Archivo de marzo, 2018

Colorear el pasado es una forma de resurrección

El color separa a vivos y muertos. Opera como anillo y guardián del Hades, el inframundo. Si te fotografiaron en blanco y negro es muy posible que ya no existas.

Sabemos que aún no somos historia por el color, porque el presente brilla y el pasado es gris. El pigmento dibuja la vida y su ausencia, la muerte. Incluso el recuerdo termina licuando el arcoiris.

La imagen coloreada de una niña en Auschwitz ha recorrido el mundo porque de algún modo la han arrancado de ese pasado y devuelto al mundo sufriente.

El muro del Hades ha caído. Los espíritus transmiten sus mensajes.

 

Marina Amaral, experta colorista brasileña de fotografías históricas, ha obrado el milagro de Lázaro al vincular las líneas del tiempo y cambiar su flecha en una fotografía. Ahora esa niñita tratada con tanta crueldad es más presente que nunca.

Regresada del Hades, su materia ya disuelta goza de mayor consistencia; su dolor nos parece ordinario porque color y dolor se parecen. Vemos la enfermedad y su sumisión en un ángulo cotidiano y próximo. Se llamaba Czeslawa Kwoka. Era polaca y tenía 14 años. Fue asesinada mediante una inyección de fenol porque para ellos solo respondía al número 26.947. Lucía ese labio partido por la vara de un guardia impaciente. Se limpió las lágrimas, notó el destello fotográfico, y este calor le pareció más humano que sus carceleros. 

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La belleza olvidada en las basuras

Para que se dé la serendipia debe ocurrir un hecho casual, un encuentro inesperado que cobre el sentido de poderoso hallazgo. La calle está llena de objetos podríamos decir que serendípicos, afortunados descubrimientos en las basuras o cajas de cartón. El abandono no entiende el valor.

 

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La mayoría de nosotros pasamos de largo por nuestra condición -ya declinante- de nuevos ricos, por nuestro alzheimer de cazador-recolector. Pero algunos recorren las despojos de estas ciudades tan desprendidas sin otra pulsión que el placer de la exploración.

 

For scale.

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El artista y curador Micah Lexier cree que estos objetos encontrados en la calle son obras de arte y no desechos. Tú dices basura y él responde exposición. Es un coleccionista del azar, de piezas cotidianas y diseños de inusual belleza: imágenes, números, letras, formas, diagramas, empaques, juegos, cosas de la calle.

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Zehra Dogan está encarcelada por una pintura

Querida Zehra Dogan: Me cuesta pensar que en medio de esta oscuridad y retroceso vaya a aparecer la luz, que estemos en la madrugada como dicen, esperando el próximo amanecer, que será limpio, feliz y próspero. La madrugada es la parte más oscura de la noche pero siempre anuncia el día. Soy incapaz de imaginar, sin embargo, que las libertades civiles y los derechos humanos estén a punto de emerger de nuevo, porque está muy oscuro, Zehra, en casi todas partes, y puede que el Sol siga en huelga.

Llámame pesimista.

Desde el año 2001 nos sacude una resaca democrática global que está subvirtiendo los espacios: hace de las cárceles, por ejemplo, residencias de artistas, de los océanos, fosas comunes de desesperados. No es algo nuevo, pero sorprende. Hoy los ciudadanos no entran en ellas por robar una gallina como antaño, pero sí por cantar un rap –tenemos en España el caso de Valtonyc– o por pintar un cuadro, como te ha ocurrido a ti, Zehra Dogan, que has sido condenada a más de dos años de cárcel en Turquía – casi los mismos que el rapero en España- por esta pintura que consideran incriminatoria…

# Nusaybin

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El último mural de Banksy exigía tu liberación en la lejana Nueva York, y así lo contaron en 20 minutos. Organizaciones como Pen America consideran tu encarcelamiento «inaceptable».

 

De Turquía llevo un tiempo escuchando susurros de mazmorra. Denuncias a media voz. Ese país amigo de Europa que avanza hacia un modelo intrigante. Parece un embrión de posibles futuros, y no un feto mal formado por enfermedades del pasado: una democracia autoritaria -precioso oxímoron-, personalísima en la figura de su presidente electo, Tayyip Erdoğan, un gobierno de las purgas, donde los periodistas, jueces y profesores, terminan encarcelados. “Un alarmante indicador de la dirección que está tomando el país”, denuncian en la organización Human Rights Watch. Un buen amigo en un mundo donde las principales potencias- Rusia, China y EEUU- siguen el mismo patrón del líder fuerte que desprecia la carta de los derechos humanos.

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Diseña un nuevo pulgar para el ser humano

Su visión es explorar, expandir, hacer de la imperfección belleza, redefinir las posibilidades humanas.

Dani Clode cree que las prótesis tiene un futuro mejor, una meta que alcanzar más allá de suplir la nada que ha dejado el miembro fantasma, ese territorio de dolor, caída, necesidad y anhelo. Usa una impresora 3D para diseñar estos aparatos que aspiran al arte o a la creación de nuevas funciones para el cuerpo humano.

La artista, fotógrafa y diseñadora británica, ha creado, por ejemplo, El tercer pulgar, una prótesis controlada por bluetooth a través de los zapatos, y que actúa como un dedo añadido, facilitando a la mano el poder actuar con seis extremidades.

 

#thirdthumbproject #sneakpeak #rca2017 #designproducts

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‘Árboles humanos’ que nos observan gracias a proyecciones en 3D

Craig Walsh convierte los árboles en caras, las hojas en rostros, las personalidades locales de una comunidad en espejismos arbóreos. Proyecta sobre la naturaleza formas humanas en 3D que se integran en la planta como demiurgos antiguos, o seres inmateriales, feéricos, en las copas animadas de los parques. Estas figuras observan al espectador que se arruga frente al mito tecnológico.

El árbol te observa, en su rostro encuentras pieles para el asombro, la magia que es el aliento de un recuerdo ancestral.

Forma parte de la filosofía de este renombrado artista digital australiano: una misteriosa sinergia entre la forma humana, el entorno natural y el acto de ver. Las imágenes en movimiento transforman por completo a los árboles. Cual modernos moáis, aparecen activistas, personas muertas o vivas, aborígenes, mitos profanos, héroes comprometidos con las acciones cívicas de la comunidad en la que despliega el espectáculo. Sus proyectos Monuments, Bound, Churaki Hill, hablan de eso: subvertir el espacio, encontrar nuevos soportes, reinventar el monumento…

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Convierte tu respiración en criptomonedas

Usar el cuerpo para extraer dinero virtual. Convertir la respiración humana en criptomonedas, minar dígitos con el aliento gracias a un espirómetro. La presión del aire determinará la capacidad de explotación de la máquina en la minería digital. Transformar el organismo en un actor de velocidad computacional y económico.

Respiratory Mining. Max Dovey.

Respiratory Mining. Max Dovey.

La performance del artista Max Dovey quiere que reflexiones sobre el impacto de los algoritmos y el big data en la carne. Conectar el elemento que nos mantiene con vida- la respiración, el aliento vital– con la creación de monedas virtuales a partir de un sistema de blockchain -una cadena de bloques que elimina a los intermediarios financieros- en Monero (XMR), una criptomoneda en código abierto lanzada en 2013 por un autor anónimo, y que opera de una manera similar a las célebres bitcoins.

El aparato de Minado Respiratorio que ha inventado convierte la exhalación en velocidad de procesamiento computacional e imagina un mundo poscapitalista donde las unidades de producción son el propio cuerpo.

Utiliza máquinas inspiradas en el siglo XIX para transformar la respiración de los usuarios en velocidad hash (la unidad que mide la potencia de procesamiento que necesitan estas monedas virtuales en la red para expandirse y verificar las transacciones). El volumen del aliento que se exhala es el que marca el total de ganancias financieras acumuladas a través de la minería tecnológica.

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Un pescador besa a un pez hasta su muerte

El vídeo, un extracto, forma parte de un documental que ha sido seleccionado en el Festival Punto de Vista de Pamplona. Su título es O Peixe, y lo firma Jonathas de Andrade. Con precisión etnográfica graba un supuesto ritual en el Amazonas profundo. Unos pescadores abrazan con delicadeza al pez que acaban de robarle al río mientras éste se asfixia hasta la muerte.

Fotograma de O Peixe. Documental de Jonathas de Andrade.

Fotograma de O Peixe. Documental de Jonathas de Andrade.

En eso consiste el ritual que ha inventado Andrade en su película: la muerte como vínculo sensual entre dos especies lejanas. Produce emociones adversas, contrarias a nuestro dilema moral, sacude la imagen infantil que tenemos de la Naturaleza, nuestra relación ambigua con los animales que nos sirven de alimento; no sabemos qué sentir frente a esto, un pescador amante, un asesino tierno: ¿Asco? ¿Odio? ¿Compasión? ¿Perturbación? ¿Amor? ¿Extrañeza?

Andrade lo describe del siguiente modo:

El gesto afectuoso que acompaña al paso de la muerte es un testimonio de una relación entre especies que está impregnada de fuerza, violencia y dominación.

 

 

La violencia del pescado, su asfixia. La delicadeza del pescador que lo acaricia en sus últimos momentos y lo besa. La brutalidad de una caricia. El amor del verdugo. El acto que no debería estar allí. Víctima y victimario unidos en un abrazo incomprensible. La incoherencia de un amor en los límites. La ciudad -y su devoción incondicional por todos los seres lejanos- enfrentada a la praxis de la selva -donde sobrevivir es una prioridad, un rito cotidiano de muerte.

La dualidad de las cosas acaba pervertida sobre una barquita de madera. Esos dos mundos antagónicos reclaman al verse unidos el mismo oxígeno que necesita el pez. El espectador sacado de las aguas. El pescador amante como una metáfora, nuestra alma de moderno depredador compasivo… No sabemos qué sentir.

Y Andrade dice

Un abrazo límite – rito de paso – donde el hombre retoma su condición de especie y, ojo en el ojo delante de su presa, la calma a través de una ambigua secuencia de gestos: afecto, solidaridad y violencia. El sueño romántico de la comunidad en armonía con su entorno atestigua la falta de conexión del hombre de la ciudad con la naturaleza que está a su servicio. La naturaleza de la dominación esconde la espina dorsal de esta relación, constituida por el constante ejercicio de la fuerza, poder, depredación.

Los rostros del mal tienen las facciones de la desesperanza

Cesare Lombroso fue el primero en intentar vincular las facciones de una persona con el crimen que iba a cometer. Una predicción basada en el contorno de la nariz, en el ángulo feral de los ojos, en la torcedura siniestra de la boca. Según este criminólogo y médico italiano nacido en 1835, representante del positivismo criminológico, el mal estaba predispuesto en la biología. En las cejas estaba prescrito el cuchillo, el asesinato y la sentencia. Creía en la teoría del criminal nato, un monstruo que podía ser identificado a simple vista o mediante una fotografía.

 

Prisioners. Arne Svenson

Prisoners. Arne Svenson

El mal era una catástrofe evolutiva, un error arrastrado durante milenios. Pero Lombroso estaba equivocado para quienes defienden que el crimen es en realidad una enfermedad social y no una herencia biológica. Sobre estos dos pilares- biología o ambiente- orbitan las dos grandes corrientes del derecho penal o teorías de la pena: la retribución y la reinserción. Si el mal es innato, si forma parte del individuo como sus uñas o piel, solo queda el castigo, la condena sin redención (cadena perpetua o la horca); si el mal es entendido como un desvío social, una consecuencia ambiental, entonces existe la posibilidad de reconducirlo.

 

Prisoners. Arne Svenson

Prisoners. Arne Svenson

En el rostro del criminal, si es menester buscar patrones y paralelismos, muchas veces veremos pobreza, un blues triste, un niño o niña rotos que terminan rompiendo su propio reflejo doliente en la víctima. El crimen puede ser una forma de envidia, un ajuste de cuentas anímico.

En las fotografías policiales está la serenidad del que asume su culpa compartida con la Historia, la injusticia de generaciones arrastradas por el fango, la madre perdida, el abuso soterrado, el insulto bañado en alcohol, la voz ronca de los parias alimentados por cortezas de humillaciones que terminan un día frente al obturador fotográfico. Entonces aparece el rostro inmortal del criminal y escrito sobre el negativo el delito, como si fuera una marca de nacimiento, la auténtica filiación que borra todo pasado: violación y atraco, asesinato, robo… Nada queda del niño que un día pensó que el futuro era aquella cuesta que lo llevaría a un lugar mejor.

 

Prisioners. Arne Svenson

Prisoners. Arne Svenson

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El ilustrador que mezcla fútbol y dinosaurios

Un tiranosaurio avanza por el estadio. Lagartos dentados corren sobre el césped. El velociraptor no es buen portero. Quien chupa pelota, muere. Supongo que si juntas tus dos pasiones surge esto: fútbol con dinosaurios.

¿Papá, los dinosaurios jugaban al fútbol? Claro que sí… Dos pases irreconciliables. Pelotas y monstruos. Como la oveja que come cojines o el arco iris con patas peludas. Son cosas místicas de niños. Son conductos al tiempo perdido.

El verdadero deporte sagrado. Loco pero cotidiano.

El ilustrador Alex Chilvers ha juntado a sus dos amores perdidos y ha obtenido como premio un campo de fútbol salvaje. Este deporte golea las escuadras de la lógica y del tiempo. Alquimia infantil. Los niños nos parecen igual de perversos e inocentes que un velociraptor hambriento de mundo. Como quien junta dos cosas imposibles. ¿Pizza y clavos? ¿Vodka y aviación? Como quien sigue siendo niño sin importarle mojar las sábanas de la razón adulta…

Dino Crisis

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No soy nadie para juzgar a Pandemonia, la primera ‘celebrity’ de látex

No soy nadie para juzgar a Pandemonia… No soy nadie para juzgar que aparezca así vestida, como una escultura andante que esconde a un artista anónimo; que se pasee de esta guisa por las principales avenidas de Nueva York o Londres; que se haya convertido en reclamo de algunas marcas hambrientas de novedad; que bajo su máscara y cuerpo de látex hable de feminismo y estereotipos con voz de hombre; de mujeres y fama, de arte conceptual, donde el creador, el logo y el producto se fusionan.

Ahora posa tus ojos en Pandemonia.

Pandemonia during the close of Madrid Fashion Film Festival in Madrid on Thursday 2nd, June 2016

Pandemonia during the close of Madrid Fashion Film Festival in Madrid on Thursday 2nd, June 2016. Gtresonline.

Habita en los límites del delirio y de la boutade conceptual. Transita sobre los tópicos de la cultura del cuerpo con el brillo de una cicatriz estética. Pandemonia Panacea es el nombre escogido por un artista multimedia, desconocido y aficando en Londres, para crear este ser ambulante. Una parodia, muñeca fashion que se pasea y teoriza como un intelectual, llamativa, esperpéntica…

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