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El Harry Ransom Center, un archivo para morirse dentro

Sede del Harry Ransom Center - Foto: Harry Ransom Center

Sede del Harry Ransom Center – Foto: Harry Ransom Center

Nunca te preguntan dónde quieres morir. No lo hacen por razones grotescas —piensan quizá que nombrar la muerte es acortar en un paso la distancia de un encuentro inevitable—, formales —al igual que no se debe hablar del dinero que ganas por ser esclavo, tampoco debes hacerlo de los gusanos que te esperan— o de puro método neoliberal —¿para qué preguntar algo que a nadie beneficia?—.

Para que quede constancia, anoto el lugar en el que, de ser posible el aplazamiento con métodos, digamos, químicos, y siempre que alguien pague mi último viaje —no tengo en las alforjas ningún fondo para imprevistos—, deseo morir.

Esta es la dirección:

Harry Ransom Center
The University of Texas at Austin
300 West 21st Street
Austin, Texas 78712
Estados Unidos

Para quien no sepa andar por el mundo sin un guía electrónico, el lugar está aquí.

Para quien considere que esto es una broma, una cita del único Dios en el que todavía creo, Bob Dylan:

La muerte no llama a la puerta. Está ahí, presente en la mañana cuando te despiertas. ¿Te has cortado alguna vez las uñas o el pelo? Entonces ya tienes la experiencia de la muerte.

Nota necesaria: si me duele más allá del aullido, si no soy capaz de valerme, si araño la indignidad de ser una vergüenza biológica, me importa un bledo el Harry Ransom Center. En ese caso, opten por la eutanasia. Es el último favor que reclamo, lo juro.
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Pogo, el músico electrónico que fragmenta las películas de Disney

Una sílaba pronunciada por Cenicienta mientras la observa un pajarillo azul, Pepito Grillo cantando sobre una caja de cerillas, una visión fugaz de Mary Poppins girando en medio de una coreografía de deshollinadores… Nick Bertke (Cape Town – Sudáfrica, 1988) —más conocido como Pogo— hace música electrónica como sacando juguetes de un baúl sin fondo, dándole un nuevo significado a dibujos animados y películas que avivan la nostalgia de varias generaciones.

Residente en Perth (Australia) y con años de carrera a pesar de su juventud, en sus mezclas utiliza exclusivamente los sonidos y la música del film, no se permite añadir nada que no pueda encontrar en la banda sonora. Se jacta de no usar programas de manipulación de sonido, de valerse sólo de diminutos fragmentos de audio que luego mezcla.

El montaje visual también merece mención. Pogo ordena las imágenes para que el espectador sepa de dónde salen las piezas de su puzle sonoro, aprovecha momentos en que los personajes bailan y pone en conjunto planos similares de diferentes películas, para envolver su regalo musical en el celofán adecuado.

La nueva pieza de su repertorio se titula Forget (Olvida). La mezcla contiene sonidos, minúsculos trozos de canciones e imágenes de películas de todas las épocas de la factoría Disney, desde La cenicienta, Fantasía, Dumbo y El libro de la selva hasta Pocahontas, Fantasía 2000, algún film más ajeno a los clásicos de Disney como James y el melocotón gigante y clásicos de Hollywood como Desayuno con diamantes.

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Un catálogo de virus informáticos para recordar momentos de pesadilla

Ilustración de Karborn para el virus informático Implant

Madman es un virus que infectaba el PC con archivos ejecutables (.EXE) de la familia de sistemas operativos DOS. Cada vez que el usuario trataba de que el ordenador recuperara la normalidad aprentando el comando CTRL+ALT+DEL, aparecían en la pantalla unos ojos enmarcados en un rostro rojo construido con código ASCII. Si se volvía a apretar cualquier tecla, un mensaje en la pantalla dejaba claro que aquello era grave: «Nada te puede salvar aquí, amigo. ¡Ahora estás en mi mundo!».

El Computer Virus Catalog (Catálogo de virus de ordenador) puede traer a nuestra memoria historias de horror informático del pasado (y del presente), pérdidas catastróficas de datos, pesadillas de pantallazos azules…

La página nació como un proyecto personal del publicista de Ámsterdam Bas van de Poel y se presenta como una «guía ilustrada de los peores virus de la historia e la informática». Con la descripción de cada virus hay una ilustración inspirada en ellos: para Madman, el artista Jay Wright rescata del olvido la mirada roja amenazante e incrusta en ella a hombrecillos en apuros.

Ilustración del estudio HORT para el virus Marburg

Van de Poel invita a artistas de todo el mundo a interpretar los virus y mantener así la extraña fascinación que producen «sus tramas malignas». Como la de Wright, algunas de las ilustraciones se nutren del aspecto que presenta el sistema enfermo. Para el virus Marburg —que se extendió con rapidez en agosto de 1998—  el estudio Hort hace una versión de la plaga de círculos rojos con una equis blanca que inundaban la pantalla del ordenador infectado. El artista gráfico Sam Coldy hace un acercamiento minimalista al virus Beda, también creado para DOS y que se mantenía en silencio hasta que no se activaba el archivo infectado.Entonces Beda desplegaba unos atractivos recuadros de colores RGB que se movían arriba y abajo.

Entre catástrofes sonadas como ILoveYou (del año 2000, responsable de la infección de más de 50 millones de ordenadores en sólo unos días y 10.000 millones de dólares —7.456 millones de euros— de daños) hay otros ejemplos ahora entrañables que merece la pena conocer, como el que se considera el primer virus de la historia. Cookie Monster, creado a finales de los años sesenta y basado en el famoso Monstruo de las Galletas de Barrio Sésamo, congelaba toda actividad del sistema y pedía galletas. No era dañino en absoluto, sólo había que teclear la palabra galleta y se podía continuar la actividad sin que molestara más.

Helena Celdrán

Ilustración de Jay Wright para el virus Madman

Ilustración de Lawrence Slater para el virus Cookie Monster

Ilustración de Clay Hickson para el virus LSD

Ilustración de Sarah Mazzetti para el virus Anna Kournikova

Un sencillo corto de terror que ya es un fenómeno de Internet

En las menciones especiales del concurso de cortometrajes de terror Who’s there? (¿Quién anda ahí?), que acaba de celebrar su primera edición, premiado como el mejor director aparece David F. Sandberg (Suecia, 1981) con Lights Out (Luces fuera). El autor confía en la efectividad de la situación cotidiana —una mujer, antes de acostarse, apaga progresivamente las luces de su casa— y utiliza con habilidad uno de los temores más primarios del ser humano, el miedo a la oscuridad, para grabar sin apenas presupuesto una historia que en 2 minutos y 41 segundos aterra al espectador.

La productora de cine británica Bloody Cuts ha animado a cineastas de todo el mundo a participar en el concurso. Las condiciones de los organizadores eran pocas, pero claras: el corto no podía durar más de 3 minutos, el presupuesto no debía exceder los 1.000 dólares (725 euros) y tenía que ser una obra original producida expresamente para el certamen y que guardara relación con la frase «¿quién anda ahí?». Formaron parte del jurado el director de cine Joe Dante, el guionista y director Marcus Dunstan, el guionista Patrick Melton, la productora y coguionista de Terminator (James Cameron, 1984) Gale Anne Hurd

David Sandberg y su mujer Lota Losten en el "misterioso" pasillo de su casa, donde se grabó el corto

David Sandberg y su mujer Lota Losten en el «misterioso» pasillo de su casa, donde se grabó el corto

Los tres grandes premios fueron para Play Time, de Ryan Thompson (una pesadilla que comienza con una tele encendiéndose sola y mostrando imágenes perturbadoras en blanco y negro); A…, de Peter Czikrai (de toque lynchiano y con trasfondo satánico) e Invectum de Adam-Gabriel Belley y Francis Fortin, un corto que apuesta más por la ciencia ficción que por el terror clásico.

Más visto que las tres propuestas ganadoras, la de Sandberg (que no recibió más que una mención) tiene 1.414.630 vistas en YouTube y en Vimeo ha llegado ya a los 5.300.000. Incluso hay una lista de reproducción de vídeos en YouTube que recopila las reacciones de quienes la ven por primera vez. El autor admite estar «estupefacto por la respuesta» de los internautas ante el humilde corto protagonizado por su mujer Lotta Losten.

El germen de Lights Out se ve con claridad en obras anteriores de Sandberg, en particular en Cam Closer, protagonizada también por Losten y grabado en la misma casa, una historia de poco más de dos minutos en la que buena parte del desarrollo tiene que ver con la pantalla de un smartphone. Esta última pieza sin embargo se ha convertido en viral, ha despertado el deseo de los internautas de compartir el vídeo y lo que han experimentado al verlo.

En su página web personal, Losten (ante el aluvión de visionados del corto) decidió hace unos días recopilar algunos de los comentarios que más le han llamado la atención en las redes sociales. Del «yo hubiera dejado la casa después de ver eso en mi pasillo» al «lo he parado a los 56 segundos hace ya media hora y no sé qué hacer» pasando por el que opina que Lights Out es la película más terrorífica del concurso; la colección de opiniones reafirma la teoría de que el miedo más profundo es el que nos transporta a la intimidad de la situación cotidiana, de repente alterada por un suceso que no tiene explicación.

Helena Celdrán

La ‘torre orquesta’, el ‘piano de gatos’… Instrumentos que nunca existieron

Caricatura  de la 'Torre orquesta' propuesta por Adolphe Sax en 1850

Caricatura de la ‘Torre orquesta’ propuesta por Adolphe Sax en 1850

El «órgano de vapor» de William Mason era producto de la fascinación por la Revolución Industrial en Inglaterra. El inventor se basaba en las escrituras en latín del monje benedictino Guillermo de Malmesbury tituladas Gesta regum Anglorum (1125).

El religioso mencionaba la existencia de un órgano en una iglesia de la ciudad francesa de Reims y detallaba el funcionamiento del ingenio, creado por otro monje benedictino: «Por la violencia del agua caliente, el aire que sale llena la cavidad del instrumento por completo».

En 1795, Mason interpretó el «agua caliente» como vapor y vio la posibilidad de modernizar la idea con los avances tecnológicos del momento. No está claro a qué se refería Guillermo de Malmesbury, tal vez a un sistema hidraulico, pero la iniciativa de Mason era inviable tal y como la presentaba.

El 'piano de gatos' en una ilustración de 1883

El ‘piano de gatos’ en una ilustración de 1883

La historia es una de las muchas que reúne el Museum of Imaginary Musical Instruments (Museo de instrumentos musicales imaginarios), una página que recopila de modo serio e informativo documentación y fotos sobre instrumentos que nunca se hicieron realidad o se quedaron en un proyecto fallido.

«Existentes como diagramas, dibujos o descripciones escritas; estos aparatos nunca emitieron un sonido», dicen sus fundadores los estadounidenses Deirdre Loughridge (profesora auxiliar de Música en la Universidad californiana de Berkeley) y Thomas Patteson (profesor en la Facultad de Estudios Musicales en el Curtis Institute of Music de Filadelfia).

El "clavicémbalo ocular", instrumento fallido diseñado en 1743

El «clavicémbalo ocular», instrumento fallido diseñado en 1743

«Los inventos no sólo surgen de la necesidad, como asegura el tópico, sino también del irreprimible impulso por jugar, experimentar (…). Por la naturaleza fluida y amorfa de la música, la pregunta sobre qué constituye un instrumento está siempre abierta», dicen Loughridge y Patteson, que no tienen reparos en admitir que utilizan el término instrumento «en un sentido deliberadamente amplio» para referirse a «cualquier aparato empleado para interpretar, componer, escuchar o de algún modo relacionarse al sonido musical».

En siete exposiciones online (recopilaciones de instrumentos que se relacionan de una u otra manera) catalogan ideas megalómanas como las «torres orquesta» del belga Adolphe Sax (inventor del saxofón), caricaturizadas en los periódicos de 1850 y consistentes en cuatro enormes estructuras que formarían una gigantesca plataforma sonora. El inexistente pero aún así ilustrado «piano de gatos» o el «orgasmatron» de Barbarella (basado en un proyecto de Wilhelm Reich, que creía en la posibilidad de capturar la energía sexual para crear sonidos) están entre los artefactos más estrafalarios del ambicioso catálogo del museo virtual.

Helena Celdrán

El Rijkmuseum organiza un concurso de diseño para ‘jugar’ con la colección permanente

Conjunto de lencería de 'Norwegian wood' inspirado en un lujoso mueble alemán del siglo XVII

Conjunto de lencería de ‘Norwegian wood’ inspirado en un lujoso mueble alemán del siglo XVII

Desde que inauguró su expectacular web hace poco más de un año, el Rijksmuseum de Amsterdam (la Galería Nacional de Holanda) ha querido que el espectador se enamorara de la exquisita colección permanente que tiene la pinacoteca. Para conseguirlo se volcó en la creación del portal Rijksstudio, que mezcla la dinámica de las redes sociales y de otras webs como Pinterest para que el visitante virtual contemple y descargue en alta resolución hasta el último detalle de los óleos de los maestros holandeses del siglo XV al XVII; las piezas de porcelana oriental, las acuarelas botánicas, las estatuillas art dèco, los cuadros impresionistas…

Con las imágenes el usuario puede componer galerías personales con sus obras favoritas e incluso recopilar detalles de bigotes, mariposas, piezas de juegos de té decimonónicos, juguetes y cualquier minucia que aparezca lo suficientemente pequeña en un cuadro para pasar desapercibida en el inmenso conjunto de salas del edificio, inaugurado al mismo tiempo que la página web tras una intensa y costosa reforma.

Aprovechando el primer aniversario del portal web Rijksstudio, el centro organiza Make your own Masterpiece (Crea tu propia obra maestra). El museo holandés quiere seguir con su dinámica de «despertar al artista que vive en cada uno de nosotros» e involucra ahora al público en la creación de piezas de diseño basadas en la extensa colección digitalizada.

Utilizando pinturas, grabados, dibujos, objetos, fotos o incluso piezas de vídeo de los fondos permanentes; los participantes deben reconvertir las obras en creaciones propias. Hay tres premios: el primero es de 1.500 euros y ofrece al autor producir en serie la pieza y venderla después en la tienda del museo. El segundo premio es de 500 euros y el tercero; de 250. El plazo para registrarse está abierto hasta el 1 de marzo y los ganadores se anunciarán en una presentación en el Rijksmuseum el 1 de abril.

Para dar una idea de las posibilidades que ofrece el certámen, los organizadores se han aliado con cinco diseñadores de Etsy: un conocido portal utilizado por artistas para compartir y vender creaciones. El pequeño estudio de diseño de moda y complementos Norwegian Wood crea un conjunto de lencería basado en un lujoso armario alemán de Augsburgo del siglo XVII. LAPHILIE crea una vajilla con detalles de un bodegón de 1627 de Pieter Claesz y les añade ilustraciones realistas de hormigas.

Helena Celdrán

Vajilla de LAPHILIE inspirada en 'Naturaleza muerta con pastel de pavo' (1627), de Pieter Claesz

Vajilla de LAPHILIE inspirada en ‘Naturaleza muerta con pastel de pavo’ (1627), de Pieter Claesz

'Naturaleza muerta con pastel de pavo' (1627), obra de Pieter Claesz

‘Naturaleza muerta con pastel de pavo’ (1627), obra de Pieter Claesz

Bolso de Tovicorrie inspirado en un retrato anónimo a un oficial de la corte de Java en el siglo XIX

Bolso de Tovicorrie inspirado en un retrato anónimo a un oficial de la corte de Java en el siglo XIX

Retrato a un oficial de la corte de Java. Obra de autor anónimo y datada entre 1820 y 1870

Retrato a un oficial de la corte de Java. Obra de autor anónimo y datada entre 1820 y 1870

Kimono de seda de Norwegian Wood inspirado en 'El cisne amenazado' (c.1650), de Jan Asselijn

Kimono de seda de Norwegian Wood inspirado en ‘El cisne amenazado’ (c.1650), de Jan Asselijn

'El cisne amenazado' (c.1650), de Jan Asselijn

‘El cisne amenazado’ (c.1650), de Jan Asselijn

‘Tarjetas escurridizas’, un juego para volver a relacionarnos con extraños

'Sneaky Cards'«Pon esta tarjeta en el libro/la revista/el periódico de alguien. Al encontrarla, añade el nombre de la publicación a la lista de la tarjeta. Después, cuélala en el libro/periódico de otra persona. Si el receptor te pilla, tienes que quedártela de nuevo». «Haz reir a alguien. Cuando lo consigas, dale este tarjeta». «Manten una conversación con un desconocido. Al terminar la conversación, dale la tarjeta. Ahora él tendrá que hacer lo mismo». «Consigue que un famoso te firme la tarjeta y pásasela a otra persona».

Con mucha brevedad y misterio, los mensajes de las fichas dan instrucciones para que su portador las cumpla sin rechistar, para que se atreva a realizar pequeñas misiones (con cierto componente de improvisación y de flashmob) que en circunstancias normales no llevaría a cabo.

Sneaky Cards (Tarjetas escurridizas) es un juego que fomenta una manera creativa de divertirse y de crear conexiones sociales «rompiendo el tedio de la vida diaria». El portador debe quedarse sin tarjetas para terminar el juego en un proceso que puede durar unos días o alargarse durante años: lo más importante es experimentar la satisfacción de hacer cosas que se salen de lo normal e involucrar a otros en la aventura. «Las tarjetas nos llevan a reexaminar facetas de la cotidianeidad, cambiar la manera en que nos relacionamos con la gente, con nuestro ambiente, con las palabras o casi con cualquier cosa», dicen sus inventores.

"Convence a un desconocido para cambiarte algo por esta tarjeta. Puede ser cualquier cosa. Un abrazo, un mapa u otra cosa: sé creativo"

«Convence a un desconocido para cambiarte algo por esta tarjeta. Puede ser cualquier cosa. Un abrazo, un mapa u otra cosa. Sé creativo»

La iniciativa —firmada por Drop-Card Games, un recién nacido colectivo— es del diseñador de juegos residente en Australia Harry Lee, que presentó el proyecto para el concurso Digital Open (basado en iniciativas Creative Commons) en 2009, pero no fue hasta finales de 2013 cuando empezaron a popularizarse. A través de Reddit, una web estadounidense que permite a los usuarios compartir vínculos e información sobre todo tipo de temas y experiencias; un grupo de personas comenzó a aportar ideas para nuevas tarjetas y el diseñador Cody Borst se lanzó a diseñar el mazo completo.

Tras publicarlas en Internet con licencia Creative Commons, animan a quien lo desee a descargar, imprimir y compartir las tarjetas, que se clasifican en siete colores: las azules «ponen a prueba tu audacia y caradura», las amarillas «requieren habilidades de disimulo y espionaje», las rojas «implican encontrar cosas, y no sólo objetos», las verdes «tienen que ver con la buena voluntad y con dar a los demás», las moradas «plagarán tu cerebro con rompecabezas», las naranjas «te retan a crear arte con un propósito» y las plateadas «son tarjetas informativas».

Además existen varios sets. El original tiene 50 unidades, pero también los hay más pequeños (de 9) para iniciarse en la aventura o competir entre amigos. Incluso hayuna edición especial navideña. El juego es una excusa perfecta para alegrarle el día a alguien invitándolo a un café, despertar la curiosidad de un extraño cuando encuentre la misteriosa ficha acompañada de un haiku japonés, informar a quien tú decidas de un dato curioso (por ejemplo, que los pingüinos tienen una glándula sobre la cuenca ocular que convierte el agua salada en agua dulce).

Ya que todas las propuestas tienen algo de travesura o de acto surrealista —aunque también de buena acción— sus creadores avisan de que el juego funciona mejor «en ambientes sociales comunes» como facultades, oficinas, campamentos, fiestas… Lugares en los que muchos se reconocen de vista. Las tarjetas escurridizas pueden ser la herramienta ideal para conocer mejor al vecino, a quien coincide esporádicamente en una cafetería universitaria, a las personas que vemos de lejos a diario y aún así no saludamos.

Helena Celdrán

"Encuentra a un desconocido que se haga una foto contigo. Cuando te den esta tarjeta, hazte una foto con un perfecto desconocido. Cuando ya la hayas hecho, dale la tarjeta"

«Encuentra a un desconocido que se haga una foto contigo. Cuando te den esta tarjeta, hazte una foto con un perfecto desconocido. Cuando ya la hayas hecho, dale la tarjeta»

"Hazle un regalo a alguien. Regálale la última cosa de esta lista a alguien junto a la tarjeta. Antes de entregar la tarjeta, añade otro objeto a la lista".

«Hazle un regalo a alguien. Regálale la última cosa de esta lista a alguien junto a la tarjeta. Antes de entregar la tarjeta, añade otro objeto a la lista».

"Deja esta tarjeta en el asiento de un bus, un avión, un tren, etc. Si encuentras esta tarjeta, puedes cogerla y dejarla en otro lugar. Cuanto más lejos viaje, mejor".

«Deja esta tarjeta en el asiento de un bus, un avión, un tren, etc. Si encuentras esta tarjeta, puedes cogerla y dejarla en otro lugar. Cuanto más lejos viaje, mejor».

"Diseña y propaga una 'Sneaky Card'. Crea una en Sneakycards.net y dale esta tarjeta junto a la nueva a alguien de acuerdo con las normas de la nueva tarjeta"

«Diseña y propaga una ‘Sneaky Card’. Crea una en Sneakycards.net y dale esta tarjeta junto a la nueva a alguien de acuerdo con las normas de la nueva tarjeta»

 

Una web interactiva contra la sádica pesadilla que sufren los osos tibetanos

Jasper, el oso protagonista de la página web creada por Microsoft para Animals Asia

Es de tamaño medio, mide entre 1,30 y 1,90 metros y pesa entre 100 y 200 kilos. De familia cercana del oso negro americano y lejanamente relacionado con el pardo y el polar, el oso tibetano (también conocido como oso negro asiático) tiene una mancha en forma de uve blanca en el pecho, es un experto trepador y puede pasar hasta el 15% de su tiempo en lo alto de un árbol. Su rugido es atroz cuando está herido, enfadado o tiene miedo.

Microsoft se une a Animals Asia y dona una cuidada página interactiva sobre estos osos presentando como ejemplo a Jasper, que vive en el refugio de la asociación cerca de Chengdu, en Sichaun (China). La intención es educar a quien visite la web (enfocada sobre todo a niños chinos, pero también en inglés para ganar difusión) e informar de la sádica pesadilla que viven muchos de estos animales.

Jasper and friends

Están amenazados por dos causas, las dos relacionadas con el ser humano. Sufren directamente las consecuencias de la deforestación de los bosques y han perdido mucho terreno: progresivamente, se han vuelto agresivos y han atacado a personas incluso sin sentirse amenazados, lo que ha servido para demonizarlos y cazarlos como medida preventiva. La otra de las razones es tan cruel como inútil: en China los capturan para beneficiarse de su bilis.

Con un planteamiento que roza la leyenda urbana, al principio cuesta creer que existan las granjas de bilis de oso: en sucias instalaciones llenas de jaulas donde los animales no pueden moverse, la bilis se extrae haciéndoles un agujero en el abdomen con una cánula que nunca se cierra y que permite que el líquido caiga en un recipiente puesto bajo la celda.

En la medicina tradicional china se usa como remedio para bajar la temperatura del hígado y limpiar el cuerpo de toxinas, mejorar la visión y minimizar convulsiones y espasmos. Sigue siendo un negocio millonario aunque esté científicamente comprobado que hay al menos 54 tipos de hierbas medicinales (hiedra, diente de león, crisantemo salvia, ruibarbo, etc…) y numerosos preparados farmacéuticos que tienen el mismo efecto.

En medio del dolor y de la desesperación, los animales pueden vivir así más de una década, desarrollando infecciones, tumores, cáncer y peritonitis; con daños nerviosos y psicológicos que los llevan a autolesionarse. Para evitar los suicidios, los aprisionan con armazones de hierro.

La organización sin ánimo de lucro, que lleva más de 15 años rescatando osos tibetanos y llevándolos a «santuarios» de China y Vietnam, advierte en su página de que hay más de 10.000 en China que sufren esa tortura. También hay granjas en Vietnam (donde se calcula que hay unos 2.400) y en Corea del Sur, donde según datos del año 2009 hay 1.374 ejemplares.

Diseñada con la pantalla táctil de las tabletas en mente más que con el monitor del ordenador, la aventura de Jasper se divide en tres capítulos. El primero se adentra en el presente, en el que también se especifican sus rasgos físicos, modo de ser., hábitos alimenticios… El segundo, detalla el terrible pasado de ansiedad, enfermedades renales, alto riesgo de cáncer, artritis y malnutrición que sufrió. El tercer apartado reúne información sobre la historia y la actividad de Animals Asia.

Helena Celdrán

Jasper - Favourite foods

Moon Bears Constellation

Meet Jasper

Jasper - Constellations

Recuperando horrores gastronómicos de los años cincuenta

Pineapple Olive Salad

Aperitivos, platos principales, bebidas, postres, guarniciones y ensaladas… Las categorías abarcan una variedad de recetas ideales para formarse una idea general de la tradición culinaria estadounidense de mediados del siglo XX, en particular de la comida de la mitificada cultura suburbana: amante de la fórmula sencilla, de las gelatinas, las mezclas desconocidas sepultadas en mayonesa y los pasteles salados.

The Mid-Century Menu (El menú de mediados de siglo) es un blog en el que su autora practica una interesante arqueología de la cocina. Apodada Retroruth, la valiente cocinera se atreve con recetas de libros estadounidenses de los años cincuenta y sesenta. Es fiel incluso en las presentaciones de los platos y fotografía con impunidad y crudeza los resultados de sus experimentos.

Frozen Valentine Rounds - Mid Century MenuConsiderados en su día atractivos y apetecibles, los platos no encajan en los gustos y modas actuales y provocan ahora cierta repulsión. Hay páginas y grupos de Internet (algunas reseñadas anteriormente en este blog, como Gee, That Food Looks Terrible!) que dedican especial atención a las ilustraciones y fotografías que acompañan a estas recetas añejas, ahora cómicas, mal presentadas y poco apetitosas. The Mid-Century Menu lleva esta atracción por el horror culinario al extremo de hacerlo realidad en el presente.

«La cultura de los EE UU tras la guerra estaba plagada de un entusiasmo por lo nuevo y lo mejorado, el aparato que lo hace todo, comida preparada y en lata. Esta actitud lo invadía todo y las amas de casa se daban el gusto de hacer algo que nunca antes habían hecho: tomar atajos para preparar la cena«, dice la autora, contraria a renegar al olvido o esconder «los atajos que no funcionaron».

El proceso no se queda en reproducir la receta. Retroruth y su marido Tom han establecido un día a la semana para cocinar un arriesgado plato del pasado y después cenarlo o tomarlo de postre. Cada entrada del blog documenta también las impresiones de la pareja al probar el resultado.

Unas veces hay sorpresas agradables y la gelatina verde con tropezones resulta estar buena. Otras, cuesta un poco atreverse a dar el primer vocado bocado a la peligrosa mezcla de atún en lata, rosada y compacta, que parece mirarte a los ojos con desdén. Otras veces pagan caro el atrevimiento, como en el caso del enigmático y colorido White Mystery Fruit Cake (que se podría traducir por Pastel de frutas Misterio Blanco) de una receta de 1958, tan feo como desagradable al paladar.

«Algunos dicen que es una pérdida de tiempo y energía, pero Tom y yo no pensamos eso. ¿Por qué? Bueno, te guste o no, esas horribles recetas son parte de la evolución culinaria de nuestro país (…). Sí, en un momento dado era lo máximo tener en tu fiesta crema agria mezclada con polvos de sopa de cebolla. Reconozcámoslo y sintámonos orgullosos de ello»

Helena Celdrán

Rosy tuna ring - Mid Century Menu

Cheezy Beans Casserole - Disgusting Thanksgiving

Spaghetti Sub  - Mid Century Menu

Pickle and Pineapple Salad - Mid Century Menu

Checkerboard bake with kraft dinner and spam - Mid Century Menu

‘Recetas’ para crear objetos de diseño en casa

'Luminous Bulb' - HOBBY:DESIGN

‘Luminous Bulb’ – HOBBY:DESIGN

Una bombilla gastada, silicona y pigmento fosforescente son los elementos básicos para crear una «bombilla luminosa» digna de una revista de decoración. Una mínima cantidad de cemento puede servir para construir relojes-despertador y minimalistas vasos para velas: pequeñas piezas de aspecto industrial que contrastan con la calidez de una vivienda y hacen de un objeto ordinario algo más particular.

Con HOBBY: DESIGN los coreanos Han Kukil, Kim Bojoong y Lee Hogyu quieren enfocar el diseño como si fuera un pasatiempo cualquiera, bajarla del pedestal de la exclusividad y animar a cualquier persona a que cree diseños como quien cocina o se dedica al bricolaje los fines de semana. Cada trabajo es una demostración de que no hace falta demasiado para crear un producto de calidad en casa.

Uno de sus fundadores cuenta cómo hace un tiempo, mirando libros de cocina, se le vino a la mente que «sería genial que hubiera recetas para el diseño como las hay para cocinar» y decidió entonces crear online un «libro de referencias» para todos los que deseen enfocar el diseño como una aficción.

El resultado es una reciente página web en la que ya hay 14 ejemplos de creatividad que no exigen grandes instalaciones ni herramientas demasiado complejas. Cada idea de diseño se expone como una receta, con fotos de los ingredientes, del proceso y del resultado para facilitar la explicación a usuarios de cualquier nivel.

Helena Celdrán

'Concrete Alarm Clock' - HOBBY:DESIGN

‘Concrete Alarm Clock’ – HOBBY:DESIGN

'Helical Lighting' - HOBBY:DESIGN

‘Helical Lighting’ – HOBBY:DESIGN

'Pencil vase' - HOBBY:DESIGN

‘Pencil vase’ – HOBBY:DESIGN

'Tripod Lighting' - HOBBY:DESIGN

‘Tripod Lighting’ – HOBBY:DESIGN