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El test de APGAR: las notas del bebé en el parto

Muchas madres nos preguntan tras el parto que cuáles han sido las notas del niño al nacer. En ocasiones, cuando los pediatras vamos a ver los recién nacidos por primera vez a la planta, la pregunta suele ser que cuándo se le va a hacer el test de APGAR al niño. Muchos padres desconocen realmente para qué sirve y cuándo se realiza, aunque suelen conocer que refleja qué tal ha tolerado el bebé el parto.

En el post de hoy te contamos todo lo que tienes que saber sobre el test de APGAR para que no te pillen a contra pie en el parto de tus hijos.

¿Quién inventó el test de APGAR?

Pues nada más ni nada menos que la Dra. Virginia Apgar. Sí, sí, una doctora y además corrían los años 50 del siglo pasado.

Sin embargo, la Dra. Apgar no era ni pediatra ni neonatóloga. Era anestesista y estaba muy interesada en poder comparar la tolerancia de los bebés al parto entre diferentes hosptiales. Por eso desarrolló esta escala la cual perdura tras más de 60 años, lo que pone de manifiesto su importancia y validez tras tantos años.

¿Para qué sirve el test de APGAR?

Este test se emplea para la valoración del estado clínico del recién nacido tras el parto y su adaptación a la nueva vida.

Las puntuaciones al minuto de vida reflejan la tolerancia del bebé al hecho de nacer (el parto en si mismo), mientras que el mismo test aplicado a los cinco minutos da información sobre como se ha adaptado el niño al medio ambiente nuevo (diferente al liquido amniótico dentro del útero).

¿Cómo se calcula?

El test de APGAR es un test clínico que se realiza mediante la observación del niño y consta de cinco variables: frecuencia cardiaca, esfuerzo respiratorio/llanto, coloración, tono muscular y reflejos. Dependiendo del estado de cada una de ellas se obtiene una puntuación. En la siguiente tabla te exponemos cómo se calcula.

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Ocasionalmente el test se repite cada 5 minutos en caso de que esté alterado hasta los 20 minutos de vida.

¿Quién lo calcula?

Pese a la creencia popular no tiene por qué realizarlo el pediatra. Basta cualquier personal sanitario que esté lo suficientemente entrenado para realizar una valoración de un recién nacido y que esté presente en el momento del nacimiento. La mayoría de las veces la puntuación del test la dará la/el matron@, ya que ell@s son los que asisten partos normales.

¿Cuándo está alterado?

La puntuaión máxima es 10 puntos, sin embargo se considera normal entre 7 y 10. Puntuaciones entre 4 y 6 reflejan que la adpatación del niño no esta siendo óptima por lo que suelen requerir cuidados por parte del pediatra. Por último, puntaciones inferiores a 3 ponen de manifiesto una situación de emergencia en las que se deben emplear maniobras de reanimación avanzada.

Otro dato que tiene importancia es la evolución del test entre el primer minuto y el quinto minuto, ya que si éste último muestra mejoria respecto al del primero es un buen indicador pronóstico.

¿Qué importancia tiene este test?

Como habrás podido deducir las puntuaciones bajas en el test reflejan que el bebé recién nacido no ha tolerado bien el parto y algo pasa. En estos casos el pediatra debe actuar, en primer lugar realizando una reanimación al niño con la intensidad que requiera la situación y en segundo lugar buscar la causa de qué es lo que ha ocurrido.

Sin embargo, el valor del test nos es un buen indicador a largo plazo de mortalidad ni de evolución posterior. Solo se ha relacionado la posibilidad de daño neurológico grave en niños con puntuaciones entre 0 y 3 a los cinco minutos de vida o en aquellos en los que ha precisado reanimación mas allá de los 10 minutos.


En resumen y como podéis ver no se trata de la nota qué ha sacado el bebé ni mucho menos de su primer examen en la vida. Es una traducción clínica y útil, para todo aquel que sepa interpretarlo, de cómo estaba ese bebé en el momento en que nació.

Uratos amorfos: bebés que hacen «pis con sangre»

No es raro que en las urgencias de Pediatría o en la planta de maternidad de un hospital cualquiera haya padres que han visto sangre en el pañal de su hijo. Es un motivo de consulta frecuente y genera mucha ansiedad.  Orinar sangre suele ser síntoma de una enfermedad, sin embargo, en pediatría es frecuente que esto se deba a la presencia inofensiva de uratos amorfos en la orina.

En el post de hoy os contamos que son estos cristales y por qué aparecen. Si llegáis hasta el final de la entrada encontrareis una serie de recomendaciones para diferenciar este signo de otras circunstancias que sí representan un estado patológico (hematuria).

Uratos Amorfos, unos cristales de color naranja-rojo

Los uratos amorfos son concentraciones de sales de urato (sodio, potasio, calcio y magnesio) que forman cristales de aspecto granular. Normalmente se aparecen al enfriarse la orina y esta está muy concentrada. Estos cristales adquieren un característico color naranja-rojizo.

Debido a esto los padres los detectan en el pañal, como en la imagen que abre este post, ya que no son visibles a simple vista en la orina. Por ello son típicos de niños pequeños. Además, cuando el pediatra profundiza en la historia para obtener más datos, los padres suelen contar que más que sangre, lo que han visto es como una arenilla que tiñe el pañal.

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Detalle de los uratos amorfos en el que se puede apreciar el aspecto de arenilla.

La otra circunstancia en la que pueden aparecer los uratos amorfos es en un análisis de orina rutinario, ya que como hemos dicho no son visibles a simple vista pero si a nivel microscópico en el laboratorio.

Cuándo aparecen

Como hemos explicado más arriba, los uratos aparecen cuando la orina está muy concentrada y se enfría. En la clínica esto lo ocurre cuando los pacientes presentan algún grado de deshidratación por otra patología (diarrea, vómitos…) o porque no han bebido suficiente agua.

En los recién nacidos es habitual encontrarlos en los primeros pañales que mojan los bebés y en este caso se debe a la excesiva diuresis que realizan estos niños en los primeros días de vida, la cual provoca una leve deshidratación fisiológica.

¿Tienen alguna importancia?

La presencia de uratos amorfos en la orina no representa ningún tipo de patología, sin embargo dan mucha información al pediatra ya que traduce que el estado de hidratación no es el óptimo.

Cuándo tengo que preocuparme

Los uratos suelen resolverse bebiendo agua suficiente para mantener un estado de hidratación adecuado.

En caso de que detectéis esa mancha rojiza en el pañal de vuestros hijos debéis ofrecerles más líquidos y en caso de que persista en las siguientes micciones debéis consultar con vuestro pediatra.

La presencia de verdadera orina con sangre (lo que los médico llamamos hematuria) es diferente y suele ser fácil de diferenciar con una buena historia clínica y ,en caso de duda, realizando una tira reactiva de orina o un examen al microscopio.

Estas son las circunstancias que debéis vigilar y consultar en caso de que aparezcan:

  • Orina durante toda la micción de color muy oscuro (como si fuera Coca-cola o como «agua de lavar carne»).
  • Orina que al inicio de la micción es de color rojizo y se aclara posteriormente.
  • Orina que al inicio de la micción es normal y se tiñe al final de la misma (incluso podría observarse como un goteo al finalizar).

Os habréis dado cuenta que para observar y diferenciar entre estos tipos de hematuria el paciente tiene que ser capaz de contener la orina. En niños pequeños lo que se observaría es una gran mancha roja u oscura en el pañal. En caso de duda consulta con tu pediatra.

Para finalizar, recordaros que hay alimentos y fármacos que también tiñen la orina de un color anaranjado (vitamina C, zanahoria) o rojizo (remolacha, moras) así como el empleo en exceso de colorantes alimenticios.


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Sal a pasear con tu bebé

Una pregunta frecuente que nos hacen los padres el día del alta del hospital es si pueden salir a la calle con su recién llegado bebé. Es una pregunta que no tiene respuesta en los libros de pediatría por lo que hay que emplear la valoración de riesgo/beneficio y, sobre todo, el sentido común.

Los beneficios de un paseo

Está demostrado que el ejercicio de intensidad suave es beneficioso tras el parto. Este tipo de ejercicio mejora la condición física de la madre y consigue una más rápida recuperación. Por ello, los paseos son ideales para conseguir este objetivo.

De forma similar, el paseo es muy beneficioso para el bebé. Recibe nuevos estímulos y aire fresco, además de la luminosidad de la calle que tanto nos interesa para evitar la ictericia.

Pero además de los beneficios físicos del paseo, salir de casa supone un cambio de rutina que hace que te sientas mucho mejor que encerrado entre cuatro paredes y supone una actividad antiestrés muy recomendable.

Cuándo puedo salir a la calle con un recién nacido

Muchos padres se sorprenden cuando los pediatras les decimos que pueden salir a la calle desde el alta del hospital. A modo de broma a veces les digo que para llegar a casa desde el hospital han tenido que salir a la calle y que seguro que no le ha pasado nada al bebé. Solo tenéis que tener en cuenta algunas precauciones muy sencillas.

Qué debo evitar

Aquí es donde debes aplicar el sentido común. Supongo que a nadie se le ocurre salir a la calle en mitad de la noche a todo llover a darse un paseíto con su recién nacido, ¿no?. Así que usa el sentido común y sal a la calle en las horas centrales del día en los meses de invierno y, por el contrario, si hace mucho calor es mejor salir a primera hora de la mañana o última de la tarde.

Siguiendo con el hilo del frío y el calor, no debes abrigar en exceso al bebé ni desarroparlo más de la cuenta. Los bebés recién nacidos tienen el mismo frío y calor que nosotros. La diferencia es que no son capaces de regular la temperatura. Por ello debes abrigarlos y desabrigarlos en función de cuánto frío o calor que haga en ese momento. Un buen ejemplo es que abrigues al bebé tanto como tú te abrigues.

Un agobio frecuente de muchos padres es pensar que sus hijos se pondrán enfermos al salir a la calle, que se cogerán cualquier cosa. Recordad que es más probable que le contagie un catarro alguien que viene a casa y le da un beso que por el simple hecho de dar un paseo. Eso sí, evita los lugares con aglomeraciones de gente como los centros comerciales.

Cuánto tiempo puedo estar en la calle

¡¡Pues, todo el que tiempo que quieras!! En los carros modernos cabe de todo, así no tienes que estar subiendo a casa a buscar algo. Organízate y llévate contigo un par de pañales, toallitas y ropa de cambio por si acaso, pero poco más se necesita una vez estás en la calle y si además le estás dando el pecho a tu bebé, no tendrás que preocuparte de dónde calentar el biberón

Así que no esperes a mañana y sal hoy mismo, tu cuerpo y tu hijo te lo agradecerán.

Cuidados del cordón umbilical

Después de la publicación sobre los primeros días en casa hemos recibido muchas sugerencias para profundizar sobre el cuidado del cordón umbilical. Esperamos que en el post de hoy dejemos resueltas las dudas que os han ido surgiendo.

Qué es el cordón umbilical

El cordón es un conducto que une al feto con su madre a través de la placenta. Está compuesto por unos vasos sanguíneos recubiertos por una sustancia gelatinosa. Sirve al feto para recibir nutrientes y oxigeno a lo largo del embarazo, lo que le permite ir creciendo y desarrollándose.

Por qué hay que cortar el cordón tras el nacimiento

El cuidado del cordón comienza inmediatamente después del nacimiento, momento en el que se clampa y se corta para desconectar al recién nacido de la placenta. El clampaje del cordón suele demorarse unos segundos tras el nacimiento del niño, lo que permite el retorno de un mayor volumen de sangre al bebé. Este pinzamiento retardado se debe realizar tras evaluar que el recién nacido está estable y no requiere una reanimación inmediata.

Este procedimiento debe realizarse con material estéril y por un profesional sanitario, lo que disminuirá el riesgo de infección del cordón. Estas acciones sencillas suponen los primeros pasos para un correcto cuidado.

El cuidado diario del cordón umbilical 

Tras los cuidados iniciales comienzan ya en el hospital los cuidados que habrá que mantener en casa.

En épocas anteriores el cuidado se realizaba con soluciones antisépticas (alcohol, clorhexidina, …) que pretendían disminuir las infecciones del cordón provocando una cicatrización más rápida del mismo. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que en países desarrollados en los que existen unas condiciones higiénicas adecuadas basta con la limpieza diaria con agua y jabón con secado posterior.

Al decir limpiar nos referimos a frotar suavemente con agua y jabón la superficie del cordón umbilical. Repetimos, frotar. Hay que recordar que el cordón no tiene terminaciones nerviosas y por tanto no duele al tocarlo. Podéis quedaros tranquilos, no estáis haciendo daño a vuestro hijo.

Debido a que debéis emplear agua y jabón, esta rutina diaria se suele hacer durante el baño del niño. No pasa nada porque sumerjáis el cordón umbilical, lo importante es que después del baño lo sequéis bien.

Tras la limpieza diaria podéis optar por dejarlo al aire o cubrirlo con una gasa limpia enrollada por debajo de la pinza del cordón. Es recomendable cambiar el pañal con frecuencia para que no se moje con pis ni se ensucie con las deposiciones del bebé.

En este vídeo puedes ver un ejemplo práctico de cómo se hace:

En resumen, estas son las recomendaciones para el cuidado diario del cordón umbilical:

  • Lávate las manos antes de empezar.
  • Limpia la zona del cordón umbilical con agua y jabón y sécalo bien.
  • Puedes envolver al cordón con una gasa limpia y seca o dejarlo al aire.
  • Cambia frecuentemente el pañal de tu hijo.

Si todo va bien, lo normal es que el cordón umbilical se desprenda entre los 5 y 15 días de vida. En caso de que veas que se retrasa su caida consulta con tu pediatra.

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Aspecto de un cordón umbilical normal en fase de cicatrización. Lo habitual es que se vaya «secando» hasta que finalemnte se desprende.

Signos de alarma

La complicación más frecuente y que preocupa tanto a padres como a pediatras es la infección del cordón umbilical, de ahí la importancia de su cuidado. Su nombre técnico es Onfalitis. Cuando un cordón se infecta requiere tratamiento con antisépticos y en ocasiones con antibióticos (algunas veces intravenosos).

Estos son los signos de alarma que nos tiene que poner en alerta:

  • Cordón umbilical con mal olor.
  • Secreción amarillenta.
  • Enrojecimiento de la zona del ombligo.
  • Sangrado persistente (a veces el cordón sangra un poco al desprenderse).
  • Retraso en la caída.

En caso de que detectes alguno de estos signos consulta con tu pediatra.

 

Los primeros días en casa después del parto

Tras la larga espera durante el embarazo, el mágico momento del nacimiento, el estrés y las visitas al hospital, llegar a casa con el nuevo bebé es el siguiente paso a seguir. Es un día para recordar: ahora sí que empieza la nueva vida juntos y toca conocerse.

El cuerpo se inunda de emociones, lágrimas del posparto y cantidad de dudas acerca de qué hacer con ese nuevo ser: ¿por qué llora?, ¿tendrá hambre?, ¿la lactancia a demanda es cada 3 horas o siempre que llora?, ¿cuántas veces tiene que hacer pis o caca?, ¿es normal que esté amarillo? o ¿el cordón cuándo se cae, su aspecto seco es normal? Estas son, entre muchas, las dudas que acechan a los padres primerizos y con las que se llenan las consultas de pediatría los primeros días del recién nacido.

Intentaremos ayudaros con las dudas más frecuentes durante esos primeros días:

  • El llanto en el recién nacido suele ser por hambre, hecho que ocurre mucho más a menudo en los amamantados al pecho. La valoración de la alimentación con lactancia materna debe ser cuidadosa y realizada por expertos, incluyendo la técnica de enganche, existencia de grietas, uso de pezoneras, etc. que haga que la transferencia de leche materna no sea la adecuada. Con la mejoría de estos aspectos la mayoría de los niños no necesitarán suplementos de fórmula, por ello es muy importante pedir ayuda y apoyo a la lactancia en los primeros días para que ésta pueda funcionar a la perfección.
  • El  número de pañales habitual que moja un recién nacido en los primeros días es variable pero establecemos un mínimo de unos 5-6 al día. El hecho de encontrarnos con un recién nacido que moje pocos pañales, que la coloración del pis sea muy oscura o de aspecto rojizo (lo que se conoce como uratos) o que tras 4 o 5 días de vida siga realizando deposiciones de aspecto oscuro (marrón o verde) nos puede indicar escasa hidratación del niño. Ante estos datos será necesaria la valoración por un pediatra.
  • La ictericia o coloración amarillenta de la piel y las mucosas (se ve muy bien en los ojos) es muy habitual en los primeros días de vida. Se debe a la todavía inmadura capacidad del hígado  para eliminar la bilirrubina. Aparece hasta en un 60% de los recién nacidos sanos y este porcentaje se eleva cuando existen situaciones como infecciones, bajo peso o prematuridad o en las casos de excesiva pérdida de peso. Será tu pediatra quién haga el seguimiento de dicha condición y quién indique exámenes de la sangre en el caso en el que lo considere necesario.
  • El cordón umbilical no requiere un cuidado especial salvo mantenerlo limpio y seco. Será suficiente con un lavado diario con agua y jabón y un secado posterior que hará que en el plazo de 5-10 días se desprenda sin complicaciones. En el caso de que tenga un olor fuerte, esté muy húmedo o con secreción o la piel de alrededor presenta enrojecimiento será necesaria una temprana valoración por un pediatra.

Estas suelen ser las preguntas más frecuentes de los papás en los primeros días de vida de sus recién nacidos. Ante cualquier duda, lo más importante es pedir ayuda y consejo para poder afrontar sin problemas esta pequeña cuesta arriba que es la llegada a casa y poder recordarlo con cariño e ilusión.