Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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César Alierta, ¿calvo o con tres pelucas?

El presidente de Telefónica, en el banquillo, va a toda página en El Mundo y con gran foto a cuatro columnas.

¿Por qué será?

La misma noticia (escondida a una columna abajo) es difícil de ver en El País.

¿Por qué será?

En el pequeño titular de El País:

Alierta proclama su inocencia…

En el gran titular de El Mundo:

Alierta dice que ni compró ni se lucró

Sin embargo, el sumario da pie a toda clase de sospechas:

Dos inspectores declaran que la CNMV les ordenó paralizar la investigación

No se por qué aún me asombro al comprobar el sesgo tan exageradamente distinto que cada diario da a una misma noticia. Los hechos que dan pie a esta noticia deberían ser los mismos: una vista pública en la Audiencia Provincial de Madrid en la que todos los periodistas se supone que oyen las mismas declaraciones.

A los periodistas se nos llenala boca al declarar que «los hechos son sagrados y las opiniones son libres»..

Pero si los hechos se describen con un titular que lleva el verbo «proclama» en un diario y el verbo «dice» en el otro ya tenemos el sesgo interesado sobradamente garantizado.

Y no digamos ya si en un diario lleva foto del acusado en el banquillo y titular a cuatro columnas y, en cambio, en el otro se despacha la historia en dos párrafos y con un titulín a una columna y por lo bajini…

¿Qué factores influyen en el director a la hora de decidir si esta noticia va a cuatro o a una columna, con un verbo o con otro, con foto o sin ella?

No hace falta que esté presente el director para decidir el titular ni el tratamiento de la noticia. El sesgo que debe llevar cada noticia lo conoce de maravilla hasta el último mono de la redacción: a eso le llamamos «cultura corportativa» o, si queremos ser más claros, deberíamos llamarlo «instinto de superviviencia«.

Luego, cada feligrés compra y/o lee libremente el diario que quiere. Y cree que compra y/o lee bien, según sus intereses.

¿Por qué no?.

Ahí está la gracia de la prensa libre: cada oveja ocon su pareja.

El presidente de Telefónica, César Alierta, acusado de chachullos por utilizar información privilegiada para enriquecerse en la Bolsa, aparece como calvo, en un diario, y con tres pelucas, en el otro.

Claro que, si nos fijamos en las portadas de ambos diarios del mismo día, parecen responder a países distintos o a fechas distintas:

Polanco gana una batalla después de muerto

Prisa compra el 16,79% de Sogecable a Telefónica y (al concluir la OPA) logra controlar el 95% del capital de la plataforma de televisión.

Como el Cid Campeador, Jesus de Polanco ha ganado una batalla después de muerto. Cuando he leído esta mañana la noticia (conocida ayer por Internet y por la radio) me ha dado un ataque de nostalgia docente e investigadora.

Como profesor universitario de Economía Aplicada (alejado del Periodismo por la fuerza de un despido ilegal), pasé las vacaciones de Navidad de 1997 y de Reyes de 1998 escribiendo, a toda prisa, un libro sobre la guerra descomunal que había estallado en 1996 (al llegar Aznar a La Moncloa) entre las dos grandes palataformas digitales de televisión. El título era:

«Jaque a Polanco»

Y el subtitulo:

La guerra digital: un enfrentamiento en las trincheras de la política, el dinero y la prensa

Ayer se cerró un capítulo importante -quizás definitivo- de aquella guerra. Y hoy, como es natural, cada diario arrima el ascua a su sardina y elige el sujeto que más le gusta (o mejor sirve a sus intereses corporativos) para el titular de la noticia.

El País se decide por PRISA como sujeto principal.

PRISA logra más del 95% del capital de Sogecable…

A nadie le extrañará esta pasión informativa ya que Prisa es propietaria de Sogecable y, a la vez, de El País.

En cambio, para informarnos de la misma operación, tanto El Mundo (desde la derecha) como Público (desde la izquierda) han preferido elegir como sujeto principal para titular esa noticia a Telefónica. Tampoco coinciden en el verbo con el diario de PRISA.

El País dice en un sumario:

Telefónica, segundo accionista, acudió…

Sin embargo, los otros dos periódicos coinciden (cosa rara, si no fuera por los derechos televisivos del fútbol, por Mediapro y la Sexta) no solo con el mismo sujeto sino también con el mismo verbo en el titular:

Telefónica se va de Sogecable…

El diario Público, de Mediapro, va un poco más allá que El Mundo e interpreta las razones por las que Telefóncia «se va» de Sogecable:

«… por las dudas sobre su futuro»

He encontrado en mi sótano un ejemplar del libro «Jaque a Polanco» y, después de sacudirle el polvo y quitarle algunas telarañas he caido en la tentación («vanidad de vanidades«, dice el Koelet) de leer la últimas página del «Epílogo» y las primeras del «Prólogo«. En ese orden.

El Epílogo lo escribí yo en enero de 1998, en mi despacho de la Universidad de Almería, y el Prólogo lo escribió en la misma fecha mi colega y, sin embargo, amigo, David White (corresponsal entonces del Financial Times de Londres).

Como es sábado y está lloviendo, me he entretenido en copiar y pegar aquí esas páginas escritas proféticamente hace más de 10 años.

No debería decirlo, no es de buena educación, debería estar prohibido -lo se- pero es un placer sublime eso de poder presumir de profeta y decir:

«Ya te lo dije yo…»

Y eso que, como profetas, los economistas sólo sirven para predecir el pasado…

Al concluir la vieja guerra digital, el Prólogo de David White tiene aún vigencia y recomiendo su lectura.

De mi «Epílogo Abierto» lo único que quiero resaltar es que, hace 10 años, anuncié cuatro escenarios posibles para concluir aquella «guerra digital«. Primero, se cumplió el Escenario C:

Escenario C: ¿Se fusionarán Canal Satélite Digital y Vía Digital y serán felices?

Y ayer se cumplió el Escenario B, aunque sin que Prisa tuviera necesidad de alianzas internacionales:

Escenario B: ¿Se aliará Prisa con un gigante internacional como la ATT, o algo así, para comerse a Vía Digital?

Escenario C: Prisa y Telefónica se casaron y fueron felices en Sogecable hasta ayer mismo.

Escenario B: Prisa se comió ayer la parte de Telefónica en Sogecable

Pego a continuación las cuatro páginas finales de libro:

Así terminó aquel libro (más periodístico que académico) y que pasó por algunas pocas librerías sin pena ni gloria. (A la derecha está la primera página de aquella ingenua aventura editorial).

Jamás fue citada la existencia de este libro en ningún diario del Grupo Prisa ni del entorno del presidente Aznar. Solo salió una crítica (y entrevista con mi foto de profe) en La Voz de Almería . Gracias, de nuevo, colegas y paisanos almerienses.

La editorial Temas de Hoy (del poderoso Grupo Planeta se asustó cuando El País prohibió la publicidad y le devolvió la orden de insertar un anuncio suyo de pago sobre este libro. Planeta anuló inmediatamente la campaña, retiró los ejemplares distribuidos, se disculpó y me pagó como si la edición se hubiera agotado completamente. Una buena pasta para un profesor.

Prisa también tiene editoriales de libros y un gran suplemento «Babelia» que ayuda a vender libros también de otras editoriales.

Ya se sabe: Entre bomberos no se pisan la manguera.

Si yo hubiera trabajado como periodista, en aquellos años que siguieron a mi despido improcedente como corresponsal de Televisión Española en Nueva York, nunca hubiera escrito ese libro. Ustedes lo comprenderán si les digo que tengo tres hijos.

Pero me había refugiado en el sagrado académico -era profesor titular de Universidad– y me sentí libre para escribir sobre los grupos de comunicación en conflicto. Debo reconocer que, pese a que lo hice muy deprisa y mal, fue un placer inolvidable haber escrito esas 300 páginas como si fuera libre.

Los escasos ejemplares que circulan de «Jaque a Polanco» tienen ya el valor de los libros malditos del Indice. Todo un piropo, según la tesis de David White.

Menos mal que, con el dinero de la indemnización que nos dio TVE, la televisión de Aznar, por sentencia del juez, pudimos poner en marcha uan pequeña empresa familiar Multiprensa y Más S.L., con sede fundacional en el sótano de mi casa. Esa empresa creció después, gracias a 7 Cajas de Ahorro y al grupo noruego Schibsted y, desde ella, editamos 20 minutos, el periódico con más lectores diarios (2,6 millones) de la historia de España, así como la revista mensual Calle20 y www.20minutos.es, el tercer diario on line de información general , que alberga a este blog.

Todo empezó gracias a aquella indemnización judicial que mis hijos definieron como la «beca Aznar«.

Sorpresas te da la vida…

Zaplana «planta» a Rajoy o Telefónica «ficha»…

Para El País el sujeto de su primera noticia, a cuatro y mandando arriba, es Zaplana y el verbo (plantar o dejar plantado) es bastante fuerte:

Zaplana planta a Rajoy y se va a Telefónica por un millón al año

Dos sumarios, a cuatro columnas:

Alierta contrata al ex portavoz por sus contactos con Berlusconi

El líder del PP fue uno de los últimos en conocer el abandono

El Mundo prefiere titular a dos columnas, al fondo de la página, y con foto centrada de Zaplana por abajo. Pero el sujeto de la noticia (ojo) no es Zaplana sino Telefónica y el verbo (fichar) es bastante blando:

Telefónica ficha a Zaplana como su delegado ante la UE y los gobiernos europeos

Y un sumario, cargado de intención contra Rajoy:

Esperanza Aguirre considera «muy mala noticia» que deje el escaño porque «España no está sobrada de personas de su valía»

«Prisión», en El Mundo; «fulminante detención», en El País

Ya se que, con frecuencia, confundimos deseos o sueños con realidades. Otras veces, gracias precisamente a la persistente persecución de nuestros deseos, anticipamos realidades de ensueño. Y así algunos sueños se hacen realidad.

Ahora me pasa algo parecido con estos terroristas descerebrados de ETA. Pienso, deseo y sueño con que más de uno de ellos, o de quienes les justifican y/o apoyan, se habrá sentido decepcionado con la vuelta a las sucias armas, al asesinato cobarde, a la extorsión vil, al terror fascista de la minoría que quiere imponer sus ideas (¿ideas?) metiendo el miedo en el cuerpo a los demócratas.

Mis amigos demócratas vascos gozaron de un enorme alivio con la tregua de ETA («se notaba la alegría por las calles») hasta que estalló la bomba de Barajas. Tan grande fue su gozo hace un año como ahora lo es su decepción.

Conozco algunos que rozan las posiciones de Batasuna y que creían llegado el momento de integrarse pacíficamente en la vida política. Ahora pueden pensar que ETA les ha traicionado, les ha quebrado una ilusión, les ha cerrado una salida. Josu Jon Imaz, el presidente del PNV más alejado de Sabino Arana, el racista que lo fundó, lo ha explicado muy bien. El el Pais Vasco se conocen todos.

El año pasado se miraban a la cara de una forma y, a partir de ahora, de van a mirar de otra.

¿Quién, en el seno de cada familia vasca, va a pestañear primero?

La policía es importante, fundametnal para detener a los criminales, pero no basta para acabar con ETA. Eso lo sabe hasta el mismísimo José María Aznar. Por lo tanto también lo sabrá Rajoy.

Sólo cuando los terroristas (sector «militar» y sector «político») empiecen a perder apoyo social -o sea, votos y botas, en las urnas y en las calles- entonces se plantearán seriamente el abandono del terror. Creo que, en esta ocasión, con la ruptura d ela tregua, ETA se ha dejado muchos pelos en la gatera. Ojalá.

Esta tarde, algún terrorista de ETA, de esos eternos adolescentes inmaduros, captados por el poder que les da sentir una «pipa» en la mano, habrá estado pendiente de las noticias para saber si «La Real» baja o no a Segunda División. Serán capaces hasta de echar alguna lágrima de rabia si pierde o de alegría si gana.

Esas bestias, incapaces de defender sus ideas con palabras y sin recurrir el ventajismo tahur de las armas, tienen momentos en los que pueden parecernos seres humanos que tienen madres y padres. Si lloran porque «La Real» baja a Segunda, aún nos queda alguna esperanza.

Más de un etarra o batasuno estará jodido por la ruptura de la tregua. Lo sienten, pero aún no lo dicen. Les puede costar muy caro y no tienen tanto valor como les suponemos, a veces, cuando comenten sus fechorías por la espalda.

¿Quien será el primero de Batasuna que se atreva a robar el polvorín de ETA para rendirlo y entrar pacíficamente en la vida política en igualdad de condiciones que los demás seres humanos?

Otegui no tuvo agallas -siempre se quedó en un cobarde quiero y no puedo- y ya se le ha pasado el arroz.

¿Quien sustituirá a Otegui con capacidad y valentía para entregar el polvorín de ETA?

Atentos.

Las cuatro columnas de ambos diarios van dedicadas a Otegui y a Batasuna. Esta es la tercera noticia de primera página de El Mundo:

Alierta tendrá que sentarse en el banquillo al anular el TS el archivo del caso

Por más que busco la noticia del presidente de la Telefónica, no la veo por ninguna parte en la portada de El País.

¿Se les habrá escapado? No, porque la dieron las agencias. Está en la página 85 de El País, a una columna. El Mundo, en cambio, amplia su noticia de primera a cuatro columnas en la página 43 y con foto.

¿A qué se deberá esta diferencia tan notable en el tratamiento de la misma noticia de Alierta en el banquillo por el diario de Pedro Jota y el de Polanco?

Hoy, en la portada del International Herald Tribune salen dos españoles fotografiados: Nadal y Alonso. Lo nunca visto. Sin caer en el nacionalismo facilón, ¿no es para estar orgullosos de estos paisanos deportistas?

Recuerdo cuando viajábamos al extranjero, en tiempos de la ominosa dictadura franquista, y no sabíamos cómo explicar muy bien por qué el aliado de Hitler y de Mussolini se mantenía tantos años y tan ricamente en el poder oprimiendo a todos los demócratas mediante el terror.

A mi me daba vergüenza ser español, en el extranjero, durante la dictadura. En cambio, el otro día, en París, me noté envidiado por ser español. Hasta por el taxista. Lo nunca visto. Claro que Nadal había ganado esa tarde un partidazo de tenis en el Roland Garros.

Mañana será otro gran día para el tenis español. Gane o pierda, Nadal es el nº 2 del mundo. Y Alonso el número 1 en Fórmula 1.

Con estos embajadores en la portada del Herald Tribune, no es extraño que el siquiatra Rojas Marcos destaque la autoestima española en su articulo de hoy en El País.

Autoestima española

LUIS ROJAS MARCOS en El País

09/06/2007

En un vuelo reciente a España desde Nueva York, me tocó de compañera de asiento una señora muy cordial que antes de abrocharnos los cinturones ya me había interrogado sobre el motivo del viaje. Al mencionarle que iba a dar una conferencia sobre la autoestima, la inquisitiva mujer exclamó: «¡Pues de eso en España andamos fatal!». Quise indagar en qué basaba tan contundente afirmación y me dijo sin vacilar: «Mire, vivimos rodeados de maltratadores y terroristas». Sorprendido, le pregunté si conocía a muchos de estos desalmados. La afable señora deliberó unos minutos y respondió con extrañeza: «Ahora que me paro a pensar, la verdad es que a mi alrededor no hay maltratadores, y tampoco conozco a ningún terrorista». Seguidamente, los dos guardamos silencio.

Mi compañera de viaje había reaccionado con lo que llamamos en psiquiatría pensamientos automáticos. Estos pensamientos se forjan con prejuicios o generalizaciones irreflexivas y suelen derivar en juicios tan negativos como desacertados. Para hacerle justicia a mi interlocutora, explicaré que al despedirnos me comunicó con emoción: «¡La culpa de lo que le dije la tienen los telediarios!». Deduje que después de razonar se percató de que había confundido la noticia o lo aberrante con la vida normal o lo habitual.

La realidad es que la autoestima de los españoles, hombres y mujeres, mayores y pequeños, se sitúa actualmente entre las más saludables y elevadas del planeta. Ésta es la conclusión a la que llegan, con singular consistencia estadística, estudio tras estudio. Expertos como Michael Argyle y Ruut Veenhoven, de las universidades de Oxford y Erasmus de Rotterdam respectivamente, ya revelaron esta tendencia positiva en los años noventa. En 2000, un sondeo Demoscopia elaborado mediante entrevistas a domicilio señalaba que seis de cada diez españoles decían sentirse bien consigo mismos, además de confiar en un mundo cada vez más sano, libre y feliz. Dos años más tarde, la agencia oficial Eurobarómetro mostraba que la población española, junto con la holandesa, obtenía la cota más alta en bienestar psicológico. En 2006 este mismo organismo documentó que el 84% de los españoles afirmaba estar muy o bastante satisfechos con su vida, cuatro puntos por encima del resto de los europeos. Entre los jóvenes, el termómetro de la autoestima también marca niveles superiores a la mayoría de los países de la UE, como reflejó el informe Juventud en España 2004 y confirmó recientemente Unicef.

Es verdad que todos conocemos paisanos que viven hundidos en el autodesprecio y hasta piensan que no merecen vivir. Pero incluso si usamos la tasa de suicidios como indicador del estado emocional de un pueblo -algo que propuso el respetable sociólogo francés Émile Durkheim-, la proporción de estas trágicas despedidas en España se encuentra entre las más bajas de Occidente (según Eurostat, en 2005 se contabilizaron 6,6 suicidios por cada 100.000 habitantes en este país, mientras que la media en el resto de Europa y Estados Unidos rozaba 11 muertes).

Es cierto también que una alta autovaloración no es siempre un dato beneficioso. Como ocurre con el colesterol, existe una autoestima «buena» o socialmente constructiva y otra «mala», o narcisista, que se basa en el dominio sobre los demás. ¿Quién no se ha topado con algún déspota de ego inflado que practica el abuso de poder? Estos verdugos prepotentes son minoría, pero mantienen su capital de amor propio a costa de robárselo a otros, y hacen estragos en el ámbito social, laboral, escolar o familiar.

La autoestima, entendida por la valoración que hacemos de la idea de nosotros mismos, es subjetiva. No podemos medirla como el pulso o la temperatura del cuerpo. El único método para estudiarla es preguntar. Además es personal; a la hora de autovalorarnos no distinguimos entre mí y mío, y, de acuerdo con nuestras prioridades, ponemos en la balanza desde la habilidad para relacionarnos hasta nuestras posesiones, pasando por el físico, la aptitud para el trabajo o para desempeñar nuestro papel familiar o social, los talentos, los logros o los fracasos. También sopesamos el grupo social al que pertenecemos y las opiniones que creemos tienen de nosotros los demás. Al autovalorarnos, casi todos nos protegemos excluyendo del cómputo los problemas que consideramos fuera de nuestro control o los infortunios inevitables.

La buena autoestima de los ciudadanos es un dato de gran relevancia que debemos celebrar. Pocas cosas son más determinantes en la vida de las personas que cómo se sienten consigo mismas. Una autoestima sana suele ir de la mano de la participación constructiva en la sociedad, de la capacidad para adaptarnos a los cambios y superar la adversidad y de la satisfacción con la vida en general.

Siempre me ha llamado la atención el hecho de que mientras los estadounidenses tienden a presumir sin reparos de autovalorarse generosamente, mis paisanos españoles no suelen hablar, y mucho menos vanagloriarse, de su probada autoestima. Creo que esta actitud se debe, en parte, a que en España, tradicionalmente, la percepción favorable de uno mismo se ha teñido de ignorancia o de egocentrismo. Otro condicionante es la exaltación de la modestia, bien como virtud espiritual o por aquello de que «la uña que sobresale es la que recibe los golpes». Finalmente, no puedo evitar volver a la anécdota del principio para expresar mi convencimiento de que los pensamientos automáticos derrotistas, que tanto abundan en este Reino, nos roban continuamente la conciencia de nuestro alto y saludable bienestar emocional.

Luis Rojas Marcos es profesor de psiquiatría de la Universidad de Nueva York.

FIN

Alierta, en el banquillo (grande en El Mundo, pequeño en El País)

El sujeto es «El Supremo» para El País y a una columna. Para El Mundo, en cambio, el sujeto de la misma noticia es «Alierta» y lo lleva a cuatro columnas, con foto a tres y recuadro documental. La palabra «banquillo«, tan temida para cualquiera que se precie de honrado o de parecerlo, sólo aparece unida a Alierta en el titular de El Mundo.

¿No fue, acaso, José María Aznar, amigo de Pedro Jota Ramírez, quien nombró a César Alierta, presidente de Tabacalera, como presidente de Telefónica?

¿No fue, acaso, José María Aznar , amigo y protector de César Alierta, quien persiguió y trató de meter en la cárcel al presidente de El País, Jesús de Polanco? (Véase, si lo encuentran, «Jaque a Polanco»)

¿Es El País o El Mundo al revés?

¿Qué está pasando aquí?

Dirán ustedes, y no les faltará razón, que en las noticias políticas es donde más se les ve (se nos ve) el plumero a los diarios. Tiene uno la impresión de que las páginas de Economía, sometidas a la dictadura y al rigor de los números, permiten menos sesgos interesados a la hora de elegir el titular (sujeto, verbo, etc.) para una noticia o de asignarle cuerpo tipográfico, ilustración gráfica o tamaño en la página.

Sin embargo, pese a que se hila más fino en Economía que en Política -por si las moscas-, el análisis comparativo de las noticias de negocios tiene mucha más miga y nos ofrece claves mucho más relevantes sobre la cultura corporativa y los intereses reales del medio de comunicación en cuestión que cualquier otra sección.

El cuidado exquisito o la dureza con que se decide el sujeto de una noticia económica nos permite descifrar alianzas pasadas o futuras, expectativas de negocio, venganzas soterradas, eventuales cambios de propiedad o de empleo…

Nunca me canso de recomendar a mis alumnos, apasionados por la búsqueda de la verdad, aquel sabio consejo de Marlon Brando en el inigualable papel de El Padrino:

«Sigue al dinero»

Aznar: ¿consejero o especulador? ¿ficha o lo fichan?

Pedro Jota Ramírez sigue dedicado, en cuerpo y alma, erre que erre, a apuntalar la teoría de la conspiración, para lavar la cara de su amigo José María Aznar, el de la mentira masiva sobre ETA en el 11-M. Y lo da a cuatro columnas, arriba.

Sin embargo, del nuevo sabroso empleo de su amigo Aznar no da ni una línea en su portada. Ni siquiera para felicitarle. ¡Qué ingratitud!

Para saber de qué va este asunto de Aznar (¿consejero o especulador?) hay que leer la portada de El País que lo da arriba, a una columna, o las páginas interiores de El Mundo.

Pedro Jota manda hoy en su portada, y sólo él, como es habitual, con nuevas dudas acerca del tipo de explosivo utilizado por los terroristas de la matanza de Atocha.

Algunas de esas dudas técnicas son razonables, y pueden estar causadas quizás por las chapuzas cometidas por la policía de Aznar y Acebes. Eran gobernantes indignos, que parecían más preocupados por ganar torticeramente las elecciones del 14 de marzo de 2004 que por investigar las pistas de los verdaderos autores de la mayor masacre terrorista de la historia de España.

Y también -cómo no- causadas quizás por las posteriores chapuzas de la policía mandada, meses después de la matanza de Atocha, por el Gobierno de Zapatero.

Pero de lo que no cabe duda, pase lo que pase en el juicio del 11-M, es que, con los datos que tenían entonces, los del trío Pinocho (Aznar-Acebes-Zaplana) nos mitieron deliberadamente, durante los tres días previos a las elecciones generales, para ganar tiempo y alejar de las urnas el fantasma de la invasión ilegal de Irak. Y reconozco que, en este asunto, no puedo ser neutral, por más que lo intento.

Aún no se me ha pasado el cabreo provocado por aquellas mentiras que me obligaron a conectarme a la BBC de Londres -como en los tiempos de la dictadura de Franco– para saber lo que estaba pasando en mi país.

Como El Mundo no da nada de Aznar en su portada no podemos hacer análisis comparativo alguno de este asunto más que decir que para El País es noticia de primera página y para El Mundo , en cambio, no lo es.

La cobertura interior sí merece cierta atención gráfica y tipográfica.

Por la simple elección y el tamaño de las fotos que ilustran la información aznarí ya podemos saber, sin miedo a equivocarnos, de pie cojea cada diario.

La foto (grande, a dos columnas) de El Mundo nos muestra a un Aznar activo, convincente, con gesto decididamente parlamentario o mitinero, al vibrante estilo de don Emilio Castelar. La foto nos puede servir, incluso, de boceto modélico para una estatua de líder decimonónico.

El texto del titular va de acuerdo con la foto. No es Aznar quien ficha por el fondo sino al revés. Es el fondo de capital riesgo quien le busca y ficha a Aznar «como consejero«.

El sumario mejora el efecto de la foto:

La firma financiera londinense destaca su trayectoria política y sus «logros económicos»

En la columna de salida, escoltando la foto castelarina de Aznar, El Mundo lleva este titular:

Dow Jones estudia la oferta de Murdoch

El grupo Dow Jones es propietario del Wall Street Journal, el diario económico conservador más influyente del mundo.

Sabemos que José María Aznarya es consejero del magnate australiano Rupert Murdoch, el pretendiente de Dow Jones. Lo que no sabemos es si consiguió este influyente cargo también por sus «logros económicos» o como premio de consolación por su apoyo incondicional al presidente George Bush, amigo de Murdoch, en la invasión ilegal de Irak. Quizás también por haber perdido el poder como consecuencia de ese apoyo a Bush … y por su mala cabeza en la gestión informativa de la matanza terrrorista de Atocha.

Si el imperio de Murdoch (con Aznar en su Consejo de News Corporation) compra el Wall Street Journal , ya puede Polanco echarse a temblar.

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…

Y quien dice Polanco, dice Vocento (ambos están en Bolsa) o el conde de Godó…o el mismísimo Lara, que no es ni conde ni uno de los siete infantes de su mismo nombre pero tiene tele y periódicos.

Como vemos hoy, Aznar cabalga de nuevo.. y a lomos de otro Consejo que, según El País, es de armas tomar. En realidad, cabalga a lomos de un descomunal «Centaurus» que es el nombre del sospechoso fondo de capital riesgo.

En el titular a tres columnas de El País, es Aznar (como sujeto principal) quien ficha (y no al revés) por el fondo de inversiones (¡ay!) e s p e c u l a t i v a s.

¿ESPECULATIVAS?

En el texto de El País, elaborado al alimón por dos redactores de postín desde Londres y Madrid, se citan ejemplos poco edificantes de la historia reciente de Centaurus Capital , que actúa desde las Islas Caimán que tanto honor hacen a su tenebroso nombre y al recuerdo caribeño de las botellas de «ron, ron, ron, la botella de ron…» (Esto, naturalmente, sólo vale para aquellos que no soportan que les digan lo que tienen o no tienen que beber antes de conducir el coche o el barco).

En los ejemplos que cita El País aparecen pistas y rastros de los amigos y compañeros de pupitre que Aznar colocó, a nuestra costa, al frente de las grandes empresas publicas de España (Telefónica, Tabacalera, Aldeasa, Terra, etc.) y de empresas privadas españolas como Recoletos, Campofrío, FCC, etc.

Como verán, la foto pequeña, y elegida con escaso afán de neutralidad, de un Aznar de mirada perdida, entre atontado, gaznápiro e iluminado, que pone El País no tiene ni comparación con la grandeza castelarina de la que da El Mundo.

¡Dónde va a parar!

¡Tiembla Polanco!