Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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La fiscal no ataca a los periodistas. Sólo a ciertos periodistas

Aunque algunos colegas traten de aparentarlo, los periodistas no somos de piedra. Tampoco somos objetivos. Es imposible, pues somos sujetos y no objetos. Ni siquiera -menos mal- somos todos iguales. En mi vieja profesión -la segunda más vieja del mundo- hay buenos, malos y regulares, como en botica.

Por eso, debemos mantenernos en posición de alerta cuando algún mal periodista, o ex periodista, trata de meternos a todos el mismo saco miserable del corporativismo interesado para meter la cuchara a su favor.

Ni Jordi Pujol es Cataluña ni Aznar es España ni Pedro Jota y F. J. Losantos son el Periodismo.

A mi que me registren. Ni ética ni profesionalemente tengo nada que ver con esos perpetradores de la teoría de la conspiración, que tratan por todos los medios de lavar la cara al trío Pinocho del 11-M (Aznar-Acebes-Zaplana) de tan triste memoria.

No me gusta que El Mundo titule con que:

«La fiscal ataca a los periodistas…»

Pues no. Yo me dedico a esta noble y hermosa profesión, desde hace décadas, y no me siento atacado para nada por la fiscal Olga Sánchez, en el juicio dle 11-M.

La fiscal se refería expresamente a los inventores del bulo de la conspiración, que ha sido desmontado en el sumario y en el jucio oral del 11-M. O sea:

«Quien se pica, ajos come»

Basta ya de la patente de corso que reclaman para sí algunos falsos periodistas. Nadie está por encima de las leyes. La pena es que, en España, las leyes parecen simples orientaciones. Esa es la tercera pata -fundamental- que le falta a nuestra democracia: todos deberíamos ser iguales ante la ley. Incluidos -sí- los periodistas.

Juicio por el mayor atentado en España – 11-M

La vara de medir

Gómez Bermúdez censura a la fiscal en un juicio en el que se han vertido los mayores disparates

PABLO ORDAZ en El País

13/06/2007

Ella estuvo allí. Aquella mañana de hace tres años, tres meses y dos días, ella bajó por las escaleras mecánicas de la estación de Atocha, tan silenciosas ya a esa hora, y lo primero que vio fue el rostro sereno de una mujer joven y guapa, elegantemente vestida, tal vez de su misma edad, tal vez como ella madre de niños pequeños. A aquella mujer tan bella la explosión de los trenes le había arrebatado la cabeza desde la frente hacia arriba, pero le había dejado el rostro intacto, el gesto sereno, el vestido impoluto.

A Pilar Manjón se le salta una lágrima. También la fiscal está a punto de llorar

Olga Sánchez trata de explicar de forma atropellada su trabajo de los últimos tres años

-A las cinco y media de aquella tarde, el juez Juan del Olmo y yo levantamos el último cadáver de la matanza. Fue en la estación de la calle Téllez. Desde allí nos fuimos al pabellón de Ifema, y empezamos a pensar en cómo organizaríamos el sumario.

Tres años. Tres meses. Dos días.

Y por fin, después de tanto tiempo, todo está a punto de terminar. Es la una de la tarde del 12 de junio de 2007 y ella, la fiscal Olga Sánchez, lleva casi dos horas hablando, tratando de explicar -a veces de forma atropellada- su trabajo de estos tres años, su lucha codo con codo con el juez Juan del Olmo por reunir las pruebas necesarias para condenar a los que ella considera, fuera de toda duda, autores de la matanza. Se le nota cansada, muy cansada. Su exposición es a veces farragosa, trufada de infinidad de datos, de fechas, de nombres, de números de teléfono y de matrículas de coches. Los acusados guardan silencio en el interior de la habitación de cristal blindado. Algunos, como Rafá Zouhier y Antonio Toro, incluso toman notas. Pero fuera, en la sala, el respeto no es unánime. Cada vez que la fiscal Sánchez trastabilla en algún nombre, el abogado defensor José Luis Abascal y tres militantes de la Asociación de Víctimas del Terrorismo intercambian guiños, risas y cuchufletas. Es, curiosamente, la tónica de estos tres años, de estos tres meses, de estos dos días. Un juez instructor y una fiscal que intentan construir un edificio trabajosamente, a contrarreloj, y una oposición inusitada, construida a base de esa alianza obscena entre defensores y acusadores, que se parten de risa -o de insultos- cuando a ese edificio le sale una gotera.

-Quiero acordarme ahora de Isabel Casanova, que perdió a su hijo Jorge. De Laura Vega, que quedó postrada en una silla de ruedas; de Laura, que está en coma vegetativo, de Yolanda, que perdió a su marido y a su hija Patricia, un bebé precioso de nueve meses… De Miguel Ángel López Ramos, que perdió a su hermana y a su cuñado y se hizo cargo de sus dos sobrinos, Alberto y Eduardo… De Eulogio Paz y de Pilar Manjón, que perdieron a su hijo, Daniel…

A Pilar Manjón se le salta una lágrima al final de la sala. También parece que la fiscal Sánchez está a punto de llorar, pero se sobrepone. Quiere terminar su alegato final. Cuando lo acabe, atrás habrán quedado para siempre esos tres años tan difíciles para ella. Pero no quiere irse sin decir algo.

-Tengo que poner de manifiesto que la dignidad de los afectados y la memoria de las víctimas no han sido merecedoras del tratamiento de algunos medios de comunicación, por personas que a lo mejor en su momento pudieron aprobar la carrera de periodismo pero que no tienen la altura ni la grandeza de una profesión tan importante en una sociedad democrática…

El juez Gómez Bermúdez la interrumpe en ese momento:

-Creo que ya se han excedido los límites de lo que es un informe jurídico. Reconduzca su informe.

-Con la venia de la sala. Se han publicado y hablado cosas de este ministerio fiscal y de otras partes que hemos trabajado…

Gómez Bermúdez le corta el micrófono y la vuelve a reconvenir con dureza:

-Pues podrá usted ejercer las acciones o hacer lo que le parezca más oportuno, pero entenderá que no podemos dedicar en esta sala tiempo a los reproches.

Se produce un momento de gran tensión en la sala. Hay quien no entiende que en un juicio donde algunos abogados han llegado a sostener que los suicidas no se suicidaron o que ETA está relacionado con el atentado del 11-S en Nueva York, Gómez Bermúdez le haya puesto esa mordaza preventiva a la fiscal. Pero Olga Sánchez opta por aceptar la reprimenda y terminar su informe con un recuerdo a las víctimas. El juez interrumpe la sesión y se acerca paseando al final de la sala. Se detiene junto a los abogados Emilio Murcia y José María de Pablo, dos de los patrocinadores de la conspiración. También participan en la tertulia dos de los militantes de la AVT que se intercambiaban guiños con el abogado Abascal durante la intervención de la fiscal Olga Sánchez. Todos sonríen complacidos. La fiscal se ha metido en su despacho. Dicen que iba llorando.

FIN

Unidos contra ETA (en El País) o desunidos (en El Mundo)

¿Quién confunde deseos con realidad? ¿Quién contribuye a unir o a desunir a los demócratas contra ETA? ¿Quién an¡ma o desanima con su contabilidad sesgada al alza o a la baja?

Ya sabemos que no hay noticia gratis ni titular inocuo. Pero, a veces, las diferencias de tratamiento en cada diario son tan clamorosas que escandalizan, con razón, al lector más confiado.

Titular de El País:

Gesto por la Paz aúna a los partidos políticos contra el terrorismo

Titular de El Mundo:

Los partidos vascos evitan dar una imagen de unidad en la marcha de Gesto por la Paz

El País suma Bilbao con Pamplona en este sumario:

Cerca de 5.000 personas marcharon en Bilbao y Pamplona en defensa de la paz y la libertad

Sumario de El Mundo:

Unos 2.000 manifestantes exigen a la banda en Bilbao «que no pongan las manos encima de nadie»

El corte de la foto tampoco resulta inocuo. El País ilustra la información con un plano general, que incluye desde la pancarta completa de la cabecera hasta casi la cola de la manifestación. El Mundo, en cambio, da una foto de plano medio en la que sólo puede leerse media pancarta de cabecera.

El arranque de las dos informaciones no puede ser más clarificador acerca de las habilidades contables de ambos diarios.

El Mundo comienza así:

«Cerca de 2.000 personas se manifestaron ayer en Bilbao convocadas por Gesto por la Paz…»

El País, que debe tener otro aparato de medir, comienza así:

«Más de 3.000 personas convocadas por Gesto por la Paz marcharon ayer en silencio por las calles de Bilbao…»

El País completa la información, que va a a toda página, con una entrevista a Fabián Laespada, portavoz de Gesto por la Paz que lleva este titular:

«No pierdo la esperanza de que Batasuna alce su voz contra ETA»

Por ahora, yo tampoco la pierdo.

Las portadas de ambos diarios (que llevan -¡menos mal!- la palabra «implacable«) tampoco defraudarán a sus lectores habituales. Abren con el mismo sujeto (Zapatero) pero le atribuyen un verbo muy distinto-

Para El País:

Zapatero afirma…

Para El Mundo:

Zapatero cambia…

Ahí una interesante visión del presidente del PNV, Jose Jon Imaz, a quien no debemos perder de vista. La publica El País:

Y un análisis muy acertado de Sol Gallego, también el El País:i

No crean que me olvidé de incluir la información que El País da en su portada sobre el presunto tráfico de influencias del ex presidente Aznar a favor de Centaurus , «uno de los fondos especulativos más activos y agresivos». Simplemente, la copié y la pegué en un post anterior y me puse a ver por la tele el partidazo de Rafa Nadal. Emocionante.

Zapatero «ofrece» (en El País) y «niega» (en El Mundo)

Me fui a París (en viaje de trabajo) con la desazón generada por el anuncio criminal de ETA. Al regresar, he leído algunos editoriales y artículos de prensa sobre este triste asunto del fin de la tregua. Desde luego, ninguno tan claro ni tan duro como este dibujo de El Roto.

Lo está poniendo tan dificil el PP, queriendo sacar tajada electoral de este desastre nacional (al que regresamos por culpa de estos locos-sin-salida de ETA), que me cuesta expresarme libremente para criticar al presidente del Gobierno. Especialmente, en estos momentos, cuando reclama el apoyo de todos.

Vaya por delante qùe Zapatero tiene mi apoyo en la lucha contra ETA y que detesto la hipocresía y la miserable avaricia política que muestran algunos miembros del PP en este gravísimo asunto. Faltaría más. Pero también considero que puedo ayudar al presidente (naturalmente, con mi humilde granito de arena, ya que hablo de ayuda no solicitada) criticando lo que considero errores de su política antiterrorista.

1.- Una de mis críticas se identifica con el dibujo de El Roto. Por las razones que fueran, Zapatero habló demasiado durante la tregua de ETA y transmitió un optimismo innecesario y, como hemos visto después, bastante prematuro.

¿Quiso compartir con los españoles, de buena fe, un sueño, una quimera, una esperanza? ¿Pecó de soberbio y vanidoso creyéndose «el pacificador«? ¿Tenia datos fiables sobre los que basar su fatal optimismo?

Un presidente del Gobierno puede ser de todo excepto ingenuo, y menos aún aparentarlo públicamente.

2.- Otra cosa que no me gusta del presidente del Gobierno el doliente«, según Miguel Angel Aguilar) es que provoque la compasión de los ciudadanos. Nadie quiere votar a quien compadece.

Por estas dos razones no me ha gustado nada la reacción de Zapatero al anuncio de fin del alto el fuego de ETA. No me gusta que parezca ingenuo (lo peor que le puede pasar) ni que suscite la compasión de nadie. Ni Felipe González ni José María Aznar aparecieron como ingenuos ante la opinión pública. Tampoco hicieron pucheros ni agacharon la cabeza cuando fracasaron sus negociaciones con ETA.

Si de algo debería disculparse Zapatero es de haber generado públicamente tantas esperanzas y haber transmitido tanta alegría con sus anuncios pueriles sin base real (que sepamos) de que, con ETA, estabamos mejor que ayer y peor que mañana. Me recordada la medallita del amor de los adolescentes.

Zapatero tenía derecho a intentar negociar la paz y ha fracasado. Ahora no podrán engañarlo de nuevo. Pero, por haber pecado de ingenuo, me temo que ahora va a pasar al polo opuesto. Más duro que los duros. Y tampoco se trata de eso.

Desde luego, es tiempo de firmeza y de eficiacia para acabar con ETA. La banda terrorista ha engañado vilmente al presidente del Gobierno, ha demostrado que no sabe ni quiere dejar las armas, que el callejón donde ha metido a tantos adolescentes fanatizados no tiene salida pacífica.

Pero el Gobierno no puede retorcer las leyes, ni mucho menos los principios del nuestro ordenamiento jurídico, para ser más blando o más duro contra los criminales, según se lo pida el cuerpo.

El espectáculo de circo que estamos dando, desde que empezó este folletín de hipocresías cruzadas con De Juana Chaos (especialmente por parte del PP, El Mundo y la COPE, pero también de todos los demás) es lamentable.

La repentina mayor presión judicial y/o policial sobre Otegui , sobre los tres etarras detenidos en el sur de Francia o sobre ANV, porque haya teminado la tregua de ETA, provoca sospechas de inseguridad juirídica. Es lo peor que le puede pasar a la democracia: matar el Estado de Derecho para salvarlo.

Siempre estuve en contra de la Ley de Partidos que ilegalizó a Batasuna. Creo que es inconstitucional. Si Batasuna fuera legal, y estuviera abiertamente gobernando ayuntamientos, se acabaría integrando en la vida política democrática y los terroristas más fanáticos acabarían encontrando empleo, exilio o cárcel.

Ahora lo tenemos mucho más difícil. A los terroristas sólo les queda una salida: la cárcel. Y a nosotros, impotentes para acabar con ellos sólo por la vía policial, nos queda el llanto por nuestros muertos. Ojalá no tengamos que enterrar a ninguno más por culpa de ETA.

Levante la cabeza, señor presidente. No la agache nunca más.

Y cuídese, señor presidente, de los halagadores profesionales. Son (a veces, somos) corrosivos.

Una cosa hizo bien Zapatero: pedir a todos que arrimemos el hombro contra ETA. Aquí está el mío.

¡Venga, señor Rajoy, arrime también el suyo!

Aznar: ¿consejero o especulador? ¿ficha o lo fichan?

Pedro Jota Ramírez sigue dedicado, en cuerpo y alma, erre que erre, a apuntalar la teoría de la conspiración, para lavar la cara de su amigo José María Aznar, el de la mentira masiva sobre ETA en el 11-M. Y lo da a cuatro columnas, arriba.

Sin embargo, del nuevo sabroso empleo de su amigo Aznar no da ni una línea en su portada. Ni siquiera para felicitarle. ¡Qué ingratitud!

Para saber de qué va este asunto de Aznar (¿consejero o especulador?) hay que leer la portada de El País que lo da arriba, a una columna, o las páginas interiores de El Mundo.

Pedro Jota manda hoy en su portada, y sólo él, como es habitual, con nuevas dudas acerca del tipo de explosivo utilizado por los terroristas de la matanza de Atocha.

Algunas de esas dudas técnicas son razonables, y pueden estar causadas quizás por las chapuzas cometidas por la policía de Aznar y Acebes. Eran gobernantes indignos, que parecían más preocupados por ganar torticeramente las elecciones del 14 de marzo de 2004 que por investigar las pistas de los verdaderos autores de la mayor masacre terrorista de la historia de España.

Y también -cómo no- causadas quizás por las posteriores chapuzas de la policía mandada, meses después de la matanza de Atocha, por el Gobierno de Zapatero.

Pero de lo que no cabe duda, pase lo que pase en el juicio del 11-M, es que, con los datos que tenían entonces, los del trío Pinocho (Aznar-Acebes-Zaplana) nos mitieron deliberadamente, durante los tres días previos a las elecciones generales, para ganar tiempo y alejar de las urnas el fantasma de la invasión ilegal de Irak. Y reconozco que, en este asunto, no puedo ser neutral, por más que lo intento.

Aún no se me ha pasado el cabreo provocado por aquellas mentiras que me obligaron a conectarme a la BBC de Londres -como en los tiempos de la dictadura de Franco– para saber lo que estaba pasando en mi país.

Como El Mundo no da nada de Aznar en su portada no podemos hacer análisis comparativo alguno de este asunto más que decir que para El País es noticia de primera página y para El Mundo , en cambio, no lo es.

La cobertura interior sí merece cierta atención gráfica y tipográfica.

Por la simple elección y el tamaño de las fotos que ilustran la información aznarí ya podemos saber, sin miedo a equivocarnos, de pie cojea cada diario.

La foto (grande, a dos columnas) de El Mundo nos muestra a un Aznar activo, convincente, con gesto decididamente parlamentario o mitinero, al vibrante estilo de don Emilio Castelar. La foto nos puede servir, incluso, de boceto modélico para una estatua de líder decimonónico.

El texto del titular va de acuerdo con la foto. No es Aznar quien ficha por el fondo sino al revés. Es el fondo de capital riesgo quien le busca y ficha a Aznar «como consejero«.

El sumario mejora el efecto de la foto:

La firma financiera londinense destaca su trayectoria política y sus «logros económicos»

En la columna de salida, escoltando la foto castelarina de Aznar, El Mundo lleva este titular:

Dow Jones estudia la oferta de Murdoch

El grupo Dow Jones es propietario del Wall Street Journal, el diario económico conservador más influyente del mundo.

Sabemos que José María Aznarya es consejero del magnate australiano Rupert Murdoch, el pretendiente de Dow Jones. Lo que no sabemos es si consiguió este influyente cargo también por sus «logros económicos» o como premio de consolación por su apoyo incondicional al presidente George Bush, amigo de Murdoch, en la invasión ilegal de Irak. Quizás también por haber perdido el poder como consecuencia de ese apoyo a Bush … y por su mala cabeza en la gestión informativa de la matanza terrrorista de Atocha.

Si el imperio de Murdoch (con Aznar en su Consejo de News Corporation) compra el Wall Street Journal , ya puede Polanco echarse a temblar.

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…

Y quien dice Polanco, dice Vocento (ambos están en Bolsa) o el conde de Godó…o el mismísimo Lara, que no es ni conde ni uno de los siete infantes de su mismo nombre pero tiene tele y periódicos.

Como vemos hoy, Aznar cabalga de nuevo.. y a lomos de otro Consejo que, según El País, es de armas tomar. En realidad, cabalga a lomos de un descomunal «Centaurus» que es el nombre del sospechoso fondo de capital riesgo.

En el titular a tres columnas de El País, es Aznar (como sujeto principal) quien ficha (y no al revés) por el fondo de inversiones (¡ay!) e s p e c u l a t i v a s.

¿ESPECULATIVAS?

En el texto de El País, elaborado al alimón por dos redactores de postín desde Londres y Madrid, se citan ejemplos poco edificantes de la historia reciente de Centaurus Capital , que actúa desde las Islas Caimán que tanto honor hacen a su tenebroso nombre y al recuerdo caribeño de las botellas de «ron, ron, ron, la botella de ron…» (Esto, naturalmente, sólo vale para aquellos que no soportan que les digan lo que tienen o no tienen que beber antes de conducir el coche o el barco).

En los ejemplos que cita El País aparecen pistas y rastros de los amigos y compañeros de pupitre que Aznar colocó, a nuestra costa, al frente de las grandes empresas publicas de España (Telefónica, Tabacalera, Aldeasa, Terra, etc.) y de empresas privadas españolas como Recoletos, Campofrío, FCC, etc.

Como verán, la foto pequeña, y elegida con escaso afán de neutralidad, de un Aznar de mirada perdida, entre atontado, gaznápiro e iluminado, que pone El País no tiene ni comparación con la grandeza castelarina de la que da El Mundo.

¡Dónde va a parar!

¡Tiembla Polanco!

El mismo verbo (ganar) pero con distinto collar (PP o PSOE)

Decíamos ayer:

«Como mañana veremos que todos los partidos han ganado, cualquiera que sea el resultado electoral, podemos felicitar a todos anticipadamente».

Y así ha sido. Todos han ganado y todos contentos. Incluidos -y esto me parece grave- los canditados imputados en causas de corrupción (de ambos partidos), que han sido soprendentemente apoyados por sus votantes como en los mejores tiempos del caciquismo o del clientelismo político. ¡Qué vergüenza de ciudadanos!

Estos políticos de «vengo a forrarme» no son los responsables exclusivos de la corrupción sino que comparten dicha responsabilidad con los ciudadanos que les han votado a sabiendas del riesgo que asumen. Que nadie se llame a engaño. Los pueblos, como algunas personas, también se suicidan.

Las portadas de la prensa de hoy no tienen desperdicio. Por eso las hemos reunido en 20minutos.es. Las de El País y El Mundo son bastante representativas.

Ambos diarios coinciden en que el verbo principal de hoy es «ganar» pero disienten -¡ay!- en el sujeto.

Para El País:

El PSOE gana…

Para El Mundo:

El PP gana…

Menos mal que ambos diarios incluyen en su gran titular de portada, a toda página, un «pero» para compensar el alarde triunfalista que hacen a favor de su partido favorito.

Editorial del El Mundo:

Ni tirón socialista ni barrida del PP

Soledad Gallego-Díaz en El País

28/05/2007

Ni el PSOE ha pegado un tirón, después de tres años en el Gobierno de la nación, ni el PP ha sido capaz de dar un vuelco indiscutible a sus expectativas electorales. El PP de Mariano Rajoy ha recuperado los 120.000 votos que le sacó el PSOE en 2003 y ha marcado una tendencia, pero no ha logrado una clara de recuperación. Con el 94% escrutado, sólo le sacaba al PSOE unas décimas y menos de 150.000 votos. Esa mejora no le permite tampoco ampliar su poder territorial, más bien al contrario, tiene en peligro (depende de las coaliciones), como poco, la presidencia de Baleares. Más importante aún, ha perdido la mayoría absoluta en Navarra, con lo que eso puede suponer para su diseño general de oposición.

Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas de ayer muestran bastante estabilidad y dificultan bastante las lecturas de ámbito nacional. «Nadie va a hacer lecturas con implicaciones de futuro, es decir con consecuencias en las estrategias de cada uno», auguraba ayer un dirigente del Partido Popular. Al final del recuento, el PP y Mariano Rajoy van a seguir pensando que su línea es la correcta (han conseguido recuperar lo que le sacó el PSOE en 2003), y el PSOE y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que las «cosas pintan bien» (puede, con alianzas, recuperar una o dos comunidades autonómicas). El año que queda para las elecciones generales de 2008 va a ser muy parecido a los tres que ya han transcurrido.

Está claro que el PSOE tiene un problema en Madrid y que la operación Miguel Sebastián, poco planificada y mal resuelta, ha sido un fiasco. La pérdida de voto en la Comunidad de Madrid puede ser la responsable de la pérdida de la mayoría total, con las repercusiones que ello debería tener dentro del Partido Socialista de Madrid (PSM). Perder sistemáticamente la capital del Estado y su Comunidad y hacerlo cada vez por mayor porcentaje de votos encenderá sin duda algunas alarmas cara a 2008.

En el PP, por el contrario, Alberto Ruiz Gallardón vuelve a apuntarse un tanto indiscutible, con una mayoría absoluta aplastante. Gallardón salvó al PP en 2003, gracias a sus magníficos resultados, y en 2007 ha vuelto a marcar diferencias. Su batalla con Esperanza Aguirre, que también incrementa su voto, se anuncia formidable.

Tampoco es buena noticia para los socialistas que el PSOE no haya conseguido consolidar y mejorar su voto de 2003, sobre todo por culpa de la fuerte abstención en Cataluña y en Andalucía, donde tampoco ha prosperado su ofensiva sobre las capitales del PP.

El resultado más inquietante es el que se produce en Navarra, comunidad que parece polarizada casi al 50% entre UPN y los otros partidos, en bloque. Es posible que Nafarroa Bai, Partido Socialista e Izquierda Unida consigan formar Gobierno, pero será por sólo dos escaños de diferencia y UPN habrá demostrado que sigue siendo una fuerza muy sólida.

Lo mismo puede suceder en Pamplona, con una feroz batalla de último minuto, con lo que ello indica de enfrentamiento radical entre dos análisis políticos muy diferentes.

FIN

Este recorte es para consumo interno de los blogueros de lasideas.es.

En la foto de El País aparece nuestro buen Carlos Hidalgo, apoderado de mesa en un colegio electoral de Madrid, marcando el paso junto a unos señores que le ríen la gracia y que, según el pie, han resultado ser los inquilinos del Palacio de la Moncloa.

En la foto se nota claramente que quien manda, y lleva la iniciativa, es Carlos Hidalgo.

Espero que Carlos le haya dado al presidente del Gobierno alguna de nuestras ideas sobre los beneficios de la autocrítica y sobre el daño fatal que hacen los halagos a los poderosos. Falta le hacen a Zapatero, en estos días, para el correcto análisis de su «dulce» derrota.

Desde luego, la patada que le han dado en Madrid al desconocido Miguel Sebastián, en el culo de Zapatero, ha sido sonada. Él fue quien le nombró a dedo. El presidente debe asumir, por tanto, esa derrota y aprender que la soberbia y la arrogancia del poder son malas consejeras.

Creo que Zapatero pregunta poco y escucha menos aún. Y así le ha ido. Miguel Sebastián lo tenía crudo e hizo lo que pudo -incluso con el alto riesgo de meter la pata con la foto de la bella Montse Corulla– para darse a conocer a toda prisa.

¿Hay alguien por ahí que se atreva a decírselo a Zapatero?

Lamento la segunda derrota seguida de Rafael Simancas, después de haber haber ganado una vez, sin éxito (porque unos golfos se las robaron), las elecciones de la Comunidad de Madrid. Muchos votantes piensan que Simancas es una excelente persona, pero recuerdan que se dejó robar la cartera… Y eso ha marcado su carrera política.

Creo, como nuestra Gretel, que los principales triunfadores del día de ayer han sido Gallardón y López Aguilar. Así se lo he reconocido esta mañana en el post de ayer:

«Buenos días «Gretel» o «Bruja» o «lo dijo…»:

Me gustan tus comentarios, especialmente cuando son provocados por un ataque espontáneo de cordura y moderación.

No tengo tiempo ahora de responderte (hay mucho tomate en ellos sobre individuos y partidos) pero sí de manifestar mi coincidencia contigo acerca de los dos grandes vencedores del día de ayer: Gallardón en Madrid y López Aguilar en Canarias.

Los dos (derecha e izquierda) han sido muy buenos candidatos y, por lo que se de ellos, también son buena gente. Merecidas victorias, a mi juicio. ¡Enhorabuena a ambos! ¡Ah! y enhorabuena también a la presidenta Esperanza Aguirre, tan bruja como tú y más lista que el hambre. Mariano Rajoy tiene ahora dos posibles sucesores en el camino hacia la Moncloa, mientras Zapatero no tiene ninguno.

También estoy de acuerdo contigo en el mutis por el foro de Acebes y Zaplana (te faltó incluir al pobre Aznar) para pasar página a la teoría conspiranoica del trío Pinocho del 11-M.

Luego veré los diarios de pago y los pegaré el blog. La vida sigue y espero que la izquierda pierda el miedo a la crítica y, sobretodo, a la autocrítica. Si no reconoce sus errores dificilmente podrá corregirlos.

Saludos

JAMS

lo dijo JAMS · 28 Mayo 2007 | 10:07

¡Ah! Y enhorabuena también a Rita Barberá. Es mucha Rita.

Mañana, con más tiempo, intentaré ponerme en los zapatos de Rajoy con un Gallardón pisándole los talones…

Zapatero tendrá suerte si se enfrenta a Rajoy -y no a Gallardón– en las próximas elecciones generales, que están ya a la vuelta de la esquina.

Día de reflexión: pedrada tipográfica al contrario

La primera vez que voté en mi vida fue el 15-J de 1977. Dos días antes, aterricé en Madrid, procedente de la Universidad de Harvard (EE.UU.). Ya tenía cerradas las heridas del secuestro y de las torturas del final de franquismo.

Desde Barajas, acudí al mitín de Santiago Carrillo en Torrelodones. Cuando salí de España, en 1976, el lider comunista y todos sus militantes aún eran perseguidos por los restos de la Dictadura.

Al día siguiente, pasé la primera Jornada de Reflexión de mi vida. Supongo que, por falta de experiencia democrática, fue una idea copiada de Francia. ¿Qué tenía yo que reflexionar, después de tantos años de esclavitud y humillación fascista? Me dijeron que era para evitar choques violentos entre los votantes. Para evitar tensiones… Una decisión, pensé, fruto del miedo de aquellos momentos predemocráticos.

El 15-J voté. Fué muy emocionante. Para un soñador de la democracia fue -creedme- como hacer la primera comunión. Algo especial.

Han pasado 30 años, desde aquella primera votación en libertad, y aún me pregunto por el significado y la justificación real de esta afrancesada Jornada de Reflexión.

¿Tiene sentido esta Jornada? ¿Por qué ? ¿Para qué?

¿Acaso somos aún menores de edad? ¿A qué viene tanto paternalismo con votantes adultos?

Que alguien me explique…

Que yo sepa solo Francia y países francófonos mantienen esta rancia y rara tradición de la reflexión obligatoria.

He cubierto, como corresponsal, varias elecciones presidenciales en los Estados Unidos y nunca he oído a hablar allí de esta farsa de llamada Jornada de Reflexión. Allí hacen propaganda política hasta la hora del cierre de los colegios electorales. Es más, hacen propaganda electoral en California cuando, por la diferencia horaria, ya saben quien es el ganador. ¿Y qué?

¿Qué pasaría si no hubiera «Jornada de Reflexión?

¿Tenemos aún miedo a pegarnos ante las urnas?^

¿Por qué no publiacar los sondeos que cada uno quiera y cuando quiera?

El votante, mayor de edad, sabrá lo que tiene que hacer con su voto, digan lo que digan los sondeos, los políticos o los púlpitos.

Creo que anular definitivamente esta farsa, esta antigualla, sería como obtener un certificado de madurez democrática. No pasa nada.

De hecho, los diarios, radios y televisiones siguen informando de todo. Y no digamos Internet.

Recuerdo el reciente ridículo que hizo Francia cuando trató de impedir que los pobres franceses pudieran sintonizar las televisiones de Bélgica donde, naturalmente, se estaban publicando libremente todo tipo de sondeos sobre las elecciones presidenciales entre Sarkozy y Royal.

Cada diario le tira hoy una pedrada al partido que no es de su gusto. Vean y comparen…

Y sigue la guerra de cifras de OJD entre los declinantes diarios de pago.

Aún no he digerido la «Guerra Civil» del pobre Aznar

Algo habrá hecho

FÉLIX OVEJERO LUCAS en El País

24/05/2007

Hace unas semanas el nombre de Fernando Savater apareció entre los amenazados por ETA. Días más tarde, nos enteramos de que unos etarras detenidos tenían instrucciones para atentar contra los miembros del PP y de no hacerlo contra miembros del resto de los partidos, salvo algunos militantes del PSOE que discrepan de la línea oficial. La reacción inmediata de muchas personas fue la de expresar su solidaridad. Este mismo periódico se llenó de cartas al director mostrando su apoyo a la persona que, en muchas cosas, nos invitó a pensar limpiamente.

Buena cosa. Hace unos cuantos años, los asesinatos o las listas de amenazados se sellaban con aquella justiciera apostilla de «algo habrán hecho». No está de más recordar los supuestos morales implícitos en el retintín: ETA administraba justicia; algo peor: era infalible. Para quienes crean que esa historia es antigua les convendrá saber que todavía resuenan en boca de un entrevistado, en tiempo presente, en un reportaje reciente de TV3 sobre Terra Lliure: «En un determinado momento las cosas se tienen que parar y, por tanto, hacía falta un cierto nivel de violencia respecto a esa gente».

Aunque con el tiempo la apostilla se abandonó, hay un hilo que conduce desde aquel «algo habrán hecho» hasta una extendida crítica a los que se descalifica como «provocadores». Un hilo que se prolonga en la justificación de bastantes dejaciones de sus obligaciones por parte de las autoridades porque «no hay que provocar o dar excusas a los radicales». Que las expresiones son vecinas lo ilustra su impecable sustituibilidad como delirante disculpa de las agresiones sexuales: «algo habrán hecho ellas» funciona sin pérdida de información como «es que van provocando».

El ejemplo nos recuerda algo más. Si nos repugna la disculpa es porque no estamos dispuestos a aceptar como justificación de la barbarie el comportamiento de las víctimas. No hay nada que entender moralmente en las razones de los agresores sexuales. Exactamente lo que no sucede cuando, en el caso de ETA, se da curso a la mercancía de «la provocación», sea para recriminar los comportamientos «provocadores» sea para justificar la propia disposición ambigua y contemporizadora. Dicho en plata: en tales casos se asume que hay algo de justicia en la causa de ETA, que las apelaciones «a la opresión del pueblo vasco» no son desatinos completos. La misma convicción, por cierto, late en la exigencia de «respuestas políticas» ante «el conflicto», «respuestas políticas» que naturalmente no consisten en la crítica política de los supuestos de nacionalismo.

Sin duda, las reacciones de estos días son otra cosa. Lamentan la suerte de los señalados. Con todo, hay algo llamativo en la mayor parte de ellas: son apolíticas. No difieren de la que a veces se transmite a los enfermos, las víctimas de un terremoto o de una hambruna. Pareciera que a los afectados les haya caído una desgracia. Gente con mala suerte.

Pero no, no son unos desgraciados. No es verdad que tengan mala suerte. En realidad, se lo han buscado. Les resultaría muy fácil escapar a su infortunio. Bastaría con que cambiaran de opinión para que su mala suerte desapareciera. Entonces podrían pasear por la calle sin escolta, opinar «libremente». Como les sucede a tantos otros. Entre ellos, a muchos de los que expresan su solidaridad. Podríamos decir que está en su mano ser libres, que, aunque estén oprimidos, son libres de ser libres. Una curiosa paradoja, sin duda.

Como acostumbra a suceder, por detrás de la paradoja hay asuntos de hondura. En este caso dos ideas distintas de libertad. Según la primera, popularizada por Isaiah Berlin, hay libertad cuando no hay interferencia, cuando nadie restringe mis cursos de acción mediante una acción u omisión deliberada. Soy libre si nadie me impide hacer lo que quiero hacer. Por ejemplo, soy libre de viajar si nadie me lo prohíbe. Para esta concepción, la máxima libertad vendría a ser la de Robinson Crusoe: como no hay nadie con él, nadie se entromete en su vida. Una idea demasiado exigente, que nos impediría calificar como plenamente libre a una sociedad que encarcela a los asesinos. Pero también una idea demasiado pobre, que llevaría a considerar como libre al siervo cuyo amo, generoso, le deja hacer lo que quiere, por más que siempre esté en su mano la posibilidad de impedírselo.

La otra idea es la de libertad como ausencia de dominación. En este caso, hay libertad cuando no se está sometido a la voluntad arbitraria de otro. Las interferencias justificadas, no arbitrarias, no menguan la libertad. Por eso no es menos libre una sociedad que encarcela a los criminales. Antes al contrario, hay libertad porque no pueden imponer su voluntad. A la vez, el esclavo con un amo consentidor, sigue siendo un esclavo. Es una persona sometida a los caprichos de su amo.

Hay una interesante asimetría entre las dos ideas de libertad. La de Robinson se puede disfrutar en soledad. No es política. Unos pueden ser libres, aunque otros no lo sean. Mientras nadie se entrometa con ellos, lo serán. La libertad de uno puede aumentar con independencia de la de los demás. Cierto es que cuando llega compañía la cosa se complica. Hay que establecer leyes, acuerdos, resignarse a perder parte de la libertad. Pero como es inevitable, lo único que queda es minimizar las intromisiones, reconciliar los encontronazos. Al final, para juzgar si la sociedad es libre, se echan las cuentas, una suerte de balance total de la libertad.

Para la otra idea, una sociedad no es libre si alguien no lo es. Lo de Marx en el Manifiesto Comunista: «La libertad de cada uno es la condición de la libertad de todos». Si alguien puede, según le plazca, impedir a algún otro hacer o decir lo que quiere, no hay libertad. La libertad de uno aumenta con la de los demás. La propia «libertad» de quienes hacen lo que quieren será una libertad consentida. Los consienten. Les perdonan la vida, por pensar lo que piensan. No son libres de querer cosas distintas de las que quieren. Incluso ellos mismos tendrán razones para dudar de si lo que dicen creer lo creen honestamente o es porque es lo que les dejan creer. Tal vez deberían empezar a preguntarse si «algo habrán hecho» para que les perdonen la vida.

Según esta segunda idea, no hay más libertad en el País Vasco ahora que cuando eran más los amenazados. Mientras haya uno solo que no pueda expresarse libremente, no hay libertad para nadie. La lucha por la libertad es por la libertad de cada uno. Incluidos, por cierto, esos ciento cincuenta mil que se marcharon en los últimos años, una «realidad» con no menos peso ontológico -por no hablar del moral- que los votantes de HB que tantas veces se invocan.

Para quienes creen que la libertad importante es la segunda, muchas de las cartas a Fernando Savater, antes que otra cosa, entristecen. Sobre todo porque no llegaron para los otros amenazados. Savater no tiene un problema personal. Si tal fuera, sería un imbécil porque su solución ya la sabe: hacer como esos otros a los que les perdonan la vida.

¡Ah, por cierto!, un purismo: la idea libertad de Robinson es la del liberalismo. La otra es la del republicanismo. Según dicen, la fuente de inspiración filosófica del presidente de Gobierno. Pero, la verdad, me cuesta creerlo.

Félix Ovejero Lucas es profesor de Ética y Economía de la Universidad de Barcelona.

Hoy voy a la carrera. He metido aquí la foto de Ronald Regan con Felipe González porque han sido los dos políticos que más me han impresionado de todos los que he conocido personalmente.

(Queda excluido de la comparación Fernando Abril Martorell que siempre será para mi el número 1. Es una lastima que muriera tan joven.)

¡Que falta nos hace ahora un personaje como Abril!

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“Zapatero acusa”, en El Mundo y “Aznar acusa”, en El País

En España, el que no acusa es porque no quiere. El verbo está de moda.

Desde luego, los directores de nuestros principales diarios tradicionales de pago no se rompen los sesos a la hora de buscar verbos para sus titulares de primera página.

El Mundo manda, arriba, a cuatro columnas, con “Zapatero acusa”:

Zapatero acusa al PP de “meter miedo” y Rajoy le reprocha pactar con radicales

En la página 13, El Mundo recurre de nuevo al verbo acusar, a tres columnas:

Llamazares acusa a Rajoy de hacer “demagogia” con el agua

El País utiliza en portada el mismo verbo pero con distinto sujeto, a tres columnas, abajo:

Aznar acusa en un mitin a Zapatero de llevar a España a la guerra civil

Otro revolcón a los conspiranoicos. Y Pedro Jota sin dimitir…

De vuelta a la normalidad laboral -después de la doble fiesta en una Almería de Primera División- me doy de bruces, otra vez, con la no participación de ETA en la matanza de Atocha ,según declaran los peritos el juicio del 11-M. ¡Qué aburrimiento! ¿No hay algún siquiatra disponible para los líderes de la AVT?

El País lo dice muy claro en su portada:

La obsesión de la AVT por meter a ETA en el 11-M se estrella otra vez con los hechos

Pese a la insistencia del trío Pinocho (Aznar-Acebes-Zaplana), la teoría conspirativa que trataba de relacionar miserablemente a ETA con el 11-M , para salvar cara de los mentirosos del Gobierno anterior, ha quedado de nuevo desacreditada en el juicio. Sin embargo, si uno lee El Mundo las cosas no están aún tan claras como muestra El País. Aquí están los titulares:

Indios y sociólogos

FERNANDO SAVATER en El País

22/05/2007

No sé si a ustedes les pasará igual: si a mí me tomasen por tonto Habermas o Vargas Llosa, por ejemplo, lo aceptaría con resignación puesto que a su lado probablemente lo soy; pero que me consideren idiota Conde Pumpido o López Garrido, por no hablar de Pepe Blanco… vaya, es algo que le humilla a uno. Y mi impresión general es que este Gobierno ha decidido que lo mejor es tratar a la clientela levantisca como si no tuviese demasiadas luces -«¡pero qué sabrá usted!»- incluso cuando se les está intentando dar en vez de liebre ya no gato, sino rata disecada.

El truco empleado es elemental aunque repetido con renovado énfasis: consiste en decir que en modo alguno se va a hacer o a consentir algo y luego hacerlo o consentirlo pero llamándolo de otro modo. Por tanto, el Gobierno nunca pactará con ETA un precio político del final de la violencia, pero ofrece una mesa política en cuanto acabe la violencia o si se suspende un rato suficientemente largo; no excarcelará a De Juana Chaos, pero se complacerá en verlo paseando fuera de la cárcel, que no es lo mismo; no absolverá de apología del terrorismo a Otegi, aunque no se extrañará de que no se le condene; no permitirá a Batasuna presentarse a las elecciones, pero autorizará decenas de listas de ANV que son «pacíficas y legales» aunque funcionen a todos los efectos como si fueran de Batasuna y por tanto parezcan de Batasuna, qué desconfiada es la gente; y por supuesto no se han reunido últimamente con los delegados etarras con fines de mercadeo, digan estos lo que digan, aunque de vez en cuando se les acerquen a buscar información, que no todo lo resuelve Google. Siguiendo así, el día que ETA pegue un tiro a alguien no se tratará de un asesinato propiamente dicho, sino todo lo más de otro afortunado que pasa a mejor vida…

Lo de las listas de ANV, sobre todo, está convirtiéndose en un auténtico máster de cómo tomar el pelo desde el Gobierno a la resignada grey de los gobernados. A cada telediario apretamos el cinturón de los embelecos un punto más. No sólo hay que creer que Batasuna no se presenta ni poco ni mucho a las elecciones gracias a la firme diligencia gubernamental, no sólo la parte autorizada de ANV nada tiene que ver con ETA pese a los apoyos que recibe de y brinda a los proetarras, sino que según el Fiscal General hasta se ha ido demasiado lejos en el celo prohibitivo. ¡Y aún hay quien pretende encerrar a la sufrida gente abertzale en un Guantánamo electoral! Es lo que viene a explicarnos a los duros de entendederas Javier Pérez Royo en Liquidación electoral de una minoría (EL PAÍS, 19 de mayo de 2007). Con la misma elocuente vehemencia con que otrora justificó a quienes iban a las puertas de la cárcel de Guadalajara para hacer la ola a los condenados del GAL, hoy denuncia que se está intentando ante nuestros ojos nada menos que la liquidación electoral de 150.000 o 200.000 ciudadanos españoles del País Vasco a los que se priva en la práctica del derecho de sufragio. Y así será, si se les impide votar de la manera que cada uno de ellos considere individualmente apropiada y se vean obligados a ejercerlo de la manera que los demás le imponen. A esos perseguidos solamente se les deja la opción de apoyar las candidaturas de los partidos que no les gustan o de abstenerse, es decir que se les condena al limbo electoral. ¡Menudo atropello! Por lo visto, no basta que haya candidaturas nacionalistas, nacionalistas radicales o francamente independentistas. Si el público lo demanda, es imprescindible que se autoricen también otras que no se desliguen de la violencia terrorista, que apoyen la estrategia de ETA y que recauden para ella financiamiento y audiencia política, abierta o encubiertamente. El derecho fundamental de elegir debe primar sobre la condición democrática o no de lo elegido, sea lo que sea. …Pues fíjense, yo no me lo creo. Puede que el derecho, sea constitucional o de otro tipo, no siempre coincida punto por punto con el sentido común del lego pero tampoco es una pieza absurda como las del teatro de Ionesco.

Y hay argumentaciones jurídicas que corroboran en este caso el escepticismo ante los razonamientos de Pérez Royo: remito al lector a la obra de otro catedrático de derecho, Carlos Fernández de Casadevante, La nación sin ciudadanos (ed. Dilex) cap. VIII, titulado «Ni todas las ideas, ni todos los proyectos políticos».

Pero si por un momento acepto el planteamiento de Pérez Royo, entonces yo también temo formar parte de la minoría electoral liquidada. Porque yo tampoco tengo un partido a mi gusto al que votar. Yo quisiera votar a un partido socialista con una firme posición de rechazo tanto ante el terrorismo de ETA como ante sus pretensiones políticas, un partido socialista que se atuviese al espíritu y la letra del Pacto Antiterrorista tal como fue redactado en su día, un partido socialista que buscara en este punto político fundamental el apoyo del resto de los constitucionalistas y que no debilitara el diseño unitario del Estado de Derecho para conseguir apoyos de los nacionalistas periféricos que no creen en él por mucho que tales concesiones garantizasen su hegemonía en el Congreso. Y como tal partido socialista de mi ideal no existe y por otra parte no puedo inclinarme por una derecha empeñada en el terreno educativo en preferir feligreses obedientes a ciudadanos conscientes, me veo obligado al limbo del voto en blanco. ¡Ay, que zapatética situación la mía! ¡Arnaldo, Pernando, cómo os comprendo y compadezco!

En una de las historietas del genial Fontanarrosa, el gaucho don Inodoro Pereyra se enfrenta a los indios que llegan en destructivo malón. «¿Qué pretendéis?», les pregunta y el jefe responde: «Vamos a arrasar vuestros campos, quemar vuestras casas y violar a vuestras mujeres». «Pero… ¡eso es una barbaridad!», comenta don Inodoro y el otro responde: «Ah, no lo sé, yo soy indio, no sociólogo». En el País Vasco, los indios del malón abertzale siguen manteniendo sus pretensiones tradicionales, pero ahora renovadas y reforzadas: intimidar a los oponentes políticos, extorsionar a la población social y económicamente, convertir su ideario de máximos en un trágala obligatorio para todos del que sólo están dispuestos como mucho a negociar los plazos de cumplimiento. Ya lo están demostrando en la campaña electoral en el País Vasco y hasta el ministro de Justicia lo ha experimentado en carne propia (como no hay mal que por bien no venga, al menos tras los incidentes de Sestao seguro que Fernández Bermejo no necesitó recurrir ese día a ningún laxante). Y después de las elecciones, podemos prepararnos para lo peor. Pero claro, los indios no tienen por qué ser sociólogos. Ese papel lo cumplen otros, que nos explican sus intenciones fundamentalmente pacíficas, su deseo de renunciar a la violencia aún no del todo maduro, las posibilidades futuras de entenderse con ellos porque entre gente de izquierda todo acaba arreglándose, sus derechos vulnerados por la inicua Ley de Partidos y los intolerables caprichos de la derecha montaraz que se empeña en hablar de terrorismo para que la gente no se pasme como es debido ante los logros económicos y sociales del Gobierno. Nunca les habían faltado a nuestros indios proetarras voces sociológicas de elucidación y encomio, pero nunca antes las habían tenido tan abundantes y situadas a tan alto nivel en el ordenamiento estatal.

Ya sé que estas elecciones municipales no son ni debieran ser unas primarias, pero me temo que en gran medida van a funcionar como tales. Porque algunos estamos preocupados sin duda por la corrupción urbanística y temas afines, pero por mero instinto de conservación sentimos otras cuestiones como prioritarias. Y no podemos dejar pasar esta oportunidad de mostrar con la ocasión de voto que se nos ofrece nuestro rechazo ante la explicación sociológica y la ambigüedad gubernamental que refuerza en lugar de impedir el peligro que corren nuestras cabelleras.

Fernando Savater es catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.

ETA y el 11-M, a tope, en plena campaña
Ha muerto Falwell, gran fanático

Me da la impresión de que el Indice de Corrupción Ambiental (ICA) es aceptado por todos los partidos como lubricante necesario, aunque no suficiente, para satisfacer su voracidad tradicional.

Salvo por el caso Marbella, apenas se habla ya de la financiación ilegal de los partidos a través del trueque de licencias y recalificaciones urbanísticas por comisiones dinerarias.

Menos mal que nadie puede poner puertas al humor. El chiste de Forges de hoy en El País -con dirigentes de cualquier partido haciendo «el egipcio«- dice más sobre la campaña electoral en marcha que las portadas de todos los diarios.

El Mundo manda a cuatro columnas con el informe de los peritos sobre los evetuales explosivos del 11-M, naturalmente sembrando las dudas habituales de la teoría conspiratoria en base a varias chapuzas de los Tedax.

El País manda con ETA y Batasuna, pero el sujeto -vaya por Dios- es un valiente Zapatero que «avisa» y «acusa de cobardía a Batasuna«.

La noticia-escándalo del día va con una gran fotografía centrada en la portada El País, con este titular:

«Ya es tarde. Nada me devolverá a mi marido»

El Mundo la lleva a una columnita:

El anestesista Maeso condenado a 1.933 años por contagiar la hepatitis C a 275 pacientes

Hace casi 20 años que ocurrieron los crímenes y han tardado ¡¡¡9 años!!! en juzgar estos delitos y en pronunciar la sentencia.

Pero ¿qué clase de justicia es ésta? Más de uno, que ve como se desarrollan los juicios de otros países en la tele, desearía ser de otro país.

¡Qué buena crónica-resumen ha hecho hoy El Roto del viaje del Papa a Brasil! ¿Para qué leer más sobre este asunto?

También me ha traído algunos malos recuerdos la noticia de la muerte del telepredicador Jerry Falwell, uno de los fanáticos más grandes que he conocido en mi vida.

Existe la costumbre, bastante generalizada, de hablar de los recién muertos sólo a favor, de ensalzar únicamente sus virtudes y de ocultar sus vicios. Una hipocresía más.

Debo reconocer que al ver su foto en la página de necrológicas de El País se me han revuelto los peores recuerdos de los fanáticos telepredicadores de Estados Unidos, a los que seguí de cerca en 1987 y 1988 cuando estuve, por primera vez, de corresponsal en Nueva York. Había de todo: racistas, machistas, ladrones, multimillonarios, pervertidos y algún devoto religioso… , en fin , el cuento de nunca acabar.

Sus homilías circenses, bastante ridículas para cualquier racionalista que se precie, hicieron brotar los peores fanatismos de la nueva derecha norteamiericana -la Mayoría Moral– que llevó al poder a Ronald Reagan y, más tarde, a Bush.

Recibí una muy triste imagen del Imperio a través de estos hipócritas telepredicadores que llenaban los estadios y recaudaban millones a través de la televisión. Decía yo entonces, ingenuamente, que este fenómeno de los «born again» (los «nacidos de nuevo» del Evangelio de San Juan) difícilmente arraigaría en la vieja Europa. Ahora, vista la evolución reciente de la derecha nacional católica española, no pondría la mano en el fuego por defender esa apresurada y prematura afirmación. Ojalá me equivoque.