Archivo de diciembre, 2020

Cómo supe quién era Cuervo hace más de un mes: la investigación que destapó a Mask Singer

Cuervo, el típico disfraz para matar a gente del susto por la calle. (ANTENA 3)

A mí me llama Sherlock Holmes cuando tiene dudas con un caso. Watson está hasta celoso y me ha pinchado las ruedas del coche. Pero no puedo evitar ser el mejor investigador de todos los tiempos: acerté el 11 de noviembre quién era Cuervo en Mask Singer.

¿Que no he acertado una mierda más? Cierto. Todas las demás máscaras son un fracaso absoluto mío. Pero si algo me ha enseñado la vida es a hacer pis a favor del viento y a consolarme con lo que hay.

Ya sabéis que Mask Singer es ese concurso que trata de averiguar cuánta temperatura son capaces de aguantar los famosos metiéndolos en trajes que dan más calor que un alto horno. En los descansos del programa iban herreros a meter espadas en los disfraces.

Se está preparando ya una versión que se llama COOKING POT SINGER en la que los famosos cantan dentro de una olla a presión puesta encima de una fogata.

El caso es que una de las gracias es tratar de adivinar qué famoso o famosa está debajo de cada traje. En el caso de Los Javis se trata de hacer aspavientos hasta que se te descoyuntan la mandíbula y las extremidades. Han abierto tanto la boca en este programa que parecía un documental de Félix Rodríguez de la Fuente mostrando una anaconda comiéndose un Ñu.

En el extremo opuesto Malú, que lo mismo le emociona que sean las seis y cuarto a descubrir a Georgina Rodríguez debajo de León. Por cierto… siiii por mi fueraaaaaaaaa, si por mi fueraaaaaaaaaaaa. No, aún no me lo he sacado de la cabeza, maldita sea.

¿José Mota? Nada, nada, que menos mal que el hombre se ha metido a cómico, porque llega a meterse a presentador de Cuarto Milenio y se monta unas teorías de la conspiración que se caga Iker Jiménez la pata abajo.

Todo esto es para introducir (sí, lo sé, demasiado lubricante) que yo, YO, supe quién era cuervo hace más de un mes: Jorge Lorenzo. MU HA HA HA HA HA

¿Y cómo lo supe tan deprisa? Agarraos a la silla, pegaos bragas y calzoncillos con celofán… ¡por que le gusta el sushi!

Tachaaaaan

Esa fue una de las primeras pistas que dieron de cuervo, junto otras de que le gustaba la velocidad y cosas así. Y me dije, ¿a quién le gustará el sushi? Así que busqué en Google: «piloto / sushi». Y ¡BINGO, EUREKA! Encontré una entrevista en la que Jorge Lorenzo decía que era un enamorado del sushi.

¿ME PUEDO CASAR CONMIGO MISMO?

Si un hombre con pareja pone los cuernos, ¿es culpa de él o de la mujer soltera con la que los pone?

Samira y Pavón, llora mogollón. (TELECINCO)

La madre del cordero, que es la cordera, la que se lió anoche a santo del viejo debate sobre la responsabilidad de los cuernos entre solteros/as y casados/as. Pavón, que tiene novia, se lió con Samira, que está soltera. ¿Contra quién fue la mayoría de la gente? Contra Samira. Tócate los pendientitos arrugados del amor.

Pero antes de entrar en detalles de la final de La casa Fuerte (quién ganó, aquí)…

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JJV llevó anoche la chaqueta más fea de la historia de la televisión. Esa chaqueta es lo que pasa cuando montas una orgía con un leopardo, una cebra y un camaleón y a la cría que nace la despellejas con poco tiento y coses una chaqueta mientras juegas a tinieblas.

¿Sabéis cuando dejas ropa en una silla y por la noche te da miedo porque parece una persona? Pues esa chaqueta da miedo con la luz encendida.

Lara iba muy guapa, con un traje blanco que lo mismo vale para ir a una fiesta en París que para hacer una incursión en un campamento enemigo en Siberia. Lara se mete en la nieve y no la encuentra ni el Yeti.

«Me vio el doctor y gracias a él pude dormir un poco y comer, porque no podía», dijo Pavón. ¿Le dio pastillas? No, le abrazó. El médico de La Casa Fuerte es un Teletubbie. Hizo el MIR y un máster llamado Sana Sana, Culito de Rana, Si No Se Cura Hoy, Se Curará Mañana.

Vimos imágenes de Pavón con mucha pesadumbre. Boabdil el Chico estaba más contento el día que perdió Granada que Pavón el día que perdió su flor con Samira.

Todos coincidían en que la culpable era Samira, como si el pene de Pavón no hubiera tenido nada que ver. Estaba Pavón a lo suyo y de repente descubrió que estaba conejeando con Samira.

– ¡¡PACO, QUÉ HACES TIRÁNDOTE A LA VECINA!!

– ¿Pero qué vecina Maruja, si yo estoy haciendo croqu… ¡hostia, si me la estoy follando!

Y así.

Pero por ejemplo, Marta, que ha puesto unos cuernos que ni el que dibujó al padre de Bambi,  se quejó de la poca afectación de Samira. «A mí me chocó que él estuviera hecha polvo y ella tan fría y preocupada por su belleza», dijo Marta. Toni insistió: «estaba preocupada en si había o no había desfile», dijo él.

«El que la he cagado he sido yo«, decía Pavón, y es la pura verdad y saberlo y decirlo es un atenuante.

«Ahora me va a odiar toda España», dijo Samira. No, mujer, toda España no, como mucho los que ven La Casa Fuerte. Y digo yo, ¿a santo de qué es Samira la mala para que la odie España? Puestos a odiar, que creo que no hace falta, ¿no habría que odiar a Pavón, que tiene pareja?

«De verdad me siento muy mal… no hemos hecho nada en siete semanas y se acaba todo por culpa de media hora», dijo Samira en un vídeo. Bueno, eso de media hora es un decir, porque dio la sensación que el polvete de la ducha duró lo que los dentistas recomiendan que dure el cepillado: de 2 a 3 minutos.

«Me molesta que por una mierda él se joda la vida«, decía llorando Samira. Joder, qué polvo más malo si lo llaman mierda. A ver, claro, que echas el follisque de tu vida, que te aplaude al acabar Nacho Vidal y hay un autobús de japoneses haciendo fotos y claro, a lo mejor ahí sí merece la pena joderte tu vida y la de tu primo.

«Aunque no lo parezca hay gente que prefiere no mostrar que está jodido«, se excusó Samira. A Samira la interroga la Inquisición y los frailes se quedan tó locos porque le dan tortura y ella ni gesticula.

– ¡Reverendísimo Torquemada, hemos torturado con todo a Samira!

– ¿Y qué ha dicho?

– Ha preguntado qué tal tiene el maquillaje.

Y así.

El caso es que Aurah, que pensaba que esto iba a servir para hundir en la mierda a su archienemiga Samira, vio cómo los dos empezaban a salir indemnes. «Pues nada, un aplauso para Samira y Pavón por lo bien que lo han hecho», se quejó, indignada como una señora a la que pillan colándose en la fila del pan.

Y JJV intervino y oye, muy acertado, que todo hay que decirlo. «Si a mi me pasara una cosa como esta lo último que querría sería tener un compañero como vosotros». JODER QUÉ ZASCA. La madre de todos los zascas.

«Los concursantes de realities podéis entender que a veces la gente no actúa por estrategia?», inquirió JJV. Pues mira, JJV, no, porque si lleváis a gente que está en su tercer o cuarto reality lo más probable es que ya piensen que viven en realitylandia y que todo es estrategia.

Pavón dijo que sí había tenido apoyos y consuelo. «Muchos compañeros me han apoyado, Marta me dio un abrazo que…» casi me la follo. Ah, no, que dijo que le «llegó al corazón». Es que claro, con Pavón pasas de la amistad a que te folle en un periquete. En el instituto nadie le daba bocadillo por si se venía arriba y acababa montándoles en medio del patio.

A Samira nadie la consoló, al parecer. Madre mía, qué casa, si llegan a tener leña y una cruz de madera queman a Samira. «Me están fustigando, como si estos vinieran de las carmelitas, que esto no es un conventito», dijo Samira, que lo pone todo en diminutivo. Es como Ned Flanders pero con más tetas.

«Toni quedaba conmigo después de Gran Hermano», dijo Samira y por entonces Toni estaba con Makoke. Madre mía qué folladero es esto de la tele, todos con todos. Esta gente folla más que los de Física o Química un finde en casa rural. Dejas a 200 conejos y 200 conejas en una sala con un comedero lleno de viagra y se folla menos.

Pavón intervino, cabreándose cada vez más como una caldera con la salida de vapor cerrada. «Metí la pata, la cagué, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, a ver si ahora somos santos, he pedido perdón, lo que no me parece bien es que se haga leña del árbol caído», dijo subiendo el tono que parecía una soprano pisando una chincheta.

«Aurah se encargó todo el sábado de martirizarme, de envenenar uno a uno a todos los habitantes de la casa, porque su marido, su novio o lo que sea le puso los cuernos. Estás traumada, vete a un psicólogo. Mentirosa. Si te han puesto los cuernos es tu problema, no el mío», le dijo Pavón a Aurah, que tenía el aura look nubarrón negro de lluvia ácida.

«¡¡Tú te hiciste famosa por estar con Kiko Rivera!!», aportó Samira. He visto navíos de línea cañoneándose borda con borda y era una cosita como más sutil que lo que esta gente hizo anoche. Qué forma de sacarse mierda, eran como laxantes ajenos.

Aurah se defendió: «¿Comento La casa de la pradera o la Casa Fuerte?». Callarse no es una opción, dí que sí, Aurah.

«Que estuve toda la noche sin dormir por escucharos», se quejó Aurah. Pero vamos a ver, en qué quedamos, ¿fue media hora o toda la noche? A ver si Pavón ahora es como una máquina de bombeo, que puede estar achicando en el sumidero horas y horas. Y Samira, oye, qué máquina, tiene más resistencia a la fricción que el pistón de un Ferrari. 

«AURAH SE CREE QUE ES LA SANTA PALOMA», dijo Pavón. Sí, Aurah se mira en un espejo y se retoca el halo dorado que le sale en torno a la cabeza. Lo de la anunciación lo hizo Gabriel porque Aurah ese día no podía.

Mahi y Rafa intervinieron y pusieron un poco de cordura. «No son los primeros que se han ido de fiesta y han cometido un error. Me quedo con la actitud de los dos, sé que Pavón quiere a su novia y está arrepentida. Ninguno de los dos está disfrutando ni creo que lo hayan buscado», dijo Rafa, que se puso serio. Hay dos cosas que pasan cada 75 años, el cometa Halley y Rafa hablando en serio. 

«La importancia se la tendrán que dar Pavón y su novia, no nosotros», aportó Mahi, vestida como siempre con discreción y minimalismo. ¿Podría dejar ciego a un búho? Sí, pero discreta.

«Esto de ir bebidos y no acordarse no es la primera vez que pasa, no hay que darle más importancia», sentenció. Amén.

Pero a la que ella decía eso Aurah y Toni se descojonaban. Y a Samira le sentó medio mal. «¡¡DEJAD DE REÍROS, BASTARDOS, QUE SOIS MUY SUCIOS!!», dijo Samira y salió del plató llorando. Ah, pues le sentó mal entero.

«Que la gente sea así de malvada, de maldita, de sucia… como no son mis amigos no voy a llorar con ellos, voy a llorar con quien tengo que llorar», se explicó Samira de por qué ellos, los malditos, no se les había visto llorar. Verla llorar es raro. Las lágrimas de unicornio curan a los humanos. Las lágrimas de Samira curan a los unicornios.

Aurah estaba tan cabreada que acabó por dilapidarse a sí misma: «AH, Y LA CÁMARA, QUE LO SEPAN, LA AVISÉ YO», dijo Aurah, y lo hizo porque «me despertaron jimeando». Lo mismo quiso decir gimiendo. Pero no, lo mismo jimear significa algo en aurandés.

¡Y SE SALVARON DE LA EXPULSIÓN SAMIRA Y PAVÓN!

Imágenes de Aurah y Toni:

explosión de bomba atómica GIF

Ella se entera de los cuernos en directo y Pavón acaba vomitando por el remordimiento de tener sexo con Samira

Joi, con el árbol de Navidad y los renos.

Caín y Abel se llevaban bien, se querían y uno no mató al otro ni nada, en comparación con la relación que tienen José Antonio Avilés y Jorge Javier Vázquez, que no le soporta, o por lo menos, eso parece con los cortes que le da en directo. ¿Sabéis la película de 300 en la que un montón de hombres musculosos se metían espadas en el cuerpo? Pues había menos cortes que en el plató de La casa fuerte.

Siiiii, ahora llega el tema de Samira, Pavón y el polvorón, no os impacientéis, pillastras y pillastres, que queréis ir al turrón y primero hay que comer el pavo. Y además, tiene relación.

Anoche se pasaron como tres horas cebando lo de que había dos concursantes que habían hecho metesaca en la casa. Nadie ceba como JJV, que si fuera criador de cerdos los tendría listos de lechón a 300 kilos en dos semanas.

Hay dos grandes misterios: El de Fátima y por qué cojones José Antonio Avilés sigue yendo a los platós. Pero ahí estaba. Y como quiere chupar más cámara que una cabra un caramelo, pues dice tonterías de absurdo total.

Y claro, se puso a dudar de que se hubiera follado de verdad, lo que desacreditaba la credibilidad del programa y todo el fundamento del cebo. Y eso enfadó, un poquito JJV.

«¡Yo no sé si en otros programas te permiten estas cosas, de estar poniendo en duda todo constantemente, aquí no!», le gritó.

«¡¡Que sí, que han follado, han follado!!», dijo JJV, que siempre quiso ser notario y dar fe de las cosas. Él lo mismo te hace unas escrituras que te certifica un casquete.

«¡Coño, dudar de todo!», sentenció JJV, que es muy de dogmas de fe. A él le dices que las pirámides las construyeron tres señoras de Valencia que estaban de visita en Egipto y se lo cree, porque él no duda de nada.

Y al final de la noche, que era tan tarde que los panaderos llegaron a ver el final del programa mientras desayunaban, dijeron quiénes habían sido los follanderos.

Ha habido sexo «entre una pareja no sentimental», dijo JJV. Me encantan las parejas no sentimentales. Por ejemplo, yo y Scarlett Johansson somos pareja no sentimental.

Total, que Pavón y Samira han jugado a hurones y madrigueras. Estaba Pavón duchándose tranquilo cuando Samira se metió en el baño.

«Que no me dejas que me de una ducha tranquilo», se le oye decir. Oh, sí, pobre, qué desgraciado, cuánto sufrir. Se sintió ultrajado. Lo que pasa es que el pequeño pavoncito y los dos antoñines tenían otra opinión y al final el extorero acabó compartiendo con Samira un poco de carne en barra.

«Samira salió del baño con la cara de salir de una lavadora» y Pavón se puso a leer. Qué postcoitos más intelectuales tiene este chaval. Él después de follar no te hace caricias, te hace disertaciones sobre la generación del 27.

El caso es que ese vídeo, en el que Samira gemía como si en el baño estuvieran estrangulando a un gato, lo vio en directo Joi, la novia de Pavón, con la que lleva dos años y tenía planes de matrimonio. Bueno, el Titanic también tenía planes de llegar a Nueva York.

«No dudo de que esté muy enamorado de mi, pero no sé qué ha pasado para que llegue esta situación. Ya lo hablaré con él en privado», dijo Joi, la muchacha, que encajó bien el golpe. Un niño de dos años le pega en el torso a Jason Momoa y encaja peor el golpe que esta chica.

«Yo empecé viendo el programa y me encantaba la pareja que formaban, como concursantes, evidentemente, pero esto no me lo esperaba. Ella siempre decía que veía a Antonio como su hermano», añadió la joven. A Pavón le va el incesto.

El caso es que no estaba previsto que ella hablara con Pavón, pero dijo «si pudiera hablar con él…» y dijeron que sí, claro, se les hizo el culo pesicola, un directo de la muchacha, con su recién estrenado estatus de tricerátops y el infiel. Y Samira al lado, que no se calla.

«A ver, Pavón está descompuesto», avanzó JJV, «Pavón ha estado vomitando antes del programa», nos informó. Pavón se come un perro que murió envenenado hace seis días y lo caga sin problemas, pero el remordimiento le sienta fatal.

Eso sí, la que estuvo a punto de vomitar fue su pareja no sentimental, Samira, que en una prueba tomó jugo de chile y casi lo echa todo. «¿VAMOS A TENER VÓMITO EN DIRECTO?», preguntaba divertida y emocionada Lara Álvarez. Le encantan los reflujos. Esta es su escena de película preferida.

Y llegó la conversación en directo. Samira se miraba las uñas y pavón se recolocaba en la silla como si tuviera las nalgas en carne viva.

«Tengo un remordimiento muy fuerte que no me ha dejado ni comer ni dormir y nunca pensé que me fuera a pasar algo así», empezaba explicando Pavón, que hablaba como a trompicones.

«Hemos tenido una convivencia durante siete semanas en la que hemos congeniado muy bien y nos hemos tratado con cariño y respeto… pero el viernes yo metí la pata«, dijo Pavón, mientras Samira seguía como si hubiera coincidido con Pavón en la sala de espera del dentista.

Y oh, al final la chica Joi, se rompió y dijo que no podía hablar en directo con Pavón. «En estos momentos tu novia te está escuchando«, le dijo JJV y Pavón tragaba saliva que parecía el sumidero del baño de una llama.

«Tenemos muchos planes de vivir juntos, tener una familia, tener hijos», explicó Pavón, que también quiere una casa en el campo con una valla blanca. Joder, qué original es.

¿Y qué hacía Samira? Morderse los padrastros de los dedos, a su puta bola. Samira en medio de una crisis sentimental se hace las uñas a bocados. 

«Se me cae la cara de vergüenza, ha sido una niñatada, me siento como una basura«, dijo por fin Samira. «Sólo puedo pedir perdón con el corazón», dijo Samira, que quizá se mordía las uñas tratando de sacarse el corazón por un padrastro para pedir perdón.

Y se acabó lo que se daba.

Albert revienta: «¡Yo necesito los mil euros, no como tú!» y Marta coge unas tijeras

Para Fuerte, Marta en bucle con las tijeras. (TELECINCO)

Hay un disco de Serrat que se llama Cada loco con su tema. Recuerdo haber mirado de niño aquella portada garabateada llena de muñecotes haciendo cosas raras y disparatadas. Ahora me parece la oficina de un notario al lado de lo que hay metido en La Casa Fuerte.

La última ha sido el estallido de Albert Álvarez contra Marta, que por fin ha logrado sacarle de quicio. A Albert lo mandas a Guantánamo seis años y no se quiebra, pero al lado de Marta se ha venido abajo. El maromo es una persona que debería recibir el premio Nobel de la Concordia todos los años sólo por el tiempo que pasa con Marta, que es como la quebrantahuesos de la paciencia.

Y claro, la montaña rusa de emociones chungas que es Marta, que es la única montaña rusa del mundo que siempre va para abajo, ha acabado por hacer vomitar a su compañero de concurso, que habría preferido hacer pareja con Jafar o con Freddie Krueger antes que con Marta.

Lo de Albert no fue una gota colmando un vaso. Fue un tsunami colmando un chupito. 

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Llegó una de las pruebas de recompensa, con 1.000 euros en juego. Los residentes debían hacer trucos de magia y los VIP juzgarles. Y llegó el turno de Marta y Albert y resulta que Marta no quería hacer el truco porque no lo había practicado.

Y Albert comenzó a decirle a Marta que hiciera ella el truco, que parecía el entrenador del Mago Pop, obsesionado con que la chica lo hiciera. Y ella con su cara de asco, que si hubiera un museo del asco Marta sería el logotipo.

«En el baile ya me dejaste con el culo al aire, como hoy. Es lo que pasa siempre, que me dejas con el culo al aire«, chillaba Albert, gesticulando como si le estuvieran atacando unas avispas asiáticas.

«Juegas con mi dinero, los mil euros que tú no necesitas yo sí los necesito«, acabó por decirle el maromo a Marta, antes de salir de escena en con un mutis por el foro que ya lo querría haber escrito Shakespeare en Hamlet. En el camino se cruzó con Rafa, que se apartó como si le fuera a caer una hostia como una hogaza de pan.

«Está enfadadillo, ¿eh?», dijo Pavón, que es muy observador y perspicaz. Pavón ve la exhumación de un cadáver del siglo XIV y dice «pues está muertecillo, ¿eh?». Es un lince.

«Yo nunca me he creído la magia, cuando veo magia sé que hay un truco detrás», fue todo lo que Marta aportó después, en el confesionario. Ojo, otra mente preclara, que sabe que los magos no son mágicos. Marta ha visto Harry Potter y no se fía.

«Ya formalmente que Marta vaya por su camino y yo voy por el mío«, dijo más tarde Albert, que se piensa que esto es un divorcio y que hay que hacer papeles.

Mientras Albert decía eso en la cocina y Tony trataba de mediar, Marta estaba de espaldas, abriendo y cerrando unas tijeras. Las gemelas de El Resplandor estaban quietas y cogidas de la mano en aquel pasillo porque les daba miedo andar y cruzarse con Marta al girar una esquina.

«Hasta que no te pongas las pilas no quiero saber nada de ti«, le dijo Albert, porque Marta es una muñeca de Famosa que para ir al portal necesita batería. A Albert se le acaba la batería del coche y no llama a la grúa, lo quema porque ya no quiere saber nada de él.

Al final Marta, llorando como una persona adulta, de esas que tienen seis años y baja tolerancia a la frustración, acabó pidiendo perdón para no quedarse sin merendar o algo así maduro, sensato y estable como encenderse los pedos con un lanzallamas.

«Que perdona por lo de hoy», le dijo y añadió «que tú no tienes culpa de mis bucles», como le dijo Michael Jackson a su peluquero.

«No tienes por qué hacerlo tú todo… a lo mejor no soy muy disciplinada…«, reconoció. «A lo mejor no soy muy disciplinada», claro. Eso es como si llega Charles Manson y te dice «a lo mejor no soy muy buena persona».

«Pero yo no tengo culpa tampoco…«, se excusó la muchacha. No, la culpa la tiene Pedro Batúrrez, que vive en un pueblo de las Hurdes y cultiva calabazas, no te jode.

«No soy capaz de tirar de mi carro, ¿cómo voy a tirar del carro de los dos?«. Vale, ya sabemos que Marta no fue la que robó a Manolo Escobar.

«Es que yo estoy como una puta cabra», acabó por decir Marta, ante lo que Albert ya no pudo más y se descojonó. Y hala, a empezar otra vez.

Sangre fría en el reality: Se hace un test de embarazo y se va a dormir sin mirar el resultado… para qué

Tom, leyendo el test como el que lee chino. (TELECINCO)

Hay dos cosas que no me entran en la cabeza: los gorros de baño y que no sepas si estás embarazada y pases de saberlo. Es el caso de Sandra en La casa fuerte, que tenía sus dudas. Dudas que trataban de asaltar a Sandra, pero ella tiene unas murallas que ni Constantinopla, y las dudas morían tratando de escalar.

Sandra y Tom, que debe ser que tienen quince años y han estado metiendo el ratón en la madriguera sin ponerle el impermeable porque la palabra profiláctico no les dice nada, pensaban que Sandra podría estar embarazada.

La organización les dio un test de embarazo. Por la mañana Sandra se levantó, le echó el pis a la cosa y… se fue a dormir porque «eso tarda un huevo que flipas». Y se quedó dormida, oiga, más tranquila que un gato al lado de una estufa.

El que no compartía esa tranquilidad es Tom, que desde que supo que podía haber embarazo ha tenido los huevos metidos en el cuerpo como una tortuga bicéfala acojonada.

«Ya me lo he hecho, pero no lo he mirado», le dijo ella a su maromo y Tom saltó de la cama como si hubiera una serpiente. Lo que pasa es que Tom ingeniero no es y a pesar de que en el test ponía «No embarazada» tardó en interpretarlo como media hora.

«Hacemos el amor para no embarazada… entonces no soy fuerte«, dijo después, porque tiene mentalidad de conejo y eso de no preñar lo lleva medio mal. Sí, amigos, Tom asocia la fuerza con la fertilidad. El día que vea un calendario y sepa que está en 2020 y no en 1600 ya verás qué susto.

Le veo matando una gallina y leyendo las vísceras para ver cuál es el día propicio para la fornicación. Y luego veo a Sandra negando lentamente con la cabeza y preguntándose qué habría en el colacao de La isla de las tentaciones.

Tanto es sabido el tema del fornicio sin condón que Samira usó uno para escribir el nombre de Tom en un espejo. Bueno, puso «TOMTO». Samira es así, te hace grafitis con un preservativo. Le das gel lubricante y te pinta una fachada.

«Esto es para que no procree más y así le hace un favor a la humanidad«, alegó la muchacha, que tiene un gran cariño por Tom. Cariño de meterle la cabeza en el váter hasta que dejase de patalear. Ese cariño.

La cobra que Efrén le hizo a Isa Pantoja una noche que ésta iba «perjudicada»

El saber no ocupa lugar, lo que pasa es que hay saberes que son como los zapatos viejos en un trastero: por poco que ocupen, es mejor no tenerlos. Pero eh, el salseo es el salseo y con salsa todo se traga mejor.

El caso es que anoche nos enteramos de que a Isa le hicieron una cobra tan grande que podría haber matado a un elefante de un mordisco y después habérselo comido con guarnición de ñus. Y es que, por lo que dijo Efrén, Isa te tira el bocado cuando menos te lo esperas, es como un vampiro bajito a las tres de la tarde y sin haber desayunado.

Anoche en La Casa Fuerte, Efrén, que es muy macho alfa y hay quien le ve guapo por más que a mí me parezca que está mirando siempre a un punto fijo con cara de susto, contó que una noche después de Supervivientes estaban en el reservado de una discoteca él, Isa y Kiko Jiménez. Un reservado es una zona donde meten a los famosos como el que guarda animales en un establo para que no se los roben los cuatreros.

Allí, según contaba Efrén, se hizo muchas fotos con Isa, fotos que hizo Kiko, en plan mamporrero de la fotografía. Cabe destacar que Isa ya salía con Asraf por aquel entonces, pobre.

«No hubo ningún trío, eso es mentira. Estando en el reservado de esa discoteca me dijo Isa ‘acompáñame al baño’ y en ese momento entró María Jesús Ruiz y nos vio», dijo Efrén. Ah, que no hubo trío, pues menos mal, me quedo más tranquilo.

Al poco, se fueron todos juntos en taxi y es cuando llegó el rechazo, el no, la decepción, la cobra rompecuellos: «Yo me bajé en el hotel e Isa quería bajar y le dije que no«, contaba su versión Efrén, que sin embargo, confesó que antes de eso «sí hubo besos». Jo tía, qué fuerte.

«Al bajarle la cremallera del vestido [creo que para mear] se dio la vuelta y me besó. Me quedé en shock«, dijo Efrén, que se sintió sucio porque estaba reservando su flor para una mujer especial que le comprara flores y le llevara de paseo antes de pedir la mano a su padre, no te jode.

Pero claro, todo esto es la versión de Efrén. Con la gente que sale en la tele tienes que tener cuidado. ¿Las drogas, los gases nocivos, la degeneración neuronal? No. Nada perjudica más a la memoria que la posibilidad de hacerse un Deluxe diciendo que te has liado con un famoso.

Isa de lo de los besos no se acordaba. «Yo cuando pasó eso no me acuerdo ni de lo del baño. Estaba súper perjudicada. Me acuerdo del momento de la foto sí me acuerdo que Kiko me acompañó en el taxi. Cuando cerraron esa planta nos habilitaron otra y en el baño no pasó nada. Lo de que eché a Efrén no me acuerdo», decía Isa. JAJAJAJA

Y si no se acuerda, no pasó. Isa Pantoja piensa que la Segunda Guerra Mundial nunca ocurrió porque ella de eso no se acuerda mucho.

Marta Peñate se marca un Mercedes Milá y confiesa lo que hace en la ducha

Marta, en postura de relajarse. (FOTO: TELECINCO)

Hace ya unos años Mercedes Milá rompió un tabú social de primera índole: ¿sexual, social, político? No, dijo que meaba en la ducha. Aquella revelación hizo correr ríos de tinta y mucha lejía en bañeras y platos de ducha.

Pues si Milá fue pionera, ahora Marta Peñate, en una entrevista dentro de La Casa Fuerte, ha confesado que también le gusta jugar a ser Desatranques Jaén con su agüita amarilla.

«Cuando estoy en la ducha, con oír el agua caliente, me relajo tanto que orino… qué mal he quedado… aquí no lo he hecho, porque me ducho con agua fría», decía la muchacha. Recordad, si convivís con Marta, u os ducháis antes que ella o apagáis la caldera.

Y es que ya son dos las personalidades televisivas que se declaran fans del río Amarillo o Huang He. En el caso de Marta, espero que no se relaje nunca demasiado en la ducha. No sé si me explico, que hay cosas que flotan y no caben por un desagüe normal.

Y aunque lo de abrir compuertas urinarias allá donde estés tranquila pueda ser discutible, me gusta que Marta sea sincera y no tenga filtros a la hora de hablar estas cosas. Es verdad que la muchacha tiene menos equilibrio que un funambulista borracho en un terremoto, pero se muestra como es y eso es valiente.

Marta también confesó, OH, SORPRESA, que le gusta Albert. El hecho de que le mire como un caniche mira un filete no nos había dado pistas.

Y es que Marta no se cierra puertas. «No he tenido relación con personas de mi mismo sexo, pero sí piquitos absurdos. Pero tener relación con alguien del mismo sexo es algo que no descarto, cuidado, que nunca se sabe», dijo. Claro, eso es abrir tu mercado a todo el espectro de consumidores potenciales, con lo que aumentas las probabilidades de pillar cacho. Matemáticamente impecable.

Volviendo a lo de que Marta tenga un carácter con subidas y bajadas que haría vomitar del mareo a un piloto de caza de combate, dijo que se cambiaría por Mahi, «porque es una chica simpática, alegre, nunca está triste, nunca está embajonada y siempre tiene algo gracioso que decir. Querría ver cómo sería tener un día entero siendo lineal, feliz, con equilibrio».

Creo que Marta una vez estuvo dos horas con el estado de ánimo estable y fue al médico preocupada porque le pasaba algo. La verdad es que, con todas las reservas, es de las que más juego dan en la casa y a pesar de que tiene cosas como para meterla interna en un colegio militar, es de mis preferidas.

José Mota no pega ni con cola en ‘Mask Singer’ y las redes van a cuchillo

José Mota, integrándose como el agua y el aceite.

El cómico José Mota ha hecho una cosa muy difícil: aportar palabras y expresiones al lenguaje popular. El que no haya dicho nunca «cansino», «ansia viva» o cualquier otra de sus expresiones que levante la mano (oleada de gente que dice que no, que ellos nunca, pues vale).

Yo me he partido con sus imitaciones, con sus programas especiales y hasta he admirado el musical de Los Productores. PERO (ojo al ‘pero’ que debería ser la palabra más odiada del español) en Mask Singer no pega ni con cola. Si lo grapan a Mask Singer, le echan superglue por encima y le ponen cinta americana seguiría sin pegar.

No sé si es que no le juntan o no le quieren juntar, pero lo cierto es que con sus compañeros tiene menos química que mezclar agua con H2O.

Por otro lado, sus teorías sobre los disfraces están muy al nivel de trabajar por las mañanas como catador de LSD. He visto hierros en derrumbes de edificios menos retorcidos que sus argumentos.

– ¡La cerda es rosa, como el coche de Barbie, ¿y qué es Barbie sino una muñeca? ¿Y quienes son las muñecas? ¡Las de Famosa! y ¿quién tiene muñecas famosas? ¡Rafa Nadal, que se pone muñequeras! ¡Así que Cerdita es Gabriel García Márquez!

– Eeeeeh, Mota, está muerto.

– ¡Es una pista falsa, para despistar!

Y así.

El caso es que en las redes sociales, o lo que viene siendo en Twitter se han pasado mucho con él. Mask Singer mola, Mota mola, pero ambos no pegan, no hay más vueltas que darle. Pero por algún motivo, la gente se lo toma como algo personal…

Las bromas llegan demasiado lejos en ‘La Casa Fuerte’ con peligro de envenenamiento

Marta, aliñando el té de Albert.

El aburrimiento es el padre de muchas desgracias. ¿Sabéis esos que se ponen a tratar de prenderle fuego a un pedo? No lo hacen porque su vida esté llena de otras emociones. Por eso en La casa fuerte se pasan el día haciéndose bromas, pero la última ha pasado de castaño azuloscurocasinegro.

De los tartazos con harina y nata se ha llegado a cosas que podrían acabar en alguien dándole trabajo al médico. Aunque sólo entre el doctor a decir «sois gilipollas y en vuestra casa lo tienen que saber.

Pero antes de llegar a este punto, veamos qué ha pasado últimamente en La casa fuerte

(¿Quieres decirme qué te ha parecido este post de humor? Instagram: @GusHernandezGH / Twitter: @RealityBlogShow / Facebook: Gus Superviviente Hernandez )

En su paso al más allá (a las habitaciones) Marta, en una herencia que no podría dejarla ni Amancio Ortega, le dejó a Pavón y a Samira su colchón, que al parecer es «gordo», habiendo otros que son «finos». Y en cosa de colchones, el tamaño sí importa.

Pero Asraf e Isa Pantoja se creen más listos que Einstein sumando con los dedos, aprovechando un despiste cogieron sus colchones, finos y le dieron el cambiazo a Samira y Pavón. Cuando éstos se lo reprocharon, la respuesta de Isa y Asraf, de Israf, fue que los habían cogido «por antigüedad».

«Tú eres la nueva y yo no tengo la culpa», dijo Isa, para la que ser antigua en algo da derecho a cualquier cosa. Por ejemplo, si una señora de la limpieza lleva mucho en una oficina y llega un nuevo presidente ejecutivo, ella puede reclamar el despacho, por antigüedad.

Los bedeles de la Casa Blanca no presiden EE UU porque no quieren complicaciones, pero poder, podrían, porque llevan más tiempo allí que Trump.

Pero Pavón y Samira reaccionaron con justo encono y se llevaron de nuevo sus colchones. A Pavón le mentas a la madre y te perdona, pero el colchón no. EL COLCHÓN GORDO, NO.

Marta y Albert se estrenaron como residentes levantándose de madrugada a arrasar la cocina. La gente que vive en la costa del Pacífico temen ver llegar a los tsunamis y los tsumanis temen ver llegar a Marta y Albert con hambre.

Su menú consistió en atún, nata y tomate, que es lo que hay en las jeringuillas de los presos condenados a muerte por inyección letal. Y claro, a Albert le dio un apretón que con la fuerza de expulsión de su culo se podrían poner satélites en órbita. Se tuvo que agarrar a la tapa del váter para no salir por el ventanuco del baño.

A los acampados les han dado una hora diaria de agua caliente, pero antes de que amanezca. El primer día no fue a ducharse más que Pavón. Los demás prefirieron oler a mofeta con aerofagia y seguir durmiendo. 

El que sí se quería duchar era Asraf, que como Isa tenía un mal día le propuso que se ducharan juntos. Pero por ella. No porque el pequeño Asraf de cabecita púrpura quisiera hacer espeleología, no, lo hacía por pasar tiempo juntos él e Isa hablando de sentimientos.

Marta ha empezado una dieta. Una dieta de engorde que no la ves ni en las dehesas extremeñas cuando llega la época de vender los gorrinos. Se puso a desayunar y se metió entre pecho y espalda calorías como para alimentar a una tribu del Amazonas dos años.

«Luego dices que estás más gorda. ¿Cómo no vas a estar más gorda si no paras de engullir?», le dijo Mahi, porque Mahi sabe cómo decir las cosas con sutileza. Afortunadamente Mahi no es médico, porque la veo saliendo del quirófano e informando a los familiares. «La abuela suya está jodida, yo iría a casa a arramplar con las joyas que haya, porque estira la pata de aquí a nada».

«Lo único que haces es comer lo mismo, pero arrepentida», pero no has cambiado nada, dijo Albert en un brillante análisis que dejó sin palabras a Marta y eso es mucho dejar.

Marta y Albert están aprendiendo tango, pero a Marta lo único que le interesa es que Albert le prenda el tanga. Los profesores de baile van a las clases arrastrando los pies y deseando arrancarse los ojos, porque el tango de Marta y Albert lo pones en medio de una boda de los años 80 y parecen dos cuñados borrachos bailando Los Pajaritos.

Isa se cogió un disgusto gordo como un diplodocus con problemas de tiroides porque se le rompió un espejo y si eso pasa «te cae una maldición horrible».

«Esta superstición me viene de mi madre, que tiene muchas», confesó Isa. Los padres que le enseñan a sus hijos a montar en bici hacen el idiota. HAY QUE ENSEÑARLES SUPERSTICIONES para que pasen por la vida sin una sola maldición.

El mal de ojo le puede a la ciencia fijo. Si se rompe un espejo son 7 años de mala suerte, eso lo sabe todo el mundo y está documentado y sellado ante notario. Se decidió el día que se eligieron las maldiciones.

– A ver, Yahvé, ¿cuánta condena ponemos por lo de robar y matar?

– Bueno, un par de añitos de mala suerte, que tampoco vamos a pasarnos.

– ¿Y por lo de romper espejos?

– ¡SIETE PUTOS AÑOS, Y CALVICIE, Y QUE LOS HIJOS TE SALGAN TRÓSPIDOS Y QUE SE TE MUERA EL CABALLO Y SE TE AGRÍE LA NATA!

Y así fue.

«El sexo y el chocolate todo lo arreglan», dijo Rebeca acudiendo al rescate de Chabelita, que lloraba a moco tendido y extendido. Rebeca tiene razón. Si Hitler y Churchil hubieran comido chocolate y follado un poco, nos habríamos ahorrado la II Guerra Mundial.

Isa siguió llorando, pero bien que se comía el chocolate, que los lacrimales y la masticación no están reñidos.

En otro orden de cosas, a Marta le gastaron una broma en la que le echaron encima un poco de harina. Como descubrió que Albert sabía que eso iba a ocurrir y no la había avisado, lo consideró una traición. Y se lo hizo pagar echándole en la bebida limpiacristales.

Y claro, Albert, sin saberlo, se lo bebió. Afortunadamente Marta se arrepintió rápido y le dijo «¡NO TE LO TOMES!» y Albert se puso a escupir como una llama masticando chicle. «Embriaguez, irritación gastrointestinal, náuseas, vómitos, depresión del sistema nervioso central e incluso puede provocar coma y la muerte por paro respiratorio» son algunas de las cosas que te pasan si bebes limpacristales. Eso sí, si lo haces en grandes cantidades. Albert no estuvo en peligro, pero ya le vale a Marta.

«No he tragado de milagro, porque ya lo tenía en la boca. No me creo que la gente haga tonterías como echar limpiacristales en un té», se quejó el maromo. Parece que aún no conoce a Marta. Los dinosaurios traicionaron una vez a Marta. SOLO UNA VEZ.

El precio del sexo: 2.500 euros por acostarse dentro de ‘La Casa Fuerte’

Mahi y Rafa, haciendo… nada.

He visto mercados de ganado donde el tema del apareamiento se trataba con más delicadeza que en La Casa Fuerte. Y por mucho menos dinero, además. Pero, por otro lado, también es enternecedor cómo la gente se solidariza y supera barreras y conflictos cuando de la cópula se trata.

Os hablo de Mahi y Rafa en La casa fuerte. Ya sabéis que desde que entraron en el concurso, siendo pareja y teniendo habitación, no han querido tener sexo. ¿He usado el plural? Ah, pues no: es Mahi la que no quiere. Más que nada, porque se les vería y además, porque tú follas en un reality y luego JJV quiere saber qué tal, que hay informes de la CIA con menos datos de los que JJV necesita sobre un polvo.

«Mi madre da la catequesis a los niños del pueblo que van a hacer la primera comunión», nos explicó anoche Mahi sobre sus reticencias. Claro, eso lo explica todo. No sea que los niños hagan preguntas incómodas y se desvíe el tema del cuerpo de Cristo al cuerpo de Rafa.

Y es que Rafa sí que quiere. Rafa tiene los cántaros del amor que no se los mueve ni una aguadora polaca con medalla olímpica en halterofilia. Tiene los testículos tan hinchados que el diseño de las patas abiertas de la Torre Eiffel se inspiró en cómo camina Rafa.

Así que JJV les dijo que les daba una noche de amor sin cámaras a cambio de algo. «Pero no nos pongas pruebas físicas, un cante o una poesía o algo», dijo Mahi, que piensa que con la poesía se folla. Claro. Por eso se murió Bécquer, de follar mucho. Te vas a una discoteca a recitar a Neruda y te tienen que apartar a las chicas los de seguridad.

Pero no, el trato era un poco menos artístico: si Mahi y Rafa renunciaban a 3.000 de los 14.000 euros que tienen en la caja, podrían pasar una noche sin cámaras. A Rafa en ese momento los testículos le hacían chirivitas.

cállate y toma mi dinero GIF de Product Hunt

«No vale tanto nuestro amor… yo paso… ¡3.000 euros!«, dijo Mahi al segundo, ante la decepción de Rafa, que estaba ya contando el dinero. Si llega a tener una hucha de cerdito, la rompe. «3.000 euros son muchos euros… llevamos mucho tiempo juntos y nos queda mucha vida por delante, no me urge tanto«, dijo Mahi, que tiene la vagina como un oso pardo. ¿De peluda? No, que puede hibernar.

Ese «no ME urge» estaba bien usado, porque a su lado veíamos a Rafa como sentado encima de dos odres. A Rafa en Ryanair le cobran suplemento de maleta para subir a cabina por llevar dos bultos de mano.

«Si hubieras dicho 30 euros… eso sí lo valgo, pero 3.000 euros me parece mucho, soy humilde«, reconoció Rafa, resignado.

Mahi ofreció «500 o 600 euros», lo que vale la suite de un hotel. Y aún lo decía con pena la muchacha. Mahi es más agarrada que el superglue mezclado con cola. Ah, no, con cola no, perdón. Mahi va a comprar preservativos y le regatea a la farmacéutica.

«¿Se lo dejamos en 1.500 euros? 1.500 y media noche me dicen en dirección«, dijo JJV, porque la dirección esperaba que echaran el caliqueño y salieran de la habitación con Rafa aún guardándose el ciruelo y Mahi escondiendo teta.

«El coche que nos compramos nos costó 3.000 euros y lo compramos a medias», alegó Mahi, que reconoció que es de la cofradía del puño cerrado. Antes sacas un lingote de oro del Banco de España que una propina a esta mujer. Le das dinero a Mahi y es como echarlo en un agujero negro: nunca más vuelve a salir de allí y nadie sabe qué pasa con él una vez dentro.

«¿Por qué no hacemos un crowfounding? ¿Alguien estaría dispuesto a ayudar a Rafa y a Mahi a hacer el amor?», dijo JJV, que tiene espíritu de mamporrero solidario. Y… mirad: llegan a hacer colecta para comprar libros a los niños pobres y no pone ni dios, que he visto a recortadores de toros escaquearse peor que algunos a los que les ponen delante la hucha de la Cruz Roja, pero para el vicio…

Samira y Pavón pusieron 500 euros, con las reticencias de Samira, que tenía cara de hacerle mucha ilusión gastar su dinero en eso. La misma ilusión que casarse con un cerdo muerto, esa ilusión. Pavón sin embargo estaba ilusionadísimo, que solo le faltó poner 5 eurillos más para comprar palomitas e ir a ver el espectáculo.

Rebeca y Cristini pusieron 500 euros más. Y aún Tom y Sandra, archienemigos ahora de Rafa y Mahi, también 500 euros. «Es una buena causa», dijo Tom, que tú le estás apuñalando y le pides 50 euros para comprar condones y te los da con su último aliento, porque el follisque siempre es una buena causa.

«Lo que no puede ser es que folléis por la cara, 1.000 euros me tenéis que dar«, les dijo a la pareja JJV, convenciendo por fin a Mahi, que por un tercio de lo que cuesta su coche sí que folla. Así que en total, por 2.500 euros, hubo trato para tener sexo en La Casa Fuerte.