Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

En Almería somos de 1ª. Viaje al pasado

He pasado el fin de semana en mi tierra (Almería), sin conexión a Internet ni a los diarios de pago. Ha sido un doble viaje al futuro y al pasado. El sábado 19 de mayo, miramos al futuro cuando el Almería ascendió a la Primera División de Fútbol, después de haber salido de ella hace 28 años. Fue una fiesta localista muy especial. Yo no soy futbolero (aunque siempre fui del Bilbao), pero mis paisanos me contagiaron su entusiasmo local y me puse a cantar el himno del ascenso (“Ya estamos aquí / somos de Primera / etc.”) como un descosido. Aún no he recuperado completamente mi voz.

Ese mismo día, miramos también al pasado al celebrar, con mis compañeros, el 50 Aniversario de nuestro ingreso en el Colegio La Salle de Almería.

Han sido dos fiestas, por distintas razones, emocionantes: una mezcla mágica de nostalgia y de esperanza. En esta foto se puede apreciar el ambiente de la medianoche en la Avenida García Lorca con el Puerto, cuando recibimos el autobús de los futbolistas. ¡Grandioso! (sobreto para el corazón; no tanto para el cerebro)

Esta es la foto que nos dieron de nuestro grupo de ingreso en 1957. Estoy en una de esas filas (con pelo y sin boina). Soy el segundo por la derecha de la tercera fila (empezando por abajo) y con chaqueta oscura. Estoy entre Guillermo Blanes y Dionisio Ravasa.

Y esta es la foto que nos hicieron 50 años más tarde, el 19 de mayo, en el patio del Colegio, después de la misa y antes del almuerzo.

Todos aportamos algunas anécdotas de la infancia y hubo risas y lágrimas. Faltaron más de veinte de los nuestros: muertos en accidente, por enfermedad o asesinados por ETA. Una representación de nuestra sociedad.

Uno de los que no pudo asistir, Manuel Jesús Solana (espero haber recordado bien su nombre) era mi compañero en esta obra de teatro. Ahí se le ve, en esta foto, sacada de mi sótano, con cara de santo. Yo estoy a su lado con las manos cruzadas, también en actitud piadosa, antes de pasar al escenario para interpretar la obra “Gólgota 1936”, en la que “unos rojos” mataban a unos frailes en la Guerra Civil. Escenas de la época.

Recuerdo que a mi padre (que fue teniente del Ejército leal a la II República) no le gustó nada esta obra.

Hace un montón de años que no veo a mi colega Solana. El sábado me dijeron que era general de División y un mandamás del Ministerio de Defensa. Impresiona ¿no? Pues ahí va un abrazo, mi general.

También encontré en el baúl de los recuerdos un boletín con mis notas de 3º (con 13 años). Entonces era un empollón, pero no tanto como Guillermo Blanes (presidente eterno del club de fútbol de Almería) que siempre sacaba el nº 1 de mi clase y ahora creo que es rico.

El recuerdo del Hermano Rufino me emocionó cuando visitamos su museo de Ciencias Naturales. Fue un gran maestro. No me resisto a copiar aquí (para no perderla otra vez) la nota necrológica que publiqué en La Voz de Almería cuando conocí su muerte en 1992.

Los organizadores de la fiesta del 50 Aniversario me pidieron unas líneas con anécdotas para la revista conmemorativa que han publicado. Copio y pego. Y advierto: su lectura no es obligatoria más que para mis colegas de clase.

Bodas de oro de la promoción del 57 del Colegio La Salle de Almería

Dicen que 50 años no es nada… ¿Cómo que no?

José A. Martínez Soler

Desde el día en que Rafa Mezquita me llamó para recordarme lo viejo y lo calvo que era, le he dado muchas vueltas al coco.

¿A quién se le ocurre celebrar el paso de los años, o sea, el envejecimiento, y despertar la nostalgia dormida o, peor aún, la melancolía que nos suele producir la creencia (naturalmente falsa) de que cualquier tiempo pasado fue mejor?

Pues eso mismo fue lo que hizo nuestro Mezquita (un nombre para no olvidar, en estos momentos de alianza de civilizaciones). También se sumó alborozado a esa idea mi compañero de pupitre Pepe Martínez-Cosentino Justo (otro apellido de éxito entre los de nuestro curso) y Federico Soria Bonilla (¡qué listo y rápido, al menos antes de hacer Derecho!) y José Luis Navarro Estevan (¿recordáis el día en que se enfadó y dijo ¡mierda! y nos quedamos todos de piedra?), Juanjo Romero (gran pintor) y otros colegas. Se fueron reuniendo religiosamente los viernes de Cuaresma en el Hotel Catedral, para organizar y cuidar todos los detalles de este encuentro sentimental en la tercera fase (fase, he dicho fase, no edad).

Rafa y Pepe me convencieron de las excelencias de la reunión y a ella me apunté, sin pensarlo dos veces. Al fin y al cabo, cumplir sesenta años o estar a punto de cumplirlos en el 2007, y con salud, siempre es mejor que su alternativa.

No imaginaba yo entonces las consecuencias emocionales y hasta físicas de tan precipitada decisión. Tuve que remover algunas cajas del sótano y desempaquetar toda mi infancia y juventud. Así me encontré con muchos y ricos trozos del proyecto de lo que hoy somos. Y descubrí, en el fondo de mi corazón, los rescoldos de una deuda impagable que tengo con muchos hermanos de La Salle que, generosamente, me transmitieron sus conocimientos, a veces a coscorrones pero siempre con afecto.

Empecé a recibir mensajes del comité organizador, reclamando datos o pistas para localizar a todos los miembros de nuestra promoción, esparcidos en la diáspora universitaria.

Como sabéis, tenemos entre nosotros nombres distinguidos de poetas, reyes, generales, etc., que no se olvidan: Quevedo, Felipe Segundo, Martínez Campos, Cervantes, etc. Y nos pusimos a rastrear sus huellas. Al principio, tenía su gracia. Pero, a veces, maldita la gracia.

Me topé, de golpe, en esa lista, con mis queridos Manuel Do Campo Schroeder, Juanma González y otros amigos de la infancia, que lucían una cruz funeraria junto a sus nombres, y que fueron muy importantes para mí, quizás la mejor parte de mí.

Ahí se me saltaron las primeras lágrimas. Algunos de ellos habían muerto en accidente, en la flor de su vida, otros fallecieron tras sufrir terribles enfermedades, uno fue asesinado por ETA y varios sobreviven afectados por el zarpazo cruel del terrorismo. A estas alturas, nuestra promoción, como no podía ser de otra forma, refleja –y de qué manera- la sociedad en que vivimos.

Luego vinieron –cómo no- las alegrías. Y muchas. Descubrí en la lista de clase a seres muy queridos que había perdido de vista, desde que emigré de Almería en busca de estudios, aventura, amores y/o fortuna.

Hice un juego: tapé los segundos apellidos con un folio… y los recité de memoria. Casi todos. Parece milagroso, pero la verdad es que el alemán ése, el médico que descubrió lo de la pérdida de la memoria… sí, hombre,… ¿cómo se llama?…Alzheimer. Pues eso, el tal Alzheimer no me ha dañado todavía los recuerdos grabados en la infancia. Dicen que son los últimos que se borran.

Imaginad, por ejemplo, que, en medio de una multitud, tomo un micrófono y me pongo a recitar a grito pelado:

“Capitán de los tercios de Flandes, señor capitán” o bien:

“¿Qué no lo conose?

¿que no ha estao usté allí?

Pué entonse no sabe

lo que es un jardín”

Entre los 6.000 millones de habitantes del planeta, únicamente los ciento y pico miembros supervivientes de la promoción del 57 del Colegio de La Salle de Almería pueden ligar estos versos con el nombre excelso del hermano Amado de María. Él fue quien fundó nuestra biblioteca y nos enseñó a amar la poesía, a cuidar nuestra lengua y a gozar con nuestra literatura. ¿Cómo olvidarle?

Hay muchas preguntas triviales cuyas respuestas nos unen sólo a nosotros, y nos unirán para siempre en el recuerdo de los afectos y de los sufrimientos, o sea, en el aprendizaje de la vida.

¿Quién –decidme- de todos los habitantes de la Tierra sabe dónde fue a parar la campana del patio de La Salle, donde entonábamos cada mañana el Cara al Sol, el “Pomporrutas imperiales”, ese de “Imposible el alemán” y otros himnos patrióticos tan de moda?

¿Quién, sin querer, me dio un navajazo en el culo en la clase del hermano Joaquín?

¿A qué área de investigación se dedicaba con fruición el maravilloso y chiflado hermano Rufino?

¿Acaso no fue para muchos de nosotros el cadáver frío del sabio hermano Mauricio (entrando al Colegio en la sala de la izquierda), el primero que vimos de cerca, y nos estremeció, en nuestra vida?

¿Alguien que no sea de nuestro curso habrá oído hablar en su vida del famosísimo detective Mantekón o del gran señor Sisebuto, “sube que sube que sube, trepa que trepa que trepa”?

¿Alguien que no sea uno de nosotros puede decirnos quien era entonces el fraile que mejor corría y jugaba al fútbol, al frontón o al baloncesto con sotana y todo?

¿Era alto o bajo el hermano Pelayo? ¿Era simpático o era gruñón?

¿Qué profesor de Filosofía gobernaba como nadie el órgano de la capilla y el coro?

¿Quién apuntaba ya para gran político socialista por sus matrículas de honor en Formación del Espíritu Nacional con don Antonio Manzano Lupión?

¿Quien era, desde muy joven, el calvo más incipiente y, a la vez, el mejor actor y escritor de nuestra promoción?

¿Qué monaguillos se bebían, antes de la confesión, el vino de misa de don Manuel, el paciente y despistado capellán del Colegio?

Hay tantos recuerdos que nos unen… Y sólo a nosotros, oiga. Pero no hay espacio para describirlos. El comité organizador me ha dicho muy claramente que no escriba más de un par de folios sobre la celebración de nuestras bodas de oro:

“Jose, que te conocemos, no te enrolles. Sólo dos folios”.

Bueno, pues ahí están los dos folios (con letra pequeña, eso sí), con todo mi cariño y con muchas ganas de daros un abrazo a cada uno de vosotros. Y al comité organizador, por supuesto, las gracias, un aplauso y un puñado de regaliz. Se lo merecen.

FIN

Mañana volveré a leer los diarios de pago.

18 comentarios

  1. Dice ser César Calderón

    Estaré en Almería el día 12 dando clases, y trataré de cenar con mi buen amigo Antonio Berenguel, Almeriense como tu y que es el tipo más feliz del mundo después del ascenso.Que me recomiendas? donde cenamos?

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser El Fábregas

    La verdad, jams, es que no estuvimos mal del todo.Quizá en algún momento algo de lágrima fácil; pero quedó compensado con la facilidad de control de la megafonía, de algunos «individuos»…Sabeis que los últimos sábados de mes seguimos en el Catamarán, y no tiene connotaciones religiosas eso de los últimos sábados de mes.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  3. Dice ser Mary War

    muy bonitos recuerdos y enhorabuena por la subida.

    22 mayo 2007 | 08:13

  4. Dice ser Acteón

    Vaya borrachera de infección sentimental, dilecto Jose. Algo parecido sentí no hace mucho cuendo nos volvimos a juntar los de Castañuela, 36 años después. Dime una cosa…, ¿para cuando el regreso a Anciones? ¿Cuando nos vemos los primeros del Cambio?Un fuerte abrazo, AP

    22 mayo 2007 | 09:32

  5. Dice ser Rosa J.C.

    Eres encantador cuando te pones «cebolleta», JAMS.

    22 mayo 2007 | 09:36

  6. Dice ser Fétido

    Enhorabuena por el ascenso.Y por los tiernos recuerdos de aquel pasado en blanco y negro.Salud.

    22 mayo 2007 | 09:59

  7. Dice ser gonzalo

    Enhorabuena por el ascenso Sr. JAMS.Soy socio del Real Murcia y me he alegrado tanto del ascenso del Almería como del de mi equipo ya que mi familia paterna es almeriense.Espero que Almería y Murcia se mantengan muchos años en Primera división.Un saludo.

    22 mayo 2007 | 11:31

  8. Curioso cuántas veces se está repitiendo la palabra «magia» en relación con el encuentro del fin de semana…(La foto de la Rambla casi parece Baden Baden)Un abrazo, JJ

    22 mayo 2007 | 13:01

  9. Dice ser RAFA

    jj, nadie puede comprender si no se vive.Os tengo que decir que han llamado de la siguiente promoción para que ayudemos a organizar el encuentro de su cincuentenario.Ha sido una de mis mejores experiencias vividas.

    22 mayo 2007 | 14:12

  10. Dice ser Guayana

    Creo que es la primera vez en mi vida en que asisto a dos reuniones de gente que, en un 99%, está totalmente predispuesta a ser amable, cortés y simpática con el prójimo.Dos días inolvidables.Lluís

    22 mayo 2007 | 16:50

  11. Dice ser Erik

    Qué bueno Papá,Qué alegría ver tus notas y ver que, como tus tres hijos, flojeabas precisamente en «disciplina». Me parto de risa.Cuando escribe temas emocionales lo haces bien. Deberías hacerlo más.Un fuerte abrazo desde Los Ángeles,Erik

    22 mayo 2007 | 17:39

  12. Dice ser Enrique

    José Antonio, comprendo tu nostalgia de los años de escolar. Rosa Jimenez Cano, que cubría las elecciones presidenciales en Paris, me ha mandado la foto de mi Ecole Communale de la rue Chernoviz, donde estudiaba yo en 1942, durante la ocupación alemana. El refugio se encontraba cruzando la calle y tan pronto sonaba la alerta…¿a que no sabes quien era el primero en salir corriendo fuera de la clase agarrando al vuelo su máscara de gaz? No era el más miedoso sino el que estaba en el encerado y no se sabía la lección.Me has hecho pasar un buen rato con el relato de tus años escolares.Enrique

    22 mayo 2007 | 18:22

  13. Dice ser Enrique

    Dos correcciones:Las prisas nunca son buenas!La escuela de la calle Chernoviz está en Paris (olvidé señalarlo), y «gaz» es un galicismo. Se trataba de las máscaras de gas que colgabamos en los percheros de la clase junto a nuestros abrigos.Tengo también otra foto de la fachada de esa escuela pública. En ella se ve una placa de bronce con una inscripción que recuerda a los compañeros de clase judíos que un día salieron de clase para embarcar en vagones de ganado hacia los campos de exterminio de donde nunca regresaron.De esto hace 65 años!Las prisas son malas correctoras!Enrique

    22 mayo 2007 | 18:43

  14. Dice ser Rosa J.C.

    Las prisas, como decía Juncal, son para los ladrones y los malos toreros. No se corresponden contigo, Enrique.

    22 mayo 2007 | 23:42

  15. Dice ser Juan Francisco

    Espero que no hayas falsificado las notas.Muchas gracias por el rato ameno que nos hicistes pasarMuñoz

    23 mayo 2007 | 10:11

  16. Dice ser Juan Francisco Muñoz

    Por supuesto lo de falsificar las notas me referia a que no tienes matricula en Lengua, y a la vista esta que se equivocaron en no dartelaMuñoz

    25 mayo 2007 | 08:55

  17. Dice ser Carmen Ochoa

    Maravillosa las fotos, la de Almeria, y las de las promociones. Tiene razón tu hijo, lo bordas cuando escribes «sentimentalmente». ¿Para cuándo la novela? Un abrazo muy, muy fuerte en estos días de desdicha madrileña: Carmen

    30 mayo 2007 | 09:38

  18. Dice ser Luis do Campo

    Muchas gracias Jose, me han caido dos lagrimones coincido con tu hijo y con Carmen aunque doy fé que en vivo lo eres más (un sentimental), siempre me acordaré de tu pasión por los boquerones en vinagre de mi casa y de Lolita y si no que lo diga Carmen. Un beso a Ana del «recogido de Pajaritos».Luis

    12 junio 2007 | 19:20

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