello de la URSS de 1981 para celebrar el centenario del nacimiento de Serguéi Merkúrov

El señor de honorable porte del sello de correos se llamaba Serguéi Dmítriyevich Merkúrov. Nació en 1881 en Alexándrapol, que ahora es Gyumri, una ciudad armenia muy cercana a Turquía, y murió en 1952 en Moscú.

Cargó toda su vida con la nacionalidad rusa, fue escultor monumentalista, nombrado Artista del Pueblo y miembro de la Academia de las Artes, dirigió el Museo Pushkin durante una temporada y se le consideraba el mejor escultor de mascaras postmórtem de la URSS, donde la permanencia del yeso era tan dogmática como la eternidad del alma católica. Merkúrov recibió el encargo de hacer las de Tolstoi, Lenin y su esposa, la deliciosamente malencarada Nadezhda Krúpskaya, Gorki y el poeta suicida Maiakovski.

El artista se llevaba bien con el aparato comunista aunque tuvo la necia malaventura de intentar regalar a Stalin una escultura titulada Muerte del líder. Envió un boceto del monumento al dictador y, claro, cayó en desgracia. Se salvó del gulag por los servicios prestados: no en vano es el artista del cuerpo estatuario más protéico del régimen: una figura de Lenin de 49 metros de altura, por ejemplo.

El camarada Merkúrov era experto en mantener secretos. Pocos sabían, por ejemplo, que pertenecía a una logia masónica o que, valiéndose de su puesto en el Museo Pushkin, había logrado salvar un monumento de mármol de Carrara dedicado a Catalina la Grande, que iba a ser cortado en pedazos por el régimen comunista, y enviarlo en secreto al Museo Nacional de Armenia en Ereván, donde permació oculto hasta que regresó a Rusia en 2006.

Pero el gran secreto del artista era otro. Podrán descrubrirlo tras el salto —y con la advertencia de que las imágenes son de alto voltaje erótico—.

Lee el resto de la entrada »