Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Navarra y el 11-M, a toda máquina

Me ha quedado un poco chungo el recorte de la primera de El Mundo porque le di la misma anchura en el Photoshop que a la noticia de El País y apenas se puede leer.

Fijémonos en los titulares.

El País utiliza el verbo «rematar» para dar por muerta la teoría de la conspiración que, auspiciada por el trío Pinocho, trata de responsabilizar a ETA por la matanza de 11-M.

El Mundo, convencido quizás de que la teoría conspiratoria ayudó a la victoria pírrica de PP en la municipales y autonómicas, sigue, erre que erre, alimentándola sin desmayo. Por eso, adjudica a la perito de los Tedax ese «cambia ahora» tan escasamente neutro.

Cuando un perito señala alguna duda que conviene a los intereses de la teoría conspiratoria, El Mundo le atribuye valor de portada a cinco columnas y la acepta como un dogma que va a misa.

Si, por el contrario, contradice su loquinaria versión exculaptoria de las mentiras de Aznar , en ese caso, pierde importancia tipográfica, considera que no dice la verdad y se pregunta por qué lo hará, con el fin de sembrar nuevas dudas sobre la presunta autoría islamista del 11-M.

Reconozco que tuve la falsa premonición de que, al concluir la campaña electoral, los apóstoles de las mentiras masivas del 11-M reducirían su agitación y propaganda. Me equivoqué.

Algunos fundamentalistas de la derecha habrán atribuido el pequeño triunfo electoral del PP (150.000 votos más que el PSOE) -que ellos llaman «histórico«- al estado de movilización permanente de sus militantes, gracias a la teoría conspiratoria de ETA en el 11-M, a que «España se rompe» y a que «Zapatero se rinde ante ETA».

Son mensajes sencillos, tan verosímiles como falsos, pero muy eficaces para personas que recurren más a la fe que a la razón y poco acostumbradas a desentrañar problemas complejos.

Ahí va un simpático articulo de Migel Angel Aguilar:

En el balcón de la victoria

MIGUEL ÁNGEL AGUILAR en El País 29/05/2007

La noche del domingo hubo balcón en Génova que debió improvisarse otra vez con mecano tubo sobre la fachada de la sede nacional del Partido Popular. Tenemos nuevas elecciones en puertas y convendría que se procediera desde ahora mismo a tramitar las oportunas licencias municipales que permitan dotar al edificio de un balcón permanente de manera que los líderes puedan corresponder cuantas veces sea necesario al entusiasmo siempre a punto de la militancia. Esta vez se ha desencadenado tras una diferencia a escala nacional de 155.991 votos más sobre los 7.758.093 que se han apuntado los candidatos del PSOE. La diferencia en términos porcentuales representa un 0,7% pero ha servido también para cantar victoria. Con menos motivo se apuntó Napoleón la victoria en el campo de Eylau. Además de que los resultados arrasadores en la ciudad y en la Comunidad de Madrid tampoco pueden minimizarse, como si no estuvieran apuntando otra dimensión del problema para el PSOE.

En la sede socialista de Ferraz los balcones son impracticables, como si fueran de atrezo, y nadie ha cuidado en las últimas ocasiones electorales de procurar una instalación análoga a la de sus competidores. Prefieren celebraciones más discretas, de interior, sin concentraciones al aire libre. Se diría que los del PSOE vienen de una tradición diferente. Sólo cuando la primera victoria en las generales del 28 de octubre de 1982 Felipe González y Alfonso Guerra se asomaron tímidamente a una ventana del Hotel Palace para recomendar enseguida a los incondicionales que se disolvieran y regresaran a casa. No tienen la cultura del balcón, un elemento que ha sido postergado en la arquitectura de la Villa y Corte a partir de Gutiérrez Soto, el impulsor de las terrazas que luego se cubren arbitrariamente, cada uno por su cuenta, con el consiguiente deterioro del aspecto exterior de las construcciones.

Aceptemos que si las grandes ocasiones parlamentarias se conocen por los chóferes, los triunfos electorales se distinguen por sus celebraciones. En todo caso, nada comparable al momento estelar de la salida al balcón, cuando la muchedumbre reclama impaciente la comparecencia de los líderes victoriosos. Hay que imaginar la situación previa, que transcurre en la habitación contigua, convertida en improvisado patio de cuadrillas momentos antes de que suenen los clarines y se abran las puertas para iniciar el paseíllo. Entonces debe disponerse quienes saldrán, el orden de aparición en escena y la posición en que quedarán expuestos. También quién ocupará el centro, los turnos de palabra y otros detalles de la animación corporal. Cuidado, porque pueden cundir los disgustos entre los que se consideren postergados sin posibilidad de asomarse, retenidos en las bambalinas. Algunos pisarán el balcón sin problemas de timidez pero otros necesitarán para hacerlo estimularse con alguna dosis de coñac salta parapetos.

La tradición del PP con los balcones se inauguró en Carabaña aquel Viernes Santo 7 de abril de 1996, dos semanas después de la primera victoria electoral de José María Aznar sucedida el 28 de marzo anterior. Allí estaban junto al líder, Ana Botella, Pedro José Ramírez y Rodrigo Rato. A todos ellos los echamos de menos la noche del pasado domingo en el balcón de Génova junto a Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz-Gallardón y Ángel Acebes. Porque nadie discutirá la colaboración extraordinaria de José en la campaña con intervenciones como la de Calatayud y otras a dúo con Ana confirmando el amor que se tiene el matrimonio ya cargado de nietos. Sabemos de la ingratitud de la política y dice Joan Manuel Serrat en su canción A quien corresponda «que a los viejos se les aparta / después de habernos servido bien». Pero tampoco, porque basta ver al ex para desmentir que el suyo sea un caso de ancianidad. Entonces, ¿por qué han prescindido del gran timonel que sigue marcando el rumbo en medio de navegación tan procelosa, sin temblor alguno en su pulso? Añadir a Rato hubiera dado un toque internacional y habría sido un reconocimiento a sus negros augurios sobre la economía española, cualquiera que sean los datos positivos que ofrezca. En resumen, ampliar el balcón y explicar de paso la ausencia del incombustible Zaplana.

FIN

Otro revolcón a los conspiranoicos. Y Pedro Jota sin dimitir…

De vuelta a la normalidad laboral -después de la doble fiesta en una Almería de Primera División- me doy de bruces, otra vez, con la no participación de ETA en la matanza de Atocha ,según declaran los peritos el juicio del 11-M. ¡Qué aburrimiento! ¿No hay algún siquiatra disponible para los líderes de la AVT?

El País lo dice muy claro en su portada:

La obsesión de la AVT por meter a ETA en el 11-M se estrella otra vez con los hechos

Pese a la insistencia del trío Pinocho (Aznar-Acebes-Zaplana), la teoría conspirativa que trataba de relacionar miserablemente a ETA con el 11-M , para salvar cara de los mentirosos del Gobierno anterior, ha quedado de nuevo desacreditada en el juicio. Sin embargo, si uno lee El Mundo las cosas no están aún tan claras como muestra El País. Aquí están los titulares:

Indios y sociólogos

FERNANDO SAVATER en El País

22/05/2007

No sé si a ustedes les pasará igual: si a mí me tomasen por tonto Habermas o Vargas Llosa, por ejemplo, lo aceptaría con resignación puesto que a su lado probablemente lo soy; pero que me consideren idiota Conde Pumpido o López Garrido, por no hablar de Pepe Blanco… vaya, es algo que le humilla a uno. Y mi impresión general es que este Gobierno ha decidido que lo mejor es tratar a la clientela levantisca como si no tuviese demasiadas luces -«¡pero qué sabrá usted!»- incluso cuando se les está intentando dar en vez de liebre ya no gato, sino rata disecada.

El truco empleado es elemental aunque repetido con renovado énfasis: consiste en decir que en modo alguno se va a hacer o a consentir algo y luego hacerlo o consentirlo pero llamándolo de otro modo. Por tanto, el Gobierno nunca pactará con ETA un precio político del final de la violencia, pero ofrece una mesa política en cuanto acabe la violencia o si se suspende un rato suficientemente largo; no excarcelará a De Juana Chaos, pero se complacerá en verlo paseando fuera de la cárcel, que no es lo mismo; no absolverá de apología del terrorismo a Otegi, aunque no se extrañará de que no se le condene; no permitirá a Batasuna presentarse a las elecciones, pero autorizará decenas de listas de ANV que son «pacíficas y legales» aunque funcionen a todos los efectos como si fueran de Batasuna y por tanto parezcan de Batasuna, qué desconfiada es la gente; y por supuesto no se han reunido últimamente con los delegados etarras con fines de mercadeo, digan estos lo que digan, aunque de vez en cuando se les acerquen a buscar información, que no todo lo resuelve Google. Siguiendo así, el día que ETA pegue un tiro a alguien no se tratará de un asesinato propiamente dicho, sino todo lo más de otro afortunado que pasa a mejor vida…

Lo de las listas de ANV, sobre todo, está convirtiéndose en un auténtico máster de cómo tomar el pelo desde el Gobierno a la resignada grey de los gobernados. A cada telediario apretamos el cinturón de los embelecos un punto más. No sólo hay que creer que Batasuna no se presenta ni poco ni mucho a las elecciones gracias a la firme diligencia gubernamental, no sólo la parte autorizada de ANV nada tiene que ver con ETA pese a los apoyos que recibe de y brinda a los proetarras, sino que según el Fiscal General hasta se ha ido demasiado lejos en el celo prohibitivo. ¡Y aún hay quien pretende encerrar a la sufrida gente abertzale en un Guantánamo electoral! Es lo que viene a explicarnos a los duros de entendederas Javier Pérez Royo en Liquidación electoral de una minoría (EL PAÍS, 19 de mayo de 2007). Con la misma elocuente vehemencia con que otrora justificó a quienes iban a las puertas de la cárcel de Guadalajara para hacer la ola a los condenados del GAL, hoy denuncia que se está intentando ante nuestros ojos nada menos que la liquidación electoral de 150.000 o 200.000 ciudadanos españoles del País Vasco a los que se priva en la práctica del derecho de sufragio. Y así será, si se les impide votar de la manera que cada uno de ellos considere individualmente apropiada y se vean obligados a ejercerlo de la manera que los demás le imponen. A esos perseguidos solamente se les deja la opción de apoyar las candidaturas de los partidos que no les gustan o de abstenerse, es decir que se les condena al limbo electoral. ¡Menudo atropello! Por lo visto, no basta que haya candidaturas nacionalistas, nacionalistas radicales o francamente independentistas. Si el público lo demanda, es imprescindible que se autoricen también otras que no se desliguen de la violencia terrorista, que apoyen la estrategia de ETA y que recauden para ella financiamiento y audiencia política, abierta o encubiertamente. El derecho fundamental de elegir debe primar sobre la condición democrática o no de lo elegido, sea lo que sea. …Pues fíjense, yo no me lo creo. Puede que el derecho, sea constitucional o de otro tipo, no siempre coincida punto por punto con el sentido común del lego pero tampoco es una pieza absurda como las del teatro de Ionesco.

Y hay argumentaciones jurídicas que corroboran en este caso el escepticismo ante los razonamientos de Pérez Royo: remito al lector a la obra de otro catedrático de derecho, Carlos Fernández de Casadevante, La nación sin ciudadanos (ed. Dilex) cap. VIII, titulado «Ni todas las ideas, ni todos los proyectos políticos».

Pero si por un momento acepto el planteamiento de Pérez Royo, entonces yo también temo formar parte de la minoría electoral liquidada. Porque yo tampoco tengo un partido a mi gusto al que votar. Yo quisiera votar a un partido socialista con una firme posición de rechazo tanto ante el terrorismo de ETA como ante sus pretensiones políticas, un partido socialista que se atuviese al espíritu y la letra del Pacto Antiterrorista tal como fue redactado en su día, un partido socialista que buscara en este punto político fundamental el apoyo del resto de los constitucionalistas y que no debilitara el diseño unitario del Estado de Derecho para conseguir apoyos de los nacionalistas periféricos que no creen en él por mucho que tales concesiones garantizasen su hegemonía en el Congreso. Y como tal partido socialista de mi ideal no existe y por otra parte no puedo inclinarme por una derecha empeñada en el terreno educativo en preferir feligreses obedientes a ciudadanos conscientes, me veo obligado al limbo del voto en blanco. ¡Ay, que zapatética situación la mía! ¡Arnaldo, Pernando, cómo os comprendo y compadezco!

En una de las historietas del genial Fontanarrosa, el gaucho don Inodoro Pereyra se enfrenta a los indios que llegan en destructivo malón. «¿Qué pretendéis?», les pregunta y el jefe responde: «Vamos a arrasar vuestros campos, quemar vuestras casas y violar a vuestras mujeres». «Pero… ¡eso es una barbaridad!», comenta don Inodoro y el otro responde: «Ah, no lo sé, yo soy indio, no sociólogo». En el País Vasco, los indios del malón abertzale siguen manteniendo sus pretensiones tradicionales, pero ahora renovadas y reforzadas: intimidar a los oponentes políticos, extorsionar a la población social y económicamente, convertir su ideario de máximos en un trágala obligatorio para todos del que sólo están dispuestos como mucho a negociar los plazos de cumplimiento. Ya lo están demostrando en la campaña electoral en el País Vasco y hasta el ministro de Justicia lo ha experimentado en carne propia (como no hay mal que por bien no venga, al menos tras los incidentes de Sestao seguro que Fernández Bermejo no necesitó recurrir ese día a ningún laxante). Y después de las elecciones, podemos prepararnos para lo peor. Pero claro, los indios no tienen por qué ser sociólogos. Ese papel lo cumplen otros, que nos explican sus intenciones fundamentalmente pacíficas, su deseo de renunciar a la violencia aún no del todo maduro, las posibilidades futuras de entenderse con ellos porque entre gente de izquierda todo acaba arreglándose, sus derechos vulnerados por la inicua Ley de Partidos y los intolerables caprichos de la derecha montaraz que se empeña en hablar de terrorismo para que la gente no se pasme como es debido ante los logros económicos y sociales del Gobierno. Nunca les habían faltado a nuestros indios proetarras voces sociológicas de elucidación y encomio, pero nunca antes las habían tenido tan abundantes y situadas a tan alto nivel en el ordenamiento estatal.

Ya sé que estas elecciones municipales no son ni debieran ser unas primarias, pero me temo que en gran medida van a funcionar como tales. Porque algunos estamos preocupados sin duda por la corrupción urbanística y temas afines, pero por mero instinto de conservación sentimos otras cuestiones como prioritarias. Y no podemos dejar pasar esta oportunidad de mostrar con la ocasión de voto que se nos ofrece nuestro rechazo ante la explicación sociológica y la ambigüedad gubernamental que refuerza en lugar de impedir el peligro que corren nuestras cabelleras.

Fernando Savater es catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.

El «tedax» de Acebes y la «mutante teoría conspiratoria sobre el 11-M»

Parece que, con piscina o sin piscina, Pedro Jota no descansa ni en pleno mes de agosto. La portada de El Mundo de hoy es también antológica para los coleccionistas de teorías conspiranoicas. Va desgranando, por capítulos, y a toda página, lo que ya dijo el jefe de los Tedax (nombrado y condecorado por Acebes, ministro de Aznar) ante la comisión del 11-M en el Congreso. La primera página va ilustrada con dos fotos bien montadas de la Kangoo vacía y (¡ale hop!)de la Kangoo llena.

Lleva este titular:

El jefe de los Tedax también declaró que la furgoneta de Alcalá estaba vacía

Y este antetítulo de autobombo no disimulado:

Su testimonio corobora lo descubierto por El Mundo sobre la pieza clave del 11-M

Mientras Galicia arde por los cuatro costados, ni una sola línea de ello aparece en la primera de El Mundo. Los considera «no noticia». No le da ni para un sumario.

Nada del 11-M en la primera de El País que manda, a dos columnas, con el fuego:

El Ejército se moviliza en Galicia contra el «terorismo del fuego»

Y con este subtítulo:

El Gobierno envía expertos de la Guardia Civil para investigar la ola de incendios provocados

Abre su portada con la foto de un soldado israelí sobre este titular, a tres columnas, a media página:

Hezbolá mata a 15 israelíes en su ofensiva más sangrienta

El País no da ni una línea del jefe de los Tedax y de la Kangoo del 11-M en su portada. Es una «no noticia». Como los incendios de Galicia para El Mundo.

Sin embargo, sí informa El País en su página 21 sobre las críticas que han recaído sobre el jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, por sus fallos en las pesquisas del 11-M.

El País ilustra su información con una foto del jefe de los Tedax, nombrado y condecorado por el Gobierno de Aznar, que tanto ha dado de sí para El Mundo y para sus fieles seguidores del PP.

Lo que más me sorprende, por novedoso, es el tono combativo de la información de El País sobre este estrafalario asunto de los Pinochos del 11-M (Aznar, Acebes, Zaplana), que parecía terreno abonado en exclusiva para las teorías conspiratorias de Pedro Jota Ramírez.

La entradilla es digna de ser leída. En ella habla de «los fallos cometidos por éste en las pesquisas del 11-M, que han permitido al PP y sus medios afines sostener una mutante teoría conspirativa sobre la matanza».

Con esto, El País ha roto su persistente silencio sobre las conspiraciones del 11-M tan del gusto de Pedro Jota. Eso sí, en página interior.

Y hablando de conspiraciones, me ha encantado el chiste del maestro Forges, en El País.

Precisametne ayer tuve algunos comentarios sobre el apoyo ofrecido por Aznar al líder cubano en el exilio de Miami, Más Santos, hijo de su viejo amigo Más Canosa (ya fallecido) a quien Villalonga (el vecino de pupitre de Aznar) vendió una filial de Telefónica que cerró a los pocos años con gran escándalo laboral.

Parece que al pobre Aznar le está creciendo fama de gafe. Que cuide Murdoch su imperio mediático…

Aquí van algunos comentarios al post de «No hay soberbia buena y soberbia mala», previos al chistes de Forges:

«…pero sí me ha llamado la atención lo de Aznar colaborando con posibles nuevos golpes de estado:

http://www.elpais.es/articulo/internacional/Aznar/ofrece/apoyo/op…

«…Más Santos evitó referirse explícitamente a un golpe de Estado militar, pero declaró que «nuestro mensaje….»

lo dijo ay! aznar · 6 Agosto 2006 | 09:00 PM

Ay! Aznar:

Buena observación la del apoyo de Aznar (el aprendiz de brujo en cuestiones internacionales) a Más Santos para un gobierno civico militar (¿?) en Cuba apoyado por Bush.

Se me escapó esa columnita de El País que nos recomiendas y, al leerla, ahora puedo recordar la vieja relación de José María Aznar con otro Mas (Más Canosa), quien no se si era el padre del citado Mas Santos, pero lo recuerdo como un líder muy destacado de la oposición a Fidel Castro desde el exilio cubano en Miami.

José María Aznar, desde La Moncloa, y su compañero de pupitre, José Luís Villalonga, desde la presidencia de la Telefónica, ayudaron bastante a Más Canosa. Hasta le vendieron una importante filial de Telefónica… No recuerdo el precio.

Saludos

JAMS (por ahora)

lo dijo JAMS · 6 Agosto 2006 | 10:05 PM

JAMS, aquí si tiene nuestro Pedro José (de apellido Ramirez), un buen asunto para investigar, el papel jugado por Mas Canosa en la venta de Intel.

¿Quién salió beneficiado de esta operación?. El sufrimiento y la lucha de los trabajadores todavía están en nuestras retinas.

¿Por qué, y a cambio de qué se prestó Mas Canosa a esa operación?. ¿El dinero que lo hubo y mucho a qué bolsillos fue a parar?.

¿En esas fechas cuantas veces visitó Aznar Miami como jefe de la oposición?.

En esas fechas nuestro pequeño insufrible recibía lecciones sobre conspiración de este Mas Canosa, a pesar de la oposición de nuestros empresarios, que veian en peligro sus inversiones en Cuba.

lo dijo smg310 · 6 Agosto 2006 | 10:53 PM

La empresa que compró el Sr. Más Canosa se llamaba SINTEL, lo sé porque yo estaba allí, una más de los casi 4.000 trabajadores que lo sufrieron y digo sufrieron en el aspecto más físico de la palabra. Decían que Telefónica había vendido porque le salíamos muy caros, teníamos un buen convenio y bastantes mejoras, SINTEL era una empresa con beneficios y trabajo, no sé que tejemanejes se trajeron pero a todos nos dio mala espina la venta. Ya no recuerdo bien el tiempo que tardó en irse a pique, pero no fueron más de dos años. Yo me fui al poco tiempo, en una de esas ERE que premiaban a que se marchaba, no sé si fui cobarde o fui previsora, pero los compañeros que se quedaron lo pasaron muy mal, meses y meses trabajando sin cobrar hasta llegar al famoso «campamento en el Paseo de la Castellana» en el que lucharon por sus derechos, su nómina, su comida y su dignidad.

lo dijo Esperanza · 7 Agosto 2006 | 10:41 AM

—-

Cuidado, Forges, con el «hombrecillo insufrible«. Me han dicho que tiene mal genio.

¡Saco! ¡Vueeeelveeee!

¿Tiene el PP un director de marketing del PSOE?

Las portadas de hoy son incomparables. Quiero decir que no se pueden comparar pues no se parecen en nada.

El País manda en primera, como el resto del mundo, con la eventual invasión israelí del Líbano.

El Mundo sigue erre que erre con su pueril batalla sobre los «tedax», los sindicatos policiales afines y la dinamita del 11-M , para alimentar los dogmas de la facción «Pinocho» del Gobierno de José María Aznar.

Supongo que pretende así mantener viva la llama de la mentira masiva del 11 al 13-M, que tanto contibuyó a que el PP perdiera las elecciones del 14-M. El sector duro del PP hizo muy mala gestión de la tragedia del 11-M e hizo peor digestión de su fracaso en el 14-M. Por lo que se ve, no aprende.

Si no es por puro masoquismo, o regodeo en el error, no acabo de entender que otras razones subyacen en esta estrategia del PP y de El Mundo , consistente en hurgar y recordar persistentemente la mentira sobre la fantasiosa participación de ETA en el 11-M, una de las causas principales de su derrota.

¿Nadie de confianza se lo ha dicho aún a ese sector del Parque Jurásico?. El País -y ningún otro medio- ni siquiera alude de pasada al rocambolesco asunto de los «tedax» ni a la dinamita del 11-M ni a la mochila de Vallecas ni al Skoda ni al Chino que tomaba txiquitos en Donosti.

Para eso están los policías y los jueces. Y el sumario, ya cerrado, ha sido bastante claro para seres con pleno uso de razón.

Estoy llegando a pensar que en el PP deben tener un director de marketing infiltrado del PSOE